Psicología de amor

Quiero aclarar que es una historia no muy larga y que no sólo sera de amor, también misterio y tratare de que no pase de un beso (espero mi mente cochambrosa coopere)


Psicología de amor



Prologo



— ¿Enamorado? Lo lamento, Beatriz, pero yo nunca me enamoraría —Fueron las últimas palabras que la mujer pelirroja escucho antes de que el joven moreno saliera de la sala donde toma su terapia de psicología.



A la mañana siguiente el joven empezó su vida normal, esperando el poder volver a ver a la psicóloga, a la cual, amaba en secreto. Llego al edificio y saludo, como siempre, a la recepcionista. Pero al entrar lo primero que vio fue un rostro de un hombre delante de él.



—Ho-hola —Saludo el menor mientras se apegaba más a la puerta ya que el hombre lo tenía prisionero.



El hombre era guapo a simple vista. Rubio, cabellos largos, ojos verdes esmeralda y justo frente a ellos unos lentes, delgado y vestía con una camisa blanca con los tres primeros botones desabrochados y un tanto desfajado y también unos jeans ajustados, los cuales, dejaban ver su bien formado trasero.



— Ángel, ¿Verdad? El más chico de los tres Rodríguez ¿No? —Preguntó asustando un poco al chico ya que se acerco demasiado a este.



—S-si —Respondió un tanto desconcentrado y nervioso. Sobre todo, sus mejillas tenían un color rojo carmín, pero él no entendía el porque.



—Bien… ¿El honor se debe a…? —Dijo mientras se separaba y acercaba al escritorio.



Todo se veía como cualquier otro día. El escritorio estaba en su lugar, detrás de este estaba la pintura de una sandía, como siempre y no había nada fuera de lo normal, aparte del joven rubio de ojos verdes.



—Tú… ¿Qué paso con la Señorita Beatriz? —Pregunto sin despegarse de la puerta.



—Patético, llevas con ella más de tres años y no sabes que se caso hace más de cinco meses y que espera un bebé, que absurdo —Dijo mientras se quitaba los lentes y los limpiaba con un pañuelo.



— ¿Qué? —El corazón se le rompió en mil pedazos, no era posible que la mujer de quien estuvo enamorado por más de dos años estuviera esperando un hijo.



—Ángel… ¿No te enamoraste de ella, o si? —Le preguntó mientras se acercaba a la silla.



—No… —Dijo en forma chibi y con lagrimas en los ojos, el rubio lo observo con una gotita en la cabeza, era obvia la respuesta.



—Te recomiendo nunca te enamores de tu psicóloga…



—Eso lo dice porque no la conoce…



—Pero se lo que se sufre… —Grito mientras pegaba con las dos manos en el escritorio.



Y así comenzó todo, la historia de un pequeño de 17 años, casi 18 que tiene que batallar con su nuevo y loco Psicólogo, pero este guarda secretos que moverán el tranquilo mundo de Ángel y a la vez harán que su lazo de Doctor-Paciente se haga de amor.