Venasaur se sentó, dispuesto a disfrutar del aire puro que le hacía muy bien a su flor. Mientras tanto yo, me lanzaba contra las hierbas, buscando algún pokémon, como en los viejos tiempos.
—Perdóname —reí ante Rojo, rascándome la nuca. Lo miré, sonriendo entusiasmado por mi búsqueda de pokémon salvajes—. Me llamo Hubert. En eso, un pokémon pasó cerca de nosotros. Era un Tyrogue, que paseaba alegremente.
—Por lo que veo, tú también, Rojo —dije mientras caminábamos juntos— ¿Qué novela estás leyendo? Por su parte, Snivy leía otra vez a Oscar Wilde, sentado y con la espalda apoyada en el enorme cuerpo del Venasaur de Ukita.
—El Conde de Montecristo, ¿Te suena? —respondí— En ese instante Wartortle y Sylveon llegaron a donde estaba y saludaron a Hubert
Suspiré. Había sido ignorada, pero sin embargo me acerqué al par que ahora caminaba como la más feliz de las parejas —¡Hola! —exclamé repentinamente cuando estuve más cerca, esperando eso captara su atención.
Me hice bolita para mayor movilidad, aún nada, ningún pokémon cedía ante mi vista... sin escapar, claro.
—Me leí la obra completa de Alejandro Dumas —comentaba a Rojo mientras saludaba a sus pokémon, cuando se nos acercó Effy— Perdónanos por dejarte atrás —me disculpé con una sonrisa— ¿Piensas atrapar pokémons también?
Llegué hasta un árbol, iba a acercarme para ver si había algo... pero este se cayó repentinamente. --¿Qué rayos pasó?-- De pura suerte logré que el árbol no colapsara sobre mí. Se trataba de un furioso Tauros, quien se había embestido contra el tronco.--Bien cuernos, serás mío.
Me volteé para ver con prismáticos el comportamiento extraño de Ukita —¡Ukita, no eres un fucking ninja, captura a Tauros y ya! —grité mientras reía—
Contenido oculto Debo irme, hasta mañana :3 Miré de reojo al chico con prismáticos... sabía todo lo que Dante me había dicho, ¿debía hacer algo al respecto? Le había dicho a Dante que no era mi problema ni el suyo y era bien cierto, pero de todas formas me causaba un poco de escalofríos estar en compañía de un asesino. —Creo que me iré de regreso a Ciudad Témpera un rato —decidí, sacando nuevamente a Skarmory—. Nos veremos allí de nuevo, supongo...
(Editado, quería ver que salía xD) Reí ante el grito de Rojo, y enseguida lancé a Croconaw para la batalla. Tauros aceptó el reto lanzándose sin pensarlo contra mi pokémon, felizmente pude ordenar antes:—¡Esquiva y Aqua Cola! El golpe resultó eficaz, este Tauros no era impresionante por así decirlo, pero tener uno quizás sería útil... de algún u otro modo.
—Muy bien hecho, Ukita —dije, alzando mis manos para que pudiera ver mi aplauso. Entonces, a lo lejos vi un Machoke, dándole puñetazos a un árbol como entrenamiento.