Song-fic de Pokémon - Reencuentro

Contenido oculto: Duodécima Ronda: Una canción, un drabble - Edición Extrema

Reencuentro​

A pesar del abismo que apareció e intentó tragarse a toda la región. A pesar de las extrañas criaturas que salieron y atacaron a todos.

— “Mi nombre es Ash Ketchum, de Pueblo Paleta”— esas fueron las palabras que me dejaron estupefacto y atemorizado.

Veinte años huyendo, alejándome de Kanto desesperadamente para poner distancia entre nosotros… Pero igualmente terminé encontrándolo.

Aún ahora no puedo creer que pude conocerlo, en medio de un cataclismo que estuvo a punto de destruir el mundo Pokémon, sí; pero a fin de cuentas pude presenciar la clase de hombre que es.

Un héroe.

Mi hijo es todo un héroe.

Claro que él no sabe quien soy yo, y así se quedará.

Ahora todo terminó, él nos rescató; ambos nos recuperamos en el mismo hospital y lo único que puedo hacer es reír por la ironía de esta jugarreta del destino.

Durante aquella aventura simplemente seguí ayudándolo, rescatando a personas y Pokémon del campo de batalla, tal como estuve haciéndolo antes de saber quien era; mientras el muchacho que abandoné se enfrentaba al peligro con determinación junto a sus compañeros Pokémon.

Pero uno solo contra un ejercito tiene todas las de perder.

Sin embargo, no duro demasiado, llegaron sus amigos y no fui el único refugiado que salió en su ayuda, otros entrenadores motivados por su valor se unieron a la batalla, y solo por eso fue que ganamos.

Aunque recibió varias heridas por la batalla nunca se rindió; Ash continuó combatiendo a pesar de la enorme desventaja, ayudando a quienes estuvieran en peligro humanos y Pokémon por igual. Sé que no tengo derecho a sentirme orgulloso debido a que estuve ausente casi toda su vida, pero no pude evitarlo…

Estos días juntos en el hospital, observándolo desde la distancia, pude conocer un poco más de su vida. Su habitación siempre esta llena de visitas. Al principio fueron personas que le agradecían por salvarlos, pero pronto llegaron sus amigos, un montón, en especial varias muchachas que le reclamaron el haberse lastimado tanto. No pude evitar alegrarme por él, su vida esta llena de cariño y amistad, no le hago falta para nada.

Mi muchacho esta rodeado de grandes amigos, gente que se preocupa por él tanto como Ash se preocupa por todos los demás.

Todos estos años parecen una ilusión.

Lo que observo al verlo es al pequeño de mis recuerdos que sonreía ante las dificultades y quedaba fascinado por los relatos de las maravillosas criaturas que comparten nuestro mundo. Me alegra ver que ha cambiado muy poco y que creció de maravilla a pesar que lo abandoné.

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— Delia… Ash es un gran hombre. Eres una madre increíble— le susurró al viento mientras me marcho una vez más. Es lo mejor, no tengo cabida en sus vidas.

…

— … También es tu hijo…— la melodiosa voz que no escuche desde hace una eternidad detiene mis pasos. Frente a mí se encuentra la mujer a quien le cause tanto daño y aún así no deja de sonreírme con calidez.

La sonrisa de mi amada Delia me obliga a sentir toda la culpa y sentimientos que hasta ahora fui capaz de adormecer y llegan inundando mis ojos.

— ¡Mamá, ahí estas!— la voz de Ash resuena a lo lejos y pronto logro verlo lanzándose a abrazar a su madre, luego me nota y me observa con extrañeza.

Estoy preparado para afrontar las consecuencias de mis acciones.

Luego de todo este tiempo, nos reencontramos.