Me quedé impresionada con la rapidez en la que armó la tienda de campaña. Entré dentro y me recosté en ella. Estaba lloviendo a cántaros y el aire empezaba a ser un problema. La tienda se tambaleaba y tuve que salir fuera para sujetarla. Al hacerlo, mi gorra salió volando haciendo que mi pelo se empapara por la lluvia. A lo lejos vi una pequeña cueva que serviría de refugio y desarme la tienda. Cuando llegué, la volví a montar y decidí salir a buscar mi gorra y de paso a Dante. --¡Dante! ¿Dónde estas? --gritaba, aunque por culpa de los truenos y la lluvia no me escucharía. Detrás de mi un pokémon me empujó, haciendo que me cayera en un charco. Me giré y vi a un voltorb que me miraba con malicia. --P-Para, no me hagas nada por favor. --le supliqué, pero fue en vano. El pokémon explotó y yo fui detrás de él.
Escuche una explosión y rápidamente corrí hacia ella donde encontré a un voltorb en K.O y un poco más lejos a liza... — ¡Liza! — le grite al acercarme a ella con notoria preocupación — Oye... Liza... — estaba petrificado y no sabía que hacer...vagos recuerdos me cruzaban la mente pero ese no era el momento de pensar en ello Tome todas sus cosas de la tienda y las meti en mi mochila, después tome a liza en brazos para llevarla al centro pokemon de Témpera — Espero que estes bien Liza... — murmure para salir de la llanura lo mas rapido posible
--¡¡No Dante espera!! --le grité y me bajé de sus brazos. --Yo no voy a ninguna parte sin Pika. --dije seriamente y me coloqué frente a él con los brazos cruzados.
Di un gran suspiro de alivio y rápidamente te abrace ignorando completamente el hecho que tal vez estuvieras enojada— ¡Estas bien!... es un alivio...
Traté de zafarme pero no pude, me estaba quedando sin aire. --Dante...no...puedo...respirar. --dije entrecortadamente.
--No te preocupes. --le sonreí. --Tan solo tengo algunos rasguños y poco más. De repente, un rayo cayó muy cerca de nosotros. Rápidamente agarré mi mochila y la mano de Dante y eché a correr. --¡Vamos! ¡He encontrado un refugio donde pasar la noche!--
En cuanto llegamos dejé mis cosas en la tienda de campaña y me escurrí el agua del pelo. --Aaaachus. --estornudé. --Dante, ¿podrias sacar a cindaquil y que haga una hoguera? Creo que nos vamos a resfriar.
— Cyndaquil... usa ascuas en esas ramas — ordene y en el momento que cyndaquil salio de la pokebola hizo prender fuego a esas ramas dándonos una fuente de calor — ¿Quieres una toalla para sacarte? — le pregunté sacando una toalla de color azul de mi mochila
Me recosté en la pared, al lado del fuego y cogí la toalla de Dante. --Gracias. --le sonreí mientras me secaba el pelo. --Creo que ya no volveré a ver mi gorra... ha saber que le habrán hecho esos pokémon salvajes... Cuando acabé, le devolví la toalla y me quedé mirando la lluvia. --Espero que Pika esté a salvo...esté donde esté ahora...
— No creo que tu gorra este lejos.... — dije recostándome a un lado de mi cyndaquil — Y Pika estará bien... digo debe ser un pokémon fuerte, no debe tener problemas estando aquí...
--Eso espero...--suspiré y acaricié la cabeza de cindaquil. Muchos recuerdos empezaron a pasar por mi mente, todos los buenos y malos momentos que pasé junto a él, cuando paseábamos por el bosque y asustábamos a mi hermano... Cosa que hizo que mi rostro se fuera apagando.
— Vamos... anímate, no creo que a Pika le guste que estés así — dije tratando de animarla... lo malo es que yo no era bueno en esas cosas, pero podía hacer el intento
--Tienes razón Dante. --levanté la vista y le sonreí. --Lo peor que podría hacer ahora es ser negativa. Cogí a Cindaquil en brazos y me quedé mirándolo. --Veo que cuidas muy bien a tus pokémon. --le dije acariciando al pokémon de fuego. --Por cierto, ¿vas a capturar alguno por aqui?
— Ahora son mi familia... tengo que cuidar de ellos — dije con una sonrisa — Lo más probable... pero ahora la prioridad es encontrar a Pika...
Deje a Cindaquil y me giré hacia Dante. --Dante, no hace falta que te preocupes tanto por mi... --le sonreí tiernamente. --Si quieres, busca al pokémon y yo mientras a pika.
Deje a Cindaquil y me giré hacia Dante. --Dante, no hace falta que te preocupes tanto por mi... --le sonreí tiernamente. --Si quieres, busca al pokémon y yo mientras a pika.
Deje a Cindaquil y me giré hacia Dante. --Dante, no hace falta que te preocupes tanto por mi... --le sonreí tiernamente. --Si quieres, busca al pokémon y yo mientras a pika.
Reí un poco por su comentario — En realidad es divertido buscar a un pokémon por la llanura... yo lo hago por gusto — dije acariciando a Cyndaquil con una sonrisa