Nikolah Cruz Me encontraba roncando de manera profusa y bastante fuerte. Dormir entre Pupper y Fennekin era una muy buena combinación. No solo ambos eran suavecitos, sino que soltaban un agradable calor al tacto. Y también mi nuevo compañero Lairon ayudaba, haciendo de almohada. De repente, escuché una voz en la lejanía, y el sol acariciando mi rostro. — ¿Piensas que puedes quedarte con mi yoyo, maldito Joey? ¿Piensas que tu Rattata me intimida, eh? No me importa que seas el maestro Rattata, ¡no te dejaré mi yoyo!— grité en sueños, para súbitamente despertarme luego. Miré alrededor, y lo primero que pude ver, fue una sombra a mi lado, observando curiosamente a Fennekin. Por reflejo, lancé un grito entre sorprendido y dormido, algo que sonó como un "¡gagaguah!" y lancé lo primero que pude agarrar. Se ve que una persona no era, pues la pokéball que lancé pudo atrapar lo que sea que fuera. Aunque tal vez si fuera una persona y acababa de descubrir un secreto terrible. Me rasqué la oreja con un dedo, mientras Fennekin se acercaba al esférico y lo olía. Lo tocó con una patita y este se abrió, dejando salir a una preciosa Ninetales. Fennekin abrió grandes los ojos, brillando de admiración, y se puso a saltar y ladrar alegremente alrededor de la zorra más grande. Esta parecía bastante halagada por las reacciones de la pequeña, pues parecía incluso tener una sonrisa orgullosa en el rostro. La Ninetales luego miró a Pupper, que se había despertado por mis gritos, con una cara engreída. Este tan solo levantó una ceja, bufó, y se echó más lejos, disfrutando del sol. Yo no entendía nada. Me levanté de Lairon, que seguía durmiendo como un tronco, y miré la escena curioso. Sin embargo, tenía otros asuntos que resolver. Mi estómago estaba rugiendo de forma incesante. Debía hacer como un día que no comía nada. Me acerqué tambaleando y con sueño hacia dónde se encontraban todos durmiendo. Confirmé que Talía y Elisa estaban bien, durmiendo las dos plácidamente, y luego me dirigí hacia Alpha, que parecía haberse despertado ya. — Hey, Alpha, ¿qué onda? ¿Tienes algo de comida?— pregunté, con una sonrisa ancha.
Elisa Daroch. Al final Dante había hecho lo que le había pedido, dando vida a las llamas que poco a poco morían en esa fogata, sonreí agradecida mientras continuaba abrazando mi propio cuerpo, caminé un par de pasos cerca del fuego, sintiendo complacida como el calor entraba por la piel expuesta. Creo que si será una buena noche de sueño después de todo. Estaba dispuesta a liberar a Altaria para dormir juntas, ella siempre era amable y encantada me dejaría recostar sobre la suavidad de su plumaje. Pero Dante se me adelantó, ofreciendo un saco de dormir que no pude negar. Solo respondí con un suave "gracias" y cuando acaricio mi cabello sentí la tranquilidad de hace unos minutos, ellos estaban aquí, no me enfrentaba del todo sola a los fantasmas. Solté un suspiro y acomodé el saco en silencio junto a la fogata. "¡Eli-chan, Eli-chan! ¡Pon tu saco a mi lado! ¡Pégate a mí! N-no es que yo tenga miedo, por supuesto, pero… ¡así seguro estás más tranquila!" Levanté la mirada, al otro lado del fuego Talía se metía dentro del saco junto a sus compañeros. Le mostré una sonrisa y levante la bolsa de dormir, acomodando todo junto a la rubia me preparé para dormir. Hasta que vi como sacaba su mano del saco, ofreciendola en caso de que tuviese miedo. Lo pensé unos segundos, sintiendo el cuerpo de Drifloon y Mimikyu acurrucarse a mi lado. —Gracias —dije sacando una mano y tomando la suya, el calor de su palma brindando seguridad y protección. Definitivamente no estaría sola esa noche. ----- Me desperté por el ruido externo, escuchaba a Alpha gritar algo sobre levantarnos y a Nikolah pedir comida, aunque no había abierto los ojos, moviendo mi brazo libre para cubrirlos,me sentía extraña, normalmente recordaba mis sueños, pero esta mañana no tenía nada, ni un rastro. Quité el brazo y abrí los ojos, el día estaba aclarando lentamente, me senté en el saco, intenté estirar ambos brazos, pero noté que aún mantenía la mano de Talía sujeta. No pude evitar sonrojarme levemente mientras soltaba a la misma. Abrí el saco y de inmediato Drifloon y Mimikyu salieron del mismo, la primera flotando con los ojos cerrados del sueño y el segundo caminando lento y sin llegar muy lejos. —Buenos días —saludé a todos mientras me terminaba de levantar, para ordenar la bolsa y entregarla en perfecto estado —, ¿qué tal durmieron, chicos? —pregunté a mis compañeros, recibiendo respuestas alegres y cansadas, la primera de Mimikyu y la segunda de Drifloon —, no sé ustedes, pero tengo un buen presentimiento del día de hoy. Y con eso dicho me comencé a colocar los zapatos, sintiendo como sería un día movido, después de todo, Alpha había dicho algo sobre entrenar el día anterior y yo no quería quedarme atrás. No de nuevo.
Dante Miles Sus noches no eran especialmente memorables, había llegado un punto donde había aprendido a simplemente apagarse durante la noche, no soñaba y por lo tanto era bastante tranquilo, solo consistía en desconectarse junto al calor de sus pokémon que le cuidaban hasta que algo lo despertara hasta el día siguiente, ya fuera alguno de sus compñeros o sus mismos pokémon que decidían que ya había sido mucho tiempo de haber dormido. Y en ese caso, fue Alpha. Poco a poco y con cuidado se fue levantando del suelo, frotó sus ojos y notó como él y Nikolah ya estaban mucho más despiertos de lo que podía estar en ese momento, inclusive Arcanine y Typhlosion se estaban tomando demasiado tiempo para estirarse y despertar del todo —Buenos días a todos —bostezó y finalmente se puso de pie para caminar a su mochila —, yo tengo algo de comida que preparé en mi casa. Sin más, fue repartiendo unos cuantos onigiris a cada uno acompañados de un pequeño paquete de galletas, de alguna forma tenía que deshacerse de ellas y la gran cantidad de postres de ese estilo de su casa, la única diferencia es que algo que debía durarle muchos más días, se vería reducido por la la cantidad de personas pero no le preocupaba demasiado, las rutas con centro pokémon no estaban tan lejos. —Estuve tranquilo, gracias —le mostró una sonrisa a Elisa antes de servirle el desayuno a sus tres pokémon presentes —, ¿los demás? ¿Todo bien en la noche? || Post rarito (?
... en cambio, la Pradera Arte sí era un lugar espléndido que contemplar montado en un Noivern. En realidad, el paisaje era muy similar, pero el color amarillento de la arena había dejado paso al verde de la hierba. Y hubiera estado un rato largo contemplándolo de no ser porque me fijé en las figuras que se veían en el suelo. — Baja un poco, Noivern. El dragón se acercó a la superficie y pude distinguir a Nikolah, a Dante y a gente que no terminaba de reconocer. Decidí que quizás era buena idea saludar al menos y, tras dar la orden, Noivern aterrizó en mitad de aquella reunión... Contenido oculto Mi invocación va especialmente para Reual Nathan Onyrian, SweetSorrow y quizás Nekita pero cualquiera puede sentirse invocado si quiere :3
Talía Wells~ Abrí los ojos despacito, siendo cegada por un momento por la luz del sol. Parpadeé lamiendo mis labios y me senté con cuidado, acunando como pude a mi Chikorita y a mi Espeon en mis brazos para no disturbar mucho su despertar, ya que se encontraban durmiendo en mi pecho. —Hey... ya es de día...—les susurré con un gran suspiro. Aún seguía con mucho sueño, y si no fuese porque los demás estaban despiertos, probablemente volvería a tumbarme. Me levanté con lentitud y me estiré, tratando de despejarme sin mucho éxito, sintiéndome realmente cansada. Acabé de despertar a mis pokémon para que me dejasen guardar el saco y así dirigirnos hacia los demás. Los sentí caminando detrás de mí, tan adormecidos como yo. Bostezando una vez más me senté al lado de Elisa tras saludar de una forma demasiado baja, sacando de mi mochilita la botella de agua que había cogido el día anterior en el Centro Pokémon y me la acabé de una sola vez, mientras escuchaba la conversación de los demás. —Hmmm... —Con una confianza inusual de mí, probablemente culpa del sueño, me apoyé en Elisa y cerré los ojos—. Mnyegh Eli-chan, qué calentita estás. Un olorcito agradable y apetitoso llegó a mí y sentí mi estomago quejarse. Abrí mis ojos, mucho más despierta y me incorporé. Dante posó en mis manos algo con muy buena pinta y no dudé en darle un buen mordisco, disfrutando por completo el maravilloso sabor. —¡Dante, esto está delicioso! ¿Lo has hecho tú? ¡Serías un fantástico chef, estoy segura!—Le comenté acabándome rápidamente tal manjar. Con las fuerzas un poco renovadas me levanté, con el saco en manos, y me acerqué a Alpha con una pequeña sonrisa. Dejé la bolsa a sus pies y me senté esta vez a su lado. —Muchas gracias por el saco, ha sido... agradable dormir en él—. Suspiré mirando al suelo y me sentí un poco nerviosa, pero las ganas por aprender y empezar me empujaban a hablar—. Y, uhm... ¿vamos a empezar a entrenar, verdad? ¿Cómo lo haremos? Y-yo... soy una novata en todo esto, así que... Y en medio de mi frase aterrizó de un pokemon un rostro familiar. Un rostro que me había acompañado en... en el interrogatorio de Lara. Mi corazón se sentía pesado. —Hola, Devan.
Dante Miles Comenzó a comer tranquilo, sentado a un lado de sus pokémon sin mucho apuro al ver que los demás tambien comían a un ritmo bastante normal. Dante no tenía idea alguna de donde dirigian y tampoco planeaba apurarls para llegar a ningun lado, simplemente estaría allí para donde quisieran ir. —Me alegra que te gustara —confesó algo más tranquilo, se quitaría el peso de encima de que pudieran haber quedado mal o algo por el estilo —, sí, los hice yo pero... creo que estoy muy lejos de ser un chef, a menos claro que me especialice unicamente en esta clase de comidas...—Terminó soltando una risa y de pronto, la tranquila reunión, por supuesto, pareció cambiar de rumbo cuando un pokémon y su entrenador aterrizaron en medio de aquel pseudo círculo que se había armado. Cuando aquella pequeña nube de tierra se despejó, abrió sus ojos con sorpresa —¿Devan? ¡Estás sobre tu dragón! Me alegra mucho ver eso...
Alpha Xenodis. Ya estábamos todos despiertos, habíamos sido alimentados por Dante (nos ha salvado porque ni yo tenía comida) y ahora entre todos podríamos comenzar la rutina de entrenamiento o bien podríamos avanzar en el viaje. Y, uhm... ¿vamos a empezar a entrenar, verdad? ¿Cómo lo haremos? Y-yo... soy una novata en todo esto, así que... Talía fue quien se dirigió a mí con esas palabras. Cuando me di cuenta de lo que tendría que hacer simplemente mis ojos se iluminaron: Podría hablar de lo que más me gustaba y de manera tan exhaustiva como quisiese. Entonces hice mi mente funcionar. —Veamos, cuando uno es un entrenador novato lo más importante sería colocarse una meta. Ya sabes, como "quiero viajar", "quiero volverme fuerte en combates", "quiero clasificar al torneo regional" o cualquier cosa de ese estilo. Personalmente yo inicié escapando de una vida de crímenes, pero no es lo importante—Reí nervioso. Miré a Dante; Compartíamos pasado.—. Pero si hablamos del viaje hay muchas cosas en las que te puedes enfocar con tus pokémon: Combates; Concursos; Crianza. Personalmente soy un hombre de combates y por ello... Silbé hacia mi equipo e hice un gesto para que cuatro de mis pokémon se acercasen a mí: Haxorus, Ferrothorn, Aegislash y Klefki. —Antes de empezar a entrenar debes comprender que existen varios tipos de pokémon—Me acerqué a Rook y lo acaricié con cariño, éste rechazó con rudeza. Tío rudo, como siempre.—. Por ejemplo, él es un pokémon que se centra en atacar y derrotar a los enemigos de un simple golpe; Suelen ser necesarios en la mayoría de equipos e incluso hay equipos donde solo existen atacantes como éste—Seguido de eso me acerqué a Pietr, traté de acariciarlo hasta que sus púas me sobrepasaron.—. Él es Pietr, un pokémon defensivo; se centra en recibir ataques por el equipo y hacer de barrera. Es absolutamente uno de los pilares de mi estrategia—Proseguí por acercarme a Excalibur. Él siempre había sido frío, pero decidí abrazarle de manera cariñosa.—. Éste es uno de mis orgullos, un pokémon con la capacidad de ser defensivo y ofensivo al mismo tiempo; suelen llamarse balanceados, pero con Aegislash existe una excepción gracias a su genial habilidad. Él puede tomar daño por el equipo y a su vez repartir unas hostias muy grandes a los enemigos, ¿a que mola?—Hablé totalmente emocionado de él y luego lo dejé libre para pasar finalmente con Klefki.—. Puede que se vea muy adorable y todo, pero él es un pokémon con capacidades de molestar a cualquier equipo intoxicando o paralizando pokémon con sus increíbles habilidades tácticas. Son bastante valiosos en equipos, por ende os recomiendo portar uno de ellos si pueden. Luego de hablar de los distintos tipos de pokémon que existían, estos se retiraron a hacer grupo con el resto, a excepción de Klefki que se quedó dando vueltas al rededor de Talía. —Otra cosa muy importante cuando creas un equipo es tu estrategia. Personalmente ocupo una estrategia donde lo más importante es la fuerza bruta y la capacidad para agotar a los rivales; no la recomiendo—Reí un poco nervioso. Influí a Mimi con ella y no quería hacerlo con ninguna otra persona. Además, el rey del estilo fuerte no es otro que Alpha Xenodis.—. Existen estrategias donde lo importante es colocar un clima; otras donde colocas cosas como la trampa rocas y fuerzas al rival a hacer cambios; puedes atrapar rivales y derrotarlos a base de golpes ineludibles; puedes desgastar a base de tóxicos y drenadoras. En fin, que hay muchas cosas que puedes hacer para derrotar a tu rival y es algo que debes pensar mucho antes de poder formar tu equipo, o bien debes crear una estrategia que funcione con tu equipo. Luego de eso me quedé pensando por unos cortos segundos y simplemente chasqueé los dedos. —De seguro jamás has tenido la opción de combatir, por ende quizás no sepas mucho de los combates—De seguro mis ojos brillaban, era un tema que realmente adoraba.—. Cuando dos entrenadores se enfrentan es cuando muestran el resultado de el vínculo que han formado con sus pokémon; muestran todo su esfuerzo en conjunto. Hablé emocionado y entonces llamé a mi Charizard, uno de mis mayores orgullos. Cuando se plantó a mi lado no evité acariciarle sobre su panza, su debilidad. —Flame creció en base a combates y se volvió el rey de mi equipo, por ende os recomiendo combatir mucho si quieren a sus amigos fuertes—Sonreí muy orgulloso de mi compañero antes de dejarle tranquilo. Se quedó a mi lado, de todas formas.—. Ahora, con respecto a los combates te daré una pequeña tutoría: Los combates inician con un retador o bien con un juego simple como el piedra-papel-tijeras, ello decidirá a quien libera al primer pokémon. Con dos pokémon en el campo tienes tu turno, en el cual podrás hacer lo siguiente: Atacar y eludir; Usar un objeto curativo; Hacer un cambio de pokémon. Como supongo que aún no llegan a ésto—Enseñé mi megaaro.—dejaré que sea otro el que os enseñe. De todas formas, la idea del combate es debilitar a todos los pokémon del adversario usando tu estrategia o poder puro. >>Además de eso existen cosas como la tabla de tipos que facilitarán muchísimo los combates. Tomé un pequeño momento para tomar aire y simplemente coloqué mi mano sobre la cabeza de Talía. >>Sé que es demasiada información, ¿pero qué te parecería si enfrentases a Dante en un combate? Mis pokémon están muy entrenados como para competir con los de un novato. ¿Está bien por ti?—Eso último fue para el moreno.
Dante Miles Antes de que Devan pudiera decir algo, escuchó cómo Alpha había comenzado a hablar asi que, aunque le alegrara el hecho de pensar que Devan hubiera superado un poco su miedo a los dragones, lo que su ahora compañero decía le parecía bastante adecuado quedarse escuchando mientras terminaba su comida con una sonrisa tranquila en su rostro, le gustaba bastante verlo tan ilusionado diciendo todas esas palabras hacia los demás. Incluso atento a las miradas que podía llegar a darle para que supiera que tenía su apoyo al cien por ciento. Quizás Alpha no lo supiera, pero en ese momento (y probablemente más, pero Dante no había tenido oportunidad de verle), se le veía como alguien que tenía mucha faclidad de hablar, tal como él se sentía cuando veía que podía ayudar de alguna forma. "Sé que es demasiada información, ¿pero qué te parecería si enfrentases a Dante en un combate? Mis pokémon están muy entrenados como para competir con los de un novato. ¿Está bien por ti?" —¡Claro! —Aceptó sin pensarlo, probablemente por la emoción que le causó escucharlo hablar tan emocionado, luego cuando lo racionalizó se puso un poco más nervioso —, uhm ¿yo?, ahm sí, yo tampoco he tenido muchas peleas pero probablemente te sirva o les sirva para practicar un poco.
Nikolah Cruz Todos se habían levantado ya, e incluso Dante nos había repartido algo para comer, con lo que le estaba tremendamente agradecido. Así que me estaba ocupando en devorar mi desayuno mientras Alpha le explicaba a Talía ciertas cosas. Yo los miraba, sentado sobre Lairon, que seguía dormido, y cada tanto, le sonreía y asentía, como si estuviera atento a la explicación. No entendía una goma sobre lo que sea que estuviera hablando, al parecer sobre batallas, pero Alpha se veía muy feliz, y eso me hacía feliz. E incluso siempre se dirigía hacia mí como "hermano". Por Arceus, había conseguido un hermano. Era cosa de no creer. Me limpié con la manga los restos de arroz y migas que me había quedado en la boca, y de pronto escuché una voz familiar, que vino acompañada del un poderoso aleteo, y una nube de tierra, que al disiparse dejó ver a Devan montado sobre un Noivern, el Noibat que había evolucionado en la isla. Me incorporé rápido, con una gran sonrisa, con ganas de contarle todas las novedades que había acaecido en el tiempo que no nos habíamos visto (menos de un día). O sea, ¡tenía un hermano, maldición! ¡Y amigos nuevos! ¡Y una familia! En mi emoción, me olvidé completamente de Lairon, que estaba dormido bajo mío. Así que cuando me dirigí corriendo hacia Devan, mi carrera se vio interrumpida apenas empezar por un tropezón originado por el pokémon, que hizo que mi cara volviera a besar el suelo. Lairon tan solo me miró de forma perezosa y luego bostezó. Ninetales soltó una pequeña risita engreída, mientras Pupper le bufaba molesto, y Fennekin se acercó a olerme, para ver si estaba bien. Y al parecer, el resto de mis amigos se quiso unir a la fiesta. Parcheo salió revoloteando de su pokéball, y se adosó a mi cuello, sorbiéndome la sangre. Bocazas, Alicia y Chimuelo saltaron al festín, mordiéndome distintas partes del cuerpo. Descomunal Mole de Destrucción se paró encima mío y comenzó a lamerme la cabeza, con su lengua rasposa, mientras agitaba su ínfima cola. Larvitar gimió asustada por tantos rostros nuevos y se ocultó detrás de Lairon, que simplemente abrió un ojo y lo volvió a cerrar luego. Y por último, Mimo miró toda la escena, y se tiró al lado mío, de la misma manera en la cual caí yo. Y yo me resigné a mi destino. Contenido oculto: Referencias de Nombres Pupper = Arcanine Parcheo = Golbat Bocazas = Trapinch Alicia = Tyrunt Chimuelo = Bagon Descomunal Mole de Destrucción = Rhyhorn Mimo = Sableye Por si a alguien le sirve :D
— Hola —respondí mientras bajaba de Noivern. Posiblemente hubiera dicho algo más de no ser porque vi que Nikolah había quedado rápidamente sepultado entre varios de sus Pokémon. Noivern hizo entonces ademán de lanzar un ataque para dispersarlos y tuve que hacerle una señal para detenerle. — Cualquier día te matarán —comenté en voz baja. Frogadier entonces salió de su Pokéball y se subió en Noivern, quien comenzó a intentar quitárselo de encima de forma casi desesperada mientras el Pokémon acuático reía fuertemente...
Talía Wells~ Pestañeé confusa mientras trataba de escuchar toda la información que Alpha me contaba, temiendo perderme algún importante detalle. Parecía más sencillo de lo esperado, pero aún así tratar de asimilar la cantidad de cosas explicadas me hacía dudar de si había acabado comprendiéndolo por completo. Aún así me sentía algo feliz, pues Alpha se veía con mejor ánimo. Hablaba muy emocionado, y parecía tan orgulloso de sus Pokémon que no pude más que enternecerme escuchándolo, sonriendo al ver a su adorable Klefki dando vueltas a mi alrededor. Cuando acabó de hablar le sonreí, sintiendo su mano en mi cabeza, y me relajé. Se sentía bonito tener ayuda para avanzar y en verdad le estaba agradecida. “Sé que es demasiada información, ¿pero qué te parecería si enfrentases a Dante en un combate?” Me quedé observando a Dante con una sonrisa nerviosa, no esperando empezar tan pronto a practicar. Pero no iba a quejarme, ¡quería aprender! Y Dante era muy majo, así que no tenía de qué preocuparme, ¿verdad? Escuché un fuerte sonido detrás de mí y me giré rápidamente, con mi mano en el pecho. Sorpresa fue la mía al encontrarme a Nikolah tirado en el suelo, rodeado de sus pokémon, que parecía que le daban mimitos a su manera. No pude evitar reír ante la escena, y pensé que probablemente seguía cansado y por eso ni se movía. O es que tenía mucho peso encima. Pero tendrá que darse un buen baño después. —¡Vale, Dante, vamos a combatir!— Exclamé dándome la vuelta y observando al muchacho con una sonrisa, determinada. Me acerqué a Chise y me agaché a su lado, acariciando con suavidad su cabecita. La miré a los ojos y le di un pequeño abrazo, susurrándole que todo iba a estar bien y que ambas íbamos a aprender mucho ese día. Sí, quería que ella fuese la primera en combatir, y parecía que la idea le agradaba, cosa que me hizo feliz. —Hmmm… veamos quién empieza primero— me planté de cara a Dante una vez más, y por un momento mi expresión fue de duda—. N-no seas muy duro conmigo, ¿vale? ESPEON: Psiquico (Asesino) Sincronia: Si este pokemon tiene un problema de estado el rival tambien lo tendra. Salud: 130/130 Fuerza: 235 (40) Resistencia: 155 Agilidad: 3/3 (115 de Velocidad) (5) Movimientos: -Brillo Magico (50 Potencia, Hada) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Sol Matinal (recupera 1/2 de sus PS máximos; 2/3 si hay Sol, 1/4 si hay Lluvia o Tormenta de Arena) (Usos: 2/2) -Ataque rápido (30 Potencia, Normal; se necesitan dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 5/5) Contenido oculto En realidad sé muy dura conmigo, no hagas caso a la niña é_è
Nikolah Cruz Comencé a sentir un tirón, tanto en mi pierna como en mi brazo. Al parecer, Alicia y Chimuelo se habían ensañado, y ahora competían por quien sería el que se quedara con mi inerte cuerpo. Parecía dos Mightyenas peleando por un cadáver, ambos gruñéndose de manera amenazante, tirando de mi pantalón y mi chaqueta. Al parecer, Chimuelo estaba ganando, pues me comenzó a arrastrar hacia su lado, con mi rostro haciendo surcos en la tierra. Si bien Alicia era más grande, al parecer Chimuelo tenía mucha más experiencia mordiendo cosas y peleando por ellas. Lo cual era lógico, teniendo en cuenta en dónde los había encontrado a cada uno. Podía sentir la fuerza con la que la Tyrunt estaba intentando ganar la contienda, pero el Bagon se ve que había obtenido un buen agarer en el suelo, y estaba tirando con vehemencia. En el momento en el cual levanté la cabeza, para decirles que dejaran de pelear, que había suficiente de mí para morder, y de paso sacarme a Parcheo del cuello, pude sentir como de improviso, las cosas tomaban otra perspectiva. Pude sentir como Mole se quitaba de encima mío, como Bocazas dejaba de morderme, y como todo se iba volviendo más pequeño. ¿Y acaso estaba volando? Podía sentir como me elevaba en el aire cada vez más, con Bagon todavía colgado del brazo. Me encontraba a unos buenos tres metros del suelo. Todavía seguía sintiendo que algo me tenía agarrado de la pierna, así que decidí mirar hacia arriba. Y ahí me di cuenta. Alicia se había convertido en un enorme Tyrantrum. Se ve que las ansias de quedarse con mi cuerpo para mordisquearme ella sola la habían hecho evolucionar. Lo cual era muy curioso y bastante perturbador al mismo tiempo. Pero en ese momento no pensaba en esas cosas. ¡Alicia era enorme ahora! Lancé un grito de júbilo, emocionado, todavía cabeza abajo. Alicia me miró, y luego centró su visión en Chimuelo, todavía colgado de mi brazo, que la miraba desafiante. Alicia comenzó a mover su cabeza con fuerza, revoleándome para todos lados. Eso fue mucho para mi chaqueta, que con un rasguido, hizo que Chimuelo perdiera su agarre y cayera en picado, agitando los brazitos mientras intentaba volar. Pero lo único que logró fue darse de cabeza contra Lairon, que seguía durmiendo a pesar de la conmoción. De improviso, el cuerpo del pokémon de acero comenzó a brillar, haciendo que creciera en tamaño y cambiara de forma. El brillo dejó al descubierto un enorme Aggron, que miró curioso a su alrededor, como si una mosca hubiera pasado por su oreja, y luego volvió a dormirse, completamente ajeno a su cambio. Yo miraba todo con mucha extrañeza. Dos evoluciones en un día, sin mencionar que eran las primeras que presenciaba de mi equipo. Me rasqué la barbilla, pensativo, mientras Alicia me mantenía en el aire. De improviso, con un movimiento del cuello, me lanzó a volar por los aire, directo hacia sus fauces. Las cerró como una trampa para Ursaring, dejando solo mis piernas afuera. Luego, se sentó, y comenzó a mordisquearme lentamente. — Saben, esto no está tan mal.— dije, desde adentro de la boca de Alicia, la voz amplificada por el eco, mientras agitaba las piernas, divertido.— Dejando de lado el aliento apestoso, la saliva, y el hecho de que estoy sufriendo un dolor indescriptible, se está calentito. Y la lengua es cómoda. Uno se podría dormir acá adentro.
Dante Miles Cuando notó que Talía le miraba, tan solo se dedicó a mostrarle una sonrisa tranquila con intención de bajar un poco sus nervios, así quizás si ella se notaba un poco más tranquila él podría sentirse de la misma forma y no dejar notar demasiado que, su realidad, tan solo era que tampoco sabía cómo iba a terminar todo. —Claro, peleemos —finalmente se levantó de su asiento con la entuciasmada Typhlosion a su lado, pero, esos escasos segundos de él intentandole explicar la razón por la cual ella no podía participar en aquella pelea y su atención siendo robada por los repentinos sucesos que rodearon a Nikolah, para cuando quiso darse cuenta, Accelgor ya había salido de su pokebola y se encontraba frente al Espeon de Talía. —Te confesaré que tampoco tengo mucha idea de lo que estoy haciendo, trataré de que todo sea lo más justo posible. —Aunque era más probable que su pokémon terminara tomando todo el control de la pelea, no le sorprendería demasiado. ACCELGOR: Bicho (Asesino) Enjambre: Potencia de movimientos tipo bicho x2 cuando los PS bajan de 1/3 Salud: 160/160 Fuerza: 215 (45) Resistencia: 100 Agilidad: 5/5 (150 de Velocidad) (5) -Zumbido (75 Potencia, Bicho; El rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1 baja su resistencia en 10 (Base 60, STAB+15)) (Usos: 4/4) -Gigadrenado (50 Potencia, Planta, recupera 1/2 del daño producido) (Usos: 3/3) -Bomba Ácida (40 Potencia, Veneno) -Sacrificio (Se sacrifica, y daña al rival con tantos puntos de daño como PS le queden) (Usos: 1/1)
Talía Wells~ —¡Yay, me toca empezar!— Exclamé dando un saltito, emocionada. Respiré hondo y miré al pokémon de Dante con curiosidad, se veía bastante fuerte... aunque también intimidaba un poco, la verdad. >>Yo tampoco sé muy bien lo que estoy haciendo, pero... — Susurré mirando a Chise, sonriéndole con algo de entusiasmo —. Usa Ataque rápido. ESPEON: Psiquico (Asesino) Sincronia: Si este pokemon tiene un problema de estado el rival tambien lo tendra. Salud: 130/130 Fuerza: 235 (40) Resistencia: 155 Agilidad: 3/3 (115 de Velocidad) (5) Movimientos: -Brillo Magico (50 Potencia, Hada) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Sol Matinal (recupera 1/2 de sus PS máximos; 2/3 si hay Sol, 1/4 si hay Lluvia o Tormenta de Arena) (Usos: 2/2) -Ataque rápido (30 Potencia, Normal; se necesitan dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 4/5) Contenido oculto dije que fueses dura pero omg help demasiada agilidad me traes(????
Dante Miles Asintió sintiendose un poco mejor al verla un poco más segura, pero la verdad es que no se sentía demasiado seguro, incluso cuando tratara de pensar que solo sería un combate para que ella se terminara familiarizandose con eso, ver al pokémon psiquico lo ponía nostalgico, la misma imagen de él reencontrandose con aquel Espeon que alguna vez fue su Eevee y claro, Emily. Cuando aquel pokémon atacó, fue Typhlosion quien tuvo que moverlo para que volviera al combate —¡Esquiva y Zumbido! ACCELGOR: Bicho (Asesino) Enjambre: Potencia de movimientos tipo bicho x2 cuando los PS bajan de 1/3 Salud: 160/160 Fuerza: 215 (45) Resistencia: 100 Agilidad: 3/5 (150 de Velocidad) (5) -Zumbido (75 Potencia, Bicho; El rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1 baja su resistencia en 10 (Base 60, STAB+15)) (Usos: 3/4) -Gigadrenado (50 Potencia, Planta, recupera 1/2 del daño producido) (Usos: 3/3) -Bomba Ácida (40 Potencia, Veneno) -Sacrificio (Se sacrifica, y daña al rival con tantos puntos de daño como PS le queden) (Usos: 1/1)
Talía Wells~ Miré algo preocupada a Dante al notar que estaba algo distraído y que el pokémon con el que durmió aquella noche tuvo que llamarle la atención. ¿Le habría sucedido algo antes de encontrarnos con él? —Dante, ¿te pasa algo?— Le pregunté cuando volvió en sí, tratando de a la vez prestar atención a sus movimientos—. Equiva y uhm, Ataque rápido otra vez. ESPEON: Psiquico (Asesino) Sincronia: Si este pokemon tiene un problema de estado el rival tambien lo tendra. Salud: 130/130 Fuerza: 235 (40) Resistencia: 155 Agilidad: 2/3 (115 de Velocidad) (5) Movimientos: -Brillo Magico (50 Potencia, Hada) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Sol Matinal (recupera 1/2 de sus PS máximos; 2/3 si hay Sol, 1/4 si hay Lluvia o Tormenta de Arena) (Usos: 2/2) -Ataque rápido (30 Potencia, Normal; se necesitan dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 3/5) Contenido oculto cuentame que te preocupa dante, mamá mary te dará muchos mimos lo prometo
Dante Miles —¿Uhm? No... solo estoy pensando —acarició a Typhlosion y de nueva cuenta, volvió a ordenar a Accelgor que esquivara y atacara de nuevo con Zumbido —, digamos que Espeon me recuerda muchas cosas, solo eso. ACCELGOR: Bicho (Asesino) Enjambre: Potencia de movimientos tipo bicho x2 cuando los PS bajan de 1/3 Salud: 160/160 Fuerza: 215 (45) Resistencia: 100 Agilidad: 1/5 (150 de Velocidad) (5) -Zumbido (75 Potencia, Bicho; El rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1 baja su resistencia en 10 (Base 60, STAB+15)) (Usos: 2/4) -Gigadrenado (50 Potencia, Planta, recupera 1/2 del daño producido) (Usos: 3/3) -Bomba Ácida (40 Potencia, Veneno) -Sacrificio (Se sacrifica, y daña al rival con tantos puntos de daño como PS le queden) (Usos: 1/1)
Talía Wells~ —¿Y esas cosas son buenas?— Cuestioné mirando a mi Espeon centrada en el combate, y volví mi atención de nuevo a Dante—. ¿Son esos recuerdos bonitos? ¡Espero que sí! Si quieres luego puedo presentaros. >>Oh, aunque en realidad ya os conocéis de cuando aún era un Eevee— reí, recordando aquel postre de chocolate que comimos juntos hace tiempo—. ¡Chise, esquiva y vuelve a usar tu Ataque rápido! ESPEON: Psiquico (Asesino) Sincronia: Si este pokemon tiene un problema de estado el rival tambien lo tendra. Salud: 130/130 Fuerza: 235 (40) Resistencia: 155 Agilidad: 1/3 (115 de Velocidad) (5) Movimientos: -Brillo Magico (50 Potencia, Hada) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Sol Matinal (recupera 1/2 de sus PS máximos; 2/3 si hay Sol, 1/4 si hay Lluvia o Tormenta de Arena) (Usos: 2/2) -Ataque rápido (30 Potencia, Normal; se necesitan dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 2/5) Contenido oculto estoy alimentando inocentemente el sufrimiento de dante? nooo para nada (?)
Dante Miles —Siempre serán buenas —aunque le causaran mucha nostalgia y sentimientos relacionados, las memorias con Emily siempre eran buenas, probablemente nunca llegaría el dia en que lo considerara lo contrario —, pero no creo que la pelea hubiera sido un buen lugar para recordar muchas cosas. Aquel golpe, finalmente había alcanzado a Accelgor, lo había visto venir realmente pero... suponía que nada le quitaba a su pokémon el hecho de haber peleado por fin luego de la forma en la que lo había recibido en su equipo, quizas, era un avance. —Eso imaginé, ha crecido mucho al igual que tú —guardó su pokebola de vuelta a su cinturón y, después de recibir un molesto empujón por parte de su inicial, se acercó a felicitarla —, lamento que fuera tan rápido pero bueno, espero que te haya servido de algo, Talía, muchas felicidades.
Alpha Xenodis. Me quedé observando en silencio el cómo manejaba un pequeño combate la chica. Fue una batalla rápida, meramente cubierta por los ataques de alta prioridad que tanto me gustaba utilizar y finalmente acabó con la victoria de ella. —Felicidades, Talía—Le comenté mientras me acercaba a ella, con una de mis manos detrás de mi espalda.—. Fue un combate bastante corto, pero de seguro te ha dado una pequeña noción de cómo es combatir—Busqué entre mis bolsillos y del trasero pude sacar una pequeña pokéball, que luego agrandé para poder enseñarla a la rubia.—. Y ya que es tu primera vez combatiendo tengo un pequeño regalo para ti a modo de celebración y a su vez como un pequeño estímulo para que sigas haciéndote fuerte. >>Ten, toda tuya. Y ofrecí el esférico a la pequeña.