Reconstruir los sueños

Reconstruir los sueños

Reconstruir los sueños​

Todo empezó en septiembre de hace unos cinco años, el tenia 16 y ella 15... En realidad eran un par de niños ingenuos e inmaduros que sabían mucho de nada, ella estaba enamorada de la vida y su sueño era encontrar a su príncipe azul, el primer amor del que todos hablan y dicen que jamás se olvida. El solo buscaba diversión y no esperaba el amor.

Fue una noche de fiesta hasta tarde, o más bien hasta temprano en la madrugada, y no hicieron más que platicar por horas, un poco de abrazos y un beso de despedida en la mejilla, cerquita de la boca, pero no más….

Y así pasaron los días y las semanas, hablando diario por teléfono durante horas y horas. A ella le latía muy fuerte el corazón cada que lo veía, se ponía nerviosa y a veces no sabía que decir ni cómo actuar, el siempre estaba muy sereno y tenía una sonrisa un tanto presuntuosa, pero muy adentro de él comenzaba a nacer algo muy fuerte. Al principio no se daba cuenta de lo que era, pero con el tiempo lo comenzó a sentir, no lo quería aceptar y a veces la trataba con un poco de indiferencia y frialdad haciendo que la pelirroja se sintiera no correspondida y a la vez confundida.

Después de cuatro meses el peliverde decidió declararle su amor, así comenzó la verdadera historia de amor. A los pocos meses la ojirrubí sintió algo tan grande dentro de ella, algo que quería salir, algo que no podía controlar y entonces lo dijo.

— Te Amo. – Salió de su corazón, ella no lo planeo pero se lo dijo. – “No tienes que contestarme nada, solo te lo tenía que decir. –

Y así fue, el no dijo nada, pero no porque no lo sintiera, simplemente no estaba seguro de si era amor, pues era algo que jamás había sentido. Era un dolor en el pecho impresionante que sentía cada que pensaba en ella, lo cual era todo el día. Solo quería terminar de trabajar para ir corriendo a su casa y poder abrazarla, y despedirse de ella al final del día era cada vez más difícil.

— ¡Es amor! – Pensó él, y no tardo más en decírselo.

Cada día era más intenso y más pasional, pasaron casi dos años cuando de repente todo cambio. El era frió de nuevo y no demostraba más su amor, prefería no verla e irse con sus amigos o solamente entretenerse jugando tenis, ella no podía entender que pasaba ¿la había dejado de amar? Era verano y ella lo sentía como el peor de los inviernos hasta que se armo de valor y un día ella fue a casa de él con un gran dolor en su corazón.

—Creo que lo mejor es que terminemos, ya que tú no tienes el suficiente valor para hacerlo. – Dijo la pelirroja conteniendo las lágrimas.

El ambarino le juró que algún día regresarían y le probaría cuanto la amaba en verdad. Ella, por obvias razones, no le creyó. Pero aun así, no podía evitar extrañarlo. El sentía un enorme dolor al verla, pero fue fuerte y siempre dijo no. En realidad la amaba, pero no era tiempo para estar juntos, tenían mucho que madurar y que arreglar en su relación, solo que ella no entendía y para alejarla, él la lastimaba diciéndole cosas horribles.

Dos meses después, él la busco, ella quiso hacerse la difícil pero cayó rápidamente en sus brazos, pues lo amaba con el alma.
Eran novios de nuevo, pero todo era diferente. Casi nunca se veían, él ya no le hablaba diario y cuando lo hacía ya no duraban ni una hora en el teléfono. Ella pensaba que el ya no la amaba, y no sabía en realidad para que habían regresado. Lloraba todas las noches y se refugiaba siendo fría con él. Ya no le decía que lo amaba y ella nunca le buscaba, al menos que él la buscara primero. Él siempre estaba con sus amigos, de fiesta en fiesta, nunca con ella y siempre con ellos.

— Me ama, nunca me va a dejar. – Pensaba el peliverde. En realidad era egoísta, pues no quería dejarla ir porque la amaba, pero no quería demostrarle su amor, la tenia ahí para él cuando la quisiera y cuando no tuviera ganas de estar con ella simplemente no le hablaba.

Así pasaron 3 años más y ella un día se hartó y decidió terminar. El una vez mas le prometía que cambiaria, pero que no lo dejara. Era como el viejo dicho “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Y él cambiaba, pero solo por un mes o dos y después volvía a despreciarla. Así paso 3 veces más. La cuarta vez ella sentía que ya no lo amaba y se lo dijo.

— ¡Yo ya no te amo, y te lo ganaste a pulso! –

— Ya sé que yo tengo la culpa pero no puedo soportar la idea de no tenerte, ni la idea de imaginarte con otro hombre, yo te amo. –

La discusión duro horas, ella le dio una última oportunidad y extraño, pero él de verdad cambio. Esta vez no iba a dejarle de demostrar que ella era su vida, su todo.

Poco tiempo después compro un anillo de compromiso con un diamante en forma de corazón… pensaba decírselo el día de su cumpleaños, ya no tenia nada que pensar, porque él quería pasar el resto de su vida con ella. Claro que no se casarían en unos meses, ni en un año, quizás ni en dos; pero él quería una promesa de verdad, algo más que un simple noviazgo y al fin poder volver a reconstruir sus sueños juntos por siempre.

--------------------Fin--------------------

Espero que haya sido de su agrado!!!!
Nos vemos..................... :)

 

Re: Reconstruir los sueños

Hola a todas!!!
Muchas gracias por sus palabras!! y por apoyar este one-shot :D

muchas gracias amiga, me alegra que te gusten,
y gracias a todas por apoyar mis historias,
ya que son ustedes las que me motivan a crear mis historias
GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!