Long-fic de Inuyasha - Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Gracias a todas por sus comentarios, aquí les dejo el siguiente capítulo.

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Capítulo XI: La decisión más difícil.​

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Todo estaba en ruinas, él había perdido nuevamente y por extraño que parezca su contrincante se marchó, dejándolo con vida. Inuyasha y Kagome no sabían si dejarlo ir era lo más apropiado pues temían por la seguridad de los habitantes de las aldeas vecinas.

—No tiene caso, es mejor que te marches de una vez ahora que sigues con vida.

—Inuyasha, no seas tan cruel— Le reprochó Kagome, tomándolo levemente por una de sus orejas.

—¿De qué hablas? Si fue el quien comenzó la pelea.

—¿No te das cuenta? El permitió que Rin escapara con vida— Dijo mientras hacía una leve reverencia en señal de agradecimiento— Muchas gracias, joven Osore.

Osore no les contestó nada, estaba demasiado frustrado como para reaccionar, sus planes fueron destruidos en cuestión de segundos por aquel poderoso Youkai llamado Sesshomaru, sin duda alguna era un descendiente del gran guerrero Inu no Taisho.

Kagome se subió a la espalda de Inuyasha y juntos se marcharon nuevamente hacia la aldea, dejando a Osore solo en aquel destruido lugar.

—¿Estas segura de que esto es lo mejor?— Insistió Inuyasha no muy convencido por dejar a Osore con vida— Ese sujeto puede regresar por la revancha.

—Aparentemente sus asuntos son únicamente con Sesshomaru, ¿Acaso estás preocupado por tu hermano?— Preguntó sonriente.

—¡No seas tonta! Jamás me preocuparía por ese idiota, además el puede cuidarse solo— Gruñó molesto, Kagome solo sonreía— Lo que no puedo entender es por qué Sesshomaru se marchó sin acabar con su oponente, no está actuando como de costumbre.

—En ese momento se le notaba muy sorprendido, quizás sea mi imaginación pero creo que Sesshomaru se siente culpable por lo que le sucedió a Rin.

—Quizás tengas razón, esos demonios pueden regresar y tratar de capturar a Rin solo para enfurecer a Sesshomaru— Respondió el Hanyou con seriedad— Me pregunto si eso es lo que le preocupa.

—Es probable, pero lo que a mi me preocupa es la decisión que Sesshomaru pueda tomar…seguramente Rin también ha pensado en eso alguna vez.

Ambos guardaron silencio y se sumieron en sus pensamientos, el extraño lazo entre Sesshomaru y Rin había soportado muchas dificultades, pero quizás esta sería una prueba imposible de superar.


Sus heridas ya no le dolían, lentamente Rin abrió sus ojos y se levantó para vestirse; aún recordaba todo lo que había ocurrido pero le costaba creer que en verdad las cosas se habían complicado hasta ese punto.

¿Qué sucedió con Sesshomaru y Osore? ¿Cómo regresó hasta la aldea? Ambas preguntas resonaban en su mente una y otra vez; de pronto vio en un pequeño mesón algunos de sus kimonos, sonrió levemente al ver el regalo especial que le había hecho Sesshomaru en su cumpleaños. Sin duda alguna era el traje más hermoso de todos así que no dudó en ponérselo para recibirlo cuando regresara a verla.

—Por fin despertaste— Suspiró aliviado Jaken al verla consciente— Tu sí que sabes meterte en problemas.

—No deberías esforzarte demasiado, aún estás débil— Sugirió Sango con preocupación.

—Descuida…no me pasó nada grave— Dijo Rin con una amplia sonrisa, intentando tranquilizar a la exterminadora— Por cierto señor Jaken, ¿Qué fue lo que sucedió?

—Es natural que no recuerdes parte de los hechos, ya que estabas desmayada cuando yo llegué.

—Recuerdo que una extraña mujer apareció de repente, se parecía un poco a Osore-san pero era mucho más agresiva que él— Explicó con tranquilidad.

—¡No hables de ese sujeto como si fuera la gran cosa!— Replicó el pequeño Youkai con evidente enojo— Por su culpa casi te asesinan, seguramente el amo Sesshomaru ya ha acabado con él.

—Sesshomaru-sama se veía muy molesto en ese momento…

—Es natural Rin, ya que tu estabas en peligro— Contestó Miroku seriamente— Deberías tener más cuidado de ahora en adelante.

Todos guardaron silencio por algunos minutos, de pronto se escuchó a lo lejos la voz de un exhausto Kitsune que corría junto con 3 niños pequeños, se detuvo cerca del grupo y finalmente se dejó caer al suelo sin energías.

—Lo sentimos Shippo, te hemos dejado a cargo de las niñas y del pequeño Koga todo este tiempo— Dijo Sango algo apenada, Miroku en cambio parecía bastante relajado con la idea, pues sus hijas solían ser las más enérgicas.

—No hay problema…ustedes han estado ocupados vigilando que ningún monstruo ataque la aldea… ¿Por qué hay dos Kirara?— Preguntó el pequeño Shippo completamente mareado.

—¿Tuvieron algún problema en nuestra ausencia?— Inquirió Rin luego de un breve silencio.

—En lo absoluto…solo un par de monstruos de bajo nivel, pero no causaron mayores problemas— Le aseguró Sango.

—Jaken nos contó lo que sucedió en aquellas montañas, aunque estoy seguro de que su misión fue todo un éxito me parece que fue muy arriesgado exponer tu vida de esa forma Rin.

—¿A que se refiere Miroku-sama?— Preguntó confundida y sorprendida por la extrema seriedad del monje.

—No tenías experiencia en batallas y aún así decidiste acompañar a Inuyasha y a la señorita Kagome, no digo que tus habilidades no sean buenas pero de ahora en adelante será mejor que te alejes de las batallas, ya que…

—¿Ya que…?— Tanto Rin como el resto del grupo esperaba ansiosos la respuesta de Miroku.

—Ya que si algo te pasa no quiero tener que vérmelas con Sesshomaru— Todos suspiraron molestos por las ocurrencias de Miroku, aunque en el fondo sabían que era verdad, y Jaken parecía ser el más afectado ya que su cuerpo no dejaba de temblar.

—¡Hola a todos! Lamentamos la tardanza— Dijo Kagome, quien estaba llegando junto con Inuyasha, el pequeño Koga se lanzó de inmediato a los brazos de su padre y abrazó con ternura a su madre.

—Rin ¿Te encuentras bien?— Preguntó Inuyasha al ver la venda que tenía en su cuello, ella instantáneamente llevó ambas manos para taparse.

—Estoy bien…no se preocupen— Dijo con nerviosismo.

—¿No está Sesshomaru por aquí?— Volvió a preguntar el Hanyou mientras observaba los alrededores.

—No ha llegado— Dijo Jaken cruzando los brazos— ¿Acaso estará luchando con ese insignificante demonio todavía?

—Te equivocas, Sesshomaru se fue mucho antes que nosotros— Dijo Kagome con cierta preocupación.

—¿Qué? ¿Entonces el amo Sesshomaru se ha olvidado de mí y me ha dejado abandonado? ¡No es justo! Amo bonito ¿Por qué?— Se quejaba tristemente el Youkai, los demás solo lo miraban avergonzados.

—Entonces… ¿No vendrá?

Kagome no supo qué decir, la ausencia de Sesshomaru había afectado a Rin más de lo que ella hubiese pensado; nadie se atrevía a decir una palabra, no había manera de reconfortarla, de decirle que todo estaría bien, pues obviamente no era así.

—Seguramente tuvo algo muy importante que hacer— Respondió Kagome luego de unos segundos, aunque ni ella misma estaba segura si era cierto— ¿Por qué no nos damos un baño antes de cenar?

—¡Es cierto! Ya está oscureciendo— Añadió Sango, intentando apoyar a su amiga Kagome, por ahora lo mejor era llevarse a Rin lejos de allí para que pudiera desahogarse.

—Espera un momento Rin, me gustaría hablar contigo a solas— Interrumpió la anciana Kaede, quien estaba llegando en ese momento.

—De acuerdo— Asintió Rin con tranquilidad— Kagome, Sango, adelántense ustedes, yo las alcanzaré luego.

No era normal que Kaede mostrara ese semblante tan serio al hablar con ella, se dirigieron hacia un lugar apartado donde nadie pudiera interrumpirlos, Kaede alzó la mirada al cielo y dio un largo suspiro.

—Rin…has crecido tanto durante estos años— Dijo con tal profundidad en sus palabras que pareciera estar recordando cada momento que compartió con la joven— Aún recuerdo el primer día que llegaste a la aldea, ansiosa por aprender todo al mismo tiempo, siempre fuiste una chica enérgica.

—Gracias a usted he aprendido muchas cosas, fue debido a su paciencia que logré todo eso— Respondió ella con una leve sonrisa.

—Me alegra saberlo…Sin embargo, creo que he cometido un error fomentar tu curiosidad— Rin se mantenía en silencio confundida, por lo que Kaede continuó hablando— Se supone que te ayudaría a tener una vida más tranquila pero últimamente te has involucrado en numerosas batallas que han puesto en peligro tu vida.

—No ha sido culpa suya…además yo…

—Respóndeme algo Rin, ¿Este es el estilo de vida que quieres tener?

Por algunos segundos Rin no supo qué decir, la anciana Kaede la miraba con extrema seriedad, ¿A qué se debía este repentino interrogatorio?

Por alguna razón pensó instantáneamente en Sesshomaru y las palabras de Miroku, seguramente el no desea verla en peligro y por eso decidió dejarla en aquella aldea hace tanto años, de vez en cuando regresaba a visitarla para asegurarse de que estaba viviendo una vida normal, pero luego de eso ¿Qué haría luego de ver que su vida era tranquila y segura?

—Yo…yo no sé realmente lo que…

—Una jovencita de tu edad no debería estar involucrada en batallas tan peligrosas, eso no es lo que Sesshomaru desea para ti.

—Sesshomaru-sama…<<Entonces, el solo quiere que yo viva mi vida sin problemas, no hay otra razón>>— Pensaba con tristeza.

—¿No te gustaría casarte algún día y tener tu propia familia?— Preguntó nuevamente, dejando a Rin demasiado aturdida como para formular una respuesta— Si continuas así no podrás convertirte en una mujer normal, ya vi en una ocasión como la vida de mi hermana Kikyo se acabó antes de tiempo, no deseo que eso mismo te suceda a ti.

—No sucederá…descuide— Finalizó ella tranquilamente— Iré a darme un baño, Kagome y Sango deben estar esperándome.

Rin corrió a todo lo que daban sus piernas, pero en realidad no se dirigía hacia el lago, sino hacia algún lugar donde pudiese estar sola, para pensar con claridad, sin sospechar siquiera que no muy lejos de allí alguien más estaba en una situación similar, habiendo escuchado aquella conversación sus más profundos temores se vieron revelados…sin embargo, aunque no deseaba que las cosas terminaran así ¿Por qué no deseaba verla nuevamente?

—No estoy de humor para soportarte— Sentenció con frialdad, sin darse la vuelta para encarar a su visitante.

—¿Esto es lo que realmente has decidido?— Demostró algo de emoción en su pregunta, el simplemente asintió con seriedad— Entonces, no volverás a verla.

—No…

Su respuesta fue el detonante final, la brisa sopló llevándose con ella las palabras del frío Youkai y depositándose lentamente en el triste corazón de una joven que ya sospechaba lo que en verdad estaba sucediendo…

Se trataba de algo tan simple pero complicado al mismo tiempo, algo que muchos le habían dicho a lo largo de los años pero que ella siempre se empeñó en ignorar: Humanos y Youkai pertenecen a mundos diferentes, y cruzar esa barrera no tenía ningún sentido.


Hasta aquí se los dejo, no me asesinen por favor.

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola a todos, gracias por sus comentarios y alguno consejitos de narración que me sirvieron de mucho, espero que les guste este capitulo.

Capitulo XII: Soledad.​

No lloraría, tampoco lo buscaría para suplicarle que cambiara de opinión ¿De qué iba a servirle a fin de cuentas? Después de todo él nunca ha sido alguien fácil de convencer y ella no contaba con la fortaleza suficiente para mirarlo a los ojos y repetirle esas palabras. No soportaría que su amado Youkai le dijera que se marchara y que jamás volviera a verlo, quizás por eso el tampoco se preocupó en despedirse de ella, la conocía bien y entendía que no poseía la fuerza necesaria para mantenerse en pie luego de una despedida definitiva.

Aún era de noche, hacía más frío que de costumbre pero aún así tomó un largo baño. No tenía sueño pero debía regresar a la aldea, a su hogar, muy a su pesar se colocó su vestido más preciado, aquel que creyó un símbolo sentimental que unía fuertemente su corazón con el de Sesshomaru.

—Tonta…eso es lo que soy— Mostró una sonrisa forzada y se marchó hacia su respectiva cabaña.

Todo el lugar se encontraba en silencio, seguramente todos estaban dormidos, en especial Kagome e Inuyasha debían estar muy cansados luego de tantas batallas; de pronto recordó que Sango y Kagome la esperaban en el lago, se sintió un poco triste por haber faltado pero seguramente ellas dos comprendían a la perfección sus sentimientos…Era un alivio que hayan decidido dejarla sola, no le agradaba producir lastima en terceros.

Continuó caminando y para su sorpresa pudo divisar a Jaken dormido no muy lejos de su cabaña, estaba recostado en la espalda de Ah-Un, ¿Por qué no habrá regresado con Sesshomaru? ¿Acaso quería asegurarse de que ella estaba bien?, esa fue la única razón lógica que encontró, la cual la llenó de una leve pero calida alegría.

— Ah-Un…— La bestia reaccionó ante la suave caricia de Rin, pero ella le hizo una seña para que no hiciera ruido, no deseaba despertar a Jaken— ¿Podrías acompañarme un rato?

Ah-Un se levantó con cuidado y la siguió, Rin se subió a su espalda y salió de aquel lugar lo más rápido posible, no sin antes cerciorarse de que nadie la había visto escapar.

—Perdónenme…pero necesito estar sola un tiempo— Susurró con tristeza, luego fijó sus ojos en el horizonte y con su mano señaló hacia un lugar incierto— Llévame lejos, muy lejos.


El frío Youkai también pensaba mucho al respecto. Era la mejor decisión que podía tomar, ambos pertenecían a mundos diferentes, después de todo ¿Qué ganaba al permanecer junto a un humano débil que no duraría más de 100 años? ¿Cuál era el propósito?

Aparentemente ella no se había percatado de su presencia, caminaba solitaria a través de un bosque, no llevaba su arco como de costumbre, estaba a merced de cualquier monstruo que intentara asesinarla. Pero él no lo permitiría, acabaría con cualquiera que tratara de quitarle la vida.

De pronto retrocedió, ¿Qué diablos estaba haciendo? Se supone que nunca jamás volvería a verla ¿Entonces por qué la sigue? ¿Por qué se preocupa?

— Rin…— Quizás no pronunció su nombre lo suficientemente fuerte, o quizás ella lo ignoraba, sea cual sea la razón, no volteó a verlo.

Esto lo molestó notoriamente, Rin nunca se había comportado de esa manera, aunque probablemente estaría molesta por la decisión que había tomado ¿Acaso es tan difícil comprender que todo eso es por su bien?

“Todo es por su bien” esa frase tomó fuerza en su mente lo suficiente como para hacer que se detuviera. Ya no era una niña indefensa, y el no podía estar siempre protegiéndola, es necesario que aprenda a lidiar con sus propios problemas sin ayuda de nadie.

Procuró marcharse lo más rápido posible, pero en cuestión de segundos apareció un enorme demonio frente a la chica, ella se mantuvo frente a él sin molestarse en reaccionar, a esa distancia era imposible que escapara.

“Solo por esta vez”, con ese firme pensamiento dio la vuelta para destruir a aquella criatura pero, para su enorme sorpresa su cuerpo no respondía.

—¡Sesshomaru-sama!— La chica temblaba como nunca en su vida, esperando con desesperación que sus suplicas fuesen escuchadas.

Usó todas las fuerzas que tenía pero le fue inútil; ni siquiera lograba avanzar un paso, solo pudo observar con impotencia como aquel demonio se acercaba peligrosamente hacia Rin, lastimándola, quitándole en un segundo la vida que él había estado cuidando por más de 10 años.

—Sesshomaru…Sesshomaru, ¿Me escuchas?

De pronto abrió los ojos, solo había sido un mal sueño, miro a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en el mismo lugar que la noche anterior. Ya había amanecido.

—Te quedaste dormido, creo que es la primera vez que te veo tan cansado— Dijo con algo de sorpresa en sus palabras— ¿Te ocurre algo, Sesshomaru?

—No…— Respondió con frialdad mientras se adelantaba y comenzaba a caminar lejos de la aldea.

—Pero que maleducado— Musitó frunciendo levemente el ceño— Mi hijo es tan aburrido para conversar…Por cierto, me parece que algo falta.

El no le dio importancia y ella se olvidó rápidamente de su presentimiento. Se elevaron en el cielo y desaparecieron rápidamente de la aldea, Esta vez para no regresar…

Mientras tanto, a muchos kilómetros de distancia, Rin continuaba explorando nuevos horizontes, intentando alejarse lo más posible, pero por más distancia que recorría sus pensamientos no podían borrarse, y tampoco su tristeza.

—Ah-Un, estoy algo cansada y supongo que tu también debes estarlo— Dijo acariciando la cabeza de aquella bestia— Dirígete hacia esos árboles de allá.

Era un sitio tranquilo y despejado, no había rastros de otros seres vivientes merodeando cerca así que era el lugar y el momento perfecto para descansar un rato. Había viajado durante la noche y algunas horas de la mañana y las heridas provocadas por aquella última batalla empezaban a hacer estragos en su cuerpo.

Se recostó bajo la sombra del árbol más grande de todos, la brisa era fresca y suave, en pocos segundos sus ojos comenzaron a hacerse pesados, al menos mientras dormía no podría sentir tristeza. En ese caso deseaba estar dormida para siempre.

Pero eso no era posible, en algún momento tendría que aceptar las cosas y seguir con su vida, tendría que regresar a la aldea y vivir tranquilamente como cualquier humano. ¿Se habrán dado cuenta sus amigos de su ausencia? ¿Estarán preocupados por ella? Esa y muchas otras preguntas rondaban su mente, entonces se sintió culpable al causar molestias innecesarias. Luego de una pequeña siesta regresaría y se disculparía con todos.

Justo antes de caer en un sueño profundo, Ah-Un comenzó a agitarse más de lo usual. Un leve gruñido la hizo sobresaltarse ¿Por qué estaba tan alterado?

Allí, frente a ella, descubrió al causante de tanto alboroto; sus ojos color violeta la contemplaban fijamente, ella intentó moverse pero el cansancio apenas le permitía abrir los ojos levemente. Su bestia de montar se colocó delante de ella para protegerla pero solo lograría perder la vida contra semejante contrincante.

—Osore-san…— Esta vez sus ojos cedieron, cerrándose completamente, dejándola a merced de aquel Youkai.

Creyó escuchar algunas palabras, pero su mente no lograba descifrarlas, en ese momento ya se encontraba divagando en lo que se convertiría el inicio de un sueño.


—¡Maldición! No puedo creer que se haya marchado— Exclamaba un Hanyou furioso y preocupado.

—Rin se encontraba muy deprimida anoche, no debimos dejarla sola— Se lamentaba Sango con impotencia.

—Quizás solo salió a tomar aire fresco, a despejar su mente— Propuso Miroku, intentando tranquilizar a sus amigos.

—Pero ella se marchó sin avisar, y se ha llevado a Ah-Un consigo, me pregunto qué estará tramando— Se preguntaba Jaken con seriedad.

—¡Tu deberías saberlo rata de dos patas!— Exclamó Inuyasha mientras estiraba el pequeño cuerpo del Youkai verde entre sus manos.

—Pelear entre nosotros no solucionará las cosas— Intervino Kagome, acto seguido Inuyasha soltó a Jaken, quien salió corriendo a refugiarse detrás de la Miko— Debemos separarnos y tratar de encontrarla lo más rápido posible. Si esos Youkai del clan de los lobos negros siguen cerca ella podría estar en peligro.

—Es probable que ella esté así debido a una conversación que tuvimos ayer a solas— Dijo Kaede con tristeza— No pensé que le afectarían tanto mis palabras.

—Descuida anciana, la traeremos de vuelta así tengamos que arrastrarla por la fuerza— Exclamó Inuyasha con determinación.

—Sango y yo buscaremos junto con Kirara— Dijo Miroku seriamente— Kagome, Inuyasha, ustedes busquen hacia el norte.

—Yo tengo que hacer algo en este momento— Respondió Inuyasha fijando su mirada en el suelo, como si estuviese analizando algo muy complicado— Kagome, quédate con la anciana Kaede y cuida de los niños. Shippo, te dejo la búsqueda a ti.

—No los decepcionaré, encontraré a Rin a como de lugar— Contestó el Kitsune con energía.

Sin más que decir todos se separaron tomado diferentes direcciones, Kagome se despidió de su esposo con una leve pero compresiva sonrisa; el Hanyou la abrazó delicadamente, causándole a la Miko un leve sonrojo.

—Haz estado un poco débil últimamente, no quiero que te esfuerces demasiado.

—¿Irás a buscarlo?— Preguntó con cierta preocupación, él se separó de ella y asintió levemente— ¿Se encuentra muy lejos?

—No detecto su aroma cerca de aquí, tendré que darme prisa. Ese imbecil es muy terco así que será difícil convencerlo.

—Entonces te deseo buena suerte— Sus miradas se encontraron por algunos segundos, finalmente el Hanyou se alejó a toda velocidad de la aldea.


Hacía mucho tiempo que no soñaba con su familia, incluso sabiendo que solo se trataba de un sueño le sorprendía poder verlos como si nunca los hubiesen asesinado cruelmente. Anteriormente las pesadillas eran tan reales que la hacían pasar noches enteras en vela, llorando y temblando de miedo, sin comprender por qué había sido ella la única sobreviviente.

Sintió algo de frío, tal vez por eso despertó repentinamente, ¿Cuánto tiempo había estado durmiendo? Pero esas preguntas perdieron importancia al darse cuenta de que no estaba sola. El aún permanecía en ese lugar.

La primera reacción fue levantarse de inmediato, él no volteó a verla; solo permanecía sentado al igual que ella, mirando hacia un punto lejano. Ah-Un no se había molestado en atacarlo y descansaba cerca de ellos, recostado en el pasto.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó luego de algunos segundos, el Youkai volteó a verla con seriedad. Sin duda alguna era muy hermoso pero igualmente peligroso— ¿Por qué no me mataste? Hubiese sido muy fácil mientras dormía.

—Solo tu podrías quedarte dormida en este lugar sin armas para defenderte— Contestó con la seriedad que le caracterizaba— ¿Qué haces tú aquí?

—Tú no respondes mis preguntas ¿Por qué habría yo de responder las tuyas?

Ella estaba siendo indiferente y él pudo notarlo, decidió guardar silencio nuevamente, intentando buscar una respuesta a su primera pregunta. ¿Qué hacía allí? Ni el mismo lo sabía.

—Escapé un rato— Dijo finalmente luego de un largo silencio— Solo deseaba estar sola.

—No puedes estar mucho tiempo sin hablar, aunque estés furiosa— Contestó sarcásticamente, ella frunció levemente el ceño, obviamente ofendida por sus palabras.

—¿Acaso piensas secuestrarme para luchar nuevamente contra el señor Sesshomaru? Déjame decirte que esta vez será inútil, aunque me mates el no vendrá.

Una fuerte puntada en su corazón la hizo guardar silencio, la ausencia de Sesshomaru le afectaba mucho más de lo que ella deseaba aceptar; sus ojos ardían con fuerza y su mandíbula comenzaba a temblar. Rápidamente ocultó su rostro entre sus piernas y gruesas lágrimas comenzaron a desbordarse.

Finalmente toda esa tristeza salía de lo más profundo de su ser, parecía que las lágrimas no cesarían jamás. Su amor no correspondido era más fuerte de lo que imaginaba y a pesar de que intentó ser fuerte, a pesar de que prometió nunca volver a llorar con tal intensidad, a pesar de eso ella lloraba con más y más fuerza.

De pronto sintió algo sobre su cabeza, sorprendida y confundida pudo notar que se trataba de la mano de Osore, ¿Acaso el la estaba reconfortando?

—Ya no llores…— Pareció más una orden que una palabra de aliento, pero sus ojos expresaban mucho más que sus palabras, mucho más.

—¿Qué haces aquí?— Preguntó de nuevo, esperando esta vez conseguir una respuesta a toda aquella locura.

—Quería verte…— Contestó con tal sinceridad que ella no supo qué responder.

Sintió miedo, estaba confundida pero al mismo tiempo le alegraba verlo, una calida sonrisa se dibujó en su rostro; luego de tanta tristeza pensó que había olvidado cómo sonreír.

—Ven conmigo— Le dijo con tono firme y autoritario, ella no supo si podía confiar en el, aunque tampoco tenía opción si la obligaba— Dijiste que querías escapar un rato.

Tal vez las lágrimas habían acabado con el poco sentido común que le quedaba, tal vez se dio un fuerte golpe en la cabeza y por eso cometía esas locuras. Sin importar la razón solo asintió con tranquilidad y tomó su mano. Se despidió de Ah-Un, ordenándole que regresara sin ella a la aldea, cosa que no fue fácil pero al final éste accedió.

Osore la miraba fijamente pero esta vez había un brillo extraño en sus ojos, algo que ella nunca pudo notar durante sus encuentros anteriores. Decidió no prestarle mucha atención a esas pequeñeces y se sujetó con fuerza de su espalda, en pocos segundos ambos se elevaron en el cielo, alejándose lentamente de aquel lugar…

También notó, con cierta sorpresa, que el dolor de su pecho ya no era tan fuerte como antes.


Probablemente algunas deseen venir a mi casa y ahorcarme personalmente. Pero en el próximo capitulo se descubrirá algo interesante ^^. Creo que ya quedó claro que la persona con la que hablaba Sesshomaru en el cap anterior era su madre. Sin más que decir me despido. Ciao!