Long-fic Prisión en libertad [Inuyasha & Vampire knight]

He vuelto después de un tiempo, es un fic nuevo que se me ha venido a la mente inesperadamente, espero lo disfruten, además, aún no sé si lo continuaré como un long fic o drabble, pero por el momento creo serán capítulos cortos, decidiré esto de acuerdo a su adaptación. Gracias, y acepto críticas ;D




Miró por la ventana mientras las mariposas azuladas volaban con gracia en su frente, las enredaderas que rodeaban las ventanas, a través de los cristales, se podían observar las cristalinas gotas de rocío caídas en la mañana, al parecer, olvidadas por el sol o protegidas por la fría sombra otorgada por las rejas que cubrían las ventanas, y desde aquellas ventanas hacia dentro, se podían visualizar lo que parecía ser una celda, una opaca, oscura y fría celda.

A simple vista, todas las personas habrían apostado era una celda o calabozo vacío, pero para los ojos hábiles era posible visualizar la pequeña silueta. No se podía concretar su sexo, edad o porte, al igual que las anteriores gotas de agua, era protegida por la sombra, una sombra más oscura y perversa, y que aquel protegido se esforzaba en alejar, ella no necesitaba aquel protector, ella podía sola, solo debía esperar, algún día, quizás lejano, esas personas que la apresaron se darían cuenta de su error, ella no era un objeto, una criatura humana, pura o oscura, ella era Kagome.

No hay diferencias entre razas, uno es su propio ser, y aunque esos cazadores pretendieran ser mejor que los vampiros, jamás lo serían, porque en una lucha por la supervivencia, ambos deben estar a la misma altura, subir o rebajarse de nivel, nunca era mejor uno que otro ya que ambos cometían el mismo pecado; el asesinato.

 

El sol se asomó por la pequeña rendija que la comunicaba al mundo y se preguntó-después de haber visto tantos días grises- si este día fue el inicio del verano, de ser así algo tendría que hacer pronto.
Podía contar desde el día en que la encerraron acá, unos cincuenta y dos inviernos. Cincuenta y dos jodidos años perdidos, sola, fría y sin embargo a pesar de que jamás se le dio comida ni agua, no sentía ni el asomo de sed o hambre. Su cuerpo, aunque sin posibilidad de movimiento seguía en su esbelto porte, y podría asegurar que su apariencia seguiría siendo divinamente hermosa.
Y ella había pensado que era humana.
Un humano habría sentido hambre y sed, habría adelgazado y convertido en un deplorable saco de huesos. Diablos, un ser humano no habría sobrevivido a las heridas que cruelmente esos 'cazadores' provocaron en su cuerpo. Aún podía sentir su cuerpo estremecerse en las zonas en que había sido golpeado.
Había meditado cuidadosamente el como había caído. Alguién la había traicionado y ese alguién sufriría cuando saliera.
Sus primeros días en este encierro pensaba que era humana. Hoy, sabía que era cualquier cosa exepto eso....... y le gustó.