Quinto: No matarás

Tema en 'Relatos' iniciado por Atl, 7 Enero 2013.

  1.  
    Atl

    Atl Usuario popular

    Géminis
    Miembro desde:
    30 Abril 2011
    Mensajes:
    902
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Quinto: No matarás
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    607
    Quinto: No matarás Atl
    Gracias a FrutiLupi por ayudarme a ver algunos errores

    Al tocar el cadáver el suelo, A. sabía que iba a ir al infierno. No tuvo remordimientos, pero escuchó el sermón que le inculcaron en la doctrina y a él recitando los diez mandamientos mientras limpiaba el arma con las ropas de la víctima. Imaginaba cómo sería ese sitio de tortura. Las descripciones que le habían dado no eran muy claras y A. sintió la necesidad de saber el aspecto de todo cuanto le esperara. Si encontraba un material que aseguraran estaría ahí, al tocarlo toda su curiosidad quedaría saciada y esperaría pacientemente. Así que lo primero que hizo después de hundir en el apestoso río la bolsa con las partes del muerto fue ir a la iglesia del pueblo.

    A. no había levantado las manos las manos con la señal de la cruz por tanto tiempo que la gente miró raro la danza manual que ejecutó enfrente de la enorme puerta de madera. Entró caminando como acariciando el piso. El silencio de la iglesia le recordaba al que hubo cuando destrozó los gritos y atravesó el cuerpo de su enemigo, ambos divinos, relajantes. Preguntaba por el padre a los devotos que susurraban sus respuestas en forma de rezos y se alejaban. No consiguió saber dónde estaba. Lo hubiera buscado, pero no había visto nunca su rostro y había olvidado el atuendo que debía llevar como uniforme. Sólo recordaba su boca moviéndose formando las palabras de los mandamientos.

    Las campanas empezaron a sonar en armonía con el silencio, anunciando el inicio de la misa. A. se sentó en la primera banca, desde ahí le sería fácil detener al padre cuando terminara. La gente fue llegando hasta que las bancas fueron insuficientes, aun así se quedó solo, las personas preferían quedar paradas a estar cerca de él. Eso le pareció extraño. Después de la bendición la iglesia se vacío tan rápido que no había ruido ni silencio. El ambiente estaba lleno de desagradables ecos que claramente repetían las reglas de Dios. El cura seguía adentro, esperándolo, era joven sin reflejos de experiencia en sus ojos y un cuerpo temblante. Temió que no supiera describirle el infierno con precisión, hubiera ido a otra iglesia si los “no matarás” no hubieran sido tan molestos. Lo único que los sofocarían serían las palabras del cura pintándole un cuadro del infierno. Afuera se escuchan las pláticas de las personas y el chillar de las sirenas a lo lejos.

    A. puso su mano en la boca y con prisa para cortar el rezo de su yo más joven, dijo el motivo de su visita. Las sirenas se oían más fuerte. El padre comenzó a tartamudear su explicación mientras la sonrisa de A. crecía y los mandamientos se iban borrando de su memoria, en su mente dibujaba un lugar de tortura perfecta, un destino seguro para su vida. Sus lecciones religiosas se iban disolviendo con el sonido de las sirenas al máximo y las pisadas que corrían hacia él. El padre suspiró.

    No puso resistencia al ser dobladas sus manos. Se quedó viendo su camisa casi roja que era aventada con él a una celda, pensando en ese perfecto infierno donde nadie escucha niños recitando mandamientos.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Chocolatita

    Chocolatita Inmutable

    Cáncer
    Miembro desde:
    3 Marzo 2012
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Atl primero, muchas gracias por tan bella dedicatoria. Segundo, sigo notando algunas cosas que mencioné antes. Tercero, si nos vamos a la historia y el sentimiento que transmite, veo a un psicópata o quizá alguien poco cuerdo, pero también bien a alguien molesto con la religión. Cómo decirlo... son muchas caras para un sólo personaje, su actitud de resignación y algunos hechos que narras, sólo me hacen creer que hay algo más que dejas a nuestra imaginación. Quizá el porqué de los actos del hombre, nos dejas interpretarlo de muchas formas y eso es algo que me llama la atención.

    Un cálido abrazo y un saludo,​
    La bruja con disfraz de:​
    FrutiLupi~ ​
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso