Pokemon, The lost Island

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Durazno, 20 Abril 2013.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1895
    Bueno, esta es mi historia, no tan solo mía si no la de un cuanto de compañeros más. Mi nombre es Danny, tengo 12 años y estoy a punto de recibir mi pokemon inicial.
    Soy huérfano y vago por las calles de la ciudad, generalmente duermo en un pueblo llamado "Pueblo Veraz" donde hay un laboratorio de un famoso Profesor Pokemon. Tengo un fiel seguidor llamado "Hachi" Es mi Growlithe, lo recogí cuando cumplí mis 11 primaveras, me ha acompañado desde el día que lo obtuve y a pesar de ser un Pokemon con pocos ataques y más dóciles, puede derrotar a una jauría de Mightyenas el solo, Gracias a Hachi el profesor se fijó en mi manera de entrenar y ahora me hará entrega de mi Pokemon Inicial.

    —Bueno Danny, Tienes para elegir: Totodile, Treecko y Chimchar. —El no tan anciano profesor me miraba fijamente, Yo arreglé mi boina y miré a mi fiel acompañante, un Growlithe.

    —¿Tú qué dices, Hachi?. —Levanté a mi compañero y lo dejé en el mesón donde estaban las Pokeballs.

    Cabe destacar que mi localización es de una isla perdida en el océano pacífico, Cerca del estrecho por lo que la mayoría de los habitantes somos -Me incluyo- Sudamericanos, en especial Chilenos, pero nadie sabe como salir, Mucha gente que ha tratado de irse de la isla con su Pokemon ha vuelto a las playas, careciendo de vida.
    Volviendo al otro tema, Mi acompañante olfateó cada una de las pokeball y colocó su mano sobre la segunda pokeball

    —Muy bien, elijo esa. —Dije sin vacilar tomando la esfera y observándola unos segundos

    —¿Ni siquiera veras su contenido?. —El treintón me entregó la famosa PokeDEX.

    Lo ignoré mientras guardaba la DEX en mi bolso amarrado a mi cintura y mi pequeño acompañante saltó hasta mi espalda y se adentró en mi mochila, dejando su cabeza fuera.

    Salí de ese edificio y observé mi pueblo, di un gran suspiro y proseguí a ver de que se trataba aquella elección por parte de mi compañero. Saqué de su pokeball al residente, se trataba de un Treecko que me miraba algo confundido, luego nuestras miradas fueron automáticamente desviadas.

    —¡Danny! —Aquella chica de cabellos marrones los cuales alcanzaban su hombro, con unos ojos pardos que le daban cierta tonalidad salvaje, a pesar de tener una suave personalidad se acercó a mi corriendo, yo solo la contemplé mientras que ella finalizaba su ruta— ¿Ya te vas?.

    —Si, estaba a punto de salir del pueblo. —La miré con cierta frialdad la cual esta siempre presente en mi mirada.

    Treecko escaló hasta mi hombro y se quedó observando a Lise -La chica de cabello marrón- Yo solo la ignoré y me fui del lugar. A pesar de ser alguien bastante mal educado y fanfarrón todos decían que era alguien muy reservado pero también muy desagradable, generalmente ignoraba a la gente y la dejaba hablando sola, pero con Lise fue algo especial, Desde el día que llegué a hospedarme en las profundidades de un bosque que es vecino del pueblo, ella siempre me fue a visitar y me llevó comida, ¿En qué minuto me convertí en su mejor amigo? No tengo idea, lo peor es tener sentimientos.

    Al cabo de unos minutos estaba en lo profundo del bosque, los árboles inmensos bloqueaban la luz por lo que tenía que caminar con mucho cuidado, pero el camino ya me lo sabía de memoria. En el bosque Veraz hay un montón de bichos, por lo que siempre habían cazabichos buscando uno que otro Kakuna o Butterfree, Era la oportunidad para entrenar a Treecko.

    —¿Uh? —Sentí que había pisado algo, levante mi pie lentamente y me di cuenta que era un Metapod— Que basura...—Le di una gran patada y desapareció.

    —¡Oye, ¿Que has hecho con mi Metapod?! —Un pequeño cazabichos se acercó corriendo furioso— ¡Ya verás, Te daré una paliza! —El pequeño envió a un Beedrill

    —En vez de estar combatiendo deberías ir a buscarlo. —Treecko se ofreció para luchar, sonriente bajó de mi hombro y dio un paso al frente— Treecko, Malicioso.

    Los ojos de Treecko se iluminan y Beedril lo mira espantado mientras que retrocede un poco.

    —¡Beedrlil, Ataque furia! —La abeja alzó sus puas/manos y comenzó a darle golpes sin cesar a Treecko, Este último se defendía como podía.

    —¡Treecko, rápido, usa destructor! —Treecko saltó y su cola se iluminó, en un rápido giro este golpeó con su cola a Beedrill dejándolo tendido y luego cayó con elegancia al piso, amortiguando su caída con su misma cola.— Golpe crítico.

    —Beedrill, tu puedes... —El Cazabichos le daba ánimo a su pokemon que yacía en el suelo tratando de levantarse, pero luego de intentar unos segundos más, dejó caer su nuca al piso derrotado.

    —No uses a Beedrill en un combate si lo acabas de usar para capturar bicho o si lo has entrenado últimamente, Tu Beedrill fue derrotado por un Pokemon que nació hace unos días, Si tu Pokemon hubiera estado en mejor estado quizás hubieras ganado. —Sonreí confiado, la verdad no tenía idea del potencial de Treecko, fue bastante sorprendente ver que acabó con un Beedrill con solo un ataque.

    —Pero aún no acabo... ¡Caterpie, ve! —Antes de que el pequeño lanzara la Pokeball mi Treecko golpeó su muñeca haciendo que suelte la esfera— ¡¿P-Pero qué...?!

    —Escucha, Si sigues con esto lo único que conseguirás será dañar más a tus pokemon, y el único centro pokemon que hay por aquí es terminando el Bosque Veraz. —Me agaché y sostuve un Metapod, Luego se lo entregué al pequeño y proseguí a marcharme

    El bosque era muy extenso y no sucedía ningún acontecimiento que tuviera relevancia en la historia, a si que decidí comenzar a entrenar, pero antes designaría el mote para Treecko.

    —Muy bien Treecko, he pensado todo el camino tu mote y creo que será... ¡Cocu! O mejor... ¿Veterraga? —Treecko me miró avergonzado moviendo las manos en sentido horizontal, dejándome en claro que no quiere ningún mote— Ya veo... —Suspiré— Hachi, ¿Puedes revisar los Pokemon fuertes que están en esta zona?

    El Growlithe asintió y comenzó a olfatear la hierba, luego de un rato se comenzó a inquietar y comenzó a correr a una zona de hierba baja, donde casi ni árboles habían, Treecko y yo le seguimos algo extrañados, luego nos hizo unas morisquetas para mi que llevaba ya tiempo con el me era fácil entender entonces traduje.

    —Un Pika...Pikachan... —Hachi negó con la cabeza y volvió a deformar su cara para hacerla parecida a un Pikachu— ¡Ah, un Pikachu! ¿Qué tiene de especial? —El Growlithe hizo gestos de fisicoculturistas— Un pikachu fuerte.... —Deducí, Hábilmente y Hachi asintió— ¡Bien, vamos a buscarlo! —Corrí y Treecko subió a mi hombro, Hachi acompañó mi ruta a pie a una velocidad mayor que la mía, luego de un rato de correr nos encontramos con un Pikachu buscapleitos que desafiaba a un Raichu

    Nos escondimos en los arbustos y observamos la pelea, el Pikachu estaba en clara desventaja por la gran fuerza del líder de los ratones, pero aún así parecía perseverante y fuerte en todo momento, inclusive hizo retroceder a Raichu más de cinco veces con un puñetazo. Luego de un rato fue derrotado y el Raichu se retiró, unos Pichus fueron en su auxilio pero el Pikachu los empujó y se fue de la manada furioso, después le tendimos una emboscada.

    —Muy bien Pikachu, tienes agallas a si que te unirás a nosotros. —Sonreí confiado, Ese Pikachu no podía ganar ni en sueños contra mi equipo, pero se negó y desvió su trayectoria, Treecko corrió hasta él y lo detuvo.— Está bien, Si Hachi te derrota en una Batalla Pokemon te unes a nosotros.

    El Pikachu observó a Hachi y suspiró, echó un vistazo a su manada que comenzaba a recolectar las bayas para invierno y asintió, sin antes empujar a Treecko y colocarse en posición de pelea.

    —¡Comencemos, Hachi usa Colmillo Ígneo! —Hachi se abalanzó contra Pikachu con su hocico encendido en llamas, El Pikachu trató de esquivarlo pero Hachi logró morderle la pierna y hacerlo caer

    El Pikachu se levantó lentamente y se sobó la pierna, luego rápidamente lanzó un impactrueno el cual no hizo mucho efecto en Hachi
    Antes de que Hachi pudiera contraatacar, el Pikachu Rápidamente tacleó a mi Growlithe, dejándolo un tanto débil.

    —Hachi, Rueda de fuego. —El Growlithe se envolvió en llamas y como un neumático giró hasta entrar en contacto con Pikachu, quien usó sus manos para tratar de detener el ataque pero recibirlo de igual forma chocando contra un árbol, luego de tratar de levantarse un dolor en la pierna anteriormente mordida por Hachi atormentó a Pikachu, pero este no vaciló y se lanzó con Megapuño, el cual no logró esquivar Hachi y fue un golpe crítico, dejándolo un poco paralizado.

    Le ordené a Hachi que usara Inversión, el cual consiste en atacar más fuerte si el Pokemon está débil, Sus ojos se vuelven morados y escupe una gran bola de fuego que se hace más grande conforme a la longitud recorrida que impacta de lleno contra Pikachu, Dejándolo en estado crítico, pero la quemadura en la rodilla finalmente lo haría caer derrotado.

    —¡Buen trabajo, Hachi! —Acaricié a mi Pokemon Perro, luego lancé una Pokeball hacia Pikachu, la cual lo abdujo y estuvo unos segundos moviéndose hasta que una luz roja dio el visto bueno, Pikachu había sido capturado.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1608
    Capitulo 2 La tristeza en una noche de lluvia.

    Me encontraba tendido en el pasto mirando el cielo junto con mis Pokemon -aún en el Bosque Veraz-. Era todo tan relajante, sentía golpear la brisa en mi cara y una sonrisa se dibujaba cada vez que cerraba mis ojos, a Treecko le gustaba quitarme la boina y molestar a Pikachu colocándosela, ya que a este último le desagradan los gorros. Siempre que veía al sol camuflarse entre las nubes una enorme sombra relajaba mi vista, debería haber estado entrenando pero el clima ese momento era muy relajante, sin embargo no sabía cual eran los hechos que atormentaban al pueblo de la Isla ese entonces, por el momento solo me preocupaba por el primer gimnasio y de lo preparados que tenían que estar mis Pokemon.
    De un momento a otro, escuchamos un llanto que interrumpió el silencio eterno, rápidamente nos alistamos y seguimos aquella voz que rompía en lágrimas, luego de un rato de inquietud buscando por fin damos con la culpable de aquellas lagrimas, sentada en lo que quedaba de un tronco.
    Esta chica murmuraba cosas como ¿Por qué La culpa es mía etc, La curiosidad me atormentaba pero no sabía si era muy cortés que un desconocido llegara y preguntara por el origen de su tristeza, Pikachu la miraba con cierta melancolía, al parecer su sentimiento era mutuo, como el de haber perdido a algo yo alguien.
    Finalmente decidí mostrarme, arreglé mi boina y despejé el cabello de mi frente, di un paso al frente y salí de mi escondite.

    —¿Quien anda ahí, Quien anda ahí?. —Repetía la chica, aún no veía mi silueta puesto que sus lagrimas cegaban sus ojos por completo, se frotó los ojos y clavó su mirada en mis ojos, era una bella chica de cabello negro que le alcanzaba hasta los codos, llevaba un vestido blanco el cual resaltaba su piel, que también era muy pálida.

    No pude evitar ruborizarme levemente, pero puse la frente en alto y firme dije

    —Disculpa, Estaba por aquí cerca y oí tus llantos, pensé en que si te podía ayudar o algo. —Me puse nervioso pero la chica me sonrió y me relajé, no pensó que era un loco ni menos un pervertido—

    —¿Eres un Entrenador Pokemon Por que veo que estás bien acompañado. —Su sonrisa se mantenía, pero sus ojos reflejaban una eterna melancolía la cual bañaba sus sentimientos en tristeza—

    —Sí, Soy un Entrenador Pokemon y acabo de comenzar mi viaje, Mi nombre es Daniel, pero me puedes decir Danny. —Me arrodillé y besé su mano con elegancia, puesto que en mi pueblo me trataban como Plebeyo así que tuve que acostumbrarme a presentarme así— ¿Puede explicarme el origen de su melancolía

    —Que elegancia... —Rió cubriendo sus labios dulcemente— Mi nombre es Alice. —Desordenó mi cabello y yo me levanté firmemente, esperando una respuesta.— Pues respecto a lo que pasó... Estaba con mi querida Espeon cuando de pronto llegaron unos misteriosos Pokemon los cuáles no pude divisar su identidad, la tomaron y huyeron. —Bajó la cabeza, me daba un poco de pena ver a alguien así.— Perseguí a los Pokemon desde el pueblo Veraz, donde vive mi padre el cual es Profesor en el Laboratorio.

    —¿Eres hija del viejo Matt —Mi tono volvió a ser el mismo de siempre, despreocupado y fanfarrón pero retomé la seriedad que merecía la chica.— Te ayudaré con tu problema, déjamelo a mí.

    —¡¿Harías eso por mí! —Se levantó muy esperanzada de su sitio y me miró fijamente, sus lágrimas parecían pequeñas al ver su enorme sonrisa que teñía de esperanza su bello rostro.

    —Claro que sí. —No me pude negar, sonreí y miré a Hachi— Por cierto... —Volví a ver a la chica— ¿Tienes algún objeto de tu Espeon

    —Ah, Por supuesto que sí, tengo su Pokeball y un collar que llevaba el cual se rompió cuando la tomaron de rehén. —Me entregó todos los objetos que poseía, esto era más fácil para Hachi ya que el olfato era su virtud— ¿Nos acompañas —Sonreí y arreglé mi boina, esta era mi oportunidad para olvidar a Lise.

    —Claro, Te seguiré noche y día hasta encontrar a Espeon —Sonrío dulcemente— Pero... ¿Estás seguro que no te molesta ni afecta en el entrenamiento de tus Pokemon. —Ella también estaba preocupada, obviamente no quería que la gente pasara un mal rato por culpa de ella. Yo negué inmediatamente y ella suspiró aliviada.

    Caminamos cerca de veinte minutos siguiendo a Hachi, nos habíamos adentrado en el bosque a tal grado que ninguno de los presentes sabía donde estaba.

    —¿Eres de pueblo Veraz?, Me parece muy familiar tu cabello castaño y tu Boina Roja.

    —Así es, Duermo en una pequeña cabaña detrás de las casas del pueblo. —Sonreí— Pero a ti nunca te había visto, el Profesor y yo somos buenos amigos y generalmente lo visito todas las tardes. —Coloqué mis brazos detrás de mi nuca mientras trataba de recordar alguna escena en que ella apareciera en mis recuerdos.

    —Mis padres están separados y solo las quincenas voy a casa de mi papá, yo vivo en el otro extremo de la isla. —Dijo ella un poco apenada— Oye, ¿Tú conoces a una tal Lise —Al momento de que ella mencionó ese nombre mi rostro cambió y asentí.

    —Así es... Somos amigos desde pequeños, por lo que me tiene mucha confianza y me cuenta cosas un poco desagradables para mi persona. —Reí avergonzado, quizás no debería haber mencionado aquello.

    —Oh, Ya veo... —Bajó la cabeza— Pues ella me ha hablado mucho de ti, te hace referencia como el Chico vago que deambula por las ciudades cercanas al pueblo Veraz —Sonrió de nuevo, tratando de disculparse de alguna manera por haber mencionado a aquella chica.

    —¿Ah sí, ¿qué te ha dicho de mí. —Dije un poco emocionado, quizás Lise le haya confesado algún sentimiento oculto que tenía hacia mí.

    —Pues me ha dicho que... —Se pone pensativa— que eres bastante perezoso pero un gran amigo. —Rió, me había salido el tiro por la culata.

    —Ya veo... —Desvié la mirada— ¿Cuándo me dejará de ver como un amigo —Pensé, ese era el gran enigma que me tenía frustrado.

    Hachi levantó la cola y su cabeza de un momento a otro, comenzó a ladrar y a correr rápidamente de modo que ni Treecko podía acercársele demasiado.
    Después de un rato de Persecución cuando unas nubes grises se asomaron sobre nosotros llegamos a un río no tan extenso, pero si profundo.
    Hachi comenzó a ladrar de nuevo, quería que cruzáramos de alguna manera puesto que el Espeon estaba en movimiento, no tan lejos de nosotros.

    —Demonios, ¿qué podemos hacer para cruzar —Miré a todos los lados, hasta que fijé mi vista en un árbol que lloraba, le ordené a Pikachu que usara Impactrueno para que hiciera caer el Árbol pero no fue suficiente.

    —¿Y si haces qué tus Pokemon crucen el río y bajen el árbol Ellos son pequeños y ágiles, en especial Treecko. —Era una buena idea a si que la pusimos en acción inmediatamente, Treecko subió a los demás a su lomo y saltó hacia el otro lado cayendo hábilmente, la lluvia comenzó a interrumpir el proceso.

    Después de unos segundos, Pikachu logró derribar el árbol con Megapuño y sin vacilar, Alice y yo cruzamos el río y corrimos siguiendo a Hachi, hasta que dimos a parar con unos misteriosos encapuchados haciendo un intercambio con el Espeon, lo querían entregar a un hombre alto y de musculatura regular, No vacilamos y nos hicimos presentes en la escena, posteriormente el hombre salió corriendo y los encapuchados nos retenieron.

    —¡S-sueltanos! —Gritó Alice sollozando viendo al tipo huir con su Pokemon

    —No lograrán alcanzar al jefe, después de esto lanzaremos al chico por un acantilado y nos quedaremos los dos contigo niña, ¿ Que te parece? —El encapuchado sonrió pervertidamente, Alice solo quedó en blanco y cerro sus ojos

    Le di un rápido codazo en el estómago al encapuchado y me safé de su prisión, di un giro y le di un fuerte puñetazo dejando al encapuchado K.O, Treecko usó destructor sobre el otro que retenía a Alice, el tipo,la soltó debido al golpe pero agarró a Treecko violentamente del cuello, yo sin pensarlo le di un golpe que impactó de lleno en su rostro, rompiendole la nariz, este trato de contraatacar pero le di una patada en la entrepierna, cayendo de rodilas.

    —¡Pikachu, Acabalo con megapuño directo en su nariz rota!. —Pikachu asintió y sin desperdiciar ningún segundo le dió un potente golpe lo que acabó con su conciencia.— ¡Rápido, Vamonos! —Treecko y Pikachu subieron a mis hombros, agarre a Alice de la mano y seguimos a gran velocidad a Hachi, completamente empapado debido a la lluvia, Alice parecía estar en shock.

    Lo que sucedió después fue algo muy extraño, acorralamos al tipo en un acantilado, el se mostraba confiado y sádico, siendo capaz de lanzar a espeon del precipicio cuando pudiera.

    —Te tenemos acorralado, maldito... —respiré agitado— Entreganos al Espeon o la pasaras mal.

    —Ve, Pidgeot. —el tipo invocó a un enorme Pidgeot, doblando la estatura normal de uno de su especie, llevaba una gran herida en su ojo derecho, el tipo se subió a su Pokemon y emprendió vuelo, Yo dejé a mis pokemon en el suelo y corrí y salté logrando afirmarme de su gigante pata, me subí lentamente y quedé frente a frente con el tipo, antes de darle un golpe él me pateó y caí violentamente, con una muerte asegurada.

    Al cabo de un rato inconsciente desperté en un centro pokemon, solo escuchaba a Alice llorando y a un montón de gente alrededor mío.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  3.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1775
    Cápitulo 3: Cría acompañante y Bufanda lista.

    La gente me llenó de preguntas, yo no tenía ni la más mínima idea de como fue que sobreviví a aquella brutal caída, solo busqué con la mirada a mis Pokemon que yacían descansando, dí un aliviado suspiro y me levanté del sillón en el cuál me encontraba tendido. Mi ropa no era la que traía habitualmente, traía una polera de Basketball y una chaqueta naranja encima, traía unos Jeans negros y mi Boina ya no estaba, según los testigos, había desaparecido en mi caida. La enfermera se me acercó, con una cierta sonrisa algo fingida me dijo;

    —¡Tienes mucha suerte! —Dio un pequeño aplauso divertido— Caíste a un río profundo, donde se encontraba un entrenador con su Pokemon entrenando, a si que sin dudarlo te salvó.

    Me sorpendi ante sus declaraciones, pero sonreí.

    —¿Dónde está el chico? —Quería darle las gracias, después de todo, me salvó la vida.

    La enfermera señaló a un joven de mi misma edad, cabello gris y ropas azules, en una chimenea calentando sus manos junto con su Marshtomp, me acerqué y me senté a su lado.

    —Muchas gracias por salvarme. —Le sonreí amplia mente, pero este no mostró expresión alguna en su rostro.

    —Ten más cuidado para la próxima. —Se levantó de su sitio y se retiró, su Marshtomp amablemente estrechó mi mano y siguió a su entrenador.

    —Qué chico más extraño. —Miré confuso su huída del lugar, yo me levanté y fui con Alice.— ¿Estás bien?.

    La chica negó frotándose los ojos.

    —Espeon desapareció... —Murmuró triste— Nunca más le volveré a ver... —Repitió.

    —No te preocupes —Le sonreí y le desordené el cabello— Yo traeré de vuelta a Espeon, te lo prometo. —Alice me miró esperanzada y asintió sonriente, "Gracias" fue lo único que mencionó, luego, se retiró de regreso a casa volando en un Tropius perteneciente a la enfermera.

    Me acerqué a la enfermera la cuál servía unas tazas de café.

    —E-Enfermera...—Me acerqué tímido a la joven enfermera de cabellos castaños— ¿Q-quién c-cambió mi ropa? —Le pregunté bastante avergonzado, ya que quizás y solamente quizás habían presenciado una entidad "divina".

    —A-ah... —La enfermera se avergonzó también— Blissey fue la que te cambió la ropa. —Rió divertida la enfermera, yo quedé algo shockeado y pregunté por la hora.— Son las 9:47 PM, Si quieres puedes pasar la noche aquí.

    Asentí, no tenía ningún otro lugar donde quedarme y como mi viaje había dado comienzo no tuve otra opción que aceptar la amable oferta de la joven enfermera, a si que al cabo de un par de minutos me dispuse a dormir.
    Me levante a eso de las 8 de la mañana, Mis pokemon estaban desayunando en el salón principal del centro pokemon, los fui a acompañar y luego emprendí rumbo, sin antes preguntar sobre la ropa.

    —¿Quieres tu ropa de vuelta Danny? —Me preguntó la enfermera, yo negué al instante.

    —No gracias, ¿Me puedo quedar con esta ropa?, Me gusta la chaqueta, además soy un fan del Basket a si que esta polera me queda bien y... —La enfermera me interrumpió con una sonrisa, asintiendo con la cabeza— Bien, por casualidad..., ¿No tendrá una gorra que me "preste"?.

    —Creo que sólo tenemos una... —La enfermera colocó un bolso sobre el mesón que se interponía entre nosotros— Es una gorra militar estilo mirala, —A simple vista parecía una gorra común y corriente, pero la parte superior (que cubre la cabeza) era más cuadrada y la visera era recta y pequeña, tenía un color carmesí que le daba más estilo

    —¡Es perfecta! —La recibí a manos de la enfermera— Inclusive es mejor que mi antigua boina. —Me coloqué la gorra y peiné mi cabello hacia la izquierda.

    —Que tengas un buen viaje, y recuerda, puedes llamar al número de este centro —La enfermera me entregó una tarjeta— Desde otro centro Pokemon, o bien desde tu PokeMóvil, Preguntas por mí y me dices tus dudas, ¿De acuerdo?

    —Sí, claro. —Sonreí y asentí— Bueno, es hora de irme, ¡Gracias por todo, enfermera... —le eché un vistazo a la tarjeta— ..Sam! —Guardé las Pokeballs de mis Pokemon y salí del centro, me encontraba en un pueblo totalmente desconocido y unas nubes grises cubrían el sol.

    El pueblo estaba constituido por no mas de 8 casas, el típico gimnasio pokemon escondido en un pueblo en medio de la nada, un pequeño mercado y al lado, un Restaurante. Tenía muchos árboles y estaba a la costa de un pequeño lago, que al pasar por el precipicio, formaba una pequeña cascada hasta dar con el río en el cuál caí, este pueblo se encontraba al otro extremo del precipicio.

    Un enorme cartel se encontraba al lado del Centro Pokemon, que decía; "Pueblo Gris,¡Guatita llena, Corazón contento!". Me adentré en el pueblo buscando con la mirada algún ser biotico, a lo más logré divisar una pequeña caja que se encontraba al lado de un sauce, a las costas del lago. No era lo que buscaba, pero esa caja no parecía haber llegado ahí por que alguien la hubiera golpeado ni mucho menos que el viento la haya arrastrado hacia ese lugar, es más, parecía perfectamente colocada, fui al trote cochinero y vi en el interior de la caja, había un Pokemon bebé con apenas 1 semana de vida, se trataba de un pequeño Absol, yacía durmiendo profundamente a pesar del frío que golpeaba la zona. Lo tomé en mis brazos y corrí hacia una casa que se encontraba cercana al lago, golpee la puerta y un señor con un bebé en brazos me antendió.

    —¿Qué sucede hijo? No te había visto por aquí nunca. —El señor parecía buena tela, me sonrió, pero hasta que clavó su mirada en el Absol quedó petrificado, cerró la puerta de golpe y le puso protección a sus ventanas.

    Yo completamente extrañado me alejé de esa casa, intenté muchas otras casas pero ninguna me recibió, el Centro Pokemon había cerrado debido a un corte de luz y producto a eso, no podían efectuar los tratamientos a los Pokemon.
    Después de intentar con la mayoría de las casas restantes, con el mismo resultado, solo me faltaba una, Un ancianito me recibió y al ver al Pokemon, en vez de huir, me hizo pasar, un poco sorprendido.
    La casa era bastante bonita, dentro estaba una familia de 5 personas, incluído el abuelo, la abuela, la hija de los dos abuelos, el marido y el nieto.

    —¡Bienvenido pequeñín!, ¿Qué se te ofrece? —Preguntó la señora, me recibió amablemente y yo le correspondí la sonrisa.

    —Encontré este Absol abandonado, nadie me quiso recibir en su casa, a si que pensé en que este Pokemon pertenecía a ustedes. —Dejé al Absol en una almohada que me ofreció el marido de la señora.

    —Un Absol... Vienen aquí cada diez años, siempre cuando se aparecen pasa alguna catastrofe. —Dijo la abuelita, dándome a entender por que nadie quería al pobre Pokemon— Hace 40 años un pequeño Absol llegó en un trozo de tabla vieja, apenas sosteniéndose debido a su corta edad, aproximadamente una semana después de darle cuidado se produjo un terremoto de tal magnitud que dividió la isla en dos, formando lo que es ahora conocido como el Precipicio Absol. —La viejita me contó todo esto cómo si yo no tuviera idea de eso, y en efecto, no tenía ni la más mínima ídea.

    —Sí, hace 10 años por aquí hubo un temporal que terminó rebalsando el lago, El agua llegaba hasta la mitad de las casas. —Relató el marido, Acariciando a la cría.— En esta Isla, la Isla Perdida, los Absol son bastantes escasos, pero cuando se aparecen, epicentros de sus apariciones siempre son entre el Bosque Veraz y el Pueblito Gris.

    Cabe destacar que la Isla Perdida se divide en dos zonas, Sur y Norte, ahora gracias a los nuevos conocimientos que acabo de adquirir, la separación entre las zonas Norte y Sur es el precipicio Absol, La zona Sur se encuentra en donde estoy ahora, y la zona norte, obviamente, todo lo que está del Bosque Veraz hacia adelante.

    —Ya veo..., Supongo que me tendré que llevar entonces al pequeño Absol, deberían prepararse desde ya. —Mencioné y la familia asintió, a excepción del nieto, un pequeño de 9 años que se encontraba jugando Pokemon Esmeralda y no nos tomaba importancia.

    —¡Espera niñito! —Me estaba apunto de retirar y el viejito me detuvo, me entregó una fina bufanda blanca con pequeñas manchas azules, según él, es el pelaje del Absol que causó la separación de las Islas, que fallecería al caer del Precipicio.

    Liberé a mis Pokemon y me dirigí hacia el gimnasio tipo planta, no podía malgastar ni un segundo.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  4.  
    Hns

    Hns Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    5 Febrero 2013
    Mensajes:
    124
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Que genial que incluyeras la maldición de los Absol en la historia, y que gran forma de retratarlo con el comportamiento del pueblo. Como estos pokémon predicen desastres, se intuye de alguna forma que algo malo podría suceder. La historia esta sembrando intriga e-e y espero saber como sigue todo esto. Saludos! y ¡Arriba chile! XDD
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  5.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1234
    Capitulo 4: Los puños de Treecko.

    Entré al gimnasio, el suelo era de pasto sintético y había uno que otro árbol, la líder estaba dándole de comer a sus Pokemon.

    —Em, Disculpa...—Me acerqué un poco tímido, mis Pokemon me seguían mirando fascinados la decoración del lugar.

    La líder me miró y lo primero que hizo fue clavar su mirada en Treecko, Se acercó a mi Pokemon y lo Abrazó

    —¡Qué tierno! —Dijo frotando sus mejillas en el rostro de Treecko, este último trataba de zafarse de su prisión, lueog, se dió cuenta de mi presencia— ¡Ah, Bienvenido!, ¿Qué se te ofrece?.

    La chica tenía ojos color carmesí, su cabello le llegaba hasta sus hombros y era de color púrpura, tenía estatura media siendo un poco más baja que yo.

    —Bueno, Quiero la medalla de este gimnasio -dije confundido, rascándome el cuello.

    La chica rió ante mi ignorancia, pero no de una manera burlesca.

    —Primero tienes que ganarme en una batalla. —Dejó a Treecko en el suelo y volvió con sus Pokemon— ¿Estás listo?.

    —Eso creo... —Dicho esto, Absol abrió lentamente sus ojos en un tierno bostezo, al abrir completamente sus ojos y clavar su vista en mí me golpeó con su pequeña pata.

    Absol insistía en bajar de mis brazos, obedecí y lo dejé en el piso, posteriormente trató de ponerse de pie pero no lo logró.

    —Deberías llevarlo a un Centro Pokemon hasta que tome su forma original de adulto. —Sugirió la chica— Si quieres te acompaño, Mi nombre es Anne. —Sonrió

    Treecko se acercó a Absol y lo ayudó a levantarse, Pikachu trató de enseñarle como caminar y Hachi observaba a Absol, analizando cada detalle de este.

    —Pues... —Desvié mi mirada de los Poke y observé a Anne— Está bien, Mi nombre es Danny —Sonreí— Mucho gusto.

    Luego de un rato de platicar cosas que no tienen importancia, salimos del Gimnasio y nos dirigimos hacia el Centro Pokemon, unos chubascos se asomaron repentinamente a si que apuramos el paso y entramos a dicho Centro al cuál ya había visitado antes.

    —¡Sam! ¿Me puedes cuidar a este pequeño Absol? —Coloqué a Absol sobre una mesa

    —Vaya, parece que algo malo sucederá... —Murmuró, luego desvió su mirada hacia mí y me sonrióClaro Danny, lo enviaremos a una guardería, pero tendrás que venir a buscarlo en una semana más cuando ya sea adulto. —La enfermera trató de tomar en brazos al pequeño pero no lo logró, ya que este se resistió y se lanzó a mis brazos.

    —¿Qué sucede pequeño? —Le pregunté al bebé Absol, el cual se aferraba cada vez a mí.

    —Parece que quiere quedarse contigo... —Dijo Sam riendo— Bueno, supongo que lo tendrás que cuidar tú, lamentablemente no tenemos mucha comida, a si que no te puedo dar ninguna baya. —Dijo un poco triste

    —No importa, Yo creo que tengo unas bayas en mi gimnasio —Agregó Anne, acariciando el lomo de Absol

    Treecko, Pikachu y Hachi miraban curiosos la escena, luego se adelantaron y se retiraron del Centro Pokemon, nosotros le seguimos y volvimos al gimnasio.

    —¡Bueno, bueno! A si que Danny... —Dijo Anne dirigiéndose hacia sus Pokemon— ¡Espero que tus Pokemon estén en forma, por que los míos si que lo están!

    —¿Eso es el comienzo indirecto de una batalla? —Sonreí confiado mientras Treecko daba un paso al frente.

    —Así es, la batalla por la medalla, ¡Vamos Tri! —Un Treecko por su lado apareció, este tenía una cinta roja en su cabeza.

    Ambos Treecko's se miraron con un odio natural, El más veloz golpearía primero.

    —¡Tri, Puño Certero! —El Treecko enemigo le dio un potente puñetazo en el rostro a mi Treecko, Este último rodó por el piso y se levantó un poco adolorido, sobándose su mejilla.

    —Vamos Treecko, Ataque Rápido... —Le dije Bajito, Treecko corrió rápidamente hacia Tri el cual lo miraba acercarse con mucha confianza.

    —¡Tri, Golpe Certero! —Tri preparó su ataque, pero Treecko rápidamente lo tacleó, Tri cayó al piso pero se levantó rápidamente— Ahora Tri; ¡Persecución!.

    Los ojos de Tri se volvieron morados, y un pequeño aura del mismo color lo rodeó, violentamente se lanzó contra Treecko pero este esquivó su ataque hábilmente.

    —Treecko, Destructor en su espalda. —El pie de Treecko se alumbró y le propinó una fuerte patada en la espalda a Tri, ocasionando que este último cayera.

    —Vamos Tri... Usa fuerza. —Tri agarró del cuello a Treecko, Después lo azotó contra una pared, en grietando un poco la pared.

    Treecko se levantó débilmente, Pero estaba dispuesto a ganar a si que no vacilé y le ordené acabar con Tri.

    —¡Ahora Treecko, Demolición! —Treecko corrió hacia Tri y le dio un codazo en el mentón, luego un potente puñetazo en el rostro y para acabar, una patada frontal. Tri cayó debilitado, Anne parecía un poco impresionada pero luego sonrió.

    —¿Como conseguiste esa máquina técnica? —Preguntó la líder.

    —Me la regaló mi abuelo, decía que su Machamp podía destruir cualquier cosa con ese ataque. —Sonreí, la batalla recién comenzaba.



    Aquí un dibujo de Danny con Absol :3

    [​IMG]
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  6.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    2437
    Capitulo 5: Pradera irrumpida por insensibles.

    Treecko estaba cansado debido a la feroz pelea que tuvo con el Tri de Anne, no estaba en condiciones de tener otra pelea pero insistió, a si que lo dejé.

    —¡Muy bien, Odi ve! —Un Oddish corrió desde un árbol al campo de batalla, lucía muy nervioso— ¡Odi, Paralizador!

    —Treecko, usa Destructor. —Treecko atacó primero, rápidamente le dio un puñetazo a Odi, pero este último contraatacó lanzado un polvo extraño, el cuál procedió a paralizar a Treecko— Vamos Treecko, Absorber. —Treecko intentó atacar pero unas chispas salieron de sus manos, evitando que Treecko atacara.

    —Odi, Usa Ácido. —El Pokemon escupió una sustancia morada la que dio con el rostro de Treecko haciendo que se debilite.

    —Rayos, Treecko vuelve. —La Pokeball succionó a Treecko, Pikachu jaló de mis pantalones con la intención de pelear— Está bien, vamos Chu.

    Pikachu me miró extrañado ante el sobrenombre improvisado que le había puesto, pero sonrió y se lanzó al campo de batalla. Absol quien se encontraba en mis brazos pidió bajarse, después le asigné una Pokeball y lo guardé en esta.

    —¡Qué lindo, un Pikachu! Pero no tendré piedad, que te quede claro. —Anne sonrió—

    —No se me pasó por la mente en ningún momento que tuvieras piedad, puesto que yo tampoco la tendré. ¡Chu, Ataque rápido! —Pikachu se colocó en cuatro patas y corrió hacia el Oddish, embistiéndolo.

    Oddish se levantó lentamente, pero el bello karma hizo que quedara paralizado,era mi oportunidad a si que no vacilé en ordenar a Chu que volviera a atacar.

    —Chu, Usa Megapuño. —Pikachu se acercó un poco más a Oddish el cual estaba prácticamente inmóvil, luego sostuvo al Pokemon Paralizado de una de sus hojas las cuales se alojaban en su cabeza y en un abrir y cerrar de ojos le clavó un potente puñetazo en el costado de su cuerpo, pero al tener al Pokemon afirmado de una de sus hojas este último no salió volando,

    —Odi... —Anne miró triste a su Pokemon— ¡Odi, usa Tóxico! —Odi trató de lanzar el líquido venenoso pero fue lanzado hacia la pared por Chu antes de que este hubiera efectuado su movimiento

    Oddish se levantó rápidamente y sacudió su rostro, las chispas se retiraron de su ser y su parálisis acabó.

    —¡Odi, Tóxico! —Oddish escupió un líquido púrpura de su boca que manchó a Pikachu, haciendo que este fuera gravemente envenenado.

    —¡Chu, Impactrueno! —Pikachu expulsó de su cuerpo un rayo que dio de lleno con Odi, luego de esto, el veneno hizo efecto en Pikachu y este último cayó de rodillas.

    —¡Odi, tenemos esta ronda ganada! —Sonrió Anne— ¡Usa Cargatóxica! —Odi volvió a expulsar un extraño líquido de su boca, pero esta vez era color verde y procedió a golpear fuertemente a Chu, provocando que este último se alejara debido al golpe.

    —Vamos Chu... —Pikachu se levantó, se veía muy cansado pero no estaba dispuesto a perder— ¡Bien, esa es la actitud! Ahora, quiero que uses Portazo. —Chu corrió hacia Odi y con su cola le dio un fuerte golpe haciéndolo retroceder, pero el veneno volvió a surtir efecto dejando a Chu tendido en el piso casi debilitado.

    —Muy bien, ¿Estás en condiciones de seguir? —Le preguntó Anne a Odi, este asintió.— Excelente, ¡Usa ácido! —Oddish -como de costumbre- expulsó de su boca unas sustancias venenosas, que se evaporarían al hacer contacto con Chu causándole daño a este último, debilitandolo.

    —Demonios, tu Odi es muy fuerte. —Sonreí y Hachi se lanzó al campo, sin antes yo haber devuelto a Chu a su Pokeball— Pero hasta aquí llegaste, ¡Hachi Lanzallamas! —El Growlithe expulsó de su hocico una potente flama qué, de un solo intento, acabó con la racha de Odi.

    —Ya veo... —Devolvió a Odi a su Pokeball— tu Growlithe es fuerte, ¡pero no creo que pueda contra Ivy! —Anne convocó a su último Pokemon sacándolo de su Pokeball, este se veía más salvaje y feroz que cualquier otro Bayleef— No es por presumir, pero Ivy en poco tiempo más debería ser una grande y poderosa Meganium.

    —No sabía que los primeros líderes de gimnasio tuvieran Pokemon de tan alto nivel, a los pobres domingueros les costará conseguir todas las medallas. —Bromé, ya que no conocía el sistema que usaban los líderes con sus Pokemon más fuertes.

    —¡Ah!, ¿No lo sabes? —Se burló ella de mi ignorancia, soltando una tonta risa— Cuando los Pokemon alcanzan un nivel fuera del rango permitido para un líder, este no se designa para el equipo del Gimnasio. Ahora estoy haciendo un caso especial, ya que esta es la última pelea de Ivy antes de que la deje fuera del equipo del gimnasio.

    —Está bien, no es necesario que me expliques el origen del universo. —Solté yo un poco molesto— ¡Hachi, usa colmillo ígneo! —El Growlithe mordió una pata delantera derecha de Ivy con su hocico en llamas, esta última sacudió su extremidad hasta que Hachi se soltó.

    —¡Ivy, usa Atracción! —La Pokemon miró seductoramente a Hachi, este último trató de resistirse cerrando sus ojos.— Vaya, que difícil es tu Growlithe. —Anne se cruzó de brazos— Ojalá que su entrenador no sea tan difícil. —Rió ella.

    —¿Esa es una especie de indirecta? —Murmuré algo asombrado— Para que lo sepas no soy tan difícil, me gusta el atún a si que con eso me podrás conquistar. —Bromé, aun que nunca he probado el atún.

    —Entiendo, Pero ahora me has dejado en claro que eres más fácil que encontrarse Rattatas en el Bosque Veraz. —Se rascó la nuca— Ni modo, ¡Ivy usa Hoja Afilada! —Del collar de Ivy salieron unas extrañas hojas -cuyo nombre lo dice- afiladas. Estas se dirigían violentamente hacia Hachi, el Growlithe trató de esquivarlas pero algunas lo golpearon de lleno en el cuerpo.

    —Hachi, Lanzallamas. —el Growlithe repitió el mismo proceso anteriormente mencionado con el Oddish, solo que ahora no le hizo tanto daño a Ivy— Vaya... —Murmuré sorprendido ante la resistencia de la evolución de Chikorita.— Esto será largo y difícil.

    —Ni que lo digas —Rió— ¡Ivy usa Derribo! —Bayleef corrió hacia Hachi y lo tacleó, Hachi contraatacó rápidamente con Colmillo Ígneo mordiendo la otra pata delantera de Bayleef, causándole unas leves quemaduras

    —¡Bien contraatacado Hachi! —Sonreí— Ahora usa Lanzallamas. —Hachi lanzó el ataque hacia Bayleef, quien ya se notaba un poco más cansada.

    —Ivy, Drenadoras. —Anne se mostraba preocupada, su Pokemon obedeció a sus ordenes y lanzó unas ramas de su collar de semillas, las cuales amarraron desde la cola hasta el cuello de Hachi, luego de esto, Ivy pareció reunir energía.

    —Hachi usa Lanzallamas. —el Growlithe obedeció y atacó a Ivy, pero esta no contraatacó al estar reuniendo energía.

    Drenadoras surtieron efecto y le arrebararon un poco de energía a Hachi, donandola a Ivy.

    —Acabemos con esto Ivy, ¡Rayo Solar! —Ivy lanzó un enorme Rayo color dorado el cual impactó con Hachi, dejándolo en estado crítico y tendido en el piso.

    —Demonios Hachi... ¿Puedes continuar? —el Growlithe se levantó lentamente, esto impresionó tanto a Anne como a Ivy.

    —¡Por Arceus! No había visto a un Pokemon que resistiera el Rayo Solar de Ivy desde qué me convertí en líder de gimnasio...—Ivy pareció mostrarse un poco atraída ante la perseverancia de Hachi.

    —Siempre hay una primera vez para todo. —Sonreí— Y hasta para perder, ¡Vamos Hachi, usa Inversión! —Hachi expulsó de su boca una enorme bola de fuego que se hacía cada vez más grande, hasta que dio de lleno con Ivy y cayó derrotada.

    —Felicidades. —Sonrió algo deprimida y volvió a Ivy a su Pokeball— Ahora te haré entrega de la Medalla Gris, y junto con esto te entrego un pequeño libro en donde puedes anotar los movimientos que te enseñan los líderes cuando completas su gimnasio, yo anoté como hacer que tu Pokemon aprenda Cargatóxica ya que es un ataque muy útil si el Pokemon de tu rival está envenenado. —Me entregó todo lo anteriormente mencionado, estaba muy contento y Hachi también, después de todo habíamos completado el temido primer gimnasio.

    —Gracias Anne. —Recibí alegremente todo, luego guardé la medalla en un bolsillo especial en mi mochila y el libro también.

    —Bueno, ¿Qué te parece si vamos a un valle que queda no tan lejos de aquí? A sí tus Pokemon descansarán un rato y jugarán también con los míos.

    Bostecé y lo pensé por un momento, la verdad era que quería dormir un rato a si que echar una siestecilla en aquel valle no estaría nada de mal.

    —Está bien, vamos. —Salí del gimnasio seguido de la perdedora Anne.

    Luego de un rato de caminata, llegamos a un enorme valle, al centro se encontraba un gran árbol donde posaba un Dragonair, acompañado de un Serperior cuidando de los abundantes Pokemon pequeños en el lugar.

    —¡Vaya, si que es grande este lugar! —Dije para mí mismo y me acerqué al enorme árbol, Dragonair al instante reconoció que carecía de malas intenciones a si que dejó que descansara en el lugar, mis Pokemon salieron de sus Pokeball y comenzaron a jugar con los otros Pokemon Salvajes.

    —Bonito Serpi, ¿Cómo has estado? —Anne le hablaba al Serperior en un tierno abrazo, este último se mostraba bastante contento ante la presencia de Anne.

    Yo, al contrario, me encariñé bastante con el Dragonair, al cual molestaba picandole con una rama pero no parecía molestarle.

    —Mira Serpi, él es Danny. —Serpi me miró bastante desconfiado, pretendiendo que dañaría a su amada Anne— El fue el primero en ganarme en estos últimos 5 meses. Danny, el es Serpi. Estaba en mi equipo Pokemon junto con un Gloom y una Bulbasaur cuando este era un pequeño Snivy antes de que me convirtiera en líder de gimnasio, pero eso fue hace un año y ha crecido bastante, a si que tuve que dejarlo fuera de mi equipo del gimnasio y en las tardes libres viene a cuidar el Valle Dragón junto con Dragonair.

    —Ya veo... Por cierto Anne, ¿Qué edad tienes? —Pregunté extrañado— Me intriga bastante que alguien como tú ya lleves tiempo y experiencia entrenando Pokemon.

    —Pues verás... Yo desde muy pequeña que crío Pokemon junto con mi Papá y Hermana, ellos aparte de enseñarme como cuidarlos me enseñaron también como entrenarlos, y pues me volví de una Criadora a una Entrenadora como a eso de los 10 años, ahora tengo 12 pero cumplo los 13 la semana entrante. —Sonrió y sacó a sus Pokemon.

    —Entiendo..., en casi 3 años de entrenamiento has de tener un equipo muy fuerte. —Reí y vi como Ivy se acercaba tímida a Hachi.

    —Ni que lo digas, mis métodos de entrenamiento son muy rápidos y eficaces por lo que tengo que cambiar mi equipo constantemente.

    Dragonair -Al cual bauticé como Drako- levantó sus orejas y en un grito advirtió a sus compañeros de un peligro inminente, todos los Pokemon Salvajes se escondieron mientras que Anne y yo mirábamos curiosos la escena.
    Drako y Serperior fueron acompañados por un Shelgon y en un pequeño lago que había cerca se asomó un Seadra, pero yo no noté nada extraño, aun así me levanté y al igual que Anne, mis Pokemon se colocaron en posición de Ataque. Del cielo nublado cayó una extraña nave, a simple vista parecía muy pequeña pero conforme se acercaba, su tamaño parecía colosal.

    —¡Anne, Espero que estés lista! —Le dije en un tono bastante alto, puesto que con los molestos ruidos que hacía la hélice de la nave no se podía escuchar muy bien.

    —Sí que lo estoy, Usaré mi equipo más poderoso. —Sonrió confiada, yo dí un pequeño suspiro y saqué a Absol de su Pokeball.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  7.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1113
    Capitulo 6; Una misión.

    Un gigante Salamence se hizo visible, detrás de él había una nave gigante y de esta salieron unos hombres encapuchados, algunos tenían un Axew en su hombro y otros un

    Gible, pero había uno que destacaba por sobre los demás, un hombre de pie sobre la cabeza de Salamence que tenía un Hydreigon volando a su lado, su cabellera era más o

    menos larga y roja oscura, también portaba unas gafas naranjas de las cuales los demas soldados escaseaban.

    —A sí que este es el "legendario" doma dragones de la leyenda —Mencionó un tipo que salía de la nave, su cabello era gris y llevaba unas gafas naranjas. Vestía un

    traje negro desabotonado con una corbata roja, y en la parte inferior llevaba unos pantalones más menos ajustados.

    —Sí, hijo de los dos doma dragones más grandes de la isla. —Respondió el tipo que yacía sobre el Salamence.

    —Es un niño de 12 años, ¿Estás seguro que es capaz de destruir a medio ejército el solo? —Preguntó el chico de cabello gris.

    —No lo discrimines por su apariencia, sus marcas sobresaltan a simple vista. —El aparente líder sonrió confiado, se sentó y dio un bostezo.

    —Danny, ¿Quienes son ellos? —Agregó Anne mirando confusa a los soldados y a sus líderes.

    —Ni idea, estoy tan anodadado como tú. —Respondí, mi equipo estaba detrás mio con un miedo notorio.

    El chico de cabello gris se acercó a mí y me admiró por unos segundos.

    —Con que Daniel Morrison... No es un apellido muy común por aquí, ¿Lo sabías? —Dijo ignórando que había sido traido junto a medio ejército para interrogar a un niño.

    —¿Qué quieres? —Dije enfadado resaltando mi violenta actitud.

    —Agresivo como Dragón -Colocó su mano en mi cara, yo le quité la mano rápidamente y le lancé un puñetazo directo al rostro pero este lo esquivo con mucha facilidad.

    Sentí un fuerte ardor en mi rostro, Anne me miraba confundida y sumamente extrañada

    —¡D-Da-Danny! Hay unas marcas color naranja que brill.. -Anne fue interrumpida por un golpe brindado por el tipo, intenté reaccionar pero no me podía mover.

    Mis Pokemon al ver el peligro inminente vencieron el miedo y trataron de atacar... Resultado lamentable, también estaban inmovilizado. Anne que yacía en el suelo

    tampoco se podía levantar.
    Así fue con todos los Pokemon, estaban completamente paralizados.

    —Tienes un tiempo límite de 20 días para hacer un equipo fuerte, después te vendremos a buscar y te unirás al Equipo Yin, ¿Entendido?.

    No podía hablar.

    —Tienes que entrenar al menos dos Dragones, si es posible que sea un Dragonair y un Kingdra. —Sonrió— Y si en vez de un Dragonair es un Dragonite tendrás una

    bonificación especial, niñito. —Mi cuello comenzó a brillar y apareció una marca parecida a una Garra— si en 20 días no has entrenado mínimo 2 Dragones, nosotros

    mismos nos encargaremos de que no vuelvas a ver la luz del sol.

    Solamente pude asentir.

    —Estas advertido, y recuerda, tu isla corre peligro. —Se retira hasta su nave, luego el salamence emprende vuelo y la nave también, todo vuelve a la normalidad.

    Anne se trataba de levantar, yo inmediatamente la fui a ayudar y la lleve al Centro Pokemon

    —En este estúpido mundo no hay hospitales ni clínicas cerca... —Pensaba mientras llevaba a Anne en brazos, mis Pokemon me seguían— Solo metros y metros de Centros

    Pokemon.

    Llegué al anterior mencionado Centro Pokemon y busqué la enfermería, abri la puerta de una patada y deposité a Anne en la camilla, la enfermera me miraba sorprendida.

    —La golpearon. —Solté— Y está sangrando. —me retiré de la enfermería y los pokemon de Anne entraron a la enfermería.

    Salí del sentro Pokemon y caminé de noche hasta la próxima ciudad que, según el mapa, estaba apróximadamente a 1 kilómetro

    —Olvidé darle las gracias...—De pronto, mis Pokemon que yacían en su Pokeball desde que llegué al Centro Pokemon salieron de ella— ¿Por qué salieron de su Pokeball?

    —Los miré un poco enfadado— Hay un frío terrible, además Absol debe descansar los próximos 5 días. —Absol negó con la cabeza, a decir verdad era más grande pero se

    veía más flaco.

    Treecko, Pikachu y Hachi tiritaban del frío, Absol no pasaba frío ya que estaba acurrucado en los 3 anteriormente mencionados.

    —Ya estamos muy lejos del Pueblito. —Miré hacia atrás— Caminemos un poco más y hagamos una fogata. —Mis Pokemon asintieron y nos pusimos en marcha.

    Caminamos cerca de veinte minutos y ya se notaban cansados, Treecko se afirmaba en Hachi para no caer y Chu estaba sentado en el lomo de el Growlithe, Absol no estaba

    tan cansado.

    —Muy bien..., Aquí esta bien. —Dejé mi mochila en medio de cuatro árboles, la distancia entre estos era notable— Treecko y Chu, vayan a buscar algunas piedras mientras

    yo recojo algunas ramas y bayas.

    Chu y Treecko llegaron con algunas piedras y las dejaron en un orden en el cual formaban un círculo, Hachi sacó todo el pasto que estaba dentro del círculo, yo dejé

    las ramas mas gruesas que habían y Hachi prendío las ramas con Ascuas.

    —Recogí algunas bayas, son ricas asadas. -les dejé todas las bayas frente a ellos, sumaban un total de 14.

    Estuvimos unos minutos así hasta que el viento fue mayor y el fuego disminuyó, pronto la humedad acabaría con la fogata a si que mis Pokemon se tenían que abrigar. Urgé en mi mochila y saqué una manta, se las entregué a mis Pokemon y al instante se acurrucaron, el sueño acabó conmigo antes de ver el fuego apagarse.

    Desperté y sentí a los Wingull cantar cerca de mi rostro, abrí completamente los ojos y me encontré tendido en un tronco en medio del mar, me exhalté y busqué a mis Pokemon, ví otro tronco no tan lejos de donde me encontraba. Sin dudarlo me lancé al agua y nadé lo más rápido que pude, escaseaba de mochila pero en donde traía las Pokeballs -un bolso amarrado a mi cintura- permanecía intacto, gracias al cielo.

    Al ver que el tronco con mis Pokemon avanzaba más rápido de lo que yo podía nadar, me sumergí con una misión de encontrar a un Pokemon Acuático que me llevara, ¡Lo entontré! un Horsea, si lo capturo mato dos Pidgey de un tiro. Nadé hasta el Horsea y al darse cuenta de mi presencia se alejó de mí, yo saque una Baya de mi bolso y se la ofrecí, este aceptó y me aferré al Pokemon, su fuerza era tal que me podía transladar rápidamente sin problemas hasta llegar al viejo tronco donde se encontraban mis Pokemon, rápidamente los devolví a su Pokeball antes de que se dieran cuenta y el Horsea me llevó de vuelta a la orilla.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  8.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1783
    Capítulo 7: Rencor.

    Logré volver a la costa, estaba Lise mirándome sorprendida mientras me colocaba el gorro.

    — ¡Dan! —La chica corrió hacia mí y me abrazó— Te estuve buscando... —Murmuró apenada y luego me soltó al estar mojado— ¿Donde estábas? ¡Oí que ya conseguiste tu primera medalla!, ¿Qué has echo, Y tus Pokémon? —Lise saturaba mis oídos con sus preguntas.

    —Hola Lise... —Estornudé— En efecto, tengo mi primera medalla. —Recogí mi mochila y la revisé, luego de eso me la coloqué— Lo único que he echo es tratar de evitarte y a Matt también.

    Matt siempre fue mi rival, también mi rival de amores. Lise traía a su amiga Pix, su fiel Vulpix que la había conseguido de una manera similar a como yo conseguí a Hachi, Matt un Houndour que era el rival de mi Growlithe. Entre esos 3 Pokémon se generó un lío amoroso, Hachi estaba enamorado de Pix pero esta seguía las patas traseras del Houndour, por eso siempre hubo rivalidad entre Hachi y Houndour...

    —No entiendo, ¿Por qué me evitas? Hace 2 semanas ya no me hablas y solo te acercas a mí para criticar mi forma de entrenar. —La chica comenzaba a sollozar, su rostro enrojeció y se asomaron unas pequeñas lágrimas en sus ojos.

    ... Y lo mismo pasó con sus entrenadores.
    Siempre estuve completamente enamorado de Lise -y aún lo estoy, desgraciadamente- pero Lise no me correspondió. Ella sabiendo mis sentimientos me hablaba de como Matt le hablaba, de como le miraba, de como le repudiaba, de como le insultaba, con una cara de "Todo lo que me haga está bien, es el chico perfecto y nunca despegaré mis ojos de él". Yo nunca me rendí, siempre tratando de enamorarla con mis "encantos" y mis consejos, pero no funcionaba... Su amor por aquel bestia que la trataba mal era mayor que cualquier encanto.

    —¿No que eso te gustaba? —Era mi oportunidad de sacarle algunas cosas en cara— ¡Matt te trata como las pelotas y sigues detrás de él!, Siempre te he querido Lise y lo sabes, pero siempre me sacas en cara tu "amor" con ese idiota que es tan fiticio como tu amor hacia mí.

    Lise solo me quedó mirando anonadada.

    —A ver, ¿Quién es el idiota? —Matt salió de su escondite—

    Era un tipo rubio, portaba unos lentes oscuros, una camisa a cuadros color negra -la cual estaba desabotonada hasta la mitad del torax- y un collar, de pantalones llevaba unos Jeans apretados color negro y unas zapatillas Vans azules.

    —¡M-Matt! —Lise se sorpendió al darse cuenta de su presencia— ¿Qué haces aquí?.

    —Estuve buscando a Daniel —Me miró y sonrió— El gimnasio fue muy fácil.

    —Venció a Anne... —Pensé— ¿Y qué quieres de mí? —Comenzaba a sentir un ardor en el cuello.

    —No estoy satisfecho, la lider era muy débil aun que tenía buenos pechos y...

    —¡¿Te estoy preguntando qué demonios quieres?! —Exploté— ¡Si viniste aquí a parlotear mejor te esfumas!, o verás como te rompo la cara...

    —Uh, ya veo —rió de manera burlesca— Con que eres más violento. —Mencionó el chico y sacó a Houndour de su PokeBall— ¿Te apetece una batalla Pokémon?

    —No. —Dije cortante— No quiero una batalla contigo. Tú fuiste quien tiró los troncos al agua para sabotearme... —Deduje.

    —Vaya, trabajas rápido. —El chico volvió a sonreír—

    De pronto, Absol salió de su PokeBall amenazante.

    —Wow, que bonito Pokémon —Dijo Lise encantada—

    —Un Absol. —Matt lucía un tanto anonadado y se dio media vuelta— La próxima vez tendré una batalla contigo sin falta. —El chico se desvaneció en el camino.

    —¿Te gusta Absol? —Dije— Me lo encontré en una caja y lo he cuidado por un tiempo, ahora ya luce más fuerte.

    —¡Me encanta! —La chica lo acarició— Yo en cambio capturé un Pokémon que no le gustan los concursos... —Suspiró—

    —¿Uh, cuál es?.

    —Un Elekid. —Bajó la cabeza— ¿Me prestas a Absol por un tiempo? Quiero ver qué tal es en los concursos.

    —Está bien, Me costará poner al día a Absol en cuanto a niveles asi que quedatelo tú.

    —¡Muchas gracias! —Sonríe— Te agradeceré más tarde.

    —Esta chica te cuidará, ¿Te parece bien?.

    Absol asintió y sonrió y después lamió mi rostro, yo solo reí.

    —No te preocupes, volveré por tí cuando seas un campeón de la liga.

    —¿Campeón de la liga dices? —La chica sonrió— Cuando lo veas estará lleno de listones.

    Me levanté y miré amenazante a Lise.

    —Si te atreves a volverlo un mariquita de concursos.. ¡Te juro que no verás la luz del día! —La agarré de la polera y noté un rubor en sus mejillas

    —E-Este... —La solté al ver su nerviosismo— Bueno... P-articiparé e-en la liga si me lo pides.—La chica jugaba con sus dedos.

    ¿Alguien me explicaba lo que sucedía? Lise nerviosa y sonrojada solo porque la tomé de la polera...

    —Bueno, aquí tienes la PokéBall de Absol —Se la entregué— a

    —S-Sí. —Cabizbaja tratando de ocultar su sonrojo recibió la Pokéball— M-mu-muchas gracias.. —La chica estuvo un rato pensando mordiéndose las mangas de su polera— ¡O-Oye! ¿Qué te parece si te acompaño en tu viaje?.

    —¿Uh? —La miré y me sorprendí— ¡¿En serio?! —Dí un paso hacia atrás y la chica asintió— Bueno, si eso quieres.. —Desvié la mirada.

    —¡Muchas gracias Dan! —Se lanzó a mis brazos, luego de un rato sin corresponderle se soltó— ¿Vamos al pueblo que queda cerca de aquí?.

    —Como quieras... Pero quiero que te quede algo claro. —Detuve su entusiasmo— Tu te conseguirás tu propia comida.

    —Oh... Entiendo. —Sonrió forzadamente— N-no te preocupes por mí.

    Caminé junto a Lise, no me hacía mucha gracia el tener que viajar acompañado pero al fin y al cabo era la chica por la cual lloré aquellas noches sin cobija, el Karma la había traido de vuelta a mí pero mi amor por ella había disminuido.

    —En el siguiente pueblito hay un concurso Pokémon. —Dijo de lo más alegre.

    —Me alegro.. —Murmuré— ¿Y piensas ganar todos los listones?.

    —Así es, quiero ser una gran coordinadora Pokémon. —Sonrió.

    Era un tremendo desperdicio de talento, aquella chica era brutal en las peleas y solamente aveces logró vencer a Hachi.

    —Entiendo, ojalá que cumplas tu sueño. —Mencioné sin mostrar mucho interés.

    —Pix, ve. —Sacó a su Vulpix de la Pokéball y al verme comenzó a mover sus colas— Quiere jugar con Hachi. —Sonríe.

    —¿Me estás jodiendo, verdad? —Suspiré— Ni modo. —Hachi salió de su PokéBall sin yo tener que hacer algo.

    Sucedió algo innesperado, Hachi al ver a Pix tuvo la misma reacción que yo cuando ví a Lise... Se dio media vuelta y la ignoró.
    —¿Qué pasa Hachi? —La chica se agachó y acaricio a Hachi, yo solo seguí caminando con las manos en los bolsillos sonriente.

    Luego de un rato de caminata llegamos al pueblo, era un poco más grande que el Pueblo Gris, llevaba por nombre "Valpo" haciendo una pequeña referencia a la región "Valparaíso" de Chile. En el pueblo había un Centro Pokemon, 7 casas aproximadamente, un edificio donde se llevaba a cabo los concursos y otro edificio donde salían luces de neon, también se escuchaba una de una película que no recuerdo su nombre.

    —¿Que será aquel extraño local? —Preguntó Lise, yo la ignoré y me acerqué al mencionado lugar— ¡Espera Dann!.

    —Esto es un Ring de pelea... —Admiré el lugar— Para Pokémon tipo lucha. —Sonreí

    —¿Qué pasa Dan? —Preguntó Lise con Hachi en brazos—

    —No pasa nada, vayamos a los árboles que están por allá. —Caminé hacia el lugar mencionado y Lise me siguió

    —Que bonito lugar... —Lise miró su alrededor y luego a mí— Te mostraré a mi equipo. —Sonrió y sacó a todos sus Pokémon de sus Pokéball's

    Su equipo esta constituido por; Absol, una Totodile, un Elekid y Pix.

    —Bueno, este es mi equipo. —Mis pokémon salieron de sus Pokéball sin yo decirles nada.

    —¡Un Pikachu! —La chica lo abrazó y Pikachu frotó su mejilla con la de ella— Es muy bonito...

    Pix trataba de llamar la atención de Hachi pero este no le hacía caso, Treecko estaba conversando con Elekid y parecía que se comenzaban a llevar bien.
    Totodile se unió a la conversación de Elekid y Treecko, entre los tres comenzaron a jugar piedra papel o tijera.

    —Parece que nuestros Pokémon se llevan bien —Lise dejó a chu en el suelo— Pero...—Desvió su mirada hacia Pix— Todavía no entiendo que le pasa a Hachi.

    —Pix estaba igual que tú, enamorada del Houndour de Matt y no le hacía caso a Hachi quien trataba de hacer cualquier cosa por llamar la atención de Pix. —Suspiré— Ustedes las mujeres son tan raras, les gustan los más idiotas.

    —Pero eso fue hace tiempo —Se agachó y acarició a la resignada Pix— Nosotras ya recapacitamos sobre lo que hicimos y ya no estamos enamoradas de esos pelmazos.

    —Y nosotros también recapacitamos. —dije cortante.

    —¿Q-Qué quieres decir con eso? —Dijo levemente nerviosa.

    —Nada.... —Me senté en una roca.

    —Bueno, ¿No le puedes preguntar a Hachi que si puede perdonar a Pix?.

    —Quizás si, Hachi ven. —El Pokémon vino hacia mí— Pix quiere disculparse por todo el daño que te hizo en el pasado. —Hachi asintió y volvió donde estaba, Pix se le acercó para comenzarle a hablar y Hachi le hizo caso.

    —Vaya, parece que ahora si volvieron a ser amigos —Sonríe.

    —Nunca lo fueron —dije para mí mismo— nosotros tampoco.

    —¿Dijiste algo? —Me miró y yo negué con la cabeza.

    ¿Acaso ahora le gusto a Lise? Pfff, esperó a que mi amor por ella disminuyera notablemente para darse cuenta que Matt solo la trataba mal. Si yo hubiera sido el Danny del pasado, ahora estaría con una sonrisa de oreja a oreja probablemente besándola, para su mala suerte ahora he madurado.

    —Oye, ¿Me enseñas a luchar? —Me miró desafiante.

    —Tú ya sabes luchar, solamente que pierdes el tiempo en esos afeminados concursos.

    —Bueno, ¿qué tal una batalla entonces? —Se puso de pie y sus Pokémon se reunieron al frente de ella.

    —Está bien. —Yo no me moví de mi lugar y Hachi dio un pase al frente.

    —Pix, ¿Crees que puedes contraHachi? —La Vulpix asintió y dio un paso al frente—

    —Derribo. —Murmuré

    Hachi corrio hacia Pix y con su cuerpo le dio un poderoso golpe que tambien lo dañó levemente

    —¡Pix usa Ataque rápido! —Vulpix tacleó a mi Growlithe causandole escaso daño.

    —Usa Derribo otra vez. —Hachi repitió el proceso, esta vez se hizo un poco más de daño.

    —Vulpix, usa Finta. —Vulpix se acercó lentamente a Hachi y le dio un rápido arañazo.

    —Muy bien Hachi, termina esto —Sonríe— Inversión. —Hachi comenzó a brillar y tacleó a Vulpix, dejándola inconsciente.

    —Sin algún esfuerzo derrotó a mi mejor Pokémon. —Dijo para sí misma, muy impresionada.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  9.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1966
    Capitulo 8: Una misteriosa chica.

    —Vamos Elekid —Sonríe y Elekid da un paso al frente— ¡Usa impactrueno!.

    Hachi lo evadió hábilmente y corrió hacia Elekid sin yo darle una orden, luego se abalanzó contra el Elekid, haciéndolo retroceder (Derribo).

    —Excelente. —Murmuré— ¡Inversión! —El cuerpo de Hachi volvió a emanar un brillo extraño y tacleó a Elekid, este quedó notablemente débil.

    —¡Dios mío! —La chica se sorprendió ante la fuerza de Hachi y la precoz caída de Elekid— E-Elekid, ¡Usa Impactrueno! —El Pokémon obedeció y debilitó a Hachi.

    Devolví a Hachi, Treecko dio un paso alfrente.

    —Demolición. —Treecko corrió hacia Elekid, este trató de usar Puño Trueno sobre mi Pokémon pero este último logró esquivarlo y comenzó a darle un montón de golpes

    consecutivos, hasta hacerlo caer precozmente.

    —Hachi ya estaba muy débil con el último Derribo y con suerte Elekid no fue derrotado de un solo golpe. —Dijo la chica para sí misma— Me rindo. —Dijo cabizbaja.

    —Te dejaste llevar demasiado por los concursos, ya no eres tan perseverante como antes. —Me di media vuelta— Cuida a mis Pokémon unos minutos, voy a revisar el pueblo.

    —Está bien. —La chica se sentó no muy a gusto con mis comentarios y comenzó a jugar con mis Pokémon.

    Estuve un rato vagando por el pueblo hasta que detrás del centro Pokémon vi un atractivo centro de comida, me llamó la atención por estar aparentemente lleno pero mi
    escaso dinero quizás no me acompañaría en esta ocasión. Me acerqué y vi que me alcanzaba para algo barato, y que me sobraba una aceptable suma de dinero. El plato era
    un poco de arroz, un tomate norteño y atún de Magikarp -La verdad suena bastante caro, pero estaba en oferta y solo me costó 2.300 Poke Pesos- Unos 15 minutos se
    demoraron en servir el plato a pesar de la masiva clientela presente, me senté en una pequeña mesa disponible aislada de la marea de personas presentes saturando los
    otros lugares. Así estuve, comiendo con un poco de lástima por no convidarle a Lise pero tenía mucha hambre ya que poco y nada me habían saciado las bayas de la noche
    anterior.

    Al cabo de un rato cuando llevaba mi plato a medias, una chica con el cabello rubio -más o menos ondulado- cubierto levemente por un gorro gris de lana, una tez de
    blanca pálida y unos ojos pardos que parecían llevar a otra dimensión y unas cejas debilmente presentes, De lo poco que logré notar en ese instante de ella fue que
    vestía con una camisa negra que le quedaba aparentemente grande -Llevaba un texto, pero no lo logré notar- y una muñequera que decía "Pink Floyd" Curiosamente yo
    también soy fanático de esa admirable banda.
    Terminé mi comida sin lanzar ninguna mirada salvaje a la chica, desconozco si en esa instancia la rubia me habrá fulminado con sus pardos ojos..., pero ella rompió el
    hielo tarareando una canción.

    —I'm useless... —Cantó con una voz bellamente audible, se nota que creció con la música.

    —But not for long. —Continúe yo y una leve sonrisa se dibujó en mi rostro.

    —¿Te gusta Gorillaz? —Dijo la chica sin yo sentir algun tacto indirecto por sus ojos.

    Asentí mientras apoyaba mi cabeza con mi puño.

    —¿Te han dicho alguna vez que no se ponen los codos sobre la mesa? —La chica rió levemente.

    —¿Y a tí te han dicho que es de mala educación cantar con la boca llena? —Dije cortante.

    —Touché. —La charla se acabó con esa frase de la rubia.

    Levanté mi mirada para admirarle bien, sobre su gorro se posaba un Starly, qué, me miraba desafiante, pero por sus grandes pestañas deduje que era hembra. La chica

    devolvió la mirada y sin mostrar interés alguno volvió a clavar sus fulminantes ojos en su comida.

    —Pareces un vagabundo moda. —Dijo tratando de dirigirme un débil insulto.

    —¿Moda dices por mi bufanda? —Volví a mirar el plato vacío adornado por algunos granos de arroz y el tenedor acompañado por su brillante compadre el cuchillo,

    brillantes con un aspecto admirables, dispuestos a picar cualquier comida.

    —Algo así... —La chica aún no acababa su ensalada constituida por Lechuga, Tomate -sureño- y un apetitoso choclo, acompañado todo esto por mayonesa.

    —Te falta arroz en tu potente ensalada. —Dije sarcásticamente.

    —No me gusta el arroz, prefiero el puré.

    Compartiamos gustos músicales pero nuestros gustos alimenticios no eran los mismos, quizás compartíamos el Tomate y el choclo como acompañantes en una apetitosa comida

    pero sus gustos por el arroz eran escasos, mientras que los míos superaban cualquier otro límite existente, la lechuga no me llamaba atención alguna.

    —¿Eres entrenador Pokémon? tu gorra me llama la atención.

    ¿Una estúpida gorra, solo por esa razón parezco un entrenador Pokémon?, la chica en sí parecía bastante fría pero su pregunta llamó mi atención y desfiguró levemente

    mi rostro en un tono sumamente confuso.

    —Sí lo soy. —Mencioné poco interesado en la chica.

    De nuevo un silencio incómodo se hizo presente, solo escuchabamos el sonido de los cubiertos chocar con los platos.

    —¿Y tú lo eres? —Le hice una contra-pregunta tratando de reanimar la charla.

    —Algo así. —Respondió con la postura de "No respondo otras cosas si no me las preguntas", claro está que yo esperaba que me diera un poco más de su información
    personal.

    El silencio aterró otra vez, un llanto de un desagradable bebé sonó y ella no pudo evitar preguntar algo para no sentir ese sonido poco agradable -ruido-.

    —¿Qué edad tienes? —Se notaba un claro descontento por la música de fondo, pero sinceramente ninguna de sus caretas disminuía su aparente belleza.

    —Doce. —Suspiré— ¿Y tú?.

    —Once, pero en unas semanas cumplo doce. —Su figura no era de alguien de once, parecía más de una chica con trece o catorce años, pero algo así son las chicas
    actuales.

    —Well... ¿Qué hace una chica como tú sola por aquí? —Sonreí como suelo sonreír, levemente y con algún toque de confianza.

    —Comer. —Dijo cortante.

    Me puse a pensar un rato, su figura se me hacía familiar... Vagé en los recuerdos por unos minutos hasta que obtuve una débil imágen de ella.

    ---+Flashback+-

    Mi recuerdo era bastante vago, un fondo blanco el cual emanaba tal destello que era difícil ver lo que se asomaba alrededor. La rubia parecía tener entre seis y siete

    años, vestía algo parecido a como lo hace ahora pero su cabello era más corto, le llegaba algo así como hasta los hombros.

    —¿Por qué te vas, Danniel? —Unas cristalinas lágrimas hicieron visita en sus pardos ojos.

    —Porque mi abuelo murió. —Aquellas palabras resonaron durante todo el recuerdo— Pero no te preocupes, volveré por tí. —Mi mirada se desvió y no recordé nada más.

    ---+Fin-Flashback+-

    Mis ojos estaban un poco más abiertos que de costumbre, estaba sorprendido quizás, un recuerdo vago alumbró algún lugar no visitado en mi subconciente, mi pasado el

    cual era un tanto borroso, poco sobre él puedo decir. Entonces recordé, esa chica era huérfana como yo pero no fue cuidada por algún familiar muy por el contrario

    conmigo, ya que mi abuelo se encargó de mí hasta que un infarto acabó con su avanzada vida.

    —No vamos a llorar sobre la leche derramada... —Murmuró la chica— Creo que te he visto antes.

    "No vamos a llorar sobre la leche derramada" una frase que le decía muy amenudo a Lise cuando estaba triste porque había perdido algún objeto de valor.

    —Yo también creo haberte visto en alguna otra ocasión, pero por ahora ignoro si nos hemos dirigido anteriormente la palabra.

    Mi actitud de siempre, alguien cortante y frío con quien sea, pero la chica en vez de enfadarse sonrió. Se levantó, arregló su mochila y pude admirar el texto que

    yacía en su polera "Pearl Jam" ahí estaba, mi grupo favorito en su enorme polera negra.

    —Adiós asqueroso egoísta arrogante. —Volvió a sonreír y alejó su ruta lejos del centro.

    Debatí en mi cabeza quién podría ser, quien osaba a atormentar y mantener en una especie de oscilación a mi mente. El sol ya se comenzaba a esconder, los rayos naranjas golpeaban mis ojos y decidí levantarme para acabar con el estúpido debate, también para evadir aquellos hostigantes rayos de sol.
    Me alejé del lugar, aún un poco confuso sobre lo que había sucedido hace un rato, pero más preocupado por Lise a quién le había dejado sola, entonces la encontré... Estaba dormida acompañada por todos sus Pokémon y los míos, quien también descansaban.
    Suspiré y me senté bajo un árbol, la noche ya había caido y no había entrenado absolutamente nada, me quedan 18 días y apenas he entrenado en unas minibatallas. Mi pregunta era, ¿Cómo conseguiría a Drako? el Dragón que cuidaba el valle, y ¿Cómo encontraría al Horsea que me había ayudado a volver a la orilla? esas y otras cosas pensaba y el sueño comenzaba a hacerse presente, pero Treecko quien se levantaba me desvió de mis pensamientos y se acercó a mi

    —¿Entrenemos? —Sonreí—

    Treecko asintió y comenzó a saltar feliz, le dije que golpeara el árbol hasta que se cansara para mejorar su fuerza y la velocidad. Se demoró unos veinte minutos y parecía exhausto, el Pokémon despertó a Elekid -con quien había entablado una aparente amistad- y le dijo algo, pero repitiendo su nombre y por ende no entendía absolutamente nada. Elekid comenzó a golpear a Treecko pero este trataba de esquivar los golpes y defenderse cubriendo su rostro con sus brazos, eso hicieron hasta que Elekid se cansó.

    —Parece bastante fuerte. —Dije para mí mismo, refiriendome a Elekid— Oye Zeus. —Le dije de una manera burlesca al Elekid y este se acercó a mi— ¿Te gustan las batallas? —El Pokémon asintió emocionado— ¿Y te gustan los concursos? —Su postura cambió, bajó la cabeza desanimado y negó lentamente— Si estás con Lise tendrás que participar en muchos concursos... —Reí levemente y este se lanzó al suelo— Pero si te quedas conmigo, destruiremos los gimnasios juntos y llegaremos a la liga Pokémon. —Elekid comenzó a saltar emocionado y saltó hacia mí— Bien pequeño, le diré a Lise que te quedarás conmigo.

    Chu y Hachi despertaron, se acercaron a Treecko y comenzaron a jugar, Elekid se unió a ellos y yo me quedé observando esa escena.

    —En muy poco tiempo tengo que tener un Kingdra y un Dragonair —Pensé— Va a ser muy complicado, pero la isla corre peligro si no lo hago... —Cerré mis ojos y esperé a que el sueño acabara con mi jornada.

    Al día siguiente me levanté y Lise continuaba durmiendo, había una gran muchedumbre en la caseta donde había un Ring de pelea, todos estaban protestando pero había un tipo que los trataba de calmar, asi que me dirigí a ver que sucedía.

    —¿Qué pasa? —Le pregunté a un chico con el cabello azul oscuro que se encontraba con el torso desnudo y un Snorunt se posaba sobre su cabeza, su tamaño era unos 3 centímetros más altos que yo.

    —Hoy no abriremos temprano, pero estos viciados quieren entrar al ring a esta hora.

    —Ah ya veo. —Miré mis muñecas y no tenía ningún reloj— ¿Qué hora es?.

    —Son las 7:34 AM. —Dijo el chico mirando un reloj dibujado— El ring abre a las 9:00 AM.

    —Abre bastante tarde. —Suspira— ¿Y tú estás a cargo del Ring?.

    El chico negó.

    —No, me llamaron los encargados y me pidieron que viniera a ayudarlos, ya que ellos andan por el lado izquierdo de la isla. Yo soy ayudante del gimnasio tipo hielo que está en el próximo pueblo, si quieres luego te llevo.

    —¡Sí, porfavor! —Dije un poco emocionado— Pero antes quiero entrenar a mis Pokémon en este ring.

    —Hay gente muy poderosa, Machoke's, Primeape's, Medicham's —Dijo aproximándo algunos Pokémon— Por si acaso.

    —Para mí no es difícil ningún rival. —Sonreí confiado y me alejé de allí.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  10.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    780
    Capítulo 9: El Heracross

    Habían pasado unas horas, estaba entrenando con mis Pokémon y Lise jugaba con los suyos, solo que le faltaba uno que estaba en el bando contrario, Elekid. Le dije a Lise que quería a Elekid en mi equipo, en sus ojos veía un alma poderosa y dispuesta a destruir a cuanto enemigo se pose frente a su figura, la chica aceptó y se despidió de su Pokémon en un tierno abrazo para después entregarme su PokéBall, tan codiciada por mí. "Cuida bien de mi pequeño" fueron las últimas palabras mencionadas por la chica antes de entregarme el esférico rojo, noté en su rostro una tristeza sostenida por el orgullo de una entrenadora la cual había suprimido su sueño de ser la campeona de la liga por ganar un montón de listones, ella no estaba feliz con su sueño, estaba seguro, pero mi pregunta era.. "¿Por qué no persigue su ambición y se deja llevar por el capricho de conseguir listones?" le pregunté, como respuesta solo obtuve un silencio incómodo. Le compré un poco de comida y me senté junto a ella, estuvimos platicando un rato sobre Matt y el porque de su mal gusto.

    —Hace unos años por alguna razón me atrajo su actitud arrogante. —Esa frase congeló la charla, hasta que ella trató de revivir la platica con preguntas tontas.

    Eso solo te hace más estúpida y denota más su mal gusto al enamorarse de un abrupto personaje, pero ya no me importaba. ¿Razón?; no siento atracción alguna hacia ella, así que prácticamente ya no me interesa lo que le suceda, lo que piense, lo que diga. Al cabo de un rato terminamos hablando de mi antigua atracción hacia ella, un incómodo silencio se presentó ante la pregunta "¿Aún te gusto?".

    —No. —respondí cortante.

    La chica bajó la cabeza y pidió disculpas por todo lo que me hizo, pero esta vez parecía más preocupada, quizás ante el echo de que no tiene ningún pretendiente. Pero de pronto me dio un cálido abrazo al cuál yo no correspondí.

    —A diferencia de mi yo del pasado... A mí me gustas, Danniel. —Sentí los sollozos de la chica y yo la quité de encima mío.

    Di un profundo suspiro y con un nudo en la garganta procedí a decirle mi opinión, que podría ser devastadora para ella pero bueno, eso manifestaba mi poco cariño y respeto por la persona ajena.

    —Eres la peor persona que he conocido. —Ante esto, la chica sintió como si todo en su interior se derrumbara— Primero me lastimas y ahora dices que te gusto... Lo que tú sientes no es amor, es solo la necesidad de estar con una persona ante el eterno rechazo de Matt hacia ti, yo sé que tu no estás enamorada de mí, y que mucho menos sientes alguna atracción, repito, es solo la necesidad de estar con alguien. ¿Crees que me convencerás, qué seré tu objeto, tu maniquí, sólo porque estuve enamorado de ti hace un tiempo? —La chica comenzaba a derramar un torrente de lágrimas— Pues estás equivocada, que sepas que no soy el tipo de persona que volverá rogando estar a tu lado, al contrario, posiblemente jamás vuelva a sentir sentimiento alguno hacia ti.

    Me levanté y la dejé sola para que derramara todas las lagrimas que tenía que derramar, todo el llanto falso, las lágrimas de Cocodrilo, al cabo de un rato decidí entrar al ring, habían muchos Pokémon fuertes que luchaban en varios lugares de la construcción, inclusive otros estaba peleando fuera de este.

    —¡Hey chico, eres tú! —El tipo de color azul oscuro con el que había conversado hace unas horas se acercó a mi— Como ves hay rivales muy fuertes, ¿No crees?.

    —No. —Dije cortante y miré aun Machoke contra un Heracross— La mayoría son Pokémon con falta de experiencia que solo evolucionaron por la ambición de sus entrenandores.

    El Machoke fue rápidamente derrotado por el Heracross.

    —¿Qué estás mirando? —El chico siguió mi mirada y encontró al Heracross— Ah, con que es eso. Ese tipo siempre viene y los derrota a todos con su Heracross, es bastante bueno pero no es nada que mi Snorunt no pueda derrotar. —El chico sonrió y el dueño del Heracross se acercó a nosotros.

    —Tú Heracross es sumamente poderoso —Dije impresionado.

    —Gracias —Dijo con un acento Argentino— ¿Y vos..?

    —Soy Danny, estoy conquistando los gimnasios.

    —Ah, me podés decir B'Kidd. —Dijo el tipo y miró al chico de cabello azulado.— Consigue a entrenadores más fuertes, estos son re débiles.

    No me quería enfrentar al tipo, con su Heracross posiblemente se bajaba a la mayoría de mi equipo así que era un riesgo que no quería correr.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  11.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1423
    Capítulo 10: Un orgulloso ganador.

    —Hachi, ¡Rueda de fuego! —el Growlithe se envolvió en llamas y rodó hacia el escarabajo, debido a la gran velocidad el insecto no lo pudo esquivar y el Pokémon de fuego atinó su poderoso ataque, acabando con el escarabajo.

    —Vaya, vaya... —B'Kidd dio unos aplausos un tanto sarcásticos y devolvió al bicho a su esférico— Me queda otro Pokémon, aun que con la mayoría de tu equipo está debilitado, quizás no sea la mejor idea luchar. —Sonrió.

    —No es necesario, Me rindo. —Bajé del ring y Zero hizo sonar una campana.

    ¡DING~DING!

    —B'Kidd es el ganador del metro cuadrado 3, ya lleva 145 puntos. —Sonó la voz de Zero en unos parlantes instalados en las esquinas del lugar (Es un edificio cerrado, su tamaño es comparable a un centro comercial pero solo tiene un piso)— Se acaba de consagrar como el mejor peleador del Ring, seguido de mí con 144 puntos y de la lider de Gimnasio Gris, con 128 puntos.

    "Vaya, Ese chico es imparable", "¿Escuchaste? El pequeño derrotó a su Heracross pero era el único Poke que le quedaba", "No jodas, 145 puntos...", "Yo llevo 3 años aquí y apenas he conseguido 11 puntos", "Pero el chico ese de rojo ha conseguido 29 puntos en 3 horas" Se escuchaba entre la inmensa multitud, sí, al ring asistían más de 80 personas a pesar de ser un pueblo con pocas casas.

    —Eres bueno chico, ¿Por qué no te quedas aquí un rato más? —Me preguntó el tipo peliazul encargado del ring— Juntos con B'kidd seríamos imparables, ¡Imagina que yo gano 40 batallas por hora!, Debo resetear mi score cada 4 días porque si no, les llevaría una ventaja de más de mil puntos.

    —Admito que aquí he entrenado muy bien a mis Pokémon, cada uno luce mucho más fuerte que antes y Hachi parece estar listo para evolucionar a un Arcanine. —Desvíe la mirada— Pero no estaré aquí por mucho tiempo más, debo ir al siguiente gimnasio.

    —¡Eso no es problema! —Rió— Yo soy alumno del líder que sigue, puedes ir cuando quieras, tengo una camioneta y te puedo llevar cuando me pidas.

    —¿Tienes edad para manejar? —Me rasqué la nuca confundido, el chico solo parecía tener 14 años.

    —Pues... —Me mostró un permiso de conducir.

    Aparecía una foto del tio Sam, en el nombre ponía "Zero Uncle Sam" y en el apellido decía "Want You", su fecha de nacimiento era el 6/6/1966 y era ciudadano legalmente isleño.

    —Muy bien, Tio Sam. —Lo miré— Te encargo un rato a Hachi, está cansado pero si le das una baya se recupera al instante, llevaré a mi equipo al Centro Pokémon y volveré.

    El Growlithe caminó y saltó a los brazos de Zero, este último lo tomó rápidamente en brazos

    —Dejas a tu perro en buenas manos, yo te lo cuido. —Sonríe.

    Fuí hacia la playa y aislado de todo el personal se oían unos llantos, di un profundo suspiro y me acerqué hacia el lugar, era Lise.

    —H-Hola D-Dan-Danny... —Se secó las lágrimas con un pañuelo, seguido de esto yo me senté a su lado y mirando la arena me puse a pensar un montón de cosas que no vale la pena escribir.

    —Lise. —La miré— Siento que lo que voy a hacer ahora en vez de cumplir mi propósito, qué es disminuir tu cariño hacia mí, lo aumentará, pero cierta parte de mí estará orgullosa por satisfacer un deseo que quemaba mi subconciente hace un montón de tiempo.

    —¿Q-Qué harás? ~Snif~ —Preguntó la chica sumida en confusión.

    Me acerqué lentamente a su rostro, coloqué mis manos en sus cálidas mejillas y entablé contacto con sus labios con un profundo beso, tenían un agradable sabor a fresa. Ella anonadada, comenzó a corresponder poco a poco mientras sentía que sus mejillas eran cada vez más fogosas, pero esto fue a un nivel que no esperaba, "desafortunadamente" en el beso la recosté en la arena y aumentaba la intensidad del beso, mi aire parecía ilimitado y el suyo también, cada vez que pensaba en "Acabar el beso" detrás de eso pensaba "Cuándo se nos acabe el aire" y así fue, 5 minutos del beso.

    —D-Danny, no sabes cuanto esperé este momento. —Susurró la chica, estaba a punto de comenzar con mi comentario-crítica pero fui callado por otro beso por parte de ella.

    —Se me fue de las manos. —Me levanté y me quité la arena de la ropa— Continuaré mi viaje solo, eso fue un regalo de despedida.

    —¿No fue una disculpa? ~Snif~.

    —Para nada, cuando yo digo las cosas lo digo después de haberlo pensado mil veces, además que siempre digo la verdad y prefiero la verdad antes de una mentira, además de que por alguna razón me parece algo hipócrita. —Sonreí y recogí mi mochila.

    —¡Danny! —Me detuve— Ya no te quiero~

    —Qué bueno. —Sonreí levemente aún dandole la espalda.

    —Ahora te amo. —Rió y yo me largé un tanto enojado, pero después de todo era mi culpa.

    Fuí al Centro Pokémon y recuperé por completo a todo mi equipo, después volví al Ring y ahí estaba Zero dandole leche a mi Growlithe.

    —Y después le dije, "Nah, No me jodas boludo, sé que fuiste vos" —B'kidd y Zero rieron ante la frase y Zero se dio cuenta de mi presencia.

    —Ah mira, llegó el Dr. Growlithe. —Dijo Zero riendo aún ante la broma de B'kidd— La leche pone bastante fuertes a los Poke.

    —Y también a las minas, eh... —Rió B'Kidd— Nah en serio, ¿No vas a subir a algún ring? —Me preguntó.

    —Por supuesto, Treecko ya está al tope. —Saqué al susodicho Pokémon de la PokéBall—

    —Hay uno disponible, el entrenador que está ahí lleva unas cuantas semanas, 68 puntos y su equipo es un Hitmontop y un Magmar. —Mencionó Zero leyendo un cuaderno— Si tu Treecko resiste hasta el Magmar tienes la victoria asegurada, al igual que este negro —Señala a B'kidd, que por cierto, es tan pálido como yo— Su mejor Pokémon es el que más usa.

    —¿Heracross mi mejor Pokémon? —Rio de manera burlesca— Tengo otro, pero su nivel es tan elevado que no tengo las medallas suficientes para controlarlo, solo lo utilizo cuando estoy en apuros.

    —Me imagino la clase de Pokémon que es. —Zero se rascó la cabeza con un lápiz.

    —Bueno, Dime que metro cuadrado es. —Zero señaló el respectivo Ring y yo caminé seguido por mi fiel Pokémon Inicial—

    El chico que se encontraba allí era alto, 1.76 apróximadamente, Pelo negro y una chaqueta polo gris, tenía unos Jeans ajustados color blancos y unas zapatillas deportivas.

    —¡Vamos Hitmontop! —El Trompo salió de su Pokeball y miró a Treecko desafiante— ¡Ataque rápido!.

    —Treecko, Lo mismo. —Puse a prueba la velocidad de Treecko frente a un rápido rival, Hitmontop giró sobre una protuberancia en su cabeza hacia Treecko pero este último solo lo tacleó y hizo retroceder a Hitmontop.

    —Hitmontop, usa Patada-Giro. —Hitmontop dio un giro en 360º y le dio una potente patada a Treecko, retrocedió hasta las cuerdas y se talló los ojos tratando de recuperarse un poco.

    —¡Treecko Persecución! —Treecko fue envuelto en un aura morado y sus ojos se volvieron del mismo color, aparentemente descontrolado se lanzó contra Hitmontop -Quien estaba de pie después de la patada- y le dio unos feroces golpes— ¡Ahora usa Destructor! —Lo remató con un potente puñetazo directo en el rostro obligándolo a retroceder aturdido hasta la esquina del ring.

    —Vamos Hitmontop... —El entrenador alientaba a su Pokémon.

    —¡Treecko usa Demolición! —Treecko corrió hacia el Hitmontop y le dio un frenético golpe en el estómago y finalizó su ataque con una violenta patada en las costillas.

    Hitmontop quedó sentado en el ring con un dolor insoportable, aun así se levantó pero con mucha dificultad.

    —Vamos Hitmontop, Usa Contador. —el Trompo corrió hacia Treecko y sin darle tiempo de esquivar le dio feroces golpes, como si no hubiera mañana, duplicando el daño de Demolición, Treecko quedó arrodillado mirando sus pies.

    —¡Rápido Treecko, Hoja Aguda! —Treecko me miró confundido, puesto que ese ataque no lo aprende hasta convertirse en un Grovyle, yo sonreí y le asentí.

    —¡Hitmontop no desperdicies ningún segundo, usa Patada Giro de nuevo!.

    Treecko le dio un golpe para ganar tiempo, comenzó a emanar una enorme energía y al cabo de unos segundos, evolucionó a un vigoroso Grovyle.

    ~Grovyleee~

    —¡Vamos, Hoja Aguda! —Grovyle golpeó a Hitmontop con las hojas de sus brazos y cayó finalmente derrotado ante la enorme fuerza de Grovyle.

    —M-Me rindo... —El chico devolvió a su Poké y salió corriendo del lugar.

    — ~Hmeh, Groovylee~ —El Pokémon sonrió y se cruzó de brazos, orgulloso de su victoria.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  12.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1263
    AVISO: ÉSTE CAPÍTULO CONTIENE UN TANTO DE LENGUAJE FUERTE.


    Capítulo 10: Reencuentro.

    — ~ ¡Ele - Elekid ! ~ —Sentí que mi Pokémon me intentaba despertar, posteriormente recibí una enorme descarga eléctrica.

    —¡Ay, Ay! —Me desperté violentamente y sobre mis piernas estaba Zeus, estaba en una camioneta en los asientos traseros, un tanto vieja y con algunas ventanas rotas. Sentí un leve ronquido y miré el volante y estaba Zero.

    Miré un reloj que estaba instalado detrás de un asiento y marcaba las 19:14, ya había anochecido pero aún no se hacían visible las estrellas.

    —¿Qué hacemos aquí Zeus? —Miré a mi Pokémon y este comenzo a bailar— ¿Hubo una fiesta? —Este negó— ¿Habrá una fiesta? —Asintió— ¿Ahora? —Negó y señaló en el reloj las 8— Ya... —Puse mis manos en mi frente— Dios, mi cabeza. —Suspiré y salí de la camioneta, afuera estaba B'kidd bebiendo una soda.

    Elekid saltó de la camioneta y abrazó mi pierna mirando a B'kidd

    —Hace un rato Zero bebió un poco de cerveza, le dio por hacer una fiesta y ahora todos están impacientes. —Terminó de beber la soda y la apretó la lata hasta hacerla añicos.

    —¿Cuánto bebió? —Suspiré— ¿Y cuánto bebí yo? tengo 12 y ya ando con resaca —Volví a frotar mi frente.

    —Una bebida con 0,30º de Alcohol. —Sonrió— Tienes neuronas leves chico, pero sinceramente te vi bebiendo varias botellas, Zero bebió bastante cerveza y dudo que esté sobrio para la fiesta, aun que yo me iré antes.

    —¿No estarás? —Me rasqué la nuca.

    —No, tengo poco tiempo y una fiesta es una verdadera pérdida de este. —Ajustó su gorra de manera que sus ojos fueran invisibles.

    Sonreí levemente.

    —Te quedan 18 días. —Reí levemente y me alejé de allí.

    —¡A tí tambien! —Gritó el chico, luego sentí sus pisadas desvanecerse.

    B'kidd tenía razón, una fiesta era una real pérdida de tiempo pero Zero estaba profundamente dormido, solo tenía una opción... Manejar yo.
    Abrí la puerta del conductor y saqué violentamente a Zero del volante, posteriormente lo subí a los asientos traseros y me senté en la silla de conductor.

    —Veamos Danny, recuerda los consejos del abuelo...

    "Danniel eres tonto como una piedra y feo como una blasfemia, si un extraño ofrece llevarte ¡Te subes!"

    —¡Malditos traumas de la niñez! —Encendí el motor y me puse en marcha, no tenía ni la más mínima idea de la ubicación del pueblo, seguí a mi instinto... Error.

    En el camino me perdí en un extraño valle, al lado estaba la playa y solo podía ver mi camino por la débil luz de la luna, de pronto escuché a alguien levantar la voz, refiriéndose a otra persona como "Ramera inservible" Elekid estaba sentado como copiloto y también se alarmó, buscamos ambos el lugar de dónde venían aquellos gritos, logré divisar una débil luz de linterna e inmediatamente me dirigí hacia ese lugar, Zeus caminaba detrás mío temeroso hasta que la encontré, a la rubia del otro día, estaba en el piso sobándose su ojo. Frente a ella estaba un tipo de unos 30 - 40 años aprox que le gritaba un montón de groserias, yo admiraba todo esto desde una distancia considerable. No aguanté más de 10 segundos viendo esa escena, corrí hacia el lugar y la clavé el tremendo puñetazo, tanto así que me quedó doliendo la mano.

    —¡E-Eres tú!, ¿Qué haces aquí? —Dijo la chica sorprendida, el tipo yacía en la maleza gritando por su nariz, que al parecer, la había roto sin piedad.

    —No hay tiempo. —La tomé rápidamente en brazos y corrí hacia la camioneta.

    —¡Hey, suéltame imbécil, no te pedí que me rescataras! —Exclamaba la rubia de camino a la susodicha camioneta.

    La dejé rápidamente sentada como copiloto y le puse inmediatamente pestillo a la puerta, la cerré rápidamente y, mientras la chica golpeaba la ventana, yo me subí al auto y raspé de ahí.

    —¡¿Por qué me salvaste, idiota?! —Me gritó la chica.

    —Yo también quiero saber algo... —le dije calmado mientras pasabamos por un camino de piedras— ¿Por qué aquel tipo te llamaba ramera inservible?.

    La chica desvío su mirada hacia la ventana y permaneció en silencio unos segundos.

    —Hace unos años no tenía como ganar dinero, no podía sobrevivir ya que no tenía nada que comer. Un día dormía en mi carpa cuando llegó un camión y unos agentes que decían rescatar a los niños abandonados.

    Hasta el momento la historia me parecía muy familiar, pero no podía recordar casi nada de mi pasado asi que guardé silencio.

    —A los niños huérfanos se los llevaron, no supe nada de alguno de ellos por mucho tiempo, había entablado una gran amistad con un chico pero también se lo llevaron, su excusa fué que algo le había sucedido a su abuelo pero en el fondo yo sabía qué los hombres se lo llevarían a algún lugar. —Hubo un silencio incómodo por unos segundos— A las chicas nos obligaron a prostituirnos, aun que yo tuve la suerte de que no fui desvirgada hubieron muchos intentos de violarme por parte de esos enfermos agentes, gracias a Arceus nunca lo lograron.

    —Eso no responde a mi pregunta. —Dije cortante.

    —Últimamente han intentado buscar a algún enfermo que se quiera acostar conmigo, les dije que habia conseguido un negocio y que iría con él, pero era todo una mentira.

    —Sabías que estaba en Valpo. —Dije mirando por la ventana.

    —Me lo habían dicho unas amigas. —Se secó las lágrimas con su abrigo— pero no contaba con que me rescatarías.

    —¿Qué es lo que quieres? —Miré hacia atrás buscando al tipo con la nariz rota, afortunadamente no era visible.

    —Qué me ayudes a huir. He oído que tienes la marca del dragón en tu cuello... —Mencionó la chica.

    —Los rumores si que se extienden rápido. —Reí levemente.

    —Anne también era parte del grupo, Dann. —De nuevo hubo un silencio incómodo.

    —¿Y a donde quieres que te lleve?.

    —Que me saques de esta horrible isla.

    Zero se comenzaba a estirar y daba unos leves bostezos

    —Qué bien dormí. —Estuvo un rato callado— ¡¿A dónde mierda me llevas?! —Exclamó.

    —Quería despertarte para ir al siguiente pueblo pero estabas profundamente dormido, no quise ser descortés. —Sonreí.

    —¿Quién es el rehén? —Preguntó la rubia.

    —Un tipo que conocí en el ring.

    —Demonios Dann, ¡Tengo una fiesta a las ocho! —Gritó el chico y detuve el auto.

    —No te voy a llevar de vuelta, es un camino un poco largo y hay un pedófilo suelto por ahí.

    —Prefiero que me lleves a la ciudad, ¿Sabes? —Rió nervioso— Ya, acelera.

    Le hice caso.

    —¡Mira, ya se ven las luces de la ciudad! —Dijo la chica un tanto alegre.

    —Por fin una ciudad, estaba harto de los pueblos. —Aceleré.

    Elekid estaba sentado en las piernas de la rubia.

    —Por cierto chica, no me has dicho tu nombre. —Dije curioso.

    —Quiero que lo averigües por tí mismo, sé que sufriste un golpe y que te dejó con una amnesia temporal pero al menos me reconociste cuando nos vimos por primera vez. —Dijo la chica acariciando a Zeus.

    —Vaya, gracias por aclarar lo de la amnesia.

    —Uy, tengo una resaca... —Zero se recostó en el asiento— ¿Y B'kidd?.

    —Se largó, parece que no le gustó tu idea de una fiesta. —Mencioné y baje un poco la ventana ya que en la camioneta hacia un poco de calor.

    —¿B'kidd?, me suena familiar... —Dijo la chica.

    —Lo sé, también cuando lo ví sentí que había hablado con el anteriormente, quizás fue parte de los huérfanos o algo así. —Supuse algo que era cierto.

    —¿Quizás?, ERA parte de los huérfanos. —Dijo Zero.

    —Vaya, parece que tenemos un reencuentro... —Reí levemente.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  13.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1920
    Capítulo 12; Accidente.​
    —Maldito seas Dann, tengo que encargarme del ring. —Suspiró el chico que aún estaba sin camisa, a pesar del inmenso frío que azotaba toda la isla.

    —¿No tienes frío? —Me atreví a preguntar cambiando de tema, se escuchaban unas gotas de lluvia chocar con el techo de la camioneta.

    —Para nada, soy alguien bastante frío y cuando llega el verano me escondo en cuevas. —Rió levemente.

    —Oye Zero... Necesito que me acompañes, es algo bastante complicado y necesito tu ayuda. —Era la primera vez que le pedía ayuda a alguien, pero por el echo de que Zero y yo en un pasado estuvimos vinculados junto con B'kidd me daba cierta confianza.

    —Mi ayuda viene con la camioneta, ¿Verdad? —Suspiró y sin esperar mi respuesta continuó— Está bien, pero tendrás que buscar a alguien para que se encargue del ring.

    Comenzó a sonar mi PokéMovil, con un ringtone de Beethoven 5ta sinfonía "Do menor"

    —¿Aloha? —Contesté un poco extrañado ya que casi nadie me llama.

    "Hola Danniel." Era la voz del chico de cabellos grises que había golpeado a Anne hace unos días.

    —Eres tú... —Frené— ¿Qué quieres? —Llamé la atención de la rubia y de Zero quienes se me quedaron mirando extrañados.

    "Será rápido, por un problema tendrás 2 semanas más, ten cuidado con tus juntas."

    —¿Qué dices? —Me rasqué la nuca confundido.

    "Esa chica es peligrosa, no te daré más detalles."

    Colgaron.

    —Qué mier**... —Guardé el PokéMovil.

    —¿Qué te dijeron? —Preguntó la rubia.

    —Era... Lise.

    —¿Quién es esa Lise? —Preguntó Zero.

    —Es una chica de mi pueblo, no deja de joder. —Guardé mi PokéMovil y miré a la Rubia— Dime tu nombre.

    —Me llamo... —La chica fue interrumpida por el enfermo pedófilo que nos había alcanzado y estaba golpeando la ventana, gritando: "¡Abran la puerta cobardes!"

    —¿Ese es el pedófilo? —Preguntó Zero, la lluvia se incrementó y el pedófilo se cambió de ventana a la mía, me comenzó a gritar un monton de estupideces hasta que bajé la ventana.

    La chica se veía bastante asustada, el tipo al ver el vidrio bajarse comenzó a meter las manos pero yo en un rápido movimiento le clavé otro puñetazo.

    —Yo lo hago. —Dijo Zero tratando de salir de la camioneta.

    —No viejo, andas sin camisa y te puedes enfermar. —Me bajé de la camioneta y la lluvia rápidamente mojó mi ropa, el tipo estaba recostado en el piso sobándo su nariz.

    —¡¡Hijo de puta malcriado, rompiste mi nariz por segunda vez!! —Se quejaba el tipo mientras se revolcaba en el barro como un cerdo.

    —¿Qué dijiste? —Presioné mi pie contra su pecho— Puedo romperte las costillas si es que quieres.

    El tipo golpeó mi pierna y sin desperdiciar ningún segundo se levantó y me golpeó en el estómago.

    —¿Quieres más, cabrón?, ¿Quieres que te deje el cuerpo como dejaste mi nariz? -Me dio una fuerte patada en el costado del cuerpo y caí al piso.

    —¡Danniel! —Oí gritar a la rubia mientras mi vista se nublaba y sentía las gotas golpear con mi rostro, como si fueran granizos.

    Sentí mi cuello arder, involuntariamente me levanté y esquivé una veloz patada con dirección a mi rostro, cubrí el anterior mencionado con mis manos y le di un par de golpes en plan boxeador, acerté 7 de 10, el tipo me lanzó otro puñetazo pero yo lo rematé antes con otro golpe directo a la nariz, que ya había sufrido demasiado. Cayó al piso derramando torrentes de sangre, teñía el barro de un color carmesí.
    El tipo se levantó lentamente y tratando se ahogar el dolor comenzó a dirigirle unas palabras a la rubia.

    —Lo sabrán todos Amy, lo sabrá todo el mundo. —La rubia pareció haberse congelado ante aquellas palabras.

    Lo agarre de la camisa y abrí la puerta, coloqué su cabeza en el espacio que quedaba entre la puerta y el asiento, en el caso de que cerrara la puerta una leve parte de su cuello quedaría libre.

    —Amy... —La miré y sostuve la puerta, "Adivinando" su nombre.

    —¿A-Ah? —Dijo casi inaudible debido al susto.

    —Cierra los ojos. —Ella me hizo caso, yo también y en un lento movimiento le cerré literalmente la puerta en la cara tantas veces como las gotas que rebotaron en mi gorro, después cuándo sentí que el tipo no oponía resistencia, solté la puerta y lentamente comencé a abrir los ojos.

    Cuando abrí los ojos el tipo estaba boca abajo con una gran herida en el cuello, la sangre había manchado los neumáticos y era mejor largarse pronto. Me subí a la camioneta y aceleré, el silencio era dominante en la ocasión, Zero tuvo que romper el hielo...

    —¿No podía haber sido una batalla Pokémon? ¡¿Algo más sútil? —Dijo Zero igual de anodadado que todos nosotros.

    —¡Callate y no jodas!, Acabo de matar a un hombre. —Recosté mi cabeza en el volante mientras el auto seguía andando por la maleza, dejando rastros de sangre que se desvanecían lentamente por la lluvia.

    —Pero no fue por maldad. —Dijo la rubia tratando de sacando su lado más humilde.

    —¡Como haya sido, con la intención que tenía, en la instancia en la que estaba, NO IMPORTAN ABSOLUTAMENTE NADA!, Acabé con la vida de un miserable hombre, aunque era un enfermo era un ser humano después de todo. Lo mejor habría haber sido meterlo en la cárcel o algo, ¡¿Pero por qué lo tuve que matar yo?! —Golpee el volante molesto, haciendo sonar el claxon— ¡Acabé con la vida de un miserable hombre, y de la manera más cruel posible! —Volví a reposar mi frente en el volante y quité el pie del acelerador.

    Zero se bajó de la camioneta y abrió la puerta del conductor.

    —Quítate de ahí, si te vas a lamentar todo el viaje será mejor que yo maneje. —Dijo de brazos cruzados, siendo literalmente bañado por la lluvia.

    Me bajé de la camioneta y subí a los asientos traseros, la rubia hizo lo mismo.

    Zero comenzó a manejar, desde el principio se notaba que manejaba mucho mejor que yo.

    —Tengo todo el culo con barro, dejaste todo el asiento manchado. —Dijo Zero.

    —¿No les da vergüenza estar con un asesino? —Murmuré mirando por la ventana que estaba bastante agrietada.

    —¡¿Quieres callarte, maldita sea?! —El chico golpeo el volante— ¡Las cosas se dan por algo, no deberías lamentarte de lo que hiciste y quedarte ahí, pensando, lloriqueando como una niña de segundo grado!, ¡Lo mataste!, ¿Y qué?, ¡El tipo era un asco como persona, un enfermo, un degenerado, se lo merecía en cualquier sentido!, En el poco tiempo que te conozco he notado que eres un chico bastante maduro y con las pelotas bien puestas, ¡Pero me estás decepcionando!, Está bien, es algo muy traumático porque le quitaste la vida a un cuarentón virgen que recurría a prostituir menores de edad, ¡Haz echo algo bueno por la humanidad!, Deberías matarlos a todos ¿sabes?, si tan solo no te quedaras derramando lágrimas allí con la frente pegada a la ventana te respetaría, ¿No tienes huevos acaso?, ¡¿No los tienes?! —Exclamaba el chico mientras manejaba bruscamente.

    —Basta Zero... —Dijo la chica.

    —Deja que responda mi pregunta. —Detuvo el auto y me miró— ¿Tienes huevos o no tienes huevos? —Me preguntó de una manera más que poco sútil.

    —Si los tengo... —Murmuré con la frente pegada en la ventana, tal como lo dijo él.

    —¡Entonces!, No huyas de tus problemas, pero ojo, si huye de esa actitud inmadura, de no afrontar los hechos, huye de todo eso. La vida sigue, imbécil, ¿Te vas a quedar sentado hasta los treinta años recordando cuando mataste a un blasfemo?.

    —En serio Zero. —Repitió la chica.

    —Otra cosa, no te hagas el rudo gil. —El chico iba a continuar, pero fue interrumpido nuevamente por la rubia.

    —¡¿Te callas?! —Eso fue lo último que se escuchó de la conversación, acto seguido el chico volvió a manejar.

    El ambiente estuvo tenso todo el viaje, mi cabello mojado y el barro que tenía en el cuello era bastante molesto y por el echo de tener que sentarme con sumo cuidado debido a que estaba todo embarrado, todos se veían tan distantes, cada uno insertado en su mundo, en sus pensamientos... ¿Qué estarán pensando ahora, que soy un cobarde asqueroso? no quiero que piensen mal de mí, posiblemente esté con ellos mucho tiempo más y estar con gente que piensa mal de tí -o eso es lo que estoy suponiendo- no es muy agradable y menos Amy que después de saber que compartimos un pasado y que me acaba de defender acabo de sentir un extraño cariño, no es amor ni aprecio, un tanto parecido a la amistad. El hecho de ser muy parecidos me hace sentir completo, ya no sentía el vacío solitario que me acompañaba todas las tardes cuando iba al Bosque Veraz, ahora soy un ser completo, ahora tengo amigos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  14.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    652
    Aclaraciones

    -Haré este fic lo más realista posible, en algunos sentidos será parecido al manga, en otros al videojuegos y en muy pocos al anime.

    -Los Pokémon no tendrán un límite para sus ataques (Osea, un Pokémon puede aprender más de 4 ataques).

    -No hay sistema de niveles, hay ataques que aprenden solos cuando alcanzan un determinado tiempo en vida y con su entrenador.

    -Los Pokémon también se hacen más fuertes sin estar en batalla realizando actividades, algunas como; Jugar, Conversar, Dormir, Correr, etc... (Inclusive estar un determinado tiempo fuera de su PokéBall).
    -Como no hay un sistema de niveles, los Pokémon evolucionan alcanzando determinadas estadísticas (parecido a los niveles, pero menos certero) y también entrenando y viviendo lo necesario. (Es decir, un Pokémon que ha vivido 50 años pero que en su vida jamás a luchado o entrenado, no evolucionará, pero depende más de las estadísticas que del tiempo de vida, Treecko evolucionó tan solo a una semana de su nacimiento, esto es debido a que está siempre jugando con Hachi y Chu, lo que aumenta algunas estadísticas.)

    -Hay animales.

    -En muchas cosas los Pokémon son idénticos a los humanos, cuando ellos en realidad están enamorados por lo general ese sentimiento les dura años, algunos hasta la muerte.

    -La mayoría de los Pokémon tienen una esperanza de vida de 80 años, los Absol van por los 200 años y los dragones superan los 1000. (Solo las últimas evoluciones).

    -En muchos casos los Pokémon ganan madurez evolucionando, pero los que nunca evolucionan debido a su escasa fuerza adquieren la madurez con los años, como nosotros los humanos.

    -Así como con los animales, por lo general hay una manada de cada especie y el más fuerte lidera la manada, pero también el que le saca algunas evoluciones de ventaja al resto de la susodicha manada. (Como se pudo observar con la manada de Chu, este era el Pikachu más fuerte de la manada pero no era el líder debido a que Raichu, que era ligeramente más fuerte que él, era una evolución mayor y por ende era más maduro, apto para el líder de una manada).

    -Las estadísticas se ven con el PokéDex.

    -La isla se llama Ayewün, pero es conocida por extranjeros como "La isla perdida" Ya que no hay dato alguno en Internet.

    -Si hay internet en la Isla, pero hay páginas que están prohibidas (Tales como páginas que relaten paso a paso como huir de la isla y redes sociales).

    -No hay gobierno en la isla, es liderada por un grupo de "Mafiosos" pero a la gente no le importa la política.

    -Danny, Zero, Amy, B'kidd y Anne son huérfanos que estaban destinados a ser víctima de una cruda realidad, Danny, Zero y B'kidd iban a ser "esclavizados" e obligados a robar, también se tenía planeado que iban a vender sus órganos pero no eran tan pequeños y podían imponer resistencia.
    Las chicas fueron obligadas a prostituirse, pero Anne tuvo la misma suerte que Amy.

    -La idea anteriormente aclarada me surgió cuando me acordé de la película "Quién quiere ser millonario"

    -Si ponemos en niveles los Poke de cada uno, serían los siguientes.
    Danny .-

    Hachi - Nivel 32
    Grovyle - Nivel 18
    Elekid - Nivel 13
    Pikachu - Nivel 15

    B'Kidd .-
    Heracross - Nivel 29
    ??? - Nivel 70. (Se aclara que es un Pokémon inmensamente poderoso, por ende B'kidd no lo puede controlar)

    Zero .-
    Snorunt - Nivel 28
    Swinub - Nivel 16

    Amy.- (Aquí daré Spoiler's debido a que Amy solo ha mostrado un Pokémon)
    Starly - Nivel 18
    Cranidos - Nivel 10
    Charmander - Nivel 8

    -Las medallas también son necesarias para usar a los Pokémon muy fuertes que no son intercambiados.

    -Hay algunos Poke que son muy fuertes y que se necesitarían varias medallas para controlarlos (Hachi, Snorunt, Heracross) pero también influye la amistad (Los tres están con su respectivo entrenador desde pequeño, por ende su amistad en cifras del videojuego seria 255, lo máximo que hay)



    Pronto seguiré actualizando.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  15.  
    Hns

    Hns Entusiasta

    Aries
    Miembro desde:
    5 Febrero 2013
    Mensajes:
    124
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Han transcurrido muchísimas cosas e-e confieso que ahora me enganché con el tono realista que esta tomando todo. Aunque me chocan los personajes cortantes, comienzo a tomarle apreció a Dan y su séquito de niños huérfanos XD
    Me parece como medio fetiche que hayan estado todos huérfanos y ahora se estén relacionando entre ellos. Es como si fueran hermanos y a la vez no xD En especial la relación sentimental que tiene Dan entre ambas chicas, mas con la que abordó a Amy. Me quedé con la impresión de un limbo fraterno-amisto-amoroso jajaj fue épico que un chico de catorce asesinará a un tipo de cuarenta O_O en especial porque actuó como hombre más que niño, pero es correspondiente a la historia. Son niños huérfanos, tienen que ser fuertes para afrontar lo que está ocurriendo y mas cuando se enfrentan a una mafia D:
    La última publicación referentes a las estadísticas que reemplazan los niveles fue muy a lo PRO XD y gracias también por eso porque me aclaró un poco la película. Espero no perderme tanto entre los capítulos que sigan.
    Saludos!
     
  16.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    983
    Capítulo 13: Crítica social.

    Dentro de un universo vacío la sociedad vive ignorando sus problemas, viviendo como creen adecuado mientras que se marchitan, creen encontrar lo que consideran correcto y se conforman con eso por el resto de sus vidas. ¿Qué es lo correcto, qué es lo ideal? Ambas cosas son igual de subjetivas, varían según el contexto de la persona que crea poseer aquellos atributos. ¿Ser correcto, ser realmente ideal para una persona? A mi opinión primero hay que ser realmente correcto con uno mismo, ser la persona ideal para sí. ¿De qué te sirve fingir en realidad? Todos somos igual de vacíos, nos marchitamos conforme pasa el tiempo y seguimos dejarnos llevar por nuestro conformismo hasta que finalmente todos nuestros pétalos son arrastrados por la brisa primaveral, fingir solo hace que nuestros pétalos se pudran y que los abejorros teman a extraer nuestro polen, de tal manera que se vuelve relativamente imposible aportar de una manera eficiente a una sociedad cada vez más rota, cada pensamiento oscuro es solo un ladrillo más en la pared, un mural que nos impide avanzar como sociedad y nos deja tan atascados como cada perro siguiendo a una cola que se le ha sido cruelmente cortada. ¿Somos egoístas? El egoísmo se transforma en el pegamento que une a aquellos ladrillos, el egoísmo es lo que mantiene al muro de pie dividiéndonos como seres humanos, aquella peste que tiene podrida a la sociedad como tal somos nosotros, la misma gente que la conforma, aquella corrupción, opresión, todo lo que nos obliga madurar como personas y ver realmente la felicidad da un paso al costado, en esta egoísta sociedad nadie tiene permitido florecer como persona. ¿Por qué? Porque desde pequeños que nos vemos obligados a hacer cosas que no queremos pero y qué, al fin y al cabo, "benefician nuestro estilo de vida", pero... ¿En qué sentido nos beneficia convertirnos en seres distraídos? Hay otro muro que nos divide, es el muro de la ignorancia, en este muro todos somos un ladrillo, todos somos el pegamento que los une, cada uno de nosotros indirectamente alza aquel mural, levantando la cabeza vemos a los pájaros huír de seres tan caprichosos y egoístas, los perros sólo siguen a la gente que considera correcta y qué, continúa con aquella persona hasta el resto de su vida, los gatos nos consideran a todos una desdicha contra esta bella obra que es nuestro ecosistema, ¿De qué sirve tener dinero, tener autos y mansiones si finalmente no encuentras tu contexto de felicidad?, ¿De qué sirve vivir cegado y ser otra marioneta política que te apagan los sentidos?, ¿De qué sirve ser un ignorante aterrado y viviendo en su choza, bajo la almohada recibiendo el agradable calor de la chimenea? Yo prefiero morir en la miseria, siendo rodeado por lo que considero correcto, y también, viviendo feliz a vivir enternamente como un ignorante cobarde que tiene miedo a abrir los ojos y darse cuenta de que estamos aprisionados por dos grandes muros, los cuales los hemos construido con nuestros propios defectos.
    Yo soy Danniel Morrison, un chico que no tiene miedo a ser sincero y correcto, un chico qué, si bien desde pequeño soy considerado un vándalo al fin y al cabo no tengo malas intenciones. Ha pasado una semana desde aquella vez que acabé con la vida de un miserable hombre, mi estilo de vida ha cambiado un poco, desde que estoy volviéndome una persona feliz... Bajo mi contexto.

    —¡Hey, Dan! —Exclamó una chica rubia de ojos claros que hace poco acababa de cumplir los doce años— ¿Qué haces ahí escribiendo? Tenemos que entrenar, chico tonto —Dijo inocentemente inflando los mofletes.

    Yo solo sonreí y me puse de pie, estaba sentado en el suelo, cerca de un pasillo.

    —Ya voy... —Salí de una biblioteca que era donde estaba estaba— Ah, ¿Tenemos que seguir con los gimnasios? —Mencioné en un profundo suspiro.

    —No sé viejo, creo que lo adecuado ahora mismo sería entrenar por el bien del grupo. —Dijo el chico de cabellos azulados, que ya denotaba una pizca de madurez.

    —Sí, mi Cranidos luego evolucionará. —Sonrió la rubia orgullosa de sí— Oye Dan, ¿Te apetece entrenar conmigo?.

    —No tengo otra opción —Suspiré pesadamente pero luego sonreí— Vayamos al bosque, hay más espacio.

    Caminamos un rato hasta un bosque lejano, yo iba acompañado de Grovyle y Ami iba con su flamean te Staravia sobre su gorra, que había evolucionado hace unas horas.

    Mi mente volaba por el cielo celeste que inundaba toda la zona, viajando y saltando por las nubes sentía como me islaba de aquellos seres humanos que hacían de esta sociedad una más nefasta.

    —¡O-Oye! —Sentí como la chica me golpeaba cruelmente— ¡De nuevo dormido en tus pensamientos! —Acabó los golpes con un feroz puñetazo que me hizo caer.

    —Hey... —Me levanté lentamente— No era necesidad de golpearme —Me sacudí— Sabes que no te puedo golpear porque eres una chica.

    —No debes tenerme paciencia. —Dice cruzándose de brazos— ¡Puedes golpearme si quieres!, Evitar tus deseos solo te hace más retraído. —Agregó la rubia, tratando de provocarme en cierto modo.

    —Tampoco es que lo desee, aparte de que soy muy esquivo a golpear a una chica, va contra mis valores morales. —Sonreí triunfante y la agarré del brazo— Andando. —Caminé con ella jalándola del brazo.

    —¡O-Oye!~ —Volvió a exclamar la chica— ¡No te hagas el chico lindo conmigo! —Mencionó y me detuve.

    —Ah... ¿Qué tenga valores morales significa que me estoy haciendo el lindo? —Reí levemente— ¿Es que los chicos de hoy en día ya no tienen valores, acaso? —Me di vuelta y seguí caminando, pero esta vez sin jalarla del brazo.

    Solo sentí como la chica se quedo ahí unos segundos, luego me alcanzó corriendo. Luego de un rato por fin llegamos, Grovyle acariciaba algunos árboles sonriente.

    —¡Ya llegamos! —Salta a las ramas de un árbol.

    —Vaya, que aire tan limpio. —Dije sonriente.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  17.  
    Durazno

    Durazno Vagando por ahí

    Piscis
    Miembro desde:
    28 Marzo 2013
    Mensajes:
    140
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Pokemon, The lost Island
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1632
    NOTA DEL AUTOR: Más de un año sin tocar este fic! que nostálgico... Bueno bueno, no sé si lo seguiré al hilo puesto que ahora tengo otro proecto en proceso (Psicosis, una obra original, les invito a leerlo) Por lo que la continuación de este fic lo dejaré un poco a segundo plano.
    Capítulo 14: Simplemente, belleza.

    —¡Cranidos, ve! —La muchacha envió a su Pokemón dinosaurio a la pelea. Este mostraba mucha seguridad en sí mismo, tanto así que al enviar a Hachi, lo menospreció de sobre-manera cruzándoe de brazos— Eh, no es justo. —Exclamó la chica molesta al ver a Hachi— ¡Es tu mejor Pokemón! Cranidos no tendrá oportunidad contra él.

    Cranidos al oír esto, miró a Amy confundido y con una gran grieta en su orgullo. Este le mostró su enfado a su entrenadora, dejándole en claro que puede contra cualquier rival.

    —No parece importarle mucho a tu Pokemón. —Sonreí levemente— Bah, seré suave.

    —Muy bien, Cranidos, ¡Cabezazo Zen! —El Pokemon obedeció y su cráneo comenzó a destellar, posteriormente comenzó a correr muy velozmente hacia Hachi.

    —Derribo. —Hachi hábilmente esquivó a Cranidos y le propinó un poderoso empujón el cual lo lanzó por los aires hasta golpearse con el tronco de un árbol— Hay algo en los Pokemón que lo denomino "Espíritu de autosuperación". Cuando un Poke se ve las caras contra un adversario millones de veces más poderoso que él, usa hasta la última gota de esfuerzo para igualarle o superarle en fuerza, obviamente hace esto antes de ser derrotado en el acto por su rival, pero el esfuerzo que empeña en su acometida es lo que lo fortalece tanto mentalmente como físicamente. Hachi de bebé se vio contra rivales mucho más poderosos que él, pero nunca dejó de perseverar hasta fortalecerse inmensamente. Cranidos es un Pokemón muy fuerte, y estoy seguro de que si se esfuerza logrará hacerle frente a mi Growlithe. —Miré a mi Pokemón— Hachi, es suficiente, si vuelves a golpear a Cranidos posiblemente lo debilites, así que limítate a esquivarlo hasta que te conecte algún golpe crítico.

    —¿No sería eso mucha ventaja? —Amy alzó una ceja, viendo como su Pokemón se levantaba con mucha dificultad.

    —Es lo justo. Digamos que es cuando en un videojuego haces trampa para subir de nivel, aquí pasa algo parecido. Te estoy ayudando. —Sonreí y me crucé de brazos, por primera vez me sentía superior.

    —Muy bien, Cranidos, ¡Usa Cabezazo Zen otra vez! —El Pokemon repitió el movimiento, el cual fue fácilmente esquivado por Hachi.

    Así estuvimos varios minutos hasta que Cranidos ya no aguantaba el cansancio, simplemente cayó al piso exhausto.

    —No lo entiendo... Cranidos no logró asestar ni un solo golpe y esta cansadísimo, pero Hachi no muestra ninguna señal de cansancio. —Afirmo Amy, algo extrañada.

    —Te equivocas. —Le dije y señalé los pies de Hachi— Fijate, Hachi ya casi ni puede mantenerse en pie, sus piernas están temblando y su respiración está entrecortada.

    En efecto, Hachi al igual que Cranidos estaba exhausto. Posiblemente un solo golpe certero de Cranidos podría derribarlo, pero también un golpe de Hachi acabaría con Cranidos.

    —El primero que conecte un golpe crítico será el ganador, y ahora haré que Hachi pelee. —Sonreí y arreglé mi gorra— Hachi, ¡Rueda de fuego!

    —¡Cranidos, vamos, usa Testarazo!

    Apenas Cranidos se pudo poner de pie, Hachi comenzó a envolverse en fuego. Cranidos usó toda la fuerza que le quedaba recubrirse en un extenso aura color calipso. Ambos corrieron hacia el otro envueltos en su respectivo poder, lo que provocó un impacto muy fuerte entre ambos.

    —Gané. —Mencioné sonriente al ver a Cranidos derrotado en el suelo y a Hachi de pie, frente a él.

    —Oohh... Al parecer Hachi se ha vuelto imbatible... —Mencionó Amy, devolviendo a Cranidos a su respectiva Pokeball— ¿Cuándo lo harás evolucionar?.

    —Apenas tenga una piedra de fuego. Hachi me ha demostrado que quiere dar ese paso importante en su vida, ya que hay mucho poder que no puede utilizar por su pequeño cuerpo... —suspiré— al igual que yo, ojalá tuviera un cuerpo más adulto. —Mencioné mirando mis manos.

    —¡Oigan! —Gritó Zero, introduciéndose en el bosque— Hay unos sujetos extraños causando desmanes, dicen que te buscan a tí, Dan. —Mencionó, algo cansado, sobajeándose las rodillas. Puede que se haya caído en el viaje— ¡Síganme! —Nos dio la espalda y se puso a correr, Hachi se subió a mi hombro y le seguimos.

    Luego de un rato de correr -y de comprender el porqué Zero estaba tan cansado- llegamos con unos hombres extraños, poseían Pokemón tipo Dragón los cuales estaban haciendo un poco de desorden, pero al parecer no pasaba de eso, no le habían hecho daño a nadie. De pronto, un hombre de chaqueta roja y pantalones negros, con unas grandes botas y bastante alto, de hecho, su sola mirada me hacía sentir inferior, se acercó a nosotros.

    —Dan, ¿Como lo llevas? —Sonrió maliciosamente

    —No entiendo cual es el propósito de precipitarse tanto con el tema... —Mencioné, apretando los dientes— ¿No se supone que me dieron otras dos semanas? dejen de molestar. —En ese mismo instante, todos mis Pokemón salieron de sus respectivas Pokeball sin ninguna orden mía, en pos de defenderme si fuese necesario.

    —¿Tienes dos semanas y no tienes ningún Pokemón tipo Dragón aún?, ¿Tú crees que lograrás hacerte dragones tan fuertes en tan poco tiempo? —El sujeto parecía molesto, creo que de alguna u otra forma le pasé a llevar su orgullo— ¿Y tú, que haces aquí? —Pareciera como si el hombre conociese a Amy, puesto que le habló con suma confianza.

    —¡¿D-de qué hablas?! —Tartamudeó la chica— ¡N-no te conozco!

    Afortunadamente para Amy, una fuerte ventisca que acabó con todos los dragones de la zona, azotó sin previo aviso.

    —¡Muy bien Drako! —Escuché, era Anne, quien estaba montada en su Dragonair el cual flotaba en el aire.

    —¡Oh, es Anne! —Exclamó Zero sorprendido— ¡La otra huérfana!

    —¡¿Qué?! —El sujeto estaba sorprendido, sus pies habían sido congelados y pegados al suelo— ¡N-no me puedo mover!

    Anne bajó de Dragonair y me abrazó muy fuerte, tanto como si no nos viéramos hace años.

    —¡Estaba muy preocupada cuando oí que te estaban siguiendo! —Exclamó la chica, mirándome esperanzada a los ojos— No te dí las gracias por haberme llevado a la enfermería.. —mencionó est un pc apenada y me volvió a abrazar muy fuerte.

    —Me alegro de que estés aquí, Anne. —Sí, por primera vez me sentía bien sobre la presencia de alguien. Luego de decir esto, correspondí a su abrazo y miré a Drako sonriente.

    Todos los bandidos se encontraban congelados e inmóviles, el poder del Dragonair era abrumador.

    —Toma, lo necesitas más que yo. —con una mano tomó de mi muñeca y con la otra colocó una Pokeball en la palma de mi mano— Es la Pokeball de Drako. Se encariñó mucho contigo.

    Pikachu saltó hacia el hombro de Anne. Yo sorprendido, miré anonadado a la chica y a Pikachu sobre su hombro, luego entendí la situación, por lo que sonreí.

    —Toma, la Pokeball de Chu. —Se la entregué, un poco apenado.

    —¿Eh, por qué? ¡Es tuyo! —Exclamó la muchacha, siendo bastante modesta.

    —¿Quién cuidará del valle, en ausencia de Drako e Ivy? —Sonreí— Chu se encariñó con el lugar, y siempre ha deseado ser el líder de una manada. Por favor, acéptalo y haz cumplir su sueño, estará mucho más feliz ahí que conmigo. —Sonreí, pero era de esas sonrisas tristes, es difícil dejar ir a Pikachu, en tan poco tiempo nos habíamos vuelto muy apegados y el también se había encariñado un montón con mi equipo.

    —Oh, comprendo... —Mencionó Anne, tomando en brazos a Pikachu— Sin embargo, me temo que el valle ya no está. Por el peligro que representa esta zona en particular, se lo envié a mi hermana la cual vive en una zona mucho más segura donde puede cuidar de los Pokemon, y por el momento no podré enviar a Pikachu allá puesto que desde la madrugada de ayer que no funcionan los sistemas de transferencia ni tampoco algunos aparatos tecnológicos.

    —Eso es cierto. —Afirmó el sujeto, sosteniendo su sonrisa maliciosa— ¡Saboteamos todos los sistemas de cableado eléctrico en la isla! —Soltó una risa un poco patética.

    —Vaya, que mal representante eres. ¿Es que, algún miembro cuerdo, daría a luz sus planes? Podíamos haber pensado que era solamente en una zona parcial de la isla, así pudiendo haber viajado hacia otras zonas en busca de algún sistema funcional, descuidando un poco el entrenamiento de nuestro equipo y perdiendo mi motivo principal el cual es entrenar un par de dragones y encontrar a Espeon, así quedaríamos vulnerables ante sus ataques, pero ahora que nos diste a conocer que sabotearon los cableados en toda la isla, no perderemos el tiempo en buscar sistemas. También al haber declarad que fueron ustedes, nos dejan en claro que tienen alguna relación con los líderes políticos de la isla para lograr tal acto sin haber sido arreglado rápidamente por algunos mecanismos ingenieros de la isla. —Deduje, y una vez dicho esto, sonreí.

    Zero soltó una carcajada y el sujeto quedó pasamado,no sabía que decir.

    —Gran punto Dan... —Dijo Amy, sorprendida.

    —Mejor guarda silencio Amy, tengo que hablar contigo después. —Sostuve serio y acaricié a Chu, despidiéndome.

    —¿Oh, Amy? ¿Amy la huérfana?—Preguntó Anne sorprendida.

    Luego de esto, ellas empezaron a conversar, pero no tiene importancia.

    —Muy bien, no te conviene seguir aquí. Juntos, nuestro equipo Pokemón supera en demasía a todos sus dragones, así que mejor se retiran. —Le dije al sujeto, derritiendo el hielo de sus pies gracias a Hachi.

    Inesperadamente, el sujeto me hizo caso y toda su manada se retiró. Bah, que patéticos son.

    Drako comenzó a interiorizarse con mi equipo Pokemón, y gracias al sistema de cableado de mala calidad, no tendremos que despedirnos de Pikachu.



    Continuará.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  18.  
    Graecus

    Graecus uwu7

    Libra
    Miembro desde:
    26 Marzo 2013
    Mensajes:
    3,357
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Jum...tenia tiempo sin saber de este fic pero es genial que decidas continuarlo xDD

    Debio ganar Cranidos :( bue xDD

    tendré que releer todo porque olvidé el contexto xD por lo demás me gustó. Sigue asi.
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso