Long-fic de Inuyasha - Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Gracias por esa sugerencia amiga, pero sinceramente no pude notar las palabras que me comí O.o yo siempre leo mis capitulos antes de publicarlos y quizas algunas veces se me van ciertas palabras o acentos, pero en este caso no veo donde está el error. Para la proxima puedes citar los errores, ya que no están tan visibles como tu dices, tampoco cambié una palabra por otra :S..si ves algun error me gustaría que lo indicaras de ahora en adelante ;)


A todas las demás, gracias por sus post. En cuanto a ti Siberian...SUFRE :o te lo mereces por torturarme con tus historias.

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Muchas gracias a todos por sus comentarios, aquí les dejo el último capítulo de este fic junto con un epílogo. Quizás algunas se sorprendan y quieran asesinarme (en especial porque no advertí que éste capítulo sería el último :/) pero bueh, me pregunto si podrán leer todo sin que pasen malos pensamientos por sus mentes… ¿Podrán confiar en mí? *silencio sepulcral* lo dudo.

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Capítulo XV​

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Resignación.​

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II parte​

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—Amo Sesshomaru, ¿Realmente va a permitir que esta niña humana nos siga?

—Eso no me interesa en lo absoluto.

—Entonces yo me desharé de esa molestia. ¡Escúchame bien humana! Será mejor que te largues de aquí ahora mismo. ¡Vete ya!

—Jaken…—sin pensarlo dos veces le propina un buen golpe en la cabeza y sigue caminando— Deja de hacer tanto escándalo.

<<¿Pretende seguirme?>> pensó confundido al ver a la niña caminando detrás de él, se detuvo de inmediato y ella hizo lo mismo, debía acabar con esa situación de una vez por todas, alejarla era lo mejor.

—Si me sigues es posible que mueras, y no pienso revivirte de nuevo—dijo cortante, esperando asustar a la pequeña pero eso no sucedió, ella simplemente lo miraba con ojos suplicantes. Realmente deseaba quedarse.

—Dime tu nombre—le ordenó seriamente, ella se encogió de hombros, allí se dio cuenta de que en efecto, la niña era muda— Si no hablas, tendrás que irte.

Era la excusa perfecta, y no es que la necesitara para deshacerse de la niña humana, más bien se sentía algo responsable por su situación, después de todo fue él quien la revivió pero solo fue para poner a prueba los poderes de su espada…solo por eso.

—Entonces…no puedes hablar…

Decidió seguir caminando, su fiel sirviente lo seguía de cerca. Esta sería la primera y ultima vez que se permitía semejante gesto de bondad, por ahora su único objetivo era volverse más fuerte.

—Mi nombre…—Sesshomaru se detuvo un poco sorprendido al escuchar la voz de la niña, era una voz delicada y llena de inocencia, se notaba la gran dificultad que tenía al intentar hablar de nuevo— Mi nombre...es…Rin.

Un trato era un trato, para sorpresa de Sesshomaru Rin había recuperado su voz. Y como no paraba de decir que no quería separarse de él y Jaken decidió no darle importancia, su vida sería tan duradera como su misma suerte se lo permitiese. Pero, sin darse cuenta, a medida que pasaba el tiempo, se preocupaba más y más por conservar la vida de la chica.


Irónicamente, luego de tantos años se encontraba en una situación similar. La decisión de dejarla ir estaba en sus manos y obviamente ya la había tomado.

—Sesshomaru-sama—Rin estaba completamente confundida, no era normal que su señor actuara de esa manera, mucho menos que mostrara tan abiertamente la confusión y el nerviosismo en su perfilado rostro.

Inconscientemente dio un paso hacia atrás, afincando por completo el pie que se había lastimado. Sesshomaru se dio cuenta y rápidamente la tomó de ambas manos para que pudiese levantarse con mayor facilidad, de esa manera ella mantenía el pie lastimado ligeramente levantado.

—Muchas gracias—dijo sonriendo ampliamente, él solo la miraba con detenimiento como si estuviese intentando descifrar algo.

Sus manos eran tan pequeñas y frágiles que con un movimiento en falso podrían romperse, su piel era tan suave como el pétalo de una flor. Rin se parecía mucho a una flor, tierna y delicada, se encuentra en su momento de mayor belleza, pero al igual que las flores su vida es muy limitada y tarde o temprano tendrá que marchitarse. Era cuestión de tiempo, era la ley de la vida.

Pero no era su belleza externa lo que le preocupaba, era la existencia de la joven lo que le parecía hermoso, su ingenuidad, su ternura, su capacidad de mostrar una sonrisa en cualquier momento sin importar cuan triste pudiese estar internamente. Todos esos detalles la convertían en la criatura más hermosa de todas, una que sin darse cuenta pudo cautivar en corazón del frío Youkai.

—La herida de tu pie es muy grande—dijo tranquilamente, olvidando por completo lo que sucedió hace un segundo— Debe dolerte mucho.

—No se preocupe, con una mezcla de hierbas especiales se me calmará un poco. Mañana mismo las buscaré—contestó sonriente, intentando esconder en vano su dolor.

—Busquémoslas ahora—era imposible decirle que no a Sesshomaru, antes de que ella pudiese decir algo él ya la tenía en sus brazos. Salió volando lentamente de allí y se adentró en bosque.

Rin se sentía segura y feliz en brazos de Sesshomaru, siempre la ha protegido en los momentos difíciles, fue él quien se preocupó por su apariencia mientras los demás la despreciaban y golpeaban. Y lo más importante, fue él quien se ganó su agradecimiento y todo su amor, para siempre.

Una vez que consiguió las hierbas, regresaron al lago para que Rin pudiera prepararlas; el dolor aumentaba cada vez más, tanto así que el simple roce de su mano hacia que sintiera una terrible punzada en su tobillo, como si estuviese partiéndolo poco a poco. Era inútil, el dolor mezclado con el frío de la noche la volvían torpe e incapaz de pensar coherentemente.

Sesshomaru se dio cuenta de eso y decidió ayudarla, después de todo él siempre procuraba tratarla con suma delicadeza ya que el cuerpo de la chica era muy frágil, sus manos, grandes y fuertes pero al mismo tiempo cuidadosas le ayudaron a aliviar el dolor de Rin. Ella era muy valiente, soportó tanto tiempo sin decir nada, él simplemente no entendía de donde sacaba esas agallas.

—Debo esperar que las hierbas se sequen—dijo mientras se recostaba en un árbol, dio un gran bostezo, al parecer estaba algo cansada— Sesshomaru-sama ¿Puedo preguntarle algo?

—Dime…—contestó tranquilamente, suponiendo que se trataba de otro de sus típicos interrogatorios. Ya sabía muy bien que Rin hablaba mucho.

—¿Cuántos años ha vivido usted?—su inocente pregunta lo desconcertó un poco, no respondió de inmediato ya que Rin siguió hablando— ¿Cincuenta años? ¿Tal vez cien? ¿Cuántos años más seguirá viviendo?

—Los Youkai vivimos mucho tiempo—respondió seriamente, Rin mostró una leve sonrisa y comenzó a juguetear con sus manos.

—Ya veo, es realmente increíble—dijo aún sonriendo— Yo en cambio creo que no viviré más de ochenta años. Aún así, ¿Cree que pueda recordarme? ¿Incluso si pasan 100 años más luego de mi muerte? ¿Incluso si ya no me vuelve a ver nunca?

No pudo evitar deprimirse, ahora Sesshomaru lo comprendía. La muerte era algo que preocupaba mucho a los humanos debido a los fuertes sentimientos a los cuales se aferraban en vida, a pesar de eso no les quedaba otra opción más que resignarse y continuar viviendo.

Porque son débiles y vulnerables, inútiles e innecesarios; todos menos ella. Rin era la excepción a la regla, la que él necesita aunque en el fondo no le sirva, ella era la única excepción.

—Aún así…—sus palabras desconcertaron a Rin, quien contemplaba a su señor sin poder creer lo que ocurría— Lo recordaré.

Su expresión tan fría dejaba mucho que desear, pero esas palabras valían oro para ella. Estaba más que claro, Sesshomaru no la olvidaría y aunque no pudiesen estar juntos eso era más que suficiente por ahora.

—Hace frío…—musitó al sentir el leve escalofrío recorrer su cuerpo, sus ojos se cerraban debido al cansancio y su cuerpo se deslizaba lentamente hacia un lado, quedando perfectamente recostada en el hombro de Sesshomaru. Éste al verla tan cansada decidió no moverse, además, la chica no representaba peso alguno para él.

—Sesshomaru-sama…


Ya no importaba el frío ni el dolor, aquel momento era tan placentero que desearía vivir eternamente en él sin importar que solo fuese una ilusión. Dio un último suspiro y cedió sus energías para caer en brazos de Morfeo.


Quiero estar a tu lado…


Allí, en medio de la noche, el frío Youkai la contemplaba mientras dormía. Finalmente el sueño lo venció, cerró sus ojos lentamente mientras se preguntaba si estaba haciendo lo correcto.


—Finalmente Koga se ha dormido, hoy estuvo más inquieto que de costumbre.

—Ve a descansar Kagome, tú también debes tener sueño—le insistió su esposo Hanyou.

—Yo si quiero descansar—dijo Jaken, quien estaba recostado sobre Ah-Un con los ojos casi cerrados.

—¿Cuánto tiempo más piensas seguir aquí?—cuestionó Inuyasha molesto, Kagome solo sonreía divertida.

—Esperaré al amo Sesshomaru aunque tenga que estar toda la noche sin dormir—musitó entre dientes debido al sueño.

—Apenas y puedes abrir los ojos—insistió Kagome— Te prometo que te despertaré en cuanto regrese Sesshomaru.

—En ese caso, creo que dormiré solo por cinco minutos…—dijo Jaken dando un fuerte bostezo para terminar de dormirse.

—Ese holgazán, no puedo creer que se duerma así como así—protestó Inuyasha mientras estiraba el rostro de Jaken con sus manos, pero éste estaba tan dormido que no sintió nada.

—A decir verdad yo tampoco tengo sueño—admitió Kagome con tranquilidad, Inuyasha solo la miraba fijamente.

—Kagome, ¿Te ocurre algo? Creo que actúas un poco diferente—dijo con cierto tono de preocupación, Kagome se sintió un poco culpable al escuchar esas palabras— ¿Hay algo que quieras decirme?

—No te preocupes Inuyasha, no me ocurre nada malo. Solo estaba pensando en mi madre.

—La debes extrañar mucho, lo siento—dijo tranquilamente, pero en sus ojos se podía notar esa pizca de culpa que sentía por haber sido el causante de que ella abandonara su vida para estar con él.

—Nunca me he arrepentido de lo que hice. Soy muy feliz a tu lado, me has dado un hermoso hijo y en poco tiempo quizás…una hija.

—Kagome, no me digas que…—Inuyasha señalaba el vientre aún plano de su esposa, un fuerte rubor se asomó por sus mejillas, su mano temblaba y tuvo que tragar saliva para poder asimilarlo— ¿Estás embarazada?

—Al principio no estaba segura, pero por los síntomas de debilidad es muy probable que si—dijo sonriendo apenada— Creo que será una niña.

—¿Cómo puedes saberlo?—preguntó curioso, tal vez las madres tenían un don especial que les permitía conectarse con sus hijos incluso antes de verlos en persona, ella sonrió y acarició levemente el rostro de Inuyasha.

—Solo lo se, pero tendrás que ser paciente hasta que llegue el momento de confirmarlo—se acercó y lo besó delicadamente en los labios, él no tardó en responder al beso, la abrazó con cuidado y la acercó más hacia él hasta que tuvieron que separarse por falta de aire, mirándose ruborizados como cuando eran más jóvenes.

—Te amo…—dijo tomando la mano de Kagome y acercándola hacia su rostro para besarla con ternura.

—Yo también—musitó ella con una sonrisa de complicidad— Por cierto, ¿Qué nombre te gustaría ponerle a nuestra hija?

—¿Puedo escogerlo yo?—preguntó incrédulo, ella solo asintió tranquilamente— Pongámosle el nombre de tu madre, ¿Qué opinas?

—Me parece bien…—dijo abrazándolo con delicadeza— Gracias Inuyasha.


Rin despertó nuevamente, no sabía cuánto tiempo había dormido pero aún no amanecía. Se sorprendió por estar recostada tan cerca de su señor, se retiró con cuidado para no despertarlo; su corazón latía a toda velocidad y sus mejillas ardían por la vergüenza, pero a pesar de todo se sentía muy feliz.

De pronto contempló más de cerca a Sesshomaru, a decir verdad nunca pudo verlo durmiendo en los años que le hizo compañía, generalmente él vigilaba los alrededores mientras ella y Jaken dormían tranquilamente. Siempre estaban seguros, no había nada que temer ya que él los protegía. Se acercó un poco más para detallar su rostro, lucía tan tranquilo, sus facciones eran perfectas incluso cuando dormía; suspiró levemente…no era un sueño, en realidad seguía a su lado.

¿Por cuánto tiempo? No lo sabía. Intentaba no arruinar ese momento pero por alguna razón comenzaba a dudar, Sesshomaru siempre la protege y se preocupa por ella, aunque eso no quiere decir que la ame de la misma manera que ella lo ama a él; de pronto recordó el momento en que se despidió y Sesshomaru la detuvo ¿Significa que la ama?

No necesariamente…

Sonrió de medio lado y se levantó cuidadosamente. Se acercó al lago y enjuagó su pie, el dolor había disminuido considerablemente, si tan solo el dolor emocional que sentía en ese momento pudiese ser curado con medicinas. Pero no era posible, lo sabía perfectamente, el amor es un sentimiento muy fuerte que puede hacerte sentir en el paraíso o en el mismísimo infierno si se lo propone, más aún cuando ese amor no es correspondido.

¿Cómo sucedió? Se preguntaba frustrada y confundida, ¿En qué momento nacieron esos sentimientos?

“Aún así…lo recordaré”

Cerró los ojos y llevó ambas manos a su rostro, no deseaba hacerse falsas ilusiones solo porque su señor le dijo esas palabras, él solo dijo que la recordaría ¿Por qué era tan difícil aceptar la enorme diferencia entre el amor y una falsa ilusión? Entonces lo comprendió, el sentimiento no nació de la nada, siempre estuvo allí disfrazado bajo una máscara de admiración y fidelidad absoluta. De niña no pudo comprender la magnitud de ese problema, demasiado tarde se dio cuenta del verdadero peligro que corría al permanecer junto a un Youkai.

—¿Por qué somos tan diferentes?—aquella pregunta fue más como una queja, su voz suave y débil apenas pudo producir esas palabras. Se sentía feliz al estar con él, pero no deseaba retenerlo, y mientras siguiera preocupándose por ella eso era lo único que podría conseguir….Un eterno guardián.

Un sentimiento vacío, un error de la naturaleza, un Youkai y una humana.

Se dio unas cuantas palmadas en el rostro, era su manera de subirse los ánimos, se puso de pie y contempló su reflejo en el agua. Sonrió levemente al ver que traía el vestido especial que Sesshomaru le había regalado, recordar algo tan simple hacía que su corazón palpitara desenfrenado pero en un segundo se detuvo, sus ojos se abrieron de la sorpresa y su respiración cesó por algunos segundos. En el reflejo del agua se dibujaba la silueta de Sesshomaru.

Estaba tan descuidada que no se dio cuenta, su cuerpo temblaba sin control, se sentía estúpida al reaccionar así, por lo que decidió no darse la vuelta hasta estar segura de poder controlarse. Sesshomaru por su parte solo la miraba, sus ojos color ámbar la intimidaban, era como si pudiesen ver sus más profundos pensamientos.

—Sesshomaru-sama—al no obtener respuesta reunió valor para encararlo— ¿Ocurre algo?

—¿Qué es lo que te preocupa?—dijo mirándola seriamente, ella se sorprendió notoriamente. Su corazón la delataba.

—No es nada, no estoy preocupada—contestó mientras sonreía— Solo estaba…

—Mientes—interrumpió en tono sereno pero firme. Rin guardó silencio sorprendida, intentaba buscar las palabras correctas pero sus labios no eran capaces de pronunciarlas— Está bien, no tienes que decírmelo.

Le dolían esas palabras, le dolía que su señor pensara que ella no le tiene confianza. Gruesas lágrimas comenzaron a caer de su rostro, intentó secarlas en vano pero era inútil así que para ocultar su vergüenza simplemente mantenía sus ojos tapados con sus manos como una niña pequeña.

—Perdóneme, Sesshomaru-sama yo…—respiraba y hablaba con dificultad, su trémula voz era apenas audible. Deseaba decirle tantas cosas, explicarle toda la verdad sin importar lo ocurriera, pero era difícil ya que el miedo la había controlado.

Ella no era la única que estaba confundida. Sesshomaru no sabía qué hacer para consolarla, jamás había tenido la necesidad ni el deseo de preocuparse por el bienestar de alguien más, pero el momento había llegado y le frustraba no poder reaccionar como de costumbre, a pesar de que Rin estaba llorando justo en frente de él su semblante no cambiaba ni un poco…no iba a darle palabras de aliento, y tampoco podría sonreír como lo hace ella, pero aún así deseaba hacer algo.

Y lo hizo. Tal vez fue su instinto, no podía saberlo con certeza, nunca antes había deseado la felicidad de alguien más con tantas fuerzas, así que en vez de buscar una respuesta que nunca llegaría decidió actuar en vez de comprender.

No llores…no lo hagas

Se acercó en menos de un segundo y extendió su mano hacia ella, la atrajo hacia él, acercándola a su pecho y acariciando su cabello suavemente mientras su otro brazo descansaba en su espalda. Ese era el primer abrazo que daba en toda su vida.

Ternura, amor, felicidad, confusión. Todos esos sentimientos se apoderaban de la poca cordura que quedaba en Rin, las lágrimas seguían cayendo sin control, esta vez eran lágrimas de felicidad.


—¿Es esto real?—musitó Rin entre sollozos, pero al estar abrazados era obvio que él la había escuchado, por lo que cerró los ojos y se ruborizó mucho más— Lo siento, que tonta soy.

El silencio se apoderó del momento, ella deseaba permanecer así por siempre, quería recordar aquel abrazo para toda la vida. Finalmente lograba comprender un poco más los verdaderos sentimientos de su señor, pero mientras más le demostraba más quería, sería lindo escuchar las palabras que tanto esperaba, sin embargo la naturaleza de Sesshomaru se lo impedía.

Una vez que estuvo segura de que no estaba soñando, decidió abrir sus ojos, se percató de que el lugar estaba más claro por lo que supuso que estaba amaneciendo, grande y cálida fue su sorpresa cuando se dio cuenta de que la claridad no se debía al amanecer…sino a Sesshomaru.

—El collar…—Ambos se miraron, ella sonrió complacida. Nuevamente era muy feliz, como antes.

—Rin…

—¿Si?


En cada amanecer hay un nuevo comienzo, la oscuridad que tanto atemoriza a las personas desaparece poco a poco, mostrando un cálido día y un maravilloso porvenir. Algunos días son mejores que otros, no todo es sufrimiento y no todo es alegría; lo importante es recordar que cada experiencia, sin importar cuán buena o mala sea, forma parte de lo que somos. Después de todo, de eso se trata la vida.



—Ya amaneció…—dijo estirándose con fuerza, volteó a ver a su esposo, quien yacía dormido a su lado.

—Buenos días—reconocería en cualquier parte esa dulce voz, respondió a su saludo y ambas intercambiaron miradas como si estuviesen hablando mentalmente.

—Entonces… ¿Esta es la decisión que tomaste?

—Así es—fue lo único que respondió mientras sonreía levemente.


Fin


No sé por qué, pero presiento que más de una debe querer matarme en este momento xD. Lean el epílogo por favor.

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Y para que vean que soy buena (a diferencia de lo que dice Siberian cof cof) les traigo también el epilogo.

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El paso del tiempo.​

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El mismo mundo, el mismo sol, las mismas plantas, el mismo aire. Todo era exactamente igual, pero aparentemente algo no funcionaba de la misma forma: El tiempo.

Camina lentamente hasta llegar a una tumba con flores recientes. Se agacha y acaricia la piedra que adorna el eterno descanso de quien alguna vez vivió. Contempló las flores por algunos segundos ¿Para qué darle flores a quien no puede olerlas?

—No comprendo a los humanos…

La brisa comenzó a soplar, jugando con sus largos cabellos negros como la noche. Pensaba en tantas cosas pero no lograba darle una respuesta definitiva a ninguna de sus preguntas, tomó una de las flores y la olió pensativo, su aroma era agradable.

—Son iguales…los humanos y las flores. Débiles, fácilmente reemplazables y con vidas extremadamente cortas.

—¿Eso crees?

—Es la verdad, lo sabes bien.

No se dio la vuelta, pues sabía perfectamente quien era su inesperado acompañante.

—Puede que tengas razón—admitió tranquilamente, se mantuvo de pie contemplando la tumba. Pensar que a estas alturas le causaba inquietud le parecía muy irónico.

—El gran Sesshomaru contemplando una tumba humana—musitó el pelinegro con sarcasmo— Como cambian las cosas con el tiempo.

—Sabía que estarías aquí—dijo sin darle importancia a su comentario anterior— ¿Viniste solo a cerciorarte de que realmente estaba muerta?

—Tal vez. Aún no logro comprenderlo— se puso de pie y encaró a Sesshomaru, ambos con miradas fuertes y frías que decían todo sin necesidad de palabras.

—Entonces se trataba de eso—Sesshomaru había dado en el blanco, su frío rostro mostró una ligera sonrisa poco común en él.

—¿Por qué? De entre toda criatura viviente ¿Por qué tuvo que ser humana?—se quejó con amargura, apretando ambos puños y fulminándolo con la mirada, culpándolo ilógicamente de todo.

—No lo sé, supongo que es algo natural. A todos los humanos les pasa—contestó sin expresión alguna en su rostro— Incluso a Rin…

—A todos, sin excepción…ya lo sé.

Aún no estaba satisfecho con la realidad, desearía poder cambiar las cosas, revertir el tiempo y convertir a Rin en una de ellos. O al menos desearía odiarla para no tener que sentirse así, le resultaba imposible; era su sonrisa, su capacidad de hacerlo sentir querido lo que impedía que se formara algún sentimiento negativo en su contra. Pero al mismo tiempo odiaba sentirse débil, no soportaba experimentar los mismos sentimientos que los humanos, eso le recordaba cuan diferentes eran, le recordaba la verdadera naturaleza de Rin y su injusto destino.

—Tal parece que no te importa en lo absoluto—le dedicó una mirada llena de decepción, Sesshomaru se dio la vuelta, dispuesto a marcharse.

—Dime algo… ¿La odias?—su pregunta lo desconcertó un poco, Sesshomaru se mantuvo en el mismo sitio esperando una respuesta— ¿La odias por haber nacido como humana?

—No…—respondió con desgana, se produjo un pequeño silencio, la pregunta de Sesshomaru lo había tomado por sorpresa. De pronto recordó los buenos momentos que había pasado a su lado y un profundo arrepentimiento se apoderó de él— No podría odiarla nunca.

—Entonces ya tienes tu respuesta—esta vez Sesshomaru se retiró, con paso firme y lento— Vámonos, tu madre está esperando.

¿Cómo pudo pensar en odiarla? Eso era sencillamente imposible, cuando la tuvo en frente sus temores se dispersaron, esa era la magia que solo Rin podía brindarle. Por si fuera poco, ella sabía perfectamente lo que él estaba pensando y aún así lo recibía con una cálida sonrisa y un tierno beso en la mejilla.

—¿Estaba en ese lugar?—preguntó tranquilamente, Sesshomaru solo asintió— Ya veo…

—Lo siento, estaba molesto porque eres humana—dijo con extrema seriedad, ella sonreía dulcemente.

—Siempre has sido tan maduro, a pesar de que solo tienes 10 años eres capaz de preocuparte por cosas como esa.

—No finjas…se que tu vida es mucho más corta que la de nosotros—musitó tristemente. Rin acarició su cabello con suavidad y colocó ambas manos sobre los hombros del pequeño, éste la miró fijamente, sorprendido y cautivado por su sonrisa.

—Se que la muerte de la anciana Kaede hizo que te asustaras, pero debes entender que cada vida tiene un límite. Yo soy muy feliz como humana, y no cambiaría por nada del mundo mi vida actual. Disfruta el presente y deja que el futuro llegue cuando tenga que llegar…¿No te parece mejor así?

—Sí, tienes razón…—respondió seriamente, Rin lo abrazó y él respondió a su abrazo— Gracias, madre.

—Sabes…me recuerdas mucho a alguien que conocí hace algunos años—continuó riendo divertida al ver como Sesshomaru se alejaba de allí.

—¿En serio? ¿De quién se trata?—preguntó el pequeño con curiosidad.

—Es una historia larga, así que ten paciencia—de inmediato el niño guardó silencio, atento al relato—Todo empezó en una aldea, cuando yo tenía diez años…


Fin del epílogo.



Ahora si se acabó, esta es la parte donde me pongo sentimental xD ok no. Aclaro algunas cosas (que a mi parecer son obvias pero de todas formas las enumero:

-La de la tumba era Kaede, algunas me dirán cruel porque maté a la anciana, pero si se ponen a sacar cuentas fue muerte natural…tomando en cuenta los años que pasaron en mi fic, ya la pobre estaba muy vieja.

-El niño es hijo de Sesshomaru y Rin, obviamente Hanyou, con rasgos muy parecidos a los de su padre, y sacó su fría personalidad, aunque un poco más expresivo.

-¿Qué pasó con Inuyasha y Kagome? ¿Sango y Miroku? Bueno, viven sus vidas felices, no los quise involucrar demasiado en el final ya que no era necesario, desde el primer capítulo hice ver que sus vidas eran muy felices, además la historia era sobre Sesshomaru y Rin.

Sin más que decir, a parte de agradecerles a todas las personas que leyeron mi historia y soportaron todo sin quejarse (en especial Siberian que me amenazó de muerte una vez ) Gracias por sus consejos y críticas a lo largo de todo el fic y bueno, si desean leer mi otra historia estaré encantada. Cuídense todos, hasta la próxima ;)