— De todas formas no se comparan con el pokemon de aquí— sonreí sacando una pokéball de mi cinturon y empezar a girarla con mi dedo como eje.
Me frustré ya que ni Kim ni Alpha nos correspondieron el saludo, así que pedí un pastel de chocolate y me senté en una de las mesas, e invité a Mizuki a sentarse al frente
Da igual Rojo si Kim no quiere saludarnos, estara mosqueada por algo no te frustes--le dije sonriendo mientras me sentaba en la mesa
Skarmory descendió elegantemente sobre Pueblo Pincel… hacia mucho que no visitabamos, aunque el lugar seguía siendo tan pequeño y pintoresco como siempre. Regresé al ave de acero a su pokebola y me encaminé hacia el centro pokémon; habíamos entrenado bastante, necesitaba que Joy curara a mis compañeros cuanto antes.
Saludé a Alpha moviendo una mano y miré a Mizuki —Vale, si tu lo dices, bien —sonreí, mientras le pasaba un trozo de tarta a Mizuki—