--¿De verdad te crees capaz de encontrar a Zapdos, el pokémon legendario del trío de las aves? Que crío... --Respondí ante su frase --Es imposible Alpha.--
-- Escuche que encontraron sus plumas-- dije empezando a.buscar--, si veo una me conformo. Hace mucho que no veo a ese pokémon--
--¿Hace mucho? ¿Ya lo has visto? Creía que... Bueno, déjalo.-- Si quiere buscarlas que las busque, pero no voy a aguantar mucho aquí. --Busca rápido, si quieres, puedo echarte una mano.--
Al llegar a la Llanura me sorprendí de su extensión, y más aún de su fea tormenta, sin embargo agua era lo que más necesitaba. Saqué de mi mochila un armatoste con forma de cama móvil y lo puse a andar. Si bien tenía cero estilo, al menos me evitaba caminar y lo mejor era que funcionaba con energía Hidráulica, cosa que allí no faltaba.
--Alpha ¿Has tenido suerte? --pregunté con un poco de frío. --No creo que a vista encontremos alguna pluma.--
La lluvia me empapaba los huesos, pero enrealidad no me importaba mucho, pues como era propenso a enfermarme ya estaba acostumbrado, sin embargo no esperaba lo que sucedió después. Un fuerte rayo cayó justo en mi "vehículo" y, de no ser por que éste absorvió la mayor parte de la electricidad, hubiera muerto. Aún así no me libré de recibir una fuerte descarga eléctrica que me mando volando varios metros en el aire, y en mi delirío sólo pude decir: --¡El equipo Rocket a sido mandado a volar otra vez!
Estornudé un poco, pero no muy fuerte. Saqué a Luxio y Poochyena para que ayudarán a buscar con su olfato, Spark, en cambio, se quedó conmigo. --Luxio y Poochyena nos ayudarán con su olfato.--
Caí al suelo con un estrepitoso golpe que, combinado con la descarga que recibí, terminó no sólo de dañar mi cuerpo, sino de reprogramar mi mente. Me levanté del suelo con una mirada arrogante y una sonrisa confianzuda, y luego grité: --¡Yo soy Zeus, comandante del equipo Neutrón y dueño de toda esta llanura! --Acto seguido saqué mi pokédex y comencé a investiguar lo relativo a este lugar.
--Tú sabrás.--Le dije con un suspiro. Yo seguí buscando tranquilamente junto a mi pokémon. Si Poochyena o Luxio consiguen encontrar alguna, sabré que tienen un olfato muy cualificado del cual, podré usar en el futuro.
--Así que el Elemento 012 anda por estos lares --me dije a mi mismo al enterarme que Zapdos había dejado caer varias plumas--. Creo que buscaré un par de sus plumas. Y así comencé a avanzar por la Llanura en busca de las plumas del pokémon legendario.
Aunque busqué y busqué no logré encontrar las plumas, así que decidí que mientras tanto bien podría atrapar a un pokémon eléctrico. Hallar uno no fue díficil, pues conocía a los pokémon électrico como la palma de mi mano, después de todo, eran mis favoritos.