Alcé una ceja fingiendo sorpresa mientras dirigía una mirada a la pokémon hada, y ésta hizo lo mismo pero mirando a Dante. Pero ella sí que estaba sorprendida, no logró enterarse de quienes lanzaron la bola al quedarse junto algunos de mis pokémon en donde aterrizó a duras penas. —¿En serio? —exclamé, para luego mirarle y asentir levemente. —Lo suponía. —suspiré. —Vi desde un árbol aquella batalla y supuse que fueron tus pokémon. Pero...no te lo echo en cara. Tú me contaste que algunos de tus pokémon eran así y que difícilmente podías pararlos, por lo que lo comprendo. Solo procura imponerte ante ellos más a menudo, si no quieres que entre ellos provoquen accidentes más graves, claro. Ese grito que pegaste allí podría funcionarte con ellos si lo perfeccionas más... ¡heladooo! —exclamé con alegría y eché a correr nada más ver el puesto de helados como si fuera una niña pequeña, sin siquiera haber acabado mi frase del todo. ¿Pero qué importaba? ¡Era helado!
Suspiré una vez que se dio la vuelta por el helado, debía de haber sabido que Liza ya hubiera visto que YO fui el causante del daño a su pokemon-aunque, yo no me había enterado de eso hasta ahora, muy malo de mi parte-. Y que por alguna razón no me había mencionado eso hasta que su pokemon llegó y me advirtió sobre el ala y demás, ¿por qué no me lo había comentado antes?. "Imponerte ante ellos" eso sería imposible para mi y lo mas probable es que mis pokemon lo supieran, incluso Typhlosion que de la impresión ahora solo me miraba confusa y sin saber que hacer, yo solo le señalé su pokebola y volvió a esta, me imagino que ya no tenía ni siquiera ganas de ver al pokemon que había dañado en la pelea que estuvo involucrada. Y ese grito que había pegado no era de regaño, si no de una desesperación inmensa que sentía en ese momento que había provocado un gran enojo, realmente no era para imponer o algo por el estilo, pero eso era el punto de vista de cada persona y si realmente quisiera imponerme tendría que ser nuevamente el "Dante sin memoria" que al parecer había beneficiado en muchas cosas como en batallas y ciertas cosas fuera de mi entendimiento. — Esta bien... — no prometo nada — Pero imagino que tienes razón — dije alzando los hombros para al fin llegar a donde ella había salido corriendo: el helado — ¿De cual quieres Liza?
—¿Has dicho algo, Dante? —sonreí apareciendo tras de él con un helado de fresa y sirope de chocolate (uno de mis favoritos y que casi siempre pedía) en la mano, disfrutándolo tranquilamente. Me había dado tiempo de sobra para comprarlo mientras él caminaba hacia el lugar, y también le compré uno a Togekiss, quien lo tomaba felizmente a mi lado. ¡Estaba muy rico!
Me giré algo sorprendido, ¿en que momento ella había aparecido detrás de mi? o mejor aun, ¿cuándo había comprado el helado? — ¿Yo?, nada más que corrías muy rápido — dije soltando una leve risa, cuando se trataba de cosas así siempre era muy rápida — Dime Liza... ¿como van con el torneo? ¿ya han tenido las demas peleas?
Reí ante su respuesta, se notaba sorprendido por la rapidez en la que compré los helados, pero para cosas así era muy normal en mi. —Bueno, está algo paralizado a decir verdad. Steve y yo no logramos pasar a la final y nos tocó la batalla contra el tercer puesto contra Brendan y Hubert. Y en fin...aún no tenemos noticias de ello. —le expliqué con tranquilidad, girando a ver a mi alrededor. No había muchas personas en este pueblito hoy, al parecer.
— Oh.. ya veo — no me había sorprendido tanto como su rapidez para comprar helados pero pensaba que para ese punto ya hubieran acabado el torneo — ¿Y estas nerviosa o algo por el estilo? — pregunté encaminándome hacia una banca para tomar asiento e invitarla a hacer lo mismo, en los torneos que había participado yo, siempre estaba nervioso, pero eso eran cosas mias, tal vez en el caso de Liza seria distinto
Me encaminé hacia la banca y me senté a su lado, mientras que Togekiss se tumbaba detrás de ella, en el césped que había por allí. Y se quedó plácidamente dormida en instantes, justo después de acabarse el helado. Sonreí y miré hacia Dante de nuevo. —¿Nerviosa? Mmm, la verdad es que no. Pero si te digo la verdad, no me siento muy preparada para ello. Creo que debo potenciarles un poco más a mis dos pokémon antes del combate. —dije, centrando mi atención ahora en el helado.
— Entonces para eso deberías estar teniendo batallas, ¿me equivoco? — pregunté mirandola arqueando una ceja, si no me equivocaba y no estaba tan fuera de lugar para conseguir lo que quería necesitaba batallas, puntos... esas cosas que dejé de hacer hace tiempo
—No te equivocas. —le di la razón, asintiendo al momento. —Pero la verdad... prefiero volver al entrenamiento a partir de mañana. Pocas veces puedo pasar el rato contigo, y prefiero aprovechar y mañana volver a combatir al 100%. —sonreí. Observé el cielo durante unos instantes, siempre me gustó contemplar el atardecer ( o el amanecer) cuando no tenía nada que hacer, algo que estaba ocurriendo en aquel instante.
Sonreí levemente mirando un poco el cielo como ella lo hacía — Teniendo tantas buenas amistades al rededor tuyo — reí levemente — Y solo conmigo tienes problemas para hablar — ¿sería la mala suerte tal vez? pero eso solo pasaba cuando quería hablarle o ella a mi
Reí tras acabar el helado, y me limpié un poco de fresa que se me quedó en mi nariz para luego verle, poniéndome de rodillas para poder alcanzar y le revolví el cabello de forma juguetona. —Pero eso ya da igual, porque esta vez sí que pudimos hablar, ¿o no? —sonreí divertida, e hice gestos chistosos con las manos de forma graciosa mientras decía lo último. —La mini "maldición" se ha acabado~
Sentí como una de sus manos revolvían mi cabello de forma juguetona antes de que volviera a hablarme — Creo.. creo que para la proxima vez que hablemos haré una cita con el mundo para que no nos interrumpan tanto, ¿te parece? — propuse bromeando un poco aunque no podía negar que si era como una mini maldición
—Vale, buena idea. —reí levemente, siguiéndole la broma, y salté del banco al suelo para mirar a todos lados. Vía libre. —Dante, Dante, ¿jugamos a algo? Porfi, me aburro y el pueblo está bastante vacío, no molestaríamos a nadie. —le pedí haciendo un pequeño puchero.
Me "arregle" un poco el cabello una vez que se levantó de la banca para después hacer lo mismo que ella — ¿Y que quieres hacer? — pregunté picando una de sus mejillas aprovechando el pequeño puchero que había hecho con una leve sonrisa
Sonreí animada y saqué a todo mi equipo (excepto a Lugia, no queramos que destruya nada sin querer). Tomé un palo bastante largo del suelo y até un pequeño pañuelo que llevaba en mi mochila a él, para luego dejarlo de pie en la tierra, apretando un poco para que se mantuviera firme. Quedó más o menos a modo de bandera. —¿Sabes jugar a atrapa la bandera? —le pregunté sin perder la sonrisa.
Observé con cuidado a los pokemon de Liza, todos se veían enérgicos y dispuestos a jugar como su entrenadora — Bueno... supongo en que consiste, tomar esa bandera...— dije no tan convencido, a decir verdad prestaba mas atención a sus pokemon pensando en cuantas probabilidades abria que, el juego se complicara y terminara huyendo de los pokemon
—Exacto. Dos equipos, cada uno en un lado del pueblo, a la misma distancia que la bandera o aproximada. El primer equipo que la consiga y vuelva a su "base", que es el lugar de su salida, gana. —le expliqué mientras comprobaba que el palo aguantaría de pie, y me fijé en que Dante miraba mucho a mis pokémon, a lo que sonreí de lado. —Tranquilo, los equipos son de 6 integrantes, entrenador y 5 pokémon más. Y no usaré a gigantes como Slaking, no quiero que se vuelva una masacre. —reí levemente. --Pero si no quieres jugar dimelo, no quiero forzarte a nada.
Una vez que dijo que no usaría a Slaking un peso salió de mis hombros, ya estaba considerando bastantes rutas de escape por si se enojaba el grandote a causa de mis pokemon, y aunque los demás también se veían amenazadores por su fuerza, etc.. veía mas viable sobrevivir — Esta bien... no suena tan difícil... o al menos en mi cabeza no suena tan dificil
—¡Genial! —exclamé sonriente y me giré hacia mi equipo para ponerme de cuclillas, mientras ellos se acercaban curiosos. Finalmente elegí para mi equipo a: Glaceon, Sylveon, Zoroark, Raichu y Mienshao. Todos asintieron con mi mismo entusiasmo y el resto tuvo el día libre para jugar por la zona (con la condición de no armarla por ahí ni nada por el estilo). —Mi equipo ya está hecho, te toca. —comenté con un deje de ilusión. Ésto iba a estar bien.
Al ver como los demás pokemon se retiraban supe cual equipo había elegido y por suerte, como había dicho Slaking no jugaría en este mini juego así que, una vez que fue mi turno simplemente tomé 5 pokebolas de mi elección -ya que no todos mis pokemon estaban afuera como los de liza- que pertenecían a Chesnaught, Typhlosion, Arcanine, Floatzel y Bisharp. Una vez que salieron tuve que tomarme la molestia que no volvieran a causar alguna pelea donde un pokemon saliera accidentalmente herido a causa de esto, me giré levemente hacia Liza señalando a mis pokemon con una leve sonrisa — Creo que este es mi equipo...