—Muyd biend, hamidgoz—dije con la boca llena de saliva y mascando, mientras sacaba las pokéball de Grovy y Staravia—, zalgand ad comed. Los pokémon salieron y se comenzaron a mirar con odio. No se caían muy bien, es más, se odiaban. Supese que se debía a la diferencia de tipos, pero le resté importancia. Les hice una seña para que me siguiera, y caminamos por la calle mientras yo le lanzaba galletitas para que comieran.
Llegamos a un pequeño banquito y me senté, descansando mis piernas. Ah... estar quieta y tranquila se sentía tan bien. —Mmmm... chicos, esto es genial—comenté a mis pokémon. Estos solo me miraron extrañados y continuaron comiendo mientras se lanzaban miradas que podrían haber sido puñales. Permanecí sentada una media hora, cuando me di cuenta que debía seguir.
Le correspondo el abrazo --Gracias pero tu eres la mejor--Le dije sonriendo mientras aun la abrazaba--