Mimi Honda —De nuevo Excalibur... entonces yo también cambiaré. BRAVIARY: Normal/Volador (Potente) Vista Lince: No se puede bajar la prioridad de este pokémon Pico Afilado: potencia de sus movimientos tipo volador x1,5 Salud: 190/200 Fuerza: 265 (65) (+10) Resistencia: 205 (55) Agilidad: 1/2 (80 de Velocidad) Movimientos: -Tajo Aéreo (105 Potencia, Volador; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, retrocede (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 2/3) -Vuelo (90 Potencia, Volador, en el primer turno vuela y en el segundo ataca (Base 50, +15 STAB)) -Afilagarras (Aumenta en 10 la fuerza, el próximo ataque no fallará) (Usos: 0/2) -Cuchillada (65 Potencia, Normal. Ratio crítico 1 (Base 50, STAB +15)) (Usos: 5/5)
Alpha Xenodis. —Te atrapé. Hice el cambio de manera inmediata al ver a Sean entrar, entonces solo fue cuestión de que Haxorus entrase para que él quedase atrapado. MEGAHAXORUS: Dragón/Acero Presa: cuando este pokémon sale al campo, el rival pierde 10 puntos de resistencia y se ve atrapado sin posibilidad de ser relevado. Salud: 152/152 Fuerza: 364 (97) Resistencia: 180 Agilidad: 4/4 (120 de Velocidad) (23) Movimientos: -Garra Dragón (75 Potencia, Dragón (Base 60, STAB +15)) (Usos: 4/4) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 4/4) -Danza Dragón (+10 fuerza, +1 agilidad perdida) (Usos: 2/2) -Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: 2/3)
Mimi Honda ¿Eh? No... ¡no se suponía que fuese así! La habilidad de Haxorus había atrapado a Sean y ahora sería imposible relevarle. ¿Cómo había olvidado que Rook seguía en el campo? ¿Cómo había sido tan estúpida? Mi Braviary aleteó, nervioso. Yo crucé una mirada con Alpha, como si tratase de estudiarle. De nuevo había logrado adelantarse a mis movimientos. —Está bien. No te alarmes— animé a mi pokémon, pero no estaba tan segura de eso—. ¡Usa Tajo Aéreo! BRAVIARY: Normal/Volador (Potente) Vista Lince: No se puede bajar la prioridad de este pokémon Pico Afilado: potencia de sus movimientos tipo volador x1,5 Salud: 190/200 Fuerza: 265 (65) (+10) Resistencia: 195 (55) Agilidad: 1/2 (80 de Velocidad) Movimientos: -Tajo Aéreo (105 Potencia, Volador; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, retrocede (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 1/3) -Vuelo (90 Potencia, Volador, en el primer turno vuela y en el segundo ataca (Base 50, +15 STAB)) -Afilagarras (Aumenta en 10 la fuerza, el próximo ataque no fallará) (Usos: 0/2) -Cuchillada (65 Potencia, Normal. Ratio crítico 1 (Base 50, STAB +15)) (Usos: 5/5)
Alpha Xenodis. —Elude; Golpe Aéreo. Mi pokémon se movió rápidamente entre aquellas navajas y tras eso corrió con una velocidad endemoniada hacia el Braviary, a quién no dudó en golpear con sus propias cuchillas haciéndolo caer. Si tan solo hubiese sido así en Barniz... Diablos. MEGAHAXORUS: Dragón/Acero Presa: cuando este pokémon sale al campo, el rival pierde 10 puntos de resistencia y se ve atrapado sin posibilidad de ser relevado. Salud: 152/152 Fuerza: 364 (97) Resistencia: 180 Agilidad: 3/4 (120 de Velocidad) (23) Movimientos: -Garra Dragón (75 Potencia, Dragón (Base 60, STAB +15)) (Usos: 4/4) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 4/4) -Danza Dragón (+10 fuerza, +1 agilidad perdida) (Usos: 2/2) -Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: 1/3)
Mimi Honda ... Nada que hacer, por supuesto. Devolví al debilitado Sean de regreso a su esférico. —¡Vuelve Moltres; Lanzallamas! MOLTRES: Fuego/Volador (Balanceado) Presión: todo movimiento que impacte sobre él gastará dos usos y no uno Carbón: potencia de movimientos de tipo fuego potenciados en x1,5 Salud: 180/180 Fuerza: 250 (25) Resistencia: 200 (25) Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) Movimientos: -Lanzallamas (75 Potencia, Fuego; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, queda quemado (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 2/3) -Respiro (recupera 1/2 de los PS totales) -Golpe Aéreo (50 Potencia, Volador, ineludible (Base 40, STAB +10)) (Usos: 2/3) -Tajo Aéreo (75 Potencia, Fuego; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, retrocede (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 3/3)
Alpha Xenodis. —¡Elude y Golpe Aéreo! Pero no me escuchó. Ver a un legendario frente a él solo hizo querer probar su máximo poder y afrontar directamente su ataque. Para ello solo corrió de frente al inmenso mar de llamas que había sido lanzado por el enemigo, atravesándolo y decidiéndose a lanzar el último golpe aéreo que le quedaba. MEGAHAXORUS: Dragón/Acero Presa: cuando este pokémon sale al campo, el rival pierde 10 puntos de resistencia y se ve atrapado sin posibilidad de ser relevado. Salud: 7/152 Fuerza: 364 (97) Resistencia: 180 Agilidad: 3/4 (120 de Velocidad) (23) Movimientos: -Garra Dragón (75 Potencia, Dragón (Base 60, STAB +15)) (Usos: 4/4) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 4/4) -Danza Dragón (+10 fuerza, +1 agilidad perdida) (Usos: 2/2) -Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador; ineludible) (Usos: /3)
Mimi Honda Y de esa forma, el legendario Moltres también cayó, aniquilado por la letal ofensiva de Haxorus. Apreté los puños de impotencia. Kichiro, Raiden y Sean se hallaban fuera de combate. Y yo solo había logrado debilitar a Rotom. Me sentía de nuevo justo como esa entrenadora torpe e inexperta de antaño que solía hacer escándalos por todo. No montaría en cólera esta vez. Luché por calmarme a pesar de que las manos me temblaban. No era el combate lo importante, lo importante era lo que vendría después de él. Solo pensar en ello, a pesar de la seguridad que tenía en hacerlo, lograba desiquilibrarme. Lancé una nueva pokéball al campo. —¡Monomaru; Aqua jet! SAMUROTT: Agua (Potente) Torrente: potencia de ataques tipo agua doblada cuando los PS bajan de 1/3 Agua Mística: potencia de movimientos de tipo Agua aumentada en x1,5 Salud: 190/190 Fuerza: 278 (70) Resistencia: 195 (20) Agilidad: 3/3 (100 de Velocidad) (26) Movimientos: -Hidrobomba (125 Potencia, Agua (Base 70, STAB +20)) (Usos: 3/3) -Acua Jet (55 Potencia, Agua; se necesitan 2 puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, STAB +10)) (Usos: 4/5) -Surf (90 Potencia, Agua (Base 50, STAB +15)) -Fuerza Bruta (70 Potencia, Lucha; baja 10 fuerza y resistencia propias)
Alpha Xenodis. —Excalibur, recibe eso. AEGISLASH: Fantasma/Acero Forma Escudo Cambio Táctico: Cambia de Forma según el movimiento usado Salud: 110/120 Fuerza: 110 (10) Resistencia: 350 (50) Agilidad: 2/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Baile de espadas (+30 fuerza) (Usos: 2/4) -Sombra Vil (40 Potencia, Fantasma; para esquivarlo, se necesitan 2 puntos de agilidad (Base 30, STAB +10)) (Usos: 4/5) -Escudo real (Protege; pero además baja 20 la fuerza del atacante si usa un ataque físico) (Usos: 2/2) -Cabezahierro (65 Potencia, Acero. El rival lanza un dado de 5 caras; si sale 1, retrocede (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/4)
Mimi Honda —¡Hidrobomba! No serviría de nada, pero no podía hacer mucho más. No tenía ningún pokémon capaz de superar sus defensas. SAMUROTT: Agua (Potente) Torrente: potencia de ataques tipo agua doblada cuando los PS bajan de 1/3 Agua Mística: potencia de movimientos de tipo Agua aumentada en x1,5 Salud: 190/190 Fuerza: 278 (70) Resistencia: 195 (20) Agilidad: 3/3 (100 de Velocidad) (26) Movimientos: -Hidrobomba (125 Potencia, Agua (Base 70, STAB +20)) (Usos: 3/3) -Acua Jet (55 Potencia, Agua; se necesitan 2 puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, STAB +10)) (Usos: 4/5) -Surf (90 Potencia, Agua (Base 50, STAB +15)) -Fuerza Bruta (70 Potencia, Lucha; baja 10 fuerza y resistencia propias)
Alpha Xenodis. —Aguanta eso, ¿sí? Pese a sus grandes defensas, Aegislash fue lanzado hacia atrás con violencia por el poderoso ataque de Samurott. Debo admitir que me había sorprendido que lograse pasar a través de mi defensa más férrea. —Nada mal, Monomaru, pero es hora de la Sombra Vil. AEGISLASH: Fantasma/Acero Forma Espada Cambio Táctico: Cambia de Forma según el movimiento usado Salud: 57/120 Fuerza: 310 (10) Resistencia: 150 (50) Agilidad: 2/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Baile de espadas (+30 fuerza) (Usos: 2/4) -Sombra Vil (40 Potencia, Fantasma; para esquivarlo, se necesitan 2 puntos de agilidad (Base 30, STAB +10)) (Usos: 3/5) -Escudo real (Protege; pero además baja 20 la fuerza del atacante si usa un ataque físico) (Usos: 2/2) -Cabezahierro (65 Potencia, Acero. El rival lanza un dado de 5 caras; si sale 1, retrocede (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/4)
Mimi Honda Me preguntaba que pensaría Alpha de todo esto. Que pensaría... Alpha de mí. A pesar de que le había dicho que había mejorado... Eso me generaba mayor frustración que la inminente derrota. Era demasiado frustrante para que pudiera soportarlo. —Evade e insiste. SAMUROTT: Agua (Potente) Torrente: potencia de ataques tipo agua doblada cuando los PS bajan de 1/3 Agua Mística: potencia de movimientos de tipo Agua aumentada en x1,5 Salud: 190/190 Fuerza: 278 (70) Resistencia: 195 (20) Agilidad: 1/3 (100 de Velocidad) (26) Movimientos: -Hidrobomba (125 Potencia, Agua (Base 70, STAB +20)) (Usos: 1/3) -Acua Jet (55 Potencia, Agua; se necesitan 2 puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, STAB +10)) (Usos: 4/5) -Surf (90 Potencia, Agua (Base 50, STAB +15)) -Fuerza Bruta (70 Potencia, Lucha; baja 10 fuerza y resistencia propias)
Alpha Xenodis. —¡Elude y repite la Sombra Vil! AEGISLASH: Fantasma/Acero Forma Espada Cambio Táctico: Cambia de Forma según el movimiento usado Salud: 57/120 Fuerza: 310 (10) Resistencia: 150 (50) Agilidad: 1/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Baile de espadas (+30 fuerza) (Usos: 2/4) -Sombra Vil (40 Potencia, Fantasma; para esquivarlo, se necesitan 2 puntos de agilidad (Base 30, STAB +10)) (Usos: 2/5) -Escudo real (Protege; pero además baja 20 la fuerza del atacante si usa un ataque físico) (Usos: 2/2) -Cabezahierro (65 Potencia, Acero. El rival lanza un dado de 5 caras; si sale 1, retrocede (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 0/4)
Mimi Honda Y de esa forma, incapaz de seguir eludiendo, Monomaru también cayó. Lo regresé a su esférico en silencio. Había sido una derrota absoluta y fulminante, apenas había podido contrarrestar sus estrategias o realizar una ofensiva mínimamente efectiva. —Sobrestimé mis capacidades, mi equipo y yo aún tenemos mucho que hacer— dije entonces tras un breve silencio en el que traté de asimilar la derrota—. Pensaba que había mejorado, pero... no pude hacer nada ¿verdad? Una pequeña sonrisa amarga se dibujó en mis labios mientras pensaba en la humillación que sentía. No era nada buena tolerando el fracaso, las derrotas me sabían a veneno. No me educaron para ser una perdedora. Pero tampoco importaba realmente como me educaran. Alpha había ganado justamente, y ahora que el combate había acabado, supe que era el momento de sincerarme. No sabía como empezar o qué decir exactamente. Había demasiadas cosas en mi interior sumadas a la frustración de la derrota, se mezclaban sin orden ni concierto alguno y me hacían incapaz de hablar. Hasta que finalmente encontré el coraje y las palabras. El corazón me latía con fuerza y sentía un ardor creciente en mis mejillas. Pero no vacilé. >>Alpha, hay algo que necesito decirte— sentencié entonces—Algo que llevo queriendo decirte desde hace mucho tiempo. Y quiero que me escuches atentamente porque no pienso repetirlo dos veces. ¿Lo entiendes?
Alpha Xenodis. El combate acabó tras ese último ataque. Mimi decidió no seguir poniendo a su equipo en una pelea donde poco podría hacer y consideré que eso era lo más correcto. Me acerqué a ella y con tranquilidad coloqué mi mano sobre sus cabellos. —Pediste que no me contuviera, ¿verdad?—Pregunté dedicándole una pequeña sonrisa.—. Aún tienes camino por recorrer, pero actualmente, y como tu senpai, puedo decir que llevas el camino correcto—No podía reprenderle de ninguna manera. La chica que hace tanto tiempo me obligó a acompañarle en su viaje porque era la primera persona que se le había cruzado en su camino estaba fuera. La Mimi que jamás se había esforzado por algo más que parecer una señorita de élite se había transformado en una entrenadora esforzada.—. Espero con muchas ganas nuestro próximo encuentro. Regresé a mi pokémon a su esférico tras eso. Realmente se había vuelto un poderoso pokémon en mi cuidado, pero creo que el haber pasado un tiempo con Hubert le había permitido madurar más de lo que yo podría haberlo hecho... Se lo agradeceré luego. >>Alpha, hay algo que necesito decirte. Algo que llevo queriendo decirte desde hace mucho tiempo. Y quiero que me escuches atentamente porque no pienso repetirlo dos veces. ¿Lo entiendes? ¿Eh? ¿Y eso tan de repente? ¿Algo que querría decir desde hace tiempo? Espera... ¡Eso es! ¡Ella me odia! Por eso siempre me golpeó y me trató de idiota... Quizás el combate de ahora simplemente le había confirmado ese sentimiento. P-Pero creo que tendría que escucharle. —C-Claro... Te escucho.—Sí, mis sospechas me hicieron ponerme un poco nervioso... ¿De verdad era eso?
Mimi Honda Aquello... no podía creer que aquello estuviese pasando de verdad. Que realmente fuese a abrirme emocionalmente a una persona a la que conocía de hacía tantísimo tiempo, pero apenas sí sabía algo de él. Alguien que siempre había pensado que era un descerebrado idiota sin remedio. Y sin embargo... había terminando enamorándome de él. Decidí empezar por el principio, soltarlo todo en una catarata intensa de sentimientos antes que el orgullo volviese a imponerse y fuese incapaz de decir nada más. Si iba a ser sincera, lo sería completa y absolutamente. Alpha era demasiado denso para darse cuenta de mis sentimientos por sí mismo. Y aquello reafirmó mi idea de que era lo correcto. —¿Sabes?— comencé, alejándome un par de pasos porque sentía que si estaba tan cerca no lograría concentrarme como se suponía que debía hacerlo— Yo no tenía una vida feliz en Sinnoh. No me malinterpretes, poseía todo lo que deseaba... pero no me di cuenta de que no estaba viviendo realmente hasta que no vine aquí. >>Si lo pienso fríamente... era como si fuera un adorno más en aquella mansión. Mis sentimientos y deseos eran egoístas. Y mis objetivos también lo eran. Una vida lo suficientemente vacía para pensar que el hecho de que alguien me reconociera como la hija del gran Honda me daba la seguridad de que no estaba tan sola como me sentía. Mi gesto se ensombreció. >>Pero... siempre he estado sola. Era la niña de papá de un padre que siempre estaba ausente. Recuerdos pasados acudieron a mi cabeza en ese momento. Tantas festividades sola, tantas noches llorando en una cama enorme y vacía, en mi habitación, mientras deseaba tener una vida normal en secreto. Luego me hice a la idea de que mi vida era mucho mejor que la del resto solo porque tenía posesiones materiales y dinero... y me esforcé por vivir esa mentira. >>Yo no vine a Galeia buscando hacer amigos ni a imitar a esos entrenadores que veía por televisión, como te dije cuando nos conocimos— continué—Ahora creo que inconscientemente vine para escapar de todo eso. Solo... quería algo diferente en mi vida. Lo deseaba fervientememte, aunque no me atreviese a admitirlo ni a mí misma. >>No pensé que el mundo de fuera fuese a ser así de interesante. Lo imaginaba lúgubre, amenazante, un campo minado donde cualquier cosa podía amenazar mi intigredad física. Y no te equivoques, lo es. Pero no por ello es necesariamente algo malo. ¿Cuantos años habían pasado desde que llegué? ¿Cuatro? >>Ahora sé... no, estoy segura de que tomé la decisión correcta al venir aquí. Pude conocer a personas que por suerte o por desgracia no olvidaré nunca. Personas buenas como Emily y Hubert, rivales dignos como Effy, un tanto excéntricos como Elisa... Gente que quisiera olvidar como Kappa. Lo miré a los ojos. A esos eléctricos ojos ambarinos que habían aprendido a adorar. La ilusión casi infantil que desprendía me hacían sentirme bien de alguna forma. —Y pude conocerte a ti— admití finalmente— Eres... diferente. No me refiero diferente a Emily o a Effy, quiero decir... que eres completamente opuesto a todo lo que alguna vez conocí en Sinnoh. Torpe, sin modales, un idiota de cuidado con el que sería mejor no juntarse. >>Pero tienes algo. Esa aura extraña que compartes con Emily. Ese espíritu infantil y jovial que no muere. Una fuerza y una determinación puras. Y un espíritu tan noble como un Luxray. —Y lo siento— musité— Fui una estúpida por no verlo antes. No hay necesidad de cambiar nada. Eres lo que eres por como eres, nadie debería cambiarte. Tus ideales aunque brutos, son ideales de valor. Y tus sentimientos son puros como los de un niño. Guardé un breve silencio. Al mirar a Alpha a los ojos, otra vez, me di cuenta de que probablemente no entendía nada de lo que estaba diciendo o a que me refería con ello. ¿A dónde demonios quería llegar? Me di cuenta de que estaba nerviosa. —Me gusta... la gente que es pura—sentencié, pero las mejillas me ardían con fiereza— Que no necesita fingir sus sentimientos o plastificarlos para sentirse segura. Me gusta la gente que se mantiene fiel a sus valores. —Creo que... por eso me gustas. No, es... es mucho más que eso. —agaché la vista incapaz de sostener su mirada. Mi labio inferior tembló— . T-te amo. Te amo, Alpha. Desde hace mucho tiempo. Luché contra mi orgullo y el creciente pudor. Ahora que lo había dicho, que había confesado lo que sentía, sentí más miedo que alivio. Un miedo profundo y visceral, pero ya no podía hacer nada por cambiarlo. Probablemente aquella escena fuese más patética incluso que la propia derrota en la batalla. >>Yo no soy Hubert, no voy a esperar una eternidad solo por miedo— dije, recordando lo mucho que tardó él en declararse a Effy— ¡No voy a refugiarme en la autocompasión y esperar que las cosas ocurran porque sí! Esos son mis sentimientos... no puedo cambiarlos. No puedo modificarlos. ¡Y es algo que ya no puedo seguir negando más tiempo! Contenido oculto Como cuando tratas de adaptar esto sin haber pegado ojo en toda la noche (?)
Contenido oculto Sarabada Bakashipping... Sarabada Mimiko Alpha Xenodis. Se alejó unos breves pasos y comenzó. Habló de su vida en Sinnoh, una región donde, según él lo entendía, ella poseía un gran hogar lleno de todas las comodidades que cualquier persona normal pudiese desear e incluso cosas que no. Llena de cosas que simplemente se podría encontrar ahí para satisfacer el capricho de algún tío rico. Exactamente así era como ella describía sentirse, pero estaba sola. Era una princesa solitaria dentro de un enorme castillo que estaba siempre lleno de cosas y gente, pero nadie que le pudiese dar la atención real que ella quería. Era un pozo sin fondo del que no podría escapar en ese lugar. Un abismo inimaginable de desesperación creado por un padre ausente. El siguiente tema que ella decidió tocar fue su huida. Ella jamás vino a este lugar con las intenciones de ser el tercer ganador del campeonato regional. No, lo que ella quería es poder salir de aquella interminable caída de soledad. Y precisamente aquí, en una región que ella inicialmente describió como un lugar sin su propia identidad, es donde pudo encontrar su refugio. No era un refugio como lo sería un búnker en la mitad de una guerra, sino que era una cobertura hecha por el calor humano. Una zona de confort creada por las personas que había conocido en su viaje y que poco a poco habían influido en su personalidad. Habían cambiado a la niña rica: Le quitaron el sentimiento de soledad. Pero... ¿A dónde iba esto? La mente de Alpha generó aquella incógnita en el momento que su rubia compañera hizo una pausa. Y al seguir fue cuando sus sospechas fueron revocadas poco a poco, palabra por palabra: —Pero tienes algo. Esa aura extraña que compartes con Emily. Ese espíritu infantil y jovial que no muere. Una fuerza y una determinación puras. Y un espíritu tan noble como un Luxray. Y lo siento. Fui una estúpida por no verlo antes. No hay necesidad de cambiar nada. Eres lo que eres por como eres, nadie debería cambiarte. Tus ideales aunque brutos, son ideales de valor. Y tus sentimientos son puros como los de un niño. Ella lo estaba reconociendo. El rostro de Alpha no pudo hacer otra cosa que generar una sonrisa entre sus labios, pero seguía sin entender lo que ella quería decir. Era algo que no repetiría. Algo definitivamente importante. —Me gusta... la gente que es pura. Que no necesita fingir sus sentimientos o plastificarlos para sentirse segura. Me gusta la gente que se mantiene fiel a sus valores. >>Creo que... por eso me gustas. No, es... es mucho más que eso. T-te amo. Te amo, Alpha. Desde hace mucho tiempo. No importa qué tanto Xenodis forzase su mente, no importaba cuántas posibilidades él pudiese imaginar, cuántos escenarios, cuántas frases y cuántos finales para el día que había vivido, pero nada lo había preparado para esto. Fue un shock. No sabía qué decir. Su rostro se había puesto rojo, su corazón estaba latiendo con una velocidad increíble y en su mente no había nada. Cualquiera podría pensar que solo un idiota no se habría dado cuenta, y es verdad, pero hablamos de Alpha Xenodis... La mitad del cerebro de un niño en un joven de casi dieciocho años. Se mantuvo el silencio entre los dos por casi treinta segundos, hasta que él pudo reaccionar. —Mimi—Murmuró antes de que sus brazos rodearan el cuerpo de la chica en forma de un cálido abrazo—, muchas veces pensé que me detestabas, ¿sabes? Creía que todos esos insultos y golpes se debían a que no me soportabas, pero como sabía que necesitabas la ayuda de alguien simplemente decidí ignorar esas cosas—Suspiró suavemente y pensó "¿A dónde quiero llegar?"—. Creo que son las palabras que menos esperaba escucharte decir, ¿sabes?—Rió con suavidad. Su tono de voz era bajo, casi un murmuro.—. Me hace feliz que hayas encontrado a gente en este lugar, que ahora Galeia pueda ser casi tu hogar... Y yo también comparto un cariño hacia ti—Pausó por unos segundos, cerró sus ojos y recordó las palabras de su hermano mayor: "Debes ser suave con las mujeres, enano". >>... Pero creo que no puedo llegar a tu nivel. La apartó con suavidad y estableció contacto entre sus orbes. Ámbar y azul. Azul y ámbar. —Hay... Muchas cosas en mi cabeza, ¿sí? Son cosas que ni yo mismo puedo entender—Y sí. Hasta hace poco él creía haber cortado sus sentimientos por su ex-pareja, pero no pudo evitar llenarse de sentimientos cuando la vio sufrir, pese a que no era más que un sueño. Tenía la carga emocional reciente de lo ocurrido con Bruno.—. Actualmente quiero centrarme en entenderlas y bueno... En entrenar. He vuelto a este lugar con el mismo objetivo con el que llegué originalmente: Ser más fuerte. >>Yo... También te quiero, pero... No es lo mismo. Discúlpame. Tras acabar de hablar él simplemente colocó sus labios sobre la frente de la chica como un gesto de cariño, de demostrar que pese al rechazo que él acababa de darle no mentía en lo absoluto. Claro, Alpha ignoraba el cómo Mimi o cualquier persona normal podría reaccionar ante tal cosa. Su relación... Perecería aquí mismo.
Mimi Honda Hubo un instante en el que ninguno hizo nada. Yo no podía moverme, no me sentía con fuerzas y con el valor suficiente para mirarle a la cara. Quizás sonaba estúpido, pero nunca en mi vida me había sentido tan expuesta y vulnerable y el sentimiento de indefensión era algo que siempre había detestado. Nunca había sido tan brutalmente honesta. Pero entonces Alpha me abrazó. Solo un patético y tembloroso "¡¿E-eh?!" escapó de mis labios, mientras mi nerviosismo solo lograba acrecentarse. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Pretendía que me diese un infarto o similar? ¡No podía hacer eso en un momento en que mi estabilidad estaba un estado tan vulnerable! Alpha dijo que pensaba que yo lo detestaba. Y no pude evitar pensar que si no lo hubiera dicho él jamás lo hubiese notado. Nunca se hubiese dado cuenta de lo que sentía por sí mismo. Y sin embargo, un sentimiento de realidad empezó a crecer en mi interior a medida que Alpha continuaba su discurso. Un sentimiento de vacío. Eso mismo que había sentido con las ausencias de mi padre, pero peor. Impotencia y rabia, quizás. Un sentimiento que podía traducirse en desesperanza. "Y yo también comparto un cariño hacia ti... Pero creo que no puedo llegar a tu nivel." ¿Eh? Si tenía que ser sincera no era como si no lo hubiese supuesto antes. No era tan estúpida como él, yo sí sabía leer las señales. Pero incluso si lo sabía, siempre me había negado a aceptarlo porque era un escenario demasiado catastrofista. Y yo estaba cansada de sentirme rechazada. No podía tolerar la frustración, ser relegada a una segunda opción era algo que simplemente no podía soportar. Quizás había cambiado y lo que antes me importaba tanto no me era tan trascendental ahora... pero no dejaba de ser humillante. "He vuelto a este lugar con el mismo objetivo con el que llegué originalmente: Ser más fuerte. >>Yo... También te quiero, pero... No es lo mismo. Discúlpame." Entonces me aparté. Con brusquedad. Con una sombra en la mirada mientras me mordía el labio inferior. —... S-siempre lo he sabido— le dije— Siempre supe que no sentías lo mismo y aún así como una estúpida seguí insistiendo— le dije, pero mi voz se quebró. Agh... Dolía. Dolía demasiado. Me cubrí el rostro con las manos en un desesperado intento por ocultar las lágrimas que pugnaban por salir—. ¿Cómo de absurdo, banal e insustancial ha sido todo esto entonces? Derribar mis murallas, dejar de lado mi orgullo... ¿para qué demonios me ha servido todo eso? ¿Para qué me he esforzado tanto? Duele. Duele demasiado... ¿no es patético? Mi voz fue ahogada por un repentino sollozo. Me sentía humillada hasta el extremo. Nunca en toda mi vida había sentido un dolor igual al que estaba sintiendo en ese momento. El dolor de ver como todos mis esperanzas y mis sueños, como todo lo que alguna vez anhelé... se hacía trizas frente a mis ojos. Incluso si Alpha había sido comprensivo, incluso si no se había burlado o me había dado un "no" directo. Yo era demasiado orgullosa para tolerarlo. >>¿Qué quieres que diga?— pregunté entonces, mirándole a los ojos con las lágrimas cayendo por mis mejillas.— ¿Qué te voy a esperar? ¿Tienes idea de lo humillante que es esto? Tú... no lo entiendes Alpha. ¡No tienes ni idea de nada! Me sequé las lágrimas, furiosa. Y en aquel momento, abrumada por la frustración, la tristeza y la rabia, algo colapsó dentro de mí. Después de ser honesta como nunca lo había sido, después de desnudar mis sentimientos, ni siquiera sabía como sentirme. Pero aquello sobrepasaba completamente los límites del lo mucho que pretendía humillarle a mí misma. Y entonces, con una voz fría, sin emociones, con un gesto que no podía descirnirse porque el flequillo cubría mis ojos, dije lo que sentía en ese momento. Trasformé la frustración en apatía y el dolor en orgullo, como había hecho siempre. —Por el bien de mi dignidad y tu integridad física, no vuelvas a dirigirme la palabra. No esperé una respuesta por su parte. No esperé absolutamente nada por su parte. Ya no podía estar ahí. Ya no podía mirarle a la cara. Me sentía acorralada. A pesar del lamentable estado en que había quedado Sean después del combate, lo liberé y desaparecí en el cielo. Contenido oculto Alpha usó rechazo. ¡Fue súper efectivo! Mimi ha huido del combate (?)
Alpha Xenodis. —Por el bien de mi dignidad y tu integridad física, no vuelvas a dirigirme la palabra —¿Eh...? P-Pero Mimi... No es necesario llegar a esos extremos... Pero ella ya se había ido a lomos de Braviary. —¿Q-Qué diablos acaba de pasar...? Lentamente la película volvió a su inicio y la escena comenzó a reproducirse poco a poco en mi mente. Sus ojos se pusieron vidriosos, llenos de un color rojizo y poco a poco se comenzaban a inundar en lagrimas de tristeza. Habló de sus frustraciones conmigo... Ella tenía razón: Jamás me enteraba de nada. Eso le había logrado causar daño. Finalmente, cuando se secó las lagrimas, soltó aquella frase: "Por el bien de mi dignidad y tu integridad física, no vuelvas a dirigirme la palabra". ¿Ella quería que me alejase completamente? No... No puedo entenderlo, pero ahora mismo yo no puedo seguirle. >>L-Lo mejor será que vaya tirando de aquí... Sí. Liberé a Swellow con tranquilidad y entonces monté en él. La imaginé a ella. Montó muchísimas veces en este pokémon, ¿verdad? Innumerables ocasiones en que lo dejé a su cuidado para que pudiese cuidarle y ella se transportara hasta donde lo deseara sin ningún problema... Vaya. >>Vamos a la Torre Plateada.
Nikolah Cruz El muchacho al frente mío se presentó, pero no sonrió. Incliné mi cabeza hacia un lado, extrañado. Que raro, la gente suele sonreír cuando se presenta. Bah, en realidad era una mentira, muy pocas veces pasaba eso. Pero el muchacho no parecía enojado conmigo ni nada, sino que tenía la mirada perdida. Me encogí de hombros, y me dispuse a seguir conversando, pero me interrumpí de repente. Mi mandíbula cayó y mi boca se abrió hasta obtener proporciones cómicas. No fue por el Liepard que apareció de improviso entre los pastos, sino por la enorme sierpe de color verde que aterrizaba en la pradera. Estoy más que seguro que una mosca entró por mi boca y me la tragué, aunque no lo habré notado en el momento. Un jodido pokémon legendario estaba en la pradera, a unos cientos de metros de nosotros. ¡Y encima era un dragón! ¡UN DRAGÓN! Una mezcla de emoción y miedo corrieron por mi espalda, y un escalofrío hizo que me estremeciera. La presencia de tal bestia frente a mis ojos traía demasiadas cosas a mi mente, muchas de ellas enterradas en otros recuerdos más mundanos y gratos. Mi collar comenzó a vibrar, aunque seguramente no era la baratija de chapa la que vibraba, sino mi pecho. El dragón estaba siendo montado por dos entrenadores, que apenas se bajaron del pokémon, comenzaron una batalla. Vaya ímpetu, cabía destacar. Sin pensarlo dos veces, me tiré cuerpo a tierra, y me arrastré hacia allí. La batalla fue feroz, y ambos demostraron tener pokémons increíbles y extremadamente fuertes, pero al final, el muchacho resultó ganador. Pensé que la diversión ya habría terminado, y tal vez lo mejor era no seguir espiándolos entre los pastos altos, en especial tan cerca (uno de los ataques casi me decapita), pero lo interesante estaba por venir. Y vaya que fue interesante. Lamentablemente, la cosa no pareció terminar muy bien. Ambos terminaron yéndose por lados separados, incluso con la joven amenazando al muchacho. Encima no había sido lo suficientemente rápido como para sacar mi armónica y tocar una canción que pegara con el ambiente. Aunque también las veces que lo había hecho había terminado con un par de heridas extras. Después de ese espectáculo, suspiré, y me arrastré de nuevo hacia Devan. Podría haberme levantado, es verdad, pero...no quería. Me daba pereza. — Bueno.— dije cuando llegue, todavía tirado en el piso, pero con la cara hacia arriba, hacia el muchacho.— Eso sí que fue interesante. ¿En qué nos habíamos quedado?
Frogadier se me echó encima y me hizo caer al suelo. Nikolah también se fue al suelo, aunque él lo hizo voluntariamente. En cuanto intenté levantar la cabeza me topé con uno de los brazos de mi Pokémon tapándome los ojos e impidiéndome ver nada. Forcejeé con él durante bastante rato hasta que pude finalmente ver una bestia enorme, de color verde esmeralda que aterrizaba y se desvanecía en lo que parecía ser algo causado por una Pokéball. ¿Rayquaza? No, imposible. Pero solo la idea de que pudiera haber visto brevemente aquella cosa me hacía —nos hacía— descender a la locura. Unos espasmos recorrieron mi cuerpo justo antes de que Frogadier me golpeara en la cara impidiendo que aquello fuera a más. Un poco de sangre en la nariz era mejor que perder el control. — Gracias, Frogadier —le dije al Pokémon acuático, que asintió. Después me dirigí a Nikolah ignorando por completo su pregunta—. Será mejor que no hablemos de esto. Todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera me di cuenta de que tenía un Garbodor prácticamente aplastándome la pierna, al que ahuyenté sin demasiado problema