Segundo reto terrorífico del mes. ♥ No. Palabras: 99 Rasguños y maullidos. No puedo hablar, no puedo gritar, todo lo que me queda es arañar los muebles y maullar hasta que los dueños —mi familia— se desesperan & me lanzan cualquier cosa para que guarde silencio. Ellos aún no lo saben, a veces lloran frente a la fotografía de su fallecida hija, lo cuál me desespera. Ellos no saben, no hay forma en que puedan saberlo y yo no sé cómo decirles. Maullo una última vez, mamá se limpia las lágrimas y acaricia mi cabeza. —Tu también la extrañas ¿No? Me pregunta, pero no lo hago. ¿Cómo puedo extrañarme a mí misma?
De verdad me ha encantado el relato, se me han puesto los pelos de punta y una tristeza profunda me embargó. No esperé que fueses abordar el reto por este lado y me ha gustado mucho el resultado, la verdad. Por cierto, yo si muero, también quiero reencarnarme en un gatito. uwu <3
Wow, me ha impresionado este relato, y más ese final inesperado. Con el título ya intuía que se trataría de un gatito, peeero no sabía que terminaría de esa forma. La hija está en el cuerpo del gato, y definitivamente debe ser muy estresante, angustioso y triste ver como su familia está llorando por ella misma, la hija, y ella no pueda hacer nada, ¡no poder hablar! ¿Es la reencarnación? Por lo que entendí, el gato ya estaba allí antes de lo sucedido de la hija, por lo que me imagino yo, cambió de cuerpo¿? Quizá. Interesante escrito. Saludos.