Y entonces Adán y Eva olvidaron el valor de la palabra que no ha sido dicha en vano, la palabra que ha sido dada. Y la serpiente fue feliz al saberlo, por que un hombre sin palabra es como un borrego, y supo que sería fácil tentarlos, pues ya no existía nada que les forzase a abstenerse de la tentación, porque lo que habían prometido se les había olvidado, y una promesa que se olvida no es una promesa, no es nada. Así fueron tentados, y así cayeron en la tentación, porque al que no lo ata una promesa no lo ata nada.
Y eso suele suceder a menudo, la gente promete cosas y no le toman importancia a sus palabras, y la promesa pierde su valor y eventualmente se rompe. Por otro lado, lo que has mencionado... No estoy muy de acuerdo. Supongo que a veces sí, una promesa te ata y hasta te obliga a algo, pero en otras circunstancias no necesita haber una promesa de por medio para que otras circunstancias o sentimientos te aten a algo. O te hagan comprometerte con una situación. En fin, buen escrito. Me ha gustado bastante <3