Un gurdurr salvaje peleaba contra otro, coasas de la vida. la pokémon bebé decidió continuar buscando.
Otro Gurdurr, quizás Togepi debía de buscar por otro lado, pues por allí no habían Ninetales ni Arcanines.
Al cambiar de lugar e irse un poco más lejos, sintió algo correr a gran velocidad detrás de ella. Al darse Togepi la vuelta, vio a un Arcanine, y sonrió. Al fin encontró uno. Empezó a atacarle fuertemente y tras un rato, cuando ya casi no podia mas, le tiró la ball, capturándolo al fin. La pequeña sonrió victoriosa y cogió la ball agotada para volver con los entrenadores de una vez.
La Pradera Arte... aquí fue donde Togepi capturó a Arcanine para mí... recordaba lo feliz que estaba cuando ella se presentó con esa pequeño bola en sus manos y me la dio, como si fuese un premio tras mi empate con Yair. Pero no era momento para la nostalgia. Con el pokémon hada firmemente ajustado en mis brazos, comandé a Skarmory que atravesara la pradera lo más rápido posible.
Habiamos pasado la ruta 306 hasta que vi un pueblo al norte asi que ahi nos dirigimos --Ok ninetales a correr lo mas rapido que puedas amigo--le dije y este corrio mas rapido--
Veia la pradera y recordaba algunas cosas cuando estaba effy... --Que estupides la mia..--Dije triste--
Ninetales empezo a correr hasta la ciudad anterior esperanzado porque encontraramos algo... --Vamos ninetales no estanto sigamos rapido!--Le dije ancioso--
Miraba la salida y yo cada vez mas emocionado por encontrar algo Nuevo segui mi camino... --Muy bien la salida!--Dije ancioso--
Bajé de Charizard cuando este aterrizó cansado. -- Vale compañero, descansa un poco. Según dije esto, Charizard se tumbó en el suelo. --Voy a ver si puedo encontrar algo interesante por aquí...
En lo que caminaba, me acordé de algo. Tomé la pokéball de Luxio para que me ayudara en una cosa... --Luxio, registra por ahí, yo me encargo de mirar por aquí. Luxio asintió, y rápidamente empezó a olisquear. Me sobresalté un poco al ver pasar rápidamente a un Linoone por delante de mí.
Me giré para ver a Charizard. --Está en su salsa -- dije al verlo tumbado boca arriba. De repente, un Garbodor saió de la nada dispuesto a atacarme. --Ni de broma.. -- le dije al pokémon amenazante. Dí un silbido alto, y rápidamente, Charizard se acercó, y le lanzó un lanzallamas al pokémon salvaje, haciendo que este se fuera.
Charizard me miró un poco enfadado. --¡Está bien! ¡No te llamo más! Dicho esto, Charizard volvió a donde estaba antes, dispuesto a descansar de una vez. Yo, en cambio, saqué a Greninja por si las moscas. Un Herdier pasó por nuestro lado, y se paró en frente de Greninja. Este apenas le hizo caso, hasta que el pokémon perro le lamió y volvió a irse. Esa acción nos sorprendió a ambos, pero yo me reí.
Greninja se mantuvo en silencio para detectar cualquier sonido o movimiento. --¿De verdad piensas localizar algo así? -- le pregunté a mi pokémon. Este asintió, y siguió en silencio con los ojos cerrados. De repente, este abrió los ojos, y lanzó un pulso umbrío a un... --¿Nidorino? -- me dije mirando al pokémon. Era mi oportunidad... Nidoking era un pokémon bastante fuerte. Y yo me voy a hacer con él. Cogi una pokéball negra y amarilla de mi mochila, y según tuve al Nidorino a mi vista, le lancé la ball. Se sacudió una vez... Luego una segunda, hasta que por fin se sacudió una última y salieron las estrellitas, mencionando que el pokémon fue atrapado exitosamente. --¡Gracias Greninja! Al final si que lo pudiste localizar. Greninja sonrió. Yo, seguidamente, lo guardé en su pokéball. Me acerqué al ya descansado Charizard, me subí a él, y este emprendió el vuelo rápidamente.
Feliz por encontrar la Mo de vuelo decidi salir del pueblo y empezar a buscar un poke volador --Ok vamos en busca de un poke volador--Dije sonriendo--