Shingeki no Kyojin Puro instinto

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Aviso para los amantes de las papas! Esta historia puede contener contnido un poco destripador, un speiler como le dicen, en sus ultimos parrfos. Si queieren un poco de salsa en sus vidas y les gusta el riesgo, adelante, pero yo les he adveritdo. ¡¡¡¡luego no me vengan con llantos!!!!!!1! >:-[

Este escrito es pra Maskwriters, y es un escrito fantastico porque su trama es apasionante y sobre cosas muy relevantes en la vida que no resvelare para no hacer spinler! Ya veran! :-P

Lentamente, sin hacer ningún ruido, se arrastró por el suelo como un gato acechando a su presa. Esta presa, sin embargo, no se movía ni un centímetro. Pero para aquella chica era una auténtica situación de vida o muerte, extremadamente intensa. Por eso se concentraba al máximo.

Con todo, alguien fue más rápido que ella.

—Ah, sí sobró una papa cocida.

—Es la última, creo.

Su rostro mostró un genuino impacto: fue como si su corazón se rompiese en mil pedazos en aquel instante. Vio la papa alejarse de ella casi a cámara lenta, y estuvo a punto de derramar lágrimas. ¡N-No, la papa no! ¡Todo menos la papa!

Sí, para Sasha Blouse aquello era una guerra. La guerra por no morir. De hambre. Y el campo de batalla era la cocina. ¿Los enemigos? Los que le robaron la papa que iba a robar, encargados de cocinar en el destacamento: Armin y Eren.

—¿Todos los demás platos están listos? —Preguntó Eren, lanzando la papa al aire con una mano repetidamente.

—¡Sí! —respondió Armin—. Esa papa es lo único que ha sobrado. Cómetela, si quieres.

—¡Genial!

Sasha vio pasar toda su vida por delante al oír esas horribles palabras. Tendría que actuar. La papa estaba en peligro, y ella tenía que salvarla. Había estado entrenando días y días en aquel escuadrón, ¡y aquella era su prueba final!

Eren tomó la papa y la dirigió a su boca, lentamente.

Supo que era ahora o nunca. De un salto, se incorporó, apoyándose en la mesa. Con una voltereta en el aire, pasó sobre Eren, y su mano golpeó fuertemente la nuca del muchacho. La papa cayó de su mano cuando quedó noqueado, pero ella la cazó al vuelo, salvándola.

Corrió en cuclillas hasta una esquina, y agarró la papa con las dos manos, empezando a morderla. En silencio. Mientras miraba a Armin con los ojos abiertos como platos.

—S-Sasha —dijo Armin, impactado por la situación. Sasha le rugió, como un perro furioso dispuesto a morder a quien fuese. Especialmente a la papa—. ¡Si tenías hambre, habérnosla pedido!

Pero ella solo lo miraba, impasible. Y entonces captó un olor extraño, hipnótico. Recordó que en la sala de al lado estaban cocinando para los instructores. Y olía a… ¡P-Papas fritas! ¡Sí, debían ser papas fritas! Presta, se arrastró, corriendo a cuatro patas, y salió disparada de la sala. ¡Había más papas que salvar!

Un pensamiento fugaz pasó por la cabeza de Armin entonces, al ver aquella escena. Sasha se comportaba igual que un titán con la papa, pero seguramente no era consciente de lo irracional de su comportamiento. No lo hacía siquiera con maldad. En su mente necesitaba la papa, aunque no tuviese necesidad de comerla. Era puro instinto. ¿Acaso los titanes también…?

Sin embargo, zarandeó la cabeza. ¡Ah, qué tontería! No es como si fuese a extraer una conclusión tremendamente reveladora sobre la naturaleza de los titanes a raíz de una maldita escena de “potato-girl”, ¿Verdad que no? Sería una completa estupidez.