Pokemón nuevo reto

A partir de ahora los capítulos tendran su tono oscuro. Por lo tanto a pesar de lo que dice aquí pasará a Mayores de 16 años o maduros. Bueno, a partir de aquí no pero los tendra.

-Más calma; Dominó entra a escena-

-Hola- hablaba de manera baja una hermosa rubia de ojos color esmeralda que rivalizaban con los de la bella Marina. -¿Hay alguien?- preguntó la joven que horas atrás había sido traicionada por Silver para ser entregada a Ash pero por azares del destino fue ignorada por las personas presentes.

-Hola- dijo una voz proveniente de la cocina. Una hermosa castaña de cola de caballa que traía un delantal puesto salía con una bandeja que tiene una tetera así como tazas para el té. Los ojos color zafiro de la joven inspeccionaban de pieza cabeza a la chica y se impresionó al notar el traje que traía sobre todo con la gran “R” de color rojo en el centro de su bien formado pecho. – Mi nombre es Hilda Touko Ketchum – dijo de manera sonriente la joven que venía de la lejana región de Unova ignorando por completo el traje que tenía la rubia.

- H-hola soy Dominó – respondía la rubia ante el gesto de cortesía de la joven castaña quien solo sonreía. – Me puedes decir dónde estoy – ahora que lo pensaba se le hacía familiar el apellido Ketchum y la pregunta que hizo iba ir dirigida hacía un solo sentido. Sí lo que soñó fue de alguna manera una visión de sus futuro ella solo quería asegurarse de que sería verdad.

- Bueno, estamos en el Pueblo Paleta. De hecho estas en la casa de mi adorado novio – dijo de manera sonriente la castaña. Ella era un de las novias de Ash pero era más calmada al grado de rivalizar con la actitud serena de Marina pero con una inocencia que tenían ambas chicas.

- Ash – decía en voz baja la joven rubia quien fue escuchada por Hilda.

- Así es, mira se que puedes pertenecer o haber pertenecido a esa organización… pero sé que Ash jamás dejará que te lastimen. – la palabras que uso ahora la castaña eran más serias que antes. Si bien, ella deseaba la muerte del Equipo Rocket, había algunas personas que eran buenas o simplemente estaban ahí debido a sus condiciones o en este caso amenazadas o separadas de su familia. – Sí quieres hablar con Ash, puedes hacerlo pero después de tomar el té con nosotros así que deberías de cambiarte de atuendo – habló Hilda señalando las vestimentas de Dominó que a parte de dar la impresión del Equipo Rocket, estaban algo sucias.

- Pero no…-

- Descuida, si necesitas ropa te puedo prestar. Además ya me quiero quitar mis botas y mi chaleco – dijo de manera sonriente la castaña mientras dejaba la charola en la mesa de la sala. – Bueno, pero debes de saber una cosa, por el momento Ash esta arriba pero no puedes entrar – dijo de manera seria Hilda mientras guiaba a Dominó a un cuarto que era el de huéspedes que estaba muy cerca de la sala.

- Hilda, ya debemos de subir – gritaba una voz muy conocida para la castaña.

- ¡Ya voy Lyra! – respondía Hilda. – Muy bien, creo que esta es mi mochila de ropa – dijo la castaña mientras veía su mochila y vio que tenía ropa adentró.

-Creo que debes de ir arriba- dijo Dominó de manera baja, pues jamás pensó ser recibida con esa clase de hospitalidad, pero el problema radicaba en que Silver le traiciono.

-Muy bien, este es el cuarto de huéspedes que nadie usa. – abrió la puerta la mejor amiga de Rosa para revelar un pequeño cuarto parecido al de Ash pero sin as decoraciones que tenía. Una cama, una mesa de noche así como un pequeño armario como un espejo; Dominó inspecciono la habitación para ver que no pasará nada fuera de lo común. – Me tengo que retirar, pero no te preocupes –respondió la castaña para retirarse.

Dominó veía la habitación, ella se dirigió a sentarse en la cama mientras miraba la ropa que le dio aquella joven que es novia de Ash, por alguna razón sentía que ya lo conocía pues a pesar de saber sus rostro, cómo es que los recuerdos y sueños que tenía con su hermano mayor se fusionaban con aquella persona. Mientras tantoen la habitación de arriba, todos se habían acomodado de una manera que todos estuvieran descansando Marina por su lado estaba abrazando a Yellow quien estaba dormida mientras la peli azul recostaba su cabeza en el hombro del azabache como lo hacía Sabrina con Platina.

-Ash – decía Marina quien estaba preocupada por Ash, pues ella sabía un poco sobre las princesas de Hoenn y Sinnoh. -¿Cómo te sientes? – preguntaba de manera angustiada Marina quien conocía a Ash en los momentos más tristes que ha tenido. Los ojos esmeraldas de ella veían a Ash, esos ojos observaban a aquella persona que le abrió su corazón sin juzgarla.

-Me siento feliz, sabes, me siento feliz de que todas estén aquí. Sé que tengo a los dos legendarios de Unova, pero más que eso, me siento feliz de tenerte a mi lado. – Ash estaba hablando desde su corazón, sin los recuerdos del dolor de Dawn y May en Unova. Cynthia lo escuchaba al igual que Rosa como Sabrina. –Saben, cuando llegue aquí, no supe que es lo que deseaba hacer pues esa derrota ante Cameron me afecto mucho pero ese mismo día te conocí a ti Marina.- decía con una sonrisa Ash mientras sentía como parte de la felicidad volvía a él. Él sabía de la presencia de Mewtwo al igual que la de Arceus quien estaba desde el Salón de los Orígenes junto a Ho-Oh como con Lugia quienes son los que guiaron a Ash como a Marina, Lyra, Sabrina, Cynthia como a todas las compañeras de Ash quienes alguna vez miraron a ambos.

-Recuerdo la manera en que las conocí a cada una, pues a pesar de que no iniciamos bien – esto último fue dirigido a Sabrina quien solo sonreía al recordar como era ella. –Las quiero presentes a todas. He madurado mucho en el último mes, pero eso no quiera decir que no me pueda divertir aún. Lo que haga hoy y mañana lo haré con ustedes ya que las amo. Si me dieran entre escoger mi carrera de entrenador o ustedes hace mucho creo que seguiría un camino a ciegas pero hoy prefiero verlas todos los días junto a mis niñas – el corazón de Ash se abría mientras cada persona presente los escuchaba.

Leaf sentía una gran felicidad saliendo de su pecho, por alguna razón ella ya quería ir a besar a Ash y gritar pero recordó a las niñas.

-Eso quiere decir que nos quedaremos aquí para hacerte feliz- decía Rosa de manera alegre mientras recostaba en la cama a Amber quien se estaba quedando dormida. Una vez que cobijo a Amber, ella hizo lo que Rosa solo sabe hacer y es amar a su Ash. Todas las presentes, exactamente todas vieron como Rosa se lanzó a abrazar a Ash literalmente por lo que Marina y Sabrina se apartaron junto a las dormidas Platina y Yellow mientras la castaña lo abrazaba y besaba en la boca. –No te soltare nunca – expresó Rosa mientras Ash seguía siendo besado por la castaña quien era la que más demostraba su amor por Ash y este se lo devolvía.

Todas las chicas estaban presentes mirando aquella escena así que Cynthia y Leaf decidieron que Sapphire y Ambertwo junto a Amber no escucharan nada. Sabrina solo reía al igual que Marina pues a pesar de que amaban a Ash, Rosa ocupaba un puesto que nadie tendría que es el de amarlo hasta matarlo.

-Aquí están los… - Lyra había entrado con los Sándwiches para ver a Ash siendo comido a besos por Rosa mientras observaba como todas reían o tenían una sonrisa en sus rostros. - ¿Rosa se esta comiendo a Ash?- preguntaba Lyra al ver tal escena pues si bien la que más demostró su devoto amor por Ash era Rosa, lo que hacía le hacía sentir muchos celos ya que Lyra se imagino hacer eso después de traer el almuerzo. –“Me ganaste”- pensaba mentalmente.

- Rosa, ¿qué haces? – exclamó la castaña de ojos azules que había hecho el té. Avergonzada, ella se sentía avergonzada. – Rosa, no hagas eso… no… esta bien… digo no… mejor… el baño –ahora un sonrojo invadió la cara de Hilda mientras un aura de celos salía de su cuerpo.

-Ash no me dejes que me haga daño – grito Rosa para esconder su rostro en el pecho de Ash quien reía pues a pesar de todo lo que ha pasado, cada uno de los presentes recuperaban tranquilidad.

-Bueno, quien dormirá con Ash- aquella pregunta hecha por Leaf sacó a todas de sus risas y Rosa sabía que mejor no despegaba su rostro ya que le iba a doler.

-“Arceus, ¿por qué me odias?”- preguntaban mentalmente Ash y Rosa mientras Arceus sonreía ante su elegido.

 

Yellow: Hola amigos, hoy les haremos un fanservice para unos cuantos.
Leaf: Así es.
Cynthia: haremos el amor con Ash.
Sabrina le jala la oreja.
Sabrina: ESO NO
Cynthia (llorando) : Sabrina, eso duele, me duele.
Yellow/Leaf: No nos referiamos a eso Cyn.
Leaf: De hecho es para @angel caotico11 el regalo.
Sabrina (aun jalando a Cynthia) Espero que le guste la historia.
Cynhia: ¡Me duele!

-¿Lady Arceus? Marina adopta a Ambertwo-

Todos en la habitación estaba en un silencio que dejaba en claro que la situación presentada por Leaf estaba tensa. Rosa tenía miedo ya que si se armaba una pelea las niñas se despertarían y ella no quería salir lastimada. Marina, Leaf, Cynthia, Lyra, Hilda y Sabrina se miraban ya que aquella pregunta solo generaría una pelea. Leaf quería pasar tiempo de calidad con Ash pues solo llevaba cuatro días desde que se reencontraron. La joven Oak miraba a las demás jóvenes pero no quería decir nada de hecho, Dalia se arrepentía de lo que dijo pues pudo haber provocado la ruptura de todo esto. De repente la pokeball blanca de Mewtwo se abrió mientras la luz blanca cubría todo el cuarto y despertaba a las niñas quienes no podían dormir por el brillo emanando del ser legendario.

-Es bueno verte Mewtwo- habló Ash saludando al Pokemon que es único a pesar de que hay otra de su tipo. Ash miró con ojos de salvación al Pokemon que una vez lo mato, irónico ¿verdad?

-Lo mismo digo joven Ash- habló el hermano de Mew quien volteo a ver a Ambertwo quien estaba abriendo los ojos. Aquellos ojos que vio él en sus sueños le hacían recordar un sinfín de cosas pero también le recordaban la fragilidad de la vida.

Las presentes no sabían que sucedía.

-Déjenme presentarme. Mi nombre es Mewtwo, soy un Pokemon legendario como Reshiram y Zekrom creado a partir del ADN de Mew por lo tanto soy el más nuevo integrante.- decía el Pokemon ADN sin saber plenamente de la existencia de “ella” en su totalidad. –Fui enviado por Mew y Arceus como el tercer legendario del equipo de Ash. – El azabache ya podía entender lo que sucedía. A pesar de no mostrar a Reshiram y Zekrom, ellos estaban muy felices con él además de que demostraban el lado bueno y malo de Ash.

-¿Tú eres hermano de mew?-

Ahora Cynthia habló. La rubia estaba más que impresionada por ver a un Pokemon legendario a pesar de haber presenciado al trío dragón. Pero el poder calculable de Mewtwo difiere al de los demás Pokemon siendo encapsulado por Arceus sin que otro legendario supiera.

-Así es mi querida amiga- otra voz se escucho y de un portal salió una joven de cabello peli negro y ojos color esmeralda así como un bien definido cuerpo parecido al de Sabrina. La joven tenía un vestido blanco con detalles negros así como un cinturón dorado con algunas decoraciones y unas sandalias de tacón de color negro. Arecus se había mostrado en una forma que muy pocos conocían y esa era una de las razones que deseaba entrar en escena. –Mi nombre es Arceus mucho gusto- dijo la joven estirando la mano a la campeona mientras todos incluyendo a Mewtwo se le caía la mandíbula al suelo, bueno solo abrieron la boca en señal de shock.

-¿E-Eres A-Arecus?- preguntó Cynthia que no salía de su sombro pues según las leyendas Arceus era un Pokemon legendario muy poderoso, pero en vez de eso era una hermosa joven que tenía un cuerpo envidiable.

-Sí, yo soy Arceus solo que me…- ahora un sonrojo apareció en las mejillas de la joven ¿legendaria? –Experimente y por error me transforme en humana jeje- respondía muy avergonzada la Pokemon ¿Alfa?

-Arceus, pensé que tú eras un hombre- ahora Ash habló sin despegarse de Rosa.

-Jamás te dije mi sexo idiota- ahora las hormonas humanas afectaban a la legendario que no se percato de cómo le respondía a su elegido.

Ash y todas las presentes se impresionaron por lo dicho.

-Madre, esa no es forma de hablarle a Ash- Mewtwo le recalcó a su madre. Arceus se percató de lo que hizo y por alguna extraña razón se sentía mal. Ella sentía un dolor en su corazón y sabía que era afectada por el cuerpo femenino que tenía pero más aún le dolía la manera en que le habló a Ash quien además de ser el elegido es el digno sucesor de Sir Aaron.

Arceus empezó a llorar y se abalanzó a Ash quien abrazaba a Rosa de manera fuerte.

-Lo siento mucho Elegido… perdóname, es que yo… yo no sé que me pasa- para todas la presentes era más que obvio que Arceus sucumbió al cambio, pero era muy extraño para Ash todo esto. Su “Elegido” le acarició la cabeza mientras Rosa le miraba aún sorprendida. –Elegido-

-No necesitas ser formal con nosotros Arceus, estoy agradecido con que estés aquí y nos expliques la situación.- sonrió Ash. La legendaria no sabía que sucedía pero ella deseaba ser entrenada por Ash.

-Ok, de nuevo gracias- dijo la peli negra mientras se secaba las mejillas. Rosa no aguanto las ganas y como una niña pequeña se abalanzó a abrazar a la de ojos color verde quien quedo atónita ante aquel acto. –Pero.-

-Genial, otra miembro de la familia Ketchum- expresó alegremente la joven mientras las presentes se sonrojaron incluida la legendario quien negó con la cabeza.

-Y-yo solo vine a-a explicar-r la situación q-querida- habló de manera nerviosa para ver a la pequeña Amber Two quien les miraba confundida y con miedo. Sorprendida, Arceus estaba sorprendida y no sabía como reaccionar, frente a ella estaba su “hija” por así decirlo. -¿Amber?- preguntó Arceus y todos los presentes voltearon a ver a la pequeña de cabello verde quien se encontraba asustada ente la mirada de los presentes.

Marina vio a la pequeña quien por alguna razón la hacía sentir cosas que no sentía antes, era como si una sensación apareciera en su corazón.

-Hola- de manera dulce y delicada para no asustarla habló Marina quien se puso de rodillas a la altura de la cama para ver a Amber Two quien estaba asustada.

-Hola- dijo en voz baja y temblorosa la niña.

Mewtwo recordaba la voz de su amiga… era ella, su mejor amiga estaba ahí de verdad.

-Me llamó Marina, mucho gusto- aquella manera dulce de hablar impresionó a todas las presentes y aun más al azabache quien desde que conoció a Marina, no solo forjó una amistad sino un camino que ambos algún día debían de recorre a pesar de todo lo sucedido, Ash y Marina se apoyarían el uno para el otro. La peli azul de coletas miraba a la pequeña ignorando a las presentes incluyendo la presencia de la “diosa” Arceus en la habitación. -¿Cómo te llamas?-

-Amber- de manera baja por lo que pasaba la niña habló. Sus ojos caramelo como los de Ash hacían un hermoso juego con su cabello verde.

-Que hermoso nombre- Hilda miraba a Marina, miraba la forma de hablar de la primera novia de Ash por así decirlo. Era increíble para Cynthia y Sabrina que una joven como ella supiera ser tan buena “madre”. Lyra agarró el brazo izquierdo de Ash y lo abrazo, el azabache noto aquel acto y le dio un beso en su cabeza mientras ella sonreía por la muestra de afecto.

Leaf decidió quien o mejor dicho quienes dormirían con “su” novio.

-Gracias- el miedo se desvanecía dando paso a la inocencia. -¿Eres mi mamá?- ella sabía que no era cierto pero quería saber si aquella joven de verdad podría serlo.

Marina no sabía que hacer.

Amber Two sintió miedo.

-Sí-

Aquella palabra se escucho en toda la habitación, una pequeña habitación.

Las lágrimas bajaron por las mejillas de Marina quien sonreía por lo acontecido. Amor, cada una de las presentes quienes lloraban ante tal acto menos Arceus quien sonreía de manera tierna. Lyra lloraba mientras Ash le limpiaba sus lágrimas de amor que para él era una prueba fidedigna de que ella le amaba como amaba a las demás. Ash miró a Marina quien fue la primera chica con la que compartió el primer lazo y a una de las que más quería para ver a Lyra con una mirada de amor.

-“Te amo Lyra”- por medio del aura Ash le habló a la joven quien le miró.

-“Te amo mucho Ashy”- le respondió Lyra mientras un sonrojo invadía los rostros de ambos.

Marina abrazó a Amber quien poco a poco formaba lágrimas en sus ojos. Amber correspondió el abrazo y poco a poco las lágrimas bajaron.

-No me dejes- Fueron las palabras usadas por Amber Two quien poso su cabeza en el pecho de Marina mientras esta le abrazaba de igual manera que como lo hace una madre. Los presentes vieron tal escena, Hilda y Leaf estaban ansiosas de tener una hija con Ash quien sentía esa sensación de que algo iba a pasar… pero no sabía si era malo. –

-Ya, tranquila, no lo haré- las palabras era un detonante en la joven quien era diferente a la primera Amber quien seguía dormida mientras abrazaba a su hermana Sapphire quien abrazaba su almohada pero poco a poco sentía la presencia de su padre como Platina, cargada por Sabrina, empezaba a abrir los ojos. –No pasa nada, yo aprenderé a amarte y te cuidare- las palabras hacían llorar a Sabrina como a Cynthia, Hilda no aguanto y abrazo a Leaf mientras lloraba.

-Ya, tranquila Hilda *snif* ya tranquila- Leaf le abrazaba mientras Hilda lloraba más que Rosa quien no lloraba tanto.

Un beso, Marina le dio un beso a su “hija”.

-Te voy a amar como si fueras mi hija- respondió la peli azul a la niña quien seguí llorando en el pecho de su madre. –Y jamás te abandonare- aquella frase hizo que Marina derramará más lágrimas ya que uno de sus sueños se hacían realidad y era tener una familia con un chico que amaba.

-“Estas jóvenes son diferentes, ellas lo amaban de verdad y no dudan en formar un familia”- pensaba MewTwo para ver a Arceus quien recordaba que aun era una mujer. –“Por lo visto tú tienes un aura que no tenías antes, parece ser que el cambio de cuerpo no fue “error” de un experimento”- pensó Mewtwo mientras observaba un aura azul parecda a las de las jóvenes.

Platina abrió los ojos para ver a su madre, a Sabrina quien le había dicho que era su madre y al cual no dudo en aceptarla como hija.

-Mamá- murmuró la joven llamado la atención de la peli verde.

-Platina-

Bueno hasta aquí llego el día de hoy. Si les gusto por favor denle me gusta y compartanlo con sus amigos me serviría de mucha ayuda. Te ha hablado #aniberdross y te deseo buenas noches.

Marina (en ropa interior y furiosa) ¡Cállate, trato de estar a solas con Ash! Tú no me dejas hacer lo que deseo con él ya hora lo haremos.

Cierra la puerta y se escuhan ruidos de... ¿videojuegos?

Aniberdross: Es tan perturbador y no es lo que esperaba.

 

Se los debía y aquí esta. Sinceramente me tomaré un tiempo y este será el último capitulo por ahora.

Marina y todas estaban llorando.

-No va a ser un adiós sino unas vacaciones- decía Ash.

Rápidamente las jovenes se cambiaron a trajes de baño que algunas dejaban volar la imaginación.

-Vamonos de vacaciones- grito Rosa mientras tomaba a Ash y se lo llevaba olvidando su bolso.

-Yo se lo llevo- se ofreció Leaf al ser la 1356 vez que Rosa olvida su bolso.

Bien, creo que es todo por ahora.

-Aun falta nuestra noche con Ash- Marina e Hilda me tomarón y me encerraron en un cuarto con una computadora. -y no salgas hasta que termines-

-Un poco más de amor de hijas-

Ash observaba a Platina, la viva imagen de Dawn Berlitz se hallaba frente a él y sobre todo la persona que más le lastimo durante su viaje en Unova. Ash escucho la voz de Platina la cual era muy diferente a la de Dawn, esta era más suave pero a la vez tenía cierto temor. Aquellos ojos color chocolate que se parecían a los de Ash, observaban a cada persona que estaba en la habitación. Platina y Ash se miraron para que la peli azul se escondiera en su madre.

Sabrina miró a la pequeña quien le estaba abrazando para tratar de calmarla.

-Platina, no tengas miedo- era imposible de creer el gran cambio que tuvo la ex líder de gimnasio para las personas que le conocían de hace tiempo.

Ash se acercó a Platina quien le miraba como si lo conociese.

-Hola- dijo de manera suave el azabache. Leaf recordó aquella voz de él cuando se conocieron y no aguantaba las ganas de tener una hija con él ya que ahora son Rosa, Marina, Cynthia y Sabrina las que son madres.

Platina observo a Ash con cierto temor pero sentía que estaba conectado a él. La pequeña se despego de su madre quien sonreía y camino despacio hacia Ash quien se agacho un poco a la altura de la niña. Sus ojos se pusieron vidriosos mientras temblaba; Platina por medio de unos poderes ocultos sabía que él era su papá.

-¿Papá?- pregunto con temor y miedo, miedo de que el no lo sea y que no la acepte como hija.

Ash observó a su hija. Ella irradiaba algo que le decía que sí lo era.

-Hola Platina, yo soy tu papi- dijo Ash mientras se agachaba un poco para estar a la altura de Platina. Sabrina vio esto y se acercó a su hija quien le miró solo para que sonriera.

Platina hizo lo mismo que Amber y rápidamente abrazo a Ash, ella abrazo a su papá mientras lloraba. Sabrina se sentía feliz al ver a su hija así.

-“Sí, esto refuerza más mi decisión de tener una hija con Ash”- pensaba mentalmente Leaf mientras miraba a aquella niña pero de pronto sintió algo, era como sí de repente algo la llamara. Ella miro a la derecha mientras miraba a Hilda quien estaba mirando al suelo. –“Creo que tu serás la que dormirá con Ash junto a Marina”- pensó Leaf quien rápidamente abrazo el cuello de Hilda con su brazo derecho.

-Ehh- la castaña de cola de caballo salió de sus pensamientos.

-Tú dormirás con Ash junto a Marina.- dijo en susurro la hermana de Gary a la mejor amiga de Rosa. Hilda no podía creer que Leaf le cedía el puesto además de que debían de consultarlo con las otras chicas.

-¿Enserio?- en voz baja preguntaba Hilda pero sin pasar desapercibida la emoción que noto Mewtwo como Leaf.

-Sí, creo que es lo más justo ya que después yo lo quiero para mí sola.- expreso la amiga de la infancia quien miraba a Ash. –Además, Rosa y Lyra lo van a tener casi siempre y lo mejor será que Cynthia y Sabrina por ser las mayores “disfruten” a su Ash- decía una muy sonrojada Leaf quien miraba como su novio abrazaba a su hija quien lloraba de alegría.

Hilda miró a Ash y de repente sintió que tres semanas son más que suficientes para que Ash y ella se conociesen mucho a pesar del pasado que ambos tienen, bueno, que Ash recuerde el pasado de él que siempre se le olvida todo.

-Ash… tú, Marina y yo tendremos una noche que te gustará.- dijo en voz baja y con determinación Hilda además de un sonrojo. –“Además, quiero ser mamá ya y cuidar a una niña tuya”- pensó mentalmente mientras se sonrojaba cada vez más la castaña.

Mientras tanto con Misty y Tracy quienes estaban molestos. Gary por su parte estaba arrastrando a su primo y a su mejor amigo por los pasillos de la casa de su abuelo. Pikachu ya se encontraba ahí y solo podía caminar al lado de los condenados.

-No puedo creer que Green y Red hayan destruido el corral de Tauros- expresaba una furiosa Misty.

-Ni que lo digas- decía Tracy quien estaba agotado de atrapar los 30 pokemon de Ash. –Gary quieres agregar algo.-

-Por su puesto.- Ahora Red y Green escucharían el regaño de Gary. –Pero, creo que sería mejor que Yellow se enterara de la humillación que le hicieron pasar sus amigos.- Red y Green abrieron los ojos como dos platos.

-NO POR FAVOR NO DEJEN QUE YELLOW SE ENTERE- gritaron ambos jóvenes quienes tenían un miedo a la inocente Yellow. –ELLA NOS VA A AMTAR Y NOS HARA MUCHAS COSAS HORRIBLES COMO SE LAS HIZO A UN ENTRENADOR QUE INSULTO A MISTY- expresaban los jóvenes con un miedo incalculable que haría ver a la cazadora J como un cachorrito.

-Yellow es le demonio en persona- Green sabía claramente que ver a la tierna y dulce Yellow molesta solo se debía a tres razones: que la humillaran frente a Ash, que insultaran a Ash o a uno de sus amigos y sobre todo cuando le dicen PEQUEÑA. –Primo, si alguna vez me quisiste como tu primo, mátame tú ahorita con tu Umbreon- Green sabía que Yellow le acabaría.

-No exageren, ustedes en serio creen que Yellow sea así. Ella es inocente y no creo que conozca métodos de tortura medieval.- ahora Red y Green querían salir corriendo de ahí. Ambos jóvenes preferían enfrentarse a los legendarios de Ash que a la hermanita que ama a su hermano mayor. -Además, Ash no la dejaría hacer eso.- dijo Gary al notar la preocupación de sus amigos.

-Señor Gary, si usted en verdad es bueno, no mataría ahora. Tenga piedad de esta pobre alma que no ha ganado una liga- decía entre lágrimas aquel joven de gorra con parecido a Ash. Green por su parte ya se imaginaba su velorio.

-Por cierto, Ash va a tener que pagar por aquel susto que no dio- dijo Misty mientras recordaba el susto que le dio Ash sobre como un edificio se derrumbo y el estaba presente.

Por su lado el azabache estaba cargando a Platina quien no le importaba estar desnuda pues estaba con su papi, pero ella sabía algo. En poco tiempo Sapphire despertaría y…

-¡PLATINA, SUELTA A PAPÁ!- Cynthia como todos brincaron del susto al ver a la niña parecida a May Balance despierta y furiosa mientras miraba a Platina. A la castaña no le importaba mostrar su cuerpecito, lo que ella quería es estar en el lugar donde estaba su hermana.

Amber Two observó a su hermana. Ella tenía miedo pero observaba la situación. Unas lágrimas se formaron en los ojos de la pequeña Sapphire quien de inmediato salto de la cama para abrazar a su papá.

-¡PAPÁ!- grito la joven hija de Cynthia quien de inmediato abrazo a su padre mientras este caía al suelo siendo abrazado por ambas niñas. Rosa sonrió pero ella deseaba estar desnuda y abrazando a Ash. –No… no me dejes- Platina jamás pensó ver ese lado de su hermana con la que comparte un vínculo algo irreal (Grey tú me inspiraste).

Cynthia como Sabrina y Leaf fueron a ver a Ash quien estaba con lágrimas de felicidad, felicidad de ver a sus hijas y dolor; el dolor se debe a que se pego con unos broches de cabello de Marina que estaban en el suelo ya que ahí las jóvenes dormían.

-L-las amo- dijo entre lágrimas Ash mientras Mewtwo lo observaba. –“Duele mucho”-expresaba Ash mentalmente ya que había caído sobre los broches y estos se le encajaron en la espalda. De repente el azabache poso su mirada en ambas niñas quienes le miraban con una carita de inocencia.

Ash no dudo en hacer lo siguiente… beso a sus hijas en la frente.

Las dos niñas se sonrojaron y se sujetaron aun más a su papá.

Arceus reía mientras Mewtwo observaba como Amber y Yellow no se habían despertado por el grito. Al parecer nada perturbaría a las niñas excepto que… Sapphire y Platina le dieran besitos a su papá.

-Te amamos papá- dijeron riendo ambas niñas sin despegarse de su padre quien sonreía y le devolvía el gesto ante una mirada tierna de las madres.

Los ojos de ambas se abrieron de manera inmediata. Aquellos ojos chocolate y unos de color miel miraban en dirección al padre/hermano mayor. Amber Two por su parte observaba con furia a las dos hermanas. Pero antes que eso pasará una joven de cabello rubio con un vestido rosa así como unas sandalias entró a la habitación. Los ojos esmeraldas de ella veían la situación.

Hilda sonrió al ver a Dominó despierta.

-Hola Dominó- dijo Ash alegre al ver a la joven presente. La rubia miró al suelo pues aquel joven era el de sus sueños.

-H-Hola- dijo nerviosa la rubia ya que ella no tenía el valor de entrar en aquella casa. Hilda tomó la mano de la joven y la acercó más a todas.

-Vamos, no tengas miedo… bueno tenle miedo a Leaf- expresó en voz baja Hilda quien se ganó una mirada asesina de la castaña.

-Ahora si te mató- y rápidamente los ojos de Leaf se llenaron de llamas.

-Bueno, cálmense todas- ahora hablaba Arceus quien aún no se acostumbraba a su nuevo cuerpo y sobre todo al pelo largo que a veces que se giraba le cubría la cara. –Todas estamos aquí presentes para ver a Ash y hacerlo feliz- con lo dicho todas se miraron menos Ash quien estaba ahora siendo encariñado por las niñas y su hermanita.

-Eso quiere decir que deseas estar con Ash- agrego Leaf mientras apuntaba a la legendario o ex legendario quien no sabía que pensar además de que se sonrojo un poco pero casi nada visible debido a que no comprendía las emociones aún del todo.

-No… no quise que sonara así- se disculpa de manera formal Arceus mientras Mewtwo decidió partir de ahí para ver a Reshiram y Zekrom quienes descansaban aún por enfrentarse a Rayquaza. –Bueno, lo mejor ahora será descansar pues es de noche ya y si que paso el tiempo de volada- expreso la hermosa peli negra de ojos verdes mientras miraba por la ventana como descendía el sol. Areceus de repente se sintió cansada cosa que Ash y las demás notaron.

Las niñas soltaron a su papá mientras el se levantaba e iba con Arceus. Ella sonrió al ver a Ash y se acercó caminando a abrazarlo.

-Lamento ser débil – se disculpo la legendario riendo un poco.

-Lo mejor será que duermas, ser un humano no es nada fácil sobre todo ser una mujer tan hermosa- dijo Ash quien le causo celos a todas las presentes menos a Hilda quien sabía que en poco tiempo ella dormiría junto a Ash y Marina. El azabache cargó a Arceus y la puso en su cama.

-Gracias- expreso de manera agradecida la peli negra mientras se acomodaba. –Pero sabes, me molesta esta ropa- Arceus no le gustaba usar falda o usar zapatos de tacón o mucho menos tener que usar alguna prenda. -¿Elegido, puede dormir desnuda?- las caras de todas las presentes se pusieron rojas.

-Muy bien niñas, es hora de irnos- dijo Cynthia quien se retiraba con Platina y Sapphire quienes no disfrutaron a su papá.

-Vámonos jeje- ahora Sabrina se llevaba a Yellow y a Amber quienes estaban molestas.

-Vengan ustedes dos- ahora Leaf se llevaba a Rosa y a Hilda quienes no se querían ir.

-Ven vámonos.- dijo Marina quien se llevo a su niña fuera de la habitación.

Dominó quería hablar con Ash, pero sabía que primero estaba aquella joven. Lyra se percato de esto y la tomó de la mano causando cierta confusión en la joven.

-Ven, debemos de hablar- le dijo sonriendo a la rubia quien asintió y salió de ahí junto a la castaña.

-Muy bien Arceus, dime, ¿quieres que te ayude?- la hermosa legendaria asintió mientras se acomodaba para que Ash le ayudase a sentirse cómoda. –Muy bien, déjame quitarte los zapatos- dijo Ash mientras desabrochaba los zapatos de Arceus para quitárselos y ponerlos sobre la cama. –Ahora déjame desabrocharte el cinturón.- la peli negra asintió mientras Ash le quitó el cinturón para ponerlo sobre la cama también.

Rápidamente Arceus sonrió de felicidad al no sentir la presión en su vientre. Ella ya no le dolían sus pies pero aun estaba incomoda. Aquel vestido blanco se abrió un poco y Ash pudo notar aun más la belleza de ella.

-Ahora levanta los brazos- ni un segundo dudo la joven quien los alzo.

-Ya- autorizo Arceus a Ash.

Ash poco a poco levantaba aquel vestido mientras daba cuenta de que Arceus no llevaba ropa interior. El azabache cerró los ojos mientras sentía como el vestido había salido. Ash abrió un ojo mientras miraba a una confundida Arceus quien estaba desnuda ante su Elegido, pero Ash noto algo más y era un dolor que ella no sabía que tenía.

-Ash- rápidamente Arceus abrazó a Ash. –Recuerda, siempre sigue a tu amor y no a tu odio- expresó la oji esmeralda quien quedo dormida al acto del abrazo.

Ash notó esto y entonces vio una camisa blanca y decidió ponérsela a la diosa creadora de todo. Al principio batallo pero después logro ponérsela para así acomodarla en la cama.

-Dulces sueños- dijo el joven de cabellos desordenados mientras le daba un beso en la frente a Arceus quien al parecer estaba sonriendo.

El de ojos color chocolate precedió a retirarse. Ash salió de la habitación para ser sujetado por Hilda.

-Hoy dormiré contigo- sin rodeos lo dijo y le dio un apasionado beso a aquella persona que le brindó un hogar en tiempos de crisis. Ash sentía los dulces y cálidos labios de la castaña de Unova a quien amaba. Poco a poco se despegaron para dar paso al aire. Ella lo miraba a él y esa sonrisa que tenía brillaba más.

-Te AMO Hilda- menciono el azabache con énfasis en cierta palabra.

-Y yo a ti mi héroe- y así ambos jóvenes se dieron un beso aún más apasionado. –Pero antes, debemos de acomodarnos-

 

el entrenador tiene la opcion
de escuchar su voz interior
donde el combate se goze
aquel que gane obtendra
lo que el quiera

este sueño es para siempre
y este nunca morira
mejores retos cada vez existiran
ya que juntos nos mantiene
seguiremos tu y yo
en el mundo habra uno mejor
a cumplir vamos ya este sueño

Hola amigos del Foro, hoy les traigo un capitulo nuevo. Antes de decir algo, lamento no poder subir desde hace años. Bueno sin más que decir aquí les dejo el capitulo de relleno.

Marina: Después de muchos retrasos.
Hilda: No has dejado muy solas Ash.
Ash: Cynthia nos llevó a un heladería.
Todas miran a Cynthia tocandose la barriga.
Cynthia: Me duele mi estomago.
Yellow: Comió demasiado helado.
Ash: Es cierto, pague el helado de 15 personas.
Marina: Nunca cambiara.
Hilda: Tenlo por seguro.
Rosa: Ash no se te olvide que hoy vamos a ver 500 days of summer.
Ash: es cierto.

-Relleno y la reflexión de Gary.-

La noche había caído de manera rápida en el pueblo Paleta. Gary Oak estaba ya en la casa de su abuelo en donde pasaría los próximos meses a la espera de una respuesta sobre la liga Añil. El castaño que hacía tiempo había abandonado ser el mejor entrenador Pokemon estaba de nuevo interesado en la competencia que daría lugar en poco. Recuerdos de sus viajes venían a la mente del castaño.

-Me pregunto sí debería participar de nuevo en la liga- a su mente llegaban los recuerdos de todo lo que hacía durante los comienzos del viaje. –Me pregunto que se han hecho ellas- se cuestionaba Gary al recordar a sus bellas porristas las cuales le ayudaban a entrenar.

De hecho la razón verdadera por la que Gary Oak ya no estaba con ellas, es que como el y Ash tenían sueños que cumplir. Gary no era nadie para evitar que los sueños de otro se cumplieran sobre todo después de que ellas dieran todo por él.

Cada una de ellas en realidad si amaban al castaño pero jamás lo confesaron aún cuando tenían la oportunidad. Ellas odian a Gary debido a que él tuvo que sacarlas de su vida para que ellas cumplieran sus logros.

-Todos tienen sueños porque luchar.- Gary sabía el dolor que les había causado a cada una de ellas. El castaño decidió dirigirse a su recamara. Gary entró quitándose los zapatos para acostarse sobre su cama. –Sé que ustedes me odian, pero era lo mejor para ustedes, ¿o no?-

Poco a poco el joven científico se quedaba dormido mientras recordaba la despedida dura que tuvo con ellas. Sin saberlo el se daba cuenta que ya estaba llegando al punto de madurar más.

-Las extraño- susurro el nieto del profesor Oak para quedarse dormido.

En la casa de Ash la mayoría había caído en el sueño producto del cansancio y las emociones fuertes. Cynthia, Sabrina y Rosa dormían con las niñas mientras Lyra, Leaf, Arceus y Dominó dormían en el de invitados. Ash decidió ir a la recamara de su madre quien estaba de viaje pero aún estaba en contacto con ella pero esta no sabía de las situaciones que habían pasado.

En la recamara se encontraba Ash recostado en una cama matrimonial en la que fácil caben 4 personas. El azabache pensaba que hacer después de todo lo que sucedió. Sus pensamientos se centraban en su “hermano” quien al parecer le rodeaba el rencor, sus hijas quienes le amaban y sus novias así como Arceus quien sufría de los cambio del cuerpo humano como el ir al baño.

La puerta de la habitación que conectaba al pasillo se abrió revelando a Marina en un atuendo de dormir que básicamente es una playera rosa de manga corta y shorts amarillos y a Hilda que iba en una playera blanca un poco larga y unos mini shorts rosas. Ambas jóvenes tenían en sus rostros un evidente sonrojo. Ash observaba a ambas jóvenes quienes no le miraban por vergüenza, Ash podía sentir un calor en sus mejillas además de que estas se tiñeron de rojo.

-H-Hola Ash- expresó Hilda quien estaba nerviosa ante esta gran paso que se dio, pero ya sería casi un mes desde que se conocieron además de que ahora eran una familia.

-H-Hola H-Hilda- Ash no dejaba de observar a Hilda que pro primera vez la noto de una manera diferente. Ash estaba dando el paso de la madurez que alguna vez Brock le había hablado. Notaba aquel hermoso cabello y su rostro teñido de rojo que hacía contraste con los zafiros de sus ojos. –S-se ven l-lindas- menciono Ash quien estaba muy nervioso pero al decir eso sonrojo aún más a las jóvenes.

-Gracias- susurro Marina quien alzo la mirada para ver esos ojos chocolates de Ash. Aquellos ojos le cautivaron desde el principio y no fue nada más que eso y su amistad pura y sincera que el azabache le brindo en tan poco tiempo de conocerlo. Respiró profundamente y… en un segundo a otro le plantó un beso en los labios.

Ash correspondió el beso mientras sentía un millón de cosas como el amor de ambos. Al poco tiempo se separaron y Marina miraba a Ash de manera dulce y tierna.

-Gracias- dijo mientras lo abrazaba y sonreía mientras Ash le abrazó.

El de ojos chocolate se percató que Hilda estaba parada.

-Ven aquí White- le dijo Ash a Hilda quien sonrió y se lanzó a la cama de una manera más traviesa y juguetona pues aplastó a su novio y a su hermana. Marina se aparto un poco para que Hilda le besará. El beso de la castaña fue miy diferente a lo que uno pensaría ya que transmitía felicidad después de mucho tiempo pero además un amor familiar al igual que el de Rosa.

Hilda se apartó un poco mientras unas lágrimas se formaron en sus ojos. Marina y Ash notaron esas lágrimas que amenazaban por salir, pero no sabían el por qué, pero una sonrisa estaba presente en Hilda.

-Ash.- la castaña llamó al de cabellos negros desordenados. –Marina- al igual que el primero, la peli azul también fue nombrada por ella. –Gracias por ser mi familia y quererme como soy. Les agradezco que me hallan brindado su amistad y cariño cuando… cuando yo… cuando mi mundo se vino abajo.- algunas lágrimas descendieron por las mejillas de Hilda quien recordaba todo lo que pasó y que si no hubiera sido por Ash, su mejor amiga y hermana del alma…

-Yo solo quiero estar junto a ustedes como una familia. No quiero que peleemos nunca por cosas absurdas o que nos dañemos.- aquellas palabras resonaron en los corazones de Ash y Marina quienes comprendían el dolor y temor que Hilda tenía. Ash seco las lágrimas que cayeron y miró a Hilda fijamente.

-Seremos una familia, no como las normales pero al final somos una familia- dijo el de cabellos desordenados mientras le beso la frente a la castaña.

-Además, como una familia deberemos cuidarnos y amarnos- dijo Marina quien beso a Ash en la mejilla sonrojándolo como sonrojándose ella misma.

Así ambas jóvenes empezaron a darle besos a su héroe pues lo era. La noche que iban a tener sería la mejor para los tres y el principio de una hermosa relación familiar.

Ya eran las 5:00 am y Ash se empezaba a despertar sintiendo la respiración y un peso así como que una presión pero también algo suave. El azabache abrió aún más lo ojos y noto que era abrazado por Marina y por Hilda. Aquella imagen de ambas durmiendo tranquilamente era como ver a un par de ángeles. Era imposible despertarlas.

Ash sonrió al ver a sus niñas.

Marina empezaba a despertar, ella se sentía cansada. Ella sabía lo que hizo y por qué lo hizo pero recordaba que debía empezar a despertarse para preparar el desayuno. Su cabello estaba suelto y no en coletas, ella sentía latidos, los latidos del corazón de Ash. Poco a poco ella abría los ojos y observo a Hilda para después mover su cabeza y mirar a Ash. Aquellos ojos color esmeralda se cruzaron con los chocolates de su amado.

-Hola mi amor- expresó Ash en voz baja mientras pasaba su mano por el rostro de Marina haciéndole cosquillas. -¿Cómo estas? -

-Hola Ashy, pues amanecí muy bien después de lo…- se sonrojo al recordar con exactitud cada escena pero recordó lo feliz que se sintió. –Amanecí muy bien al despertar contigo después de lo que hicimos y más aún al ver en tu rostro ese sonrojo- dijo Marina recalcando el sonrojo en las mejillas del azabache.

Ash sonrió y le beso en la frente.

-Igual que tú.- dijo Ash mientras le depositaba un beso en los labios a Marina quien lo correspondió. Ambos se movieron para después mirar a Hilda quien se estaba moviendo.

-Ash- Marina observaba a Hilda quien irradiaba la inocencia de una niña pequeña. –Mejor vamos a preparar el desayuno- dijo la peli azul mientras abrazaba a su novio.

-Sí, vamos- dijo Ash para acercarse a Hilda y darle un beso en la mejilla –Sueña mi ángel- dijo Ash para salir de la cama sin notar el rubor y una sonrisa que aparecieron en el rostro de Hilda.

Ash rápidamente se dirigió al baño para hacer sus necesidades y vestirse mientras Marina esperaba afuera. La peli azul traía suelto el pelo dándole un look diferente al que usa normalmente. Ella observaba la habitación donde había dormido para agarrar una camisa de Ash que estaba a lado de la cama en una silla y ponérsela.

Marina se la puso pero debido a que le quedaba larga, no se vistió completamente. Cuando se paro de la cama Ash había salido del baño con un pantalón y una playera negra puesta.

-Bien, vamos a prepara el desayuno- dijo Ash quien se acercó a darle un beso a Marina en los labios.

-Y a despertar a las niñas- expresó Marina quien se imaginaba a todas dormir.

 

Gracias por leer mis historias mis amigos. Lamento que el capitulo de antier fuera corto o fue ayer, no recuerdo la verdad. Como saben, no he podido estar al tanto y pospuse el arco de la invasión de Hoenn y Unova. Bueno, les dejo a la chicas:

Marina: Yo estoy feliz por mi noche con Ashy.
Hilda: Sí, fue la emjor noche de mi vida.
Cynthia (llorando) : No presuman
Sabrina: Bueno, al menos lo disfrutaron verdad.
Hilda/Marina (sonrojadas) Por supuesto que sí.
Cynthia: (llorando) y siguen presumiendome.
Ash: Ya mi amor, te prometo un helado para ti sola.
Cynthia: *snif* ¿enserio?
Ash: Sí.
Y así Cynthia le plantó un beso en los labios que Ash acepto gustosamente.
Todas: Aww la pequeña niña Cynthia ama a su Ashy.
Cynthia se sonroja.
Cynthia: Amo a Ashy.
Ash: amo a mi bebé.

Aww eso fue lindo, pero aquí esta el capitulo que les puede dar diabates.

-Reflexión y el amor de Lyra-

-Muy bien, es hora de preparar el desayuno.- decía un joven de cabello negro desordenado mientras bajaba las escaleras cargando a una joven en su espalda de un hermoso cabello azul.

-Sabes que- hablo Marina la chica de cabello azul. –Debemos de preparar unos panqueques para ellas sobre todo para Rosa y Yellow, ya sabes que ellas les encantan los desayunos en familia- decía la peli azul mientras recordaba como la castaña y la hermanita menor de Ash solían disfrutar los desayunos en familia.

Rápidamente ambos llegaron a la cocina y vieron que todo estaba en orden y tranquilo. Aún era muy oscuro ya que solo habían pasado unos 15 minutos desde que despertaron y los dodrios no han cantado. Ash sabía que Pikachu estaba con chuchu en la casa del profesor Oak y sería una larga semana.

Marina se bajo rápidamente de la espalda de su adorado novio para dirigirse al refrigerador y sacar leche y unos huevos. Ash de una de las gavetas saco la harina y tazón para preparar el desayuno. El azabache sabía como preparar panqueques debido a que Brock le había enseñado pero además de que en las últimas semanas se había acoplado más al ambiente familiar a pesar de los reproches de las chicas al ir a pelear contra Silver. Ash de repente poso su mirada en la joven de Johto quien estaba sacando la miel de uno de los estantes. Ash había visto a Marina en todo sus esplendor esa misma noche junto a la hermosa Hilda, pero el verlas le hacía sentir feliz.

-“Mamá tenía razón, el tener una familia te hace le hombre más feliz del mundo”- pensaba Ash mientras miraba como Marina sonreía al momento de sacar la miel de maple.

La peli azul noto como le miraba Ash lo que provoco que se ruborizara. Ash notó esto y se le acercó para darle un beso en la mejilla. Sus mejillas ardían, su corazón palpitaba a quien sabe Km por hora pero le encantaba que Ash la tratará como una princesa.

-Ashy… ¿y las niñas?- preguntó de manera juguetona Marina quien abrazó a Ash para darle un dulce y cálido beso en los labios.

-Son las cinco de la mañana y sé que Rosa no se va a levantar aunque le de besos y besos. Yellow aún es pequeña y las demás deben de estar agotadas después de lo que sucedió.- respondió el joven de cabellos negros alborotados y ojos color chocolate quien pasó su mano por el pelo de Marina acariciándolo suavemente. -¿Crees que Hilda quiera levantarse?- preguntó Ash con la duda pues no sabía si su bello ángel se enojaría después de dormir tranquilamente.

-Sabes… aún soy muy joven y debo de cuidar a las niñas- fue la respuesta de Marina para separarse de su esposo/novio y cederle el paso para ir por Hilda. Ash vio como su amada novia le daba una muerte segura. –Ella no te lastimara- pero de repente Ash se acercó a ella con unos ojos de niño pequeño. Maldita sea Arceus y tú también Rosa por enseñarle esa técnica a Ash. –Bien, vamos, igual quería morir joven- dijo Marina con un aura deprimente mientras que Ash le cargó con una sonrisa triunfadora.

Mientras tanto Lyra se había levantado. La castaña sufría aún de pesadillas y que por su culpa pudo haber muerto Sabrina. Ella miró a Leaf quien dormía muy a gustó junto a Dominó y Arceus, todas abrazaban una almohada y decían cosas relacionadas con Ash. Pese a la graciosa escena, ella aún se sentía mal.

Lyra se quitó la ropa y se fue directamente al baño saliendo del cuarto. Ella ingresó al abaño cerrando la puerta despacio para dejarse caer en el suelo mientras las lágrimas recorrían sus mejillas.

-No quiero que les pase nada a nadie. Yo cause estos problemas y si… si le causo problemas a Ash.- susurraba en voz baja para abrazar sus piernas y ocultar sus rostro mientras lloraba en voz baja para que nadie le escuchará. –Solo le causare problemas-

Ash estaba a punto de ingresar a la habitación donde le esperaría una muerte segura hasta que…

-¿Sucede algo Ash?- preguntó Marina a ver como Ash se quedo congelado antes de abrir la puerta.

El azabache sentía un dolor en su pecho, sentí como si alguien le estuviera llamando. Este dolor era como el de Sabrina cuando fue capturada pero le recordaba más a alguien alegre que sufrió. De repente Ash en su mente noto a Lyra llorando en el baño culpándose de muchas cosas. Rápidamente Ash sacudió la cabeza y volteo a ver a Marina quien le miraba con una preocupación que su rostro transmitía.

-Ash… ¿estas bien?- preguntó Marina preocupada por su novio.

-Marina, ven acompáñame- dijo Ash mientras tomaba la mano de la peli azul para dirigirse al baño que estaba al final del corredor justo a la izquierda. Marina no sabía por qué Ash la llevaba al baño pero su cara de preocupación denotaba que podía ser que alguien necesitará ayuda.

Ambos jóvenes llegaron a la puerta del baño y Ash comenzó a tocar la puerta. Marina miraba a su novio y después de unos instantes se abrió la puerta revelando a una Lyra con la cabeza agachada. Ash sonrió y la abrazo.

-Ya tranquila- dijo Ash mientras rodeaba a Lyra en un tierno abrazo para que esta le abrazara también y rompiera en llanto. –Tranquila cariño- decía Ash mientras le daba un beso en la cabeza a la castaña.

Marina noto esto y sabía que debía ser esos traumas que la acosaban así que también le abrazo mientras Lyra lloraba en medio del abrazo de ambos.

-Tranquila Lyra, todo va a estar bien, no estas sola ya que somos una familia- explico y reconforto a la castaña; Marina era la hermana mayor de Lyra en ciertos aspectos ya que desde lo del incidente con Silver siempre le cuidaba. –Ya hermanita, todo va a estar bien-

Lyra dejó de llorar y los miró a ambos. Ash la tomo del rostro y le secó aquellas lágrimas que aún estaban presentes. La castaña se sonrojo al sentir las manos de Ash pasando por sus mejillas. Aquella cálida sonrisa que le regalo era algo que hacía sentir a su alma estar tranquila.

-Lyra, sabes que te quiero ver feliz y siempre con esa sonrisa que es característica tuya.- hablaba Ash mientras se acercaba a la castaña acomodaba su cabello. –Sabes que siempre te miró y lo primero que noto son tus ojos con es brillo de entusiasmo y felicidad- aww, Ash estaba siendo romántico con su Lyra.

Marina empezaba a llorar de felicidad al ver tan hermosa escena y quien sabe donde sacó uno pañuelos pero ahí los tenía para secarse las lágrimas.

Poco a poco la distancia de ambos empezó a desvanecerse dando paso a un cálido y tierno beso que dejaba al descubierto lo que Lyra quería: amor y cariño. La castaña cerro sus ojos y se aferro aún más a Ash quien no dudo en abrazarla aun más, él quería hacerla sentir segura, él le quería demostrar que no estaba sola… eran una familia.

Así ambos se separaron un poco. Más lágrimas bajaron por las mejillas de Lyra pero en cambio se podía ver una sonrisa. Aquella sonrisa de la joven hiperactiva y alegre era adornada por lágrimas de felicidad que dejaban muy en claro que siempre sería feliz a lado de su familia.

-Los amo- dijo Lyra para abrazar a Ash y hundir su rostro en el pecho de él mientras dejaba salir todo lo que tenía oprimido. –Los amare siempre- dijo la castaña quien era acariciada por Ash quien lloró un poco al ver a su pequeña novia que poco a poco recuperaba su felicidad perdida.

-¿Quieres ayudarnos a preparar el desayuno?- preguntó Ash a Lyra quien de volada le brillaron los ojos al escuchar eso. Marina estaba feliz de ver a su hermanita contenta y es así como ella debería de estar siempre.

-Sí vamos a desayunar- exclamó fuerte y alegre Lyra quien ya no sentía tristeza.

-SHHH- la silenciaron Marina y Ash.

-Lo siento- decía riendo nerviosamente mientras se rascaba la cabeza. –Ash me das tu playera- dijo Lyra quien empezó a sobarse los brazos pues solo estaba en ropa interior y le había dado frío.

-Ay Lyra- dijo Marina riendo por la actitud de su hermanita menor.

-Hace frío- dijo con unos ojos cómicos pues tenía frío. Ash no dudo en darle su playera para que se la pusiera a pesar de que le quedaba grande. –Gracias Ashy- agradeció de manera dulce la castaña para darle un tierno beso en su mejilla.

-Y por eso las amo a todas- dijo Ash para abrazar a Marina y Lyra quienes no dudaron en darle besos.

Mientras tanto en cierta parte de Pueblo Paleta un castaño se levantaba. Gary Oak, el nieto del legendario profesor de Kanto y creador de la pokedex se empezaba a despertar después de soñar con sus porristas pero no solo eso, sus amigas de la infancia a quienes extrañaba. De hecho el castaño sentía un vacío y no era Ash y su rivalidad o el ser un entrenador que quiera ser maestro Pokemon, no, esa soledad en su interior se debía a que extrañaba a sus animadoras.

En más de una vez Gary les ofreció ayudarlas en sus sueños, pero ellas parecían que primero estaba él antes que ellas. Cuando el decidió que era hora de crecer y madurar, las dejo de para que ellas maduraran.

-Alice, Flanery, Julie- para Gary era grato recordarlas. Solo ellas tres eran amigas del castaño desde niñas y siempre le apoyaron en todo. –Ustedes en verdad estuvieron conmigo desde que era pequeño. Acaso ¿me amaron de verdad?- se preguntaba el castaño mientras miraba una foto de tres niñas junto a él de pequeño.

-Ustedes siempre estuvieron ahí.- Gary se levantó y miro la foto. Se podía apreciar que estaban en un día de campo y las tres niñas estaban dormidas abrazando al pequeño Gary. –Creo que fui un tonto en dejarlas ¿verdad?- así Gary dejo la fotografía en su lugar. El castaño veía su habitación llena de lujos que no se merecía.

-Ash, parece que hemos madurado- sonrió Gary al ver una foto dónde se apreciaba su batalla en la conferencia plateada. –Creo que es hora de ver a Reshiram y Zekrom para ver que estén bien- dijo el castaño quien abandonó el lugar.

Gary no contaba con que Pikachu y Chuchu estuvieran cerca, así ambos roedores se metieron a la habitación del castaño. El Pokemon de Ash cogió la fotografía de Gary con las niñas y las analizó además de recordarlas como la animadoras del mismo.

-Pika pika pi-

-Chu Pichu Piachu- dijo la pequeña quien abrazó a u hermano mayor.

Y así ambos roedores salieron corriendo con la fotografía.

 

Hola amigos y perdón por no subir antes pero creo que es hora de hacer sufrir al ceniza.

Yellow: sí le haces algo a Ash llorare
Marina: Y yo te golpeare.
Cynthia: Garchomp te masticara.
Hilda: Reshiram te quemara
Sabrina: ¿Sabes lo que es el dolor?

Ok, aún no hare sufrir a Ash... sino me muero.

Hola mamá... ¿cómo estas?
Ash estaba en la cocina junto a Marina y Lyra ya que estas se habían levantado y estaban ayudando a Ash con los deberes de la cocina. Si bien no era para nada sencillo hacer la comida para más de 8 personas la verdad es que lo que más le preocupaba a Ash era como se distribuirían o donde comería puesto a que en la sala de su casa apenas y cabían pero sobre todo ¿dónde dormirían?

El de cabello desordenado y ojos color chocolate estaba sumido en los pensamientos mientras Lyra y Marina terminaban los panqueques para todas. –“¿Dónde dormiremos o viviremos?”- se preguntaba Ash para sacar su pokedex y mirarla para después abrirla y mirar que hay en ella. –Si tuviera… dinero- la mente de Ash estaba trabajando cuando recordó que la pokedex estaba englobada al Banco Mundial como con la región Kanto Services.

-¡ESO ES!- exclamó alegre y feliz el azabache mientras Marina y Lyra se miraban a ver si tenían idea de la felicidad del azabache.

-¿Ash qué pasa?- pregunto Marina mientras miraba a su novio pero su única respuesta fue un abrazo y una serie de besos de parte de él que dejaron a la pobre con ojos de corazones y muy sonrojada. –Ashy- fue todo lo que dijo pero su hermanita se reía.

-Dime Ash que pasó- dijo Lyra sonriendo y apenas y aguantaba la risa por la cara de Marina.

-Lo que sucede Lyra es que recordé dónde estaba mi dinero. Recuerdo que he acumulado una gran cantidad de dinero por mis batallas como derrotas pero si mis cuentas son confiables tengo una fortuna para comprar una casa con un gran terreno- dijo un entusiasmado Ash que agarró a la castaña de la cintura y la levantó para girar con ella mientras ella reía.

-¿Eso significa que compraremos una casa?- Lyra estaba disfrutando su paseo por loa aires.

-Eso espero o podemos remodelar la casa- dijo Ash para bajar a Lyra quien le abrazó de manera feliz.

-Creo que deberías de consultar a tu madre o darle una sorpresa- dijo la castaña de manera feliz pero entonces Ash recordó que no había llamado a su madre desde que llego. Su rostro mostraba preocupación no por decirlo de las chicas sino porque no le había marcado a su madre explicando todo lo que había pasado. –No le has dicho de nosotras ¿verdad?- intuyo Lyra mientras Ash asentía.

-Sabes, creo que deberías de marcarle. ¿Crees que nos acepte?- los ojos de la castaña como sus expresiones faciales manejaban una preocupación saliente de su corazón. Marina por su lado también se preocupo por eso ya que conocía a la madre pero esta no sabía lo del romance de su hijo así como tampoco quería dejar a Ash en caso de que no le aceptara su relación como tampoco meterle en problemas.

-No lo sé- respondió Ash mientras ella miraba para abajo pensando que tal vez lo metieran en problemas y que tal vez Ash no debería de cuidarlas.-Pero las amo y creo que no sería feliz sin ustedes- dijo sonriente mientras pasaba la mano por la suave mejilla de su novia quien se sonrojo. Marina por su lado estaba feliz, ella estaba feliz de estar con aquel chico que le brindó su calidez cuando otro le rompió el corazón.

-Bueno, que te parece sí remodelas la casa pero además decimos la verdad- dijo Marina pero lo que nadie sabía era que cierta persona les estaba escuchando desde la sala.

-Espero que digas la verdad, jovencito-

Una electricidad recorrió las espaldas de Marina y Ash mientras Lyra salía de la cocina encontrándose a una mujer de cabello castaño aparentemente de 27 años con un suéter rosa en el que debajo se hallaba una playera amarilla. Su falda azul cielo llegaba a las rodillas y así usaba unos zapatos blancos. Al parecer los ojos de ella eran los mismos que los de Ash pero estos daban un aura de terror ya que además estaba de brazos cruzados esperando a que saliera cierto azabache. –Hola jovencita, ¿esta ahí mi hijo?-

Ahora sí Lyra sintió cómo una electricidad recorría su espalda.

-¡Increíble!- exclamaba un anciano en sus 40 años que estaba viendo a Reshiram el cual comía comida Pokemon hecha por Ash mientras Red y Green anotaban cosas en libretas. –Son Los dos Pokemon legendarios de la región Unova, es el Pokemon Yin, Reshiram- dijo aquel anciano quien estaba fascinado con aquel espécimen único.

-Lo sé abuelo y sobre todo es difícil creer que fue Ash quien lo tiene pero más aún saber que Zekrom esta aquí- dijo un castaño llamado Gary quien llegaba a lado de su hermana Dalia mostrando una pokeball negra con un rayo blanco.

-Interesante Gary, tal parece que lo que me dijo aquella vez era cierto- decía el profesor Oak con cierto entusiasmo en su voz ya que quería abrir la pokeball para ver al Pokemon eléctrico más poderoso de todos. –Dime Daisy, ¿Tu y Ash están juntos?- pregunto el Profesor a su nieta quien se puso roja.

-S-sí- dijo nerviosa ya que no sabía como decirle que estaba en una relación de varias chicas con Ash.

-Descuida, no te juzgare por estar en una relación con varias chicas que aman a Ash- dijo el profesor mientras Leaf se empezaba a poner roja y abría los ojos ante la explicación de su abuelo. –¿Crees que Ash me deje sacar a Zekrom?-

-E-Espera abuelo… ¿cómo supiste lo mío con Ash y ya sabes… eso?- preguntaba Leaf colorada mientras Gary se reía junto a Reshiram.

-Es sencillo, Agatha me lo dijo después de lo del incidente de ciudad verde.- aclaro el profesor mientras caminaba y ponía una mano en el hombro a su nieta. –No creo que haya mejor persona para ustedes que Ash. El único problema será que Delia lo acepte pero contaras con todo mi apoyo.-

-Gracias- decía una sonriente Leaf ante el apoyo de su abuelo.

-Por cierto, ¿cómo saliste a estas horas? Siempre te quedas dormida hermanita- preguntaba Gary mientras llevaba alimento junto a Bayleef a los Pokemon hierva del laboratorio.

-Eso…- Leaf abrió los ojos recordando que salió de la casa sin avisar. –Ups, creo que no les avise a ellos.- decía Leaf mientras se rascaba la cabeza y reía.

-Hay hermanita, tu y Ash si son el uno para el otro.- dijo Gary mientras le daba a los Pokemon hierva el nuevo alimento mejorado de Tracy. –Oigan, no sienten que algo malo me va a pasar-

Por alguna razón el joven científico y rival de Ash estaba sintiendo que algo le iba a pasar gracias a ciertas cosas que hizo pero que no sabía cuales eran. Pero en la residencia de Delia, ella estaba esperando la respuesta de su hijo quien estaba nervioso junto a Lyra y Marina ya que estaban en ropas de Ash pero no tenían nada debajo.

-Y bien jovencito, espero la respuesta en estos momentos- Lyra y Marina estaban hechas piedras mientras Ash trataba de articular palabra alguna esperando que Arceus le salvara recordando después que es una ella y ahora era una chica muy hermosa.

-Bueno… eh… bueno… ya sabes… creo que… -Ash debería de decir primero que era novio de una chicas lindas y dulces o el hecho de que tenía hijas o de que la Pokemon más poderosa de todas estaba viviendo los cambios de ser humana y que estaba durmiendo en su casa. –Bueno… creo que yo…-

-PAPI-

Ahora todo se ponía peor para Ash. Sapphire había despertado y bajo las escaleras para ir corriendo hacía dond estaba su papá. Ella no traía ropa puesta pero no le importaba ya que lo único que quería era ver a su padre. La castaña le abrazo de manera fuerte mientras Lyra y Marina miraban con ojos brillosos a la pequeña y Ash solo podía abrazarla y darle cariño pero que dentro de él se maldecía por su suerte. Delia estaba procesando la información. La pequeña parecía tener 5 años y Ash tenía quince y…

-Papi, podemos desayunar - preguntaba la pequeña.

-Sí mi amor, ahorita… pero antes, debo de presentarte a tu abuelita- decía Ash nervioso por lo que dijo mientras Sapphire miraba a la señora castaña quien estaba con los ojos abierto.

-ABUELITA- dijo corriendo la castaña quien era la viva imagen de May.

Para Delia solo esto significaba algo… Ash y May lo hicieron pero al fin y a cabo era su nieta. Ella abrazo a la pequeña mientras le decía con una mirada a Ash “tu y yo hablaremos con toda la verdad”

 

Hola amigos del foro. Hoy les traigo continuación del mismo. Así es, me tarde pero ahor ay me regreso la inspiración y si han visto Elfen Lied, sabran que Sabrina en Reparando un Corazón empezará a portarse así pero además le daré una personalidad dulce pero que será asesina cuando ella llegue a cierto punto.

Sabrina: Oye, eso me agrada.
Cynthia: A mí no, si de por sí me inyectaste y dolió.
Marina: Solo fue un piquete en el hombro.
Cynthia: Pero con la intensidad de una bala.
Marina: ¿Has sentido el disparo de una bala?
Cynthia negó con la cabeza.
Yellow: dejen de pelear.
Las tres menos yellow: Claro que sí.
Yellow: gracias.

-Jeje mamá, te presento a... -

Ash estaba sentado en el sofá de la sala mientras Sapphire estaba siendo abrazada por Delia quien le había dado ropa para ponerse a pesar de que la castaña se rehusaba a ponérsela pero después se dejo la ropa en paz. Marina y Lyra estaban nerviosas al estar frente a frente con la madre de Ash quien estaba dandolé mucho amor a la pequeña.

-Muy bien Ash, ¿dime por qué tengo una nieta tan hermosa?- preguntaba Delia mientras le daba besos a Sapphire quien reía por recibir tal cariño.

-Ahh… bueno… ah…- Ash trataba de articular alguna palabra con la cual pudiera empezar.

Ella lo miraba con unos ojos cafés penetrantes. Delia era peor que Silver.

-¿Y bien Ash?- decía la madre del peli negro que ya había formado una familia.

-Eh…- Ash trataba de decir algo, pero no sabía la verdad como hacerlo.

-Lo que pasa Señora, fue lo siguiente- esta vez habló Marina hablaría. Ella respiró y exhaló ya que había recuerdos que sencillamente eran mejor no volver a sacarlos. –Bueno señora… como ya sabe mi nombre es Marina Crystal y yo acompañe a su hijo aquí hace casi 3 semanas y fue cuando usted… usted pregunto si Ash y yo…- las mejillas de la peli azul se tornaron rojizas mientras sonreía.

Delia como Ash soltaron una risita mientras Lyra trato de contenerla ya que parecía una niña en su primer amor.

-Bueno lo que pasó fue lo siguiente… -Marina comenzó a relatar todo desde cuando ella y Ash se conocieron y de cómo terminaron viajando con Yellow, Green y Red además del hecho de que Yellow era también quería mucho a Ash. De cómo conocieron a Rosa e Hilda quienes también les dijo sobre el amor de ella por Ash.

Delia sabía sobre el accidente de ciudad Verde por lo que tampoco fue ocultado. Ash en es punto decidió abrazar a Lyra quien le dolía bastante el hecho de haber dejado atrás a Sabrina y por el más mínimo segundo haber decidido quitarse la vida. La madre de Ash junto con Sapphire, reconfortaron a la joven de Johto quien se sentía ahora muy feliz. La peli azul continuó relatando los hechos así como la entrada de Leaf y de cómo Ash se convirtió en novio de todas ellas.

Delia no interrumpió y dejó que prosiguiera Marina quien sentía que era mejor sacar todo. Contaron lo de Dominó así como lo de las niñas y lo de la campeona Cynthia y Sabrina.

-Y eso es todo lo que ha pasado señora Ketchum. Lamentó haberles causado problemas- respondió Marina quien miraba al suelo.

-No mi amor, has sido de las mejores cosas que me han pasado y conocerte a ti, siempre te lo digo, fue algo que jamás cambiaría- dijo Ash mientras le daba un beso en la mejilla a Marina quien se sonrojó. –Mamá, sé que me enseñaste que siempre debo de ser fiel además de que a la mujer que escoja es para toda la vida. Yo solo sé que para mí, esto no fue nada sencillo, sé que esto tampoco es sencillo para ellas, pero yo las amo y cuando amas debes de transmitir los sentimientos.- de alguna manera todas ellas cambiaron a Ash en mucho.

-Ash- dijo Delia mientras una sonrisa se formaba. –Me gustaría tener a todas en nuestra familia- ella abrazo más a su nieta mientras unas lágrimas se le formaban a la pequeña Sapphire por tal respuesta.

Los tres jóvenes sonrieron.

-Pero estas castigado por no llamarme- y el pobre de Ash no esperaba eso.

-JAJAJAJA pobre Papi-

Y todos los presentes comenzaron a reír al grado que cierta rubia de cabello largo que estaba abrazando una almohada se levantó. Cynthia estaba despierta después de soñar que estaba con Ash en un hermoso lago lleno de Starlys. Aquel sueño era algo hermoso para ella ya que siempre le encantó la forma en que el la trataba. De un momento a otro un hermoso olor a desayuno la alcanzó.

-Eso huele rico- dijo la rubia feliz ya que no había comido mucho últimamente. -¿Y Sapphire?- se preguntó la rubia al no ver a su hija.

-De seguro se bajo- y así Cynthia se levantó de dónde estaba y agarró unas ropas de Ash ya que su ropa actual tenía desgastes y se dirigió a cambiarse al baño.

Mientras tanto, Ash estaba platicando de manera tranquila con su madre junto a su niña y con Marina y Lyra.

-Y esa es la razón de por la que necesitamos un hogar o remodelar la casa.- expresó el joven de cabello negro alborotado quien estaba al pendiente de todo o casi todo.

-Ya veo Ash.- Delia estaba pensativa, la madre del chico que tiene dos legendarios y un tercero que cuida a las “gemelas” no sabía que hacer en estos momentos excepto. –Hay un terreno aquí en el pueblo que mide mucho. El profesor Oak tiene los terrenos pero esos eran de tu padre quien se los dejó a él.-

-¿Enserio?- preguntó Ash al saber la respuesta de esos terrenos mientras que las dos jóvenes también le miraban a la señora.

-Sí, esos terrenos los dejó tu padre para mí, pero el profesor decidió cuidarlos por nosotros.- Explicaba la amorosa abuela quien estaba ahora con una dormida Sapphire entre brazos.

-Bueno, pues entonces creo que construiré una casa ahí.-dijo Ash pare después ver que alguien bajaba las escaleras. Él puedo ver un hermoso cuerpo bajando las escaleras así como una hermosa cabellera dorada como en forma de cascada. –Buenos días Cynthia- saludó Ash a la recién llegada.

-Hola Ash- dijo ella apenada con un sonrojo en sus mejillas ya que ella estaba usando las prendas de aquel chico dulce y que ama. –Marina, Lyra… hola- ella estaba un poco nerviosa de que las jóvenes se enojaran por eso pero en vez de eso sonreían.

-¿Pasa algo?- preguntaba Cynthia quien no había notado a la madre de Ash ni a su propia hija.

-Oh… nada, no pasa nada- respondió Lyra quien se le acercó. –Solo te quiero presentar a nuestra suegra, dile hola a la mamá de Ash, la señora Ketchum- y así la castaña señaló a la otra castaña quien sonreía.

-Cariño, llámame Delia- dijo sonriendo y abrazando a una sonriente y dormida Sapphire.

Blanco, el color de Cynthia era blanco ahora. Ella estaba en las ropas de Ash frente a frente a la madre de Ash. ¿Cómo se veía todo esto? Bueno, Marina y Lyra también estaban en ropas de Ash pero Cynthia no lo notó así que si lo hubiera notada no tendría un rojo en su cara en estso momentos. Sus ojos tenían miedo, un miedo que ni Silver le había hecho sentir tal vez por que era la madre de Ash la señora joven que tenía a su hija entre brazos.

-Creo que me desmallaré- y así Cynthia cerró los ojo para después caer y ser atrapada por Ash.

-jeje, Ash tu otra novia es muy simpática para ser la campeona de Sinnoh. No es como la seria que dicen ser- decía riendo un poco Delia quien estaba impresionada por la forma de ser de la rubia.

-Lo sé y por eso la amo-

-Maldita sea, siento que ese idiota me uso de burla- insultaba cierto peli rojo mientras golpeaba a un terra teniente. –Bueno cómo vamos- preguntaba a Lance quien estaba analizando algunas cosas antes de la invasión de Hoenn.

-Steven como Wallace están demasiado ocupados. Esos tontos quieren dar caza a los pocos miembros de los equipos Aqua y Magma.- decía Lance mientras miraba la información que como campeón, debería de tener derecho a ella. –Por lo que parece según esto, la líder de tipo fuego es hija del líder del quipo Magma-

Esquivando un golpe de un soldado para sujetarle el brazo y golpearlo en el rostro, Silver no podía evitar formar una sonrisa. Él sabía que Flannery aún tendría cierto poder sobre las pocas unidades del equipo Magma al igual que la información de los orbes u otra manera de tener el control sobre los titanes de Hoenn.

-Es perfecto saber esa información Lance. Flannery Asuna es muy peligrosa por solo ser la hija de Maxi.- Silver ahora estaba peleando contra ocho soldados de su infantería así como tres arboks y dos ryhorns quienes lo atacaban intentando darle pero gracias a sus poderes de aura los esquivaba. –Vaya, son un poco lentos peor no tanto- y así devolvió los golpes sin lastimar a los Pokemon pero no se puede decir lo mismo de sus entrenadores.

-Deberán de agradecer que unas basuras como ustedes tiene Pokemon como ellos. Aprendan a luchar mano a mano con ellos… no quiero errores.- y así Silver dejo a los ocho soldados fuera de combate. –Lance, que hay te tú prima- preguntó Silver.

Lance apretó los puños mientras sentía una rabia que recorría cada parte de su ser quisiera salir en esos momentos.

Clair y Lance siempre fueron opuestos, pero eran amigos y primos de sangre del clan dragón. Era obvio que ambos tenían una rivalidad. Las familias de ambos se disputaron algo, ¿Quién se quedaría como el líder del clan? Era obvio que ambos al haber nacido el mismo día al mismo tiempo era algo que debían de discutir pero… el abuelo de ambos prefería a Clair sobre Lance. Sí, aquella peli azul era la favorita del abuelo.

Los años pasaban y poco a poco Lance empezaba a sentir que todo cambiaba. Era entrenado para servir y proteger a la persona que más odia. Clair no comprendía nada, tampoco sabía que ella es la sucesora de un gran clan.

Sí Lance hacía algo siempre era reprendido de una manera dolorosa por el abuelo pero si Clair lo hacía solo salía regañada. Un odio, un rencor crecía dentro de él contra su prima a quien deseaba ver sufrir. Un día de estos llegó un caza dragones u otra cosa… esa mirada sádica cuando estaba frente a frente de su abuelo y los gritos de auxilio de este para Lance que se transformaron en insultos.

-Púdrete Lance-

Aquellas palabras dirigidas a Lance le dolieron. El caza dragones formó una espada para silenciar al viejo. Lance se sentía agradecido con el asesino pero ¿por qué?

-Eres mejor que ellos- y así el caza dragones salió de ahí mientras un aura oscura se formaba alrededor de él.

-Soy mejor que ellos-

-Recuerda, eres mejor que ellos- y con esas palabras Silver decidió ingresar a la carpa donde se encontraban sus cosas.

Mientras tanto en Pueblo Paleta, mejor dicho en la residencia de la familia Ketchum, cierta rubia ya había despertado y después de tantas disculpas a Ash como para la madre de esta las cosas se habían normalizado por así decirlo. Cynthia estaba sentada en las piernas de Ash quien le abrazaba de la cintura. Lyra y Marina jamás pensaron conocer a alguien quien irradiara la inocencia que hace Rosa y eso que ella irradiaba felicidad e inocencia pura.

-Y por eso es que me daba miedo verla a usted- término de relatar muy avergonzada Cynthia quien se sentía como si la hubieran regañado.

-Hija, tú dices la verdad. No es correcto que le temas a la madre de la persona que amas. Sí yo fuera como tú, hace años la señora Ketchum y la abuela de Ash no me tendría la confianza que me tuvo. Ustedes hablan de manera sincera y con una mayor especial en sus palabras por mi hijo. – aquellas palabras de aliento a las chicas las hicieron sonrojar pero aún más el sonrojado era Ash quien sabía todo eso pero jamás pensó que el amor de ellas por él fuera más.

-Gracias señora… quiero decir Delia- dijo sonriente Cynthia quien se levanto y tomo a Ash del brazo. -¿Podemos desayunar?- preguntó Cynthia a su novio quien le dio un beso en la frente para recibir un awww de las chicas y su madre.

-Jaja, por supuesto Cynth.- y así los presentes fueron a la cocina a terminar los desayunos.

Mientras tanto Gary y Leaf estaban en la casa de su abuelo ayudando con los deberes de la misma. Los Pokemon de Ash también ayudaban a los Pokemon de otros entrenadores y los legendarios que son Reshiram y Zekrom estaban siendo investigados por el profesor Oak quien parecía un niño a quien le acababan de dar su primer Pokemon.

-Profesor le hablan unas chicas- en ese momento apareció Tracy junto a Misty quienes estaban temblando de miedo.

-No tenía a nadie en espera el día de hoy- respondió en anciano para después caminar hacia donde estaban Tracy y Misty. -¿Quiénes son Misty?-

-Alice, Flanery y Julie- dijo Misty con miedo mientras se abrazaba de Tracy quien estaba temblando.

-Ah solo son ellas… ¡QUÉ ESTAN HACIENDO AQUÍ!- gritaba preocupado el profesor quien sencillamente perdió los estribos al pensar en que ya no tendría un nieto sino otra nieta. -¡Debemos de alertar a Gray!-

-Yo no creo eso profesor- dicho esto los presentos volteron para ver a dos hermosas peli azules de color oscuro y una castaña que sencillamente rivalizaba con May en cuanto a belleza.

-Flanery… que gusto- la castaña sonreía mientras acariciaba a Piakchu quien había saltado al hombro.

-Sabe… Gary no debe una muy grande- y una sonrisa malvada apreció en las presentes mientras que Misty, Tracy y el profesor tragaban saliva.

Gary y Leaf estaban dándole de comer a los Pokemon de Ash salvo por Bulbasaur quien estaba cuidando a los demás.

-Y dime hermanita, ¿te gusta eso?- preguntaba Gary quien estaba incado haciendo revisiones a algunos Pokemon de otros entrenadores.

-Bueno, sabes que siempre he sentido ciertos sentimientos hacía Ash- respondía Leaf un poco desanimada. –Pero sabes, no sé si me ama de verdad como yo lo amo a él.-

Gary podía comprender a su hermana o trataba de hacerlo ya que estaba en una situación anormal que dejaba mucho de que hablar. El castaño pudo haber molestado a Dalia de pequeña pero eso no cambia el hecho de que sea su hermanita menor.

-Sí lo amas de verdad, demuéstraselo con pequeños detalles que le gusten.- ante tales palabras Leaf miró a su hermano. –Sé que Marina y Rosa le dan pequeños detalles a Ash que las diferencian del resto. La primera es muy cuidadosa con lo que hace pero no busca la aprobación de Ash busca la felicidad y la segunda actúa normal y así ambos pueden congeniar.-

-Pero yo… no sé como hacer…- Leaf hablaba como si no fuese la hermana de Gary.

-Te esfuerzas tanto en que te note y quieres ser como las demás. Leaf, escúchame… Ash aún guarda las foto de ustedes dos donde le das un beso en la mejilla.- dijo Gary mientras Leaf se sonrojaba ante tal hermoso recuerdo.

-Sí… fue en su noveno cumpleaños.- los ojos de ella brillaban al momento de recordar como beso a Ash y como este se sonrojaba por el acto.

-Esos besitos que le dabas de pequeña a él son esos detalles que lo enamoraron perdidamente de ti.- dijo en tono para molestar a su hermana quien le ignoraba.

-Entonces deberé de ser yo misma, después de todo soy una Oak- dijo Leaf con un puño en el aire mientras Bulbasaur y otro Pokemon de Ash saltaban al estilo victoria de medalla.

-“Pareces más una Kecthum que una Oak”- pensaba el castaño con una gota de sudor.

-¡GARY!- gritó el profesor llamando la atención de los jóvenes quienes voltearon a ver de donde provenía la voz de su abuelo solo para ver a tres hermosa chicas y un pikachu además de un pichu. –Corre- dijo el profesor todo golpeado my casi muerto.

-Alice… Falnery y… Julie- Gary temblaba mientras Leaf le miraba con duda. –Hola… ¿qué hacen aquí?- preguntaba Gary con miedo.

-Déjame hablar a mí- dicho esto la peli azul de ojos esmeraldas que se llama Julie quien por cierto es cinta negra en Karate hizo un pasó al frente. La ropa de ella era u vestido verde con decoraciones de plantas y su pelo recogido en cola de caballo, llevaba puestas unas sandalias de piso así como una pulsera en su tobillo izquierdo. –Solo quiero decir… ¡te extrañe!-

Todos los presentes abrieron los ojos para ver a Julie abrazando a Gary y llorando en el pecho de este.

-No me dejes de nuevo Gary- decía Julie llorando para que después Gary le abrazara.

-Lo lamento, no lo volveré a hacer-

 

Yellow: Actualizado antes que otros.
Red: Este capitulo para ustedes es
Green: Con gran melosidad es...
Sabrina: Pero no aparezco yo sino hasta el otro.
Green: No importa señorita Sabrina. Disfrute de lo que vendrá con Cynthia.
Yellow: Ponganlo antes de que la bruja despierte.
Sabrina: Bien dicho Yellow


Gary estaba sentado en la sala de la casa de su abuelo mientras Julie le abrazaba. Ella había sufrido mucho y las otras dos chicas lo sabían pero Gary no estaba al margen de la vida de ellas. Para Gary su vida no era sencilla pero el no sabía de lo doloroso que había sido para ellas aquella despedida.

-Julie, ¿estas mejor?- preguntaba el castaño quien estaba abrazando a Julie quien asintió limpiándose las lágrimas que no se podían contener. –Lamento todo lo que te hice pasar- se disculpaba el joven científico con la chica más dulce que jamás ha conocido.

-Pika-

El Pokemon inicial de Ash estaba a lado de la peli azul para animarla un poco.

-Gracias, tu debes de ser ese pikachu… eres de Ash ¿verdad?- dijo un poco más calmada Julie al joven roedor.

-Pikachu- respondía el inicial de Ash.

-Lamento lo que le hice a Ash años atrás- se disculpo la peli azul quien recibió un beso de Pikachu para después sentir cosquillas en su cabeza. La peli azul alzo la vista mientras miraba una hermosa pichu. –Hola amiguita-

-Vaya parece que a la pichu de Yellow le agradas- dijo el joven Oak quien observo de reojo a sus dos viejas compañeras. –Ustedes no han dicho nada, puedo saber el por qué- dijo Gary sin despegar la vista de Julie quien estaba siendo animada por los dos roedores.

-Eso nos lo debes de decir tú.- ahora Flanery hablaba. –Esta carta es tuya y se puede saber por qué nos la diste a nosotras.- dijo la castaña molesta mientras extendía la mano con un papel en ella.

-Esta carta es… -Gary agarró el trozo de papel para comenzar a leerlo.

Esta carta pertenecía al castaño y eran unas disculpas por haberlas abandonado a las tres durante su estadía en el pueblo. Para el castaño era más que un recuerdo que deseaba guardar para recordarle que no siempre uno puede cumplir sus promesas. Gary abrió la carta y observo algo en ella.

-Te perdonamos- hablaron las tres.

El castaño levanto su mirada para ver a Julie llorando como a Alice pero Flanery estaba ahí mirándolo con ese dolor que él solo observaba.

-No hirió mucho que te fueras sin despedirte ni nada de eso.- habló Alice mientras las lágrimas descendían pero ella mantenía una sonrisa. –Siempre tuve la esperanza de que regresarías vernos. Siempre te espere y te seguiría esperando. Yo… no me importaba… estar junto a ti siempre.- terminó de decir Alice mientras las lágrimas seguían descendiendo.

Julie se levanto del sofá u corrió a donde estaba Gary junto al pikachu de Ash en brazos y a pichu en la cabeza. Gary notó esto, él sentía algo que según Leaf solo sentiría cuando estuviera en enamorado de alguien especial. Gary se sonrojo al ver a ambas llorando pero llorando por que le amaban. El castaño paso su mano por el suave y hermoso rostro de la ex animadora.

Alice también corrió a lado de Gary y le abrazo su brazo derecho con fuerza mientras lloraba en el hombro de él. Era más que una impresión para él. No solo les causó un daño a ellas sino que también lo estaba reparando. Leaf había visto parte de la escena desde la entrada de la habitación. Su hermano mayor ya había conseguido a esa o esas chicas especiales que le cuidarían. Ahora su corazón le decía que era hora de volver o sino se preocuparían por ella.

-Iré con Ashy-

Dicho eso la castaña se retiró con una sonrisa. Flanery estaba sentada, ella esperaba algo de él pero ella solo quería llorar pues le extrañaba mucho. Gary fue su primer amigo y el que le defendía de otras niñas que hoy son coordinadoras muy talentosas pero que dejaron de ser como eran. Flanery solo quería escuchar con las palabras de él lo que significaban las tres para él.

Los ojos azules de Flanery estaban con los verdes de Gary. Los labios de ella empezaban a temblar mientras sentía que las lágrimas empezarían a salir.

-Si les digo que no me volveré a ir, que las cuidare siempre y que les pido disculpas por se un idiota...- Gary tomo por sorpresa a las tres. –Lo que yo quiero es estar con ustedes y que ustedes significan mucho para mí desde mi corazón, ¿me perdonarían?-

Las tres estaban mirando a Gary. Julie y Alice lloraron en los hombros de Ash mientras pickahu y “chuchu” miraban la escena conmovedora.

-Gary-

Flanery miraba al piso mientras descendían las lágrimas de ella, apretó sus manos contra su vestido rosa. Ella sentía las ganas de sacar todo. Alice le miraba preocupada, ella iba a decir algo por su mejor amiga pero de un momento a otro Gary habló.

-Sé que no cumplí mi promesa más aún la promesa de que estaríamos siempre juntos.-

-Mentiste-

Flanery alzó la vista mientras sus ojos color azul eléctrico miraban los verdes hoja de él. Las lágrimas daban un toque diferente a la chica, resaltaban ese brillo singular que tenían además de que siempre la hacían ver frágil a pesar de todo lo que le enseño el castaño.

-Lo sé y por eso me odio… y por eso te extrañe-

Ante tal afirmación de Gary, la castaña ya no podía estar sentada ahí. La castaña se paró y corrió a abrazar a Gary quien sonrió derramando unas lágrimas junto a las demás chicas. Para él era extraño y tal como dijo Ash, era un sentimiento difícil de describir pero podía curar heridas.

Mientras tanto en la casa de Ash Ketchum estaban pasando ciertas cosas. A pesar de que en la casa Oak el profesor estaba muerto por así decirlo, Delia ere otro caso. La madre de Ash estaba disfrutando un desayuno junto a Marina y Lyra así como Cynthia quien estaba comiendo como si de una bebé se tratase.

-Di Ahhh- dijo Ash a una sonrojada Cynthia mientras estaba con una cuchara con los panqueques.

-Me avergüenzas- decía Cynthia mientras abría su boquita y Ash le daba ese pedazo de Hot-Cake calientito.

-Hay la bebé Cynthia es muy linda- dijo Marina que no pudo contra tanta dulzura.

-Quisiera que fuera una niña pequeña para vestirla- dijo Lyra pero ella lo hacía para molestar.

-Ya Cynth, sino no duermes hoy conmigo-

-Me secuestran, me torturan, tengo una hija contigo y me amenazas.- Cynthia le miró con unos ojos de niña regañada. –Eres el peor Ash- después de eso abrazó a Ash mientras murmuraba cosas de mala persona que le hacía pasar ratos vergonzosos.

Rosa quien hasta ahora estaba dormida en el mundo de los sueños con las otras chicas, había salido de la habitación no sin antes cargar a Amber con ella mientras la pequeña se aferraba a ella. La castaña de moños estaba bajando las escaleras pero antes decidió ir a ver a su mejor amiga del alma al cuarto. Hilda estaba dormida muy pero muy profundamente.

-Mejor no la despierto, creo que es lo mejor en vez de morir-

Dicho esto la castaña se retiro. Por cierto, Rosa estaba en una pijama de Ash por la falta de ropa de dormir además de que estaba calientita y le recordaba a su héroe. La oriunda de Unova bajaba las escaleras con Amber en brazos quien estaba en brazos pero que a veces decía “papi… mami… los amo” lo que ocasionaba lágrimas en Rosa.

Rosa empezaba a oler en el aire un rico olor y de manera un poco más veloz llegó a la cocina. Ahí estaba frente a ella las chicas, su novio que era su marido aunque lo compartía y… la madre de Ash. No había vuelta atrás; Delia, quien cargaba a Sapphire, le miraba a la niña que Ash había salvado en el bosque.

-Rosa, eres tú ¿verdad?- preguntaba alegre la madre de Ash a la castaña.

-S-Señora… Señora Ketchum- respondió de manera cortada Rosa. –Hola… ¿cómo estuvieron sus vacaciones?-

Las chicas reían con la actitud de la castaña.

-De maravilla, pero es mejor estar aquí presente con mi nieta. Por cierto, ¿ella es mi nieta también?- ahora sí Rosa estaba asustada. Ella quería ser la madre de Amber y debido a que la niña le llamó mami entre sueños ya era algo malo.

-N-No… no lo hice… Ash y yo solo… sé que ella es su nieta- Rosa trataba de articular las palabras adecuadas sin recordar que en tan solo un mes no puedes tener una hija. –S-Solo l-la… mi… sí es su nieta- dijo temerosa la castaña.

Sapphire junto a las demás chicas rieron mientras Ash le miraba de manera comprensible.

-¿Por qué… por qué se ríen frente a la madre de Ash?- dijo una sonrojada y temerosa Rosa.

-Se ríen porque tienes miedo que piense mal de la relación que llevas con mi hijo.- decía calmada Delia quien beso la cabeza de Sapphire. –Pero debido a que ya nos conocíamos no te desmayaste como cierta campeona.-

Cynthia empezó a llorar cómicamente mientras Marina y Lyra la reconfortaban. Ash se separó un poco de su novia y levantó para caminar directamente hacía Rosa. La castaña de Unova estaba contemplando al chico que le salvó de una forma diferente. Ella recordó como la trataba y la promesa que le hizo. Ash ya estaba frente a ella, los ojos de él miraron a su niña para después centrarse en esos hermosos ojos como el cielo mismo. No sabían que pasaba pero de un momento a otro las mejillas de ellas se coloraron mientras las demás miraban con brillos en los ojos tal escena.

Rosa bajaba sus parpados de manera lenta mientras una sonrisa se dibujaba en ella. Ash estaba besando la frente de aquella joven que para él era más que una princesa y que sobre todas las demás tenía ganado el título de la niña de Ash exceptuando por las hijas.

Poco a poco Ash se separó de ella para que la castaña abriera los ojos y mirará a su novio. El brillo que tenía él en esos ojos color chocolate le daba un aire de confianza, seguridad y sobre todo cariño y amor. Rosa bajo su mirada para después alzarla y ver a la demás chicas.

Era obvio, no cambiaría esto por nada en el mundo.

-Te amo héroe.-

-Te amo mi niña-

 

Cynthia: Hola amigos, hoy hay un especial que estaban esperando y es relleno pero relleno para rellenar los espacios muy vacios.
Marina: ¿Ten enredaste?
Cynthia: Eso parece, gracias a Arceus que hay mas de mis fics en español.
Arceus: Hey, como usan estas cosas
(Arceus era una dama de cabello negro, tez blanca y ojos verde que llevaba puesto un vestido blanco con cinturón dorado pero estaba batallando por caminar con zapatos de tacón)
Cynthia: Preguntale a Sabrina, es modelo.
Sabrina: Sí, te puedo ayudar.
Arceus: Gracias.
Lyra: Ayer fue la mejro noche con Ash.
(Todas rojas y con llamas en los ojos)
Lyra: Soy la tercera mejor en Halo.
(Todas rieron menos Marina)
Marina: Estyas muerta Lyra, ese era mi puesto.

-Después de esos sentimientos que florecieron-

Ash ya estaba dentro de la casa después de haber sido recibido por tres hermosas chicas que lo dejaron viendo torchics. El joven de cabello negro alborotado y ojos color chocolate, estaba cargando a Rosa quien estaba riendo un poco por lo que sucedió siendo seguidos por las tres chicas con la cabeza baja.

El azabache había llegado a la sala y con cuidado deposito a la joven en el sofá que estaba ahí.

-Muy bien Rosa, ¿cómo te sientes?- preguntaba Ash mientras tocaba la frente de la joven castaña quien estaba maravillada por las acciones del azabache. –Aún tienes un poco de fiebre- dijo él.

Marina, Hilda y Yellow estaban observando a la castaña de falda amarilla quien estaba un poco ruborizada.

-Aún me siento débil- dijo ella mientras desviaba un poco la mirada y se abrazaba las piernas. -¿Todo lo que me dijiste es cierto?- preguntaba ella con cierto tono de angustia.

El chico de cabellos desordenados solo se limitó a sonreír para cerrar sus ojos por un momento para después abrirlos.

-Por supuesto que sí Rosa, además creo que hay alguien que te extraño y te quiere ver.- habló Ash quien se sentó junto a la castaña mientras las tres jóvenes que derribaron al azabache entraron.

Hilda tenía dibujada una sonrisa mientras mantenía unos ojos acuosos que indicaban la felicidad en forma de lágrimas. Marina y Yellow cruzaron miradas para después mirar a Ash, ese chico que les ayudo en cierto momento de sus vidas.

Hilda temblaba un poco, no había palabras para describir la felicidad que sentía en esos momentos. De un segundo a otro ella corrió para abrazar a su mejor amiga y hermana del alma quien abrió los brazos aceptando el regalo de Hilda. Ambas comenzaron a llorar de felicidad.

-Lo lamento mucho Rosa, yo no quería que te enfermarás.- decía Hilda llorando mientras abrazaba a Rosa quien estaba igual que ella.

-No, yo lamento no haberme cuidado… yo no quería molestarte.- Rosa lloraba a todo lo que podía, su corazón estaba feliz al ver de nuevo a la de ojos azules como los de ella quien le abrazaba muy fuerte. –No llores porque si no yo llorare más-

Marina quien se acercó junto a Yellow a lado de Ash, estaban esbozando una sonrisa de felicidad. Marina miraba las cosas que Hilda y Rosa se decían dando a entender que ella siempre serán las mejores amigas sin importar lo que pasé. La peli azul miró al de ojos color caramelo quien también volteó a verla, ellos notaron en las miradas de ambos que había felicidad, una felicidad que les hacía sentir diferentes. Marina sentía de nuevo esa sensación para después recordar lo que dijo sobre la película de Ash para que un rojo apareciese en su rostro.

Poco a poco las amigas se calmaron para después mirar a Ash quien estaba con una sonrisa especial y cálida para ellas dos. Hilda sonrió mientras unas lágrimas se formaban en el rostro.

-Gracias- dijo ella quien no aguantó y abrazó al azabache. –Gracias por todo- terminó de decir ella para romper en llanto.

Ash estaba un poco desconcertado pero cierta sensación invadió su cuerpo mientras abrazaba a la castaña de Unova.

-Dije que las cuidare y eso haré yo- recalcó con voz suave la promesa que le hizo a Hilda quien lloró más al escuchar esas palabras llenas de esperanza para ella. –No importa lo que pase, siempre estaré cuidándolas.-

Ahora ni una chica presente aguantó. Ash era inocente en muchos aspectos como lo es ser gentil con todos. Marina y Yellow como Rosa se unieron en un abrazó grupal hacía el moreno quien por extraña razón se sentía diferente. Los ojos caramelo de él notaron como cada una lloraba y era porque él provocaba eso por su forma de ser.

Ash les dio amor y esperanza sin saberlo a cada joven.

Cuando las cosas se calmaron, Ash llevó a Rosa al cuarto de este. La castaña de coletas o moños, estaba recostada sobre la cómoda cama de Ash mientras hacía pucheros y estaba cruzada de brazos. Hilda junto a Marina, le habían hecho una sopa a Rosa mientras que para ellas como para los “hermanitos”, ellos desayunarían huevos estrellados.

-Vamos Rosa, aún estás un poco débil además de que una galleta no te llenará.- expreso Ash sonriendo nerviosamente por la actitud de niña pequeña de la joven.

Rosa le miró con las mejillas infladas y sonrojadas mientras fruncía el ceño y abría la boca.

-Ahí va el avión- dijo el azabache mientras tomaba una cucharada de sopa caliente. –Di Ah-

Rosa abrió la boca mientras miraba a Ash quien le puso la cuchara en su boca con el alimento.

-Verdad que esta deliciosa- preguntó él mientras la joven le brillaban los ojos al sentir tal exquisito sabor.

-¡Es deliciosa!- expresó ella llena de alegría mientras se tiraba encima de Ash mientras esté alejaba el tazón con la comida de ella. -¡Dame mi sopita de fideos!- decía Rosa mientras trataba de alcanzar su alimento.

-No, debes de comerla despacio.- habló Ash mientras con una brazo sostenía la sopa y con el otro abrazaba a Rosa quien trataba de alcanzar ese manjar de Dioses. –Rosa detente- gritaba él mientras empezaba a sentir cosquillas ya que la mejilla de Rosa rozaban con el cuello de él.

-Dame mi sopita- expresaba con lágrimas en los ojos la castaña quien trataba de alcanzar su manjar. -

-Bien, pero ye te alimentaré ya que no confió en ti.- dijo él mientras Rosa se calmaba un poco y abría su boca.

-Ah- expresaba ella mientras cerraba los ojos.

-Es muy graciosa ella, tal y como dijo Hilda que es por lo que ella ya está mucho mejor.- pensaba el azabache mientras con una cucharada grande de sopa la ponía directo en la boca de la castaña quien saboreaba cada fideo. -¿Verdad que esta rica?-

Mientras tanto Hilda, Yellow y Marina estaban comiendo unos huevos estrellados en el comedor. Su desayuno además de huevos eran tostadas y un vaso de leche de miltank. Marina y Yellow vieron a Hilda quien tenía un sonrojo en sus mejillas y miraba con emoción su plato el cual no había comido.

-Gracias Ash- agradeció mentalmente Hilda para después mirar a las jóvenes y regalarles una sonrisa. –A comer-

 

Hola amigos del Foro hoy sigue capitulo nuevo.
Marina: Sí, pero también será relleno.
Yellow: Relleno ameno.
Marina: es cierto.
Yellow: Veanlo.
Marina: Es gratis.
Yellow: Y lo será siempre.

Mañana tranquila.

Ahora eran Amber y Sapphire las que estaban con Delia. Al momento en que Amber se despertó, ella vio a su madre adoptiva quien le atacó con una lluvia de besos para después ser cargada por su papá. Delia estaba feliz de tener una nieta más aunque la dulce y cariñosa Sapphire estaba celosa de su hermana. Ash se había dado cuenta de ello y dejo a Amber con su abuela para después darle un cálido beso en la mejilla a su hija quien acarició sus mejillas con la de su padre.

-Bien, debemos de terminar los desayunos- dijo Ash quien iba a ir a la cocina a terminar el desayuno de las demás chicas. Sabía bien que las demás tendrían hambre además de que debía tratar con cierta Arceus y enseñarle a no dirigirse de cierta manera tan poderosa a las demás personas cuando es más débil que Sabrina. – ¿Me acompañan? – preguntó el azabache mientras recibía un asentimiento de parte de todas.

- Vaya hijo, sí que has madurado mucho en este tiempo. – dijo la madre quien estaba jugando con las niñas.

- ¿Papá era inmaduro? – preguntó la pequeña Sapphire.

- Por supuesto que sí cariño, tú papi era la persona más inmadura de todas y creo que aún lo es. – respondió la abuela de la castaña quien le sacó risas a todas.

- Mamá… me avergüenzas frente a ellas. – dijo un sonrojado Ash quien agachó la cabeza solo para ser abrazado por una hermosa rubia.

- ¿Qué se siente? – preguntó ella mientras le daba un beso en la mejilla.

- Se siente divertido además quien estaba usando una ropa interior de… corazones. – los ojos de Cynthia se abrieron mientras se sonrojaba.

- ¡Es hora de hacer el desayuno para las niñas! – dijo ella mientras tomaba a Ash y lo jalaba a la cocina seguidos por Marina y Lyra.

-Abuela… ¿papá era amoroso? – preguntaba la pequeña Amber quien pensaba en su papá como un chico muy enamoradizo.

-No, más bien era alguien que pensaba que el amor era comida y el matrimonio era comida gratis. – explicó la madre de Ash a sus niñas con un sonrisa en el rostro.

-Papá es un tontito- dijo Sapphire.

Ahora se había levantado Sabrina quien estaba más que feliz por lo de anoche a pesar de todo lo que pasó. La peli verde abría los ojos mientras miraba el cuarto y se ponía sus ropas para salir. Después de vestirse, la hermosa joven de oriunda de ciudad Azafrán fue por su hija, la pequeña Platina que tenía poderes psquícos como de aura pero que era en vida la hija de Ash y Dawn de no ser por la genética del Doctor Evans (HDP le gusta ser malvado y quiere hacerle daño a Silver), Sapphire y Platina no hubieran sobrevivido.

La niña de Sabrina estaba despierta y vestida (con ropa que Rosa les hizo antes de dormir), su traje era una playera celeste y una falda rosa nada más. Platina había dormido así y así despertó. La ex líder de gimnasio le miraba ya que también había dormido junto a su niña.

-¿Estás despierta?- preguntaba la peli verde.

-Sí mami- respondía ella mientras se levantaba dejando a AmberTwo dormir de manera amena.

Sabrina tomo a su niña en brazos y le beso la frente.

-Adivina quien llego- dijo Sabrina sonriendo mientras Platina miraba de manera confusa.

-¿Quién?- preguntaba confusa la pequeña de ojos chocolate a su madre adoptiva como de sangre.

-Es alguien muy especial- respondió ella.

-¿ES PAPI?- decía ilusionada la joven por ver entrar a su padre por esa puerta para besar a su madre.

Sabrina río para negar con la cabeza.

-Es igual de especial que papi.-

-Es pikachu- preguntaba Platina dejando a Sabrina impresionada por la memoria genética de la niña.

-Ehh no, es alguien muy pero muy importante para Ash- dijo ella esperando que su niña acertará.

-¿Regreso la tía Leaf?- preguntaba la pequeña.

-No… espera, ¿Leaf se fue?- ahora la de la duda era la hermosa oji morada.

-Sí, ella me dijo que se iría con su hermano a ver a su abuelo y por cierta persona.- dijo ella dejando aún confusa a su mami. –Es que quería ir al baño pero tenía miedo y la tía Leaf me llevo- respondió avergonzada la pequeña pero despejando las dudas en su madre.

-Bueno, creo que te la mostrare.- terminó de decir la líder quien giro su cabeza hacía AmberTwo. -¿Quieres despertarla?- preguntó la novia de Ash a su hija.

-Sí.-

La pequeña Amber dormía tranquilamente pero en eso siente que la mueven de manera rápida para que poco a poco despertase. La peli azul estaba muy dormida que ni sabía que pasaba.

-¿Ya es de día?- preguntaba la pequeña tallándose lo ojos mientras Platina le daba un abrazo. –Hola hermanita.- dijo ella sonriente pero dormida aún provocando una sonrisa en Platina.

-Somos hermanas- dijo ella sonriente mientras le abrazaba.

-Lo seremos siempre.- respondía ella feliz por el abrazo pero para Sabrina eran las palabras de Ash.

Sabrina sonrió un poco para después hablar.

-Bien, es hora de bajar niñas- dijo ella mientras las dos pequeñas saltaban de la cama al suelo. –Parece que ya estan despiertas al cien por ciento.- terminó de decir Sabrina quien fu tomada de ambas manos por las pequeñas quienes la llevaron afuera de la habitación. –Vaya parece que quieren ir a donde su papá- expresó Sabrina.

-SÍ- respondieron las pequeñas de manera alegre.

Delia estaba jugando con sus dos adoradas nietas aunque sabia que había dos más e incluso estaba enterada de la presencia de Arceus quien se transformó en humana y que estaba durmiendo junto a Dominó y Leaf. La amorosa abuela no dejaba de hacer reír a las nietas quien con ayuda de Rosa quien le hacía juego y juegos a Sapphire y a Amber.

-Yo veo con mi ojitos algo de color rojo- decía Rosa quien estaba en el suelo de la sala de rodillas con la mano en la cabeza como si buscase algo. –Con negro pero sobre todo ojo.- dijo ella.

Frente a la castaña de Unova estaban las niñas de Ash quienes estaban buscando cierta cosa hasta que…

-Ya lo vi es la gorra de Papi.- expresó la castaña de coletas y ojos zafiro.

-No es justo me ganaste.- expresaba Amber mientras corría por la gorra y la tomaba con sus manos. –Deberíamos de ir a despertar a Platina y a mi hermanita.- informó la pequeña mientras Rosa le daba un beso en su mejilla.

-Bueno niñas eso no será necesario.- informaba la abuela mientras miraba a una hermosa joven caminando con dos hermosas niñas agarradas de sus manos. Sabrina bajaba las escaleras de manera hermosa y con gracia mientras ambas niñas miraban a Delia asustadas un poco pero con un sentimiento en sus corazones.

La madre de Ash se acercó a Sabrina quien miró al suelo sonrojada.

-Esta en la cocina con Cynthia, Marina y Lyra- le informó de manera natural la madre a Sabrina quien le miró con un sonrojo en sus mejillas. Sabrina iba a hablar o decir algo respecto a su situación pero Delia le interrumpió. –Será mejor que hables con tu adorado novio y ya después hablamos de manera a gusta, querida.- finalizó la madre mientras recibía un asentamiento de parte de la peli verde quien dejó a las niñas dándoles un beso a cada una.

Rosa junto con las dos niñas miraban un poco distanciadas. AmberTwo y Platina estaban nerviosas por no decir que tenían miedo. Delia miraba y examinaba a las dos niñas y pudo notar esos ojos chocolates de ella misma y de su hijo, ambas niñas decían que eran unas Ketchum. Platina y AmberTwo estaban seguras de que ese miedo era nada y ese sentimiento en sus corazones era lo real.

-Hola pequeñas soy su…- Delia no pudo terminar ya que estaba siendo abrazada por ambas niñas.

-Abuelita.- dijeron ambas al unisonó mientras lloraban para después ser rodeadas por los brazos de su abuela.

-Mis nietas, las quiero.-

 

Hola chicos, cómo han estado, espero que bien y que se la pasen genial y es que ya termine el arco de relleno y este será el último capitulo del mismo arco dónde veremos a Dominó en una escena tierna con Ash y espero que puedan ver el detalle que puse en el capitulo además de que veremos al Equipo Rocket en el siguiente arco.

James: Así es bobos, pensaron que era Dio pero no era yo "Jamememes"
Jessie: Y vendremos a robarnos a Pikachu
Meowth: Y a robarnos su comida.
Y el trío de repente ve a una chica de unos 8 años.
Jessie: Mocosa que quieres.
Yellow *enojada* : Mo-Mocosa... ¡TENGO YA TRECE AÑOS!
El trío se sorprendió y de repente vieron un pikachu con cola en forma de corazón.
Yellow *con aura oscura y una malevola sonrisa* : "Chuchu"...
El E.R. le esmpezaba a ar miedo esa niña.
Yellow: nadie me dice mocosa y molestará a Ashy... ¡10.000 voltios!
James *asustado y abrazando a Meowth* : Esta taruga da miedo.
Meowth: Vamos a morir.
Jessie: Ahí vienes.
Y sucedió un explosión que llamo la atención de Ash. El azabache fue a ver lo que sucedió.
Ash: ¿Yellow estas bien?
La preocupación se notaba pero en eso fue recibido por una abrazo y un beso en los labios de parte de la rubia.
Yellow: Sí mi amor.
En eso llega otra Yellow con ¿Cynthia y Sabrina?
Yellow: ¿Otra yo? Hermanito ¿por qué me reemplazaste? *llorando*

-Y así iniciamos nuevamente-

Las horas habían pasado y todo lo demás, cada una de las mujeres se presentaron con la madre de Ash pero la que digamos que tuvo más miedo fue la diosa creadora de todo pues ella no sabía por qué tenía miedo de conocer a la madre de su elegido ni mucho menos por qué durante la charla que tuvo con la joven madre no dejo de tomar la mano de Ash cosa que fue notada por cada una de las chicas, unas tuvieron celos y otras no podían comprender lo que le pasaba a la diosa Arceus. Hilda por su lado fue la que más se puso nerviosa y seguía estando nerviosa por lo que habían hecho anoche Ash y Marina… juntos… en la cama… sí, eso.

-Hija, estas muy colorada ¿estás bien?- preguntaba la madre de Ash a Hilda quien estaba roja y se ocultaba detrás de su novio quien estaba un poco confundido.

-N-No es nada señora Ketchum- respondía nerviosamente la castaña de Unova.

-¿Estás enferma o algo así?- preguntaba la madre de Ash tratando de dar con la respuesta mientras Rosa no se aguantaba la risa. –O acaso es algo más – lo último lo dijo de manera pícara esperando que la chica se derrumbara.

-Mamá, creo que no debes de molestar así a Hilda. – respondía Ash para atrapar a la castaña en un amoroso abrazo que Hilda aceptaba con gusto.

- Está bien hijo, lo lamento mucho Hilda pero se me hace muy linda la historia de cómo tú y Ash se conocieron según las palabras de la joven que esta cargando a Amber. – explicó la madre señalando a Marina quien había contado la historia y que además estaba cargando a la pequeña peli azul la cual estaba sonriendo muy a gustó con las caricias de quien considera su madre.

-Descuide señora Ketchum, gracias por aceptarnos, no se cómo puedo agradecerle por tener un hijo como Ash quien es alguien tierno y decidido que no se da para atrás en ayudarnos.- dijo Hilda causando un sonrojo de vergüenza en su novio quien se rascaba la nuca.

-Por cierto Ash, ¿Quién era la rubia de ojos esmeralda?- mencionaba la madre cosa que capto Lyra.

-Amm, creo que no sé a quien te refieres.- respondía el hijo.

-Yo sé quien es.- en ese momento llego Lyra quien estaba a lado de la madre de su novio. –Su nombre es Dominó y es o era miembro del Equipo Rocket.- dijo la castaña quien fue puesta en la mira de todas pero sobre todo de tres chicas; Marina, Cynthia y Sabrina tenían unas experiencias amargas con ese grupo criminal y ahora las demás chicas estaban peor con lo que le hicieron a Ash.

Madre como hijo cruzaron miradas y sería Ash quien haría lo siguiente.

-Lyra, ¿dónde esta Dominó?- preguntó Ash viendo los ojos avellana de ella que tenían un ligera sensación de culpa.

Dominó pensaba en momentos sobre aquel joven que le dio un hogar cuando era pequeña. Ella jamás deseo tener una vida como esta sino que deseaba ser feliz pero al parecer el destino tenía otros planes para ella. Bajo la sombra del bello árbol de la parte trasera de casa de ese chico, ella reposaba tranquilamente mirando las nubes pasar buscando una respuesta en la bella naturaleza del mismo pueblo. Ella formo una sonrisa mientras abrazaba sus piernas.

Sus ropas actuales eran unos jeans una playera negra con y unas sandalias cafés. Tenía pulseras en sus muñecas decoradas con piedras y un moño en su cabello. Ella se podía decir que era muy joven para lo que estaba haciendo, que ella había perdido el rumbo. El hecho de estar en medio de personas nuevamente era algo extraño para la chica.

-Dominó.- aquella voz sacó de sus pensamientos a la joven y miró hacía arriba para ver unos ojos color caramelo. Ese cabello despeinado y esa sonrisa era un sello descriptivo del joven parado frente a ella. El ganador de la Conferencia de Batalla Naranja además de uno de los mejores entrenadores estaba frente a ella. -¿Verdad?- y así con duda y una risa nerviosa se rascaba.

Ella lo miraba, veía esos hermosos ojos color chocolate y recordó su sueño. Tenía cierto parecido a su amado hermano. No sabía por qué pero tenía ganas de llorar y abrazarle, quedándose así por un rato. Sus labios temblaron un poco mientras ambos ojos color esmeralda se humedecían producto de un sentimiento que albergaba su corazón.

Ash noto esto y se dio cuenta de algo, esa mirada dolida y la promesa que hizo de cuidarlas. No debía de juzgarla, a veces podía haber un pasado del cual nos avergonzamos. Él le extendió su mano mientras Dominó veía con duda y analizaba, se ruborizo un poco al ver esa cálida sonrisa que le regalaba el chico de cabellera negra. Dudando un poco puso su blanca mano sobre la de él mientras Ash le cerraba para delicadamente ayudarle a levantarse. Ella lo miró con dolor y ganas de llorar pero sabía que no merecía perdón de sus actos; él sabía que ella merecía una nueva oportunidad.

-Si deseas llorar, puedes hacerlo.- esas palabras, dichas de manera dulce al oído de ella fueron un detonante mientras bajaban las lágrimas por sus coloradas mejillas mientras se lanzaba a abrazar al chico de cabellera negra desordenada en un intento de desahogar ese dolor que tenía dentro por años de maltrato. –Tranquila, desahógate, no pasa nada.- y cómo las palabras de su hermano, ella noto esa sensación de ser aceptada así cómo de amor.

Él suavemente acarició el cabello de ella mientras trataba de calmarla pero sabía que al igual que Marina, ella necesitaba amor y sobretodo confianza en ella misma. Esa escena fue presenciada por la madre de Ash y la novia de este, Marina.

-¿Él siempre fue así?- preguntaba Marina mientras veía la tierna escena para recordar los bellos momentos en dónde él trataba de sacarle una sonrisa.

-No.- respondió la madre pero sonriendo al ver cómo su hijo en un mes había madurado. –Pero eso es o mejor, él siempre fue noble además de estar ahí para todos.- Delia no podía estar más orgullosa de su hijo quien estaba abrazando de manera afectuosa a la rubia.

-¿Por qué no esta molesta?- preguntó Marina sin dejar de ver a Ash y a Dominó.

-No lo sé, una madre debería de ver por la felicidad de su hijo y por lo que veo, ustedes son felices a lado de él.- y así Delia se retiro de la ventana dejando sola a Marina quien estaba meditando las palabras de la madre de Ash. Después de eso miró una vez más a Ash y se dio cuenta de algo.

-Es cierto, nosotras somos felices a lado tuyo y tú eres feliz.- Marina recordó todo lo que hicieron y noto algo mientras se sonrojaba. –Tú siempre me cuidas.- sus labios se curvaron en una sonrisa. –Ojala y pueda hacer lo mismo por ti.-

Y bueno este es el último Capítulo de esta saga y por ende es el capítulo 42. Y al parecer alguien borro uno de mis mensajes, era de mi página de Facebook para que vieran ahí las imágenes pero bueno no hay de otra. Espero que le haya agradado la historia que contruí pues esperen que aún nos quedan un poco más y esperemos que les guste ya que a partir de ahora la clasificación será difererente por lo que contará. Bueno nos vemos.

 

Marina: Hola a todos.
Yellow: Es bueno verlos por aquí.
Rosa: Un gustó volver.
Marina: Sí y adivinene que... The New Adventure Ash está disponible en Fanfiction.net
Ash: Entren en el siguiente enlace.

Contenido oculto: TheNewAdventureAsh

The New Adventure Ash Chapter 1, a pokémon fanfic | FanFiction

Marina: Sí, mi historia con Ashy.
Yellow: Con la autorización de FanDeFic
Rosa: Hilda está castigada por teñirme el pelo de rubio.
Ash: Sí, se pasó un poco.

-La Guerra ha comenzado-

Un joven de cabello rojo como la sangre caminaba por las calles de una hermosa ciudad que al parecer mostraba la belleza en cada esquina. La ciudad Petalburgo es conocida por ser una ciudad de gente adinerada además de ser el hogar del líder de Gimnasio Norman Balance quien junto a su Pokemon Slaking han arrasado con cada entrenador que se ha presentado… pero eso esta a punto de cambiar.

-Sinceramente esta ciudad es hermosa, pero es una lástima que deba de destruirla.- murmuro el joven mientras sacaba una pokeball de su bolsillo. –Sal Mighteyena- un haz de luz salió disparado del objeto esférico mientras la gente presenciaba aquel acto sin saber lo que sucedería después. Un Pokemon cuadrúpedo parecido a un lobo salió de la esfera aullando.

Las personas miraban confundidas al joven. Una oficial Jenny presente llegó hacia donde estaba aquel chico.

-Niño escucha- esto llamo la atención de Silver. –No es bueno que tengas a un Pokemon así afuera, hay niños presentes.-

Arcanine quien estaba en la pokeball de la oficial hasta ese momento salió. La mirada fiera de la Pokemon de Silver contra la de Arcanine dejaba en claro que el Pokemon de fuego sabía que algo no andaba bien.

-Arcanine que haces- dijo la oficial para mirar como una bola sombra se dirigía a ella solo para ser detenida por el Pokemon fuego. -¡NO ARCANINE!-

El Pokemon de la oficial recibió duro el impacto del ataque del migtheyena. El Pokemon fuego chilló de dolor pero logró mantenerse en posición.

-Termínalo, usa ataque rápido- de un momento a otro Mighteyena desapareció.

-¡Arcanine lanzallamas!- gritó la oficial mientras su Pokemon dispara un potente ataque de fuego a Silver.

-¡CONTRAESCUDO!- ordeno el peli rojo para que su Pokemon apareciese. Un aura rodeó al Pokemon quien disparo un rayo de color rojo rodeándole. El ataque fuego dio en el acto dándole una sonrisa a la oficial Jenny que desapareció al ver entre las llamas unos ojos rojos mientras poco a poco el Pokemon oscuro salió entre las llamas como toda una fiera.

-El poder de mi niña es superior a la de su especie. Ella fue atacada por sus hermanos quienes la quisieron matar por ende ella quería ser más fuerte.- explicó un poco Silver. -¡Ahora usa mordisco!- y de un segundo a otro la Pokemon de Silver se fue con todo hacía Arcanine.

-¡Maldita sea esquívalo!- ordeno la oficial muy tarde ya que las fuertes mandíbulas del Pokemon lobo le apreso para entre sus mandíbulas para después lanzarlo. Jenny estaba mirando con horror lo que le pasaba a su compañero. Su primer día, el peor de todos los días que vendrán.

-Ahora usa cola de hierro.- el Pokemon lobo formó un haz de luz en su cola mientras corría hacia donde estaba el Pokemon de la oficial. –Acaba con él.-

Arcanine de un segundo a otro estaba incrustado en una pared para horror de las personas. Lo niños lloraban al ver como aquel chico de vestimentas negras y purpuras no mostraba ni un signo de remordimiento o felicidad en su rostro. Su inexpresión contra lo sucedido demostraba que Silver no iba a ir por ahí siendo el villano que mucho creen, no, el quería ver el dolor de las personas como el miedo en los ojos de aquellos que lo detuviesen. La oficial derramó unas lágrimas y estaba lista para usar por primera vez un arma en un Pokemon ya que el Pokemon lobo se acercaba a su compañero caído. Sacando su arma y debido a la situación en la que estaba, ella apuntó aquél objeto que jamás había sido usado. Le apuntaba a un Pokemon mientras sentía las ganas de vomitar.

-Sabes- la peli azul miró a Siver quien metió las manos en sus bolsillos. –Antes de que dispares esa bala, “ella” te arrancaría las manos.- terminó de hablar Silver mientras camina despacio hacía ella.

Los ojos de la oficial voltearon a ver hacía donde estaba su compañero solo para ver al Pokemon del chico frente a ella. Migtheyena se acercaba a ella, pero la oficial le apuntaba pero solo las palabras de Silver fueron más que suficientes para que el arma de fuego cayese al suelo siendo destruidas por las garras del Pokemon de Silver. Los pedazos salieron volando mientras las balas rodaban hacía los pies de ella.

La gente miraba a la recién destrozada oficial quien no podía hacer nada. Muchos jóvenes traían pokebolas en mano para disponerse a luchar. Jenny cayó directo al suelo de rodillas. Ella miró a la gente con miedo y lo único que se le vino a la mente, lo hizo.

-¡TODOS CORRAN!- grito en llanto la oficial mientras sentía como Silver estaba detrás suyo. –N-No m-me m-mates- terminó de decirle ella al sentir la respiración de Silver.

La sonrisa del peli rojo estaba formada mientras le acarició el cabello. Las lágrimas descendían mientras Silver presionaba levemente la espalda de la joven. Silver se acercó al oído de ella mientras sentía como la oficial temblaba.

-Es mejor morir o vivir en este miserable mundo.- aquellas palabras las dijo de manera tranquila.

Él causo que la oficial se orinara del miedo. Aquel líquido humedeció la falda de la oficial que no era más que una novata en su primer día. Silver estaba dispuesta a matarla pero paso algo… los ojos de él empezaron a recordar a James, Jessie y Meowth quienes le enseñaron que la muerte de alguien débil es el camino de un cobarde. El hijo del líder del equipo Rocket y sobre todo enemigo del doctor Evans estaba más que confundido. Sus ganas de matar desparecieron mientras miraba a su Pokemon preocupada por él.

-“Recuerda Silver, jamás mates a nadie. Siempre cuida de aquellos que lo necesiten.- decía Jessie.

-Jamás mates a nadie. Puede que seamos malos como la leche pero asesinos nunca- dijo James cruzado de brazos al pequeño Silver quien los admiraba.

-Aunque te rompan el corazón, siempre serás mejor que ellos- finalizó meowth.”

Jenny cerró los ojos esperando lo peor. Una serie de explosiones en el cielo hizo que parte de un edificio cayese sobre ella… pero jamás paso es. La oficial abrió los ojos mientras miraba como aquel joven la salvó, el mismo joven que la quería matar le salvo la vida mientras más y más explosiones daban lugar en los cielos.

-Lo mejor será sacarte de aquí.- dicho eso toma la pokeball de arcanine y lo regresó a ella. –“Hija” ayuda a tu papi con esos misiles lanzados por los incompetentes soldados del abuelo.- pidió el peli rojo a su Pokemon quien estaba a lado de él en todo momento.

Con un fuerte hiperrayo cargado en su boca, la mirada de ella se dirigió al cielo mientras unos misiles llegaban a esa zona para después de un disparo liberar la energía. Los misiles se destruyeron al recibir el impacto, pero el poder de esa Mighteyena era diferente al resto que incluso generó un EMP dañando los demás misiles que estaba en el aire. Irónicamente ella ayudaría a la toma de la ciudad.

Ella regresó a lado de su amo quien corría rápidamente con la oficial en brazos. Ambos llegaron a un lugar donde la oficial podría estar sana y salva. La peli azul estaba mirando a Silver con miedo de que él quisiera matarla con sus propias manos.

-Quédate aquí y no salgas.- la seriedad en su rostro le daba miedo a Jenny quien quería retroceder solo para ser detenida por él. –No te enfrentes a ellos. Lamento lo que te hice pero tampoco dejaré que te interpongas en mis planes así como evitare que mis peones te hagan daño.-

Jenny no sabía que hacer, ella tenía miedo. Silver le quito el sombrero que tenía y le acarició el cabello. El peli rojo sacó una pokeball de su bolsillo y se la dio a Jenny.

-Este Pokemon es un Lucario, no dudará en defenderte-

Dicho esto el joven tomo la mano de la oficial novata y le deposito en ella esa esfera roja con blanco. Una vez dicho esto el joven salió corriendo seguido de su Pokemon. La oficial miró hacía donde la vista podía divisar a aquel joven. De pronto con sus ojos escarlata comenzó a mirar el lugar, ella miró que estaba debajo del puente de la ciudad además de escuchar explosiones y todo lo demás.

-Lamento fallarles a todos- dijo la oficial mientras abrazaba la pokebola con cierta tristeza. -¿Por qué me salvaste?-

Los ojos de Silver se volvieron rojos como la sangre una vez más. A pesar de todo, su objetivo era ver sufrir a su hermano.

-¡Salgan YA!- de los edificios caían pokeballs liberando desde tyranitars hasta los Pokemon más comunes de las regiones de Johto y Kanto. Cientos de helicópteros con una R aparecieron en los cielos de la ciudad natal de la princesa de Hoenn. El equipo Rocket estaba en una guerra por el control de Hoenn sin que ningún campeón pudiese hacer nada debido a la gran falta de seguimiento de los mismos.

La gente gritaba aterrada mientras que Silver estaba en una azotea con una seña ordeno que los helicópteros descendieran aún más a la posición mientras que uno de los vehículos de transporte se dirigían a otra zona de la ciudad. Un soldado del equipo Rocket con una cámara empezó a grabar al joven de cabello rojo mientras la gente que no consiguió escapar presenciaría algo que a nivel regional sería transmitido en todas las cadenas y en especial a una cadena de Kanto.

-Atención ciudadanos de Hoenn- empezó el de cabello rojo caminando siendo seguido por el camarógrafo.

El helicóptero se abrió revelando a Lance quien miraba la casa-gimnasio de Norman. Los ojos de Lance se posaron en la familia Balance y con su viejo rival de Johto. Norman no podía creer que estuviera pasando todo esto y se preguntaba que pasaba en las demás ciudades y pueblos. Era obvio que esto solo era la punta del iceberg.

-Hoy estamos felices de presentarnos ante ustedes el día de hoy. Este día será recordado por muchos de ustedes y por generaciones que vendrán.-

Misty y Tracy irían con Ash para ver a las demás y a las hijas de este cuando vieron en la televisión lo que pasaba. Gary quien había estado en casa de su abuelo junto a su primo y Red se unieron para observar al joven quien organizaba tal ataque. El profesor Oak no sabía que hacer o decir en esos momentos pues sabía como debía de estar Ash.

-Nosotros somos el Equipo Rocket. Hace 7 años ni sabían que existíamos y su gente no ha tachado como incompetentes en otras regiones. Es cierto, no somos los mejores, pero hemos hecho muchas cosas.-

May y Drew se encontraban en Sinnoh observando como la ciudad de la joven castaña era atacada. May derramó lágrimas al ver a la gente horrorizada y Drew sentía miedo, el sentía que aquella mirada del joven iba dirigida para él y su novia, pero esa mirada reflejaba algo más. May por alguna razón vio algo que la hizo helar mientras Harley apretaba los dientes y Solidad rezaba a cualquier deidad que parase esa locura.

-Bueno, lo que más importa en estos momentos es que Steven y su elite cuatro me vean además de que mi hermano me vea. Ustedes creían que el equipo Magma y el equipo Aqua eran peligrosos, ahora solo el equipo Aqua es mi mayor problema junto con su princesa…-

La gente escuchaba esas palabras. La princesa de Hoenn escuchaba las palabras de ese joven mientras que en Sinnoh había empezado a llegar una contingencia de miles de soldados liderados por el doctor Evans quien estaba en un avión fumando un cigarrillo. El peli negro desvió su mirada a cierta peli azul celeste de cabello corto que estaba encadenada y le miraba con odio. La cazadora J sería parte de sus planes.

El helicóptero llego a la residencia Balance. Norman, Max y Caroline veían el alboroto de la ciudad pero al ver el fuerte viento en la entrada de su casa los obligó a salir a ver.

-Maldita Sea- Norman se lamentaba de los actos sucedidos y sabía que no lo que pasaría sería un acto que tuviera que ver con su niña… tenía que ver con su pequeña May. Caroline estaba horrorizada y Max estaba en determinación de ayudar a la gente; él ya era un entrenador apto y calificado con su victoria en la liga Hoenn… esto no es un juego de niños.

May no sabía que hacer al escuchar la palabra “princesa”. ¿Sería culpa de May lo que pasaba en Hoenn? Las lágrimas cayeron en su vestido rojo mientras recordaba a cierto entrenador de gorra roja; el entrenador la hacía sentir segura, esa seguridad desapareció hace tiempo, ella necesitaba un abrazo pero ella lo perdió hacía tiempo… ella necesitaba a Ash.

-… Ustedes ahora son mis rehenes y cualquier intento por detenerme será en vano. Solo quiero que me entreguen a Maxi y a Archie, así detendré toda esta operación y si pueden darme a May Balance, su princesa, los dejare libres.- sonreía, Silver sonreía al ver el miedo de las personas, pero sabía que los líderes de las organizaciones le estarían viendo.

Steven, Wallace y la elite cuatro de Hoenn miraban desde el edificio de la Liga de Hoenn la atrocidad del ER. Ellos no podían hacer nada salvo armar un plan además de que la mejor de los G-MEN estaba retirada por le momento.

Archie junto a Maxi veían a Silver. Ambos líderes dejaron atrás su diferencia para tratar de hacer que la innovación humana no afectara al medio ambiente para así poder convivir en armonía otorgando a Steven y su Elite cuatro los orbes de Groudon y Kyogre quienes se hallaban dormidos esperando un día volver a combatir para definir quien es el más poderoso.

Archie golpeo el tablero de comunicaciones mientras los subordinados miraban con horror tal acto del Silver. Los Pokemon de los jóvenes que luchaban eran lastimados y muchos jóvenes eran golpeados.

-¡Maldita sea, qué desea de nosotros!- se preguntaba con Rabia el moreno mientras observaba la sonrisa cínica del Silver Sakaki.

-No lo sé, pero deberíamos de reorganizarnos y atacar. Hay que contactar a Steven y…- de repente los ojos de Maxi se abrieron aún más.

-Y para hacer que cumplan mis caprichosos, eh aquí la principal colaboradora del Equipo Magma…- de repente unos soldados trajeron a una demacrada y aterrada Flannery quien al parecer había sido torturada sin misericordia por los soldados al mando de Lance. La joven lloraba mientras agachaba la cara de vergüenza por su pasado. – ¡Nuestra Sexy líder Flannery!- Silver logró hacerla llorar, ella lloraba, tenía miedo de lo que sucedería, ella jamás deseo que esto pasará.

Maxi observaba a su hija, a la hija que nació de un amor no correspondido pero que seguía siendo su niña. Él le había abandonado y por ende ella le guardaba rencor a su padre.

Lloró.

El sujeto que observo la llegada de Silver a Hoenn sonreía. Él plantó las semillas de la maldad en él, Silver ahora sería parte de un juego que decidiría un papel importante que podría desaparecer al universo como tal. Las deidades sin su madre esperaban las órdenes del segundo al mando que era Giratina.

Algo no andaba bien ya que el segundo Pokemon más poderoso de todos no era Giratina e incluso se dudaba del poder de Arceus, la diosa creadora del todo. En una región lejana estaba un capullo y en él la destrucción de las mismas dimensiones si se hace con el poder del aura. Giratina esperaba que todo terminase sino que ellos deberán de intervenir pero eso no sería aceptado por muchos legendarios que se negaban a escuchar las ordenes del trío dragón.

Lance llegó estaba afuera de la casa de Norman. Su viejo amigo y ahora enemigo estaba dispuesto a apresarlo sin hacerle daño por esa vieja amistad.

Un Slaking salió posicionándose frente al hogar de su amo mirando desafiante al peli rojo quien ni se inmutaba ante la presencia del Pokemon. Lance sabía que así trabajaba él.

-Siempre supe que eras una basura.- todos miraron a un lado de la casa excepto Lance quien solo sonrió.

-Norman Balance, es un placer volver a escuchar de ti. ¿Cómo esta Brendan?- aquella pregunta hacía feliz a Lance más no a Norman. Viejas heridas de abrían pero detrás de la sonrisa de Lance estaba una gran culpa.

-Eres un maldito- Norman cerró su puño mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas. Un dolor se hizo presente en el padre de May y Max. –Por tu culpa… él ahora no esta con nosotros- de un segundo a otro el padre de May estaba corriendo en dirección hacía Lance.

Un dragonair llego para posicionarse a lado de Lance mientras miraba amenazadora mente al líder de gimnasio de la ciudad Petalburgo quien no se inmuto. El dragón le iba a atacar con lanzallamas pero el Pokemon de Norman lo tacleó llevándolo al suelo. Norman con un puño trató de golpear a aquel sujeto que en otros tiempos era su amigo.

-Parece que tú y yo tendremos una batalla mano a mano- dicho esto Lance logró esquivar el fiero golpe del líder de gimnasio quien no se contuvo, pues ya le estaba arremetiendo más y más golpes. -¡Demuéstrame de que eres capaz!- el peli rojo miraba de manera fiera a su oponente mientras Slaking golpeaba al dragón de Lance.

-¡Señor le daremos apoyo!- dijo un Rocket.

-¡Ni se acerquen!- ordeno el comandante a sus soldados. –Él es mío-

Norman estaba tratando de golpear a su viejo amigo pero Lance logró agarrar uno de sus puños mientras le regresaba el regalo. El padre de May cayó directo al suelo mientras se tocaba el área del golpe que fue en su rostr. Más exactos en la mejilla derecha. Caroline quien hasta ese momento estaba mirando con horror lo que pasaba trataba de irse pero sus piernas no respondían.

-Crees… ¿crees que con eso me terminarás?- preguntó Norman de manera arrogante mientras se paraba. Lance gruño un poco por la terquedad de su antiguo amigo. Sabía bien que Norman venía de la calle y que sabía pelear además de no abandonar una pelea por dura que sea.

-Sí sigues así, tendré que matarte- expresó el peli rojo sin ninguna emoción. Caroline escuchó eso y se estremeció pero no contaba con que su hijo iría a interferir. –No me interesa en este punto si hace tiempo fuimos amigos.- Lance se quito la capa (estilo general grievous SW III) mientras se tronaba los huesos del cuello.

-Eres mejor que ellos-

-Soy mejor que ellos-

Dicho esto empezó a arremeter patadas y golpes contra Norman quien los bloqueaba esquivaba pero ambos no podían estar así siempre. Lance recibió un golpe en el rostro para después escupir sangre. Norman sonrió pero esa sonrisa despareció cuando fue tacleado al suelo. Su Pokemon, había logrado taclear al dragonair de Lance mientras noqueaba al feraligator de un soldado que decidió atacarlo. El semi legendario estaba frente al dragón azul que chillaba de dolor pero no saldría de ahí.

-Sal Gallade-

Max Balance entró a escena con su Pokemon más fuerte. Aquel joven que recorrió Hoenn y Kanto junto a su hermana había aprendido a armarse de valor con Ash y Brock. Todo lo que aprendió le valió su campeonato en la conferencia Siempre Grande.

El Pokemon de Max se posiciono a lado del Pokemon de su padre quien estaba herido a diferencia del dragón quien gruño al ver la interferencia del Pokemon tipo lucha. Lance miró al chico quien para él no era más que un mocoso sin talento a diferencia del primer hijo de Norman. Max no podía creer que un campeón respetable fuese una basura del equipo Rocket.

-¿QUÉ CLASE DE CAMEPÓN ERES TÚ?- preguntaba molesto el joven.

-¡Max sal de aquí!- ordeno su padre a su hijo. Norman miró a Max de manera diferente, vio determinación en su hijo.

-No- gritó. –Ya me cansé de todo esto. Yo ya no soy un niño que necesita de alguien para defenderse.- Max derramó algunas lágrimas mientras miraba a los soldados que acompañaban al campeón de Johto quien le miraba fijamente. –Campeón o no, solo es un entrenador más.- Max apretó su puño mientras que Gallade empezaba a atacar al dragón.

Diversos ataques le intentaba dar aquel Pokemon de nivel 100 pero todos eran repelidos con mucha facilidad hasta que Slaking empezó a arremeter.

-Max- como si el viera a alguien más, Norman sonrió. –Muy bien, es hora de demostrarte quien es el mejor.-

Norman seguí su lucha con Lance mientras Max mantenía a raya a miembro del equipo Rockete dejaron de seguir las ordenes de Lance y decidían atacar por sus cuenta. Gallede, gracias a los movimientos tipo lucha que con ayuda de Max creó, era rival para Pokemon como Migtheyena y Arcanine e incluso algunos reclutas tenían Steelixs.

Lance llamó a su dragonite que empezó a atacar a los Pokemon de los Balance mientras sus soldados trataban de hacer todo para contener el combate. Un ataque de un Gyrados destruyó por completo la casa de la familia quien miró en completo shock lo acontecido.

Tanta fue la pelea que se olvidaron de alguien. Caroline estaba mirando la lucha sin notar que alguien había llegado detrás de ella; lágrimas se hicieron presentes al ver su casa destruida sin poder saber que pasaba. Ella sintió que alguien ponía algo frío en su nuca mientras se escuchaba un click. Las pupilas de ella se dilataron mientras empezaba a temblar. Una presencia que ella no sentía hace mucho, desde que ella perdió la capacidad de ser entrenadora.

-Maestro-

La persona detrás de ella, quien estaba con una mascara y cubierto por una capa, le golpeó noqueándola. Él cargó a la castaña mientras soltaba una pequeña risa para después mirar el oscuro cielo que era ocasionado por lo que pasaba el día de hoy. De pronto sintió la presencia de un usuario Aural para después correr al bosque con Caroline.

Un alakazam junto a un peli rojo aparecieron en medio de la lucha. Solo tenían dos horas y el tiempo se estaba terminando. Lance miró el arribo de su superior quien miró a Norman el cual jamás le notó. Silver sonrió.

-Sorpréndeme… ¡SAL RAYQUAZA!- ordenó Silver mientras una pokeball era lanzada al aire y de ella se abría liberando una luz que surco los cielos.

Norman y Max al igual que Lance y los soldados no podían creer lo que veían. De aquella esfera salió el tercer legendario de Hoenn que una vez calmo a Kyoger y a Groudon. Los ojos de Max se abrieron ante la impotencia y el miedo que causaba aquel mítico ser. Un Pokemon parecido a un dragón de color verde salió de la esfera que le mantenía cautivo. Slaking miraba al tercer legendario de Hoenn; Rayquaza ha despertado… los titanes de Hoenn despertarán de su letargo.

Max rápidamente salió de su trance.

-¡Gallade, corte furia!- exclamó el joven de gafas mientras su Pokemon obedecía. Sin inmutarse al igual que sin una orden, el tercer legendario de Hoenn surcó los cielos de los cuales el era el dueño. El Pokemon tipo lucha se quedó mirando a la deidad para después reaccionar y saltar a atacarla.

-Estúpido- pronunció Silver. Rayquaza era muy rápido al grado que esquivo el ataque con mera facilidad. –Elévate y demuéstrale tus poderes a estas estúpidas personas. ¡Demuéstrales porque eres el más poderoso de todos los Pokemon!- y así el tercer legendario subió al cielo y comenzó a cargar energía que salió liberada para Max.

-¡NO!- gritó Norman para ver como perdería a su tercer hijo de la misma manera que perdió a Brendan.

-Bola Voltio ahora-

Dos ataques colisionaron a medio camino del pequeño Max quien estaba en shock por lo que presenció. Una nube de polvo fue levantada para que Rayquaza centrara su mirada a la dirección del lugar donde provino aquel ataque que detuvo su cometido.

-¿Ash?- se cuestiono Silver pero sus ojos miraron a otra persona, mejor dicho a dos personas en trajes rojos. –Jackie, ah… creo que esto tomará tiempo.- decía Silver cansado mientras sonreía.

-¿Pero qué?- los ojos de Norman se centraron en un ave amarilla con negro que desde lo lejos su mirada marcaba un temor. Zapdos, el ave legendaria eléctrica había aparecido en escena mientras que en su lomo estaban Jackie, un Pokemon ranger clase S al igual que su jefa una Pokemon ranger clase S. Solana, la novia de Jackie estaría con él en esto junto a su plusle que emanaba electricidad de sus mejillas. –MAX- y así Norman corrió con su hijo que estaba en shock.

-Maldita sea, necesitaremos más hombres- gruño a lo bajo Jackie para ser escuchado por Solana quien miró a cierto peli rojo y no era Lance.

-Silver-

Silver estaba sonriendo miran a ambos ranger mientras tenía sus manos en sus bolsillos. Él sabía que lo que pasaría después sería algo inolvidable. Él habló pero al estar en el aire no se escucho que decía, pero ella logró entender lo que decía mientras la peli azul se estremeció.

-“No te dejaré ir esta vez.”-

Zapdos lanzaba rayos contra los Pokemon que estaban en el suelo y que le atacaban mientras Jackie gritaba. Solana, ella no escuchaba nada, sus ojos estaban concentrados en la persona que le salvó la vida una vez y que pensó que estaba muerto. Sus ojos brillaban al saber que la misión del ángel rojo que se les asigno-matar al ángel rojo.- no era más que reencontrarse con sus pecados.

Él sentía rabia y odio, y a veces la herida de su pasado le causaba dolor, per en esos momentos el solo quería abrazarla, pero debía matarla. Su hermana ahora era su enemiga. ¿Lo era, verdad? Había una batalla en el interior del chico, ella amaba a su hermanito y él… él deseaba verla feliz.

-¿Por qué debe de suceder esto?- pensaba Silver mientras veía a la chica de cabello azul. –Deberían de darse por vencidos. No son rivales para mí ni para este legendario.- expresaba Silver mientras chasqueaba los dedos para que Rayquaza usase aliento dragón en el pájaro eléctrico pero este esquivo el ataque.

Jackie saltó para caer delante de Silver quien gruño a lo bajo. ¿Por qué no se daban cuenta que les hacía un favor?

-Te detendré ahora en estos momentos Silver.- mencionaba con un enojo el Ranger.

-Deberían de irse mientras puedan.- mencionaba él, Silver deseaba que se fueran en verdad. –Tienes 30 segundos para irte con ella.- Solana lograba ver desde el aire esquivando los ataques del poderoso legendario mientras Norman y Max luchaban con Lance quien había bloqueado las comunicaciones para no ser interrumpido.

Entonces fue que ella se dio cuenta de todo. La desaparición de Sabrina, la desaparición de Cynthia, las incontables victorias del Equipo Rocket a lo largo de los años. Todo estaba casi planeado exceptuando por la destrucción de su base en ciudad Verde en el edificio de Industrias Satélite. La ranger estaba en shock pero no se dio cuenta que Rayquaza se empezó a llenar de energía, el legendario sabía que debía de acabar con esto antes de que los otros dos despertasen.

Golpe tras golpe y patada tras patada. Jackie y Silver eran tan fuertes que ni ellos mismo podían aguantar los golpes del otro. El tiempo se terminaba y lo único que quedaba era esperar. Silver al ver que ya no le quedaba opción usaría los poderes que se le otorgaron desde su nacimiento; sus ojos se tornaron azules mientras un aura azul le empezaba a rodear. Jackie se dio cuenta con lo que estaba tratando y retrocedía mientras se ponía en pose defensiva y analizaba la situación de manera más detenida.

-“Maldita sea, lo que me faltaba es que este chico fuera un aura guardián. Nuestras situación actual es una derrota.”.- Jackie no quería ser pesimista pero sabía que se enfrentaba a algo que superaba sus límites. Las gotas de lluvia empezaban a descender en el lugar de batalla. Dragonite y Dragonair vencieron al Slaking de Norman y este no podía ir a su casa por los demás pokémon. Max sacó otro Pokemon el cual era un grovyle y estaba peleando de manera audaz con los dos dragones de la misma línea evolutiva. Lance por su lado estaba cansado de tantos golpes que le dio Norman mientras algunos soldados mantenían la distancia y se escuchaban explosiones a lo lejos.

La gente de la ciudad no se rendiría sin luchar y muchos ranger habían llegado junto a Jackie para apoyar al departamento de policía de la ciudad que decidió no quedarse de brazos cruzados. La situación parecía no tener fin, la sangre corría por doquier, sí no se hacía algo pronto… Ciudad Petalia. Entrenadores con sus Pokemon estaban desafiando a la autoridad de una organización criminal, una que había creado a dos niñas heredando los poderes del aura, una que había capturado al legendario que estaba peleando con otro de su clase, una organización que tuvo el descaro de secuestrar a la campeona de la región Sinnoh y la líder de gimnasio de Ciudad Azafrán en Kanto pero sobre todo una organización que desafió los deseos de la Diosa creadora al clonar un pokémon basándose en el ADN de Mew para usarlo en contra de la humanidad… pero sobre todo están tratando de resucitar al Dios Creador de Arceus.

-Muy bien, quiero ver dónde esta lo joya del alma.- Giovanni estaba frente a uno de sus esbirros, Butch quien estaba mirando un edificio en llamas a lo lejos mientras estaban en un jardín muy hermoso.

-Por aquí señor.- respondió el miembro de vestimentas negras y cabello verde.

Aquel hombre llevo al máximo líder criminal a un lugar dónde estaba una joya color azul brillando. En esa joya descansaba el alma de un Pokemon legendario que dio su vida para salvar la ahora asediada ciudad de Altomare. Giovanni no sabía con lo que trataba, a pesar de que ese anciano le advirtió, no tuvo ni una gota de misericordia con él. Su traje naranja sin una arruga se iluminaba ante la presencia de esa joya legendaria digna de estar en un museo.

-Y he aquí, una de las siete joyas de la corona del verdadero Arceus.- Una sonrisa se dibujo en su rostro mientras muchos agentes de Equipo Rocket llegaban a la ciudad. Sus ojos mostraban la ambición de lo que en verdad era. –Que muera la gente de aquí.- y así sin pensarlo dos veces agarro la joya para sacar un arma y empezar a disparar a todos lados. –Sal de ahí Pokemon Eon-

Un poco más alejada de la zona y en el suelo estaba una Pokemon rojo con blanco. Latias, la Pokemon Eon estaba asustada ya que jamás le paso algo como eso. A su lado inconsciente estaba una castaña con unas pijamas rotas y ensangrentadas, Bianca, su amiga y hermana del alma se desmayo al presencial la muerte de Lorenzo; debía salvarla, debía sacarla de ahí pues en poco un cataclismo borraría esa bella ciudad enterrándola en el fondo del mar para siempre. Ella recordó el valor de su amigo, trataría de contactarlo.

-Latias-

Ash se despertó de golpe. Eran las 3:00 de la mañana y a su lado yacían Sabrina y Platina con quienes estaba durmiendo. Ash no sabía por qué tuvo una pesadilla, Latias lloraba mientras sangraba y él no podía hacer nada más que ver. Sabrina aún dormida y sintiendo el dolor de su amado se levanto pero su mente se lleno de las horribles imágenes que Ash soñó, sus ojos se abrieron mientras unas lágrimas se formaron. Ash apretó los dientes mientras apretaba la sabana, Sabrina le abrazo intentando apaciguar el dolor pues no era necesario, él estaba sufriendo.

-Voy por ella.-

 

Marina: Hola chicos.
Hilda: Los extrañe mucho.
Ash: Verdad.
Marina: Sí.
Ash: Pues ahora el capitulo.
Casey: ¡Arriba Electabuzz!
Todos: ¡Yaho!


-Verdad-

-Ash, tranquilo. – decía Sabrina tratando de tranquilizar a Ash.

Platina se despertó por el alboroto y abrazó a su padre tan pronto como lo vio llorar. La peli verde estaba abrazando a su novio pues había dormido con él esta vez pero algo sucedió. De alguna manera sabía que Ash estaba diciendo la verdad y solo le quedaba que nada más fuera una premonición de lo que pueda pasar.

-¡Ash tranquilo! – alzó la voz Sabrina mientras tomaba a Ash del rostro dándole al azabache una mirada de sus ojos cubiertos de lágrimas. A ella le dolía verlo en ese estado. – Por favor. – decía ella llorando para recibir un beso de Ash quien después vio a su hija.

-Papi.- dijo ella con los ojos llenos de lágrimas al darse cuenta como estaba su papá. Era obvio que a ella le dolía.

-Platina. – pronunció Ash para ponerse a la altura de su hija y notar aquel dolor presente. Se dio cuenta de algo y es que ella era la viva imagen de Dawn y de él. Su cabello azul un poco más oscuro así como los ojos color caramelo de él. Sabrina sabía que había un sentimiento presente de él aún por ella. – Gracias por darme ese abrazo. – pronunció él para darle un beso en la frente a su hija.

-Ash. – Sabrina estaba preocupada por él. ¿Qué pasaría sí ese sueño fuera real?

-No haré una locura.- pronunció él mientras se paraba pero ahora con Platina en brazos. – Pero necesito que venga Mewtwo y Arceus aquí. –

Sabrina sabía que eso no fue un simple sueño pero se dio cuenta que la presencia de Silver ya no se encontraba en Kanto. Ella hizo brillar los ojos para desparecer de manará rápida dejando a Platina un poco asustada. Después de unos instantes apareció Arceus que estaba vestida con una playera negra con una franja y muy dormida.

-¿Por qué me trajeron aquí? – mencionaba la Diosa creadora de todo en modo de berrinche pues estaba soñando que ella y Ash jugaban en… bueno eso no es importante.

-Necesito tu ayuda. – mencionaba Ash aún sosteniendo a su hija. Arceus logró notar la cara de preocupación de su Elegido por lo que sería algo de suma importancia.

-¿Qué necesitas Ash? – preguntó la joven de ojos verdes mientras lo miraba atento.

-Necesito saber si Latias está bien. – informó él mientras miraba como Sabrina aparecía a lado de la Diosa junto a Mewtwo. Algo había en el rostro de Ash que reflejaba una angustia por lo que esto era grave. Arceus sabía que aún tenía poder para ver que hacían los demás legendarios por lo que decidió buscar a la pequeña Eon y ver si todo estaba bien.

-¿Sucedió algo con Latias? – preguntaba el Pokemon creado por Giovanni. El rostro de Sabrina reflejaba que las palabras dichas por él tenían una verdad así como el rostro de Ash. – Es algo importante lo que debería de saber al ver los rostros de ambos pues reflejan tristeza. – mencionó el Legendario mientras miraba como Arceus buscaba contactar a la hermana de Latios.

-Podría decirse que algo paso. – mencionó Sabrina mientras recostaba su cabeza en el hombro de Ash. Aquel sueño solo pudo tener acceso a la parte de Altomare pero todo lo demás estaba siendo bloqueado por el aura de Ash.

-Latias esta bien. – mencionó la peli negra mientras miraba a Ash.

-¿De verdad? – preguntó aún con preocupación en el rostro mientras Arceus asentía.

-Esta dormida a lado de Bianca en su cuarto, al parecer se asustó al ser llamada por mi pensando que la reprimiría por convivir con esa chica. – explicó la Diosa mientras ella se sentía fatigada pues en el cuerpo humano sus poderes son demasiado para ella. – Pero… -

Todos miraron a Arceus quien estaba preocupada pues vio unas imágenes de unos sujetos acercándose en helicópteros a la ciudad así como el enojo del Dios de los Cielos. Arceus estaba mirando las imágenes de un ataque en Hoenn que estaba ocurriendo en esos momentos, ella empezó a sentir un dolor de cabeza intensó al ver como el Equipo Rocket llegaba y atacaba pokemons como personas por igual.

-¡Argh! – aquel gritó de dolor alertó a los presentes que si no fuera por Mewtwo y una barrera en el cuarto despertaría a todos. Arceus se tocaba la cabeza al ver el poder creciente en Rayquaza pero había algo extraño con él, solo había rabia. -¡Duele! – volvió a gritar mientras se formaban lágrimas en los ojos.

Ash dejo cargando a Platina con su madre para acercarse a Arceus quien se abrazó a Ash. Mewtwo decidió ver lo que Ash miró así que se introdujo en su mente viendo aquellas imágenes del hombre que lo creo pidiendo la gema del alma a Lorenzo quien se negó a entregarla para después ser apuntado con un arma. Pero lo que más notó fue la rabia de aquel Pokemon que surcaba los cielos, Rayquaza estaba luchando contra los humanos pero sentía que eso era real pues estaba sintiendo que el enojo de él crecía.

-¡Rayquaza! – gritó él llamando la atención de los presentes. El Pokemon legendario miraba estupefacto lo que miraba Rayquaza en esos momentos. Ash notó por la mirada que no todo fue un sueño pero debía de hacer algo.

-¡ASH! – Tracy, Gary, el Prof. Oak así como Misty estaban afuera de la casa llamando a la puerta. -¡VAMOS DESPIERTEN! – gritó Gary mientras golpeaba la puerta de madera para ser abierta por la madre de Ash quien estaba en una bata furiosa.

-¡¿Qué sucede?! – preguntaba ella molesta.

-¡Delia necesitamos ver a tu hijo! – informó el profesor regional a la madre de Ash con un tono serio logrando llamar la atención de la castaña.

-¿Qué sucede Sam? – preguntó la madre de manera preocupada a su amigo.

-¡Están atacando la Ciudad Petalburgo! – mencionó Oak mientras Delia se llevaba las manos a la boca y abría los ojos un poco mostrando signos de evidente preocupación. Ella recordó a Max como a May aunque a la última no deseaba verla igual se preocupaba por ella.

-¡¿Qué sucedió Sam?! – preguntaba alterada pero vio como Gary y los demás bajaban la cabeza. -¡Díganme que pasó! – preguntaba la madre del azabache mientras el profesor Oak la tomaba de los hombros.

-Creemos que la familia de May… - para el profesor un nudo en la garganta se formó mientras Misty abrazaba a su novio buscando consuelo.

-¡¿Qué es lo que crees?! – los gritos de Delia despertaron a algunas de las chicas siendo Marina la primera en bajar las escaleras al ver a los amigos de Ash en la puerta. La chica oriunda de Johto miró la evidente preocupación de todos pero no se atrevía a interrumpir.

El profesor Oak apretó los puños mientras cerraba los ojos. Él sabía que Ash era muy buen amigo de la familia, que amo a May alguna vez y sobre todo la hija que ahora tenía pero más que nada la amistad que forjo con cada uno.

-Creemos… creen que ellos… - Oak miró nuevamente a Delia quien estaba formando algunas lágrimas. Ella supo sobrellevar lo que pasó aquella vez en ciudad Verde pero ahora no sabía como reaccionar solo imaginar eso le partía el alma. – Están muertos. –

Delia tembló mientras un escalofrío recorrió su cuerpo para retroceder un poco. Marina se sorprendió de escuchar aquello, ella no tenía idea de nada pero los recuerdos que pasó por culpa del Equipo Rocket aquella ocasión volvían a abrir aquellas heridas que tenía ella y que Ash había tratado de hacer sanar.

-Sam, estás mintiendo. – mencionó ella tratando de creer que todo era una mentira de parte de ellos.

-No señora Ketchum, vimos las imágenes. – mencionó Gary mientras caminaba al frente de ella. – Puede verlo usted misma. – mencionó el castaño mientras dio un visto a la televisión de la sala.

Delia corrió ahí para tomar el control entre sus manos para después encender la televisión. Efectivamente habían tomas aéreas de líderes de gimnasio y entrenadores luchando con algunos esbirros del Equipo Rocket mientras miraba como algunos edificios caían y las enfermeras Joy atendían a los que necesitaban ayuda. Muchos oficiales llegaron al lugar intentando ayudar pero el problema radicaba en el centro y la zona norte.

Delia no podía creer lo que estaban viendo así como los demás. Marina quien apenas se animó a estar ahí vio con horror todo lo que pasaba, recordando cada fragmento de cómo perdió a cada uno de sus Pokemon y sobre todo la vez en que casi pierde a la persona que ama.

-Como pueden observar se trata de hacer todo lo que se puede en contra de estar organización que horas antes inició un ataque a la ciudad tomando control de las diferentes vialidades. – mencionaba un reportero en un helicóptero viendo como algunos lugares estaban en llamas.

Delia cambió de canal y observó como la gente se escondía mientras sucedían explosiones. Oak divisó muchos Pokemon semi legendarios que atacaban a los ciudadanos mientras que inútilmente algunos entrenadores luchaban contra ellos.

-… los ataques están dirigidos a lo que parecen ser las organizaciones del equipo Aqua y Magma por lo que… - Delia cambio de nuevo a otro canal para ver al campeón Alder entablar un discurso junto al canciller de Unova.

Ella no podía creer lo que veía y con horror se imaginaba todo más aún lo que estaba pasando la pobre de May en esos instantes. Sabía que esa chica era fuerte pero algo así como esto era mucho para ella. Delia no pudo contener las lágrimas al ver semejantes actos.

-Necesitamos a Ash. – mencionó Gary con un semblante serio mientras Marina se acercaba al grupo para que Delia le mirara. – Necesitamos de él para parar esto. – y así Gary sacó su pokedex para mostrar las imágenes de Rayquaza contra Zapdos que decían en vivo como confidencial.

-Ash… - Marina no podía contener las lágrimas por lo que Delia decidió abrazar a la joven quien no sabía como llevar este tipo de situaciones. –No quiero que él… - ella se le complicaba articular las palabras de pensar que por ella, Ash fue maldecido con mala suerte.

-No lo digas, él es fuerte. – Delia trató de consolar a la joven quien después de mucho lloraba nuevamente al sentirse de nuevo inútil. A todos les desgarró esto pero más que nada cuando las demás bajen y se enteren será peor.

Bien creo que es todo por esta ocasión, espero que les haya agradado el capitulo y los invito a leer mis otras historias.