Ágata Menuda bienvenida la mía al centro pokémon, fue entrar y toparme con estas bestias repugnantes, eran Zombies, no tenían ningún tipo de piedad así que ¿Por qué iba a tener que tenerla yo? solo eran meras carcasas vacías, era hora de atacar. Miré a Zolxtan para asentir, era hora de ponernos en marcha. - Tijera X- una orden directa, sin mayores explicaciones pues Zolxtan se puso en marcha. Obvio, yo no me iba a quedar atrás, Zolx y yo éramos uno, iba a hacer gala de por qué estos idiotas hicieron mal en existir, iba a usar mi telequinesis. Zolxtan usa Tijera X en la enfermera Zombie Contenido oculto: Zolxtan Puño Bala: Causa daño (1d4) y siempre golpea primero, aunque el turno del usuario venga después en la ronda. Si el oponente también usa un ataque de prioridad como éste, atacará primero el que haya sacado mejor Iniciativa. Potencia: 1d4 Precisión: +5 PP: 30/30 Tipo: Acero Corte Furia: Causa daño (1d4) y puede golpear hasta 5 veces. Se lanzan 5d20 y por cada tirada que impacte (es decir, que iguale o supera la CA del rival) se puede lanzar un dado de daño. Potencia: 1d4 Precisión: +0 PP: 20/20 Tipo: Bicho Tijera X: Causa daño a un objetivo (1d8) Potencia: 1d8 Precisión: +5 PP: 9/10 Tipo: Bicho Viento Cortante: Carga durante un turno creando un remolino y al siguiente causa daño (1d8) a todos los enemigos en combate con una probabilidad del 50% de que sea un golpe crítico (Se lanza un dado de 2 caras y si sale un 2 es crítico). Solo se consumen PP cuando llega al turno de ataque. Dormirse o retroceder, entre otros, podrán pausar la continuidad del ataque, pero no cancelarlo. Si Movimiento Espejo es usado en el turno que el usuario crea el remolino, el otro Pokémon copiará el anterior ataque terminado. Potencia: 1d8 Precisión: +5 PP: 10/10 Tipo: Volador
[POKÉCENTRO] En el Centro Pokémon también había llegado la noche y Ágata aún se encontraba luchando contra los zombies. Ella logró eliminar al cliente con sus poderes telequinéticos y el Scizor eliminó a la enfermera, despedazándola con su poderosa Tijera X. Habían hecho un buen trabajo, sin embargo, aún les quedaba un zombie en pie; el del doctor... No obstante, no estaría en pie mucho tiempo, porque se tropezó con su propia silla de escritorio que tenía rueditas y se la dio bastante fuerte contra el suelo. Igual se incorporaba nuevamente para intentar buscar carne fresca. Contenido oculto: ETIQUETA madarauchiha el zombie pifia y se lastima solo! Tu turno nuevamente! STATS: Ágata Solxtan NIVEL: 1 PV: 10/10 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: MÉDIUM NIVEL: 1 PV: 20/20 CA: 15 PKMN: SCIZOR FICHA _____vs_____ Enfermera Zombie Doctor Zombie Cliente Zombie NIVEL: 1 PV: 0/5 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN NIVEL: 1 PV: 2/5 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN NIVEL: 1 PV: 0/1 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN TURNOS: 1- Ágata 2- Zolxtan 3- Enfermera Zombie 4- Doctor Zombie 5- Cliente Zombie
Día 3 Contenido oculto: CLIMA Clima: Normal [TORRE POKÉMON (P4)] Finalmente el cansancio les había ganado y todos se durmieron en la seguridad del círculo de la exorcista. Al amanecer, el primero en abrir los ojos fue Raki y cuando lo hizo, su maestra ya no estaba con ellos. Un poco más lejos, afuera del círculo, estaba su caminante. Se tambaleaba con la mirada perdida, a la espera de carne, en ese estado que quedaban cuando no había víctimas cerca, puesto que no los detectaba por la magia blanca. Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl Inicia un nuevo día! El único zombie que hay en este piso es el de la exorcista. El círculo técnicamente aún no se desvanece (así se despabilan tranquilos xd)
[POKÉCENTRO] Mientras tanto, en el Centro Pokémon, Ágata dejaba pasar el tiempo y otro amanecer llegaba junto con un nuevo ataque del zombie médico, que se incorporaba luego de su humillante caída. Esta vez no falló y se abalanzó sobre Ágata, quien debía cubrirse bien para evitar la mordedura o sería su fin... Contenido oculto: ETIQUETA madarauchiha Amanece y es turno del zombie nuevamente! Te ha impactado y te tienes que resistir a la mordedura (1d20 + Nivel y hay que sacar 15 o más). Si fallas, Ágata quedará infectada y al final del día se convertirá en zombie : ( STATS: Ágata Solxtan NIVEL: 1 PV: 7/10 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: MÉDIUM NIVEL: 1 PV: 20/20 CA: 15 PKMN: SCIZOR FICHA _____vs_____ Enfermera Zombie Doctor Zombie Cliente Zombie NIVEL: 1 PV: 0/5 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN NIVEL: 1 PV: 2/5 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN NIVEL: 1 PV: 0/1 CA: 10 DAÑO: 1d4 HAB: INFECCIÓN TURNOS: 1- Ágata 2- Zolxtan 3- Enfermera Zombie 4- Doctor Zombie 5- Cliente Zombie
Raki La despedida fue breve pero sentida no podía flaquear cuando debía sobrevivir, mi maestra se despidio de Requios y le deseo suerte. Me habría gustado conversar un rato más pero las constantes batallas hacían mella en mi cuerpo, el sueño era cada vez más pesado y no podría mantenerme en pie, debía descansar para no oxidar mis sentidos y exponerme a ser maldecido. —Creo que es todo...mañana será otro día. Mientras ella permanecia sentada me tomé la libertad de acompañarla unos 6 minutos, ni más ni menos. Guarde la pokebola de Blinky y regrese a mis Pokémon a sus Pokeballs. —Nuestras compañeras le recibiran muy bien, seguro con una fiesta a la cual...espero no ir muy pronto. Deje escapar una breve risa, no iba a permitir que mi maestra partiera con una imagen desolada de su discípulo. Las horas pasaban y la maestra me recordó la importancia de descansar. Y así lo haría, no sin antes dar un último abrazo a quien considere una hermana. —Sus enseñanzas permanecerán conmigo, cada vez que cumpla mi misión de salvar almas pensaré en usted, estoy agradecido de haberla conocido. Dicho todo me aleje y me acomode en una parte alejada, observe unos minutos más a mi maestra hasta que mis párpados cedieron, caí en un sueño digno de un Snorlax, el suelo de la torre casi parecía un colchón de lana. En medio los sueños los recuerdos rondaban mi mente. Por un momento sentí el aleteo de los Taillow y la brisa de pueblo Verdegral. Solo lo sentí, senti que están en posición de loto enfocando mi espíritu para mí entrenamiento como exorcista, pero más que enfocarme divagaba con nimiedades. Hasta sucumbir al sueño. ¡Nada de dormir, Raki! Una voz autoritaria seguida de un gélido baño con un cubo wailmer me despertaba con la expresión mosqueda de mi maestra..por enésima vez había fallado. Pero solo fue una visión efímera de un divertido recuerdo. Fue mi propia mano la que me desperto, instintivamente estaba secando agua imaginaria de mi rostro, los 5 segundos que esperaba encontrarme que todo era un mal sueño, desapareció al ver de nuevo al matón y al inspector dormidos. Busque con la mirada y di con la dura realidad del nuevo día. —Se ha ido...—murmure al ver el centro del círculo vacío, estaba pasando lo que tal vez otros sobrevivientes desean luego de una noche...que todo fuese solo un mal sueño. Apresurado me senté para ver más allá del círculo, allí la vi. Todo había acabado para ella, la maldición la convirtió en un caminante más. Todo por salvar mi vida.
Kaoru Me incorporé luego de dejar las cinco monedas junto a la exorcista y seguí a mi bola, como era normal. Caminé hasta un punto más alejado del círculo, Kemuri me siguió y regresé a Kishi a su esfera luego de darle un poco de comida y agua, así solo quedé con la Ninetales. No tenía muchas ganas, pero el cuerpo pedía energía así que también comí lo que correspondía y le di su parte a Kemuri, que comió en calma antes de hacerse un ovillo. Me acomodé junto a ella, sus colas me sirvieron de almohada y me di cuenta que los dos nos habíamos quedado de lado, mirando a la exorcista incluso si sabíamos que el círculo la expulsaría. Mero instinto de supervivencia. Como fuese, el cansancio me venció en algún punto y aunque dormí, las pesadillas no me dejaron en paz como la noche anterior. A los rostros que ya tenía memorizados se había sumado el de la maestra del chico, su petición, y se revolvió con todos los demás creando una amalgama que me mantenía vivo, sí, pero también me desgastaba. En algún punto de la mañana algo me despertó, un ruido, un movimiento de Kemuri o solo el hecho de que mi cuerpo lo pidiese. Me enderecé despacio, mi Ninetales siguió descansando y yo repasé el espacio con la vista mientras tanto, noté al inspector y más allá estaba el crío, sentado mirando a su maestra que ya era solo un cascarón putrefacto. Al final este sería el destino de todos nosotros, ¿no? Suspiré, me levanté completamente y me saqué el arma del cinturón con calma. La sostuve, pensé un rato luego de darle mil vueltas y caminé hasta el chico para acuclillarme a su lado con la vista puesta en la que había sido su maestra. —Exorcista —lo llamé y extendí el arma en su dirección, sujetándola por el cañón para que él pudiese tomarla por la empuñadura. El movimiento y el tono de mi voz fueron estúpidamente suaves en comparación a lo que estaba dando a entender—. Debes cumplir con tu palabra. La pistola, un cuchillo o intentas acertar con un movimiento de tus pokémon, aunque sería injusto para ellos. Tú elijes, pero ella quería que tú lo hicieras. Aunque no deberías. Aunque no seas más que un niño. Contenido oculto My boy spoke to me
[TORRE POKÉMON (P4)] Kaoru le facilitó a Raki las herramientas para que realice la última misión encomendada por su maestra, ahora sólo debía tomar una decisión. El inspector tenía el sombrero tapándole el rostro y aún no despertaba, pero seguro lo haría con el sonido del disparo... si Raki decidía apretar el gatillo. Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl Raki puede disparar con la pistola desde el círculo y no entrará en combate. Igual sí tendrá que realizar tiradas de Impacto y Daño (con desventaja el impacto por la niebla). Además, la pistola tiene 5 balas. El daño de la pistola es 1d10. Si elije otro arma o luchar con los Pokémon sí entrará en combate...
Raki Continuaba observando el rostro de mi maestra o lo cáscara de lo que solía ser, sus lagrimales escurrían sangre y la piel dio paso a un tono grisaceo con algunas laceraciones. Una voz termino de despertarme del sueño y la frustración de ver a mi maestra. Kaoru me insto a cumplir con mi promesa de acabar con el caminante de Ume....y así darle descanso eterno. Y la forma de hacerlo era ¿Un arma? Una pistola, no de agua, sino de un arma de fuego...¿en qué momento había llegado a este punto? El matón ofreció no solo eso sino también utilizar su cuchillo o a mis Pokémon. Lo último sonaba egoísta, Requios reconocería el rostro de su amiga y no estaría muy cómodo, igual Skyryu percibiria mi dolor y prefería no perturbar la poca paz que pudieran tener. Un cuchillo significaba un largo forcejeo con quién una vez fue mi mentora, sería indigerible el apañular su cuerpo repetidas veces hasta dejarlo inerte. —Solo un niño...—repeti lo la última palabra de Kaoru, ser un niño. A la edad de diez años significaba iniciar una aventura en búsqueda de nuestros sueños y más si deseabas ser entrenador Pokémon. Por lo que era correcto...al final los niños dejaban el hogar algún día. Sostuve el arma y la observe incrédulo preguntándome cuando todo se había tornado en un mundo tan cruel y repugnante. No hace mucho recordaba divertidas aventuras con mi maestra y otros entrenadores en Hoenn. Tenía mis problemas pero al final el día culminaba con una sonrisa y otra aventura digna de contar. —Kaoru...soy un entrenador y un exorcista proveniente de Hoenn, el destino me dio el talento de contactar con el más allá— me coloque de pie observado atento el arma—y coloco en mi camino a Ume, mi maestra...quien más que eso se convirtió en una hermana mayor. Solté un pesado suspiro y lentamente apunté a la cabeza de la exorcista. Aún no me podía creerlo, debería haber ido a la liga Pokémon y haber incluso combatido cómo entrenadores. —Tal parece que soy el último exorcista de la torre de pueblo lavanda y no puedo dar marcha atrás con mi tarea. Dos bocanadas de aire más, podía aparentar tranquilidad pero muy pocos sabran el esfuerzo que debía estar realizando. La pistola tenía un gatillo e ignoraba por completo que estuviera cargada, Kaoru debía haberlo hecho, total podía ser atacado al dar la espalda. Y así apreté el gatillo.
[TORRE POKÉMON (P4)] La bala de la pistola había pasado silbando por al lado de la cabeza del caminante, pero no había impactado y todo por esa maldita niebla. El zombie se alertó por el sonido y olfateó al aire porque sentía el olor a pólvora, pero seguiría sin detectarlos gracias al círculo. El disparo había despertado al inspector de un salto; hubiera dado los buenos días, pero al ver la situación la comprendió y respetó en silencio. Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl El disparo falla, Raki puede seguir disparando si Kao no tiene problemas con que gaste más balas (quedan 4) Ikoma, podés hacer todos los disparos en un mismo post
Raki Fallé...un disparo el cual esperaba fuera uno solo no alcanzo su objetivo. Aquello solo prolongaba mi tan indeseable situación, no quería utilizar a Requios para...desaparecer al caminante de mi maestra. —Kaoru—llame al matón sin observarlo— ¿No tendrías problemas si hago los disparos necesarios para acabar con esto? El cañón humeante permanecia apuntando al zombie que aún no se percataba de nuestra presencia. >>Dijiste que sería injusto para los Pokémon atacar a alguien que fue mi familia. Solo pido permiso como debe ser.
Kaoru Lo escuché hablar, sonaba a divagación pero seguro yo hubiese dicho lo mismo de no haber estado solo con mi muchacho en aquella casa. Eran verdades, certezas, eran afectos movidos desde que éramos jóvenes y ahora, en este puto fin del mundo, nos veíamos obligados a acabar con las vidas de las personas que apreciábamos para no dejarlas vagar eternamente. Mis padres, bueno, seguían vagando en Azafrán. El chico se levantó, yo hice lo mismo y permanecí detrás de él apenas apuntó con el arma a su maestra. Era un exorcista, no tenía experiencia en esta mierda, la niebla no ayudaba y por eso falló. La bala pasó silbando, noté movimiento por el rabillo del ojo y asumí que tanto el inspector como Kemuri se habían despertado de golpe por la detonación, pero no interrumpieron. El crío llamó a mi nombre para pedirme permiso para usar los tiros por lo que le había dicho de los pokémon y no respondí en el instante, en su lugar estiré el brazo para alcanzar la mano del chico y alinearla un poco más, el movimiento no fue muy invasivo. Fue, de hecho, el tacto de un guía. —La primera vez que sujeté un arma tenía poco más de catorce años —murmuré mientras me acomodaba a un costado, tomé la otra mano del chico y lo hice colocar la palma en la base de la empuñadura, rodeando el resto con los dedos haciendo que afianzara el agarre—. No se tiene la fuerza para recibir el retroceso ni para procesar el ruido. Tienes que recibir el golpe del arma con casi todo el cuerpo y respirar, siempre debes respirar. Es semiautomática, el golpe del arma ya colocó el siguiente tiro, solo debes presionar el gatillo de nuevo. Me retiré un paso, regresándole su espacio pero me mantuve atento a sus reacciones y sus posibilidades. Era difícil, pero quizás podía lograrlo antes de acudir a otros medios. —Puede que no tenga tu don para ver el más allá, pero a partir de este momento somos iguales. Para el final del día los dos habremos tomado las vidas de alguien que nos importaba —sopesé—. Usa los tiros, Raki, ahora son cuatro. Si vacías el cargador sin acertar nos queda el cuchillo y como último recurso, mis pokémon pueden encargarse o intentarlo, no tienen el mismo vínculo que los tuyos. Además, mi madre decía que el fuego purificaba y creo que tiene razón. Tomé muchísimo aire por la nariz, crucé los brazos sobre el pecho y exhalé despacio. El escenario pintaba horrible, no iba a mentir, pero éramos la representación de la resistencia y si habíamos sobrevivido un par de días, lo menos que podíamos hacer era cumplir con el último deseo de alguien. Contenido oculto Kao me poseyó el alma, así que eso. Raki puede vaciar el cargador si hace falta Tremendas libertades narrativas me tomé we
[TORRE POKÉMON (P4)] Raki nunca había usado un arma antes, pero luego de la explicación de un profesional, de seguro resultaba un poco más fácil. Contenido oculto: ETIQUETA Ikoma-kun por la ayuda de Kaoru, el primero de los disparos que hagas a partir de ahora, va sin desventaja.
Raki —En mi vida jamás imaginé tal situación. Kaoru decidió permitir usar su arma hasta la última bala si era necesario, brindando de paso una ayuda para dar un disparo certero. Kaoru seguramente era parte de una pandilla y tuvo la desdicha de acabar con uno o más de sus colegas, éramos los últimos de nuestra clase, quien lo diría. Decidí entonces enfocar mi atención y disparar rezando por acabar de una buena vez. Contenido oculto Santo Arceus con esos dados
[TORRE POKÉMON (P4)] Después de la ayuda de Kaoru, Raki se preparó para un buen disparo, respiró sereno y apretó el gatillo... el disparo fue de los más perfectos y precisos que Kaoru vio durante su carrera delictiva. La bala atravesó limpiamente el centro de la frente del zombie, dándole así el descanso eterno que merecía a su maestra. Tras acercarse al cuerpo, Raki encontró dos cuerdas huida. Su maestra no le había dicho en ningún momento que las tenía, sólo si la mataba las conseguiría; esa fue la última lección de su maestra, una que pretendía enseñarle a cumplir con su palabra. Sin embargo, también había caído de entre sus ropas un raro papiro, se veía muy antiguo. Tras desplegarlo, Raki comprobó que tenía símbolos extraños, podía reconocer que se trataba del antiguo lenguaje que se hablaba en la Aldea Meteoro de Hoenn, ahora reservado para unos pocos del Clan Meteoro. Sin embargo, tendría que hacer un esfuerzo para intentar dilucidar algo de lo que decía y eso si había prestado atención a las lecciones sobre profecías escritas. Si no, era probable que no entendiera nada. Mientras tanto, el círculo de magia blanca bajo los pies de los demás se desvanecía, hasta aquí había llegado la protección de su maestra, Raki ahora estaba por su cuenta... Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl todo el equipo gana 5 de exp! pueden lanzar 1d20 para buscar objetos en el lugar (con la debida desventaja) a Raki con ese crítico ya le conté que encontró los objetos de su maestra. Kaoru puede lanzar su tirada de búsqueda en el cadáver, pero también con desventaja. Luego de eso, si quieren continuar en la torre y seguir hacia cualquier otro piso, deberán lanzar Sigilo para no toparse con algún Pokémon salvaje. Si no, también tienen la opción de usar las Cuerda Huida (tienen 3 justo para el inspector y ustedes) y saldrán automáticamente (también pueden seguir explorando y usarlas después, cuando quieran siempre que no se encuentren en combate). Raki ha conseguido los siguientes objetos: Texto Antiguo [Un papiro con un texto escrito en el antiguo idioma del Clan Meteoro] Cuerda Huida (x2) [Permite a un entrenador y sus Pokémon salir instantáneamente de la cueva, edificio, bosque y demás lugares cerrados donde se encuentren, devolviéndote a la entrada del mismo, siempre que no se encuentren en combate. Sólo tiene un uso] Raki puede lanzar 1d20 para intentar descifrar algo de lo que dice el papel (Sólo Raki porque él es exorcista y de Hoenn)
Kaoru —Ninguno de nosotros —atajé al comentario del chico, aunque fue casi un pensamiento en voz alta—. No era esta la vida que imaginábamos. La escena se amalgamó como mi yo de catorce años, cuando había sido uno de los que me llevaba un par de años el que me enseñó a disparar. Shigeru había confiado en mí, me había llevado a una de las rutas a vete saber qué horas y me había dado el arma. Respira, Kurosawa. Recibe el impacto con todo el cuerpo si te falta fuerza. Estabiliza el pulso y aprieta el gatillo. Nunca le había disparado a algo vivo hasta que tuve que colocarle el arma en el centro de las cejas a mi muchacho y detonar el arma. Por ende el sonido nunca me había alcanzado de esa manera y sabía que para Raki, que muy seguramente no había tenido que tocar un arma en su vida, el contraste era mucho mayor. Sin embargo, le había hablado como le hablaba a todos en Mako. Como si fuese el puto líder de una secta. Le hablé desde los puntos comunes, de conexión, desde sus lealtades y le di la pistola, a sabiendas de que no tenía mayor opción que tomar lo que le ofrecía para cumplir su promesa. No era la primera vez que le daba un arma a un crío que no debía siquiera alcanzar la mayoría de edad, así que aunque sabía que no le correspondía tener que matar a su maestra, tampoco me quitaba el sueño en sí mismo lo de haberle dado las instrucciones para aprender a soltar un buen tiro. Si algo me pasaba más le valía llevarse todo lo que yo tuviese encima, por eso tenía que saber disparar. La cosa era, ¿sería capaz de hacerlo? Ya se vería. Me quedé a su lado sin más distancia que el paso que había dado hace un instante, así que pude verlo tomar aire de forma distinta y ahora con el agarre más firme, supe que acertaría un segundo antes de que la explosión liberara la bala. Entre la niebla me pareció ver un hilo finísimo atravesar el espacio, provenía de la mujer, cruzaba a Raki y continuaba hasta mí. Era uno de los hilos que unían el mundo. No estaba allí realmente, pero aunque sonara a locura yo había aprendido a leer el mundo en función a ese hilo, que era solo una de todas las hebras de la telaraña. Definía interacciones, alcances y muchas otras cosas, y a veces podía manipularla. La hilacha se tensó en mi mente, la rocé y se reventó justo en el instante que Raki apretó el gatillo. El sonido esta vez, así como con el disparo fallido, no me sobresaltó en lo más mínimo. Claro que esta vez había resultado en uno de los disparos más limpios que había visto nunca. Solo recordaba haberle visto esa precisión al chico cuya ilusión había creado Kemuri en la casa, a uno de mis cachorros más cercanos, y al cabrón que me había enseñado a disparar la primera vez. El tiro del exorcista puso fin de forma limpia al martirio de la mujer, cumpliendo con la promesa que le había hecho y dando por terminada al menos esa parte de la pesadilla. —Bien hecho, exorcista —dije casi en voz baja y estiré la mano para que me regresara el arma—. Sé que ella habría agradecido tu lealtad. Era una cualidad muy apreciada, sin duda. Kemuri notó que el asunto estaba concluido cuando Raki se dispuso a revisar el cuerpo de su maestra, se acercó a mí y me dio un golpe con el hocico en la pierna, fue suave, pero me sacó un poco del lugar en el que me había metido para guiar al chico para que pudiese disparar. Podía haber pasado por altruismo, pero lo dudaba porque me conocía. Lo había probado, ¿no? Hasta dónde podía llegar. Guardé silencio, miré a la Ninetales para dedicarle una sonrisa tranquila y le indiqué que me acompañara a echarle un vistazo a los alrededores, porque de por sí el círculo de protección se estaba desvaneciendo. Sabía que el inspector se había comido todo el espectáculo y lo había respetado, así que alcé la voz en algún punto. —Inspector. —Lo llamé con un tono bastante amable—. Su Growlithe, ¿hacia dónde corrió? Contenido oculto Raki se fumó la suerte en ese disparo, pero estuvo worth así que ni me enoja la pifia (?
[TORRE POKÉMON (P4)] —Él salió en dirección a la Ruta 8, solíamos pasear todos los días en la zona de hierba alta que hay ahí...— le respondió el inspector a Kaoru, preocupado por encontrar a su querido Growlie convertido, tal y como le había pasado a este muchacho con su maestra. Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl ya que está tiro daditos de búsqueda con el inspector a ver qué onda.. edit: pues con esta niebla no ve a siete en un burro
Raki De u otra forma debía acabar esto, debía concentrarme si quería cumplir la última voluntad de mi maestra. No solo me valía de la ayuda de Kaoru, recurrí a una concentrar mi mente tal como ella me había enseñado. Despejar mi mente para percibir lo imperceptible y lo intangible. Un último respiro y apreté el gatillo. Parecía un asunto de segundo pero sentí el pasar de horas en realidad. Me congelé esperando que todo culminará rápido. El abrupto movimiento y posterior caída del cuerpo indico el final, habia cumplido mi promesa al pie de la letra. Volví a respirar con normalidad auque el vacío permanecia en mi. Deje la pistola en manos de su dueño y solo asentí a sus palabras, solo quería ir y asegurar un descanso para mí mentora. Al estar cerca de sus restos me incliné para rezar, al igual que el resto me encargue de no dejar ningún atadura que le impida abandonar el mundo de los vivos. El rezo se extendió por unos minutos más pues también habia alcanzado un punto de quiebre y no podía ocultar mis emociones. Gracias a mi concentración debia verse una expresión serena en mi rostro, salvo por el hecho de ver como lágrimas resbalaron por mi mejillas sin ningún temor, rezaba en medio de un llanto silencioso por quién fue como una hermana. Los exorcistas teníamos muy en claro una realidad; la muerte no era el fin y sabía que maestra solo trascendencio. Ocurrió de una forma indeseable pero ocurrió, nada más podía hacer Por último percibí unos objetos cerca del cuerpo; dos cuerdas de huida con ellas podíamos salir de una...pero no eran los únicos objetos. —Un ¿Papiro? En mis manos había un texto antiguo, podía jurar que databa de hace miles de años pues estaba escrito en una lengua muy antigua. Recordé algo sobre los antiguos habitantes de la región Hoenn, algo me decía de una conexión con el texto. Luego de haber repasado el papiro decidí buscar objetos mientras hilaba posibles significados de aquel viejo papel.
[TORRE POKÉMON (P4)] Raki contempló por unos momentos el papiro, hasta que pudo ir recordando sus lecciones sobre civilizaciones antiguas y logró reconocer algunos símbolos. Había unos que representaban la muerte y la peste, luego otros que significaban futuro y libertad y por último había otros de un caballero y una espada. Tal vez se tratara de una profecía antigua vinculada con lo que estaba pasando, e incluso podía que hablara de algún posible salvador, pero de momento eso era todo lo que podía sacar en claro. Podría seguirla investigando al día siguiente y quizás lograba comprender algo más. No sabía por qué su maestra tenía ese papiro consigo, pero probablemente lo haría hallado en alguno de sus viajes de investigación y lo estaría estudiando. Contenido oculto: ETIQUETAS Ikoma-kun Yáahl pueden irse usando las cuerdas o seguir en la torre
Kaoru No había encontrado nada, para variar, pero tampoco importaba mucho. En términos de beneficios era mejor haber podido acabar con la maestra del chico usando solo dos disparos, confiaba en que en otro momento podría recuperar las municiones y también encontrar algo más de comida y agua. Me mantuve a una distancia prudencial, suficiente para darle espacio al chico de despedir a la exorcista. Estaba manteniendo la compostura, era cierto, pero su respiración lo delataba. Supuse que era bueno que alguno de nosotros llorara lo perdido. Nunca había sido bueno con eso del paso de la emoción a la manifestación. Noté el papiro en manos de Raki, pero por claras razones le pertenecía así que tampoco pretendí husmear mientras lo revisaba. Además, si era algo que cargaba una exorcista tenía pocas oportunidades de poder entenderlo, así que era asunto del niño. El inspector me había respondido que su Growlithe se había ido en dirección a la ruta 8, que era donde paseaban y yo asentí con la cabeza sin responder nada todavía. En lo que a mí me concernía seguir moviéndonos por la Torre era un riesgo con la niebla. Si lo habíamos hecho era por la maestra del chico, nada más, y perder tiempo luego de eso ya no era inteligente. —Los pisos que siguen deben estar cubiertos de niebla también —comenté un poco al aire mientras me ajustaba el arma en el cinturón de nuevo—. Podríamos continuar pero es más probable que nos desgastemos antes de encontrar algo más, al menos por hoy. Busqué la silueta del inspector con la vista, luego la de Raki y respiré despacio. Se me daba relativamente bien eso de dar órdenes que no sonaran como tales. —Podríamos revisar la ruta 8, volver a Lavanda y rodear Azafrán —resolví, tranquilo—. O pretender avanzar directo por la cruz, pero en Azafrán había un grupo grande de muertos, al menos así era cuando dejé la ciudad. Ahora que somos más no deberíamos tener tanto problema. Contenido oculto Si a Ikoma le parece pues nos vamos alv de la torre (?
Raki Hacía mucho había estudiado las antiguas civilizaciones de Hoenn y ciertas partes de su mitología, parte de ese conocimiento se lo debía a Plubio el líder de gimnasio de Arrecipolis. Su clan convivio al mismo tiempo con ellos, hasta donde sabía ellos tenían la tarea de despertar a Rayquaza y detener el caos de Groudon y Kyogre. Pero está historia parecía distinta a las que conocí. El papiro describía información criptica; algo acerca de muerte y peste así como futuro y libertad. —Muerte y peste suena demasiado familiar—relacione lo descrito con el horror que estábamos viviendo, entonces si podría tratarse de una maldición, una prevista por los antiguos habitantes de Hoenn. Arrugue el entrecejo al hilar ciertas coincidencias en todo esto. Entonces ¿Era esto la razón de la visita de la maestra en la región Hoenn? Tal vez era parte de su vocación de estudiar las leyendas y profecías de otras regiones. Al decifrar la parte del caballero y la espada parecía describir a un salvador...entonces era lo que más deseaba, ver el fin de todo este infierno. Suspire y guarde el papiro en mi haori, observe una última vez el cuerpo inerte de mi maestra, ya no sentía la pesada atmósfera de un alma en pena, solo había paz. Podía estar en paz. —Kaoru, señor inspector de verdad les agradezco—tome ambas cuerdas de huida y di una al inspector—pude despedirme de mi maestra y agradecer su sacrificio, estoy más que seguro que está en un mejor lugar. Al salir debía ver por Blinky y relatar el desenlace, la última vez que le vi era todavía un Gastly pero seguro podía reconocerme. >>En compensación buscaremos a su Growlithe señor, no perdamos más tiempo. Habia llegado el momento de salir de la torre y emprender nuevos rumbos más lejanos, esperaba que el Growlithe no corriera la misma suerte que mi maestra.