Quédate junto a mí... - ItaSaku, SasuSaku

*Narra Sakura…*

Capítulo 19:

Todo esto ha ido demasiado rápido, no creí que me encontraría con él en el aeropuerto, y menos que ahora estuviésemos en la misma habitación, y él cargando a Sora en brazos, pero así fue, y no tengo idea de si debo agradecer o golpear a Shisui por todo lo que ha sucedido desde que llegamos a Kyoto; como sea, él se ve tan lindo junto a Sora, y ella parece feliz, tuve que salir de allí un momento, aquello me conmovió y solo quería llorar por unos minutos, por lo que me encerré en la otra habitación, y creo que Sasuke entendió que necesitaba privacidad, no me siguió ni mencionó palabra alguna. Cuando ya me sentí más tranquila, regresé a mi habitación, Sora se había dormido nuevamente, y estaba en mi cama, y Sasuke estaba sentado a su lado, observándola y acariciando su pequeña mejilla con ternura.

—¿Te sientes mejor? —me preguntó ahora mirándome fijamente.

—Sí —le respondí, aun parada al otro lado de la cama—, aunque estoy algo cansada.

Él se levantó con cuidado de su lugar, empezó a acercarse a mí lentamente, y yo sólo intentaba alejarme, quería huir, ya que si no lograba hacerlo, quizás no lograría hacer lo que tenía que hacer.

—Detente ahí, por favor, esto no puede continuar —puse mi mano contra su pecho al verme acorralada, y lo empujé con suavidad, pero dando a entender que no debía acercarse más.

—¿Qué es lo que no puede continuar? —me cuestionó—, sólo quiero estar contigo y con Sora, ¿es mucho pedir?

—Sasuke-kun, yo voy a volver, y por supuesto que me iré con Sora, aun deseo terminar mis estudios allá, así que… —él me interrumpió.

Me cogió la mano con la que intentaba detenerlo, me tenía de la muñeca, se acercó todo lo que pudo, y me besó, situación a la cual no pude resistirme, ya que había soñado tantas noches con volver a besar esos labios de aquella manera tan apasionada, pero minutos después de muchos besos incontrolables, lo detuve, ya que ambos queríamos llegar a algo más, y si alguien tenía que hacerse la fuerte, esa era yo, aún no me sentía preparada para hacerlo, él fue el primero y único, y eso lo hacía especial.

—Sakura, no puedo dejarlas ir, en verdad me pides algo imposible —me acariciaba la mejilla, yo no quería mirarlo.

—Sasuke-kun, siento mucho esto, pero es algo que tengo que hacer, y Sora debe venir conmigo —le reafirmé, no esperaba que lo entendiera del todo, pero por ahora solo yo era la encargada de Sora.

—Entonces, iré contigo —eso no era lo que yo quería, si él venía con nosotras, toda su vida cambiaría, y quizás sus padres no estén de acuerdo.

—No puedes, o mejor dicho, no podría hacerte esto, sólo quieres venirte conmigo porque te sientes responsable, pero en un principio, yo ten incité a hacerlo esa última vez, así que no lo hagas —esperaba que con esto se desanimara y regresara a su vida en Tokyo, él aún tenía muchas cosas por hacer.

—Oye, primero que nada, me incitaste, pero no me obligaste, y segundo, yo te había dicho hace un año que tan sólo quería estar contigo, y quería que nos casáramos, pero debía arreglar el asunto de “mi compromiso”; de todas maneras, eso terminó, y el que se casará con ella es Itachi —me explicó con seriedad.

—Pero, no quiero que ahora sientas que debes casarte conmigo, y menos que tus padres piensen que vine tan solo para eso —ese pensamiento me agotaba mentalmente, me entristecía demasiado.

—Yo… —me miró por unos segundos, y luego se marchó, bajó las escaleras y se oyó la puerta de abajo ser tirada con fuerza.

Aquel ruido no despertó a Sora, pero fue doloroso para mí, él no dijo nada más, y eso solo quería decir que se rendía, que aceptaba que nos marcháramos y que nos alejáramos de su lado; hice mis maletas, aunque no era mucho, no llegué a desempacar del todo, me había desanimado las palabras que Sasuke me dijo en el aeropuerto, y ya como le dije antes, esa noche regresaría a América, ahora debía decírselo a Shisui, pero intenté llamarlo a su celular y no contestaba mis llamadas, así que le envié un mensaje diciéndole que me iría con Sora a las diez de esa noche.

Esperé unas horas, eran las nueve, por lo que salí de casa, había pedido un taxi, y ya afuera, un auto negro se estacionó atrás del taxi, Shisui bajó de allí, y detrás bajaron Mikoto-san e Itachi; Shisui se acercó al taxista, le pagó, y este se fue, luego la madre de Sasuke se acercó hacia mí, y me quitó a Sora, ella me sonreía.

—Hola Sakura, yo cuidaré de ella mientras ustedes tres conversan tranquilamente, no es necesario que te vayas hoy —me dijo entrando a mi casa—, realmente tengo una nieta muy linda.

—Pero perderé mis boletos de viaje… —Shisui me interrumpió.

—No te preocupes por eso, podemos comprar otros, además esta conversación ya no se puede posponer —él no se veía tan animado.

—Es agradable verte Sakura —Itachi me sonreía tranquilamente—, es una lástima que ya no esté libre para ti.

—Sí, claro, ya oí que te casarás, y con la ex de tu hermano, que envidia —estaba siendo sarcástica con él, sabía que él también me estaba fastidiando.

—Itachi, si vas a continuar haciendo el tonto, te puedes ir —decía Shisui algo fastidiado.

—Calma, sólo la saludaba, hace buen tiempo que no la veo, más que en la foto que me mostraste aquella vez en que viniste —yo me sorprendí, ¿cuándo Shisui me había tomado alguna foto?

—Como sea, vamos, subamos al auto —todos subimos, el auto nos llevó a un restaurant, en el cual entramos a una habitación privada, donde nos trajeron la cena, y Shisui pidió que no nos molestaran hasta que los llamásemos.

—¿Y de qué va todo esto?, ¿por qué Itachi y su madre están aquí Shisui? —le interrogué mientras me disponía a beber algo de té de hierbas.

—Yo vine por dos motivos, el primero es para decirte que Samui nunca fue la verdadera prometida de Sasuke, mi madre se lo hizo creer para que tú al fin pudieras confesarle tus verdaderos sentimientos, pero al final te fuiste —Itachi me explicaba aquello, pero para mí fue difícil de creer—; y el segundo, es para asegurarme de que Shisui no beba solo esta noche.

—¿Y por qué habría de beber? —pregunté confundida.

—No le hagas caso —interrumpió Shisui—, pero es hora de que sepas toda la verdad, al menos la parte en la que yo estoy incluido; esto decidirá si ya es tiempo de mudarme o no.

Y así primero comimos, ya que si no lo hacíamos antes de…, no lo haríamos después. Shisui empezó su historia de cuando era niño, y de cómo conoció a mi hermana, la hermana que yo nunca conocí llamada Sakura, además me contó que la que se llamaría Sora sería yo, pero las cosas no terminaron así, y se culpó de todo lo sucedido, no intentó excusarse, y es que Shisui no era así, él no solía buscar excusas, aunque me sorprendió saber que él no era tan amable en su niñez, y allí confesó que mi hermana de cierta forma fue su primer amor, pero al notar que a Itachi también le agradaba, no quiso hacerle caso y la trataba mal…

—Tu hermana y tú se parecen mucho, sólo el tono de los ojos es diferente, los tuyos son más claros, por supuesto que yo sólo recuerdo el rostro de una niña de cinco años —él estaba cabizbajo y luego se arrodilló en el suelo frente a mí—, nuevamente te pido perdón por todo el sufrimiento que le causé a tu familia, Sakura.

—S-shisui, no hagas eso por favor —le pedí ayudándolo a levantarse—, en verdad agradezco que me dijeras la verdad.

—Sakura, muchas gracias —esas palabras alegraron mi corazón—, siento mucho el haberme metido en tu vida, sólo quería ayudarte y aplacar el peso que llevaba, aunque nada cambiará realmente.

—Estás equivocado, has hecho mucho por mí, yo te lo agradezco profundamente Shi-kun —no sé por qué lo llamé así, pero a él se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Ella solía correr por todos lados llamándome Shi-kun… fue agradable escucharlo nuevamente —yo sólo le sonreí, y lo abracé, él era quien más me había ayudado en todo ese tiempo que estuve sola.

—Sakura, ¿podrías volver sola a tu casa?, el auto te llevará —me pidió Itachi quitando a Shisui de entre mis brazos—, para nosotros es hora de beber.

—¿Pero y ustedes? —le pregunté.

—El auto vendrá por nosotros después, primero recogerá a mamá y la llevará al hotel, no quiere molestarte —y así me sacaron de allí, pues yo no debía beber, tenía una bebé a la cual alimentar.

Me fui tal como ellos me lo pidieron, me sentía un poco mal por Shisui, debió haber sufrido mucho estando a mi lado, sin tener el valor de decírmelo desde un principio, y supongo que cuando me dijo que le gustaba, habría pensado en mi hermana, entonces tal como lo dijo, ya no podremos vivir como hasta ahora, aunque realmente no quería que nuestra amistad cambiara. Llegué a casa, entré a buscar a Mikoto-san, la cual estaba cantando una canción de cuna a Sora, mi pequeña parecía tener sueño, pero cuando oyó mi voz, empezó a llorar supongo que exigiendo que la alimentara.

—Me hiciste abuela, Sakura —pensé que estaría enojada, pero era lo contrario, Mikoto-san estaba encantada con la idea—, aunque no lo creas, Fugaku quería venir a conocer a Sora, pero por el trabajo, no pudo, aunque quiere que le saque algunas fotos junto a ti.

Ella nos tomó las fotos que le prometió a su esposo, no terminó hasta que le tomó una a Sora dormida, le dio un beso en su pequeña frente, y luego me dio un abrazo, uno muy cálido.

—Sakura, ¿podrías al menos quedarte este año?, aún puedes ir a la universidad de allá, pero puedes terminar la preparatoria aquí, ¿no lo crees? —me preguntaba al oído—, deja que Sasuke pueda disfrutar a su hija al menos ese tiempo, y a nosotros cuidarla mientras estudias, así podrás prepararte mejor para cuando presentes tu examen.

Ella me soltó lentamente, yo la miré y segundos después miré a mi bebé, se parecía tanto a Sasuke, aún más con los ojitos cerrados; estaba siendo egoísta, no podía mostrársela primero, para luego quitársela, sería como cuando le dije que perdí al primer bebé en ese accidente, sería tan doloroso para él, y ahora para toda su familia, ellos querían conocer a Sora, y querían que Sora los conociera, que los reconociera si se iba y volvía a visitarlos.

—Debo traer mis papeles de allá para inscribirme en la escuela, no queda mucho tiempo ¿verdad? —le sonreí a la idea, mis amigos también conocerían a Sora, y yo los vería seguido… en esta decisión creo que todos ganamos—, y debo traer mis cosas, las de Sora, y decirle a Shisui que me quedaré por un tiempo, así podrá volver junto a sus padres.

—Shisui no se irá si tú se lo pides —me dijo con una sonrisa—, ¿tú deseas separarte de él?, él ya nos contó todo lo que pasó entre ustedes.

—N-no es lo que piensa, yo me sentía triste y lo b-besé… —me puse completamente roja, me quemaba el rostro de vergüenza y ella me seguía sonriendo—… yo besé a Shisui, pero usted no lo sabía hasta que lo dije, que idiota que soy.

—Yo una vez estuve a punto de besar a tu padre, estaba ebria, celebrábamos el haber ingresado a la universidad, fue un impulso, pero Fugaku tomó un balde de agua muy fría ya que era invierno, y así se nos enfrió la cabeza… —Mikoto hablaba como si se tratara de un buen recuerdo, aunque para mí no fuera agradable oírlo—…, esa noche, Fugaku me pidió matrimonio, y le dije que sí por supuesto, a él no le importaba si era una simple chica de clase baja, él me quiso por ser yo.

—Eso fue inesperado —fue todo lo que pude comentar sobre el recuerdo de Mikoto—. Entre Shisui y yo sólo puede haber una amistad, pero no quisiera dejar de verlo, gracias a él pude llegar hasta aquí, aunque sería egoísta de mi parte el pedirle que se quede.

—No lo creo así, él sólo piensa alejarse porque se lo pediste, y también porque cree que sería un estorbo para ti ahora que sabes la verdad —ya era medianoche, ella debía estar cansada, pero estaba allí por mí—. Yo al principio no quise aceptar tu relación con Sasuke, no por tu familia o condición, sino por ti, no quería que pasaras por todo lo que yo tuve que pasar, Fugaku casi nunca está en casa, no tiene mucho tiempo para mí o para mis hijos, y cuando está, muchas veces su temperamento causa discusiones entre ellos, es muy exigente ser la esposa de un Uchiha, así que luego que terminaron, obligué a Sasuke a un compromiso, aunque él no sabía que era falso, sólo quería conseguir que ambos fueran sinceros con sus sentimientos, y que fueran lo suficientemente fuertes para que pudieran superar cualquier cosa juntos; fui culpable de que te marcharas, lo siento mucho Sakura.

—N-no, no se preocupe, eso ya quedó en el pasado, yo me fui porque no quería arruinar la vida de Sasuke, eso es todo —suspiré—, creo que usted debería ir a descansar, ya es muy tarde, pero para que se vaya con una sonrisa, puede que considere quedarnos más tiempo.

Esa noche, o madrugada, no pude dormir, realmente era fácil decir que me quedaba, pero lo difícil sería hacer todo aquello, ver a Sasuke todos los días en la escuela, y esta vez no sabría dónde quedarme, ya que ella quisiera cuidar de Sora; yo no quería abusar de la hospitalidad del tío nuevamente, y no podría quedarme aquí, ya que necesitaba estar cerca de ellos en Tokyo. Amaneció demasiado rápido, Shisui no había vuelto, espero que no haya bebido tanto, allá en América nunca lo vi beber, me duché, me vestí, vestí a Sora, y bajé a preparar el desayuno, pero me sorprendí al ver a Shisui preparándolo, se veía de lo más normal.

—¡Buenos días a las dos!, ¿qué con esas ojeras Sakura?, ¿no te dejó dormir Sora? —la sonrisa de Shisui era como una medicina, muy parecida a la de Naruto, de esas que te levantan los ánimos al instante.

—Creí que estarías descansando en el hotel con Itachi… —él me miró serio ahora.

—El único que necesita descansar es Itachi, creo que bebió por él y por mí también, yo sólo fui una excusa, se estuvo quejando de por qué su novia no quería acostarse con él aún, como si yo lo supiera —yo me reí, los dos primos parecían niñitos, pero al parecer eran mejores amigos.

—Te ves feliz, me alegra —le dije dejando a Sora en su silla-mecedora, y acercándome para comer lo que ponía sobre la mesa—. Me quedaré aquí, bueno, no aquí exactamente, sino en Tokyo, al menos terminaré la preparatoria, Mikoto me dijo que me ayudará a cuidar de Sora mientras estudio, así me ahorraré la niñera, y sólo me falta encontrar un lugar donde vivir.

—¿No vivirás con Sasuke?, creo que sería lo más lógico —mordí una tostada en respuesta, y cuando acabé, volví a hablar.

—Yo no he vuelto con Sasuke, eso aún es algo complicado, y no sé si más adelante se podrá dar, pero por el momento, su relación será con su hija, así todo el mundo hable a mis espaldas —y con eso di a entender que concluí esa conversación, al menos la parte de Sasuke—. Tú… ¿te quedarás verdad?

—¿Qué? —se atragantó y tosió por un momento—, no lo sé…

—Entonces cambiaré mi pregunta, ¿te gustaría quedarte?, ¿no extrañas a tu familia de aquí? —ya eran dos preguntas y no sabía si él realmente deseaba esto, esperaba que fuera sincero, y no que se sintiera obligado.

—Me quedo si vives en mi casa —esta vez no dejó de mirarme esperando una respuesta, dependía de lo que yo dijera para que se quede, es muy astuto, no lo puedo negar.

—¿Tu casa?, ¿y dónde se supone que vives? —le pregunté curiosa.

—Antes solía vivir al frente de la mansión Uchiha de mi tío Fugaku, pero desde que sucedió aquello, mis padres compraron la mansión al lado de ellos, la destruyeron y construyeron una a su gusto, a pesar de ello, nos fuimos a vivir a América, y ese lugar quedó deshabitado, aunque desde hace unos meses hice arreglos para que la volvieran habitable, y ya está lista, incluye una habitación rosa, y tiene un nombre en su puerta, “Sora”, creo que te gustará mucho —ese hombre era un completo manipulador, usaba su linda sonrisa y sus amables palabras para ello.

—Lo tenías todo fríamente calculado ¿no? —lo miré con cara de pocos amigos y él se rió.

—No digas eso, de todas maneras te le iba a ofrecer, si yo no la uso, ¿para qué tenerla?, en cambio tú y Sora necesitan donde quedarse, y pensé que llegaría el momento en que querrías quedarte en Tokyo, así que sólo acéptala, yo volveré a América de todos modos —eso me sorprendió, pensé que se quedaría si me quedaba en su casa.

—¿No dijiste que te quedarías aquí? —quería una respuesta ya, tampoco quería la casa así de gratis para mí.

—Aún hay cosas que tengo que arreglar con mis padres, sino, no podré volver, pero prometo no demorar, quizás me tome un par de meses, mientras tanto, cuida mi casa ¿sí? —no tenía por qué pensarlo, era una oportunidad que no podía rechazar—, yo enviaré todas tus cosas, y también tus papeles de la escuela, y anularé tu inscripción allá, así que por eso no debes preocuparte.

—Gracias, Shisui-kun —mi voz salía quebrada, tenía ganas de llorar, no entendía por qué todos ellos eran tan buenos conmigo… ¿era por mis padres?, ¿por mi hermana?, ¿por mi hija?, o ¿por mí?, sea como sea, nunca podré agradecerles como se debe.

Ese día, junté todas mis cosas nuevamente, y nos fuimos a Tokyo, a la casa de Shisui, era realmente grande, muy hermosa, y algo nuevo fue que abrió un camino que se unía con el camino de cerezos de la casa de los Uchiha y Hyuuga, o sea que podría entrar tranquilamente cuando quisiera hacia aquel lugar de tantos recuerdos. La habitación de Sora era el doble de lo que fue mi departamento en América, y la mía igual de grande, las dos estaban juntas y tenían una puerta que las unía; aún no entiendo como alguien como él no tiene novia; al día siguiente se marchó de madrugada, Hinata se iba a quedar conmigo hasta que Shisui regresara, y en cuanto a Sasuke, él aún no había regresado a su casa, aunque les había llamado a su familia, estaba quedándose donde Juugo. Dos días después de que Shisui se marchó, llegaron todas nuestras cosas, algunas de sus cosas, y mis papeles, con los cuales fui aquel día a inscribirme en la preparatoria, en la cual el tío Hiashi había pedido que dejasen un puesto para mí en el aula donde estuviera Hinata.

Hinata se quedó con Sora, yo fui sola, no quería molestarla tanto, llegué en taxi, no quise pedir el auto a nadie, y cuando bajé, me encontré con Sasuke, él esperaba en la entrada, estaba de brazos cruzados, se veía algo enojado, y no supe qué hacer; pasé por su lado, solo dije hola y seguí mi camino.

—Te esperaré aquí, tenemos que hablar —eso me asustó, pero igual entré a continuar con mis asuntos, supuse que Hinata le dijo que estaba camino a la escuela.

Cuando salí, él estaba allí como me dijo, solo y serio, me miró y se acercó despacio hacia mí, respiró profundamente, quiso coger mi mano, pero fui más rápida y empecé a caminar a un paso delante de él, aunque después de acabar con su paciencia, me tomó la mano y caminó lo más rápido posible hasta su auto que estaba en el estacionamiento, me abrió la puerta y me hizo subir.

—¿Se puede saber por qué te alejas de mí?, yo te pedí que estuviésemos juntos, pero en vez de aceptar aquello, preferiste vivir en la casa de Shisui, y él vendrá después a vivir contigo, ¿cuánto más piensas seguir siendo cruel conmigo? —yo no quería hablar de eso, menos con él acerca de nosotros.

—Puedes ver a Sora todo el tiempo que quieras, ¿no es bueno que vivamos tan cerca de ti?, tú eres el que no ha estado desde que nos mudamos —le refuté, estaba algo enojada por ello.

—¡¿Por qué no quieres estar conmigo?! —parecía desesperado por hallar una respuesta a esta situación.

—Sasuke, creo que debemos darnos un tiempo, uno en el que no sintamos que debamos casarnos solo porque tenemos una hija, sino porque realmente me amas, y de eso no puedo estar segura ahora —miré hacia otro lado—; ¿me llevas hasta donde se encuentra Sora?

Sasuke primero golpeo el timón de su auto, estaba enojado, pero ya no me pidió mayor explicación, supongo que aceptó lo que le dije, y esperaba que lo cumpliera, o tendríamos problemas cada vez que nos viéramos, y eso era algo que quería evitar.

 

Capítulo 20: Parte 1 (Final)

Llegamos a casa de Shisui, Sasuke se la había pasado suspirando cada minuto, o eso me pareció, aún seguía enojado, pero creo que lo hacía para calmarse, y así en silencio me abrió la puerta del auto, y me siguió con calma hacia la habitación de Sora; entramos con mucho cuidado, Hinata estaba allí alimentándola con un biberón, y cuando nos vio, se sobresaltó, se sonrojó, dejó a la bebé en mis brazos, y con un susurro se disculpó conmigo.

—No tienes por qué disculparte —le contestó él por mí, aunque yo pensaba lo mismo, por lo que no dije nada, y ahora el suspiro me salía a mí.

—S-si me necesitan, sólo llámenme —y así se marchó de allí.

—Espera un momento —le dije alejándome un momento, debía hacer que Sora eructe, no quería que le dieran cólicos luego.

Él me observaba cautelosamente, estaba pendiente de cada movimiento mío, y eso me daba escalofríos; Sora hizo su deber, sentí que Sasuke sonreía a mis espaldas, se encontraba apoyado al lado de la puerta, y desde ahí esperaba a que yo terminara con lo mío, ya que le había prometido ver a mi pequeña y no podía faltar ante ello.

—Listo, tómala —me acerqué lo suficiente como para entregársela, y él por supuesto la cogió suavemente entre sus brazos.

Sasuke estaba más alto, lucía más fuerte, y varonil, y no podía negar que estaba mucho más apuesto; aun no entiendo el que una chica poco atractiva como yo, sin tener un cuerpo envidiable, lo haya enamorado, es algo difícil de creer, aunque nunca sentí que me mintiera con respecto a sus sentimientos… no hay nada que hacer, lo amo sin condiciones.

—Ella se parece a ti cuando sonríes —me dijo sacándome de mis pensamientos algo pervertidos, me sonrojé por completo y tuve que darme la vuelta para que no lo notara, me puse a ordenar algunas cosas de ella que estaban fuera de lugar, y con aquel acto volvió mi rostro a su tono natural.

Sora se durmió en brazos de su padre luego de unos minutos, al parecer era bueno arrullándola; la dejó sobre su cuna, él se retiró depidiéndose tan solo con un gesto de mano, y en gran parte es mi culpa que estemos así, lo peor es que pronto será su cumpleaños, y no tengo idea de qué o cómo me acercaré a él ese día…

…Han pasado unas semanas, en dos días empiezan las clases, pero hoy, hoy es un día especial, Sasuke cumple dieciocho años, y tal parece que no desea ningún tipo de celebración, al menos no de su parte, lo cual me hará más difícil presentarme a saludarlo, claro que teniendo a Sora a mi lado, tendré el suficiente valor para hacerlo; Una vez listas, y aún siendo de mañana, salimos de casa, y nos dirigimos hacia la mansión Uchiha, Sora estaba muy despierta, y sonreía mientras pasábamos lentamente por el camino de cerezos.

—Llegan tarde, ya iba por ustedes —esa voz tan conocida, sonó algo enojada, vino desde uno de los árboles, y si recordara en qué árbol me esperó aquella vez en que lo cité cuando lo llamé por primera vez a su móvil, era exactamente aquel, donde lo hallé recostado.

—Me asustaste, tonto —contesté intentando poner una cara de pocker, ya que me sacó de la calma en la que me encontraba, y mi corazón palpitaba a mil por hora—, ¡Feliz cumpleaños S-sasuke-k…!

No pude acabar de decirlo, no era tan simple llamarlo como lo hacía antes, era vergonzoso, y sería como decirle que estamos llevándonos mejor que hace unas semanas atrás, cosa que no era del todo errónea, pero no quería que me malinterpretara. Ambos nos mirábamos sin decir palabra alguna, sentía que sobretodo, él tenía sus ojos puestos sobre mis labios, estaba segura que deseaba que lo besara, y eso era imposible para mí, aunque pensándolo bien, no me es imposible hacerlo, pero sí me sería incorrecto, a pesar de que también lo deseo, y todo eso hizo que me sonrojara, esta vez sin tener dónde ocultar mi rostro, por lo que lo ví sonreír maliciosamente, creo que se sentía satisfecho por ello.

—Ese fue el mejor regalo de hoy, no sólo verlas, sino… —caminé de largo pasando de él, me incomodaba su altanería.

—Eres tan creído como cuando recién nos conocimos —le contesté ya sin mirarlo.

—Y que bueno que tú no sigas siendo la misma —me habló calmadamente y con cierto orgullo en su voz.

Ciertamente él tenía razón, yo ya no era la misma, ya no era aquella chica que desde lo de mis padres, no dejaba que nadie entrara demasiado a su vida; caminamos hacia su casa, estaba un poco nerviosa, ya que el que él haya ido por nosotras, debía significar algo. Los padres de Sasuke estaban en la puerta, y sonreían mientras nos veían llegar; Mikoto-san se acercó y me arrebató con cuidado a Sora, luego se la pasó al señor Uchiha, sólo alcancé a oír: "Diviértanse mucho hoy". Ellos desaparecieron dentro de aquella gran casa, y yo no tenía idea de nada.

—Ven —fué una dulce orden, y gentilmente tomó mi mano y me guió hasta dentro de su auto, el cual ya estaba estacionado fuera de la casa.

—O-oye, ¿Qué estamos haciendo? —lo cuestioné algo confusa.

—Tendremos una cita, una muy normal, como si nos conociéramos nuevamente Saku —yo lo miré, supongo que pudo ver temor en mis ojos—, y no te preocupes, no haré nada que no quieras.

Yo asentí, esperaba que esta cita no terminara en desastre o en alguna tonta discusión; por lo que pude ver, nos dirigimos hacia un restaurant, pero era uno muy lujoso, así que me opuse a entrar.

—No entraré —me crucé de brazos y él sonrió.

—Espero que Sora sea más madura cuando crezca —lo miré con cara de pocos amigos y muchas ganas de asesinarlo—, era broma, ¿Me dirás por qué no piensas entrar?

—No estoy vestida como para entrar allí, ¿no es obvio? —suspiré—, además podemos ir a cualquier otro lugar, dijiste que era una cita muy normal.

—Entonces ven conmigo —me tomó de la mano y dejé que me llevara, aunque algo desconcertada.

Caminamos unas calles más allá, cuando se detuvo al fin, después de tanto buscar, era una tienda exclusivamente de ropa para damas, no dije nada, ya imaginaba lo que haría, sólo me digné a seguirlo; luego de casi una hora de compras y cambios de look a su gusto, lo cual no me disgustó ya que era él quien escogía todo eso para mí, regresamos al restaurant, envió las demás compras a casa de Shisui, y él yo empezamos a disfrutar de una lujosa y cabe decir deliciosa comida.

—S-sasuke-kun —él se detuvo de comer y pude observar que se sonrojó al oír su nombre de aquella forma nuevamente, a pesar de eso, no dejó de mirarme.

—¿Sucede algo? —me preguntó algo avergonzado.

—Bueno... creo que solamente por hoy, pretenderé ser tu novia, ya que en sí no soy yo misma con este atuendo, pero no pasaremos de besos y caricias, y es solo si tú estás de acuerdo —fue tan difícil proponerlo.

—¿Hablas en serio?, ¿entonces podré tocarte y besarte? —me interrogó muy seriamente.

—C-claro, ya te lo dije —le respondí nerviosa.

—No lo haré —aquello me sorprendió, no me lo esperaba—, a menos que tú admitas querer besarme y tocarme también.

Él realmente era muy atrevido, pero esa era una de las cosas que me gustaban de él, ahora yo me sonrojaba, había sido tan difícil decirle aquello, pero Sasuke pedía más de mí, por lo que bebí un poco de vino para darme valor, y luego respiré profundo.

—Yo también quiero besarte y tocarte, quiero abrazarte y que me tomes de la mano, quiero decirte que te amo y cuánto te he extrañado todo este tiempo, quie... —él estaba a mi lado, tomando mi mano, la besó.

—Te amo Sakura, te amo demasiado —se arrodilló ante mí y me colocó un anillo en mi dedo anular—, cásate conmigo, si lo haces, ya no tendremos que esperar por todas estas cosas, las podremos hacer cada día.

—¿Es en serio? —mi corazón no dejaba de palpitar de emoción, quería aceptar, pero...—, creo que podemos dejar la respuesta para el final del día.

—Está bien, pero no tienes permitido quitarte el anillo —él se levantó y volvió a su lugar.

Ambos terminamos de comer en silencio, salimos de allí tomados de la mano, subimos a su auto, y nos dirigimos a comprar ropa más cómoda para ambos, lo cual no duró mucho; después nos fuímos al cine, y saliendo camino al estacionamiento, él se detuvo un momento, me jaló hacia él, y me besó, a lo cual correspondí como acordamos, pretendiendo ser novios por un día.

—¡¿Sasuke?! —esa voz la reconocimos, por lo que nos separamos.

—¡¿Sakura?! —Sasuke me cubría por lo que pensaron que era otra chica con la que se besaba—, no te reconocimos.

—Hola cerda, sempai —les saludé avergonzada nuevamente, no creí que.nos encontraríamos con alguien.

—No me digan que ya... —Sasuke lo interrumpió.

—No es nada, solo una cita que acaban de arruinar, ya nos íbamos de todos modos, adiós —él me empujó suavemente por la espalda para que lo siguiera.

En silencio nos subimos al auto, y me llevó hacia la torre de Tokyo, ya había empezado a oscurecer, por lo que pudimos ver un hermoso atardecer desde allí. Sasuke se acercó por detrás, y me rodeó con sus fuertes brazos, no pude evitar sonreír de felicidad.

—Te amo, Sasuke-kun, fui una tonta por no admitirlo antes de que termináramos, de haber sido así, hubiésemos enfrentado todo juntos —él enterraba su rostro en mi cabello—; besé a Shisui una vez.

Creí que Sasuke me soltaría, se enojaría, y se marcharía, pero no fue así, solamente sentí un largo suspiro de su parte.

—¿Me contarás los detalles?, debe incomodarte contarlo, pero quiero saber si sientes algo por él también, porque es obvio y doloroso que él sí —su voz sonaba quebrada y algo triste.

—Fue cuando él vino a Tokyo para una reunión familiar, me quedé sola, y así me sentí todo el tiempo que no estuvo, aún no sabía que era un Uchiha, y cuando él volvió, lo primero que hice fue acercarme demasiado ya que parecía haberse dormido en mi sillón, él era la única persona en la que podía confiar, y ahí me puse a observarlo, cuando me abrazó por sorpresa, y al separarnos un poco, su mirada era igual a la tuya, me recordó a ti, y simplemente sin pensarlo lo besé —él continuaba en silencio—, puedo excusarme diciendo que eran las hormonas y que me encontraba muy sensible a causa del embarazo, pero aquel momento terminó cuando mencioné tu nombre. Cuando se marchó, después de aquel incidente, fue cuando te hice aquella extraña llamada.

—No es como si me engañaras, ya estábamos separados en ese tiempo —contestó.

—Shisui sólo es un buen amigo, y como si fuera de mi familia, quizás por lo que sucedió antes con mi difunta hermana —Sasuke me interrumpió.

—¿Hermana?, no sabía que tuvieras una —me giró hacia él y me miró sorprendido, por lo que me tomé un tiempo para contarle toda la historia—. Ya veo, entonces es culpa lo que siente.

—Oye, ¿crees que nadie más puede enamorarse de mí? —otra vez estaba de brazos cruzados frente a él.

—No es eso, pero tú sólo serás mía —me sonreí de lado, fue difícil evitarlo.

Ya unas horas después, y camino a casa, Sasuke se detuvo antes de llegar, y me imaginaba el motivo, debía darle una respuesta adecuada, por lo que respiré profundamente un par de veces por lo menos, y luego me giré para mirarlo; en verdad el anillo era muy hermoso, nunca me imaginé usando uno, todo sueño de tener una familia se desvaneció cuando mis padres murieron.

—Sasuke-kun —tenía que preguntarle antes—, ¿podrías esperar para cuando termine la preparatoria al menos?

—¿Tu respuesta? —sabía que no haría bien mi pregunta.

—No, mi respuesta es sí, pero quiero terminar la escuela primero, y luego podremos casarnos, aunque no será como antes, no nos la pasaremos en la cama, ni saliendo todo el tiempo, no quisiera que lo hagas tan público y tener problemas con tu club de fans, seré una nerd si así lo crees, y lo he estado pensando mucho últimamente, presentaré mi examen aquí, en la universidad de Tokyo —eso era todo cierto, lo que no se me pasó por la mente fue que Sasuke me pidiera matrimonio hoy, lo cual ha hecho que adelante mi respuesta.

—Yo esperaré, y ya te dije una vez que aunque no me agraden los nerds, tú nunca me agradarías menos —él realmente recuerda todas esas cosas.

—Bueno, podría pasar que en todo este tiempo te enamores de alguien más, y yo no... —me calló con uno de sus apasionados besos.

—Eso no sucederá, eres muy inteligente para los estudios, pero esto se te va de la cabeza cada cierto tiempo, por lo que me veré obligado a recordártelo cuando lo crea necesario Sa-ku-ri-ta —era una sonrisa de esas pervertidas la que me mostraba.

Llegamos por fin a casa de los Uchiha, y me llevé con la sorpresa de que Shisui había llegado, estaba cargando a Sora, supongo que la había extrañado; él me miró con una simpática sonrisa, luego sacó una cajita de algún lado, y se lo lanzó a Sasuke.

—¡Hola Sakura!, y ¡Feliz cumpleaños Sasuke!, que lo disfrutes —Sasuke abrió la caja con algo de curiosidad, y pudimos ver que era una película, o eso parecía.

—¿No es porno verdad? —preguntó con naturalidad.

—Yo no te daría ese tipo de cosas, menos delante de Sakura, a ella no le agradan —lo último lo susurraba, pero hablaban como si yo no estuviese allí.

—Lo sé, a veces es una aguafiestas, per... —los tuve que interrumpir, ya empezaban a fastidiarme.

—Oigan, aún estoy aquí —dije fulminándolos con la mirada—, como sea, ya debo irme, mañana te daré tu obsequio.

—Espera Saku, ¿no vas a verlo conmigo?, lo pondré ahora en la sala, sígueme —miré a Sasuke, luego a Sora, estaba durmiendo cálidamente, y Shisui me hizo una seña para que fuera y no siguiera preocupándome por mi bebé.

—¿Sabes Shi-kun?, me alegra que hayas regresado —le sonreí y me apresuré a seguir a mi prometido.

Lo vi sentado frente a una gran pantalla, esperando que algo apareciera, y lo que leí me sorprendió muchísimo, decía: director Shisui U., productor y editor Itachi U, y como título decía: "Sora"... No pude entender de qué iba todo eso, hasta que aparecí yo, en mi departamento en América, bueno, exactamente saliendo de este y camino a la escuela de madres; pude ver que Sasuke no dejaba de mirar, sus ojos se abrían al percatarse de las condiciones en que me encontraba, y por el rostro triste que mostraba, creo que Shisui me estuvo siguiendo un buen tiempo, y me filmaba sin que yo lo notara.

—Y-yo no sabía de esa grabación, ¿podrías dejar de mirarla? —más que una orden, era una súplica; él pausó el video, suspiró, se levantó de su lugar y se acercó a mí.

—Quiero verlo —Sasuke se abrazó de mi cintura, parecía un niñito—, por favor.

Lo cogí de la mano y lo guié al sillón donde antes estaba, me senté a su lado, puse play nuevamente y me dispuse a verlo con él; esta vez se oía la voz de Shisui, parecía que la camara del tamaño que fuera, estaba en su ropa, por lo que casi sólo salía yo en el video. Realmente pude ver mi pancita crecer día a día, me puse muy gorda, pero Sasuke sonreía, mucho más cuando me veía contenta por la bebé, él pudo comprobar que yo estaba bien, no me faltaba nada; que bueno que no salió lo del beso por obvias razones, pero sí salió cuando descubrí que Shisui era un Uchiha. Pronto llegamos hasta la parte en que daría a luz, Shisui estaba tomando mi mano aquel día, pero la cámara estaba desde otro ángulo, uno más asqueroso y vergonzoso, por lo que puse pausa yo misma.

—¿Por qué lo detienes?, yo quiero ver cómo sale Sora, me hubiese gustado estar allí para ti y para ella... además, no hay nada que no haya visto de ti —no sabía si alegrarme, entristecerme, sonrojarme, o enojarme, pero puse play resignada.

Después de tanto escándalo, nació Sora, tan rosadita y pequeña; poco a poco fue creciendo, incluso estaba la parte de cuando Hinata, Naruto, Ino y Kaito fueron a visitarme, pensé que eso enojaría a Sasuke.

—Me alegra que hayan ido a verte, aunque yo no supiera nada, esa visita debió llenarte de nuevas fuerzas —le sonreí y asentí.

—Eso es muy cierto, ahora debo irme, mañana asesinaré a dos Uchihas —me acerqué y lo besé—, te amo.

Shisui nos llevó a su casa, yo estaba en silencio, estaba algo enojada con él, pero no podía estarlo por mucho tiempo; dí otro de esos largos suspiros, y en respuesta él empezó a reír.

—¿Seguirás enojada? —continuaba riendo entre palabras—, Itachi me lo pidió, me pasé la última semana cortando escenas, cosas que Sasuke no debía ver.

—Si te refieres al beso, ya se lo conté, y con lo de enojada... no me molesta que él lo haya visto, sino que no me dijiste que lo harías —le contesté ya más despejada; él dejó de reír al fin.

—¿L-le contaste?, ¿y qué te dijo?, ¿me odia? —me interrogaba avergonzado y preocupado.

—Por supuesto que no, él aprecia que hayas cuidado de nosotras —ya no hablamos más.

Ya en su casa, dejé a Sora en su habitación y me fui a dormir, en un par de días empezaría la escuela.

 

*Bueno, y esto tenía que llegar a su fin, no sé si escribir algo más, pero definitivamente termina aquí, con un nuevo comienzo para nuestra pelirosa. Gracias por sus comentarios de siempre, y aunque ya no podré ver un “Me gusta” de nuevo, con saber que lo leyeron será suficiente ^^*



Capítulo 20: Parte 2 (Final)


Ayer Sasuke apenas si se asomó para ver a Sora, por un momento salimos con el tío Hiashi, insistió tanto en comprarme un auto, y luego, casi todo el día la pasamos junto a Shisui, preparando mis cosas y horarios para la escuela; ya llegó el día esperado, dejaré a Sora al cuidado de su abuela, y aunque entiendo que será de gran ayuda para mí, me será difícil separarme de ella tantas horas al día.


—Sakura, llegarás tarde a tu primer día —me recriminaba Shisui seriamente alejando a mi bebé de mí—, Sora estará bien, yo la llevaré con tía Mikoto.


—E-está bien —me di media vuelta para marcharme, ya que si no lo hacía en aquel momento, nunca me iría.


Me despedí con una señal de mano, entré a mi auto, y lo puse en marcha. Recordaba perfectamente el camino hacia la escuela, y cuando llegué, mis amigas me esperaban en la entrada, lástima que Temari y Ten Ten ya se habían graduado, y también Neji y Kaito, por lo que no los vería en la escuela; Hinata, Ino y Karín me acompañaron hasta el salón de clases, quedamos juntas de nuevo, pero Naruto, Sasuke y Suigetsu estaban en otro salón, con Kaome Hatake, y es que ninguna quería distraerse con su novio el último año de escuela, todos deseábamos ingresar a una buena universidad.


—Bonito anillo Sakurita —me dijo Karín muy alegre—, ¿entonces ya volvieron?


—Eh, bueno... —no sabía qué responder.


—Claro que sí, Kaito y yo los vimos besándose hace dos días —respondió Ino.


—Sí pero... —quise decir algo más, cuando Hinata me cortó.


—¡Por fín Sakura!, me alegra oírlo, ¿y para cuándo será la boda? —quería callarlas a todas.


—Chicas, eso no es tan así, solo tuvimos una cita por su cumpleaños, y sobre el anillo, eso se verá luego de graduarnos, no estaremos viéndonos como cualquier pareja lo haría, primero quiero preocuparme por ingresar a la Universidad de Tokyo —les logré explicar—; esto es aún como un secreto, no quiero meterme en problemas con ninguna chica, así que no lo vayan comentando por ahí. El maestro entró casi a tiempo.


—Buenos días con todos, y que bueno verla nuevamente, señorita Haruno —saludó gentilmente y yo le sonreí, me agradaba Kakashi-sensei.


Las clases transcurrieron con normalidad el primer día, llegó la hora del almuerzo y los chicos llegaron a buscarnos, aunque Sasuke no se encontraba entre ellos, lo que me causó extrañeza, y no es que deseara que me buscara por ser su prometida, pero no lo había visto en todo el día; no pregunté por él, me separé de todos, entonces camino hacia la azotea, lo ví, era el primer día y ya una chica se le confesaba, además, era Kaome la que lo estaba haciendo. Quise fingir que no veía nada, pero al subir los últimos peldaños, me sujetaron del brazo por detrás, fue una de las amigas de Kaome, se veía enojada y parecía querer asegurarse de algo.


—¿Eres la tal Sakura verdad? —me cuestionó.


—¿Y qué si lo soy?, ¿deseas algo? —la interrogué fastidiada y soltándome de su agarre.


—Sasuke ha estado solo todo un año, no te vuelvas a meter con él —pareció una advertencia, y yo le sonreí burlonamente.


—Si él quiere estar solo o no, es su decisión, no tuya —y con esto me marché.


Creo que Sasuke no se perdió la escena, ya que estaba cerca, pero en el momento no hizo ni dijo nada; comí sola, me sentí sola, extrañaba a Sora, y llamé a Mikoto-san para saber cómo la estaba pasando. Sonó el timbre, cogí mis cosas y me levanté de donde estaba sentada, cuando un muchacho de cabello negro corto y ojos azules se apareció de uno de los lados de la azotea, se quedó observándome por unos segundos.


—Que extraño color de cabello —me dijo algo sorprendido llegando hasta mi lado, y tocándolo, lo que me puso nerviosa—, ¿quién eres?


—Eso no es de tu incumbencia —era Sasuke, quien había llegado en aquel instante, y me tomó de la mano.


Dejamos a ese muchacho solo, no me dijo nada mientras bajamos las escaleras, parecía enojado, por lo que me solté de él, y me detuve, así que él volteó a mirarme.


—Sasuke, debo ir a clases, y tú también, te veo luego —de esta forma escapé y fuí al salón, suerte que aún no llegaba la maestra.


Estuve algo distraída, no pude evitarlo, recordar que un extraño cogió mi cabello, me hacía estremecer, y deseaba no cruzármelo nuevamente; al parecer aquel chico no le caía a Sasuke, quizás fuesen solo celos, o quizás fuese su rival en cuanto a popularidad en la escuela, él era guapo, eso era más que obvio. Terminaron las clases del día, y lo primero que hize fue tomar mis cosas y salir corriendo de allí, no me importó que el resto me mirara extraño, aunque mis amigas conocían mis motivos y me entendían, deseaba ver a mi bebé, la extrañaba demasiado; ya en el estacionamiento, me vi rodeada por Kaome y sus amigas, estas chicas en verdad no aprenden.


—¿Y ahora qué quieren?, ni siquiera me he acercado a Sasuke —eso era cierto, él fue quien se acercó, pero no sucedió nada; volviendo con ellas, yo ya estaba perdiendo la paciencia.



—Sakura —Kaome se aclaraba la garganta algo avergonzada—, ¿sabes quién es Sora?


—¿Sora? —no entendía por qué la mencionaba, eso me asustó y creo que lo demostré en mi rostro.


—Así que la conoces, entonces de verdad Sasuke ama a esa mujer —afirmaba pensativa—, esa fue su excusa para rechazarme esta vez, pensé que estaba engañándome, pero parece que hasta a ti te hizo a un lado.


—Piensa lo que quieras, ya tengo que irme —contesté más calmada.


Y así las dejé sin habla, me subí al auto para marcharme al fin, y cuando ya hube salido del estacionamiento, un auto se estacionó frente al mío, y sabía de quién se trataba, por lo que me quedó suspirar, detenerme y esperar a que Sasuke se acercara, cosa que hizo al instante, tocó la ventana del copiloto para que le abriera la puerta, y se subió.


—Estás huyendo de mí, Saku —decía tan seguro y haciéndose la víctima.


—Estás loco Sasuke —lo miré enojada—, metiste el nombre de mi hija en tu tonto club, ahora la odiarán sin conocerla, e intentarán averiguar sobre ella, y lo menos que quiero es eso.


—Oye, yo sólo dije que había una nueva mujer en mi vida, a la cual no pude evitar amar, y como no me creyó, me preguntó su nombre, pero en nada mentí, le dije que ya no tenía tiempo para esas cosas —al principio se excusaba, para luego buscar mi aprobación.


—Bueno, pero... como sea, debes tener cuidado con lo que dices, Sora es solo una bebé —aclaré cansada.


—Está bien, ahora contéstame algo, ¿qué hacías con Kyo en la azotea?, no subí porque sabía que él estaba allí, y no nos llevamos muy bien que digamos —sonaba dolido, era su orgullo.


—Yo recién llego a la escuela, ¿crees que era mi intención encontrarme con él? —pregunté seria—, yo siempre comía allí, no supe que él estaba, hasta que sonó el timbre y me disponía a marcharme.


—Está bien, lo siento, celos, ya me voy —se acercó y me besó en la mejilla, luego se marchó.


Pasó casi treinta minutos, y llegué a recoger a Sora donde Mikoto-san, pero ella ya no estaba allí, Shisui se la había llevado a su casa, por lo que fui para allá; me recosté a su lado, estaba cansada y aliviada al verla dormir sobre mi cama. Dos horas después desperté, Sora estaba vestida con un vestidito muy hermoso, Sasuke la sostenía, él también estaba muy bien vestido, y sobre mi cama ya había un atuendo preparado para mí, me dijo que me vistiera rápido porque saldríamos pronto. Ya en el auto y esperando una explicación que nunca llegó, nos detuvimos en la tienda de postres en casa de Naruto, hace mucho que no entraba, y cuando lo hize, todos nuestros amigos estaban allí, era una fiesta de bienvenida para Sora y para mí; no lo creía, y es que ya estábamos en Tokyo algo más de un mes, pero me hizo feliz, nos obsequiaron muchas cosas, en especial a Sora, y Kushina-san estaba contenta cargándola y haciéndole ver a Hinata que también quería nietos.


—Esto está muy animado —era Itachi quien recién llegaba junto a su novia.


—Eso parece —les sonreí y saludé a ambos.


—Ya quiero conocer a la pequeña Sora —recordaba a aquella mujer, era la enfermera amiga de Itachi, Konan.


—Bueno, ella está por allá —dije señalando al grupo de chicas que discutían por ver a quién le tocaba cargarla.


Todos la estaban pasando bien, me alivió que Kaito no llevara a su hermana, y el gran final fue un pequeño teatro de marionetas, el cual fue hecho por Sasori, e impresionó a mi bebé. Sasuke no se había acercado mucho a mí, en realidad no lo había hecho en toda la noche, supongo que hacía lo que le pedí cuando acepté su propuesta, pero me sentía algo triste, debía admitir que sentía celos de mi propia hija, siendo amada y tomada en brazos por el hombre que yo amo. Llegada la hora, nos marchamos con Shisui, y descansamos para al día siguiente volver a la escuela...


...Esta vez no fui a la fiesta de bienvenida de la escuela, me quedé en casa cuidando de Sora, y me enteré que Sasuke sí fue, pero regresó muy temprano; los meses siguieron pasando, mi bebé empezaba a sentarse y gatear, a querer pararse y decir mamá, eran cosas que me llenaban de alegría y ánimo...


...El club de fans de Sasuke continuaban adorándolo, a mí me odiaban, y en cuanto al tal Kyo, me lo seguí encontrando en diferentes partes de la escuela, siempre se aparecía de la nada y tocaba mi cabello, ya conocía mi nombre y mis hábitos, parecía como si me acosara, pero yo no se lo decía a nadie.


—Ya te dije que dejes mi cabello en paz, su color es natural —otra vez estaba cogiéndolo, y esta vez había gente alrededor, como algunas amigas de Kaome. Yo me encontraba en la biblioteca estudiando para los exámenes, y allí no podía gritarle.


—Sakura, en verdad me gustas —eso lo dijo fuerte, yo lo tomé como una tonta broma y me reí en su cara, por lo que él lo notó—, hablo muy en serio.


—Ven aquí —tomé mis cosas y salí seguida de él hasta un lugar donde nadie nos escuchara, ni nos viera.


—¿Te avergüenza decir que sí delante de los demás? —me preguntó descaradamente.


—Oye, escúchame un momento —le pedí con seriedad—, yo no puedo estar contigo, tengo a alguien a quien amo.


—¿Y ese alguien es Uchiha?, él nunca le tomó la mano a ninguna chica, me pareció extraño cuando lo hizo contigo, además usas ese anillo todo el tiempo —me comentó fastidiado.


—Mira Kyo, aunque no lo creas y lo divulgues, yo soy mamá de una bebé de casi diez meses de edad —fue difícil decirlo—, no creo que te convenga alguien como yo, y yo no estaría con alguien que no ame a mi bebé también.


—¿Es eso cierto? —estaba muy sorprendido por lo que le acababa de confesar.


—Por supuesto que sí, y soy feliz así —le sonreí pensando en Sora.


—Pero no parece que hubieses tenido un bebé, además si eso es cierto como dices, entonces déjame conocerla —ahora el que me sonreía era él.


—Por supuesto que no, ya tengo a alguien que la ama tanto como yo, así que olvidate de todo esto, yo no siento lo mismo por ti —fui algo cruel, pero tenía que serlo.


Sonó el timbre a tiempo para marcharme a clases, pero Kyo seguía insistiendo, por lo que demoré un poco en irme; las chicas siempre me preguntaban dónde había pasado la hora del almuerzo, y siempre que les contaba, obviaba los encuentros con Kyo, pero esta vez todos me miraban de una manera muy extraña.


—Sakura —Ino se acercó muy rápido hacia mí y me jaló hacia fuera del salón—, debes aclararle a Sasuke que no hay nada entre tú y Hattori.


—¿Hablas de Kyo? —yo no tenía nada con él.


—Oye frente de marquesina, una muchacha le dijo a Sasuke que los vio coqueteando, y que luego se te confesó, ellas aún piensan que tú le gustas al Uchiha, así que aclara las cosas antes de que suceda algo de lo cual terminarás arrepentida —mi rubia amiga estaba más preocupada que yo, y en parte tenía razón.


La miré, le pedí que se excusara por mí al profesor, algo como que fui a la enfermería, y ella aceptó sonriente; caminé directo al salón de Sasuke, toqué, llamé a la maestra, y le dije que el profesor Kakashi buscaba a Uchiha, ella me creyó y lo llamó... cuando salió y me vió, quiso regresar a su salón, se veía furioso, por lo que lo tomé de la mano y con una mirada suplicante le pedí que me siguiera. Llegamos a la biblioteca, entramos a hurtadillas, y fuímos a la sección menos visitada y más lejana de la bibliotecaria, él me seguía como un niñito ofendido y demasiado orgulloso, era algo tierno a mi parecer.


—¿Estás segura que no te equivocaste de chico?, quizás es a Kyo a quien quieres aquí, y no a mí —Sasuke me daba la espalda, seguía molesto a causa de ese chisme.


—Oye, Kyo se me confesó hoy, pero lo rechacé, así como tú lo haces cada día con esas chicas que te andan siguiendo por doquier, creo que tú eres el único con derecho a tener pretendientes —suspiré con los brazos cruzados—; no me estoy disculpando, pero es tu culpa que él se me acerque tanto.


—¿Mi culpa?, ¿y se puede saber por qué? —Sasuke me miraba ahora esperando una respuesta, pero en cambio, no pude evitar acercame y abrazarme de él, escondiendo mi cabeza sobre su pecho.


—Sasuke-kun, ya ni siquiera hablas conmigo, solo visitas a Sora, no me miras, y aún así te enojas por esto... es injusto, dijiste que cuando fuera necesario harías recordarme que me amabas, y ya pasó casi medio año desde aquella vez, yo solo... —no pude continuar hablando, él había levantado mi rostro y empezó a besarme, haciéndome recordar cada sentimiento por él, y transmitiéndome los suyos. Nada había cambiado entre nosotros, al menos no para mal, el fuego no se había apagado, y me sentía como si fuese besada por primera vez, pero por el chico del cual me había enamorado; las lágrimas caían por mi rostro, él lo notó y se detuvo, me miraba con algo de preocupación.


—¿Te encuentras bien? —me preguntó con angustia y limpiando mis lágrimas con su pañuelo.


—Sí —le sonreí—, es que me siento tan feliz, y no pude controlarme.


Él me abrazaba ahora, sentí que lo hacía con cariño, y no me quería soltar esta vez, besó mi cuello, desabotonó mi blusa los primeros botones, y bajó sus labios poco a poco, un gemido salió de mí, y allí tuve que detenerlo, si no lo hacía, lo hubiésemos hecho en la biblioteca, y quizás alguien nos hubiese oído; se alejó de mí sin dejar de mirarme, yo sentía mi rostro quemar del sonrojo.


—Es por esto que te evitaba —me confesó avergonzado—, lo siento, no me es fácil controlarme junto a ti.


—Te amo Sasuke-kun —esperaba animarlo—, quiero que todos lo sepan, fue tonto pensar que estaríamos bien guardándolo en secreto. Creo que si es necesario, deberíamos informar sobre Sora a los maestros y a la directora, así si otros se enteran, no tendremos problemas —le sugerí.


Entonces, luego de aquella conversación, nos retiramos a nuestros salones; ya acabadas las clases, fuimos a ver a la directora, quien al escucharnos, ya se había dado cuenta de que posiblemente yo fuera madre, ya que los papeles de estudios en América mencionaba la escuela especial a la que fuí. Todo resultó bien, la directora informaría a los maestros por si algo llegase a pasar; Sasuke y yo salimos tomados de la mano, dejé mi auto en el estacionamiento, ya lo recogería mañana, y me subí al de él, varios se dieron cuenta, una de esas personas fue Kaome, pero no dijo nada.


...El club de fans de Sasuke, se desvaneció de la noche a la mañana, nos fue bien en los exámenes, pasamos las vacaciones de verano, y luego la escuela de nuevo; toda la escuela sabía de nuestro compromiso, solo algunos sabían de Sora, como Kyo y ahora también Kaome, ya que yo le pedí a Kaito que se lo contara, Kyo ya había desistido al verme cada día comiendo y riendo junto a Sasuke...


...Estábamos casi todos ocupados estudiando de más para nuestros exámenes de ingreso para las universidades, nada de citas hasta que termináramos, y así fue, llegado el tiempo, hicimos los exámenes, y casi todos ingresamos donde queríamos, hasta Naruto ingresó; celebramos en un karaoke, después terminamos la escuela, todos nos graduamos, Sora ya tenía un año y unos meses, ya caminaba y hablaba muchas palabras de forma graciosa...


—Estaremos en la misma universidad, eso es estupendo —dije mientras llegábamos a casa luego de la graduación, estaba más emocionada.


—Sí, pero antes, te casarás conmigo, ¿no es así? —yo lo miré y asentí.


—Por supuesto, Sasuke-kun —contesté sonriente—, pero tu madre quedará algo sola, desde que Itachi se casó, tú eras casi su única compañía, ah y Sora también.


—No te preocupes, Itachi ya no dejará que papá siga trabajando, así que él estará en casa todo el tiempo, y con Sora haciéndola correr por todas partes será más que suficiente —me aclaró sin dejar de mirar al frente, pero con una sonrisa de satisfacción.


—Entonces, ¡A organizar nuestra boda! —me sentía contenta, por fin seríamos marido y mujer, una familia junto a nuestra pequeña Sora.


…Él ya tenía una casa preparada para nosotros, no tan lejos de toda nuestra gran familia, pero lo suficiente para nuestra privacidad, era algo más pequeña de lo que usualmente estaban acostumbrados los Uchiha y Hyuuga, aunque para mí era perfecta, empezó a tener un trabajo de medio tiempo en el hospital, en asuntos de administración, ya que eso era de lo que ya conocía y seguiría estudiando en la universidad… No tuvimos una gran boda, pero fue especial, todos nuestros conocidos estaban presentes, yo estaba muy feliz, y a pesar de nuestra corta luna de miel en París, las noches así no se acababan para nosotros en nuestro dulce hogar.



“EL FIN”

Arigatou XD