Long-fic de Inuyasha - Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola, gracias por sus comentarios, aquí está el siguiente capítulo. Por cierto, el fic ya se está acercando a su fin.

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Capítulo XIII​

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El pasado de Osore y el sufrimiento del príncipe frío.​

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—Kirara, ¿Puedes sentir el aroma de Rin?— Preguntó la exterminadora, un leve movimiento de cabeza fue lo que obtuvo como respuesta de la bestia de dos colas.

—Ya llevamos al menos una hora buscándola— Mencionó Miroku— Espero que esté bien.

— ¡Oigan! ¡Miroku, Sango espérenme!— Gritó a la distancia el joven Kitsune, transformado en una especie de ave gigante— No tuve suerte en aquella dirección, ¿Qué tal ustedes?

—Kirara ya detectó algo— Respondió Sango un poco más aliviada— En algún momento tiene que detenerse a descansar, la alcanzaremos pronto.

—Puede que tengas razón, pero…— Miroku dudó un poco ya que no quería preocupar a sus amigos, pero al final decidió ser sincero— ¿Qué haremos si ella no desea regresar?

—¡Eso es imposible!— Exclamó Shippo, evidentemente en desacuerdo con esa posibilidad— Rin no puede irse como si nada, ella es nuestra amiga.

—Eso lo se— Asintió con la serenidad que le caracterizaba— Yo tampoco quisiera eso, pero si ya tomó su decisión entonces no hay nada que nosotros podamos hacer.

Todos guardaron silencio, realmente temían que las suposiciones de Miroku fuesen ciertas, la idea de despedirse de Rin les resultaba más difícil de lo que jamás hubiesen imaginado. Después de todo la conocen desde que era tan solo una niña.

—Aún así…— Continuó Sango, retomando el tema— Aún si decide irse y hacer una nueva vida, tendrá al menos que despedirse de todos nosotros.

—Es cierto, no puede dejarnos de esa forma— Concordó Miroku un poco más tranquilo.

—Todo esto es por culpa de Sesshomaru ¿No es así?— Sango y Miroku, intentaban responder la pregunta de Shippo, pero no conseguían las palabras adecuadas para hacerlo— El no volvió a visitarla y por eso ella se marchó.

—Bueno, Sesshomaru siempre ha actuado a su manera sin darle explicaciones a nadie— Dijo Sango algo pensativa— Pero a decir verdad, yo siempre pensé que entre ellos había un vínculo especial. Me cuesta creer que él la haya abandonado repentinamente.

—Quizás no deseaba hacerlo— Interrumpió Miroku seriamente, Sango y Shippo se sorprendieron por su comentario.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Sango.

—Miroku ¿Acaso estás del lado de Sesshomaru?— Protestó el Kitsune con evidente enfado.

—No se trata de eso— Dijo tranquilamente, intentando calmarlos— Piénsenlo bien, todo estaba normal hasta que esos extraños demonios aparecieron y atacaron a Inuyasha. La señorita Rin corrió grave peligro y si Sesshomaru continuaba frecuentando la aldea es probable que las cosas empeoraran.

—Supongo que eso tiene sentido…— Admitió Shippo sin poder refutarle nada.

—Pero entonces ¿Por qué ahora? ¿Por qué luego de tantos años decide dejarla sola?— Preguntó Sango con cierto resentimiento— Creo que Rin se hubiese evitado mucho sufrimiento si las cosas fuesen de otra manera.

—Quizás…Pero las cosas son así y nosotros no podemos evitarlo— Shippo y Sango guardaron silencio nuevamente, el sonrió con cierta desgana— Sango, hace muchos años estuve a punto de morir por culpa de la maldición de mi mano y decidí abandonarte para que no corrieras la misma suerte…Si una situación similar se presentara también haría lo mismo.

—Miroku, ¿Acaso crees que…?

—Es por eso que entiendo un poco la posición de Sesshomaru…

Sango no se atrevió a seguir preguntando y Miroku tampoco dijo nada más. Continuaron el camino en silencio mientras miles de inquietudes rondaban en lo más profundo de sus seres.


Rin y Osore habían avanzado bastante, se detuvieron cuando el estomago de la chica no paraba de hacer ruidos extraños; y en cierto modo era lógico ya que no comía nada desde el día anterior. Hacía algo de calor, por lo que decidieron detenerse en el lago más cercano para que Rin pudiese pescar algo.

Pescar…Era una de las actividades que mas realizaba mientras viajaba con Sesshomaru, cuando finalmente logró atrapar un pez comenzó a sacudir ambos brazos emocionada, Osore solo la miraba con seriedad, no entendía como algo tan simple le causaba tanta felicidad.

—¿Quieres un poco?— Dijo sonriendo inocentemente, él simplemente hizo una mueca de desagrado y volteó para otro lado— No sabe tan mal.

—No me gusta comer lo que ingieren los humanos— Respondió con total seriedad, Rin por su parte intentaba recordar en dónde había escuchado esa frase.

Y de pronto la respuesta llegó a su mente. En efecto, esas mismas palabras se las dijo Sesshomaru la primera vez que lo conoció; su semblante volvió a cambiar notoriamente, justo cuando intentaba olvidar lo sucedido y empezaba a sonreír, de alguna forma todo se desmoronaba y el sufrimiento se tornaba más fuerte. Olvidarlo es sencillamente imposible, porque ella lo amaba.

—¿Por qué escapaste?— La pregunta de Osore la hizo salir rápidamente de sus pensamientos.

—No te lo diré…— Dijo sin pensarlo dos veces, él se molestó evidentemente ya que no le agradaban ese tipo de respuestas— Te lo diré si comes un poco de pescado.

—No estoy tan interesado en saber— Respondió tajante, Rin no pudo evitar reírse por la cara de enfado que tenía en ese momento.

—Sabes, me alegra haberte encontrado hoy— Osore se sorprendió momentáneamente, pero aún así mantenía su típico semblante serio e inexpresivo— De alguna manera me hiciste sentir mucho mejor, te lo agradezco.

Por su culpa estuvo a punto de morir ¿Y aún así le agradece? Esa chica debía estar loca, un humano normal jamás intentaría salvar a un Youkai ni mucho menos hacer amistad con uno que deseaba matarla. Osore no comprendía de donde sacaba tanta valentía, detestaba su comportamiento tan indiferente y su extraña sonrisa que parecía nunca tener fin, pero no se dio cuenta de que poco a poco se fue acostumbrando a su presencia…Hasta que terminó por agradarle.

—¿Puedo preguntarte algo?— Rin lo miraba fijamente, sonriente e inocente como siempre, él solo asintió— ¿Soy la primera amiga humana que tienes?

¿Amiga? ¿Acaso ella dijo la palabra amiga? El joven Youkai se había quedado sin habla, sus ojos violetas se centraron con una fuerte mirada en el rostro de Rin, buscando una respuesta e intentando comprender el significado oculto detrás de esa ridícula frase. Intentando descubrir la evidente mentira que mantenía en secreto.

—¿Dije algo malo?—Preguntó con inocencia, Osore no dijo una palabra— Osore-san…

—Amigos, eh…— Musitó con una sonrisa sarcástica, lo cual confundió un poco a Rin— No me hagas reír. Todos ustedes son iguales.

—¿De qué estas hablando? ¿A qué te refieres con eso?— Insistió preocupada por el repentino cambio de Osore— Será que… ¿Alguien te traicionó en el pasado?

Osore enfureció, ella había acertado y eso le molestaba más de lo que estaba dispuesto a demostrar. Rin tenía miedo pero también luchaba por controlar sus sentimientos, por alguna razón no deseaba dejarlo solo, no en esas condiciones.

Quería ayudarlo, debía ayudarlo; quizás de esa forma él cambiaría. Reunió todo el valor que tenía y se atrevió a tocarlo, él la miró molesto pero no la atacó, se dispuso a levantarse y en ese preciso momento Rin lo tomó de la mano.

—Suéltame, te lo advierto— Dijo con voz aguda.

—Cuéntame lo que sucedió, por favor— Insistió tomándole la mano con más fuerza— No voy a soltarte, tendrás que arrancarme el brazo.

Era algo sencillo para él, la mano de Rin era tan delgada y frágil que con un simple movimiento quedaría hecha trizas, el veneno de sus garras podría derretirle hasta los huesos en cuestión de segundos. Pero aún así, era incapaz de hacerlo.

El forcejeo cesó, Rin soltó su mano al no sentir la necesidad de retenerlo, ambos se miraron por algunos segundos; Osore se dio la vuelta y miró hacia el cielo.

—¿De verdad quieres saberlo?— La encaró de nuevo, ella asintió con la cabeza— Fue hace cien años, un día como cualquier otro me encontré por casualidad a una mujer que estaba a punto de ser devorada por unos demonios de bajo nivel.

—¿La salvaste?— Preguntó intrigada.

—Los demonios quisieron atacarme a mí también así que los destruí a todos y me dispuse a seguir mi camino. Pero ella decidió seguirme.

—¿Por qué se lo permitiste si no te agradaban los humanos?

—La ignoraba por completo, no deseaba mancharme las manos con su sangre. Además esos demonios que se acercaban a nosotros eran en su mayoría enemigos de nuestro clan, para mí era mucho más fácil acabarlos si ellos venían por sus deseos de devorar a esa mujer.

—¿Y qué pasó luego?— Preguntó con interés. Osore hizo una breve pausa, como si estuviese trasladando su mente a aquel día.

—Lo único que puede pasar entre humanos y Youkai— Dijo con frialdad— Cuando tuvo la oportunidad me traicionó a pesar de que pudo sobrevivir gracias a mí. Esperó a que estuviera herido y cansado luego de tantas batallas, yo había decidido descansar en las afueras del bosque, pero los aldeanos me tendieron una trampa, creyeron que con arcos y flechas podrían exterminarme…Ella les había dado mi ubicación.

—No es posible, ¿Por qué hizo algo tan cruel?— Cuestionó Rin con tristeza.

—Así son los humanos, cobardes y débiles. Son capaces de traicionar a cualquiera con tal de sobrevivir.

—¿Cómo lograste escapar?— Preguntó no muy segura de querer saber la respuesta— Tu los…

—Así es— Respondió tajante— Incluso a ella.

Se produjo un profundo silencio, Osore intentaba leer la reacción de Rin pero para su gran sorpresa no había nada, ni miedo, ni rabia…Solo ¿Comprensión?

—Entiendo como te sientes, mis padres y mi hermano fueron asesinados por unos bandidos. Los humanos son capaces de hacerse daño entre ellos mismos, supongo que es parte de nuestra naturaleza.

—Tú eres un poco diferente, pero sigues siendo humana— Dijo con cierto aire despectivo, pero Rin no se ofendió por sus palabras.

—Yo no haré lo mismo, puedes confiar en mí— Dijo sonriendo calidamente.

—¿En serio? Y si decido enfrentarme nuevamente a tu amado Sesshomaru ¿Pensarás de la misma manera?

Rin se ruborizó notablemente ante ese comentario, incluso Osore pudo darse cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia su señor. Osore por su parte sonreía satisfecho, la había dejado sin palabras tal y como deseaba, o al menos eso creía él.

—Pero no volverás a luchar con él, lo se.

—¿Qué te hace estar tan segura?— Dijo éste de inmediato, ya que comprendía cada vez menos la forma de pensar de Rin.

—No tiene caso seguir con eso, además tu contrincante murió hace muchos años. Sesshomaru-sama no tiene nada que ver en eso y tu lo entendiste muy bien la última vez que lucharon.

—No cambiarás de opinión, ¿verdad?

—Por supuesto que no— Respondió con una sonrisa de victoria, Osore suspiró molesto, la discusión había terminado.

—Humana tonta…No entiendes nada.


Lejos de allí, dos Youkai se desplazaban en el cielo con impecable majestuosidad. No cabía duda de que madre e hijo compartían muchos rasgos físicos, sin embargo sus personalidades chocaban constantemente y es por eso que casi nunca se visitaban. La madre de Sesshomaru puede aparentar un carácter más sereno, sin embargo ella está acostumbrada a que las cosas se hacen a su manera, además de que sabe cómo colmar la paciencia del frío Youkai con simples palabras y aún vive para contarlo.

Sesshomaru, terco, arrogante y fuerte desde joven. Nunca aceptó críticas ni opiniones de nadie, ni siquiera de su padre y por supuesto su madre tampoco sería la excepción. Pero algo ha cambiado significativamente, debe admitir que se sintió agradecido de que ella haya decidido revivir a Rin aquella vez, fue un favor que no se esperaba ya que su madre podía ser tan tranquila y tolerante como frívola e indiferente, una verdadera caja de las sorpresas.

—Sesshomaru…— Dijo en tono suave pero firme— ¿Te ocurre algo?

—No…— Respondió tajante, lo cual hizo que la hermosa mujer frunciera levemente el ceño.

—Lo sabía…— Se detuvo bruscamente, casi al instante Sesshomaru hizo lo mismo— Alguien nos sigue.

Sesshomaru se volteó de inmediato y desenfundó su espada, tomó impulso y se dispuso a atacar a su inesperado contrincante.

—¡Garras de fuego!

Se sorprendió un poco, no porque no supiera que se trataba de Inuyasha, después de todo ese desagradable aroma a Hanyou era fácil de detectar, simplemente no entendía a qué había venido. Descendió de inmediato y dio un golpe directo pero Inuyasha detuvo el impacto con ambas manos, un reñido forcejeo se produjo durante varios segundos mientras ambos hermanos se miraban de manera fulminante.

—¿Qué diablos estás haciendo?—Exclamó Inuyasha totalmente furioso— ¿Por qué demonios no regresaste a la aldea?

—Eso no es de tu incumbencia— Respondió Sesshomaru con absoluta frialdad— No tengo que darte explicaciones de nada.

El forcejeo cesó y ambos se separaron, Inuyasha aprovechó para sacar su espada ya que el combate se estaba tornando más serio. Sesshomaru estaba realmente molesto por su intromisión y eso pudo notarlo de inmediato, aún así no se marcharía como si nada, aunque odiara admitirlo, quería ayudarlo.

—No dejaré que cometas esta estupidez Sesshomaru, ¡Te llevaré de regreso aunque tenga que arrastrarte durante todo el camino!

Ante ese comentario Sesshomaru enfureció, comenzó a esquivar los ataques de su hermano con mayor rapidez y de un fuerte golpe con la espada logró destruir gran parte del campo de batalla, pero eso no era suficiente para acabar con Inuyasha; lo sabía muy bien, sabía cuan insistente y molesto podía ser el mitad bestia si se lo proponía.

Sin embargo él no estaba de humor para seguir con esa absurda batalla, con la mano que tenía libre sacó su látigo y golpeó a Inuyasha, haciéndolo perder momentáneamente su espada.

—¿Crees que estás en condiciones de amenazarme?— Bufó con desdén— Mírate nada más, solo das lastima.

Continuó golpeándolo con su látigo en diversas partes del cuerpo, Inuyasha parecía estar recibiendo los golpes a propósito y en cuanto tuvo la oportunidad tomó el látigo con fuerza; ambos comenzaron a jalar para tomar control de aquella arma.

—Te equivocas Sesshomaru, eres tú quien da lástima.

Para sorpresa de Sesshomaru esta vez fue su hermano quien salió victorioso, con aquel fuerte movimiento Sesshomaru perdió momentáneamente el equilibrio, Inuyasha aprovechó para correr hacia él y propinarle un buen golpe en la cara, el frío Youkai predijo sus intenciones y se adelantó a los hechos, lanzándole también un fuerte golpe.

El resultado fue un empate, ambos con un leve enrojecimiento en la zona baja del mentón pero aún así alertas, esperando para leer el siguiente movimiento de su adversario.

—Fuiste astuto, a pesar de ser un Hanyou— Dijo la madre de Sesshomaru, quien hasta ahora se había mantenido en silencio observando la batalla— ¿Dices que quieres llevar a Sesshomaru de regreso a una aldea de humanos?

—Así es, escucha Sesshomaru, no permitiré que te vayas de esa manera tan cobarde.

—Lárgate de una vez. Si insistes en detenerme ten por seguro que te mataré— Le advirtió molesto.

—¡No me asustan tus amenazas! ¡Si tengo que luchar contigo entonces lo haré y te llevaré conmigo cuando ya no puedas moverte!

La madre de Sesshomaru sonrió levemente, a diferencia de su hijo le intrigaba un poco la determinación de aquel chico violento y altanero.

—Sesshomaru, ¿Te irás sin decir nada?— Preguntó con fingida inocencia mientras él se retiraba.

—No lo repetiré. Ya márchate y deja de decir tonterías— Finalizó con seriedad, era obvio que ya no estaba dispuesto a seguir perdiendo el tiempo.

—No entiendes problemas que has causado, crees que esto es lo correcto pero te equivocas— Insistió Inuyasha apretando ambos puños, mientras veía a Sesshomaru alejarse— ¡Rin se marchó de la aldea sin avisarnos!

Sus palabras dieron en el blanco, Sesshomaru se detuvo de inmediato sin decir una palabra. Estaba confundido y molesto ¿Por qué Rin decidió hacer tal cosa? ¿Acaso es una trampa para hacerlo regresar como siempre? Si ese era el caso entonces no podía caer, esta vez no lo haría.

—Ya regresará…

—En eso te equivocas— Le replicó Inuyasha, él frunció levemente el ceño— Rin escapó, se marchó desde la noche anterior junto con la extraña bestia de montar que tenía tu sirviente Jaken.

De pronto sintió una fuerte presión en el pecho, apretó ambos puños con rabia e impotencia ¿Acaso alguien como él sentía miedo? En todo caso no había necesidad de sentir miedo ¿Por qué habría de preocuparse por ella? Se juró a si mismo que no volvería a intervenir en su vida, la cual debió acabarse en el momento en que aquellos lobos la asesinaron…pero él tuvo que revivirla.

¿Por qué? ¿Por qué la revivió? ¿Por qué la cuidó tantos años? Esas preguntas lo abrumaban como nunca antes, y de pronto otra pregunta se formuló, dejándolo completamente perplejo: ¿Por qué no quiere alejarse de ella?

No puede hacerlo, y no quiere hacerlo, nunca antes se había sentido de esa manera. Era una debilidad que lo hacía sentir furioso pero al mismo tiempo lo llenaba de tranquilidad, no deseaba admitirlo pero tampoco podía negarlo.

—¿La quieres?— Preguntó su madre con total tranquilidad— A aquella humana.

Fue como si el cuerpo de Sesshomaru hubiese recibido una descarga eléctrica, aún permanecía de pie sin mover un músculo…sin decir una palabra. Se dio la vuelta y encaró a su madre, ambos se miraron durante varios segundos.

—Después de todo no eres el indicado para tomar mi lugar en el otro mundo— Dijo mientras suspiraba con pesadez— Quiero que te vayas, ya no te necesito.

Una vez pronunciadas aquellas palabras él se marchó y su madre salió volando de ese lugar, Inuyasha se sentía satisfecho aunque no entendía muy bien lo que había ocurrido, le dedicó una última mirada a aquella mujer Youkai que se alejaba en el cielo y se internó en el bosque; lo que pase más adelante dependerá únicamente de Sesshomaru.

—Definitivamente heredó las peores cualidades de su padre…


Intenté no salirme de las personalidades, admito que Sesshomaru es todo un reto, bueno espero que les guste este capítulo. Dejen sus comentarios.

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Capítulo XIV​

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Despedida.​

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Se sentía mucho mejor ahora, haber conocido el pasado de Osore cambió mucho su forma de pensar, después de todo los Youkai también tienen sentimientos; y si su señor decidió alejarse con propósito de protegerla entonces ella lo aceptaría con fortaleza, ya que después de todo él se preocupa por su seguridad.

—Regresemos ya— Dijo Osore tranquilamente— Se está haciendo tarde.

—Está bien— Suspiró ella con cansancio— Osore-san, ¿Me consideras tu amiga ahora?

Se produjo otro silencio incómodo, Osore la miraba fijamente mientras ella perdía toda esperanza de obtener una respuesta positiva. Rin se arrepintió de haber preguntado y bajó la mirada con evidente decepción.

—Puede ser…— Respondió al fin, mientras acariciaba su cabeza y despeinaba un poco su cabello.

—¡Muchas gracias!— Exclamó completamente emocionada mientras lo abrazaba con fuerza.

—¡No te acerques tanto! Me impregnarás con tu horrible olor— Dijo mientras intentaba quitársela de encima, Rin solo sonreía con inocencia sin darle importancia a sus comentarios.

—Está bien, lo siento— Dijo al fin separándose, pero sin querer tocó su costado derecho y sintió algo extraño— ¿Qué tienes ahí?

—Es cierto, casi lo olvido— Dijo sacando el collar de Rin y depositándolo en sus manos— Te lo devuelvo.

Rin no podía creerlo, su collar estaba sano y salvo, él había cuidado de su tesoro durante todo ese tiempo y todo para poder devolvérselo. Eso solo podía significar una cosa.

—Este es el adiós, ¿Verdad?

—Así es…— Respondió frunciendo el ceño repentinamente— Tenemos compañía.

—¿Qué dices?— Inquirió confundida mientras miraba hacia la misma dirección que Osore— ¡Sango! ¡Miroku-san!

—¡Rin!— Exclamó Sango preocupada al verla con Osore— ¡Hemos estado buscándote por todos lados!

—¡Así es! Conseguimos a tu bestia de montar en el camino así que vinimos a rescatarte de ese demonio malvado— Añadió Shippo quien estaba sobre Ah-Un mientras señalaba a Osore, éste le dedicó una mirada fría que lo hizo retroceder de inmediato.

—Retrocede Youkai— Amenazó Sango con extrema seriedad— O de lo contrario usaré mi Hiraikotsu para obligarte.

—Esperen por favor— Interrumpió Rin, poniéndose delante de Osore, ante tal acción todos se sorprendieron— Osore-san no me secuestró, yo lo seguí voluntariamente.

—No necesitas hacer esto— Protestó Osore con evidente enfado— Esos humanos jamás podrían hacerme daño.

—Pero también son amigos míos, por favor no les hagas nada.

Las súplicas de Rin surtieron efecto, Osore no se atrevió a atacarlos ya que después de todo no deseaba ver a Rin triste nuevamente. Sango y los demás no sabía cómo reaccionar ni qué decir, les parecía increíble que un Youkai con una apariencia tan peligrosa pudiera acceder con tanta tranquilidad a las peticiones de una humana.

—Vete ya antes de que cambie de opinión y los mate a todos— Shippo tragó saliva con fuerza al escucharlo decir eso, Sango y Miroku se colocaron en guardia pero Rin solo sonreía con inocencia.

—Antes de irme, quisiera darte algo— Dicho esto, Rin le colocó su collar a un muy sorprendido Osore quien la miraba sin entender lo que hacía.

—Se supone que es tu tesoro más valioso ¿Por qué me lo das?

—Te lo regalo. Me gustaría verte una vez más, antes de morir— Osore abrió los ojos súbitamente, sabía muy bien que sus tiempos de vida eran completamente diferentes— ¿De acuerdo?

—Como quieras…— Dijo dando media vuelta y caminando hacia el interior del bosque.

—¡No te lo quites nunca! ¡Es mi valioso tesoro y te lo he dado para que no me olvides!

Luego de haberse despedido se reunió con sus amigos, quienes apenas podían entender lo que acababa de ocurrir. Se montó sobre Ah-Un y se marcharon de inmediato hacia la aldea.

—No vuelvas a asustarnos de esta manera Rin— Dijo Miroku en tono firme pero aliviado.

—Lo siento, no volverá a pasar…

Le dio una última mirada a aquel lugar, sonrió levemente y volvió su vista al frente. Deseaba con ansias darse un baño para poder descansar como era debido.

Y desde el interior del bosque, un Youkai se despedía en silencio de aquella extraña humana que logró ganarse su cariño como nunca nadie lo había hecho.

—Hace mucho que espiabas, Yura— Dijo tranquilamente al escuchar un arbusto moverse.

—No puedo creer que hayas dejado que se fueran— Respondió tajante mientras lo seguía de cerca— No me digas que vas a olvidar nuestros planes solo por esa chiquilla.

—Entonces no te lo diré— Bufó con sarcasmo, ella enfureció aún más.

—No eres el mismo, Osore. Ahora eres débil— Insistió ella, con la esperanza de herir su orgullo y volverlo a como era antes.

—Si tanto deseas continuar con los planes entonces ve tu sola— Respondió con total desinterés mientras se elevaba en los cielos— Pero si le haces daño a ella, yo mismo te mataré.

Yura no pudo reaccionar, por un momento la mirada de Osore se tornó completamente aterradora, ella conocía perfectamente a su líder y sabía que no era buena idea retarlo. Si él había decidido dejar las cosas hasta ese punto entonces lo mejor era tragarse su orgullo y seguir con su vida, después de todo jamás tendría oportunidad de derrotar a Sesshomaru.

Mientras tanto en la aldea, Kagome esperaba impaciente por alguna señal de sus amigos e Inuyasha. La anciana Kaede se encontraba a su lado mientras los niños jugaban y molestaban a Jaken a cada segundo.

—¡Ya estoy harto! ¡Déjenme en paz, mocosos tontos!

—¡Que gracioso y feo eres!— Exclamaban las gemelas mientras lo sujetaban por los brazos y el pequeño Koga jugaba con su bastón de dos cabezas.

—¡Dame eso niño entrometido! ¡Eso fue un preciado regalo de mi amo Sesshomaru y no es para jugar!— Gritaba furioso mientras perseguía al pequeño Hanyou de cabello negro.

—Koga-chan, sé un buen niño y regrésale el báculo a Jaken— Le ordenó Kagome, intentando contener la risa.

—Está bien mamá— Suspiró resignado por no poder jugar más.

—Ya se han tardado…— Dijo en voz baja, estaba comenzando a preocuparse.

—Todo saldrá bien Kagome— Le animó un poco la anciana Kaede— Por cierto, ¿Ya te sientes mejor? Estabas muy débil cuando llegaste.

—No se preocupe, ya estoy bien— Respondió Kagome con una radiante sonrisa— Es algo natural.

De pronto los niños detuvieron sus juegos y señalaron un punto en el cielo, Kagome y Kaede observaron con sorpresa a su inesperada visita.

—Pero si es…

—¡Sesshomaru-chan!— Exclamó el pequeño Koga con entusiasmo, haciendo que el mencionado hiciera un gesto de enfado— Regresaste, Sesshomaru-chan.

—Sesshomaru…— Dijo Kagome acercándose de inmediato, las gemelas habían comenzado a acercarse con curiosidad, y a juzgar por la expresión de Sesshomaru éste podía explotar en cualquier momento— ¡Niños! ¿Por qué no van adentro y juegan un rato?

Los niños asintieron no muy convencidos, pero accedieron a irse. Kagome suspiró aliviada y encaró nuevamente a Sesshomaru.

—No creí que regresarías— Admitió con sorpresa— ¿No irás a buscar a Rin?

—Puedo sentir su aroma no muy lejos de aquí— Respondió con seriedad, Kagome suspiró aliviada, a los pocos minutos regresó Inuyasha.

—¡Me alegra que estés bien!— Exclamó Kagome corriendo hacia él y abrazándolo con fuerza.

—Oye, ¿Estas insinuando que mi vida corría peligro por ese tonto?— Protestó enfadado, Kagome solo seguía abrazándolo— Oye, no te hagas la tonta.

—¿Cómo lograste convencerlo?— Musitó en voz baja— No creí que accediera a venir tan fácilmente.

—Ni yo…— Admitió cruzándose de brazos— En realidad no sé en qué diablos está pensando, solo espero que las cosas no empeoren.

Esperaron durante varios minutos, Sesshomaru no se movía de aquel sitio, de pronto pudo verlos aproximarse. Ella estaba a salvo.

—Volvieron sanos y salvos— Exclamó Inuyasha completamente relajado.

—Oye, Sesshomaru-chan— Dijo Kagome sonriendo divertida, él volteó a verla furioso— Sabes, Rin ha estado muy triste últimamente, pero contigo…ella siempre será feliz.

Las palabras de Kagome lo sorprendieron un poco, volteó sus ojos hacia Rin. Ella también se había quedado sin habla al verlo de repente, caminó con pasos lentos e inseguros, no sabía si su señor estaría molesto por semejante alboroto que había ocasionado ¿Por qué regresó? No deseaba ser una carga toda la vida y se sentía egoísta y caprichosa por hacerlo regresar de esa manera…Pero aún así la felicidad prevalecía ante todo lo demás.

—Sesshomaru-sama…— Fueron esas las únicas palabras que pudo pronunciar con claridad, antes de que gruesas lágrimas cayeran de sus ojos.



Bueno hasta aquí les dejo el capitulo, lamento la tardanza, muchas gracias a todos los que comentaron. Espero que este capitulo les guste, en fin nos vemos luego.