One-shot Reboot.

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Chocolat, 7 Diciembre 2014.

  1.  
    Chocolat

    Chocolat Usuario común

    Leo
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    Título:
    Reboot.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    670
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    Era un nuevo día. Tres pequeñas amigas: Hatsune Miku, Megurine Luka y Samune Zimi, habían conseguido por fin sus propios amuletos de mejores amigas. Eran en forma de estrellas y brillaban mucho cómo un diamante.

    Las chicas lo llevaban colgado en la muñeca como si fuera una pulsera. El día estaba lleno de sonrisas acompañadas con lindas risas. Fueron a comprar un cono de helado para cada una de las tres.

    Cada una llevaba uno de su color y sabor favorito. Celeste, azul y rosa. Al caminar, por accidente mientras hablaban al parecer, Luka empujo a Miku de una manera amistosa con una risa, y se le callo el helado al piso.

    — ¿Miku-chan? —preguntaba algo preocupada su amiga de cabello rosa, mientras trataba de mirar su cara.

    Miku volteó y tiró el helado de ella. Luka también se enojo y empezaron a empujarse entre sí, hasta que por los movimientos salió volando el amuleto de peli-rosa hasta la calle. Amablemente, Zimi-chan, fue a buscarlo, pero la peli-azul al mirar hacia la calle, una cara de sorpresa la tomó.

    Soltó a Luka y corrió pero no llegó en el momento exacto, ya su amiga había sido atropellada. Las lagrimas caían en sus mejillas mientras su expresión sólo mostraba tristeza.

    — Miku... —colocó la otra su mano en su hombro.

    Miku instantáneamente quitó la mano de Luka y chillando se fue corriendo a casa. La expresión de la otra también fue triste, así que tomó a Zimi en sus brazos y la llevó a la casa de los Samune.

    La expresión de sus padres fue horrible, incluso se le cayeron los platos que tenía en sus manos.

    Su padre la tomó rápidamente y la llevó hasta el hospital. Pero no había remedio.

    DÍAS DESPUÉS...

    Es hora del entierro, realmente era obvio que ninguna de las dos podría soportar ver a su amiga en una tumba.

    Luka iba con un lindo vesitdo de color negro y ella trataba de aguantar sus lagrimas. Mientras que Miku ni siquiera podía aguantarse y estaba chillando al lado de Luka.

    Los próximos días de escuela eran horribles, no poder comer en los recreos, ni jugar, ni sentarse al lado de ella. Incluso, ya ni se sentaban juntas, después de esa pelea no podían volver a ser amigas.

    Los años pasaron y pasaron hasta que ya crecieron y se volvieron en adultas.

    Era el primer día para Luka trabajando en un recién construido edificio, pues, al ver la información del lugar, era un buen lugar donde trabajar.

    Los años seguían pasando y Luka llegó a ser la mejor trabajador en aquél edificio. Tanto así que querían meterla al equipo de los jefes. Pero ella rechazó. Pues trabaja en una hipotecaria y va hablar ocn un nuevo cliente.

    Al entrar a la casa del cliente, vio cómo la chica volteaba y al reconocer su cara, huyó furioso y incluso con lagrimas.

    Pero vino su amiga por detrás, ósea... Miku. Y tomó su mano mientras lloraba.

    — Luka, yo realmente no te llamé para algún proyecto o algo. Quiero que vuelvas a ser, mi mejor amiga. —sacó el amuleto e incluso la peli-rosa empezó a llorar.

    — Miku-chan... —respondió con una pequeña sonrisa mientras lloraba.

    —Luka-chan... —contesó de vuelta Miku con una pequeña sonrisa.

    Las dos se dieron un amigable abrazo y lloraron en sus hombros. Luka no podía creer que Miku, aún guardaba aquél trofeo.

    Las dos, salieron y fueron a comprar helados cómo aquella vez. Los mismos sabores, también compraron del mismo sabor que el de Zimi-chan y se lo compartieron entre sí.

    Miku, esta amistad nuestra, no la puede romper nada. Luka, estamos unidas hasta que nosotras vayamos a morir también.

    Aquél amuleto muestra muchos problemas que hemos pasado en nuestra vida. Lo precioso que es una amistas. Nunca se pudo creer que una pequeña amistad de pequeñitos, acabara en unos segundos ese día.

    Pero ahora sí, no me separaré de ti. Gracias por ser mi mejor amiga.
     

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