Historia larga Ranking: The experience will change the world.

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Este proyecto quedó en el olvido debido a que no contaba con la experiencia necesaria en aquellos tiempos. Después de estar meditando, quise terminarlo como es debido. Este fue y es mi primera historia. Algo que pensé cuidadosamente y agregué más complementos a lo largo de los años. Con ya anteriores dos remasterizaciones, este puede ser la última de todas. Así que, espero disfruten la historia tanto como lo disfruté yo al crearla.

Diariamente hacemos diferentes actividades de acuerdo a nuestra rutina. Algunos aprenden, otros experimentan, la mayoría de las personas buscan obtener más conocimiento acerca de un tema que en particular les guste. Gracias a esto, la gente gana algo llamado experiencia. Últimamente, con la tecnología avanzada, ello se volvió indispensable si se quería seguir adelante en la sociedad. De acuerdo a ello, se creó una clasificación. En ella se ordenan en puestos de acuerdo a la experiencia acumulada día a día, volviéndose famosa en los últimos dos siglos.

En aquel Ranking, los cien primeros son conocidos mundialmente; pero los diez primeros son los que obtienen más poder en el mundo, siendo muy beneficiados por el gobierno. Aunque parezca fácil, llegar a los cien primeros es todo un reto; debido a que la experiencia acumulada se divide en tres diferentes de acuerdo a las acciones que se tomen.

La primera experiencia es la de pequeña escala, esta se caracteriza por ganarse de las acciones rutinarias como leer, escribir, ejercer algún cargo e incluso trabajar. La segunda experiencia es la de gran escala, esta se obtiene si se hace algún cambio histórico, artístico, cultural o que cause un nuevo orden en la sociedad. Llegando a la última experiencia, esta es llamada alterna debido a que se obtiene generando algún delito. Robar, asesinar, estafar o profanar; gracias a esta experiencia, se elabora una clasificación de los más buscados a nivel mundial. Con estas 3 diferentes clases, el trabajo de reordenar los puestos del Ranking diariamente se tornó algo más fácil de hacer.

[...]

|| [Prólogo] ||

El viento soplaba con lentitud, el sol se encontraba escondido tras las nubes. Lo templado que estaba el ambiente denotaba la comodidad del día en el que estaba. Me encontraba en una mesa para dos, tomando un té frente al asiento que estaba vacío. Había acordado encontrarme con un amigo después de los sucesos ocurridos últimamente cerca a la víspera del festival. Gente protesta sobre el riesgo que son los 10 primeros, quieren reprimirlos si por un motivo, en el futuro, se rebelen contra el sistema. Aunque para mí, era innecesario. Primeramente porque todos los que alcanzan aquellos puestos le deben jurar lealtad al gobierno y siendo parte de ellos, sé perfectamente que ninguno está en desacuerdo con el sistema.

Ya habían pasado varios minutos desde que había terminado mi té. Las nubes se disiparon y el sol azotaba con ligera fuerza. Estando fuera del local, al aire libre, me tostaba. Luego de estar varios segundos decidiendo si irme o no, él llegó. Un joven de aspecto hogareño, con lentes de sol y un oscuro cabello semiondulado se sentaba frente mío, llamó a la mesera y luego se acomodó para verme. Dejó salir una sonrisa.

—¿Feliz por verme? — preguntó mientras yo fruncí el ceño.

—Si me bronceo, toda la culpa reside en ti. — indico calmándome.

Ciertamente, esta persona puede ser molesta. Suele ser impuntual, perezoso e incluso ignorante a veces. Aún no estoy seguro de cómo llegó a ser el décimo puesto, pero por lo menos suele ser confiable. Aquel joven se llama Nicolás Herrera, costarricense de nacimiento. Lo conocí cuando era niño, aunque ello es otra historia.

—Ciertamente, las personas nos tienen miedo. — agrego — Cada vez las protestas aumentan.

—Nosotros somos sus protectores y aún así nos quieren eliminar. — responde Nicolás.

—Eliminar, es una palabra algo fuerte. Tan solo quieren que limitemos nuestros poderes.

—Para ser el segundo, eres muy calmado. Esto nos puede afectar y lo sabes.

La mesera llega a ver el pedido, él la saluda cordialmente y le pide una taza de café. La mesera repite y se va de la mesa. Su caminata era algo tambaleante en cuanto nos vio nuevamente, parecía habernos reconocido; así que decidimos sonreír ligeramente hasta que se fue dentro del local.

—Dejando el tema de lado, ¿Estás preparado para el festival? — pregunta rápidamente.

—Sinceramente, creo que no. Aún no estoy listo para ser el evento principal.

—Tener que enfrentarte obligatoriamente contra alguien que te supera por mucho en poder, ¿En qué pensaron los directivos?

—No sé, pero mi entrenamiento no basta para mejorar mis habilidades. Como estoy ahora, creo no duraré ni diez minutos. — respondo.

La mesera vuelve, sonríe cordialmente y deja el café que pidió Nicolás en la mesa. Cuando este le sonríe, se sonroja levemente y se va. Luego de ello, sostiene su taza y empezó a sorber. Observar lo que pasó hizo que empiece a sentir pena por la persona quien le atendió.

—Bueno, ¿te parece ir a algún lugar luego de esto? — preguntó el costarricense.

—Lastimosamente, no podré. Tengo que ayudar a los novatos en el papeleo.

—Ellos ya no son recién ingresados a los cien primeros, ¿Por qué tan solo no dejas que lo hagan ellos solos?

—Tengo el presentimiento que si los dejo solos, habrá un desastre. — suspiro pausadamente y me paro del asiento — Si no me voy ahora, llegaré tarde.

—Está bien. — terminando otro sorbo de su café, se levanta del asiento, me estrecha la mano y sonríe — Nos vemos en el festival.

—Igualmente.

Ya despidiéndome, me fui alejando con un paso apresurado. En cuanto estaba varios metros más adelante, Nicolás me llamó con el recibo de la cuenta en su mano; lo ignoré, apresuré el paso y procuré desaparecer de su vista antes de que me atrapara. Ya sin estar en su área de visión, seguí caminando lentamente por el lugar yendo directamente a la estación de tren. Estaba preocupado sobre lo que podría ocurrir en el evento que cada vez estaba más cerca. Como todos saben, la fuerza del segundo con el primero es de uno a mil; aquel ser tan monstruoso, capaz de acabar cualquier guerra, capaz de causar miedo con tan solo su presencia, aquella persona que ocupa el primer puesto en el Ranking. Tendré que enfrentarme con ella en el festival de las luces. De hecho, pensarlo me aterra.

|| [Fin Prólogo] ||

Contenido oculto: Leer esto al final (?)

Terminó el primer capítulo. Me tardé medio día hacerlo y no estoy exagerando (? Solo que avanzaba de poco a poco. Bueno, me gustaría ver las opiniones y críticas que podrá tener esta historia. Con tal de mejorar, se ha dicho. Así que, hasta pronto...