Sonrei y vi a Oddish danzar junto a Vileplume alrededor del sol --Que tiernos--Dije sonriendo mientras me acercaba a Typhlosion
—Voy a echar una siesta, el entrenamiento me dejó algo agotada… vigilen a mis pokémon por mí, ¿sí? —les pedí a mis dos compañeros de viaje, antes de echarme sobre la hierba para descansar. Jolteon se quedó a mi lado, y poco a poco fui cayendo rendida en los brazos de Morfeo.
Vale, hasta despues Effy, que descanses--le dije sonriendo para despues mirar a Typhlosion --¿Sigues siendo serio?--le pregunte y este sonrio y luego aparto la mirada--Bueno vamos mejorando--le dije sonriendo
Heracross empezó a tomar confianza, el pequeño Mankey se le notaba alegre y entusiasta, por lo que volvió a husmear en mi bolso y de nuevo sacar un balón, tomarlo, alzarlo sobre su cabeza y pegar saltos de emoción una escena un tanto cómica ya que Mankey apenas era mas grande que el esférico
Sonreí y vi a Mankey con un balon de futbol y me entraron ganas de jugar con el balo --oye Mankey ¿Que te parece jugar un poco con ese balon?--le propuse sonriendo
Empecé a pensar en Ciudad Óleo —Pues, a Ciudad Óleo —comenté— Pero, ¿Qué pasará con Effy? No quiero dejarla tirada aquí
Valep--le dije sonriendo--ohh, por eso no te preocupes--le dije sonriendo mientras me acercaba a ella, tome sus pokeballs y regrese a todos sus pokemons--Bien, ahora solo debes tomar a Effy en tu Aerodactyl y ya esta--le dije sonriendo mientras regresaba a todos mis pokemons a sus respectivas pokeballs menos a Aerodactyl y me monte en el--¿vamos?--Pregunté sonriendo
Al llegar al pueblo me di cuenta de su escasa población, solo unos cuantos negocios, casas, un centro pokémon y una modesta posada ( en remodelación ) — Bueno, vayamos al centro pokémon—le dije a Fósforo.
Luego de restaurar la salud de mi equipo y descansar un poco, le pregunté algunas cosas a la enfermera Joy. Esta respondio a todas mis preguntas y me aconsejó ir a la arboleda lápiz, al parecer era muy frecuentada por entrenadores.
Fósforo me estiró de la playera y me señaló hacia abajo. — ¿Qué sucede? —le pregunté mirando mis pies. De pronto me avergoncé al darme cuenta de que no me había puesto los zapatos. Con razón la gente se reía al pasar...
Finalmente llegué al pequeño pueblito de escasa población, pequeñas farolas iluminaban el camino mientras yo procuraba no hacer ruido alguno en mi corto paso por aquí, si había tan poca gente este lugar sería algo... silencioso y yo no quería perturbar la paz que este lugar imponía cuando entrabas. Suspiré y saqué de mi mochila una botella con agua para beber algo, me esperaba realmente un viaje algo largo. — Vamos por la siguiente ruta Dante....solo te espera una playa...mar...y muchas ciudades...
Al fin en el pueblo. Ya podíamos estar tranquilos, no nos habíamos perdido. —Uhm, ¿te parece si vamos al centro pokémon, compañero? —dije emprendiendo el camino.
Llegamos al lugar donde todos pudimos descansar, los pokémon a manos de Joy y yo en uno de los cómodos sofás del establecimiento. ¿Y ahora qué? ¿Debía seguir? Había avanzado mucho por hoy... Quizás no era buena idea. —Ayy... Es mejor no pensar.
La enfermera me llamó, tras lo que me aproximé al mostrador a recoger mis pokémon. Todos se encontraban perfectamente recuperados. —Muchas gracias enfermera, ¡hasta la próxima!
Salí por la puerta del centro pokémon y me dí un pequeño paseo por el pueblo. No había nada que me llamase especialmente la atención, salvo un par de niños de diez años que estaban batallando. Dos chicos empezando su aventura, se veían llenos de ilusión... ¡Sí, yo también quería combatir! Debía ir a la torre desafío y ganar esta vez. Por mi equipo.
—¡Archeops, sal! —dije lanzando su ball—. Dirección Témpera, ¿te parece? Vamos a seguir entrenando en la torre desafío, ¡no podemos permitirnos haber perdido tanto últimamente, hay que seguir mejorando!