Prisionera

Hola de nuevo aquí vengo con la continuación de mi historia... se que quieren matarme por haber tardado tanto pero estaba enfermita y donde estaba no había computadores bu :(

Espero que les agrade la conti por que enserio me esmeré mucho en este capi jaja. Lo disfrute mucho al escribir.

Fire proof es una combinación explosiva de sentimientos encontrados que tuve mientras escribía.

~*~

Episodio 4

Fire Proof
Prueba de fuego​

Sólo odiaba una cosa “la traición”.
Sólo odiaba una persona Orochimaru.
Hinata Hyuuga.​

*Orochimaru*


—Ah… ah... ah… mmm… sí, mmm—. Los quejidos de la chica se escuchaban por toda la habitación, deslizándose hasta los pasillos, —ah, sí… Orochimaru más, más por favor —pedía la pelirroja mientras él embestía su cuerpo con más fuerza.

La pelirroja gimió en protesta contra el pelinegro que la torturaba de esa y muchas formas más. Sus manos estaban amarradas a una soga y ésta a su vez quedaba amarrada a sus pies, de manera que ella quedaba dispuesta enteramente para él, sin contar la venda que traía en sus ojos que le impedía. —Te vendrás sólo cuando yo lo ordene Karin, ¿entendido? —dijo él con una voz ronca completamente seductora que erizó la piel de la muchacha con anticipación, su sexo se humedeció más de lo que ya estaba.

—Sí… —él la tomó del cabello halándola hacia atrás.

—Sí, qué —gruñó el moreno.

—Sí, amo —contestó Karin. Gritó. Dolor y placer al mismo tiempo, no sabía cuánto más podría contenerse mientras él la trataba de esa manera. Amaba a ese peculiar y pervertido hombre con toda su alma. Ese hombre que Hinata Hyuuga quería matar sin saber que ella lo prevendría a él, no dejaría que nadie lo lastimara, Karin odiaba a Hinata con toda su alma. ¿Cuál era su derecho de estar sobre las demás?, primero con esa timidez que le provocaba arqueadas y luego con esa sed de venganza tan parecida a la de Sasuke Uchiha, que le hacía querer patearla hasta que no quedara más de su cuerpo para seguir haciéndolo.

—Kabuto está muerto por tu incompetencia —gruñó mordiendo su espalda.

—Amo, su muerte no estuvo en los planes de anoche —gimió la muchacha con desesperación. Él azotó sus nalgas innumerables veces hasta que quedaron rojas.

—No me vuelvas a fallar Karin —sentenció.

—No lo haré, amo —susurró ella al borde de las lágrimas…

*Itachi*​

El agua corría por mi espalda, se deslizaba por todo mi cuerpo pero no lograba calmarme, en aquella noche habían muerto diez hombres, incluyendo al imbécil de Kabuto, él había perecido bajo la mano de Hinata, lo sabía muy bien, él la había tomado, la había hecho suya y ella le había quitado la vida a cambio; su cuerpo lo había encontrado Hidan y luego Kinmimaro se lo había llevado unos minutos después, solamente para terminar muriendo de una manera impredecible, aún no habían encontrado su cabeza; y esos dos no habían sido los únicos cuerpos encontrados por el hombre de cabellos plateados, habían cinco más a parte de éste, de los cuales teníamos fotos y sólo en el pecho de Kabuto estaba la señal de Hinata, ese beso que tenía la costumbre de hacerme antes de que me marchara, era su sello, su marca personal, pero jamás pensé que la usaría de aquella forma. —Ah Hinata, complicando las cosas desde que tienes un poco de libertad… —pensé.

Salí de la ducha y la puerta de la habitación a la que entraba se cerró haciendo un estruendo.

—¿Qué haremos con ella, Itachi? —ladró mi hermanito y sabía con certeza que se refería a la mujer que había estado pensando hace unos segundos. Hinata.

—Hmp —solté pues realmente no quería pensar en nada por el momento, ya tendría la oportunidad de acercarme a ella y mantenerla a mi lado. —Mía —pensé—. Hinata es mía.

—¿Eso es todo lo que dirás?, te creí capaz de controlarla Itachi —rugió mi hermano con un matiz de decepción en su voz.

—Dejemos que se divierta un poco hermanito —concluí poniéndome una camisa negra.

—Y mientras tanto se deshace de toda… —gritaba hasta que vio mis ojos rojos.

—Nadie hará nada contra ella ¿me escuchaste?, a menos que quieras que sea yo quien los mate —siseé. Sasuke me miró sorprendido. —Sólo diles que no se mueran —sentencié—. Ya pensaremos en algo Sasuke, ahora deja que termine de vestirme—. Él bufó, se dio la vuelta y salió de la habitación dando un portazo. Sonreí.

*Naruto*​

—Naruto yo… yo no estoy segura de esto —decía una muchacha de cabellos rosas. Él la miraba al inicio confundido y luego con comprensión.

—Tranquila, lo haremos a tu manera —respondió el rubio acariciando el rostro de Sakura. Ella le sonrió.

—Amo a Hinata como una hermana, su sueño es mi sueño, su deseo es el mío… —articulaba la chica con firmeza. Si ella no fuera mi mujer creería que ella estaba enamorada de su amiga —…hacer que el bastardo de Orochimaru sufra hasta que suplique su muerte —sentenció con tanto desprecio en su voz que sorprendió al rubio.

—Lo sé nena, lo sé —dijo él abrazándola fuerte.

Habíamos tenido una de las noches más ardientes desde que estábamos juntos, Sakura incluso se había desmayado en medio de un orgasmo, aquello ahora me hacía sonreír, la observaba pasear desnuda por la habitación recogiendo su ropa y volviéndosela la poner. Quién pensaría que esa menuda mujer, con ese perfecto cuerpo y ese rostro de muñeca de porcelana adornado por esos bellos ojos color jade era una asesina activa, parte del alto mando de lo que una vez había sido una de las mafias más poderosas de Oriente, una que había estado bajo el mando de Hiashi Hyuuga, y que quedó dispersada con su muerte. Ahora los clanes estaban divididos, los Uchiha, los Hyuuga, los Aburame, los Del Sonido, los Nara, los Inuzuka, los Akatsuki, los Akimichi y finalmente mi familia, los Uzumaki. Entre todas estos grupos y familias se habían formado alianzas.

Los Uchiha se habían unido a los Akatsuki. Los del sonido se habían fortalecido con la llegada de la Serpiente. Los Aburame, los Nara, los Inuzuka, los Akimichi y mi familia nos beneficiamos de la llegad a de la familia Sabaku No quienes eran contratistas y fabricantes de armas.

Formábamos tres grandes mafias entre las cuáles habíamos llegado a un acuerdo, nos habíamos divido las zonas pero también los productos que distribuíamos; y ahora llegaba la hija del ex líder con un nuevo material, un producto que tenía a los clientes siempre sedientos de más. Problemas. Ella empezaba a competir con todos nosotros, estaba tomando los territorios que le habían pertenecido a su padre con una rapidez asombrosa.

Había pasado un día, un maldito día y ella se había apropiado de la zona centro afectándonos a todos, con la muerte de los nueve líderes sólo había hecho falta de los mismos para que los nuevos se unieran a ella en su plan; definitivamente había estado planeándolo con mucho tiempo de anticipación y eso nos había quitado nuestra mejor zona. Y todo había pasado en la misma fiesta… mientras pensaba esto una media sonrisa se dibujó en mi rostro.

—Debo irme Naruto —dijo la chica de cabellos rosas dándome un beso mientras yo seguía acostado contemplándola. Se despidió y salió de la habitación; al poco tiempo oí las llantas de lo que supuse era su auto. Mi celular sonó.

—Habla Naruto —contesté.

—Soy Sasuke —saludó frío, sonaba molesto. Algo había sucedido. —Itachi no hará nada —rugió. Quiere que su princesa se divierta —masculló y yo apreté el celular en mi mano haciéndolo crujir un poco. Respiré tratando de calmarme.

—¿Haremos lo que pide? —pregunté algo irritado.

—Sí —fue la respuesta que recibí. Gruñí. Me adaptaría al plan. ¿Por qué había uno cierto?

—Está bien —respondí. —¿Nos reuniremos hoy?

—Te espero en “El Club” —respondió Sasuke colgando la llamada. Suspiré.

*Hinata*​

Todo marchaba según el plan y sonreía ante eso. Era tiempo de bajarle el ritmo a la situación sino, nosotros seríamos las que acabaríamos muertas al final del día. Mientras pensaba en los días siguientes terminaba de ponerme la peluca y los lentes de contacto. Vestía un traje de oficina, hoy iría a Hyuuga Corp. como la asistente de Hanabi, no podía hacer público mi regreso, no hasta que mis antecedentes penale fueran borrados; eso era algo de lo que Ino se estaba encargando.

Unos minutos más y subía a la limusina junto a mi hermana, mientras estaba en el auto empecé a repasar la agenda de la semana…

—Matsuri nos trajo la cabeza del idiota que intentó asesinarte ayer —dijo Hanabi interrumpiendo lo que hacía. —Kinmimaro.

—Así que a la final si lo mataron. Bien, algo menos de lo que hacerse cargo —respondí mientras me sumergía de lleno en los apuntes que tenía frente a mí.

Teníamos eventos importantes esta semana Hyuuga Corp. cambiaría de nombre al fusionarse con las empresas Yamanaka y Haruno: Cromatic S.A. Esta fusión se realizaba por parte de las tres familias para mantener el interés en conjunto, además que muchas de las patentes de las empresas que habían sido individuales pasarían a ser de una sola corporación. Los fármacos de la empresa Haruno, la exótica Botánica de la empresa Yamanaka y la tecnología de la empresa Hyuuga.

Considerábamos este punto como un lazo muy fuerte, juntas habíamos logrado en poco tiempo lo que solas jamás habríamos conseguido.

Entraba a la compañía relatándole a Hanabi su horario y recalcando algunos puntos.

—Hanabi-sama tiene muchos pendientes —articulé mientras veía como mi hermana se tensaba, ella sabía que la estaba regañando.

—Agéndalos todos para la tarde —fue su respuesta. —Shizune pide cuatro cafés latos y que los suban a mi oficina —ordenó mi hermana a una de sus secretarias, mientras ella asentía rápidamente levantando el teléfono y empezando a marcar. Sonreí.

Había pasado ya mediodía y todavía seguíamos trabajando junto a Hanabi, firmando algunos documentos, poniendo otros en espera. —Hanabi necesito un asistente —dije suspirando, estaba perdiendo el tiempo en nimiedades. Ella me miró extrañada pero a la final asintió.

—Mizuki dile a Konohamaru que se presente inmediatamente y a Haru que tomé su puesto —dijo mi hermana por el intercomunicador y ahora fui yo quien la miró extrañada.

—¿Un hombre? —pregunté sonriendo ante la ironía.

—Él mejor en su trabajo —respondió ella con suficiencia.

—Más te vale que sea bueno —comenté de la misma manera. Ella bufó.

En unos minutos más el muchacho se hizo presente, era realmente joven tendría tal vez la edad de Matsuri, unos 17 años.

—Buenas tardes, ¿me llamaba Hanabi-sama? —preguntó entrando en la oficina y haciendo una pequeña reverencia.

—Necesito que seas su asistente —dijo Hanabi señalándome. El muchacho se asombró por la petición.

—¿Algún problema? —preguntó mi hermana al ver que el castaño no reaccionaba.

—N-no —balbuceó él y yo miré a mi hermana levantando una ceja, ¿este era el mejor chico en su tarea?, ella me hizo una mueca y puso los ojos en blanco, lo estábamos intimidando; eso me hizo sonreír.

—Engel, Engel Pierce —respondí a la pregunta del joven no formulada. Él me asombrado por unos segundos. —Necesito que programes una reunión con los jefes de todos los departamentos para mañana, no importa la hora, coordínala y mantenme al tanto—. Konohamaru se recompuso de su impresión y empezó a anotar con rapidez en una tableta digital.

—Ok. —dijo asistiendo y confirmando que había terminado entonces proseguí.

—También llama a los Uchiha y confirma el almuerzo de mañana —decía mientras firmaba otro documento—. Asegúrate de que la sala de reuniones especial esta lista para el jueves a las cinco de la tarde y confirma si la señorita Yamanaka se reunirá el miércoles o el jueves de esta semana, aquí en la empresa.

—¿Eso es todo? —preguntó el muchacho que había terminado de teclear.

—No, ¿ya almorzó? —pregunté a lo que él y mi hermana me miraron confusos.

—No señorita, aún no —respondió con la misma mirada anterior.

—Entonces pida tres almuerzos —completé extendiéndole una tarjeta de crédito y dándole a entender que él estaba invitado —que la comida sea de tu elección —sonreí al ver el rostro iluminado del joven, esperaba que esta pequeña prueba de lealtad fuera superada con creces, mi hermana entendiendo mis intenciones sonrió de medio lado.

—Entiendo señorita Pierce —dijo el muchacho.

—Puedes retírate y regresa en cuanto llegué el almuerzo, necesito ponerte al tanto de estos archivos ya que estarás a cargo de ellos, pero de esto ya hablaremos después —finalicé abriendo un sobre, de reojo observe como se giraba y salía por la puerta principal de la oficina.

—Y yo que pensé que era un gesto de amabilidad de tu parte, Hinata… —decía mi hermana.

—Tu correrás la misma suerte en que no sea amable contigo, tienes todo un desastre aquí… —el teléfono sonó mientras regañaba a Hanabi; ella suspiró aliviada y contestó.

—U-Uchiha-san —balbuceó y la interrogué con la mirada. —Itachi, eh… —decía y le arrebaté el teléfono.

—Buenas tardes señor Uchiha, la señorita Hanabi no puede atenderle en este momento, ¿desea dejar un recado? —hablé con voz profesional.

—¿Hinata? —articuló él con un tono de asombro.

—Con la misma —respondí—. No tengo mucho tiempo dime, ¿qué deseas?

—¿Un almuerzo con nosotros? —preguntó burlón—, pudiste haber dicho que querías verme y hubiese sido más fácil… —dejé que hablara mientras yo me tomaba mi tiempo estirándome en el asiento, para volver a ponerme cómoda.

—Itachi el almuerzo no es contigo, es con Sasuke y según los documentos que tengo en la mano es un asunto de negocios que tu hermano quiere proponer para la empresa —mi tono seguía profesional pero esta vez había sido frío con un toque de impaciencia, haciéndole saber de esta forma que no estaba jugando. Imagine a Itachi apretando los dientes y sonreí. —Si eso es todo lo que tenías que decir me encantaría confirmar la cita con tu hermano para el almuerzo de mañana —dije remarcando las palabras que lo excluían.

—Asistirá —masculló.

—Gracias señor Uchiha, lo veré después —corté la llamada sabiendo que mis últimas palabras lo dejarían pensando.

Unas horas después y estaba suspirando, había sido un día extenuante y aún no terminaba, tenía una cena con Ino, Sakura y Hanabi en un lugar que llamaban “El Club”. Vaya nombre para estúpido. Me quité los tacones sólo para ponerme unos aún más altos, mi hermana había dejado el vestido que seleccionó para mí en el pie de la cama; era de corte romano, sencillo, ligero y remarcaba mi cintura. Me gustaba. Cepillé mi cabello y quité los contactos de mis ojos, coloqué en mis orejas unos aretes sencillos y en mi mano izquierda una pulsera de plata. Retoqué mi maquillaje haciéndolo más fuerte en mis ojos, pómulos y labios. Tomé una cartera de mano en la cual tenía mi celular y un lápiz labial. Acomodé un fino y pequeño cuchillo portable en el borde mi ligero y salí del dormitorio.

—Hanabi vamos, es tarde —dije al momento de pasar por su habitación, al instante ella salió. Llevaba un vestido estilo princesa, el cabello sujeto dejando que unos pocos mechones enmarcaran su rostro y unos accesorios de plata similares a los míos.

*Sasuke*​

Hablábamos tranquilamente cuando la mesa en la que estábamos se fue silenciando de a poco, levanté la vista al oír como las dos mesas a nuestro lado se encontraban en la misma situación que nosotros. Dirige mi vista hacia donde mi hermano veía y allí estaban cuatro mujeres que entraban riendo al lugar, sólo una de ellas se había puesto seria al ver el sitio, fueron directamente a la barra.

Después de unos minutos vi como el dobe de Naruto se acercaba a la mujer de cabello rosado que formaba parte del grupo y Kiba tomaba a la rubia de la mano y la invitaba a bailar. Sólo quedaban dos de ellas libres, en eso la mujer de cabello azulado se levantó dejando sola a mi objetivo. Me acerqué por detrás y besé el cuello de la castaña, quien salto debido a la sorpresa, dándose la vuelta inmediatamente para ver a su agresor, sus ojos molestos se toparon con los míos y al reconocerme su gesto se suavizó.

—¡Sasuke me asustaste! —reclamó ella golpeando suavemente mi pecho.

—No sabía que frecuentabas este lugar Hanabi —respondí poniendo mis manos en sus caderas y acercándola a mí.

*Hinata*​

Vi a mi hermana dejar que Sasuke la tocara, estaba acercándola a él. ¿Ella estaba coqueteándole? Giré mi vista y Sakura e Ino estaba en igualdad de condiciones. Genial. Ahora sólo quería salir de allí, se suponía que era una maldita cena, pero vaya que lo era. Ellas iban a cenar ¡hombres! Bufé y en el instante en el que lo hice una mano tomó la mía. Salté.

—¿Tú? —dije mirando molesta a los ojos del pelinegro frente a mí. Él esbozó esa sonrisa tan característica de los Uchiha. Me solté de su agarre y me giré para alejarme de él. Volvió a tomar mi mano. Me volteé interrogando al moreno con la mirada. —Itachi…

—Deja que te invite a cenar… —decía el moreno interrumpiéndome.

—¿C-cómo lo sabes? —balbuceé asombrada. ¿Tan obvia había sido?

—Te irritas cuando tienes hambre —respondió tranquilamente encogiéndose de hombros—, y por la forma en la que mirabas a tus acompañantes estás a punto de explotar. Vamos —dijo cerrando su mano firmemente sobre la mía y dirigiéndonos a la salida. Aún estaba aturdida por lo que reaccioné cuando ya casi estábamos a fuera.

—Pero que sea sólo una cena —dije deteniendo nuestro andar, logrando que volteara a verme.

—Lo prometo —sentenció mientras salíamos del lugar y un chaperón traía su auto.

Subí a su auto y él nos llevó hasta su casa. Lo miré de manera inquisitiva.

—Lo prometí —dijo saliendo del auto y abriendo la puerta de mi lado para que yo saliera también.

—Aquí vamos —susurré para mí misma, viendo la enorme mansión a la que acaba de llegar. Itachi tomó mi mano y entramos a la gran estancia, pero jamás esperé que mi peor pesadilla fuera quién nos recibiera. —Orochimaru…

~*~​

Espero que les haya gustado el capitulo.

He tenido un montón de trabajo... ufff pero al fin me di tiempo para escribir y me ha tomado bastante.

Ustedes que prefieren un capitulo de 1000 palabras a la semana o uno de 4000 al mes? quiero escuchar sus propuestas y saber que es lo que más les agradaría es que no tengo tiempo para escribir mas de 2000 palabras a la semana, asi que deseaba consultarlo con ustedes. Para así postear de una forma más regular.

@Alisse Madness: Gracias por tu comentario que bueno que te gustó el capítulo. Un abrazo y feliz Navidad =^^=

@Inaru Uchiha: Hola que bueno que te haya gustado el capítulo y feliz de invitarte a leer mi historia. Muchas gracias por tu comentario un abrazo y feliz navidad.

@joha suki: Holis aquí presentando de nuevo el próximo cap de Prisoner o Prisionera aquí en ffl, Espero que te guste como el anterior, si tardé un poco en subirlo más por la adaptación que debo hacerle para poder subirlo a este foro. Gracias por tu comen y feliz navidad.

@Unimar: Holas Uni agradezco cada uno de tus comentarios y espero que este capitulo también sea de tu agrado, tienes razón la historia ya empieza a dar un vuelco sobre la vida de Hinata fuera de la cárcel y su venganza contra los que orquestaron la muerte de su familia. Esperando que hayas tenido una linda navidad un abrazo.

@niña Elric: Je, holitas que bueno que te haya gustado el capítulo algo intenso pero a veces la gente se confia tanto que termina muriendo de la forma menos esperada (odio a Kabuto)... la historia que le pinto a Hinata para este fic es algo densa y retorcida, los sentimiento de la gente que la rodea muchas veces no son claros o son muy fuertes, he tratado de hacerlo lo más real posible al no limitar a ninguno de mis personajes a una sola pareja cuando vayas leyendo la historia podrás darte cuenta. Jajaja también me causó gracia imaginar a Hinata haciéndole frente al sharingan de Itachi, pero en este fic espero que ella sea un personaje fuerte e Itachi sea alguien enamorado. Espero que te guste el capitulo y gracias por tu comentario.

Gracias por leer y comentar.

XOXO Juls.