One-shot de Naruto - Promesa. [minato]

¡Hola! Yo de nuevo por aquí, jeje. Espero que disfruten este escrito leyéndolo así como yo disfruté escribiéndolo. c:

Promesa [Minato]​

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Debía ser rápido, no creí que esa reunión de Kages iba a durar tanto tiempo, había hecho una promesa muy importante a alguien más importante que un señor feudal, si no llegaba a tiempo, corría el riesgo de morir. Seguí corriendo por el extenso desierto de Suna, un Shinobi promedio podría atravesarlo en un día con unas horas, pero yo, que era el relámpago amarillo de Konoha, podía atravesarlo en medio día, aunque el gran miedo que tenía en ese momento me hizo superar mi velocidad promedio.

Después de un tiempo corriendo podía ver el final del desierto, ya estaba a punto de llegar al extenso bosque que quedaba entre Konoha y Suna, pero habían unas personas que parecían tener una batalla y no me dejaban pasar.

— ¡Tú, no quedarás vivo de esta batalla! — Dijo uno de los chicos que estaban luchando, parecía ser de Suna.

— ¿Ah, si? ¡Vamos a ver quién es el que no sobrevive! —Dijo otro de ellos, que parecía ser de la aldea de la neblina.

— ¡Sigan hablando! ¡Después de que luchen conmigo no quedarán sobrevivientes! —Dijo un tercer chico, que parecía ser de la aldea de la nube.

O no habían notado mi presencia por estar discutiendo, o simplemente me ignoraban, traté de pasar desapercibido, pero entonces uno de esos chicos me gritó.

— ¡Oh, miren! ¡Es un Ninja de Konoha! ¡Trata de escapar de la batalla! — Dijo el que era de la aldea de la nube.

— No quiero problemas, tengo algo de prisa, así que si no les importa me iré. — Dije yo, retomando mi camino.

No pude avanzar un par de pasos, por que el chico de la nube me atacó con un ataque de rayo, el cual esquive por poco, continuó con sus ataques persistentemente, y esquivé cada uno de ellos. Luego de unos minutos me di cuenta del punto débil de la técnica, así que en el intervalo de cada rayo lo golpeé con un rassengan en el pecho y salio volando.

Creo que fue mala idea, los otros dos chicos de la neblina y de Suna me miraban con cara asesina, parece que querían luchar también. Primero atacó el de Suna, me lanzó una especie de lobo de viento, lo esquivé con facilidad, o al menos eso creí, por que mi ropa se rasgó aún cuando el ataque no dio en el blanco. Intenté predecir la técnica, pero siempre recibía cortes, aún cuando la esquivaba, así que decidí atacar directamente al Shinobi de Suna.

— ¡Arte Ninja! ¡Jutsu pantalla de humo! —Gritó el chico de la neblina, invocando una pantalla de humo muy espesa.

Genial, ahora no podía ver nada y estaba retrasado, esto cada vez estaba peor. Cuando me encontraba en la neblina empecé a recibir cortes, pero no veía de donde provenía cada ataque, al parecer los dos Shinobis decidieron trabajar en equipo para acabarme. Me harté de esto, di un gran salto y atravesé la cortina de humo, desde el aire podía distinguir a ambos Shinobis, estaban desorientados.

Luego de esto lancé varios de mis kunais especiales y cayeron en puntos estratégicos. Me transporté de kunai en kunai, mientras ejecutaba ataques rápidos, y por fin logré vencer a los dos Shinobis restantes.

— Les advertí que tenía prisa. —Dije yo, volviendo a mi camino.

Había perdido tiempo en esa batalla, pero aún podía llegar, no todo estaba perdido aún. Empecé a saltar de árbol en árbol por el extenso bosque, si tenía suerte podía atravesarlo en dos horas sin problemas, así que aumente mi velocidad.

Luego de un rato, me subí a la copa de árbol más alto para ver si faltaba mucho para llegar, ya podía ver a Konoha a lo lejos, que suerte tenía. Seguí saltando de rama en rama, cuando de pronto, un kunai pasó frente a mis hojos y se clavó en el árbol donde me detuve.

¡Oh, rayos!, ¡Era un kunai bomba!, me retiré de ahí de inmediato antes de que la bomba explotara, y luego sentí una fuerte patada en mi espalda que me hizo estrellarme con fuerza contra el frío suelo.

— Esto no me puede estar pasando…— Dije yo levemente tirado en el suelo, mientras unas lágrimas amenazaban con salir.

Traté de ver quién era mi atacante pero no había nada a mí alrededor, así que me levanté. Nuevamente traté de seguir mi camino, pero me choqué con una pared invisible, al parecer había creado una barrera para retenerme.

— Namikase Minato…Serás eliminado aquí y ahora. — Escuché decir a una voz.

— ¡Oh, vamos! ¿De quién se trata esta vez? Tengo prisa, ¿Sería mucho pedir que quites esa barrera para poder cumplir mi promesa. —Dije yo, esperando un gesto de compasión.

— No. — Respondió secamente el que me tenía retenido.

Al parecer iba en serio, así que me puse en posición de pelea, hasta que por fin mi atacante apareció. Se trataba de un Ninja del sonido, ¿Qué quería de mi?

— En orden de Orochimaru, serás eliminado como gesto de venganza a Konoha. — Dijo aquel Ninja, dejándome sorprendido.

Orochimaru no había perdido el tiempo, hace un año que fue expulsado de Konoha por sus bizarros experimentos y ya tenía a ninjas del sonido de su parte. Tenía que ser cuidadoso, hasta ahora sólo sabía que era bueno haciendo barreras, tenía que vencerlo para salir de ahí.

Aquel Ninja me atacó con un ataque frontal rápido, lo esquivé y lo pateé en la cabeza, haciendo que su cara chocara contra el suelo y quedara fuera de combate.

—… —Me quedé pensando decepcionado. —Y yo me pregunto, ¿Eso era un Shinobi? — Dije yo, mientras una gotita de sudor bajaba por mi cuello.

Corrí a toda velocidad después de que la barrera se disipó, y por fin llegué a Konoha, estaba rebosante de felicidad, ¡Aún tenía tiempo! Así que corrí a todo dar a mi destino.

Al llegar, lentamente abrí la puerta y entré a la casa, nadie estaba ahí al parecer, estaba salvado…O al menos eso creí yo, por que al entrar recibí un golpe en la cabeza que me clavó en el suelo y el piso se hizo añicos.

— ¡Te advertí que no llegaras tarde, o te arrepentirías! — Dijo aquella chica peliroja, con su puño en alto que soltaba humo del golpe que acababa de dar.

— Lo lamento, Kushina, sé que prometí llegar temprano para ir a cenar, pero me metí en muchos problemas de camino hacia acá. —Dije yo, aún en el suelo, mientras algunas lágrimas corrían por mis mejillas.

Luego de decir esto, me levantó y me dio un beso en los labios, bueno, al menos no estaba en tantos problemas, realmente creí que moriría.

— Sólo no lo vuelvas a hacer, ¿Sí? Ve a prepararte o llegaremos tarde a cenar —Dijo ella, mientras me abrazaba.

— ¡Qué cambio de humor! —Pensé yo, mejor no decía nada, o quedaría nuevamente clavado en el suelo.