Long-fic de Pokémon - Pokémon Rainbow: Kanto.

Tema en 'Hall de la fama' iniciado por Paralelo, 17 Agosto 2012.

  1.  
    MrJake

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    ¿Qué la patrocina el Señor Óseo? Mmm, me da mala espina. El señor Óseo no es precisamente trigo limpio.
    Así que Rainbow iba a ser ranger. Nunca me habría imaginado que fuese a tener una amiga en Almia. Bueno, algo me dice que Aurora va a ser su rival. Tal vez el hecho de que haya escogido a Charmander, el inicial que aventaja a Bulbasaur.
    Bien, un capítulo rápido pero no por ello deja de ser interesante. Veo que de nuevo has vuelto a separar las palabras del narrador de los guiones. Ese es el fallo más destacable que he visto.
    Esperaré la conti, GL.
     
  2.  
    Paralelo

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    Pokémon Rainbow: Kanto.
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    ...Continuando

    Capítulo 9: Monte Moon.

    Nunca atraparía a un pokémon si no estoy seguro de que quiere venir conmigo"
    Rainbow

    A la mañana siguiente, Aurora se levantó temprano, estaba bastante ansiosa en realidad, así que decidió salir a tomar el fresco aire de la mañana. Al salir, ahí a bastantes metros de distancia, se encontraba Rainbow, con sus seis pokémon fuera, contemplando el amanecer con una gran cara de serenidad.

    —Fíjense amigos —les dijo— sientan los primeros rayos del sol en la cara, sientan la suave y fresca brisa de la mañana, y relájense, ahora no hay que pensar en nada, no se preocupen en ganar, no se preocupen por ser los mejores, solo vivan este momento como si no fuera a volver nunca más.

    Los seis pokémon hicieron como él les dijo, respirando profundamente y relajándose, sintiendo el calor del sol en la cara.

    —Pero —continuó Rainbow— en el momento en el que el sol haya salido completamente —dijo cuando faltaban unos segundos para que el sol terminara de salir— ¡vuelvan a su estado normal! —y en ese momento el sol acabó de salir, y los seis pokémon se encontraron listos, llenos de energía, y completamente llenos de ganas de ganar a toda costa.

    —Bonito ritual Rainbow —le dijo Aurora acercándose— hace ya mucho que no te veo hacerlo, y recuerdo que ya lo hacías desde antes de que te conociera.

    —Espero que ya estés lista tú Aurora.

    -Pero claro que sí, además no tengo de que preocuparme— y lo miró coquetamente— después de todo, voy con el entrenador definitivo ¿no? — dijo giñándole el ojo.

    —¡Ashh! — Exclamó Rainbow— no hay tiempo para tonterías, todos menos Metapod irán caminando, hay que tener cuidado con las cuevas— dijo al tiempo en que llamaba a Metapod, y se dirigió al interior del monte con Aurora yendo tras él.


    Llevaban Rainbow y Aurora un rato caminando en el interior del monte Moon, no habían hablado mucho desde el día anterior, así que en general había muchos silencios incómodos, solo siendo interrumpidos por Zubats y Geodudes buscando pelea, pero que eran fácilmente abatidos por los pokémonde Rainbow.

    —¡Joder! —Exclamó Rainbow— Aquí hay demasiados Zubat, deberían llamar a esta montaña “Montaña Zubat”.

    —Si te quejas demasiado, no hubieras venido. A todo esto ¿qué es lo que estás buscando en este monte? —Preguntó Aurora curiosa.

    —Un Zubat— respondió secamente Rainbow, al cual se quedaron todos mirando sin creer lo que dijo.

    —No me miren así, no es cualquier Zubat el que busco.

    —Da igual —respondió Aurora— vinimos al monte Moon, un lugar donde hace mucho tiempo se dice que cayó un meteorito proveniente de la luna, esparciendo sus valiosos pedazos por todas partes, y donde además se han encontrado una gran cantidad de fósiles pokémon, ¡y tú dices que solo viniste a buscar un Zubat! —Exclamo Aurora enojándose.

    —Sí, así es— respondió irónicamente Rainbow.

    —Pues como quieras —contestó Aurora— yo vengo a buscar a otro pokémon más raro que un simple Zubat.

    —¿Cuál, un Clefairy? se apresuró a contestar Rainbow.

    —¡No! ¡Un Clea…..!—se detuvo bruscamente al darse cuenta de que Rainbow había adivinado— ¡Ah! Sí, un Clefairy— dijo un poco decepcionada.

    —¿Crees que voy a ser tan tonto como para no saber que en este lugar se pueden encontrar Clefairys? —Preguntó sonriente Rainbow— pero de todas formas —dijo deteniéndose bruscamente— ya no tienes que buscar.

    Ahí, unos metros más adelante, se encontraba un Clefairy, cantando alegremente y sosteniendo lo que parecían dos piedras con las manos.

    —¡Vaya suerte que tienes Aurora! No todos los días se encuentran Clefairys tan fácilmente, adelante, ve y atrápalo —le dijo con cierto interés, aunque frío, como su costumbre.

    —Bien, allá voy —dijo nerviosa Aurora, y de esa manera, se acercó al Clefairy, y sacó a su Nidoran hembra.

    —¡Ataca Nidoran, con placaje! —El Nidoran empezó a atacar, pero el Clefairy lo esquivaba bailando.

    —Piensa en algo rápido —le dijo Rainbow— ese Clefairy planea usar canto apenas Nidoran se canse.

    —¡En serio! En ese caso, ¡Nidoran, doble patada! —Nidoran le empezó a atacar violentamente, hiriendo al Cleafairy.

    —¡Ya! Detente Nidoran —le ordenó inmediatamente Aurora.

    El Cleafairy rápidamente usó mega puño, aprovechando que Nidoran se detuvo, y Nidoran fue herido, aunque su habilidad de punto toxico hizo que el Clefairy se enveneara y quedara con la vida baja.

    —¡Oye! — Exclamó Rainbow— esa se parece a una de mis técnicas.

    —Es una de tus técnicas —respondió Aurora.

    —Así que decidiste atacarle primero, porque sabías que ese Cleafairy iba a querer vengarse en lugar de usar canto, y aprovechaste su ira para herirlo con la habilidad de Nidoran.

    —Sería absurdo no usarlo —le dijo orgullosa— de todos modos, recuerdo que cuando estábamos en la escuela ranger no dejabas de repetir esta y otras técnicas que decías, llegó un punto en el que memoricé muchas, ¡pero no perdamos más el tiempo! —y enseguida, lanzó una pokeball, y el Cleafairy fue atrapado.

    —Sorprendente— dijo Rainbow con más alegría fingida que nada.

    —Gracias —dijo Aurora un tanto apenada.

    —Ahora veo que sí aprendiste algo de mí, te felicito, y nunca felicito a nadie, considérate afortunada —dijo arrogantemente mirándola. Pero ella, acostumbrada a su actitud, no le hizo caso.

    —¡Ah! Casi se me olvidaba —dijo Aurora— Clefairy llevaba dos piedras, lo sacaré para ver si son piedras lunares —y entonces lo sacó, pero resultó que Clefaury solo llevaba dos piedras corrientes.

    —¡Ah! ¡Qué decepción!

    —Pues claro que no podía llevar piedras lunares —interrumpió Rainbow mientras se acercaba a Cefairy para curarla del envenenamiento— estar en contacto con una de esas piedras lo habría hecho evolucionar.

    —Tienes razón, como pude olvidar algo como eso —dijo Aurora consternada.

    —No te preocupes, las piedras lunares las tengo yo aquí —e inmediatamente, Rainbow sacó de su bolsillo dos piedras lunares.

    —¡Qué! —Exclamó sorprendida Aurora —¿de dónde las sacaste?

    —Las encontré tiradas en el suelo mientras combatías contra Clefairy, en un momento en el que no te diste cuenta —le dijo con su sonrisa maliciosa.

    —Qué bien, entonces dame una —pidió Aurora.

    —No tan deprisa —objetó Rainbow— si te la doy promete que no la usarás todavía.

    —¡Eh! ¿pero por qué no? —dijo frustrada.

    —Tu nuevo Clefairy aún tiene que aprender muchas cosas antes de darse el lujo de evolucionar —le dijo Rainbow seriamente— hay que saber bien cuando es bueno evolucionar y cuando no —le dijo dándole suavemente la piedra en la mano.

    —Lo haré Rainbow —le dijo Aurora con una sonrisa.

    No había pasado mucho tiempo desde que habían entrado al monte Moon, al parecer, ninguno de los Zubat que había en ese lugar llamaba la atención de Rainbow, hasta ese momento, Rainbow los observaba cuidadosamente.

    —¡Ahí está¡ —dijo señalando hacia un Zubat— ese es el Zubat que necesito.
    —¿Por qué específicamente ese? —preguntó Aurora.

    —Te lo diré después, pero por ahora… ¡Pikachu, ataque rápido!

    Entonces Pikachu dio un gran brinco en el aire y lo atacó, el ataque rápido de Pikachu fue muy efectivo, pero enojó a Zubat, el cuál le atacó con Mordisco inmediatamente antes de que Pikachu cayera, pero la habilidad de Pikachu lo paralizó. Mientras ambos caían, Rainbow inmediatamente sacó una pokeball, y la pateó hacia arriba hasta el Zubat, el cual quedó capturado.

    —Vaya —le dijo al Zubat— no te ofendas pero, fuiste más fácil de lo que pensé, pero no te preocupes…

    En ese momento, todos sus pokémon esperaban a que le diera el típico discurso de siempre, pero en lugar de eso, por primera vez, dijo otra cosa:

    —Te prometo que te haré el más fuerte de tu especie, pero —dijo poniéndose serio, e incluso su rostro reflejaba algo de pena— no será ahora en esta región— todos sus pokemon y Aurora lo miraron consternado— déjame explicarte Zubat— dijo poniéndose de pie— Allá en un lugar lejano, hay una región llamada Johto, cuando termine con la liga de esta región, te llevaré ahí, y ahí tendrás el mismo entrenamiento.

    —Espera un momento —replicó Aurora— ¿cuál es el objeto de que captures a un Zubat con tanta anticipación entonces? ¿No sería mejor esperar hasta que estés en Johto para capturar un Zubat?

    —Tengo mi sistema —respondió muy serenamente— cuando acabe en esta región, tendré que despedirme por un tiempo de mis compañeros que capture aquí —dijo mirándolos, y ellos lo miraron— ya se los he explicado antes mientras entrenábamos, y se los explicaré a todos los que capture —y mirando a Aurora continuó— necesito que haya al menos un pokémon de Kanto que sea testigo de mis métodos de entrenamiento, y que luego me pueda llevar a Johto para que la tarea sea más fácil, probablemente haré lo mismo en esa región para la siguiente.

    —Entiendo —dijo Aurora— ¿pero por qué específicamente un Zubat?

    —Sucede que —respondió— la última evolución de Zubat, es un pokémon de Johto, que no se encuentra aquí, por eso me lo llevo, él será mi pokémon de tipo veneno cuando esté en Johto, hasta entonces —dijo mirando a Zubat, que lo escuchaba atentamente— él verá mis métodos y esperará, por eso es que estaba buscando un Zubat que tuviera una personalidad paciente, veo que este Zubat es así, él puede esperar pacientemente a que su turno de gloria llegue, ¿no es así Zubat? —le preguntó mirándolo.

    El Zubat le sonrió, y Rainbow se dio cuenta de que estaba en lo correcto, vio que en el zubat, estaba el deseo de ir con él, pero que estaba dispuesto a esperar pacientemente a que llegara su turno.

    —Tienes suerte de tener el don del Viridian mind —le dijo Aurora un poco envidiosa— puedes saber lo que dicen y sienten los pokémon con solo mirarlos.

    —Nunca atraparía a un pokémon si no estoy seguro de que quiere venir conmigo —respondió sonrientemente Rainbow colocándose la pokeball de Zubat en el pecho, y siguiendo su camino.

    Continuará...
     
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    Capítulo 10: Fósiles.


    ¡Adoro meterme en lo que no me importa!"
    Rainbow


    Ya llevaban bastante tiempo Rainbow y Aurora en el monte Moon, a Aurora le parecía que estaban perdidos, y empezaba a preocuparse.

    —Rainbow —le dijo un poco nerviosa— creo que deberíamos regresar, este lugar se está poniendo algo espeluznante.

    —Tú no te preocupes —le contestó fríamente— tú solo sígueme y saldremos en un rato.

    Eso hizo sospechar a Aurora.

    —Entonces, ¿tú ya sabes el camino? —Le preguntó algo molesta— ¿cómo es que puedes saberlo si nunca has estado aquí?

    —Solo lo sé —respondió Rainbow mirándola de reojo, aunque Aurora pudo notar que estaba ocultando algo, estaba a punto de preguntarle cuando Rainbow se detuvo bruscamente, y sus pokémon se pusieron en alerta.

    —¿Escuchas? —dijo mirándola preocupadamente.

    —¿Qué?

    —Alguien se acerca, debemos escondernos —y sin perder tiempo, regresó a sus pokémon a sus pokeball, agarró a Aurora del brazo y se ocultaron entre las rocas.

    Antes de que Aurora pudiera preguntar nada, dos figuras pasaron con paso duro.

    —No puedo creer que perdieras las piedras lunares —dijo uno muy enojado.

    —Lo siento, se me debieron caer por un lado, no pueden haber solo desaparecido.

    —Cállate y sigue buscándolas, el jefe nos matará si sabe que perdimos esas piedras, sobre todo después de lo que pasó en el museo de ciudad Plateada.

    —Si ese entrenador no hubiera llegado… —siguieron hablando a medida que se alejaban.

    —Es verdad —exclamó Rainbow —esos tipos están vestidos igual que los del museo de ciudad Plateada.
    —¿Qué pasó en el museo? —preguntó Aurora.

    —No es momento de contar historias —respondió apresurado Rainbow— hay que seguirlos.

    —¿Pero, por qué? —preguntó Aurora.

    —Digamos —respondió Rainbow con su sonrisa maliciosa— que tengo curiosidad de saber lo que hacen aquí, así que vamos —y en seguida, empezó a caminar rápida y sigilosamente tras ellos, con Aurora siguiéndolo de cerca, tratando de no hacer ruido.

    Pasaron un buen rato siguiéndolos, mientras tanto, esos dos ladrones no paraban de hablar, no oían muy bien lo que decían, pero Rainbow no dejaba de observarlos con una mirada fría y calculadora, y de tanto en tanto, dirigía su cabeza hacia las pokeball de su pecho, y les susurraba algo a sus pokémon, Aurora vio todo eso, pero pensó que sería mejor no preguntar.

    Siguieron siguiéndolos durante un rato, hasta que eventualmente los llevaron a una parte de la cueva de enorme envergadura, ahí estaban reunidos muchos sujetos vestidos de manera similar, hombres y mujeres, con pokémon a su lado, había también alguien que parecía ser un científico junto a una mesa con una computadora y equipo científico, y lo que parecían ser dos fósiles pokémon. Rainbow y Aurora se escondieron en una posición alta, de tal manera que les permitía ver todo lo que sucedía, en ese momento Rainbow se encontraba en su faceta de frío analista, observando todo sin perderse de nada.

    —Lo siento jefe —se disculpó uno de ellos— perdimos las piedras.

    —¡Bola de incompetentes! —Les gritó el líder —¡no pueden hacer nada bien! ¡Ya perdimos a un grupo entero en ciudad plateada! No nos podemos dar el lujo de volver a meter la pata.

    —Disculpe jefe —interrumpió el científico.

    — ¿Qué sucede?

    —Ya están los análisis, el fósil Helix contiene sin dudas a un Omanyte, y el Domo contiene un Kabuto.

    —¿Cree que pueda revivirlos?

    —No lo creo, estamos todavía muy lejos de poder imitar la tecnología de isla Canela para revivirlos.

    En lo que hablaban, Rainbow sacó a su Mankey, Metapod y Bulbasaur, les dio unas instrucciones, y les dijo que rodearan el lugar, Bulbasaur por la derecha, y Mankey cargando a Metapod por la izquierda y que esperaran su señal.

    —¿Qué estás planeando Rainbow? —preguntó Aurora.

    —Oh… nada —dijo sonriente— pero por cierto —le dijo a Aurora— será mejor que prepares a tus pokémon, podríamos necesitarlos tal vez.

    Aurora estaba intrigada y un poco asustada, pero no tuvo más remedio que confiar en Rainbow.

    —Si logramos revivir fósiles —siguió hablando el líder— sería un gran avance para nuestra organización criminal, somos todavía muy nuevos, por eso tenemos que irnos haciendo con el poder pronto, tal y como lo ordenó nuestro jefe —dijo refiriéndose a todos— lograremos nuestros objetivos, y nos desharemos del que se interponga.

    —¡Pues inténtalo si puedes! — Gritó Rainbow poniéndose de pie en la posición en la que estaba, de tal manera, que todos lo podían ver ahí, parado con una sonrisa malévola mirándoles con una mirada perturbadoramente arrogante. Aurora seguía escondida a su lado.

    —¿Quién demonios eres tú? —preguntó el líder un poco sorprendido.

    —Soy Rainbow, y yo fui el que detuvo a sus secuaces en el museo de ciudad Plateada.

    —Así que tú eres ese entrometido ¿eh? Pues tuviste suerte esa vez, pero ahora no escaparás —mientras hablaba, el resto se preparaba para atacarlo— te enseñaré a no meterte en lo que no te importa.

    —¡Adoro meterme en lo que no me importa! —dijo Rainbow con una voz y una mirada perturbadoramente extasiada.

    —¡Ataquen! —les ordenó a sus secuaces, y en un instante, una ola de ataques pokemon de todos los tipos se dirigió hacia Rainbow.

    —Pidgeotto —dijo calmadamente, pero con su sonrisa malévola— dales con uno de tus tornados —y en ese momento liberó a Pidgeotto, el cual obedeció la orden.

    Y toda la sala se volvió un verdadero caos a causa del violento, era el mismo viento que Rainbow había usado con el Onix, era tal la potencia, que todos los ataques que iban hacia ellos volvieron hacia los pokémon que los lanzaron.

    —¿Cómo es que ese Pidgeotto es tan fuerte? — se preguntó incrédulo el líder.

    En ese momento el viento se detuvo, por todos lados había pokémon debilitados, y sus entrenadores también, solo unos pocos resultaron ilesos.

    —Esto no ha terminado todavía —dijo Rainbow con una leve risa, e inmediatamente lanzó un chiflido, esa era la señal.
    En ese momento apareció Bulbasaur, que estaba escondido justo detrás de ellos y los tomó por sorpresa, y lanzó un poderoso ataque de hoja afilada que destruyó la máquina.

    —¡No te lo permitiré! —exclamó el líder al tiempo que enviaba a su Raticate, pero Rainbow se adelantó y liberó a Nidoran, el cual lo venció de una poderosa doble patada.

    Asustado, el líder y el científico trataron de huir pero se encontraron con un ataque de ascuas, que venía del Charmander de Aurora.

    —¿A dónde van tan rápido? —les preguntó coquetamente.

    Rainbow lanzó otro chiflido, y salió Mankey con Metapod en sus manos, y lo arrojó con fuerza contra ellos, entonces, Metapod utilizó disparo demora, de manera que creó una fuerte cuerda de seda alrededor de ellos, quedando inmóviles.

    Al ver que todo había terminado, Rainbow bajó de donde estaba muy lentamente, todos los demás salieron corriendo de la cueva al verlo llegar con ese gesto tan lunático que mostraba su cara, hasta Aurora, quien estaba acostumbrada a Rainbow, no pudo dejar de sentir un poco de miedo ante su presencia.

    Cuando Rainbow llegó a ellos, agarró la pokeball donde estaba Pikachu, y la apuntó amenazante hacia ellos con su mano lista en el botón, como si de una pistola se tratase, Pikachu estaba listo para salir en caso necesario.

    —¿Quiénes son ustedes y qué es lo que pretenden hacer exactamente? —les preguntó amenazante.

    —No sabemos exactamente —dijo temblando el científico.

    —¿Cómo que no lo saben? —preguntó Rainbow amenazándoles.

    —Solo sabemos que es algo relacionado con dominar a los pokémon o algo así, el jefe solo da las órdenes y yo las sigo —dijo el líder ya muy asustado.

    —¿Exactamente cuáles son sus órdenes? —preguntó Rainbow con el dedo a punto de abrir la pokeball y con Pikachu amenazante adentro.

    —Somos varios grupos —siguió— a unos se les ordenó ir a por las piedras lunares al museo de Plateada, y a nosotros usar esta cueva para investigar sobre nuestro propio método para resucitar fósiles.

    —¿Y los otros grupos? —dijo Rainbow a punto de abrir la pokeball con Pikachu ya sacando chispas.

    —¡No lo sabemos! —Exclamó asustado el líder— no nos dijeron lo que los otros iban a hacer, solo sabemos que están por todo Kanto.

    Rainbow se calmó un poco, su mirada volvió un poco a la normalidad y bajó la pokeball.

    —¿Quién es su jefe? —le preguntó en un tono más normal.

    —¡No lo sabemos! —contestó el científico.

    —¿Cómo que no lo saben? — preguntó fastidiado Rainbow.

    —Tenemos superiores nosotros, ellos son los que hablan con el jefe y nos dicen sus órdenes, pero nunca le hemos visto —contestó el científico.

    —¡Espera! —Exclamó el líder— Giovanni, sí, su nombre es Giovanni, pero te juro que no sabemos nada más, ¡déjanos ir por favor! —le rogó. Rainbow se quedó pensando por un momento.

    —Está bien— dijo Rainbow alegremente en un abrupto cambio.

    —¿Qué? —Exclamó Aurora— ¿vas a liberarlos así como así después de todo lo que dijeron?

    —No los voy a liberar, solo no los voy a denunciar, tú puedes hacerlo si quieres cuando salgamos —le dijo mientras agarraba los fósiles y seguía su camino indiferentemente.

    —¿Eh? ¡Espérame Rainbow! —dijo Aurora alcanzándolo.

    —¡Oye! ¡Espera un momento chico! —Exclamaron los dos atados.

    —No nos vas a dejar aquí así amarrados ¿o sí? Hay pokémon salvajes en esta cueva.

    —No se preocupen —dijo Rainbow tranquilo— en una horas sus amigos despertarán y los liberarán, hasta entonces solo les digo una cosa —se detuvo y los miró severamente— ¡No sean como Mareep siguiendo ciegamente su rebaño! Y sobre todo no le laman las botas a un jefe que ni conocen —luego se viró y siguió caminando, pero bruscamente se detuvo de nuevo.

    —Una cosa más, todos mis pokémon ayudaron en algo hoy, excepto Pikachu —dijo mirándolo en su pokeball— sería una lástima que no haya tenido nada de acción en esta cueva —e inmediatamente después, volteó y los miró con una sonrisa maniática.

    —¡Impactrueno Pikachu! —ordenó al tiempo que lo liberaba contra ellos.

    —¡Noooooo! —gritaron los dos sin poder escapar de su destino. Y la cueva se iluminó con un potente rayo de luz.


    Un rato después Rainbow y Aurora lograron salir del monte Moon y empezaron a caminar por la ruta 4.

    —¡Guau Rainbow! — Exclamó Aurora— esa fue una aventura increíble, ¿no crees que fuiste un poco rudo con esos pobres?

    —Para nada —respondió— qué bueno que en este universo es muy difícil morir al parecer, ese impactrueno súper mejorado por mi entrenamiento no hará más que ponerlos a dormir por unas horas.

    —Bueno —dijo Aurora— debo admitir que me asustaste un poco, eres todo un cúmulo de personalidades ¿no?

    —Ya me conoces Aurora —le dijo sonriendo tiernamente— por cierto, toma esto —le dijo dándole el fósil Domo.

    —¿En serio me lo das?

    —Claro, después de todo, solo necesito un pokémon de tipo agua, pero el de tipo roca ya lo tengo decidido.

    —Gracias —dijo Aurora contemplando su fósil —seguramente, con mi investigación, en algún momento iré a Canela, y ahí lo reviviré.

    —¡Oigan ustedes dos! —Dijo una voz detrás, los dos voltearon y vieron a un karateka—se ve que son entrenadores duros, derrótenme y le enseñaré a uno de sus pokémon Mega puño.

    —Y yo les enseñaré Mega patada —dijo otro karateka.

    —No gracias —dijo Rainbow indiferentemente y siguiendo caminando— yo puedo enseñarle a Mankey eso por mí mismo.

    —Lo siento —respondió apenada Aurora— no tengo ningún pokémon que pueda aprenderlo —y siguió caminando también.

    —¡Ah! Ok —respondieron los dos resignados.

    —La gente de este mundo está un poco loca, ¿no te parece? —preguntó Rainbow cuando se hubieron alejado un poco.

    —Tienes razón —contestó Aurora con una risita.

    —Así que aquí es dónde nos separamos —dijo Rainbow deteniéndose— así lo dijiste tú Aurora.

    —Está bien —dijo Aurora un poco triste— yo me dirijo al Cabo celeste.

    —Yo solo voy a ciudad Celeste —respondió Rainbow.

    —Bueno —continuó Aurora alegremente— podemos ir juntos hasta ahí.

    —Está bien, pero solo hasta ahí —respondió Rainbow un poco fastidiado.

    —¡Ah! Por cierto —siguió Aurora— me dirijo ahí porque me recomendaron ir a visitar a un científico que vive ahí, su nombre es Bill.

    —Qué interesante —dijo Rainbow sarcásticamente.

    —Vamos Rainbow, deberías ir a visitarle también.

    Aurora estuvo el resto del día hasta la noche tratando de convencerle de ir con ella a ver a ese tal Bill, pero Rainbow tenía en mente otras cosas, debía capturar nuevos colegas y entrenarlos antes de enfrentarse con la líder de ciudad Celeste.


    Continuará...
     
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    Nuevos colegas que capturar, ¿eh? ¿Cuáles serán? Lo cierto es que no sé con seguridad qué pokémon puede atrapar por la zona, ¿quizá un Ekans? No creo que Rainbow quiera un Oddish o un Bellsprout, puesto que ya tiene un pokémon tipo planta. Igualmente, no debería ser un Ekans, ya tiene a Nidoran... ¿cuáles serán sus nuevos pokémons? Mmm...​
    En fin, que divago. Ya se verá, supongo.​
    Me encantaría que Rainbow cruzase el Puente Pepita xD el espectáculo que podría formar al enfrentarse a los entrenadores taaaan pesados que hay allí tiene que ser digno de ver. "Todos en este mundo están locos".​
    Por cierto, madre mía, Rainbow sí que me ha dado miedo en este capítulo. Aunque les ha dado una buena lección a esos bandidos. El impactrueno final ha sido la bomba, y nunca mejor dicho (?)​
    Bueno, hasta más ver. Seguiré leyendo las aventuras de este macabro "Arcoiris". GL.​
     
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    Gracias amigo, me alegra que te guste, efectivamente, tengo pensado hacer todas las regiones, tomará algo de tiempo, pero espero que valga la pena, de hecho, me encantaría hacer un fanart de Rainbow, pero a mí no se me dan esas cosas.
     
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    ...Continuando


    Capítulo 11: Ciudad Celeste y el puente Pepita.


    Odio a los criminales"
    Rainbow

    A la mañana siguiente, después de desayunar y un pequeño entrenamiento matutino, en el cuál Metapod evolucionó a Butterfree. Rainbow, Aurora y sus pokémon siguieron el camino.

    —Hay algo que aún quisiera saber Rainbow —dijo Aurora— ¿cómo sabías exactamente el camino a seguir para salir del monte Moon?

    —La verdad —respondió Rainbow indiferentemente— no es la primera vez que había estado ahí.

    —¿A no? ¿Y cuándo más estuviste? —Preguntó Aurora con curiosidad.

    —Hace mucho tiempo, cuando tenía unos 4 años, mi padres vinieron a Kanto a inspeccionar el monte Moon, nos alojamos en el mismo centro pokémon en el que estuvimos, un dato curioso, un sujeto trató de venderme un Magikarp por 10,000 pokedólares —recordó con una leve sonrisa— pero en fin, me llevaron al monte Moon y me perdí, me asusté un poco, sin embargo mantuve la calma y traté de buscar la salida, pero en su lugar encontré con un Clefairy…

    Y empezó a recordar:

    ***FLASHBACK***

    —Hola Clefairy —le dijo Rainbow con tono amigable— estoy perdido, ¿me ayudarías a buscar la salida? —el Clefairy le sonrió y empezó a bailar y a cantar como era la costumbre de los de su especie, Rainbow empezó a seguirlo hasta que se encontraron con más Clefairy.

    —Hola a todos —les dijo Rainbow— espero no interrumpirlos, me gustaría encontrar la salida si no les molesta —los Clefairy siguieron bailando y cantando, y poco a poco, le fueron conduciendo a la salida, cuyo camino quedó grabado en su memoria.

    —Ya veo la salida —les dijo— muchas gracias a todos —pero antes de salir, los Clefairy lo rodearon en círculo bailando, un Clefable apareció, y dulcemente le entregó una piedra lunar— gracias Clefable —le dijo Rainbow y salió de la cueva, al otro lado estaban sus padres con la policía muy preocupados…

    ***FIN DEL FLASHBACK***

    —Desafortunadamente —continuó contando Rainbow— mis padres me obligaron a donar esa piedra lunar al museo de ciudad plateada, de hecho —y se dirigió a Nidoran que iba caminando junto a él— la piedra que te quedaste viendo cuando estuvimos en el museo era la misma que me dio ese Clefable —dijo con algo de nostalgia.

    —Ya veo —dijo Aurora, y casi no dijeron nada más en el camino, hasta llegar a ciudad Celeste.


    Un rato después llegaron a ciudad Celeste.

    —Al parecer— dijo Aurora— aquí es dónde nos separamos ¿no? —Rainbow la miró.

    —Todavía no— Aurora lo miró sorprendida.

    —Ahora sí quieres viajar conmigo —le dijo con mirada sospechosa.

    —No me malentiendas, necesito capturar un pokémon y para eso, debo ir a la ruta 24, del otro lado del puente Pepita —dijo señalando el susodicho lugar.

    —¡Qué bien! —Exclamó Aurora— así podré ver un poco más tus métodos de entrenamiento.

    —No te apresures —le contestó fríamente— mi método de entrenamiento es sagrado, no permito mirar a cualquiera.

    —Pero yo no soy cualquiera —le respondió dulcemente— yo soy tu mejor amiga —Rainbow la miró un rato, sintiéndose un poco atrapado.

    —Está bien, te dejaré mirar cómo es UNA sesión de mi entrenamiento especial súper perfecto —le dijo resignado.

    —¡Qué bien! —Exclamó Aurora— al fin podré ver si de verdad tu entrenamiento es tan especial como presumes.

    —Bueno, pero no será antes de que capture al pokémon que busco, además, ahora debo pasar a la tienda a comprar unas cosas.

    Y ambos fueron a la tienda pokémon, donde Rainbow compró algo de comida pokémon y unas pokeball.

    —El pokémon que quiero capturar —dijo Rainbow cuando salieron de la tienda— es tremendamente escurridizo, debo ir preparado.

    Y salieron hacia el puente Pepita.


    El puente Pepita era un puente muy grande, en la parte de la izquierda se encontraba un río donde había gente pescando, más allá, campos de hierba alta, muy buenos para entrenar; del lado derecho había un camino escarpado e irregular que formaba una especie de escalera de tierra, de manera que era fácil volver a Celeste por ahí.

    —No puedo creer la cantidad de entrenadores que hay aquí —dijo aurora.

    —Si alguno quiere pelear, me lo cargaré simplemente —respondió Rainbow con su sonrisa maliciosa. Y empezaron a cruzar el Puente.

    —Esperen un momento —dijo un cazabichos— nadie puede pasar este puente sin vencernos a los cinco.

    —¿A los cinco qué? Preguntó Aurora.

    —A los cinco entrenadores del puente Pepita —respondió orgulloso el cazabichos.

    —¿Cómo se atreven a hacer eso a la gente? —Preguntó molesta Aurora.

    —Déjalos Aurora —Respondió Rainbow —aceptaré el desafío —dijo empuñando una de sus pokeball y esbozando su sonrisa desafiante.



    Un minuto después Rainbow había ganado la batalla, y después tocó el turno de la Chica, luego un Joven y otra Chica, y Rainbow ganó todas las batallas sin siquiera despeinarse.

    —Si ya no queda nadie más, continuemos —dijo Aurora un poco aburrida de ver a Rainbow ganar tantas veces.

    —Estos entrenadores fueron solo un chiste —respondió Rainbow con indiferencia.

    —Así que solo fueron un chiste ¿verdad? —dijo una voz, y al darse cuenta, un hombre de negro les salió al paso.

    —Ya hemos visto esa ropa antes —dijo Rainbow preparando a Butterfree para atacar.

    —Tranquilo chico, no estoy aquí para luchar contra ti.

    —¿Entonces qué quieres? —preguntó Aura preparando a Beedreil.

    —¿No tuvieron suficiente tus secuaces en el monte Moon? —respondió arrogante Rainbow.

    —Esos inútiles no sirven para nada —dijo el hombre— pero tú, en cambio… —dijo mirando fijamente a Rainbow, el cual le devolvió una mirada fiera— tienes potencial, estoy impresionado por lo que hiciste en ciudad Plateada y en el monte Moon, te diré, pertenecemos a una organización nueva, nuestro líder la fundó hace muy poco tiempo…

    —Una organización criminal según me han dicho —interrumpió Rainbow.

    —Exactamente —contestó el hombre con una sonrisa —yo solo soy un mensajero, de parte del jefe, los hombres que dejaste abandonado en el monte Moon avisaron de ti lo más rápido posible, y así te encontramos rápido, como ves, estamos muy bien organizados.

    —¿Y cómo se hacen llamar? —Preguntó Rainbow con cierta curiosidad.

    —Ten nuestra tarjeta —le dijo el hombre extendiéndole una tarjeta, y Rainbow la leyó.

    —¿Team Rocket? —Leyó en voz alta con voz incrédula— ¿qué clase de organización creen que son?

    —Somos una organización que lucha por el control de los pokémon, y dominar toda la región con ellos, con nuestro líder al mando y sus soldados, entre los cuales, me encuentro yo, uno de sus tenientes.

    —¿Ah, Sí? —respondió Rainbow desafiante sonriendo cada vez más maliciosamente.

    —Sí, y queremos que te nos unas —respondió el teniente rocket.

    —¿Qué me una? —dijo Rainbow.

    —Sí, con tu talento, podrías llegar a ser uno de los líderes.

    Rainbow se quedó mirándolo un rato, Aurora se preguntaba por qué se lo estaba pensando tanto, por un momento temió que fuera a decir que sí quería.

    —No gracias, yo paso —dijo calmadamente Rainbow al mismo tiempo que con toda la indiferencia del mundo siguió su camino, ignorándolo completamente.

    —¿Cómo te atreves a rechazar una oferta de esta magnitud? —dijo ofendido el teniente.

    —¿No lo oyó? —Interrumpió Aurora— le dijo que no, ahora déjenos en paz.

    —¡Te enseñaré a respetar al Team Rocket! —gritó el teniente al mismo tiempo que preparaba a su Ekans para combatir, pero el lanzamiento de su pokeball se vio interrumpido por una patada de Mankey, que fue enviado rápidamente al ataque, al anticipar Rainbow lo que iba a hacer el teniente, y la pokeball con el Ekans dentro salió volando.

    Entonces Rainbow se acercó al hombre, ordenándole a Mankey que lo sujetara fuertemente.

    —¡Escúchame bien escoria! —Le gritó con ira— ¡no me interesa!, de hecho, dile a tu líder, que si se vuelven a meter conmigo, van a sentir la ira de Rainbow, el entrenador definitivo, no importa que solo tenga 11 años, soy capaz de destruir su organización así de rápido.

    Y con una seña, Mankey lanzó al teniente al río de un golpe, y llamándolo de vuelta, siguió caminando como si nada.

    —¡Increíble Rainbow! —Exclamó Aurora— ahora sí que los has asustado —le dijo alegremente.

    Sin embargo, Rainbow no sonrió nada, siguió su camino serio.

    —Odio a los criminales —dijo en voz baja.

    —Supongo que piensas denunciarlos a la policía —dijo Aurora.

    —Para nada —respondió Rainbow— de hecho —dijo esbozando una vez más su sonrisa maliciosa— me encantaría destruirlos yo mismo… pero tú puedes denunciarlos si quieres Aurora.

    —Creo que sería más divertido ver cómo te los cargas tú mismo —le dijo sonriendo, Rainbow le devolvió la sonrisa y siguieron caminando.


    —Esas batallas fueron muy impresionantes— dijo un niño que estaba del otro lado del puente.

    —Gracias niño —dijo indiferente Rainbow, y siguió caminando.

    —Lo siento niño, tenemos prisa —trató de disculparse Aurora.

    —¡Espera un minuto! —Gritó el niño— quisiera darte mi Charmander —Rainbow y Aurora pararon en seco, y el niño le mostró una pokeball con un Charmander dentro.

    —¿Y por qué me lo quieres dar? —preguntó intrigado Rainbow.

    —Mi Charmander —relató el niño— es un pokémon al que le gustan las peleas, pero a mí no me interesa entrenar pokémon, estábamos pasando por aquí, cuando te vimos pelear contra todos esos entrenadores, y mientras luchabas, pude ver el fuego en los ojos de Charmander, se quedó asombrado con tus habilidades, y lo comprendí, yo no soy para él, y él no es para mí —dijo extendiéndole la pokeball a Rainbow.

    Rainbow se quedó inmóvil ante tal escena, no pudo hacer menos que extender su mano y tomar la pokeball.

    —Hola Charmander— le habló dulcemente, y el Charmander lo miró emocionado— ¿seguro que quieres venir conmigo? Te advierto que te convertiré en el más poderoso de tu especie, conmigo nunca perderás —Charmander lo miró fijamente con una sonrisa, y Rainbow comprobó que era verdad.

    Entonces hizo algo que nunca había hecho antes además de con Aurora, se acercó tímidamente al niño y le dijo:
    —Gracias —fue un agradecimiento sincero, sin una sola pizca de sarcasmo, indiferencia o pretenciosidad.

    —De nada —respondió dulcemente el niño —cuida bien a Charmander —dijo y se alejó alegremente.

    —Ese niño —dijo Rainbow cuando se hubo alejado lo suficiente— me cayó bien —dijo volviendo a su tono indiferente y siguió caminando.

    —Sí claro —dijo Aurora sospechando— solamente porque aún no conoce tu lado perverso y arrogante con el ego hasta el cielo, ahora tienes un nuevo pokémon que acostumbrar a tu temperamento.

    —Tienes razón —dijo sacándolo de la pokeball —hola Charmander, me llamo Rainbow, y soy el entrenador definitivo, soy arrogante, grosero, irrespetuoso, ególatra, insoportable… pero solo con los humanos —dijo con una sonrisa, Charmander le sonrió, y siguieron caminando.

    —Bien —dijo Aurora mientras caminaban— ahora solo falta que conozca tu lado amable.

    —Jajaja —rió Rainbow sarcásticamente— ese lado no es importante.

    —Si no se lo dices tú, se lo diré yo…

    Y pasó el resto del camino tratando de enseñarle a Charmander las cosas agradables de Rainbow, y éste solo trataba de negarlas todas de cualquier manera.

    Sin embargo, una parte de la mente de Rainbow se encontraba aún con lo que le había dicho ese rocket, sin lugar a dudas, se volvería a encontrar con ellos tarde o temprano.

    Continuará...
     
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    MrJake

    MrJake Game Master

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    Hace poco (de hecho, hace unos minutos) que terminé de leer la saga Red/Blue/Green del manga pokémon. Y al conocer ahora el manga entiendo mejor un detalle que siempre me había extrañado de tu fic, y ese detalle es que Rainbow hable con sus pokémon y los mire estando éstos dentro de las balls. Claro, lo comprendo ahora, y es que en el manga puedes verlos desde fuera.
    Otra cosa que me pregunto ahora que leí el manga es: ¿serán tenientes del Team Rocket Koga, Lt. Surge y Sabrina? Es posible que uno de ellos fuese el teniente que habló con nuestro héroe en este capítulo. Mmm, esperaré a ver que haces.
    No recordé al Charmander que te entregan en Amarillo, pero la verdad, nunca pensé que lRainbow o fuese a tener en su equipo. Cuando sea un Charizard, encima entrenado por este muchacho... sí que va a dar miedo.

    Paso a marcarte los errores. Esta vez te ha pasado un par de veces algo que a todos nos pasa alguna vez. Te lo mostraré enseñándote lo que tú mismo has escrito:

    pero en fin, me llevaron al monte Moon y me perdí, me asusté un poco, pero mantuve la calma y traté de buscar la salida, pero en su lugar encontré con un Clefairy…

    pero antes de salir, los Clefairy lo rodearon en círculo bailando, y un Clefable apareció, y dulcemente, le entregó una piedra lunar— gracias Clefable —le dijo Rainbow y salió de la cueva…
    Bueno, se ve bien claro, ¿no? Repetir en poco tiempo la misma palabra varias veces hace la lectura más pesada. Mira como así queda mejor:

    pero en fin, me llevaron al monte Moon y me perdí, me asusté un poco, sin embargo mantuve la calma y traté de buscar la salida. En su lugar, encontré con un Clefairy…

    pero antes de salir, los Clefairy lo rodearon en círculo bailando, y un Clefable apareció. Dulcemente, le entregó una piedra lunar— gracias Clefable —le dijo Rainbow saliendo de la cueva…
    Intenta utilizar palabras sinónimas, o directamente suprímelas si no son necesarias.
    Más cosas, el primer párrafo a sido un poco confuso en lo que a la puntuación se refiere. Cito:

    A la mañana siguiente, después de desayunar yun pequeño entrenamiento matutino, en el cuál, Metapod evolucionó a Butterfree. Rainbow, Aurora y sus pokémon siguieron el camino.

    La tercera coma me parece que sobra. Y el punto y seguido debería ser una coma. Además, añadiría otro "de" o transformaría "desayunar" en "un desayuno". Es decir, quedaría...
    Así:
    A la mañana siguiente, después de un desayuno y un entrenamiento matutino, en el cuál Metapod evolucionó a Butterfree, Rainbow, Aurora y sus pokémon siguieron el camino.

    Creo que así queda mucho mejor.

    Ahora, te doy un consejo. Veo que has introducido hechos del pasado. Para marcar cuando empieza el recuerdo y cuando volvemos al presente con mayor claridad puedes utilizar el "Flashback". Justo cuando comienza el recuerdo ponemos "***FLASHBACK***", y al acabar pondremos "***FIN DEL FLASHBACK***". Te lo muestro.

    Tú lo has puesto de la siguiente forma.

    —Hace mucho tiempo, cuando tenía unos 4 años, mi padres vinieron a Kanto a inspeccionar el monte Moon, nos alojamos en el mismo centro pokémon en el que estuvimos, un dato curioso, un sujeto trató de venderme un Magicarp por 10,000 pokedólares —recordó con una leve sonrisa— pero en fin, me llevaron al monte Moon y me perdí, me asusté un poco, pero mantuve la calma y traté de buscar la salida, pero en su lugar encontré con un Clefairy…

    Y empezó a recordar:
    —Hola Clefairy —le dijo Rainbow con tono amigable— estoy perdido, ¿me ayudarías a buscar la salida? —el Clefairy le sonrió y empezó a bailar y a cantar como era la costumbre de los de su especie, Rainbow empezó a seguirlo hasta que se encontraron con más Clefairy.

    —Hola a todos —les dijo Rainbow— espero no interrumpirlos, me gustaría encontrar la salida si no les molesta —los Clefairy siguieron bailando y cantando, y poco a poco, le fueron conduciendo a la salida, cuyo camino quedó grabado en su memoria.

    —Ya veo la salida —les dijo— muchas gracias a todos —pero antes de salir, los Clefairy lo rodearon en círculo bailando, y un Clefable apareció, y dulcemente, le entregó una piedra lunar— gracias Clefable —le dijo Rainbow y salió de la cueva, al otro lado estaban sus padres con la policía muy preocupados…

    —Desafortunadamente —continuó contando Rainbow— mis padres me obligaron a donar esa piedra lunar al museo de ciudad plateada, de hecho —y se dirigió a Nidoran que iba caminando junto a él— la piedra que te quedaste viendo cuando estuvimos en el museo era la misma que me dio ese Clefable —dijo con algo de nostalgia.
    Se ve muy bien cuando empieza el recuerdo, pero es más complicado darse cuenta de cuando volvemos al presente, si no nos fijamos en el contexto. (Por cierto, escribiste Magicarp y se escribe Magikarp) Y lo puedes poner así:

    —Hace mucho tiempo, cuando tenía unos 4 años, mi padres vinieron a Kanto a inspeccionar el monte Moon, nos alojamos en el mismo centro pokémon en el que estuvimos, un dato curioso, un sujeto trató de venderme un Magicarp por 10,000 pokedólares —recordó con una leve sonrisa— pero en fin, me llevaron al monte Moon y me perdí, me asusté un poco, pero mantuve la calma y traté de buscar la salida, pero en su lugar encontré con un Clefairy…

    ***FLASHBACK***

    —Hola Clefairy —le dijo Rainbow con tono amigable— estoy perdido, ¿me ayudarías a buscar la salida? —el Clefairy le sonrió y empezó a bailar y a cantar como era la costumbre de los de su especie, Rainbow empezó a seguirlo hasta que se encontraron con más Clefairy.

    —Hola a todos —les dijo Rainbow— espero no interrumpirlos, me gustaría encontrar la salida si no les molesta —los Clefairy siguieron bailando y cantando, y poco a poco, le fueron conduciendo a la salida, cuyo camino quedó grabado en su memoria.

    —Ya veo la salida —les dijo— muchas gracias a todos —pero antes de salir, los Clefairy lo rodearon en círculo bailando, y un Clefable apareció, y dulcemente, le entregó una piedra lunar— gracias Clefable —le dijo Rainbow y salió de la cueva, al otro lado estaban sus padres con la policía muy preocupados…
    ***FIN DEL FLASHBACK***

    —Desafortunadamente —continuó contando Rainbow— mis padres me obligaron a donar esa piedra lunar al museo de ciudad plateada, de hecho —y se dirigió a Nidoran que iba caminando junto a él— la piedra que te quedaste viendo cuando estuvimos en el museo era la misma que me dio ese Clefable —dijo con algo de nostalgia.

    Creo que así queda mejor. Aunque no es necesario usarlo, puedes indicarlo de cualquier otro modo, siempre que indiques con claridad el paso de presente a pasado y de pasado a presente.
    Sin embargo, yo te aconsejo el FLASHBACK. Para mí, al menos, es más cómodo y sencillo de aplicar. Aunque cada escritor es un mundo.
    Nada más, encantado de leerte. GL.
     
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    Ryuheist

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    Pues bueno... creo que GalladeLucario lo ha dicho todo n.nU
    Según tu fic me gusta la trama y sé que va a ser un gran éxito, espero que sigas así y hasta mejores... por ahora vas en un muy buen camino y eso me alegra... el capítulo de hoy me ha gustado demasiado... pero he visto en algunos capítulos que pones la oración y después del guión largo pones la primera letra en mayúscula y en otras oraciones en minúscula... me gustaría decirte que después del guión largo no deberías poner la primera letra con mayúscula sino que en minúscula, así se vería más ordenado... pero por lo demás, el fic va muy bien y se ve con un gran futuro... mientras tanto estaré esperando la continuación.

    Adiós n.n
     
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    Paralelo

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    Pokémon Rainbow: Kanto.
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    ...Continuando


    Capítulo 12: El cabo Celeste.
    me interesa tener contactos con gente así, podría ser útil en algún momento "
    Rainbow

    Rainbow y Aurora se encontraban caminando en las cercanías de la ruta 24 y la ruta 25, era una agradable tarde y se sentía a lo lejos la suave brisa del mar.

    —Por estos lugares —dijo Rainbow— se encuentra el pokémon que necesito.

    —¿Qué pokémon es ese? —preguntó Aurora interesada.

    —Uno muy escurridizo, hay que capturarlo de una vez o se escapará —dijo empuñando una superball.

    Siguieron caminando por un rato por la ruta 25.

    —Entonces —dijo Aurora— ¿ya aceptaste venir conmigo a ir a ver a Bill? —preguntó sonriendo inocentemente.

    —No me malentiendas —objetó Rainbow— solo vengo a buscar a ese pokémon… y precisamente —dijo deteniéndose— ahí está —dijo señalando un lugar, y ahí, se encontraba un Abra, al parecer dormido.

    —Un Abra —dijo Aurora— así que ese va a ser tu pokémon de tipo psíquico.

    —Así es —contestó Rainbow con su sonrisa— pero este tiene la manía de escapar cada vez, así que hay que atraparlo de una sola vez —y diciendo eso, pateó la superball con fuerza, pero antes de que la superball lograra tocarlo, el Abra se teletransportó inmediatamente.

    —¡Qué mala suerte! —Exclamó Aurora— al parecer no estaba tan dormido como parecía.

    —No te muevas Aurora— le dijo Rainbow en voz baja.

    —¿Eh?

    —El abra no ha huido —le respondió con voz seria y calmada— no voltees ni te muevas, se encuentra justo detrás de nosotros.

    Y al decir eso, se arrodilló junto a Charmander, que había estado fuera todo el tiempo, y le dijo algo al oído, al mismo tiempo, muy discretamente, colocaba una pokeball en el suelo.

    —¿Entendido Charmander? —le preguntó. Charmander asintió, y se preparó para cumplir la órden.

    —A la una —contó Rainbow— a las dos… a las tres… ¡Ahora!

    Sin perder ni una décima de segundo, Charmander volteó y realizó un potente ataque rápido sobre el Abra, que efectivamente se encontraba a cierta distancia detrás de ellos, y tan solo medio segundo después de comenzar el ataque, Rainbow pateó fuertemente la pokeball del suelo con el talón sin siquiera voltear a ver. El ataque de Charmander sorprendió al Abra, y justo al terminar el ataque de Charmander la pokeball lo impactó antes de que se hubiera dado cuenta, capturándolo. Toda la operación no tomó más de un segundo y medio.

    —Bien Abra —dijo Rainbow acercándosele —me encantó que no huyeras a la primera, y sé bien porqué —le dijo levantando la pokeball y mirándolo— no te fuiste porque tenías curiosidad sobre mí ¿verdad? Querías probarme un poquito —el abra lo miró atentamente, y Rainbow lo sacó— me parece que cumplo con tus expectativas —el abra le sonrió— te prometo que si vienes conmigo te… —y volvió a decirle su discurso rutinario de cuando capturaba un nuevo pokémon.

    —Qué suertudo es Rainbow al tener el Viridian Mind —pensó envidiosa Aurora.

    El resto del día pasó en presentaciones, y poco de entrenamiento de rutina para conocer bien a Charmander y a Abra, y algunas ocurrencias de Aurora.

    —Entonces ya nos separaremos —dijo un poco triste Aurora mirando a Rainbow— ya capturaste al pokémon que querías, así que ya no tienes motivos para seguir conmigo.

    Rainbow la miró un momento, en el fondo, no quería separarse de ella, sentía que en cierto modo, con ella se sentía cómodo, se sentía más acompañado, y no le gustaba la idea de que su mejor amiga fuera sola por el mundo así.

    —Es buena entrenadora —pensó— pero no creo que sea lo suficientemente capaz para defenderse a sí misma todavía.

    —Está bien —le dijo— iré a ver contigo a ese tal Bill —le dijo con un todo que intentaba ser frío y distante.

    —¿En serio? —preguntó sorprendida Aurora.

    —Sí, pero no me malentiendas, dices que ese tal Bill es científico, me interesa tener contactos con gente así, podría ser útil en algún momento.

    Aurora solo lo vio sonriente, tal vez había deducido que en realidad Rainbow se preocupaba por ella, pero quería aparentar lo contrario.

    —Es exactamente como lo recuerdo —pensó alegremente Aurora.


    A la mañana siguiente llegaron temprano al cabo Celeste, un sitio escarpado con precipicios que daban justo al mar, a lo lejos, una pequeña laguna con un puentecito sobre ella, y un poco más allá, una casa solitaria.

    —Esa casa —dijo Aura señalándola— es la “Casa del mar”, ahí vive Bill —dijo y se dirigieron rápidamente, solo que esta vez, era Rainbow el que le seguía el paso a Aurora.


    Cuando llegaron, Aurora tocó la puerta.

    Pero nadie contestó.

    —¡Hola!—dijo Aurora— vengo de parte del profesor Oak.

    —¿Del profesor Oak? — Preguntó Rainbow sorprendido— creí que habías dicho que fue el señor Óseo el que te envió.

    —Entendiste mal Rainbow— le dijo coquetamente— el señor Óseo de la escuela ranger decidió patrocinarme gracias a mi talento, pero solo me envió a Kanto con el profesor Oak, él fue el que me dijo de ciudad Plateada, del monte Moon, de Bill y… —dijo un poco penosamente al recordar lo que ocurrió cuando se encontró con Rainbow— de ti también —Rainbow la miró un poco apenado.

    —Pero el caso es que —continuó Aurora— en el museo de Plateada me enseñaron algunas cositas interesantes, el profesor Oak se encargó a avisarle a Bill de mi llegada, o al menos eso espero —dijo un poco impaciente al ver que Bill no aparecía.

    —Mira, la puerta está abierta —dijo Rainbow girando la perilla.

    —Lamentamos entrar así —dijo Aurora— buscamos a Bill, ¿se encuentra en casa?

    Pero parecía no haber nadie. Pero en ese momento y repentinamente, apareció un Cefairy.

    —Hola Clefairy —le dijo Rainbow en su tono familiar— ¿Bill es tu dueño? ¿Sabes dónde está él?

    —¡No soy un Clefairy! —dijo el que parecía un Clefairy.

    —¿Uh? —exclamó Rainbow controlando muy bien su asombro pero Aurora no pudo evitar demostrar su asombro.

    —¡Un Clefairy que habla! Este debe ser el misterio que me tenía preparado Bill —dijo apresurándose y alzándolo cariñosamente.

    —¡Sueltame —le dijo molesto el Clefairy— ¡ya te dije que no soy un Clefairy! ¡Yo soy Bill!

    —Wow —dijo calmadamente Rainbow— esperaba encontrarme a un científico… un poco menos rosado —se rió entre dientes.

    —Jajaja qué gracioso —dijo Bill sarcásticamente— ¡vengan a mi laboratorio y les enseñaré!

    Y en seguida los condujo hasta su laboratorio, donde había dos enormes máquinas con puertas conectadas entre sí.

    —¿Qué es todo eso? —preguntó Aurora.

    —Esa es mi máquina para transferencias pokémon.

    —¿Y eso qué es? —preguntó Rainbow con cierto interés.

    —Se supone que debería transportar pokémon de un lugar a otro, pero me quedé atrapado en uno de los módulos, y Clefairy en el otro, y por alguna razón, la máquina se activó y nuestros ADNs se mezclaron, y ahora parezco un Clefairy.

    —¿Y qué se supone que podemos hacer entonces? —preguntó Rainbow con un interés muy fingido.

    —Lo único que tienen que hacer es lo siguiente…

    Y les empezó a explicar que tenían que apretar un botón cuando él se metiera dentro de la máquina para revertir el efecto, entre cosas a las que Rainbow no le prestó mucha importancia y solo decía “sí, sí, claro, como digas” mirando indiferentemente.
    Cuando terminó el proceso, de uno de los módulos salió un Clefairy, y del otro un muchacho de cabello dorado.

    —¡Ah! Qué bien se siente volver a tu forma normal —dijo Bill.

    —Eras más lindo como un Clefairy —respondió Rainbow con su tono frío —Bill lo miró un poco molesto.

    —A todo esto ¿qué hacen ustedes en mi casa? —preguntó arreglándose la corbata.

    —Ah sí —respondió Aurora— vengo de parte del profesor Oak, se enteró de que al parecer tenías una clase de misterio para mí.

    —Bueno —dijo Bill con algo de pena— tanto como llamarlo misterio no estoy muy seguro, pero desafortunadamente ahora tengo algo más importante que arreglar.

    —Te refieres a tu máquina verdad —dijo Rainbow.

    —Me temo que sí —dijo Bill resignado— no puedo hacer que funcione correctamente todavía.

    —Es una máquina interesante —dijo Rainbow— ¿exactamente que debería ser capaz de hacer?

    —Además de teletransportar pokémon —dijo Bill— también haría posible la posibilidad de poder guardar pokémon vía PC.

    —¿Guardarlos vía PC? —preguntó Rainbow muy interesado esta vez.

    —Así es —respondió orgulloso Bill.

    Bill pasó el resto de la tarde explicándoles el funcionamiento de la máquina, o al menos como debería funcionar, le explicó que los pokémon podían ser almacenados dentro de sus pokeball en un estado de animación suspendida, de manera que no necesitaban comida ni agua, y lo mejor era que podían ser recogidos en cualquier lugar donde hubiera PCs, como en los centros pokémon o estaciones de policía.

    Todo eso en realidad sorprendió y encantó a Rainbow, y se quedó escuchando atentamente a Bill acerca de cómo funcionaba la máquina; aquí no estaba el Rainbow arrogante que presumía todo el tiempo, aquí estaba un Rainbow que escuchaba atentamente, que aprendía, que respetaba, que se interesaba en otras cosas.

    —Todo eso lo hace solamente porque sabe que le convendrá algún día —pensó Aurora al ver a Rainbow prestándole tanta atención a Bill, y esbozó una sonrisa.

    Se quedaron a dormir ahí esa noche.

    A la mañana siguiente se despertaron temprano, Rainbow ya tenía pensado marcharse.

    —Gracias Bill —le dijo de manera sincera, sin sarcasmo o indiferencia— espero que puedas terminar tu máquina— Aurora se asombró de no notar en su rostro ningún rastro de interés fingido, al parecer, Rainbow estaba siendo sincero, incondicional, como si en verdad respetara a ese científico.

    —De nada Rainbow —respondió Bill un poco adormilado— haré lo mejor que pueda.

    —¡Ah! Por cierto —continuó Rainbow— no esperaba que un gran científico como tú fuera tan joven, casi de mi misma edad.

    —Así son las cosas en este mundo —dijo Bill un poco apenado —los niños desde pequeños ya tienen definido su camino en la vida, al igual que tú, espero.

    —Claro —respondió Rainbow alejándose— nos vemos.

    —¡Espera Rainbow! —Gritó Aurora alcanzándolo— ya que tú decidiste al final venir conmigo a ver a Bill, ahora tengo ganas de verte a ti ganando una batalla de gimnasio, en lo que Bill repara su máquina, luego hablaremos de nuestros asuntos.

    Rainbow la miró por un momento, y luego miró a sus pokémon en su cinturón de X, estos le sonrieron y le hicieron saber que les gustaría tenerla de testigo en su próxima victoria.

    —Está bien —le dijo Rainbow— si quieres verme ganar ven entonces —comenzó a caminar rápidamente —pero ahora no, todavía tengo que entrenar unos días más antes de retar a la líder de Celeste, ahora es cuando vas a poder ver mi método de entrenamiento súper especial perfecto para entrenar pokémon.

    Y siguieron caminando por la ruta 25, y durante los siguientes cuatro días, Rainbow preparó a su equipo para la siguiente batalla, y por primera vez, Aurora vio el entrenamiento especial que Rainbow les daba a sus pokémon para hacerlos tan fuertes en poco tiempo.

    Continuará...
     
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    Continuando...​
    Capítulo 13: Vs Misty.
    Yo solo trato a la gente de una manera ¡Como se me da la gana! "
    Rainbow
    Al pasar los cuatro días, Rainbow, Aurora y sus respectivos pokémon se dirigieron al gimnasio de ciudad Celeste, los ojos de Rainbow tenían esa mirada desafiante, y con una mueca arrogante en la boca, Aurora estaba acostumbrada a esos modos de Rainbow.

    —Estoy segura de que ganará fácilmente —pensó Aurora— después de todo, con ese entrenamiento que vi, no tienes modo de perder.

    —Escúchame Aurora —le dijo Rainbow al momento de llegar a las puertas del gimnasio— esta batalla no será como las batallas que me has visto hacer antes —dijo maliciosamente— tengo mi estilo para tratar a los líderes de gimnasio.

    Aurora se desconcertó un poco por eso, pero acostumbrada a la actitud desconcertante de Rainbow no le prestó atención.

    —¡Hola! —Gritó Rainbow al entrar al gimnasio— soy Rainbow, el entrenador definitivo, y hoy vengo a darle al líder de este gimnasio una humillación humillantemente humillante —dijo completamente empapado en arrogancia.

    —Así que ya llegaste, te estaba esperando —dijo una voz, y la figura de una niñita de unos 9 años se alzó al fondo de la enorme piscina, con pequeños puentes cruzándola por todas direcciones, que había en el gimnasio.

    —No tenemos tiempo de jugar contigo niña —contestó rudamente Rainbow— vete a jugar por ahí mientras yo humillo al líder, pero no te vayas tan lejos, no querrás perderte su humillación.

    —Jejeje —rió en voz baja la niña —eres tal y como Brock me dijo, arrogante hasta los huesos, yo soy la líder de este gimnasio, Misty, y me especializo en pokémon de tipo agua.

    —Así que tú eres la líder —dijo Rainbow mirándola malvadamente— ¿no estás demasiado joven para tener un puesto de este tipo.

    Misty le devolvió una sonrisa arrogante también.

    —Eso es porque soy muy buena en lo que hago —le contestó con orgullo— no hay entrenador en los alrededores que pueda vencerme, aunque sea solo una niña.

    —Ten cuidado Rainbow —le recomendó Aurora— se ve fuerte, si le dieron este puesto a esa edad debe ser por algo.

    —Sí, claro —respondió Rainbow— yo luché contra casi todos los entrenadores de por aquí, y todos eran patéticos, y no creo que tú seas muy diferente.

    —No trates de enojarme —objetó Misty, mejor ven aquí y te enseñaré.

    —Está bien —dijo Rainbow acercándose a la piscina— por cierto —añadió— te voy a explicar lo que voy a hacer —dijo mientras sacaba su cronómetro y su libreta.

    —¿A qué te refieres? —preguntó Misty.

    —Pienso enfrentarme con todos los líderes de gimnasio que haya en la región, y con cada uno voy a anotar cuanto tiempo me han durado en batalla en esta libreta —dijo mostrándole su libreta— ésta es mi “libreta de entrenadores apaleados en un tiempo ridículamente corto por un entrenador que suponían que debían de dar una lección para enseñarle a no ser tan arrogante pero que ese entrenador tan arrogante les dio una paliza”.

    Tanto Misty como Aurora, además de sus pokémon nuevos, se quedaron un poco perplejos por el nombre.

    —Se aceptan sugerencias para el título —respondió graciosamente.

    —¡Escúchame imbécil! —le dijo Misty ya enojada— sé lo que hiciste con Brock, ¿no te da vergüenza ser tan arrogante y grosero? Tal vez Brock no pudo contigo, pero yo te voy a enseñar que no puedes ir así tratando a la gente —dijo sacando a su Staryu de su pokeball. Rainbow solo dio una sonrisa maléfica.

    —Yo solo trato a la gente de una manera ¡Como se me da la gana! —gritó sacando a Charmander de su pokeball.

    —¿Un Charmander? —preguntó asombrada Misty. Aurora no parecía estar asombrada, de hecho, se lo esperaba.

    —Así es —dijo Rainbow— este Charmander apenas lo obtuve hace pocos días, pero tiene una gran determinación, va a vencerte él solo sin problemas —dijo mirándola psicóticamente y riendo en voz baja.

    —No me asustas —replicó Misty— a mí no me impresionas con palabras, veamos si como roncas duermes.

    —Ya me han dicho eso antes, y siempre demuestro que “duermo” muy bien —e inmediatamente, echó a andar el cronómetro.

    —¡Stary, Pistola agua!

    Un potente chorro de agua salió hacia Charmander, pero lo esquivó sin problemas saltando sobre los puentes; el Staryu lo persiguió con pistola agua por unos segundos.

    —Ahora Charmander —dijo calmadamente Rainbow, pero con su mirada macabra fija en Misty.

    Charmander usó Colmillo ígneo justo en Staryu, el cual quedó quemado y retrocedió, y sin perder ni un solo segundo, Charmander usó Garra metal, y el Startu quedó con muy poca energía.

    —¿Cómo puede ser tan rápido y potente? —Preguntó Misty incrédula— ni siquiera lo vi venir.

    —Claro que no lo viste —dijo Rainbow mirándola con esa sonrisa malévola— porque yo tengo el método perfecto de entrenamiento, ¿verdad Charmander? —éste dio un salto alegre.

    —Levántate Staryu —ordenó Misty, pero el Staryu se quedó de repente sin energía a causa de haber sido quemado hace un momento— ¡No! —gritó Misty al darse cuenta.

    —¡Sí! —gritó burlonamente Rainbow seguido de una risa. Y el cronómetro marcaba 1:50.

    —¡Ahora sí me hiciste enfadar! —Gritó colérica Misty— ¡Starmie, embístelo con todas tus fuerzas! —dijo al mismo tiempo que liberaba a un Starmie, el cual empezó a volar a toda velocidad dando vueltas hacia Charmander.

    —Charmander, esquívalo hasta que te de la señal —le dijo un poco más serio, pero sin perder la compostura.

    Aurora se dio cuenta de que Rainbow ahora lo estaba tomando un poco más en serio, ya que su cara se relajó un poco de su maniática expresión.

    El Starmie siguió atacándolo por unos segundos más, tratando de tirarlo al agua, pero Charmander, valerosamente, esquivaba todos y cada uno de los giros de la estrella sin recibir ni un solo golpe, Misty se estaba desesperando por no ser capaz siquiera de tocarlo, así que ideó rápidamente una estrategia.

    —¡Starmie, ataca sus piernas! —ordenó al suponer que si lastimaba sus piernas no iba a poder moverse más, caería al agua, y sería suyo. El Starmie se acercó embistiendo dando vueltas a toda velocidad hacia sus piernas.

    —¡Ahora es el momento Charmander, salta! —Charmander dio un brinco justo en el momento en el que Starmie estaba a punto de tocar sus piernas con sus fuertes puntas girando a toda velocidad; Starmie, al darse cuenta de que había perdido a su objetivo, redujo su velocidad para darse vuelta rápidamente, pero era demasiado tarde.

    —¡Puño dinámico! —ordenó seca y rápidamente Rainbow.

    Entonces Charmander, sin perder ni un segundo y sin esperar a que la estrella pudiera retomara su camino para perseguirlo nuevamente, impactó un tremendo puño dinámico justo en el centro de Starmie, no se debilitó, pero quedó con poca energía, e irremediablemente confundido.

    —Starmie, ¡levántate! —ordenó desesperada Misty. El tiempo se acercaba a los 3:00.

    —Starmie, ¡acabalo de una vez con Rayo burbuja! —ordenó Misty, pero Starmie estaba tan confundido que no atinaba ninguno.

    —Acabemos de una vez —dijo Rainbow volviendo a su actitud psicótica— Charmander lánzale una Llamarada —ordenó.

    Charmander lanzó una llamarada tan potente como nadie esperaba ver en un Charmander, y el Starmie, a pesar de ser de tipo agua, no pudo soportar tal calor, y cayó desmayado. El cronómetro fue detenido.

    —¡NO! —Gritó Misty cayendo de rodillas al suelo— ¿cómo pudo ser? Esa fuerza no es normal —dijo tratando duramente de retener su coraje.

    —Pero claro que no es una fuerza normal —respondió Rainbow orgulloso acercándose a su Charmander—, después de todo fue entrenado por el entrenador definitivo —dijo abrazándolo cariñosamente —. Por cierto —añadió— tu tiempo fue de 3:02, nada mal, dos segundos más que Brock —dijo con una sorpresa sarcástica.

    —¡Debiste haber hecho trampa! —Acusó Misty— ¿Qué le hiciste? ¿Le diste enormes cantidades de Carameloraros, proteínas, calicio, zinc…?

    —Pero por supuesto que no —se ofendió Rainbow— los carameloraros tienen la mala constumbre de ser… bueno… raros —dijo graciosamente— y con respecto a los otros… tampoco, son demasiado caros, y no puedo darme el lujo de gastar en algo que yo mismo puedo lograr por mi cuenta.

    Aurora nunca había visto a Rainbow después de un combate de gimnasio, sin embargo, se reservó sus pensamientos para sí misma, mirando curiosamente todo lo que pasaba.

    —Por cierto —añadió Rainbow— dame lo que he ganado ahora —dijo arrogantemente.

    Misty se quedó paralizada por un momento, sabía que tenía que entregar esa medalla, de hecho era la primera vez que tenía que entregar una, ya que había sido elegida como líder solo un mes antes, y le dolió en verdad haber sido vencida, por primera vez, tan humillantemente, en tan poco tiempo, por un energúmeno como Rainbow.

    —¡Toma tu medalla! —gritó agarrando la medalla y lanzándosela desde el otro lado de la piscina, la medalla quedó flotando en la superficie, y llegó suavemente hasta la orilla de Rainbow a causa del impulso con el que fue lanzada.

    Rainbow la recogió, la secó suavemente, y la guardó en su cajita de medallas.

    —Gracias —dijo graciosamente— ya nos vamos —se dio media vuelta y empezó a caminar.

    —¡Esa fue una gran batalla! —exclamó Aurora —En verdad ese entrenamiento que usaste con Charmander fue de mucha…

    —Espera un momento —la interrumpió Rainbow tranquilamente, y volteó a ver a Misty.

    Ahí, del otro lado de la piscina, Misty trataba de retener las lagrimas, sus dos pokemon completamente desmayados yacían junto a ella, Rainbow sintió compasión al ver a la niñita arrodillada y sollozante de esa manera, después de todo, no era tan diferente a esos niños que encontró en la ruta 1 y en el bosque verde, eran de más o menos la misma edad, el mismo Rainbow no era exageradamente más grande que ellos, pero recordó lo que pasó en el gimnasio de Brock, y comprendió, que esos líderes no estaban lo suficientemente maduros como para llevarse tal bofetada al orgullo, no estaba arrepentido por su actitud, simplemente los compadeció.

    Se acercó suavemente hasta donde se encontraba Misty.

    —Ya tienes tu medalla, ¡ahora lárgate! —Le dijo enojada— ¡no te mereces ese talento que tienes!

    En ese momento, Rainbow pudo haber dicho muchas cosas, defenderse de sus acusaciones y sus críticas, pero en vez de eso, solo abrió su mochila, sacó su fósil Helix, y lo colocó suavemente en el suelo, justo al lado de ella. Ella lo miró.

    —¿Qué es eso? —preguntó.

    —Es un fósil Helix —le dijo con un tono dulce muy forzado— lo encontré en el monte Moon, contiene un Omanyte, si algún día vas a isla Canela, puedes revivirlo ahí, te haría bien uno —Misty lo tomó, y lo contempló, luego miró a Rainbow, pero no podía decir nada, no sabía qué decir.

    Rainbow no perdió más tiempo, y salió del gimnasio lentamente, con Aurora siguiéndolo silenciosamente.


    —Así que aquí nos separamos definitivamente —dijo Aurora un poco triste.

    —Me temo que sí —dijo Rainbow tratando de ocultar su tristeza.

    —Esa chica Misty —añadió Aurora —en realidad no merecía que la trataras así.

    —En general nadie se lo merece —contestó Rainbow apartándose un poco, esta vez estaba serio y distante.

    —Voy a volver con Bill —le dijo Aurora con voz ligeramente temblorosa y nerviosa— espero que haya arreglado su máquina, y de ser así, podremos discutir sobre ese misterio del que me hablaron —dijo, pero Rainbow seguía dándole la espalda— en caso de que no pueda —siguió Aurora— aún hay muchos misterios en Kanto, estoy segura de que estaré ocupada en algo —pero Rainbow no respondía ni la miraba.

    —¿Y tú que harás ahora? —preguntó Aurora al ver que Rainbow no decía nada.

    Rainbow sacó lo que parecía ser un pedazo de papel de su bolsillo.

    —Iré a ciudad Carmin —contestó— además del siguiente gimnasio, hay una reunión de entrenadores en un barco llamado S.S. Anne, Bill fue invitado, pero no le gustan ese tipo de reuniones, así que me regaló su boleto.

    —¿Cuándo te dijo Bill todo eso? —Preguntó Aurora.

    Rainbow se volteó lentamente, y sonrió suavemente a Aurora, muy amigablemente.

    —Cuándo no veías —le dijo graciosamente.

    Hubo un pequeño silencio entre ambos, pero luego Aurora empezó a reír levemente, la imitó Rainbow, rieron juntos durante unos segundos, hasta sus pokémon se reían.

    —Adiós Rainbow —le dijo Aurora serenamente con una sonrisa, en el fondo trataba de contener las lágrimas.

    —Adios Aurora —le contestó Rainbow, igualmente tratando de contenerse— me alegra haberte encontrado aquí ella le sonrió.

    —Solo tengo una última pregunta —añadió Aurora— ¿por qué te molestaste tanto cuando supiste que te seguí el camino? ¿Qué pensabas? ¿Qué iba a querer robarte, matarte o espiarte? —preguntó medio en serio, medio en broma.

    —Todavía no lo sé —respondió Rainbow después de un momento— tal vez algún día lo sepa, y te lo diga.

    Se miraron con nostalgia durante un momento, entonces Aurora se acercó a Rainbow, y lo abrazó cariñosamente.

    —Nos volveremos a ver algún día —le dijo suavemente al oído.

    —Indudablemente nuestros caminos se volverán a cruzar tarde o temprano —respondió Rainbow.

    —Y nos separaremos otra vez después de una aventura —insistió Aurora.

    —Pero siempre nos encontraremos otra vez —finalizó Rainbow.

    Luego se separaron, y Aurora comenzó a caminar lentamente hacia el cabo Celeste, despidiéndose de Rainbow con la mano, y con una sonrisa en el rostro.

    —Ya lo sé Mankey —le dijo mientras se despedía de ella a lo lejos— lo admito, la voy a extrañar, pero eso no importa ahora ¿o sí?... tenemos un camino que seguir —dijo volteándose y comenzando a caminar— aún hay muchos compañeros que capturar, muchos líderes que humillar, y todo un mundo de entrenadores que aplastar como moscas… —dijo cada vez más arrogantemente.

    Y hablando así, se dirigió al centro pokémon, para descansar un poco, y luego continuar su viaje inmediatamente después, hacia ciudad Carmin.

    Continuará...
     
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    MrJake

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    Hay una cosa que llevas haciendo desde que empezaste a escribir y que no estaría mal que corrigieses. Cuando escribes un diálogo, tienes que imaginar que la explicación del narrador no está, y debes hacer la concordancia con los signos de puntuación normalmente. Me explico:
    —Pero claro que no es una fuerza normal —respondió Rainbow orgulloso acercándose a su Charmander— después de todo, fue entrenado por el entrenador definitivo —dijo abrazándolo cariñosamente —por cierto —añadió— tu tiempo fue de 3:02, nada mal, dos segundos más que Brock —dijo con una sorpresa sarcástica.
    Así lo escribiste tú. Ahora, supón que no hay aclaraciones. Quedaría muy raro, mira:
    —Pero claro que no es una fuerza normal después de todo, fue entrenado por el entrenador definitivo por cierto tu tiempo fue de 3:02, nada mal, dos segundos más que Brock.
    Mmm, muy raro, ¿no? Coloquemos los signos de puntuación como es debido:
    —Pero claro que no es una fuerza normal, después de todo, fue entrenado por el entrenador. Por cierto, tu tiempo fue de 3:02, nada mal, dos segundos más que Brock

    Ahora, lo único que queda es volver a añadirle las explicaciones, pero teniendo en cuenta los signos de puntuación.

    —Pero claro que no es una fuerza normal —respondió Rainbow orgulloso acercándose a su Charmander—, después de todo, fue entrenado por el entrenador definitivo —dijo abrazándolo cariñosamente—. Por cierto —añadió—, tu tiempo fue de 3:02, nada mal, dos segundos más que Brock —dijo con una sorpresa sarcástica.





    ¿Te has fijado? Colocamos los signos de puntuación detrás de la aclaración.
    En este párrafo no has puesto los signos de puntuación, pero en otros el fallo ha sido la concordancia mayúscula-minúscula. Por ejemplo, aquí.
    —¡Esa fue una gran batalla! —Exclamó Aurora —en verdad ese entrenamiento que usaste con Charmander fue de mucha…

    Como bien ha dicho Daniel Otaku, escribe las explicaciones siempre en minúscula. Y, para que veas mejor el otro fallo, hagamos como antes y suprimamos la aclaración.
    —¡Esa fue una gran batalla! en verdad ese entrenamiento que usaste con Charmander fue de mucha…

    Hay falla algo, claramente... ese en... ¿no debería ir en mayúscula?




    —¡Esa fue una gran batalla! En verdad ese entrenamiento que usaste con Charmander fue de mucha…

    Así mejor. Metemos ahora la aclaración...
    —¡Esa fue una gran batalla! —exclamó Aurora— En verdad ese entrenamiento que usaste con Charmander fue de mucha…

    Hecho. No sé si lo has comprendido bien. Debes poner los diálogos como si el narrador no interviniese. Así, si la frase que precede a la aclaración acaba en un punto, exclamación o interrogación, la que va detrás de la aclaración (no la misma aclaración) empezará en mayúscula. Creo que me he explicado bien.

    Otra paliza a Misty. Este chico va a arrasar, sin duda.
    Una pena que nos despidamos de Aurora. Creí que viajaría con Rainbow por más tiempo. Bueno, quizá lo verá de nuevo muy pronto.
    En fin, esperaré la conti. ¡Ciao! GL.
     
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    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

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    Pokémon Rainbow: Kanto.
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
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    Palabras:
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    ...Continuando


    Capítulo 14: La MT robada.
    Te prometo Jynx, que traeré un Poliwhirl, lo intercambiaré y te añadiré a mi equipo, solo tenme paciencia "
    Rainbow


    —Así que usted le dijo a Aurora que yo estaba por aquí —dijo Rainbow por el telecomunicador.

    —Sí, lo siento Rainbow —se disculpó levemente el profesor Oak.

    —¿Porqué se lo dijo —Preguntó un poco molesto.

    —Vamos muchacho, pensé que ver un rostro familiar te haría bien, ¿por qué te preocupa tanto que vaya un rato o no contigo?

    Rainbow no respondió, solo trató de evitar la mirada.

    —Por cierto —continuó Oak cambiando de tema— ¿ya ganaste tu segunda medalla?

    —¿Ah? —exclamó Rainbow— sí, justamente la acabo de ganar —y se la mostró orgulloso— debió haber visto la cara de Misty, la humillé tan duro que hasta lloró.

    Oak lo miró severamente.

    —Hmm… ¿y qué tal va tu pokedex?

    —¡Ah! Bastante bien —dijo Rainbow indiferentemente.

    —¿Podrías decirme cuantos pokémon ya has encontrado?

    —Lo haré —dijo Rainbow un poco fastidiado— pero cuando haya recorrido todo kanto —dijo con una sonrisa maliciosa.

    —¿¡Qué!? —Exclamó Oak— no puedes hacerme esperar tanto.

    —Lo siento profesor pero tengo que irme —le dijo apresurado—, ahora me dirijo a Carmín, le llamaré para informarle cuando haya obtenido mi tercera medalla —y colgó sin darle tiempo a Oak de responder, y se marchó a dormir como si nada.



    Después de una noche de descanso Rainbow salió del centro pokémon y se dispuso a continuar su viaje, el duro entrenamiento que llevó a cabo con Charmander para vencer a Misty no solo había agotado al pokémon, sino también al entrenador. Satisfecho con la victoria, se puso en marcha, sin embargo sintió algo de nostalgia, y extrañó las charlas de Aurora, aunque fueran ridículas para él.

    —Pero al menos —les dijo a sus compañeros en su cinturón de X— sigo con ustedes —les dijo cariñosamente. Siguió hablando un poco más con sus pokémon, mientras se dirigía a la salida de ciudad Celeste hacia la ruta 5.

    —¿Qué pasa Nidoran? —le preguntó al observar que estaba un poco raro. Nidoran solo le señaló a un anciano que estaba siendo acompañado por una Jynx, pero había algo raro, esa Jinx no parecía contenta, al parecer, estaba cuidando del anciano, el cual necesitaba mucha ayuda debido a su avanzada edad, Rainbow de inmediato comprendió lo que para él, era muy sencillo de comprender: ese Jinx no quería esa vida, una Jinx joven y fuerte, que anhelaba batallas y victorias, Rainbow había desarrollado un instinto para saber cuando un pokémon se sentía así.

    —Ya he visto esa situación antes —les dijo recordando el suceso del pescador y el Doduo antes de que empezara su viaje, y a Charmander, que le fue regalado por la misma razón.

    —¿Qué ganaría con avisarle a ese anciano de lo que siente su Jynx? —les preguntó a sus amigos.

    —¿Qué dicen?... ¿creen que sea buena idea?... a mí me parece que será una pérdida de tiempo —sus pokémon le insistieron— está bien, lo intentaré —les dijo resignado dirigiéndose a ese anciano.

    —Supongo —pensó Rainbow— que a mis amigos no les gustaría estar en lugar de esa Jynx, si fuera así, les encantaría encontrarse a alguien que los comprendiera y les diera lo que necesitaran, vamos a intentar a ver qué pasa.

    —Disculpe señor —se dirigió muy amablemente.

    —¿Tú quien eres? —respondió pesadamente el anciano.

    —Me llamo Rainbow, y quisiera decirle —dijo mientras notó que la Jynx lo miraba— que su Jinx, no quiere vivir más con usted —le dijo, pero se dio cuenta de que tal vez no había tenido suficiente tacto, y se sintió un poco avergonzado.

    —¿Cómo puedes saber eso niño? —preguntó curioso el anciano.

    —No creo que sea buen momento para explicarle exactamente cómo lo sé ¿o sí? Lo importante es que Jynx lo siente en verdad, y creo que hasta cierto punto, usted también lo sabe —dijo Rainbow un poco nervioso.

    —Escúchame niño —le dijo un poco molesto el anciano— he estado con esta Jynx desde que me enfermé de los huesos, fue un regalo de mi hijo, me ayuda muchísimo, ya no puedo hacer casi nada por mí mismo, aunque lo que dices fuera verdad no podría dejarla ir tan fácilmente.

    —De seguro puede haber una solución —expresó Rainbow tratando de ser cortés.

    —Creo que ya sé —dijo el anciano, y se le acercó— si me traes un Poliwhirl que pueda ayudarme en su lugar, te lo intercambio por Jynx —al oír esto, Jynx se sintió algo emocionada, y miró a Rainbow con esperanza, pues al ser un pokémon de tipo psíquico secundario pudo ver mejor en la mente de Rainbow, y dedujo que era un entrenador ideal.

    —Lo siento —dijo Rainbow apenado— no tengo un Poliwhirl… Pero se lo traeré.

    —Pues así lo espero —dijo el anciano a punto de marcharse.

    —Pero me temo que no será pronto —añadió Rainbow, Jinx lo miró con cierta esperanza.

    —Te prometo Jynx, que traeré un Poliwhirl, lo intercambiaré y te añadiré a mi equipo, solo tenme paciencia —la Jynx le sonrió levemente, Rainbow sabía que lo iba a esperar, y sin perder más tiempo salió de ahí.



    Vendedor: ¡Compre una bicicleta nueva, las mejores de todo Kanto, solo aquí en ciudad Celeste, por tiempo limitado puede usarla en caminos o dentro de las cuevas! Tú, muchacho de gorra negra compra una bicicleta…

    —¿Y yo para qué quiero una bicicleta? —Respondió algo molesto Rainbow —no gracias yo prefiero caminar.
    —Si obtienes un cupón de estos —dijo mostrándole un cupón— te daremos una bicicleta gratis, solamente tienes que participar en nuestro concurso semanal de…

    —Está bien, está bien no me importa nada —dijo alejándose y ya muy fastidiado— si algún día obtengo un cupón —le empezó a decir irritado— por alguna circunstancia, vendré y le compraré una maldita bicicleta, ¡ahora déjeme en paz! —y se alejó a toda prisa.

    —¡Qué le pasa a la gente de este mundo! —Exclamó muy irritado Rainbow —está bien que quieran un poco de trabajo pero eso es rebajarse a casi pedir limosna, me recuerda a ese muchacho que me llevó al museo en Plateada…



    En ese momento, el sonido de una sirena de policía le llamó la atención, y sintiendo una enorme curiosidad, fue inmediatamente a ver. Cuando llegó había mucha gente reunida alrededor de una pequeña casa.

    —¿Qué sucede ahí? —Preguntó Rainbow a una persona.

    —Ha habido un robo —contestaron— al parecer se robaron una MT.

    —¿Una Mt? —Se preguntó Rainbow— ¿por qué hacer tanto alboroto por una MT que se puede comprar en ciudad Azulona? — Se preguntó bastante desconcertado— bueno, no importa —dijo disponiéndose a partir.

    —¿Qué sucede amigos? —les preguntó a sus pokémon cuando notó que percibían algo, específicamente, Pikachu, Nidoran, Mankey y Zubar sentían algo, un olor muy familiar.

    —Ya veo —dijo Rainbow al darse cuenta, y dio un breve rodeo alrededor de la casa.

    Siguió hasta donde sus pokémon le indicaban y llegó hasta la parte de atrás de la casa, donde había un enorme jardín.

    —¿Listos? —les dijo Rainbow— a la una… a las dos… a las tres… ¡ahora! —dijo liberando a todos sus pokémon, Mankey golpeó fuertemente un árbol, y de la copa llena de hojas, cayó un cuerpo al suelo gritando por la impresión, e inmediatamente todos los pokémon de Rainbow lo rodearon.

    —No me lastimen —suplicó el ladrón.

    —La policía de este mundo sí que es incompetente —dijo Rainbow arrogantemente— ni siquiera se les ocurrió revisar el jardín para ver si de casualidad —y miró severamente al ladrón— el ladrón seguía aquí —tronó los dedos, y Bulbasaur lo ató con sus látigos.

    —Eres de ese tal Team Rocket ¿verdad? —le preguntó con una mirada atemorizante— mis pokémon reconocieron el olor de esas ropas de tantas veces que los hemos visto ya.

    —Sí, lo soy —contestó aterrado el ladrón —¡No me lastimes! Solo obedezco órdenes.

    —Y esas órdenes ¿incluyen robar MTs que no te pertenecen? —preguntó Rainbow haciéndose cada vez más maniaco y haciendo que Bulbasaur apretara cada vez más las lianas.

    —¡Espera, espera! —Suplicó el ladrón —¡no lo hagas! —dijo al sentir el dolor de la estrangulación en su cuerpo.

    —Dime ahora —dijo Rainbow con una voz aterradoramente calmada —¿qué están planeando hacer? —Tronó los dedos y Nidoran empezó a enterrar poco a poco su cuerno en la carne del ladrón.

    —¡Aaaah! —Exclamó el ladrón al sentir el dolor —¡No! No te lo diré, ni siquiera sé bien que es lo que planea el jefe.

    —Mientes —dijo Rainbow, y de inmediato Charmander acercó lentamente su cola de fuego hacia él—, podemos hacerlo a las buenas o a las malas —le dijo con una cara verdaderamente malévola—, si es por las buenas, solo te entregaré a la policía, pero si no coperas… solo voy a decir —dijo sonriendo macabramente— que nadie podrá hacer un retrato hablado de tu cara nunca más, ya que será irreconocible, si entiendes lo que digo —dijo mientras Charmander acercaba la cola hacia su cara.

    —¡Está bien, hablaré! —Exclamó el ladrón al sentir el calor de la cola de Charmander, el cuál alejó la cola— te diré todo lo que sepa, pero no sé mucho, solo soy un simple soldado.

    —Empieza a hablar —ordenó Rainbow mirándolo severamente, y el pobre ladrón empezó a contarle todo lo que sabía.


    Cuando el ladrón terminó de hablar, Rainbow se quedó pensando un rato, siempre mirándolo de manera despreciable.

    —Ya veo, ¿ves cómo si nos podemos entender bien? —le dijo de una manera aterradoramente alegre. Acto seguido, le quitó el uniforme completamente, hasta los zapatos, y los metió en su mochila —amárralo Butterfree —le ordenó con la misma voz alegre. Y Butterfree lo amarró con su cera, tal y como lo había hecho en el monte Moon.

    —Ahora escúchame bien —le dijo Rainbow al ladrón— cuando venga la policía, ¡no les digas nada del team rocket! Hasta donde todos sabrán, solo eres un joven ladrón que roba por diversión, ¡¿entendido?! —le gritó, y el ladrón, aterrado por su macabra conducta, solo asintió. Entonces Rainbow se dio vuelta y se empezó a marchar por donde vino.

    —¿Entonces no vas a llamar a la policía? —preguntó el ladrón un poco aliviado al ver que Rainbow se iba así como así.

    Al oírlo, Rainbow volteó lentamente, y miró al ladrón a los ojos.

    —¿Sabes? —le dijo tranquilamente— sería una lástima, que llegando hasta este punto —dijo agarrando la pokeball donde había metido a Pikachu— nos fuéramos sin haber tenido algo de acción —y esbozó una sonrisa macabra que heló la sangre del ladrón.

    Afuera en la calle, la policía seguía entrevistando a las víctimas, de repente oyeron un grito terrible, y un gran resplandor provino del patio de la casa, la policía fue a investigar rápidamente, y encontraron a un sujeto semidesnudo, atado con seda, desvanecido, víctima de un poderoso ataque eléctrico; a su lado, se encontraba una MT, MT 28.

    Sin tardarse ni un segundo más, Rainbow abandonó ciudad Celeste como si nada hubiera pasado.

    —Ya era hora de que nos fuéramos de esta ciudad —les dijo pesadamente a sus amigos —se estaba haciendo aburrida… pero —dijo volviendo a una actitud serena y tranquila— no hay que olvidar que debemos regresar por Jinx, cuando sea el momento… además —continuó sacando el boleto que le había dado Bill que le había dado Bill— ya tenemos al parecer, una nueva misión —dijo sonriendo otra vez malévolamente.

    Y volviendo a su estado de tranquilidad, empezaron a recorrer la ruta 5, hacia ciudad Carmín.

    Continuará...
     
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    MrJake

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    Un detalle, se escribe "Jynx". Con y.
    Me remito al último comentario. Te ha vuelto a pasar lo mismo, en algunas frases lo has corregido pero en muchísismas otras has vuelto a cometer el mismo fallo. De nuevo te lo muestro:

    —¡Está bien, hablaré! —Exclamó el ladrón al sentir el calor de la cola de Charmander, el cuál alejó la cola— te diré todo lo que sepa, pero no sé mucho, solo soy un simple soldado.
    Así lo pusiste tú. Ahoooooora.... ¡la corrección!

    —¡Está bien, hablaré! —exclamó el ladrón al sentir el calor de la cola de Charmander, el cuál alejó la cola— Te diré todo lo que sepa, pero no sé mucho, solo soy un simple soldado.

    Después de exclamación, mayúscula, ¿cierto? Pues aplica esa regla como si no hubiese narrador. Así, lo que iría después de la exclamación sería "Te", que se pondría con mayúscula. Las aclaraciones del narrador, siempre en minúscula.

    Y... no tengo nada más que decir. Me ha resultado simpático el calambrazo de Pikachu, otra vez. Menudo calambrazo, pobre soldado.
    Un saludo, GL.
     
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    Capítulo 15: Guardería pokémon.
    Lamento haberles engañado "
    Rainbow


    Llevaba Rainbow recorriendo la ruta 5 por unas horas, hablando a sus pokémon acerca de tácticas y otras cosas de entrenadores, algunos de ellos iban fuera de sus pokeball; los pokémon ya se habían acostumbrado al temperamento de su entrenador, le habían agarrad cariño, pues sabían que a pesar de su inquietante forma de ser, no era una mala persona, al fin y al cabo, cumplía muy bien su promesa, ninguno de ellos había perdido ni una sola vez, ni siquiera habían tenido problemas en batalla, era en efecto un entrenador que cumplía, y eso los motivó más.

    —Cerca de aquí — les dijo Rainbow— hay un lugar que quiero visitar antes de seguir, de hecho —dijo un poco nostálgico— hace un tiempo que quiero regresar a ver a unas personas —siguieron caminando bastante rato.

    Un rato más tarde llegaron a lo que parecía ser una casa, era grande y con un enorme jardín trasero, se veía algo de gente entrando y saliendo de ahí con sus pokémon.

    —Este lugar —les dijo a sus compañeros— es una guardería pokémon, ahí viven unas personas que conocí hace mucho, quiero pasar a saludarlas.


    Poco tiempo después llegaron a la guardería, había algunos niños y jóvenes esperando en la entrada, y sin prisa y con calma Rainbow entró.

    —¡No puedo creerlo! —Exclamó un anciano al verlo —¡querida, ven aquí, alguien vino! —le gritó a su esposa alegremente.

    —¿Es otro cliente? —preguntó la mujer.

    —No —le contestó su esposo— es alguien que viene a visitarnos, desde hace ya mucho tiempo.

    Entonces salió una anciana, y observó a Rainbow, el cual miró a ambos alegremente, como si se tratara de sus abuelos.

    —¡No puedo creerlo! ¡Es Rainbow! —Exclamó alegre la señora, y corrió a darle un tierno abrazo, sin encontrar resistencia de parte de Rainbow.

    —Ha pasado mucho tiempo —les dijo alegremente Rainbow.

    —Más de cinco años —dijo el anciano.

    —Has crecido mucho, ya te encuentras andando solo —le dijo la anciana.

    Los pokémon de Rainbow no entendieron nada de lo que pasaba.

    —Les explicaré —les dijo Rainbow.

    —No —interrumpió la anciana dulcemente— déjame a mí explicarles —le dijo mientras a algunos de sus pokémon se preguntaban por qué no les sorprendía que Rainbow les hablara así tan de repente.

    —Verán —empezó la anciana mientras tomaban asiento— hace más de cinco años, una pareja de pokémon rangers vino a quedarse un tiempo con nosotros mientras resolvían unos problemas de entonces, con ellos venía su hijo —dijo mirando tiernamente a Rainbow como a un nieto— y a causa del trabajo de sus padres, él se quedó a vivir aquí unos cuatro meses.

    —Sí —interrumpió el hombre— aún lo recuerdo, era tal y como era hoy, un chico calmado, educado, tranquilo, pero feliz y alegre a veces, se la pasaba leyendo unos apuntes que tenía en varias libretas que nadie dejaba que viera, y leyendo libros sobre pokémon, era un ejemplo.

    —Recuerdo que cuando le preguntábamos que era lo que hacía —continuó la señora— nos decía que estaba “creando un sistema perfecto para entrenar pokémon”, era tan tierno oír a un niño de seis años hablando así —dijo tiernamente.

    Rainbow oía todo lo que decían en silencio con una sonrisa tímida, estaba claro que se sentía algo apenado, pero que les tenía cariño a esos ancianos.

    —Durante esos meses —siguió el anciano— nos ayudó bastante aquí en la guardería muy servicialmente, nos dimos cuenta de su habilidad para hablar con los pokémon, y fue de mucha ayuda, de hecho, niños de todas partes venían para preguntarle a Rainbow qué era lo que sentían sus pokémon cuando algo raro les pasaba, el negocio fue mucho mejor, los pokémon que cuidábamos crecían más sanos y fuertes; no saben la cantidad de entrenadores que nos traían a sus Magikarp para que crecieran rápido y convertirse en Gyarados.

    —Sí, lo recuerdo —continuó Rainbow amablemente— en ese entonces la cantidad de entrenadores que conseguían Gyarados se disparó.

    —Todo gracias a ti —le dijo sonriendo la señora— tú tenías esa habilidad de criar a los pokémon con gran facilidad, habrías sido un excelente criador pokémon.

    Rainbow bajó la cabeza un poco apenado, pero también un poco triste.

    —No es fácil ser bueno en tantas cosas —dijo en voz baja —porque tarde o temprano, tienes que decidirte por una.

    —Y tú elegiste ser entrenador —le dijo orgulloso el anciano.

    —Ya he ganado dos medallas —le dijo mostrándoselas de una manera inusualmente modesta para él.

    —Nos alegra que te vaya bien —le dijo la anciana— y a todo esto… ¿qué es de tus padres ahora?

    Rainbow bajó la cabeza con algo de tristeza, pero recuperó una actitud indiferente.

    —No quiero hablar de ellos por ahora.

    —Bueno —contestó la anciana, parecía comprender la situación y no siguió insistiendo, pero los pokémon seguían un poco confundidos, pero les pareció mejor no preguntar.

    —Lo siento pero ya tengo que irme —dijo Rainbow levantándose, se reflejaba cierta incomodidad en su rostro.

    —Espera —dijo el anciano— ¿a dónde te diriges ahora?

    —Ahora me dirijo a Carmín —les dijo.

    —Entonces ¿por qué no nos vamos juntos? —Preguntó el anciano— unos criadores nos dejaron una pareja de Bellsprout, y tuvieron unos huevos, y nos encargaron que se los lleváramos a su casa en la ruta 6.

    —La ruta 6 está pasando ciudad Azafrán —dijo Rainbow— así que si le parece mejor —le dijo sonriéndole— tomaremos la vía subterránea, como en los viejos tiempos —sus pokémon notaron algo de melancolía y preocupación en su voz.

    Un rato más tarde salieron de la guardería, Rainbow y el anciano agarraban dos huevos de Bellsprout, Rainbow acariciaba el suyo tiernamente. Continuaron su camino en un silencio bastante incómodo, llegaron a la vía subterránea que conectaba la ruta 5 con la ruta 6.

    —¿Entrenas pokémon? —preguntó una niña que estaba en la entrada— si es así, ¿te gustaría cambiar tu Nidoran macho por mi Nidoran hembra?

    En un momento como ese, donde la gente de repente se pone a decir cosas tontas, fuera de lugar, sin sentido, o simplemente algo que le pareciera absurdo, Rainbow solía ponerse indiferente, frío, responder sarcástica, grosera o indiferentemente, pero esa vez no, solo se acercó a la niña, y puso su mano en su cabeza tiernamente.

    —Lo siento niñita —le respondió con una sonrisa amigable— no puedo cambiar a mi Nidoran, suerte —dijo dulcemente y se introdujo en la vía junto con los ancianos.

    Sus pokémon estaban un poco desconcertados, pero también estaban acostumbrados a sus cambios de temperamento según las circunstancias.

    —Recorrieron toda la vía subterránea sin mayor complicación, y casi sin hablar, pasó el tiempo, y Rainbow se sentía cada vez más incómodo, los ancianos notaron su incomodidad, y se sintieron un poco mal por eso, pero es que ellos tampoco comprendían qué le pasaba.

    —Ellos no me conocen realmente cómo soy —pensó Rainbow— no conocen el otro lado de mi personalidad, cuando viví con ellos mis padres estaban ocupados, sin tiempo para mí, y ellos fueron como mis abuelos, los llegué a respetar y a querer, pero ahora no sé qué pasará si saben cómo soy realmente —sus pokémon percibieron el dilema que tenía su entrenador.

    Mucho rato después salieron de la vía subterránea y estaban en la ruta 6.

    —Es increíble la cantidad de objetos que la gente olvida en esa vía —dijo Rainbow tratando de hacer algo de conversación, pero esta vez, incluso los ancianos estaban algo distantes de él, y Rainbow se preguntó cómo demonios habían llegado a esa situación, con lo alegre que fue la bienvenida.

    Algún rato después llegaron a su destino, una casita en medio de la ruta, salió una niña y su padre y les entregaron los huevos, pero la niña estaba sorprendida.

    —¡Sorpresa! —Le dijo el anciano —tus pokémon han tenido un huevo… no sabemos cómo es que pasó… —dijo con cierto nerviosismo mintiendo obviamente.

    —¿Pero cómo le dicen eso a la niña? —preguntó Rainbow momentáneamente volviendo a su actitud dura y directa— mira niña —continuó— cuando al Bellosprout macho le gusta el Bellosprout hembra, se acerca a ella seductoramente, la envuelve en sus hojas dulcemente, y junta sus estambres con el pistilo de ella…. —se detuvo inmediatamente al darse cuenta de lo que había dicho, cómo lo había dicho, y sobre todo, a quién se lo había dicho.

    Los ancianos y la niña lo miraron extraño, como en cualquier situación parecida en la vida donde suceda algo similar. Rainbow no hizo más que bajar la cabeza y avergonzarse en silencio.

    Un rato después terminaron con esas personas y los ancianos se disponían a salir hacia su casa. Rainbow aún estaba algo avergonzado, así que simplemente decidió irse lo más rápido posible.

    —Ya me tengo que ir —les dijo sin verlos a los ojos —fue agradable volverlos a ver después de mucho tiempo, espero verlos algún día —dijo y se volteó para irse.

    —Cuando te fuiste —dijo de repente la anciana antes de que diera dos pasos— una parte del encanto de la guardería se fue contigo —Rainbow la miró— todos querían venir a ver al niño que hablaba con los pokémon, recuerdo que incluso crecían más rápido cerca de ti, cuando te fuiste —le dijo un poco melancólica— los clientes disminuyeron, y la guardería se sintió muy sola, desde que nuestro hijo se fue, y nunca más volvió, te tratamos como a nuestro propio nieto.

    —¿Por qué estás molesto con nosotros Rainbow? —preguntó el anciano un poco triste.

    —Los llegué a querer como si fueran mis abuelos —les respondió Rainbow indudablemente triste— y es por eso, que no quiero lastimarlos, no soy cómo creen.

    —¿No eres cómo creemos? —preguntaron sorprendidos.

    —Cuando viví con ustedes —siguió Rainbow— solo vieron la parte de mí que convenía en ese momento… en ese momento me encontraba perfeccionando mi sistema, vivir en la guardería me ayudó mucho a mejorar mi sistema, al menos en parte, tenía que caerles bien a ustedes —les dijo mirándolos tristemente.

    —¿Caernos bien? —preguntó el anciano.

    Rainbow se aproximó, juntó coraje, y finalmente confesó lo que había estado reteniendo:

    —Cuando llegué a la guardería, mi mente solo pensaba que iba a estar en contacto con muchos pokémon, y como yo quería ser el entrenador perfecto, lo vi como una oportunidad para entenderlos mejor y mejorar mi sistema, pero para eso necesitaba que ustedes, o sea, los dueños, me dejaran ayudarles con ellos, nadie dejaría a un niño como yo a cargo de sus pokémon para que crecieran, así que durante todos esos meses, solo les mostré una cara diferente a la usual —los ancianos lo escuchaban intrigados, y Rainbow sonaba cada vez más triste —solamente fingí lo que era en ese entonces ante ustedes, el Rainbow que conocieron no era completamente el que soy en verdad, y ustedes solo se encariñaron de ese Rainbow que solo fingía.

    Los dos ancianos parecían incrédulos por lo que oían, Rainbow solo fingía con ellos cuando niño para tener acceso a los pokémon; no supieron que decir.

    —Pero —continuó Rainbow— eventualmente me encariñé con ustedes, los llegué a considerar como mis abuelos, y además, aprendí mucho de ustedes, lo que aprendí indudablemente me ayudó mucho, así que les estoy agradecido, y mis pokémon también lo están, parte del crédito de mi éxito como entrenador es para ustedes.

    Los dos se quedaron viéndolo un rato, estaban desconcertados, tristes, y hasta un poco enojados, Rainbow se acercó a la anciana y trató de tomar dulcemente su mano, pero ella lo aparató.

    —¿Entonces quién eres? —Rainbow la miró— si dices que fingiste todo el tiempo, y que el Rainbow que conocimos no era el real, dinos entonces cómo eres en verdad —le dijo tristemente casi al punto de las lágrimas.

    —No quieren saber cómo soy en verdad —les dijo.

    —Por favor —dijo el anciano— sé sincero al menos una vez con nosotros, dinos quién eres en verdad.

    Rainbow los vio a los ojos y no pudo evitar sentirse profundamente triste, pero supo que no podía ocultar la verdad mucho tiempo, así que les contó brevemente varias andanzas que tuvo tanto antes como después de conocerlos, les contó de su viaje por el mundo cuando era muy chico, de cuando estuvo en la escuela de ranger, de su viaje hasta ahora, les contó una serie de situaciones que, poco a poco, revelaban su verdadera personalidad; con respecto a su aventura en Kanto, les contó sobre como humilló a los líderes del gimnasio Brock y Misty, hasta el punto de hacerlos detestarlo, de su actitud en el monte Moon, y por último, de cómo torturó a ese ladrón en Celeste.

    Al terminar, los ancianos estaban incrédulos, la imagen del niño simpático y alegre, que era todo un ejemplo a seguir en ese entonces, se derrumbó para ellos.

    —Será mejor que te vayas —le dijo el anciano tranquilamente, Rainbow los miró tristemente.

    —Lamento haberles engañado —se disculpó con la cara baja.

    —Te llegamos a considerar nuestro nieto —le dijo seria la anciana— pero ahora, eres de nuevo un extraño, un extraño que no nos agrada —le dijo severamente.

    —Perdón —dijo Rainbow en voz baja.

    La pareja se fue lentamente hacia su casa, Rainbow siguió por la ruta 6 hacia Carmín, sus pokémon lo miraron preocupado por todo lo que pasó.

    —No se preocupen —les dijo— situaciones como ésta hay en la vida —su voz aún se oía triste, pero poco a poco iba volviendo a la normalidad —no importa —dijo ya más calmado — me alegra haberlos vuelto a ver… pero no importa si ya no me quieren, no me voy a perturbar —dijo volviendo a un estado más alegre y confiado, sus pokémon se asombraron al ver su rápida recuperación.

    —¿Qué esperaban acaso? —Les dijo al darse cuenta— ¿creyeron que iba a pasarme días llorando diciendo “ay ay ay ya no me quieren esos ancianos a los que consideré como mis abuelos buaaaaaaa”? —Dijo haciendo una burlesca imitación de alguien llorando— ¡No! No me va a importar, hay que seguir como si nada… además —dijo sacando el boleto que le regaló Bill— ya tenemos cosas de qué ocuparnos —dijo mirando el boleto maniáticamente— tal vez hoy no tuvimos mucha acción, pero pronto sí la tendremos.

    Siguieron la ruta toda la tarde y acamparon en la noche, a la mañana siguiente, apareció ante sus ojos la gran ciudad Carmín, con sus majestuosos puertos y el enorme mar al fondo, y se apresuraron a llegar, con Rainbow sonriendo maliciosamente, como si nada hubiera pasado el día anterior.

    Continuará...
     
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    Capítulo 16: Ciudad Carmín.
    Aquí va a pasar algo grande, debo planear rápido como humillarlos de la manera más dolorosa posible "
    Rainbow



    Ciudad Carmín era el puerto principal y el más grande de Kanto, a lo largo de su costa se extendían innumerables muelles con barcos de todos los tipos, la ciudad estaba llena de pescadores y en general, la vida de la gente giraba en torno al mar.

    Manifestante: ¡Atención habitantes de Carmín! La contaminación de la ciudad podría llegar a niveles peligrosos si no hacemos algo rápido, nuestra salud y economía dependen de que mantengamos nuestras aguas limpias, ¡Todos pongan de su parte por una ciudad Carmín limpia!

    —A esta gente sí que le preocupa la contaminación —dijo Rainbow indiferentemente—, creo que tienen razón, después de todo, los Grimers podrían multiplicarse y salirse de control —dijo con un poco de honesta preocupación—, espero que no suceda mientras esté yo por aquí, odiaría tener que ensuciarme las manos ayudándoles —dijo pesadamente.

    —Oye chico —le dijo una voz gruesa— ¿entrenas pokémon? ¿No te interesaría tener pokémon tipo agua?

    —¿Y usted quién es? —preguntó Rainbow rudamente.

    —Yo soy el gurú pescador de esta ciudad, y estás de suerte, si te interesan los pokémon acuáticos te regalaré esta caña —dijo abriendo una caja y sacando una Caña vieja.

    —¿Por qué iba yo a querer una caña que solo puede atrapar Magikarp? —preguntó pesadamente Rainbow apretando los dientes.

    —Lo mejor para los principiantes es empezar con lo fácil —dijo el gurú sonriendo amigablemente.

    —¿¡Principiante yo!? —dijo enojado, pero un segundo después recordó la promesa que le había hecho a Jinx en Celeste, de tener que llevar un Poliwhirl para intercambiárselo a su dueño y unirla al equipo, en entonces tuvo una idea que le hizo calmarse y sonreír arrogantemente.

    —Está bien, acepto la caña —dijo y la tomó suavemente sin dejar de sonreír—, le demostraré que no soy un novato, soy tan genial, que voy a pescar un Poliwhirl con una caña vieja —dijo con tremenda arrogancia.

    —Pues como quieras —dijo el gurú sonriéndole amablemente pero tratando de ocultar su desconcierto ante la actitud del muchacho, y se fue de ahí.



    Rainbow siguió caminando por la ciudad, fue a la tienda pokémon a comprar comida y a vender cosas que no necesitaba. Se dirigió a los muelles pero no encontraba el barco.

    —Y el maldito boleto ni siquiera tiene apuntado el número del muelle en el que está —le dijo enojado a sus pokémon, tres de los cuales iban a pie junto con él, Pikachu, Mankey y Abra.

    —Disculpe señor —le dijo a un señor que se encontraba sobre un terreno llano con un Machop— ¿Sabe dónde se encuentra el S.S. Anne?

    —Ahora no puedo ayudarte chico, estoy ocupado —contestó apresuradamente.

    —¿Qué es lo que está haciendo? —Preguntó Rainbow.

    —Vamos a construir un edificio en este terreno, mi Machop está apisonando el terreno —dijo dándole la orden a Machop, quien empezó a apisonar el terreno.

    —Este… —inquirió Rainbow— ¿No debería haber más gente y pokémon por aquí? Es decir, usted está aquí solo sin nadie más, ¿cómo se supone que va a construir algo si ni siquiera tiene materiales y trabajadores aquí.

    —Escucha niño —dijo el hombre un poco molesto—, yo solo estoy aquí para apisonar el terreno, cualquier otra cosa es no es mi problema.

    —Como quiera —dijo Rainbow otra vez indiferentemente—, pero como van las cosas no me parece que vayan a terminar en años —dijo y se fue de ahí.



    Un rato después Rainbow seguía buscando, pero en ningún lado encontraba el barco S.S. Anne.

    —Esto ya me está irritando —dijo molesto—, la fiesta comienza en 40 minutos y no me gusta llegar tarde, o más específicamente —dijo poniéndose muy serio—, no debo llegar tarde.

    Entonces se dio cuenta de que enfrente de él había un edificio muy grande.

    —“¿Club de fans pokémon?” —Leyó Rainbow en la entrada— supongo que no pierdo nada entrando a preguntar —dijo alzando los hombros—, después de todo, no veo a nadie en la calle, y sería ridículo y absurdo simplemente andar entrando a casas ajenas a hablar así como si nada —dijo secamente y entró.

    Adentro no era tan grande como pareciera por fuera, pero había mucha gente reunida y pokémon de todos los tipos, pero en ese momento, Pikachu empezó a caminar por sí mismo y corrió hacia una mesa.

    —¡Espera! —¿Ahora qué demonios pasa?... ¡Ah! —dijo molesto Rainbow pero en seguida comprendió lo que pasaba; ahí en una mesa, había un Clefairy que había usado Encanto, el cual enamoró a Pikachu y lo atrajo hacia él.

    —Es suficiente Pikachu —le dijo Rainbow mientras lo metía en su pokeball —no te preocupes, luego les mostraré un entrenamiento especial para que esos movimientos no les afecten.

    —¡Ahhh! ¡Pero qué adorable pokémon! —exclamó una voz, y luego, un anciano de lentes y sombrero negro se abalanzó sobre Mankey y Abra, y comenzó a abrazarlos y acariciarlos ridículamente extasiado— ¡Mira que pelaje tan suave y bien cuidado! —Decía— ¡se ven fuertes y son tan chulos!

    —¿Se puede saber qué demonios sucede con usted? —Preguntó Rainbow tratando de mantener el control ante tal conducta que él consideraba insultantemente ridícula.

    —Lo siento joven —dijo el anciano sin dejar de abrazar a los pokémon, los cuales se empezaban a hartar—, yo soy el presidente del club de fans pokémon —dijo orgullosamente —, el nuestro es un club para todos aquellos que amen a los pokémon.

    —¡No me diga! —exclamó Rainbow tremendamente sarcástico.

    —Sí te digo —dijo el viejo sin entender el sarcasmo—, y de hecho, por mantener tan saludables y hermosos a tus pokémon, yo, el presidente del club de fans pokémon te declaro miembro honorario del club.

    —¡Me la suda su club! —Exclamó enojado Rainbow, sus pokémon también estaban muy incómodos con la actitud del viejo y no saldrían para nada de sus pokeball— lo único que quiero saber es donde demonios está el maldito S.S. Anne.

    —Tranquilo chico, no seas tan impaciente —le dijo calmada y despreocupantemente el presidente —, deja que te cuente acerca de mi pokémon favorito —y empezó a contar con Rainbow y sus pokémon verdaderamente fastidiados— mi pókemon favorito es Rapidash… es tan suave, tan cálido, tan tierno, tan elegante, y cuando duerme… y cuando corre… —siguió por varios minutos hablando como si nada totalmente extasiado e indifernete a Rainbow, el cual en su mente imaginaba macabramente métodos horribles para someterlo usando sus pokémon, los cuales también tenían ganas.

    —¡Oh! Lo siento chico, ¿te estoy aburriendo? —se interrumpió.

    —¡No, no que va! —Dijo Rainbow sin poder ser más sarcástico— ¿por qué no nos cuenta ahora acerca de su segundo pokémon favorito ahora, me muero de curiosidad?

    —¡Oh! Lo siento jovencito, sé que te ha encantado, pero tengo que irme, tengo un compromiso que hacer.

    —De todos modos —dijo Rainbow dándose media vuelta —yo también tenía que irme, hasta nunca viejo.

    —Espera un momento, ¿no dijiste que querías ir al S.S. Anne? —Preguntó el viejo, y Rainbow volteó a verlo con interés— en ese caso ven conmigo, yo y todo el club también estamos invitados a esa fiesta, habrá una sección especial para no entrenadores.

    —¿No entrenadores? —preguntó Rainbow.

    —Así es —dijo el presidente— a los miembros del club no nos gusta la idea de hacerlos pelear, así se volverán más fuertes y fieros y rudos y lo peor… ¡Evolucionarían! —dijo con un patético llanto que Rainbow encontró vergonzosamente ridículo.

    —Está bien —dijo Rainbow— iré con usted… pero solo hasta el barco, no tengo nada que ver con su club.

    —Como quieras chico —le respondió alegremente— vamos pues.

    Un rato después se encontraban junto al gran barco S.S. Anne, una larga cantidad de entrenadores hacía fila para entrar ordenadamente, al ver la cantidad de entrenadores, Rainbow no pudo evitar sentir una dosis de arrogancia y soberbia que le recorrió de la cabeza a los pies, sus pokémon también estaban emocionados por probar sus habilidades, pero además, Rainbow estaba interesado en otra cosa casi tan importante como eso, y a pesar de su mirada lunática, sus ojos y su cerebro analizaban todo cuidadosamente mientras hacían fila para entrar.

    —Su boleto por favor —pidió el marinero. Rainbow se lo dio con una mirada fría —Todo bien muchacho, puedes pasar.

    Rainbow entró e inmediatamente se separó del grupo del club de fans pokémon por la vergüenza que le ocasionaba, y se dirigió al área de los entrenadores; Rainbow nunca había visto tantos entrenadores juntos, y estaba ansioso por mostrar su superioridad indiscutible ante todos y cada uno de ellos, pero la fiesta todavía no empezaba y había algo de tiempo, así que Rainbow aprovechó para subir a cubierta, disfrutar el paisaje y hacerle unos cambios a su caña vieja para poder atrapar un Poliwhirl. Pero siempre estando pendiente de todo lo que sucedía, ya que sabía algo importante que iba a pasar en el barco.

    —Aquí va a pasar algo grande, debo planear rápido como humillarlos de la manera más dolorosa posible —dijo con su sonrisa macabra, y siguió trabajando en su caña.

    Continuará...
     
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    PENÚLTIMO CAPÍTULO.

    De verdad me conmoviste con este capítulo. Pobre Rainbow, y pobres ancianos. Me ha dado muchísima lástima que tuviesen que acabar así, ¡para alguien al cual tomó cariño Rainbow! Una pena que acaben así, de verdad.

    ÚLTIMO CAPÍTULO.

    ¿Atrapar con una caña vieja un Poliwhirl? Uf, este Rainbow cada día sorprende más. Me pregunto qué será eso tan interesante que va a pasar...
    Por cierto, curiosa la mezcla que has hecho entre la personalidad del presidente del club de fan en el manga con el mismo presidente en los videojuegos (por lo de Rapidash)

    ERRORES.

    Básicamente, que utilizas muchísimo "dijo". Prueba sinónimos, para que no sea tan repetitivo. "Comentó, habló, exclamó, observó, aclaró, afirmó, inquirió, confesó" son algunos ejemplos de sinónimos, en función del contexto.
    ¡Sigue escribiendo! GL.
     
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    Paralelo

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    Pokémon Rainbow: Kanto.
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    Capítulo 17: El S.S. Anne.
    creo que hoy te bañarás en el mar "
    Rainbow
    La fiesta de entrenadores llevaba un rato de haber empezado, y nada mejor para unir y conocer entrenadores de todas partes de Kanto que haciendo un pequeño torneo entre todos… si no fuera por el hecho de que Rainbow estaba participando.

    —¿Eso es todo lo que tienes? —Le dijo arrogantemente al entrenador que luchó con un Raticate y que fue vencido casi de inmediato.

    —Vamos, este torneo es un chiste —dijo pesadamente mientras todos los demás entrenadores lo miraban con malos ojos.

    —Ese entrenador está loco —dijo uno refiriéndose a Rainbow—, ya ha ganado casi todo el torneo sin problemas y no deja de alardear y burlarse de los que pierden contra él.

    Era una situación verdaderamente desconcertante, todos los oponentes cayendo como moscas ante los ataques de Rainbow, ofreciéndoles un increíble espectáculo digno de premio, pero desafortunadamente era seguido de la insoportable conducta arrogante del entrenador, y al terminar el torneo, ganando por supuesto Rainbow, nadie le aplaudió ni una sola vez, solo lo miraron con recelo y hasta envidia, pero a Rainbow no le importó en absoluto, y la fiesta siguió.

    —Es momento de prepararse —dijo Rainbow a sus pokémon—, ya nos hemos divertido con ellos suficiente, ahora tenemos que ir a lo principal.

    Y alejándose de la gente que estaba en el salón principal, en otras actividades como batallas individuales, intercambios o compartiendo consejos, se dirigió sigilosamente hacia la parte más baja del barco, recordando lo que le había dicho el rocket que robó la MT en ciudad Celeste.


    ***FLASHBACK***

    —No estoy muy seguro de cómo van a proceder —dijo el ladrón atado a las lianas de Bulbasaur—, pero lo que planean es reunir a muchos entrenadores de toda la región; tienen un propósito, tratar de unirlos al equipo Rocket, y a los que se nieguen, deshacerse de ellos y luego confiscar sus pokémon para unirlos a ellos.

    —¿Dónde será esa reunión? —Preguntó Rainbow con la mirada severa.

    —En ciudad Carmín —dijo asustado el ladrón—, más específicamente en el barco S.S. Anne, pero no sé nada más, no sé si el jefe estará ahí presente, ni como procederán para convencerlos o nada más, te lo juro.

    Rainbow se calmó poco a poco, y al recordar el boleto para ese barco, y que por coincidencia Bill se lo había regalado, esbozó una sonrisa.

    —Es suficiente para mí — y alejándose un poco, se puso a pensar un rato silenciosamente.

    ***FIN DEL FLASHBACK***



    —Nuestro deber ahora —dijo Rainbow recordándole a sus pokémon— es encontrar a esos rocket antes de que decidan revelarse ante los demás entrenadores, y detenerlos como sea —sus pokémon guardados en sus pokéball asintieron confirmado que se encontraban listos para lo que sucediera.

    Rainbow se introdujo cada vez más profundo en el barco, pues sabía que tarde o temprano se encontraría con un rocket, pues supuso que tanto los anfitriones del barco, así como los ayudantes, era rocket disfrazados, y pensó que la autentica tripulación del barco estaría secuestrada. Siguió su camino hasta que escuchó sonidos, y él, con toda la discreción y silencio posible, se acercó a ver de dónde provenía.

    No pasó mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que en el cuarto de máquinas del barco se encontraban los rocket reunidos, y entre ellos se alegró macabramente de encontrarse con su viejo amigo el del puente Pepita.

    —Teniente —dijo un soldado—, todo está listo para el anuncio, ¿cómo desea proceder?

    —Primero me dirigiré a la cabina, ustedes rodearán discretamente a todos los entrenadores y los detendrán en caso de que quieran escapar, entonces yo les daré el anuncio por la pantalla gigante, mientras tanto ustedes —dijo dirigiéndose a un grupo pequeño de soldados— cuidarán a nuestros amigos del barco —dijo sádicamente mientras veía a un grupo de hombres y mujeres amarrados y amordazados en el suelo, los cuales eran la tripulación del barco, incluido el capitán.

    —¿Y qué hacemos con la gente del área de no entrenadores? —preguntó el mismo soldado.

    —Esos no vale la pena tratar de convencer —le dijo con una sonrisa malvada—, así que mátenlos y róbenle sus pokémon —y dando la señal, los soldados empezaron a movilizarse para ejecutar el plan, Rainbow se había escondido pero había escuchado todo.
    —Ahora escúchenme —les dijo a sus pokémon—, tengo un plan —dijo sonriendo maliciosamente.


    Pacientemente esperó a que los soldados y el líder se alejaran lo suficiente, y cuando lo hicieron, salió de su escondite y se dirigió al cuarto de máquinas, donde se encontraban los otros.

    —Así que de nuevo ustedes —les dijo apenas hubo entrado, algunos miembros lo miraron con miedo.

    ¡Ah! Me acuerdo de algunos de ustedes —les dijo Rainbow esbozando una sonrisa—, ustedes son los del monte Moon, ¿cómo están? —preguntó alegremente.

    Pero antes de esperar siquiera una sola palabra o movimiento de parte de ellos envió a sus pokémon, los cuales acabaron rápidamente con todos sin esperar a que sacaran a sus pokémon, luego se dirigió a donde estaba la tripulación atada.

    —Se encuentra bien —le dijo al capitán al desatarlo.

    —Sí, gracias hijo —le respondió—, pero no hay que perder tiempo, debemos ir a detenerlos.

    —Déjemelo todo a mí —respondió soberbio— solo necesito que hagan una cosa, vayan a la sección de no entrenadores, y díganle a todo el mundo que salga de ahí inmediatamente.

    —¿Pero como vamos a llegar antes que los rocket? Ellos se fueron hace rato.

    —Ya me ocupé de eso —dijo Rainbow esbozando una sonrisa maliciosa y mostrando que en su cinturón de cruz había 9 pokeball, pero solo había 6 pokémon afuera y un Zubat adentro, faltaban 2 pokémon.

    Sin perder tiempo Rainbow regresó sobre sus pasos, y al volver se encontró con el grupo de rocket que debían deshacerse de la gente en el grupo de no entrenadores, tirados en el suelo, detrás de ellos salieron sonriendo Mankey y Pikachu.

    —¿Esos dos pokémon vencieron solos a todos esos rocket? —preguntó incrédulo el capitán.

    —Exactamente —respondió orgulloso Rainbow— los he entrenado muy bien para eso, pero no hay tiempo que perder, ¡vayan rápido y saquen a todos de aquí! —acto seguido, el grupo de la tripulación salió hacia la sección de no entrenadores para advertirles, mientras Rainbow se dirigió hacia la cabina, para detener al teniente.


    —Hola a todos, sean bienvenidos al S.S. Anne, les habla el capitán del barco —dijo el líder de los rocket por la pantalla gigante que había en el salón de entrenadores, todos le prestaron atención, —permítanme que me presente, les hablo en el nombre de una nueva organización, yo soy uno de sus tenientes, es una organización nueva, que requiere nuevos voluntarios, y nos encantaría que algunos de ustedes se nos uniera —los entrenadores lo escuchaban con más interés—, y el nombre de esa organización es el Tea……… —la transmisión se cortó de repente, y los entrenadores quedaron desconcertados; los miembros del team rocket que estaban apostados en las salidas se desconcertaron, y temiendo que algo malo haya ocurrido, prepararon sus pokémon para impedir que alguien salga.

    Mientras tanto, en la cabina del capitán, Rainbow había llegado a tiempo, e hizo que Mankey rápidamente desconectara los cables de la pantalla gigante para interrumpir la transmisión.

    —Así que eres tú de nuevo —le dijo el teniente mirándolo con odio.

    —Yo también te recuerdo —contestó Rainbow —¿qué tal estuvo tu baño? —le dijo burlonamente recordando cuando lo arrojó del puente Pepita.

    —Antes te me adelantaste —continuó el teniente— pero esta vez no dejaré que te salgas con la tuya —dijo sacando a su Ekans, el cual rápidamente atacó a Rainbow.

    Rainbow sacó entonces a Abra.

    —Hagamos lo que hemos estado practicando —le dijo. En ese momento Abra usó teletransportación con Rainbow y todos los pokémon juntos, y se colocaron justo detrás del teniente.

    —¿¡Qué!? —exclamó el teniente cuando se dio cuenta, pero era demasiado tarde, ya que Abra usó un fuerte Confusión, y tanto el teniente como su Ekans salieron disparados de la cabina.


    Mientras todo eso pasaba, el grupo de la tripulación sacó exitosamente a la gente del área de no entrenadores explicándoles que habían tomado el control del barco unos criminales.

    —¿Entonces planeaban matarnos y usar nuestros pokémon para pelear? —preguntó llorando ridículamente el presidente del club de fans.

    —Me temo que sí —respondió el capitán —ya llamamos a la policía pero tardarán un poco en llegar —añadió— espero que ese entrenador pueda arreglárselas adentro.


    Mientras tanto Rainbow seguía peleando contra el teniente, lo cual se había convertido más bien en un juego.

    —Estoy por aquí… no, por aquí… jajaja, fallaste… —le decía al teletransportarse una y otra vez con Abra.

    —¡Ya basta de juegos! —gritó el teniente sacando a todos su tres pokémon —¡Raticate ataca! —el pokémon salió disparado hacia Rainbow pero fue detenido por confusión de Abra.

    —Está bien —dijo maliciosamente Rainbow— si no quieres jugar más, no habrá más juegos entonces.

    Y rápidamente Abra usó un increíblemente rápido megapuño contra el teniente y sus pokémon, la fuerza del impacto hizo que se rompiera una de las paredes, y aparecieron en la cubierta al aire libre.

    —No me dejaré vencer —dijo adolorido el teniente— ¡Ataca con rayo confuso Golbat!

    Golbat usó rayo confuso, pero Abra parecía no verse afectado por el ataque, lo que atemorizó al teniente.

    —¿Cómo es posible que no le haga el más mínimo efecto? —preguntó incrédulo.

    —Es que yo soy el entrenador definitivo —contestó Rainbow bañado en arrogancia—, pero ya no quiero perder más tiempo, ¡Abra, elévalos en el aire! —y usando su poder psíquico, Abra los levantó a todos en el aire, de manera que quedaron completamente indefensos.

    —Escúchame bien de nuevo —le dijo Rainbow severamente—, no sé si le diste mi mensaje a tu jefe o no, pero si se te olvidó, te lo repito : ¡dile a tu líder, que si se vuelven a meter conmigo, o con alguien más, van a sentir la ira de Rainbow, el entrenador definitivo!

    El teniente no dijo nada, estaba bastante asustado por la actitud de ese niño. Pero de repente, Rainbow volvió a poner su sonrisa macabra.

    —La última vez —le dijo malévolamente— te diste un baño en el río… creo que hoy te bañarás en el mar —y dándole la señal a Abra, lo arrojó por la borda.

    —Por cierto —le gritó Rainbow cuando ya hubo caído el teniente completamente al agua —la policía no tardará en llegar, será mejor que escapes lo antes posible —y se alejó de la borda.


    Sin perder un segundo volvió a la cabina del capitán, conectó la pantalla de nuevo, y encendió la cámara, su figura apareció en la pantalla gigante del salón de entrenadores, los cuales habían seguido como si nada, pero al verlo, los miembros del team rocket que estaban ahí se asustaron.

    —Hola a todos —les dijo Rainbow— me llame Rainbow, tal vez se acuerden de la paliza que les di hace solo un momento —los entrenadores sabían que se refería a lo del torneo—, ¡Guau! —exclamó Rainbow— estoy en la pantalla gigante, debo verme genial, ¿cómo me veo mejor? ¿así, o así, tal vez así? —dijo haciendo poses que le parecieron ridículas a los entrenadores, y mientras Rainbow seguía en lo suyo, los entrenadores se fueron yendo uno a uno, hartos de ese entrenador tan arrogante, sin encontrar resistencia por parte de los rocket, pues comprendiendo que el teniente había sido derrotado, se fugaron rápidamente de ahí.

    Los entrenadores salieron del barco algo molestos, afuera había llegado la policía, y estaba interrogando al criminal, pero los entrenadores estaban desconcertados, pues no se habían dado cuenta de nada.

    El capitán fue rápidamente a su camarote, creyendo que Rainbow se encontraba ahí, y se lo encontró en el camino, le pidió que diera declaración a la policía.

    —No eran nadie en especial —declaró Rainbow— solo un montón de pandilleros sin importancia.

    —¿¡Qué?! —exclamó el capitán —¡no digas tonterías! —diles de que nos ataron, y de que planeaban matar a la gente del área de no entrenadores…

    —Eso ya no tiene importancia, no se preocupe —le contestó despreocupadamente—, créame cuando le digo, que ya no volverán por aquí.

    El capitán siguió insistiendo un poco más, pero no logró hacer que Rainbow le dijera la verdad a la policía, y cansado, se dirigió a su camarote acompañado por Rainbow.

    —¿Por qué no le dices la verdad a la policía? —le preguntó secamente.

    —Digamos que ya me gustó cargármelos cada vez que me los encuentro —respondió alegremente Rainbow.

    —No te recomiendo que juegues con fuego —aconsejó el capitán—, pero si insistes… ven a mi camarote, en agradecimiento por salvar mi barco, tengo un regalo para ti.

    Rainbow no parecía emocionado, pero lo acompaño de todos modos. Pero cuando llegaron algo le pasó al capitán que inmediatamente fue a vomitar en su bote de basura.

    —¡Whaaaag!

    —¡No me diga que usted, siendo capitán de barco, se marea! —preguntó Rainbow contrariado.

    —Me temo que sí niño, lo siento —y se acostó violentamente en su cama.

    En ese momento Rainbow miró sin querer dentro del bote de basura.

    —¡Aghhhh! ¡No debí haber mirado! —exclamó Rainbow reteniendo sus ganas de vomitar.

    —¡Ah! Qué mal me siento, ¿me darías un masaje para aliviarme? —preguntó penosamente.

    —¡Espera usted que yo —dijo verdaderamente contrariado—, un niño de 11 años, y entrenador pokémon definitivo, le dé a un anciano un masaje!

    —Sí, si no es mucha molestia —dijo el capitán indiferente.

    Así que, sintiendo lástima por el viejo, Rainbow le dio un masaje. Al terminar, el capitán se sentía mejor.

    —Más vale que me de algo bueno por esto —dijo Rainbow con algo de asco en su voz.

    —Pero por supuesto, ahí en mi cajón, es una MO —le indicó el capitán.


    Un rato después Rainbow salió bastante molesto, y asqueado del S.S. Anne, la conmoción ya había pasado y la ciudad estaba tranquila de nuevo.

    —Mira que salvo a un montón de gente, le doy un masaje a ese viejo arrugado ¡y lo único que obtengo a cambio es la MO corte!... un ataque que yo mismo pude haberles enseñado sin necesitarla —exclamó molesto y siguió caminado por el puerto.


    Caminó un poco hasta que su ira bajo, y luego miró el mar, era un hermoso ocaso, por algo Carmín era conocida como la ciudad de los ocasos exquisitos; ver ese ocaso calmó a Rainbow y a sus compañeros, y por primera vez en todo el día, estuvo en calma su tormentoso interior. Cuando el sol se hubo puesto, caminó hacia un centro pokémon para pasar la noche.

    —Mañana —le dijo tranquilo a sus amigos— será el día en que vamos a retar al líder… este día nos ha servido mucho, así que —dijo volviendo a su mirada arrogante— será muy fácil de vencer, estoy seguro.

    Siguió caminando hacia el centro pokémon a descansar, al día siguiente iría a por su tercera medalla.

    Continuará...
     
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    Pokémon Rainbow: Kanto.
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    Aventura
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    ...Continuando


    Capítulo 18: Vs Lt. Surge.
    al parecer esto se va a volver aburridamente predecible"
    Rainbow


    A la mañana siguiente Rainbow se levantó muy temprano e hizo, junto con todos sus pokémon, si ritual de contemplación del alba, como era su costumbre, pero notó que sus pokémon estaban algo inquietos por algo.

    —Ya lo sé compañeros —les dijo amigablemente— ya sé que en los gimnasios en los que hemos estado solamente he usado a uno de ustedes cada vez, sé que eso les molesta algo, sé que quieres tener la oportunidad de pasar todos alguna vez… pero no se preocupen, en este gimnasio voy a darles la oportunidad de que varios de ustedes participen, claro, depende de cuantos pokémon vaya a usar el líder.

    Y terminando de decir eso, el sol salió, al igual que el Rainbow que todos detestaban y temían, y sin prisa ni reverencia, fue a dar un pequeño entrenamiento matutino antes de enfrentarse al líder.

    Un rato después Rainbow llegó al gimnasio.

    —¡Hola! —gritó al llegar— ya he llegado —el líder, un hombre fornido de cabello amarillo estaba entrenando con varios de sus pokémon de tipo eléctrico.

    —¡Vaya! —exclamó el líder— ya era hora de que llegaras —le dijo con una sonrisa malévola.

    —Así que me esperabas —contestó arrogante Rainbow — ¿quién te avisó de mí? ¿el ojos rasgados de Brock, o la niñita llorona de Misty?

    —jejeje —rió malévolo el líder— eso no es de tu incumbencia, lo importante ahora es nuestra batalla… yo soy Lt. Surge, líder de gimnasio de ciudad Carmín, y especialista de pokémon de tipo eléctrico.

    —Pues yo soy Rainbow —replicó arrogantemente— y soy el entrenador definitivo, y al igual que a los otros líderes, te humillaré.

    —A mí no me importa lo que les hayas hecho a los otros —contestó desafiante Surge— para mí solo eres un hablador.

    —Mejor dejemos de perder el tiempo y dime, ¿Cuántos pokémon usarás para el combate?

    —Solo necesito uno —dijo Surge arrogantemente y envió a su Raichu.

    —¿Solo uno? —dijo incrédulo Rainbow —Lo siento chicos, me temo que una vez más voy a necesitar solo a uno de ustedes —los pokémon se sintieron un poco decepcionados, pero comprendieron la situación—, veamos —dijo Rainbow mientras decidía cual escoger—, hasta ahora mi costumbre era luchar con un tipo débil al del oponente, pero me temo que no tengo un pokémon de tipo agua todavía… hmmm.

    Rainbow estuvo un momento decidiendo cual usar, no podían ser Pidgeotto ni Charmander ya que ellos ya habían participado completamente solos en los dos gimnacios anteriores.

    —¡Ya sé! —exclamó Rainbow— Lucharemos fuego contra fuero —dijo sacando a Pikachu—, o más bien… electricidad contra electricidad.

    —Me parece bien —dijo el líder sonriéndole desafiantemente —¡comencemos!

    —Espera un momento —interrumpió bruscamente Rainbow sacando su cronómetro y su libreta—, déjame antes explicarte algo, esta es mí “libreta de entrenadores apaleados en un tiempo ridículamente corto por un entrenador que suponían que debían de dar una lección para…” ¡Ah! Qué nombre tan largo —se interrumpió bruscamente—, bueno, simplemente que voy a apuntar en esta libreta el tiempo que tarde en vencerte, hasta ahora el tiempo más corto es de Brock con 3:00, como solo vas a usar un pokémon supongo que será en mucho menos tiempo.

    —¡Deja de hablar tonterías! —respondió algo enojado Surge— veamos si como roncas duermes.

    —Ya me estoy cansando de que siempre digan lo mismo —expresó Rainbow fastidiado de oír siempre lo mismo.

    —Vamos de una vez y deja de alardear, ¡ve Raichu, Mega puño!

    Rainbow rápidamente inició el cronómetro.

    El ataque de Raichu se dirigió rápidamente hacia Pikachu, y como era la costumbre de Rainbow, solo le indicó a Pikachu que esquivara por un tiempo.

    —Así que te gusta esa técnica —pensó Surge suponiendo que había descifrado uno de los secretos de Rainbow —pero yo tengo un mejor plan… ¡Raichu, Tóxico!

    Raichu lanzó el ataque, el cual consiguió atinarle a Pikachu, y quedó envenenado.

    —Ya te tengo —pensó malévolamente Surge, pero observó que Rainbow solamente sonreía muy quieto en su lugar.

    —Doble equipo —ordenó Rainbow muy tranquilamente. El ataque aumentó la evasión de Pikachu, y empezó a rodear a Raichu a una gran velocidad.

    —¡Ataca con rayo Raichu! —ordenó Surge. El cronómetro estaba en 1:55.

    El rayo de Raichu fue exitoso y Pikachu fue golpeado.

    —No perdamos tiempo, ¡Ataque rápido Raichu! —ordenó inmediatamente y Pikachu salió volando a causa de la fuerza del ataque.

    A pesar de todo, Rainbow sonreía tranquila y macabramente sin preocuparse.

    —¿Por qué sonríes tanto? —preguntó Surge algo incrédulo— ¿No ves que estás a punto de perder?

    —¿Eso crees? —respondió Rainbow macabramente.

    Eso desconcertó a Surge, miró a Raichu, y se dio cuenta de lo que pasaba.

    Ahí, Raichu estaba inmóvil, cansado y jadeante, pues de alguna manera, ahora estaba paralizado y al mismo tiempo envenenado.

    —¿¡Pero cómo es eso posible!? —exclamó Surge incrédulo a más no poder— En ningún momento Pikachu usó ningún ataque de tipo veneno.

    —Él no, pero Raichu sí —le respondió—, te explicaré rápidamente, Pikachu, así como todos mis pokémon, ha recibido un entrenamiento especial, ahora es inmune al veneno, solo se me ocurrió usar tu propio ataque de veneno para envenenarte y, al mismo tiempo, paralizarte, y fue cuando Raichu atacó con ataque rápido, electricidad estática de Pikachu lo paralizó.

    —¿Pero cómo fue que lo envenenaste? —preguntó incrédulo Surge— los Pikachu no tienen la habilidad punto tóxico para envenenar al contacto. Rainbow le sonrió malévolamente.

    —Ese es uno de mis secretos como entrenador, pude pasarle su propio veneno a tu Raichu sin que Pikachu se envenenara, casi como si Pikachu tuviera punto tóxico como habilidad —le dijo presumidamente.

    —¡Raichu, usa Rayo! —ordenó Surge desesperándose un poco, pero Raichu estaba completamente paralizado, y para colmo, estaba perdiendo energía rápidamente a causa del veneno.

    —Ahora Pikachu, dale el ataque de gracia que practicamos —ordenó tranquilamente.

    Sin perder un solo instante, Pikachu salió corriendo a toda velocidad hacia Raichu, al llegar a él usó Cola férrea, y antes de lanzarle el golpe usó al mismo tiempo Rayo, y el resultado fue una Cola férrea combinada con un poderoso Rayo. Raichu quedó debilitado.

    —Y así es como se hace —dijo Rainbow arrogantemente deteniendo el cronómetro.

    —¡Felicidades Surge! —le dijo pesadamente— eres el primero de los líderes con los que me he enfrentado que ha intentado hacer un plan bastante decente, pero aún así, tu tiempo fue de solo 3:04, increíble tomando en cuenta que solo usaste un pokémon, pero… al parecer esto se va a volver aburridamente predecible, si cada uno de los líderes aumenta dos segundos al anterior.

    Surge no pudo evitar mirarlo con algo de odio, pero no decía nada, se acercó hacia Rainbow, y sin mirarlo a los ojos le entregó pesadamente la medalla, y luego sin decir nada, y mostrándole una cara de desprecio, empezó a irse de ahí.

    —¿Tú tampoco aceptas haber perdido contra alguien como yo? —le preguntó Rainbow, pero Surge no volteó.

    —Ese sujeto —le dijo Rainbow a sus pokémon— no es tan mal entrenador como suponía, de hecho… me parece que incluso le aburre la vida del líder de gimnasio, a él le gustarían emociones más fuertes, e incluso podría dedicarse al mal… de hecho… no estaría mal si se uniera a ese tal Team Rocket, al menos así no tendrían a esa basura que tienen por teniente ahora.

    Y sin perder más tiempo, salió del gimnasio.

    Acababa de salir del gimnasio cuando de repente se topó con una oficial de policía.

    —Oye tú niño —le preguntó la oficial— ¿acaso acabas de salir del gimnasio de Surge?

    —Claro que sí —respondió orgulloso—, de hecho, acabo de ganar mi tercera medalla aquí —dijo mientras sacaba su caja de medallas y se las mostraba.

    —Así que ya tienes la medalla Roca, la medalla Cascada, y la medalla trueno… definitivamente debes ser el entrenador ideal para este Squirtle.

    —¿Cómo dice? —preguntó Rainbow interesado.

    La oficial en ese momento sacó un Squirtle.

    —Este pokémon —continuó— nos ha estado dando muchos problemas, solo piensa en combatir y es muy alborotador, necesitamos un buen entrenador para él, y al parecer, tú eres un muy buen entrenador —El Squirtle lo miró ansioso, y Rainbow vio en él que en verdad él quería luchar.

    —¿Seguro que quieres venir conmigo Squirtle? —le preguntó— te advierto que te convertiré en el mejor… —dijo su típico discurso, a lo cual, Squirtle estuvo de acuerdo, pues a causa de que Rainbow poseía el Viridian mind, pudieron comprender sus sentimientos mutuamente.

    —¡Genial! —exclamó la agente— Toma su pokéball, yo ya me tengo que ir, tengo otros deberes.

    Y de esa manera, Rainbow consiguió al fin su pokémon de tipo agua.

    —Bienvenido al equipo —le dijo mientras sacaba al resto para que lo conocieran— en un rato empezaremos a entrenar, y conozco el lugar perfecto para empezar a entrenarte Squirtle… cerca de aquí, hay una cueva llamada Cueva Diglet, iremos ahí en un rato, pero ahora, tengo que llamar a alguien.

    Y después, se dirigieron al centro pokémon, mientras los pokémon le contaban a Squirtle lo que habían vivido hasta ahora.

    Continuará...
     
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    Vaya, has desmoronado mi teoría de que Lt Surge y compañía pudieran ser tenientes del Team Rocket en la historia de Rainbow. ¿O no? Bueno, yo CREO que no es un miembro del Team Rocket, pero... ¿Koga y Sabrina? Supongo que ya se verá.
    También me ha llamado la atención la batalla, Pikachu VS el Raichu de Lt Surge, tal y como sucede en el ánime.
    Me pregunto... ¿Rainbow habrá capturado al Poliwhirl que necesitaba? Mmm, no lo has especificado, pero conociéndole... seguro que sí.
    Nada más por ahora, seguiré leyéndote. GL.
     
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    Gracias por comentar, te recuerdo que la historia ocurre 2 años antes de que comience el manga, así que Rainbow de una u otra forma va a tener que ver con todo eso.
    La batalla contra surge la saqué de Pokémon amarillo, no directamente del ánime, la verdad el ánime no me ha gistado mucho.
     
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