Long-fic de Inuyasha - Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola, gracias a todos por sus comentarios, aquí les dejo la tercera parte del capítulo 3. Este será un poco “cursi” por así decirlo, pero muy al estilo Sesshomaru…Espero que les guste ;)

Noche de Luna llena​

III parte​

El sol se ocultaba rápidamente, pero ya estaba en la aldea y sus amigos habían regresado. Se había olvidado por completo de lo que pasó temprano en el lago, eso explicaba las caras de preocupación de sus amigos…

-¡Rin!-Exclamó Kagome mientras la abrazaba con fuerza.

-Lo siento chicos, lo que pasa es que…

-¿Se puede saber donde diablos estabas?-Gritó Inuyasha molesto-¡Sentí tu aroma mezclado con sangre de Youkai y pensamos lo peor!

-No lo digas en voz alta…los aldeanos podrían escucharte-Musitó Rin en tono de suplica.

-Rin....acabamos de llegar y estuvimos a punto de ir a buscarte, nos diste un gran susto…-Intervino Kagome, tomando del brazo a Inuyasha para tranquilizarlo.

-Aiko y Suzume me dijeron lo que ocurrió-Dijo Sango en tono tranquilo, pero su rostro aún revelaba miedo mezclado con alivio por ver a Rin sana y salva- Tus ropas están manchadas de sangre…

-Ayudé a alguien que estaba herido-Respondió ella bajando la mirada.

-El olor de esa sangre no es humana-Refutó Inuyasha aún molesto- No quieras engañarnos.

-Iba morir si no lo ayudaba, además…No era un demonio devora hombres.

La tensión hizo que todos guardaran silencio por un segundo, Miroku decidió tomar la palabra, si alguien era bueno para discutir en calma ese era el.

-Ya no tiene sentido discutir, Rin está a salvo y eso es lo importante, además ya se disculpó con todos-Dijo sonriendo amablemente.

-Miroku tiene razón-Intervino Kagome, mientras intentaba contentar al terco Hanyou-Inuyasha…

-¡Feh!, de acuerdo, pero no vuelvas a hacerlo-Refunfuñó mientras giraba la vista para otro lado.

-Gracias Inuyasha…y a todos ustedes, lamento haberlos preocupado-Dijo sonriendo dulcemente.

-Si si…Mejor ve a darte un buen baño, apestas a sangre-Dijo haciendo un gesto de desagrado- Además, si Sesshomaru se entera de lo que ocurrió es capaz de incendiar la aldea entera…No nos des problemas Rin.

Por alguna razón, aquel último comentario hizo que su rostro se enrojeciera, Inuyasha y Miroku estuvieron a punto de preguntar si le ocurría algo pero Kagome y Sango se la llevaron rápidamente hacia el lago.

-Tenemos que darnos prisa Rin, te prestaré algunos perfumes para que el aroma se desvanezca más rápido.

-Gracias Sango-Respondió ella sonrientemente.

-Quítate rápido esas ropas sucias, te traeré algo más apropiado-Exclamó Kagome con una sonrisa picara.

Luego de asearse, se colocó el kimono que Sesshomaru le había regalado en su cumpleaños, aquel bello traje era completamente blanco con hermosas flores rosadas, la tela era suave y fresca. Perfecto para una noche al aire libre…

-Te ves hermosa-Exclamaron Sango y Kagome al unísono, Rin asintió ruborizada.

-Vámonos ya Rin, recuerda que aún no has hecho el collar-Le recordó Kagome.

-¡Es cierto!-Dijo con preocupación-¿Crees que nos de tiempo?

-Confía en mi-Dijo guiñándole el ojo.

Luego de que Sango y Kagome se arreglaran, le pidieron unas 50 veces a Inuyasha que examinara si aún quedaban restos de olor a sangre en el cuerpo de Rin. Cuando estuvieron seguras de que no había problema se dispusieron a fabricar un collar para Sesshomaru.

El diseño fue sencillo, 4 piedras grisáceas adornaban la parte baja del cuello, mientras otra en forma de diamante caía como el amuleto principal. El resto de las piedras eran un poco más oscuras. Cuando Rin estuvo segura del modelo comenzó a unirlas con el hilo.

-¡Quedó perfecto!-Dijo Kagome mientras los ojos le brillaban de la emoción.

-Gracias por ayudarme-Dijo Rin, un tanto nerviosa, de pronto el collar que tenía puesto comenzó a brillar con una luz azul intensa- ¿Qué significa esto?

-Estas nerviosa…No puedes dejar que los malos sentimientos se apoderen del collar.

-Pero Kagome… ¿Y si no acepta mi…?-Pero Kagome colocó un dedo en su boca para silenciarla rápidamente.

-No te preocupes…Todo saldrá bien.

Los minutos pasaban y el no aparecía, de vez en cuando el collar de Rin se tornaba nuevamente azul pero por fortuna Sango y Kagome conseguían la manera de animarla. Ya era casi hora de comenzar la ceremonia, las parejas caminaban tomadas de la mano, casi todas usaban el collar de piedras grisáceas, exhibiendo orgullosos como las piedras brillaban de blanco, el color del amor.

-“Era una locura pensar que el vendría repentinamente” –Pensaba con la mirada perdida, de pronto aquellas luciérnagas comenzaron a iluminar el cielo, todos estaban fascinados con aquella hermosa vista, todos menos Rin.

-Rin-chan…-Musitó Koga mientras la jalaba del kimono- Tu collar está de color marrón ¿Qué significa eso?

-¡Koga-chan! Ven a jugar con nosotros-Gritaron a lo lejos las gemelas y el pequeño Kohaku, junto con Shippo y Kirara.

-Rin…no tienes que…

-Marrón significa….tristeza ¿No es así?-Preguntó con una sonría vacía, Kagome intentó reconfortarla pero Rin decidió caminar un rato a solas- No me alejaré mucho, lo prometo…

Se alejó de la multitud, esos rostros sonrientes y enamorados no le ayudaban a sentirse mejor. De pronto se detuvo… ¿Por qué le dolía tanto el hecho de ver a esas parejas felices?, ¿Por qué le dolía tanto el pecho cuando recordaba a Sesshomaru?

-¿Me he…enamorado?-Inmediatamente su collar comenzó a brillar con una intensa luz blanca, mientras más pensaba en el más fuerte brillaba, de pronto toda su tristeza se esfumó así que decidió seguir caminando hacia su lugar favorito…

Se trataba de una pequeña formación de rocas no muy lejos de la aldea, allí solía sentarse y observar las estrellas para sentirse mejor. Caminó un poco más hasta llegar a su roca favorita, pero se detuvo de inmediato al ver a alguien mas sentado allí…

-Sesshomaru-sama…-El semblante del Youkai era perfecto, sus cabellos plateados se movían gracilmente al compás del viento, con su típica postura serena e imponente.

Ella avanzó casi sin poder creerlo, Sesshomaru no se dio la vuelta, tal vez ya la había detectado por su aroma, Rin se subió a una roca que estaba junto a Sesshomaru, éste por instinto giró la vista para asegurarse que nada malo le ocurriera y al verla con el kimono que le había regalado se sorprendió bastante…Aunque claro está, su rostro apenas reflejó un arqueamiento de cejas imperceptible para Rin.

-Sesshomaru-sama…-Musitó ella completamente emocionada, el collar volvió a brillar por lo que se ruborizó demasiado, él por su parte la observaba seriamente sin comprender lo que le ocurría- Supongo que el aroma de tantos humanos le incomodó y por eso decidió esperarme aquí…

-Sabía que te dirigías hacia acá-Respondió tranquilamente, Rin estaba al borde de la alegría- Ese collar…

-Ahh ¿Se refiere a este?-Dijo mientras señalaba el que tenía puesto- Es un colar que refleja las emociones, verá…yo hice uno para…

-Qué extraño es…-Dijo sin mayor importancia, Rin sintió como si un balde de agua fría le hubiese caído encima.

Las cosas no estaban saliendo como ella esperaba, ya habían pasado algunos minutos y aún no lograba hablar de nada, volteó a ver a Sesshomaru, éste se mantenía tranquilo con la vista al frente. Tenía que reaccionar de inmediato o pasaría lo mismo que aquella vez…

-Sesshomaru-sama-Dijo ella con nerviosismo-¿Qué le parece la noche?

-¿A qué te refieres?-Preguntó el sin voltear a verla, Rin suspiró…eso tampoco había funcionado.

-A usted le gusta observar el cielo de noche…Y hoy el cielo está lleno de estrellas… ¿No le parece hermoso?

-¿Por qué?...-Dijo el luego de unos minutos, Rin volteó a verlo confundida-¿Por qué te emocionan esas cosas tan simples?

-Porque este hermoso cielo puedo verlo junto a Sesshomaru-sama-Dijo sonriendo ampliamente, Sesshomaru centró su vista en las estrellas.

La brisa soplaba con mayor fuerza, estaba comenzando a hacer algo de frío, sin embargo eso no le importaba a Rin, su collar seguía brillando con fuerza, finalmente se armó de valor para sacar su pequeño regalo…

Respiró profundo y se levantó para entregarle el collar, pero estaba tan nerviosa que resbaló, afortunadamente Sesshomaru la tomó del brazo y la ayudó a recobrar el equilibrio, quedando ambos de pie en la misma roca…

-Gracias, Sesshomaru-sama-Dijo sonriendo levemente, Sesshomaru se bajó de la roca y se agachó en el suelo, buscando algo.

-Se te cayó esto…-Dijo mientras extendía el otro collar, Rin lo miró perpleja, de seguro debió caérsele cuando perdió el equilibrio.

-De hecho…ese collar no es mío-Musitó en voz baja- Lo hice para usted…

Sesshomaru no dijo nada, aún tenía extendido el brazo, mirando seriamente a Rin. Esta comenzó a sentirse triste, quizás no aceptaría el regalo después de todo.

-Es un regalo…-Insistió con ojos suplicantes-Para agradecerle todo lo que ha hecho por mi en estos años, puse todo mi esfuerzo en él….por favor acéptelo.

-Tonta…-Dijo frunciendo levemente el ceño, Rin creyó que se le partiría el corazón en pedazos…Tomó nuevamente el collar y lo apretó contra su pecho mientras el se daba la vuelta- No tenías que hacer esto…

Abrió los ojos sorprendida, muy a su manera le estaba diciendo que no debía tomarse tantas molestias. El siempre la ha cuidado sin pedir nada a cambio y así seguiría siendo hasta el final. Una vez más mostró su dulce sonrisa…

-Gracias, Sesshomaru-sama…

De pronto, las luciérnagas verdes comenzaron a rodearlos con su luz, Rin estaba maravillada con aquella escena mientras que Sesshomaru mantenía su semblante frío y sereno. En ese momento ella recordó las palabras de Kagome y le suplicó a Sesshomaru que se dejara colocar el collar al menos por 5 minutos, un simple “Como quieras” fue lo que obtuvo por respuesta.

La luz de las luciérnagas era cada vez mas fuerte, Rin se dio prisa y le colocó el collar, Sesshomaru lucia muy bien con aquel adorno en su cuello, pero para sorpresa de ella, el collar no brilló en lo absoluto…Su color grisáceo se mantuvo así hasta el final…Y el de ella había dejado de brillar repentinamente.

-¿Por qué sucedió esto?-Musitó completamente decepcionada.

El espectáculo acabó luego de algunos minutos, tanto ella como Sesshomaru tenían los collares puestos, entonces ¿Qué había salido mal?, ninguno de los dos mostró brillo…

-“Entonces…nuestros destinos no están unidos”-Pensó ella tristemente.

-Ya es tarde y está haciendo más frío, deberías marcharte-Dijo Sesshomaru seriamente.

-Si…gracias por visitarme, Sesshomaru-sama-Dijo desanimada mientras se alejaba lentamente.

-¿Qué era lo que querías decirme?-Preguntó el con la seriedad que le caracterizaba, Rin volteó a verlo sorprendida, el simplemente se mantuvo observando el cielo.

-Sesshomaru-sama…

-Me refiero a la última vez que nos vimos, dijiste que tenías algo importante que decirme…

Lentas gotas de lluvia comenzaron a inundar el lugar, Rin se había quedado sin palabras, ¡El recordaba aquella conversación y había venido a averiguar lo que ella tenía que decirle!

De pronto la lluvia se hizo mas fuerte, Rin quiso buscar un refugio debajo de algún árbol, pero Sesshomaru la cargó delicadamente entre sus brazos y se dirigió con rapidez hacia la aldea, dejándola a una distancia donde no pudiera ser visto por los humanos.

-Gracias Sesshomaru-sama…Al parecer hoy tampoco pude decirle nada, lamento haberlo hecho perder su tiempo…-Dijo bajando la mirada, avergonzada y triste.

-No vine por eso…-Respondió el luego de unos minutos, Rin volteó a verlo sorprendida, Sesshomaru dio media vuelta y se dispuso a irse.

-¿Volveré a verlo pronto?-Pregunto ella con nerviosismo, luego se arrepintió de haber dicho eso en voz alta, quizás estaba siendo una molestia para él.

-Tengo cosas que hacer…-Dijo seriamente.

-Ya veo…Lamento ser tan…

-Volveré en un dos meses-Dicho esto su cuerpo se envolvió en una esfera de luz verde y salió volando a toda velocidad.

Rin se quedó un largo rato contemplando como su señor se alejaba cada vez más y más en el amplio cielo. Al parecer tenía asuntos por resolver, ella por su parte también tenía ciertas responsabilidades, así que se propuso que durante esos dos meses ayudaría a acabar con el clan de demonios devora hombres…Se marchó feliz de que Sesshomaru se haya marchado con el collar, ya sea porque olvidó que lo tenía puesto, o porque quería conservarlo…El solo hecho de habérselo dado sin importar que no haya brillado…era suficiente para ella…


Horas más tarde, Jaken esperaba fielmente en la intemperie a su amo, el frío lo hacía temblar demasiado pero al ver la silueta de Sesshomaru salió corriendo a saludarlo, recibiendo como siempre una pequeña piedra en su cabeza que lo tumbó al suelo.

-Amo Sesshomaru, me alegra mucho que haya regresado, ¿Por qué me abandonó de repente mientras le daba de beber a Ah-Un?-Pero Sesshomaru siguió caminando de largo sin darle importancia a su sirviente- ¡Espéreme amo bonito!, por cierto… ¿De donde sacó ese colar que carga puesto?

“Es un regalo… Para agradecerle todo lo que ha hecho por mi en estos años, puse todo mi esfuerzo en él….por favor acéptelo”

Se alejó lentamente, mientras era seguido por su sirviente. La lluvia cesó y con ella una fresca brisa volvió a soplar, moviendo levemente el collar que traía puesto…

-Esta cosa…Acaba de brillar…


Hasta aquí se los dejo xD ¿De qué color brilló el collar de Sesshomaru? (quédense con la duda muajajajaa xD) Bueno espero sus comentarios y que no me vayan a matar. Ya se acabó el capítulo 3 y con esto avanzamos nuevamente al tema de los demonios devora hombres, dejen sus opiniones please! Nos vemos.

Pd: Aquí no acaba el tema de los collares, por ahora pasarán a un segundo plano, pero si fuera ustedes no me olvidaría de ellos. Por cierto les dejo una imagen del collar de Sesshomaru ;)

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola!! Muchas gracias por sus comentarios, me he tardado un poco en actualizar pero por fin les traigo el siguiente capitulo.

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Capitulo IV: La aldea abandonada.​

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-Tal y como esperaba, ya se ha ido…

Se sorprendió un poco al notar que aquel Youkai se había marchado, no esperaba que sus heridas sanaran tan rápido. Incluso se había levantado temprano para ver como seguía, pero todo estaba en orden, lo más seguro es que las hierbas lo aliviaron mas rápido de lo normal.

Regresó a la aldea para emprender su viaje junto a Inuyasha y Kagome. Sango, Miroku, Shippo y Kirara se quedarían para proteger la aldea de un posible ataque, finalmente Rin pondría en práctica lo que aprendió en todos esos años de entrenamiento, esta vez no había derecho de equivocarse.

-Llevare algunas hierbas medicinales para socorrer a los posibles heridos-Dijo Rin seriamente mientras amarraba una pequeña bolsita a su muñeca.

-Dámelas a mi-Dijo Kagome mostrando una bolsa aún más grande que tenia colgando en su espalda- Será mas cómodo si colocamos todo en un solo sitio.

-Gracias Kagome-Sonrío Rin amablemente.

-Escúchenme muy bien, en especial tu Rin-Interrumpió Inuyasha quien estaba de brazos cruzados- En esta ocasión puede que vean algunas cosas que las impacten, es probable que mucha gente haya muerto a causa de los demonios devora hombres, así que estén listas para todo.

-¡Si!-Exclamaron ambas al unísono, luego de eso emprendieron su camino.

Les tomaría exactamente 2 días llegar hasta la aldea donde los ataques fueron más frecuentes, Inuyasha y los demás esperaban solucionar todo en menos de una semana, sin embargo el Hanyou tenía un mal presentimiento pero prefirió no decirle nada a Kagome ni a Rin hasta que sus dudas fueran aclaradas.

-Llevamos caminando unas 6 horas, ¿Podemos descansar?-Musitó Rin con voz agitada.

-¿Tan rápido te cansas?-Dijo Inuyasha seriamente- Es la segunda vez que pides que nos detengamos.

-No seas tan duro con ella-Le replicó Kagome algo molesta por su insensibilidad- Recuerda que los humanos nos cansamos mucho más rápido que ustedes.

-Tonta, no lo digo por eso-Refunfuñó el Hanyou al ser malinterpretado- Su rostro está algo pálido.

-Debe ser por el calor-Dijo Rin sonriendo levemente- Mejor continuemos, ya me siento mejor.

-Espera un momento Rin-Interrumpió Kagome mientras le tocaba la frente- Tienes fiebre.

-Entonces debemos buscar un lugar con sombra para que descanses-Dijo Inuyasha seriamente.

-Lo lamento…Les estoy causando problemas-Dijo Rin sintiéndose culpable.

-¡No seas tonta!, deja de pensar que eres una carga-Dijo Inuyasha con rudeza- Si yo pensara que eres una carga no te habría permitido venir con nosotros, ya tendrás tu oportunidad de ayudarnos pero por ahora tienes que recuperarte al 100%.

Rin asintió alegremente, Inuyasha no era muy delicado para decir las cosas pero aun así sabía como subirle los ánimos a alguien en el momento indicado. Afortunadamente había un lago cerca de donde se encontraban, caminaron unos 30 minutos más hasta que por fin lo encontraron. Rin se dio un baño para bajar la fiebre mientras Kagome le preparaba una medicina especial.

-Toma esto Rin…Te ayudará a sentirte mejor.

-Gracias Kagome-Tomó el pequeño envase y lo bebió hasta la ultima gota, se recostó bajo la sombra de un árbol, le dolía todo el cuerpo y sus síntomas empeoraban, pero decidió fingir que no estaba tan mal.

-Inuyasha, ya puedes venir-Le gritó Kagome al Hanyou, quien se había alejado un poco mientras Rin se bañaba.

-No se ve nada bien-Musitó mientras observaba a Rin quien ya estaba dormida.

-Rin no suele enfermarse…Luce tan vulnerable ahora.

-Maldición, Kagome tenemos visita.

Se trataba de un grupo de demonios de aspecto grotesco, se lanzaron contra Inuyasha pero éste tomó a Rin entre sus brazos y se alejó lo más que pudo mientras Kagome lanzaba varias de sus flechas.

-¿Qué sucede?...-Dijo Rin despertando bruscamente.

-Unos monstruos nos atacan-Contesto Inuyasha mientras seguía alejándose.

-¡Espera Inuyasha!, déjame ayudar. Dijiste que podría hacerlo cuando llegara el momento-Insistió ella mientras se colocaba débilmente de pie.

-Pero no estás en condiciones de pelear-Replicó Inuyasha, de pronto Kagome se vio rodeada de más y más demonios así que Inuyasha asintió mientras se dirigía a socorrer a su mujer.

Rin respiraba con dificultad, pero aún así sus poderes eran sorprendentes, Kagome e Inuyasha notaron como sus habilidades habían mejorado en tan poco tiempo y es que cada flecha desintegraba a los demonios sin mayor problema.

Finalmente Inuyasha utilizó su Kaze no Kizu para darle un final definitivo a aquella batalla, los demonios no eran muy fuertes pero se convertían en una molestia al atacar en grupo.

-¿Se encuentran bien?-Preguntó Inuyasha mientras guardaba su espada.

-Rin, resiste por favor.

Rin empeoraba a cada minuto, su fiebre aumentaba considerablemente así que Inuyasha la cargó en su espalda hasta que llegaron a una pequeña aldea. No había muchas personas, la mayoría de las casas estaban abandonadas.

-Tal vez todos se fueron por miedo a los demonios devora hombres-Dijo Kagome mientras contemplaba los alrededores abandonados.

-Algo no está bien…-Dijo Inuyasha seriamente, volteó a ver a Rin quien respiraba agitada, estaba comenzando a preocuparse así que caminó con rapidez para conseguir a alguien-Creo que no tenemos opción…

-Disculpen jóvenes…-Interrumpió un anciano que se les apareció de repente, de unos 60 años y vestimenta humilde- Veo que su amiga esta algo enferma, si no les molesta pueden venir conmigo para que descanse.

-Es usted muy amable-Dijo Kagome con un tono de alivio en sus palabras.

-Mantente alerta Kagome…tengo un mal presentimiento-Dijo en voz baja, ella asintió y siguieron al anciano. Por ahora la prioridad era que Rin se recuperara.

Kagome preparo algunas compresas y se las colocó de inmediato. Luego de varias horas finalmente la fiebre había bajado.

-Por fin duerme con tranquilidad-Musitó Kagome aliviada.

-Kagome… ¿No sientes ninguna presencia extraña en este lugar?-preguntó Inuyasha visiblemente perturbado por algo.

-Absolutamente nada, ¿Por qué lo dices?

-Lamento la demora-Dijo nuevamente el anciano, esta vez acompañado por un niño pequeño- Traje algunas frutas para la joven, cuando despierte de seguro tendrá hambre.

-Es muy amable señor-Dijo Kagome algo confundida por al actitud de Inuyasha, ya que miraba de reojo al anciano y al niño-Por cierto, ¿Cuál es su nombre?

-Me llamo Ryotaro y este pequeño es Shinosuke-Contestó sonriente el anciano.

-Y díganos, ¿Por qué ustedes decidieron quedarse en esta aldea aun sabiendo los rumores de esos demonios rondando por ahí?-Preguntó Inuyasha cruzado de brazos.

-Nosotros no tenemos un lugar en el cual refugiarnos, la aldea más cercana está a 2 días de camino, irnos significa arriesgar nuestras vidas. Da igual si nos vamos o nos quedamos-Dijo con un aire de tristeza.

-El señor Ryotaro hace todo lo posible por protegernos-Interrumpió el niño que hasta ahora no había hablado- Yo perdí a toda mi familia por culpa de los demonios devora hombres, apenas y sobrevivimos unos 10…

El niño comenzó a llorar desconsoladamente, Kagome sintió lastima por el así que lo abrazó fuertemente por algunos segundos. Inuyasha se había mantenido en silencio, escuchando aquella historia, de pronto se puso de pie y miró fijamente al anciano.

-Nosotros hemos venido a exterminar a esos demonios, y no nos marcharemos hasta terminar el trabajo.

-Si no es mucha molestia…Me gustaría que me acompañen un momento-Dijo el anciano tranquilamente.

-Pero Rin está…

-Yo me quedaré con ella-Dijo el niño amablemente.

-Yo también me quedaré-Añadió Kagome, Inuyasha asintió un poco más confiado y se marchó junto con el anciano.

Luego de algunos minutos Rin despertó, Kagome y Shinosuke se alegraron al verla en buenas condiciones, se levantó y comió algunas de las frutas que el anciano había recolectado para ella.

-¿Dónde está Inuyasha?-Preguntó luego de haber comido.

-Se fue hace rato con el anciano que vive en este lugar, es muy extraño que aun no regresen-Contestó Kagome.

-De seguro en señor Ryotaro llevó al Joven Hanyou hasta el lugar donde atacaron por ultima vez los demonios devora hombres. Si desean puedo llevarlas.

-Eso sería maravilloso-Dijo Rin mientras tomaba su arco y flechas, Kagome se sorprendió al verla tan decidida pero no dijo nada, tomó su respectiva arma y la siguió.

Mientras tanto Inuyasha y el anciano se encontraban no muy lejos de allí en un pequeño campo de cultivo, estaba completamente destruido y expedía un olor bastante desagradable, en especial para Inuyasha.

-Huele a cadáveres humanos-Dijo el Hanyou retrocediendo asqueado.

-Aquí es donde los demonios devora hombres atacaron por ultima vez, no tuvimos otra opción que enterrarlos aquí mismo, los cuerpos de los aldeanos estaban hechos trizas…-El anciano guardó silencio unos segundos y cerró ambos puños con impotencia- lo lamento…Yo no tuve el valor de ayudarlos.

-De todas formas usted no habría sido capaz de detenerlos. Estando vivo puede ayudar a ese niño y a los pocos aldeanos que quedan con vida.

-Shinosuke ha sufrido mucho, tener que presenciar la muerte de toda su familia con tan solo 12 años es demasiado-Dijo con tristeza- Es un milagro que esos demonios no lo hayan…

De pronto Inuyasha se puso a la defensiva, el anciano no comprendía su repentina reacción, entonces aparecieron 5 demonios grandes y de color gris oscuro, ojos rojizos y semblante aterrador. Se acercaron lentamente mientras Inuyasha sacaba su espada.

-Así que ustedes son los que han estado asesinando a los aldeanos, ¡Los eliminaré ahora mismo!

Inuyasha salió corriendo a toda velocidad y usó su Kaze no Kizu pero solo logró derrotar a uno porque los demás lo habían esquivado. Dos de los demonios restantes se dirigieron hacia el anciano con intenciones de asesinarlo pero Inuyasha pudo interceptarlos con facilidad, bloqueando el ataque y usando sus garras de fuego para alejarlos un poco.

-Nuestra velocidad es superior a la tuya. No podrás vencernos con una simple espada-Dijeron los demonios riendo confiadamente.

-Feh… ¡Yo no me confiaría demasiado si fuese ustedes!

Inuyasha volvió a atacar directamente, aquellos demonios lanzaban ataques venenosos y algunos golpes, no era nada serio para él pero comenzó a preocuparse por Kagome y Rin así que decidió terminar rápido con la batalla. Dos de los demonios atacaron por detrás mientras que los otros dos atacaron por delante, Inuyasha los esquivó a los 4 dando un gran salto y aún estando en el aire preparó un Kaze no Kizu fulminante, el remolino provocado por la espada arrasó con algunos árboles y dejó grandes estragos en la tierra.

-Todo ha acabado…-Musitó el anciano mientras caía de rodillas sorprendido por haber presenciado tal enfrentamiento.

-¡Maldición, aun queda uno!-Exclamó Inuyasha molesto.

-Veo que me será imposible vencerte así que mejor me retiro de inmediato.

-¿Y quien rayos te dijo que voy a dejarte escapar con vida?-Gritó furioso el Hanyou mientras corría hacia el.

-Yo en tu lugar iría de inmediato a buscar a esas dos mujeres…Si es que aún siguen con vida-Le advirtió el demonio riendo maliciosamente, Inuyasha se detuvo al escuchar esas palabras y en ese momento el demonio aprovechó para marcharse.

-¿Qué quiso decir con eso?-Preguntó el anciano mientras se acercaba hacia donde estaba Inuyasha.

-Tal parece que hemos caído en una trampa-Dijo frunciendo el ceño, cargó al anciano sobre su espalda y salió corriendo a toda velocidad-Dígame anciano, ¿Esta seguro de que ese niño Shinosuke no fue atacado por ningún demonio?

Mientras tanto Rin y Kagome caminaban varios minutos sin parar, ya estaba oscureciendo y aun no había señales de Inuyasha.

-Esta haciendo algo de frío-Musitó Kagome mientras soplaba sus manos para calentarlas un poco.

-Oye Shinosuke ¿Falta mucho para llegar a ese lugar?-Preguntó Rin pero no obtuvo respuesta por parte del niño, este ni se molestó en voltear a verla así que se adelantó y lo tomó del brazo- Shinosuke…

Todo sucedió tan rápido, habría sido imposible para un humano reaccionar ante ese ataque tan violento, Rin cayó al suelo, confundida y adolorida, sujetaba su hombro izquierdo con fuerza mientras sangraba abundantemente, Kagome preparó su arco y flechas pero no se atrevió a disparar por miedo a que el niño estuviese siendo manipulado por alguien.

-¿Por qué Shinosuke?-Exclamó Kagome confundida.

-Ustedes tienen la culpa…por haber confiado en un extraño-Dijo mientra sonreía maliciosamente.

El cuerpo de Shinosuke desapareció por completo, dejando al descubierto a un demonio similar a aquellos que habían atacado temprano en el lago, Kagome se dispuso a lanzar su flecha pero otro demonio apareció y la sujetó con fuerza, dejándola inmovilizada.

-Desde un principio nos habías engañado, tú y el anciano de la aldea-Dijo Rin con impotencia.

-Te equivocas, el anciano si es humano. Tenía pensado deshacerme de el luego de acabar con ustedes-Dijo con voz gruesa y aterradora, Rin tomó rápidamente su arco y lo apuntó directo en el pecho.

-Si me atacas tu amiga morirá…

Kagome aún estaba inmovilizada por el otro demonio, Rin no tuvo otra opción que tirar su arco o de lo contrario su amiga moriría, el demonio oculto bajo la imagen de Shinosuke se acercó lentamente, disfrutando cada momento al máximo, le gustaba ver como aquella humana lo miraba con rabia, con deseos de exterminarlo pero al mismo tiempo sin poder hacerlo.

-Me alimentaré de tu cuerpo hasta que no queden ni los huesos…No sabes cuan exquisito es tu olor…incluso mas apetitosa que tu amiga…-Dijo mientras se saboreaba grotescamente-¡Muere!


Rin cerró los ojos resignada, pero no sintió nada diferente, de pronto escuchó un fuerte gruñido detrás de ella, solo pudo voltear y contemplar asombrada como el demonio que tenía capturada a Kagome había sido decapitado.

-¿Qué está sucediendo?-Gritó el demonio restante quien estaba completamente sorprendido por aquel misterioso ataque.

-¿Qué estas esperando humana?, atácalo de una vez.

Rin reaccionó ante aquellas palabras y dio justo en el blanco, el demonio fue purificado en pocos segundos, la batalla había acabado.

-Kagome, ¿Estas bien?-Pregunto Rin con nerviosismo mientras abrazaba con fuerza a Kagome, esta le correspondió con una gran sonrisa.

-Fuiste muy valiente…Y por lo que veo tuvimos algo de ayuda-Dijo mientras volteaba a ver a su inesperado héroe.

-Osore-san…

-¿Quién eres tu?-Pregunto Inuyasha, quien había llegado justo en ese momento.

-Así que nos vemos de nuevo…-Musitó el Youkai sin expresión alguna en su rostro.


Hasta aquí les dejo el capítulo, espero que les guste ;) Les deseo un feliz año a todos y que en el nuevo año que viene se cumplan todos sus sueños. ¡Nos vemos pronto!