Mini-rol Promises [Gakkou Roleplay]

—Estoy seguro que esto ni siquiera es un estilo —Bajó su mirada para ver los dos extremos de la corbata colgar sobre su cuello y soltó una corta risa, se veía extraño pero, tampoco quería simplemente arrugarla al doblarla o algo similar —, pero espero no haber arruinado nada al deshacer el nudo, yo en lo personal nunca he aprendido a hacerlos...todas las corbatas que tengo ya simplemente lo tienen y procuro no soltarlo por completo para no complicarme la existencia.

Siguieron su camino un rato, él todavía atento al lugar al cual pudiera referirse Daute pero cuando lanzó su pregunta no pudo evitar sonreír un poco, no creía que eso siquiera necesitara preguntarse.

—¿Mucho? Siempre te veía comerlos...ah, siempre de fresa.

 

Era una buena táctica la suya, y quizá la pondría en práctica, sino fuese por que mi madre se esmeraba en arreglarme la corbata cada que veía e iba a salir con traje, o en su defecto, la empleada de servicio. Era ridículo el nulo esfuerzo que en realidad debía ejercer por la cosa más simple. Pero bueno, no era más que un niño mimado por el dinero en ausencia paterna, y por caprichos estéticos por el lado materno.

—Sería bueno tenerte en casa entonces, anudando con anticipación mis corbatas —continué con el tono jocoso de costumbre, escuchando el sonar de los pitidos de los autos en algunas calles cercanas.

Para ser uhn fin de semana, Japón se mostraba por demás tranquilo en todos sus aspecto a diferencia de latinoamérica.

—¿Te llegué a compartir en algún momento? —pregunté al no poder recordar haber brindado los dulces a alguien diferente que Pierce, fue entonces que el letrero con las luces tenues me dio en los ojos, ascendiendo la mirada —parece que llegamos.

Abrí la puerta, sonando el tintineo de la campanilla, recibiéndonos un adolescente de aproximadamente nuestra edad, con el gorrito de la marca de la tienda de caramelos.

>>Bienvenidos.

 

Le dio un pequeño empujón con su hombro con una pequeña sonrisa —Te dije que yo no se hacerlas... sería un completo inútil en tu casa intentando hacer tus corbatas, cómpralas hechas....—Lo siguió sin decir más, entrando a la tienda luego de saludar a la señorita y adentrarse para ver el menú que colgaba en esa tienda de dulces.

Dudaba que fuera a pedir algo muy elaborado, pero tan siquiera podía pretender ver más opciones.

—Claro, siempre me compartías cosas de fresa...aunque a decir verdad, dudo que tuvieras otros dulces que no fueran de fresa, siempre en tus bolsillos, mochila... una dulcería andante —Despegó su vista del menú para verlo —, ¿qué vas a pedir?