One-shot de Inuyasha - querido diario

Querido diario​

22/octubre/ 2010
Querido diario:

Me encuentro sola en mi mundo, y que más se podía esperar de alguien quien miles de veces se “humilló” por un amor no correspondido, un amor que a pesar de que era diferente por temas como el tiempo y aunque no lo crean nuestras razas; ya que él era un hanyou de la época feudal y yo… una niña ingenua de de 15 años que por dentro era la reencarnación de una miko al momento de conocerlo la cual se enamoro perdidamente de el hasta ya mas no poder.
Antes de todo eso era feliz con mi familia compuesta por mi madre, mi abuelo y hermanito ya que mi padre a muy temprana edad nos dejo en este mundo.
Al caer al poso y llegar a la otra época era “literalmente” feliz a su lado ya que él siempre estaba ahí para mi. Nunca me dejo sola hasta cuando ella nuevamente fue revivida gracias a mi… ella transformo mi vida de un cuento maravilloso de esos que uno cree que solo son de libros y películas a uno muy opuesto, uno lleno de sufrimiento y dolor que te desgarra hasta el alma. Pero eso termino al momento de que yo destruyera la perla por la cual ella había fallecido, terminando ahí mi misión en ese mundo para después ser rechazada y devuelta a mi vida como si nada hubiera pasado aun que eso era una gran mentira, debido a que ahora eso lo tengo presente a cada minuto de mi vida.
Acá en mi mundo me encuentro sin su compañía ya que el por decisiones del destino se decidió por su único amor. Esto no me da tristeza alguna ya que siempre supe que ellos terminarían juntos mientras que yo solo era un recuerdo mas en su mente, no les deseo mal ni nada por el estilo al contrario deseos que ellos sean tan felices como yo lo fui estando a su lado en esos años pasados, ya que a él ni a mis antiguos amigo no los he visto hace cinco años al momento de ser arrojada por la miko de barro al pozo y ser sellado tras de mi al momento de caer, quedándome como último recuerdo una mirada dorada llena de tristeza…

— Bien supongo que es hora de olvidar por unos instantes mi vida y preocuparme de mis quehaceres aquí en la casa — ahora era la única dueña del templo, ya que mi familia decidió mudarse de domicilio a uno donde no tuvieran que lidiar con youkais, hanyous y otros porque ellos al contrario mío no querían nada más con esas cosas.
— mejor me ire a prepara el desayuno — baje a la cosina y lo primero que veo es la única foto donde estoy con Inuyasha en la otra era, la nostalgia nuevamente se apodera de mi y las lágrimas no cesan de caer ante esos recuerdos…

Flash Back

Era un día lluvioso, nos encontrábamos en una cabaña abandonada que buenas condiciones. Era de noche y yo como me había quedado con esa ropa mojada me resfrié, en ese momento ciento a mis espaldas que algo me estaba cubriendo… era la túnica de rata de fuego de mi querido hanyou el cual me la estaba pasando por mi condición. Yo le dije que no era necesario pero el se negó a recibirla. Yo tocia bastante sin poder detenerme.
— Mira ya te resfriaste dijo mientras se ubicaba a mi lado para cerciorarse de mi estado.
—Inuyasha no lo que pasa es que alguien esta hablando de mi persona — le respondí para que no se preocupara de mas por mi causa, aun que en ese momento me sentí muy feliz de verlo así con migo.
— haaaa… pequeña ingenua que podría estar hablando de ti —mientras decía esta palabras tomo mi temperatura, para después revisarla con la suya.
— Mmm... Parece que no tienes temperatura — en ese momento me recosté en él y este nervioso me dice que al parecer si tendría a lo que yo le conteste que no le diera importancia y así seguimos toda la noche…

Flash Back

—Esos recuerdo son los que me dan las fuerzas para seguir… —tome unos huevos dos tazas para el te y otras cosas que la coloque en la mesa que tenia justo al frente de la cocina. Después de tener todo listo decidí que y era ora de despertarlo para que no se atrasara.

Subí las escaleras y llegue a la que antiguamente era la habitación de mi pequeño hermanito Souta. Abrí la puerta y los colores azules de la habitación que aun los mantenía, solo que ahora estaban adornadas por repisas llenas de jugotes y una cama más pequeña perfecta para una niño de cinco años.

—Muy buenos días ¿Cómo amaneció mi único amor? —le salude ya que estaba despierto, esto era raro ya que por lo general costaba bastante despertarlo para que se fuera a casa de mi madre debido a mi trabajo.
— ¡Mami, mami, buenos días! Que me preparaste de desayuno — le tome de la cama para llevarlo a la bañera ya que nunca le gusto bañarse.
—te prepare unos ricos huevos y no se que darte ¿juguito a un té? — le deje en la tina mientras que iba por una esponja para tallarle el cuerpo.
— ¡Juguito, juguito mami!

Se que en estos momentos se están preguntando ¿como y quien es el padre? Bueno les responderé.
El como fue hace cinco años cuando volvía a la aldea de la anciana Kaede junto con Inuyasha ya que después de que el fue por mi al meido, regresamos al lugar donde fui absorbida por este.
Pasamos unos días en la aldea y una noche de luna llena mi amado hanyou y yo fuimos por un trabajo de exterminación de un demonio muy cerca de allí. Tras regresar de esa ardua labor nos detuvimos en una termas conde me atreví a contarle todo lo que sentía por el y él por mi. Esa noche le entregue mi alma y mi corazón… pero el lo mato cuando a los dos días ve que su primer amor me lanza por el pozo.
Al mes me entero que estaba embarazada de él ya que me sentía extraña, me refiero a que en alguna ocasiones sentía una leve presencia en mi que no era mía; era algo complicado de entender en ese momento.
Bueno cuatro meses depuse tuve a un hermoso hijo de cabellos plateados, orejitas de perro y ojos dorados como los de él.

—Bueno ya es suficiente ven acá para secarte no quiero que te resfríes — yo era muy sobre protectora con mi pequeños Yashamaru debido que era lo único que me estaba quedando de esos bellos momento de mi.
—Mami me dejaras donde mi abuelita y mi tío? verdad es que quiero jugar con ellos.
—Si mi pequeñín pero solo hasta las tres de la tarde ya que iremos por ropita —ya estaba vestido y casi peinado con sumo cuidado para no dañarles sus orejitas, después de eso le puse un conjuro para que no se le viesen.
—ven vamos a desayunar.

***
—Te lo encargo mucho —me preocupaba dejarlo solo ya que siempre que me iba me acordaba de mi pasado.
— ¡Nos vemos mamita! —agitaba su manito con mucho entusiasmo. Mientras yo me alejaba.

Al llegar a mi trabajo de vendedora en una de las tiendas mas caras del centro comercial me hice prometer que hoy no sufriría como era de costumbre hacerlo, que hoy seria un día feliz y normal como el de todos.

Había sido una eternidad, no podía evitar sentime rara; como si algo que he estado esperando desde hace tiempo hoy llegaría, no se si eran mis poderes espirituales o algo fuera de lo común… solo sabia que tenia que regresar lo antes posible a mi casa.

***
—Yashamaru ven nos tenemos que ir — esta ansiosa como cuando era joven ya que ahora tenia veinte años y mi hijo cinco.
—Si mami vámonos quiero llegar muy, muy rápido a casita —creo que el también tenia esa intuición ya que aparte de ser hanyou tenia mis poderes espirituales.
— ¿Por qué no traes el conjuro puesto? —me daba miedo el que lo descubrieran tal y como es.
—E que no me gusta estar todo el día con eso — tenia la misma cara de su padre cuando hacia pucheritos.
— ¿Hija a que se debe esa impaciencia tuya? — mi madre se preocupaba demasiado por mi y la entiendo ahora ya que nada ha sido fácil para mi.
—Es solo que algo va a suceder y tengo que llegar lo antes posible.

Me despedí de todo y junto con mi pequeño nos subimos al mi auto que lo gane mientras trabajaba en un tienda de comercio automotriz. En el transcurso del viaje mi niño me pregunta que como era su padre ya que nunca lo conoció. Eso no lo esperaba ya que nunca le importo lo que los niños le decían, debido a que su padre no estaba con él.

— Tu padre era un hanyou al igual que tú, ambos son unas gotas de agua, el era muy terco y arrogante eso fue lo que me trajo de él puesto que era muy diferente a los demás jóvenes que me pretendían, también era muy celoso siempre se peleaba con Kouga un joven youkai lobo que también me pretendía ­— le respondí a lo que el me presto demasiada atención a mi pequeño relato.
— ¿Así que mi papi tenia competencia por tu corazoncito? — me sorprendía el por que justo hoy preguntaba todo eso, ya que esta era la fecha en donde el me abandono a mi suerte.
— no tu padre nunca tubo competencia ya que yo lo amaba únicamente a él.
Ya habíamos llegado al templo y justo cuando estábamos dentro de la casa una fuerte energía sobrenatural aparece en el ambiente. Tome mi arco flechas y le dije que no saliera de la casa ya que correría peligro si lo hacia.
—Mami no lo are yo debo protegerte de los demonios por eso soy un hanyou —me decía esas palabras muy firmes. Me alegraba ver aun ese interés por mí en alguna persona a la que amaba.
— gracias hijo pero dime ¿Qué haría yo si te pasara algo? Eres muy joven aun promete que te quedaras aquí.
— Lo prometo mami —temía que mi pequeño tuviera el mismo destino que su padre ya que ambas vidas eran similares, ambos criado por sus madres y alejados de sus padres, rechazados de algún modo por la sociedad y por ultimo y lo más temido por mi la ausencia de su madre a temprana edad.

Salí de la casa y me dirigí a donde se ubicaba la mayor concentración de energía demoníaca… la pagoda donde estaba el pozo devora- huesos…
Antes de ingresar realicé un conjuro donde todo el templo fuese sellado por un campo para evitar que estos escaparan y causaran estragos por doquier. Abrí la puerta y un centenar de demonios salio de esta, lo primero en que pensé fue en ver de donde nacían todo estoy y me sorprendí al ver que era el pozo nada mas y nada menos el que estaba causándosete enorme problema.

—Sacerdotisa pagaras por haber destruido la perla de Shikon —me amenazaban por haber hecho un bien a la humanidad, pero que diablos ya estaba hacho y ellos deberían seguir en el otro mundo y yo acá.
— ¿Por qué justo hoy tenia ser? — tome una de mis flechas y la lancé eliminado gran cantidad de estoy, ya que aun que no estuviera en ese mundo no desperdiciaría mis poderes.
—“Debo sellar por mi misma el pozo” —temía que no lo lograra, que lo dejara solo, mis miedos nuevamente me juegan una mala pasada, pero esta vez no me rendiría ya que no tendría a nadie que me protegiera.
Realice un conjuro y elimine a casi todo pero, ese intento no fue muy buena idea ya que perdí casi todo mi poder espiritual, un poco mareada caí de rodillas respirando muy agitada, rápidamente vi que uno youkais se estaban acercando a mi casa donde se encontraba mis mas grande tesoro.
— ¡Yashamaru nooo…! —me levante a duras penas y corrí para eliminar a esos demonios, por poco y ellos ingresan a mi casa pero afortunadamente logre destruirlos; entre a mi casa y me cercioré de que estuviera sano y salvo.
— Mi niño ¿estas bien verdad? —le tome la carita para ver sus ojitos llenos de… miedo.
—Si mami, suerte la mía que llegaste a salvarme —me dio un calido abrazo que me izo sentir nuevamente querida.
—Me alegra…hijo…mío…— todo de repente se volvió oscuro.

***
— ¿Donde estoy?, ¿mi hijo donde esta?, ¡Yashamaru ven por favor! — estaba asustada no sabia que había sucedido después de caer desmayada. Ahora me encontraba en una cabaña sola, bueno hasta que grité ya que enseguida entro mi pequeñín acompañado por...
— ¡Shippo! —estaba sorprendida; no sé pero estaba nuevamente “en casa” junto con todos… Inuyasha…
— ¡Kagome que alegría volver a verte! Desde que kikyo te arrojó al poso hemos intentado ir por ti incluso Inuyasha ha intentado viajar por el meido; como lo hizo cuando la parlo te rapto— ¿había oído bien? Que Inuyasha quería… ¿rescatarme?.
—Mami papi no se llama ¿Inuyasha? — es verdad él no lo conocía ya que la única foto que tenia estaba escondida para que no la viese debido a que yo no quería que él le tuviera odio por dejarnos.
— Así es Yashamaru se llama Inuyasha tu padre— en eso me levanto para salir a ver como estaba todo; era exactamente igual.
— ¡Sango Kagome esta bien! ¡Ya ha despertado Miroku! —Shippo grita eufórico alegrando a todos los que se encontraba afuera de la cabaña.
— ¡Sango que gusto verte nuevamente! —le abrace con fuerzas ya que me hizo mucha falta.
— ¡Que alegría el verte de nuevo! —gritan al unísono ella y el monje, que al momento de moverse aparecen dos pequeñas gemelas de unos cinco años al igual que el mío.
— ¿Son sus hijas? Miren que bellas son.
— Si son de Miroku y mías, ¿él es tuyo verdad? y ¿de quien más? Digo ya que no se quiere dejar tocar por nade y mucho menos que intenten quitar la gorra. — mi mirada tubo un gélido cambio.
—Si es mi hijo de cinco años Yashamaru y el es hijo de…
— Mío…—todos nos giramos a ver quien era el que osaba decir que era su hijo.
— ¡Inuyasha! —todos pronuncian su nombre, mientras que él se acerca al niño para quietarle la gorra.
— ¡Que ni se te ocurra hacer lo que estas pensando! —cegada por la rabia que sentía en ese momento tensé mi arco contra él. Todo estaban sorprendido por mi acción.
—No me lo impedirás, él es mío también —no hizo caso a lo que previamente le había advertido.
— ¡No subestimes mis advertencias! — le grite al momento de lanzar la flecha que rápidamente esquivó.
— Kagome ten cuidado con lo haces —me advertía Miroku muy conmocionado al igual que los demás.
— No me digas que hacer, solo estoy cuidando lo que un día tú decidiste arrojar por ese pozo sin importarte lo que nos sucediera—estaba muy dolida. En esos momento no me importaba lastimarlo o algo por el estilo.
— Mi vida ven con mami nos iremos de este maldito lugar. —rápidamente se alejo del hanyou y vino a mi para que nos marcháramos lejos de donde empezó todo. Al momento de tomarle de la mano para irnos en inocentemente me pregunta…
— ¿Iremos a buscar a papi verdad? Y así no nos molestarán por ser una familia sin un papá ¿verdad? — eso me rompió el alma ¿Cómo se me había ocurrido semejante canallada contra él? Estuve a punto de separarlo de su padre sin decírselo, pero no, él sabrá quien es su padre aun que me halla roto mi corazón.
— Yashamaru no es necesario buscarlo ya que yo lo entré — le di una sonrisa para animarlo mas aun.
— ¡Enserio mami! ¡Quiero conocerlo, quiero conocerlo! — estaba saltando de la emoción eso me alegro mucho ya que no había guardado rencores por el momento.
—Inuyasha ven por favor, perdóname por intentar herirte a ti y a tu hijo— él me miro muy consternado, mientras que los demás gritaban un fuerte “que”.
—Si es tú hijo yo lo supe al tiempo después de que ella me echara de tu vida, pues no ha sido fácil mantenerle su corazón puro; tu imagen es muy buena. No te odia ni nada por eso me atreví a decir quien eres tú del pequeño.
Tome a mi niñito y cuidadosamente le quité su gorra roja con negro para que vieran lo característico del hanyou padre… sus orejitas de perro.

***
Estábamos dentro de la cabaña, donde me explicaron que todos estos años estuvieron tratando de rescatarme; pero el pozo se sello al momento de caer ya que esa fue la última voluntad de Kikyo. Ahí me contaron también de que ellos evitaban que cada los demonios intentaran ingresar; pero hasta ahora que se le escaparon a Inuyasha lo consiguieron rompiendo su sello también.

—Cuéntame como ha sido tu vida sola allá junto a tu hijo— Inuyasha estaba muy feliz regaloneando a su único hijo según tengo entendido.
—Pues no ha sido fácil lidiar con la vida cuando se es madre soltera, tuve que terminar mis estudios muy rápido y ponerme a trabajar de inmediato, aparte de criarlo; que no es nada fácil por que saco tu carácter —lo ultimo lo dije entre risas.
—Pero eso ya no importa por que ahora tendrá un padre que lo cuide. Kagome todo este tiempo estuve esperando a que regresaras y cuando te encontré en tu casa tirada sin energías me invadió el miedo; pero me di cuenta de que ya no eras esa niñita de hace cinco años, eres una mujer hecha y derecha que ya se sabe cuidar por si misma; me lo comprobaste a ver que eliminaste a todos los demonios. Por eso te pido que no me vuelvas a dejar; que te quedes junto a mi y formemos esa tan anhelada familia con la que soñábamos tú y yo cuando éramos mas jóvenes. — no podía articular palabra alguna. Quede sin ni una sílaba en mi boca; un leve “si” salio por fin de mi y ambos no abrasamos y nos dimos ese ansiado beso que me hizo estremecer, seguido por unos fuertes aplausos de alegría.

***Dos años después***

Me encontraba en mi casa en la época feudal como la miko del pueblo ya que la anciana Kaede había fallecido. Ahora tenia esa familia tan ansiada pero mas grande de lo que mi imaginaba.
Estaba formada por mi marido Inuyasha, mi hijo de cinco años Yashamaru y mis gemelas Inume y Kumiko de dos años las cuales eran una muy parecidas a Inuyasha y la otra a mi pero ambas con orejitas de perro.
Pues a pesar de todo querido diario me encuentro feliz y ahora te cuento un secreto… Si creo un los cuentos con un final feliz…
—Mi amor ¿ haces en ese cuaderno? —llega Inuyasha junto con sus hijos.
—Nada solo estaba notando algo—me levante para salir de la cabaña.
—Pues entonces acompáñanos a pescar —me tomo de la mano y todo nos dirigimos en familia al río.

Fin…

N/A: hola a todos espero que les aya gustado puesto que es un poquito triste por que se mezclaron mis sentimientos ya que algo no me resulto como quería. Bueno espero que les aya agradado y nus estamos viendo.

PD: necesito que me digan mis herrores para mejorjar si lo decan claro.

Sayito…