Me limité a mirarle y sonreir, cuando oigo un ruido y unos pasos se acerca hacia nosotros. De repente una sombra aparece en la entrada del refugio y me alerté.
— Mira... un pachirisu — dije viendo al pokemon — Debe estar buscando refugio para la tormenta al igual que nosotros. — Saque mi camara y le tome una foto, debía quitarme esa manía de hacer eso...
--¡Oh que monada! --dicho esto me levanté y lo cogí en brazos. --Mira que mofletes tan ricos tiene. --dije mientras le tocaba los mofletes. Al parecer al pokémon no le hacia ni pizca de gracia, pues me miraba con una cara de pocos amigos.
— Eh... Liza no creo que le guste que le hagas eso — dije ofreciéndole una baya al pokémon para que se tranquilizara. Mientras acariciaba a cyndaquil vi una sombra..¿que podria ser? un ¿Tynamo? que hacia un pokemon así por aqui — Creo que dejare al pequeño donde vino...
--Mejor te acompaño... --dije con voz temblorosa al dejar delicadamente al pachirisu, que al parecer no le había caido muy bien. --No quiero quedarme con él. Me dirigí a la salida junto a Dante y echamos a correr para no mojarnos mucho. Cerca de mi vi a otro pokémon.
— ¿Qué hace un Nosepass en esta lluvia? — pregunté con una gran confusión mientras dejaba al pequeño Tynamo en un río cercano que se encontraba asi
--No tengo ni idea. --dije cruzada de brazos mirando el lugar. --¿Como les puede gustar este lugar a los pokemon? Algo me hizo cosquillas entre mis piernas y vi que otro pokémon se había acercado. --Al parecer llamamos mucho la atención. --reí.
— No lo sé... tal vez les guste porque hay truenos y ravos.... — dije no muy seguro de mi respuesta Luego note algo en el suelo asi que lo recogí... era una rama que estaba en el suelo y la levante y se la mostré a Liza — Creo que también llamamos la atención de las ramas — dije entre risas para después encaminarnos nuevamente hacia nuestro refugio... — Un marrep... hace mucho que no veo uno...
Seguí a Dante, ya desanimada al no encontrar a mi pokémon, y decidí dejarlo para mañana.Bostecé. Ya empezaba a tener sueño. --Será mejor que volvamos, ya es tarde.--miré hacia atrás y vi que Dante observaba a un pequeño mareep. Me acerqué y le agarré delicadamente del brazo. --¿Volvemos? --le sonreí.
— ¿Eh? — note que me había quedado observando al marreep — Claro... volvamos — le dije con una sonrisa para volver al refugio
Al llegar, saqué mi saco de dormir y decidí dormir al lado del fuego. Al colocarlo, me metí dentro y me acomodé. En ese momento, Osawhott salió de su pokeball y se acurrucó junto a mi. --Hola pequeñin. ¿Duermes conmigo hoy? --le acaricie la cabecita y este asintió con una sonrisa.
— Buenas noches Liza... — dije acurrucándome con mi Cyndaquil al lado de la hoguera que habíamos hecho
Pasaron las horas y desperté cuando los molestos rayos de la luz del día empezaron a invadir nuestro refugio, ademas que cyndaquil estaba comenzando a moverme para que despertara — Ya voy... ya voy — dije levantándome de mala gana, me gire hacia Liza... seguía dormida — Mejor dejarla descansar.... Me di cuenta que el pachirisu se había quedado toda la noche con nosotros, lo bueno fue que al parecer no le intereso atacarnos (Como lo más probable es que veas esto mañana xD pues lo puse de una vez (?) )
Me fui despertando poco a poco, ya que era tarde y no tenía más sueño. Me reincorporé en mi saco de dormir y vi que Osawott ya se había despierto y estaba comiendo una baya. En ese momento me fijo en que Dante no está. --Se habrá despertado antes que yo... --me dije a mi misma y recogí el saco. Mis tripas empezaron a sonar y saqué una barrita de chocolate que guardaba en mi mochila a la vez que salía a dar un paseo por la llanura, para estirar las piernas. Rápidamente, un pokémon pasa cerca de mi y me asusta. --¿¡Podeis dejarme en paz!? ¡Iros por otra parte! --grité de mala gana al pokémon. Al parecer, al Tinamo no le hizo gracia que le gritara y embistió contra mi, haciendo que mi barrita saliera volando y fui rápidamente tras de ella.
Corrí y cogí la barrita antes de que callera al suelo y se ensuciara. Me apoyé en una roca y me quedé allí comiéndola y contemplando el paisaje con admiración. De día todo era mucho más bonito...y sin lluvias y rayos...
Al acabar, continué mi búsqueda de Pika, que al parecer, no lo encontraba. Y si no estaba allí... Y si se habían equivocado... Muchas dudas recorrieron mi cabeza pero no me rendí y seguí buscando. Justo delante de mi, se encontraba un electrike durmiendo. Para no meterme en más problemas, caminé a paso lento hasta haberlo dejado muy atrás...
Llegué al pequeño río donde dejamos a aquel Tinamo perdido la noche pasada y me senté en el césped mojado. En ese instante, me quedé mirando el collar que le regalé a Destiny, el mismo que tenía ahora en mis manos, y me quedé pensando en ella. --¿Qué estará haciendo ahora...? --susurré muy bajito. --Supongo que estará con Alpha... --una mueca de tristeza se formó en mi rostro. Me apetecía ir con ella pero ahora mismo no podía. Sentí los pasos de un pequeño pokémon que se había sentado junto a mi. Era el pachirisu de la otra vez. Lo miré y le sonreí. --Hola. Siento haberte echo enfadar la noche pasada. ¿Me perdonas? El pokémon me sonrió y asintió. Después se fue junto a otros pachirisu y me despedí de él.
Me volví a recostar en el suelo y miré el cielo despejado. Se había ido la tormenta y ahora salía el Sol. A lo lejos vi a unos marrep pastando y recordé que no sabía donde estaba Dante. Me levanté y me dispuse a buscarlo.
--¡Dante! ¡Pika! ¡Qué alguien conteste por favor! --grité a la nada mientras buscaba ya con desesperación a alguno de los ya nombrados. Un Tinamo saltó en el río e hizo que me salpicara. Ya no aguantaba más este lugar.