Long-fic de Pokémon - Pokémon Rainbow: Johto.

Tema en 'Hall de la fama' iniciado por Paralelo, 4 Noviembre 2012.

  1.  
    MrJake

    MrJake Game Master

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    Hey, buenas a todos, aquí GalladeLucario comentando... (?)

    Debo decir que en este episodio he visto varias erratas. Fallos tontos, como se dicen popularmente. Escribiste “nueve” en lugar de “nieve”, se te olvidó una vez la “l” al final de “Noctowl”, y dos cosillas más que tienen que ver con la concordancia singular-plural que ahora mismo no recuerdo y no me apetece buscar (?)
    En fin, en lo que respecta a la historia, ehm, UN MOMENTO, ¿¡por qué conoce Rainbow a Mask of Ice!? Que, o sea, sí lo conoce en verdad, pero no puede saber quién es con esa máscara y tal, ¿no? Y, aunque supiese quien se esconde bajo su máscara, ¿cómo saber su nombre en clave, “Mask of Ice”? Me caería muerto aquí mismo si me cuentas algo como que “él y Aurora fueron secuestrados junto a los otros niños y escaparon y blablablá”, pero eso no va a pasar… ¿no? Pfff cuando me da por darle vueltas a la cabeza me puedo volver loco. En fin, esperaré a que publiques otra vez para enterarme.
    Y, ¡oh! Tal y como yo esperaba Karen y Will estarán con su líder en la batalla final, así como Keane y Chermaine. Interesante… veremos si esta vez los del futuro alto mando no se rinden. O bueno, puede que simplemente no peleen.
    Y por cierto, me pareció muy “agradable” el momento en el que Rainbow sabe de las andanzas de la primera generación de Pokédex Holders. Es curioso, siempre lo he pensado, la manera tan brillante en que conectas el manga y los videojuegos con tu historia. Y, como ya te he dicho más veces, siempre me ha dado la sensación de que realmente en el universo del manga existió alguna vez Rainbow.
    Ah, y ¡estoy feliz, porque por primera vez voy leyendo tu fic con ventaja en lo que al manga se refiere! Ya voy por la saga Emerald, así que supongo que voy a entender Hoenn mejor que las otras dos, y me percataré mejor de las conexiones de Rainbow con el manga.
    En fin, esto quiere decir, eso creo, que disfrutaré más aún de Rainbow en Hoenn. Claro, no menospreciemos la batalla que van a tener Rainbow y Mask of Ice. Estoy deseando ver ambos.
    Un saludo. GL.
     
  2.  
    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

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    Pokémon Rainbow: Johto.
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    ...Continuando

    Capítulo 58: Encuentro en el monte Plateado.



    “Antes de un buen combate, siempre sienta bien una buena charla”


    Rainbow





    El incesante viento helado chocaba sin clemencia en la cima del monte Plateado, la nieve comenzó a caer con pesadez sobre las cabezas de todos los que se encontraban en la cima. Pero mientras el frío de la montaña subía, otro asunto más importante caldeaba el ambiente.


    El arrogante entrenador, inmóvil sobre la plataforma natural de tierra, no dejaba de observar con malicia a aquel enmascarado, el cual, junto a sus esbirros, encaraba al joven con confianza.


    —Debo decir que me has sorprendido mucho, joven —dijo el enmascarado riendo levemente—, mis soldados me han hablado mucho de ti, dicen que tienes una habilidad extraordinaria para entrenar pokémon…


    —¿Y acaso eso te sorprende? —interrumpió Rainbow— No debería, después de todo, no es la primera vez que nos vemos…


    Los que rodeaban al enmascarado se sorprendieron de escuchar eso, y obviamente no le creyeron.


    —¿Es verdad eso, jefe? —preguntó Will.


    —No nos diga que ya había visto a este chico —dijo Chermaine.


    El enmascarado miró al chico más atentamente, pero no dijo nada.


    —Bueno… en realidad ya han sido dos veces que nos hemos visto antes —afirmó Rainbow.


    Esta vez, hasta el enmascarado de hielo se sorprendió por eso. En verdad no sabía de lo que estaba hablando.


    —Supongo que no te culpo por no recordar —continuó Rainbow—, después de todo, casi no pudiste verme bien, pero yo nunca olvidaría aquella máscara que portas.


    En el fondo de su mente, revivió lo que había pasado hacía varios años, y con arrogancia se lo contó a todos:



    “Faltaba poco tiempo antes de que Rainbow tuviera que ir a Almia para ingresar en la escuela de Rangers, y en ese momento se encontraba cerca de ciudad Verde. Se había escapado al bosque Verde mientras sus padres estaban en una misión, y con su libro donde escribía sus métodos bajo el brazo, se dirigió corriendo apresuradamente hacia el bosque, el cual sentía que de algún modo lo llamaba, debido a su Viridian Mind.


    Sin embargo, estaba todavía lejos cuando en extraño ruido sonó por detrás, y se dio cuenta que una enorme sombra comenzó a aparecer sobre él. Al voltear rápidamente, vio aterrado cómo un pokémon pájaro gigante, rojo y de vivos colores, se dirigía rápidamente hacia él. Sin dejarse dominar por el miedo, saltó fuera del camino en el momento en que las enormes garras del ave iban a atraparlo, y trató de ocultarse tras los árboles, remontando el ave el vuelo pero sin alejarse del lugar.


    Extrañado y curioso de todo eso, Rainbow observó al ave volar en el cielo, sus vivos colores atrajeron su atención, era un pokémon hermoso de ver, con colores que recordaban levemente a un arcoíris, no le cupo la menor duda de que no era un pokémon común, y en su curiosidad, y también exceso de confianza, salió de su escondite para intentar comunicarse con él y saber qué era lo que le sucedía.


    —¡Hola, aquí estoy! —gritó agitando los brazos fuertemente.


    El pájaro pokémon lo miró desde el aire, y al hacerlo, Rainbow le sonrió amigablemente.


    —Vamos, amigo, ¿cuál es tu problema? —habló en un tono muy familiar—, voy a ser el entrenador definitivo, así que sea lo que sea que te pase, estoy seguro de que puedo…


    Se interrumpió al ver aterrado cómo ese pokémon descendía en picada hacia él a toda velocidad. Antes de que el pájaro se acercara mucho, el pequeño Rainbow pudo ver que en su espalda se encontraban dos figuras, uno era el de un extraño ser con una máscara aterradora, envuelto en una capa negra, y el otro parecía ser un niño algo más grande que él, vestido de un vistoso atuendo blanco, y una máscara plateada que cubría la mitad de su rostro, el cual sonreía con malicia.


    Logrando controlar un poco su miedo, Rainbow comenzó a correr entre los árboles antes de que el pokémon lo atrapara, dirigiéndose hacia el bosque Verde. Observó de reojo cómo aquel pokémon no dejaba de perseguirlo, y veía a través de las copas de los árboles que se empeñaba en sujetarlo con sus garras.


    El pánico comenzó a apoderarse de él, y quizás por eso le fue difícil pensar con claridad. Pero un momento después, sintió una poderosa brisa desde atrás, la cual había sido lanzada por las alas del pokémon, haciendo que saliera volando varios metros hasta estrellarse contra un árbol.


    Quedando casi completamente noqueado, observó cómo el ave gigante aterrizaba junto a él, pudiendo ver una vez más a aquel ser enmascarado en su lomo.


    —Tómalo de una vez y vayámonos —alcanzó a oír decir a ese ser, con voz impaciente.


    El pokémon lo tomó inmediatamente entre una de sus garras, y levantó el vuelo, quedando Rainbow colgado casi de cabeza entre sus garras, pero aún sin soltar su libro.


    Mientras alzaban el vuelo, intentó pensar una manera de liberarse, pero su cabeza estaba muy adolorida, y le impedía pensar bien. Vio que parecían dirigirse hacia el bosque Verde, quizás sólo para pasar sobre él, y como por instinto, Rainbow extendió su mano hacia él, sin saber bien el porqué lo hacía, sólo sentía que tenía que hacerlo, concentrándose lo más que pudiera, como si absorbiera alguna energía de ahí, sintiendo que, de algún modo, aquello le daba valor. Luego de eso, posó su manos sobre la garra del pokémon, e intentó, a través de su Viridian Mind, hacer que el pokémon se relajara para soltarlo.


    Pocas veces había hecho antes, así que no estaba seguro de si lo lograría. Pero el pokémon comenzó a notar cómo las energías parecían abandonarle, mientras Rainbow se concentraba cada vez más y más, esforzando su Viridian Mind para hacer el procedimiento inverso a darle energía a un pokémon, el cual requería casi de tanta energía. El hermoso pokémon poco a poco comenzó a sentir que el sueño le invadía, y a causa de eso, comenzó a volar más y más bajo, aflojando sus garras. Un momento después, soltó a Rainbow, cayendo éste pesadamente sobre los árboles del bosque Verde, enganchándosele una rasgadura del pantalón en una rama, y quedando de ese modo colgado de cabeza en medio del bosque. Apenas le alcanzó a abrir un momento los ojos para ver brevemente cómo el pokémon alzaba el vuelo de nuevo, ya que al dejar de tener contacto con él su energía regresó antes de que se estrellara en el bosque. Inmediatamente, el sueño consumió a Rainbow por fin."




    —Así que fue por eso que Ho-oh te soltó en aquella ocasión —observó el enmascarado con enojo—, quién iba a decir que por poco atrapo a un niño que posee el Viridian Mind, habría sido muy útil.


    Rainbow sonrió entonces con tranquilidad, su carácter parecía amainar después de contar la historia, como si algo en él descansara, y luego, apartándole la mirada, observó la nieve que caía del cielo.


    —Durante mucho tiempo después, quedé desconcertado por aquel acontecimiento —dijo tranquilo—, no entendía qué había pasado o por qué, ni quiénes eran esos tipos sobre el pokémon… pero eso sí, esas máscaras no salieron nunca de mi memoria. Cuando comencé mi viaje en Johto no imaginaba que me encontraría con ustedes, pero luego, cuando pasé por el pozo de pueblo Azalea, vi a uno de esos tipos con un traje idéntico al que vi en aquella ocasión, y entonces me di cuenta de que tenían algo que ver con aquel intento de secuestro, y mis sospechas fueron aún más grandes cuando vi a Keane y Chermaine portando esas máscaras después…


    Un viento helado lo interrumpió de repente, haciéndole bajar la cabeza mirando entonces la nieve del suelo. Los cuatro que acompañaban al enmascarado se cubrieron por aquella ventisca, pero continuaron observando con alerta a Rainbow, cuyos largos cabellos se movían sin control por el viento.


    —Tenía que saber qué estaba ocurriendo —continuó con un tono mucho más seguro—, saber cuál había sido la razón de todo eso, y todo se complicó cuando surgió el asunto de Lugia y Ho-oh, a quién, por cierto tampoco olvidé. Logré enterarme de que intentaban atraparlos, lo cual me pareció extraño, dado que te había visto con Ho-oh en aquella ocasión. También el asunto de acelerar la evolución de los pokémon y controlarlos con aquella máquina que destruí… no entendía bien qué estaba sucediendo, cuáles eran sus verdaderos propósitos y planes… pero no contaban con algo más…


    Diciendo eso, metió su mano en su mochila para sacar algo, haciendo que todos empuñaran sus pokéballs por si acaso, pero Rainbow sólo sacó de ahí un pequeño cuaderno, el que le había dado Aurora antes de irse.


    —… No contaban con que una linda chica, excelente en lo que se refiere a misterios pokémon, estuviera en el caso —dijo mostrándoles el cuaderno con arrogancia—, siempre le he admirado que escribe todas las cosas importantes, y hace lo que sea necesario para conseguir la información… y en este caso, logró hacer que uno de tus soldados hablara…


    —¿Qué estás diciendo? —exclamó Keane— Nuestros soldados nunca nos traicionarían.


    —Pues al parecer piensas mal —contestó Rainbow—, ella logró averiguar parte de sus planes, los cuales tenían que ver con encontrar a Lugia y Ho-oh para reunir el ala Plateada y el ala Arcoiris, por eso tuvieron que ir a la torre Hojalata y a las islas Remolino para tratar de conseguirlas, lo cual se me hizo extraño, puesto que, como les dije, yo ya había visto que tenían a Ho-oh cuando trataron de secuestrarme, sin embargo, todavía quedaba saber para qué las necesitaban, y la respuesta me vino tiempo después, cuando Aurora me entregó esta información del pueblo Azalea… específicamente sobre la leyenda del guardián del Encinar, y ¡vaya sorpresa! Resulta que se necesitan las dos plumas para poder acceder al interior del altar que se encuentra en el centro, y que dicen que tiene el poder de viajar en el tiempo…


    Para estas alturas, Rainbow ya volvía a observar a todos con arrogancia, como el detective que acababa de atrapar al asesino sin que éste tuviera escapatoria.


    —Así que lo descubriste todo —dijo finalmente el enmascarado—, a pesar de que hayas estado metiéndote en nuestros asuntos, debo reconocer que te subestimé.


    —Jefe, ¿no es momento de que le demos su merecido? —preguntó Will empuñando su pokéball contra Rainbow.


    Éste comenzó a reírse con altanería de eso.


    —¡Vamos, amigos! No pudieron derrotarme antes, ¿y creen que podrán hacerlo ahora que ya he completado mi entrenamiento en esta región? —contestó sin dejar de reír.


    Los cuatro comenzaron a mirarlo con enojo, pero el enmascarado se les adelantó para encararlo más de cerca.


    —Mucho tiempo estuviste arruinando nuestros asuntos —le dijo con voz severa—, cada vez teníamos que retrasar nuestros planes, y aún así, al final decidiste seguir metiéndote en lo que no te llamaba. Tú estabas buscando problemas conmigo, ¿no? Pues entonces te daré lo que pides…


    Diciendo eso, repentinamente el hielo comenzó a cubrir las extremidades de Rainbow. Éste intentó liberarse, pero el enmascarado parecía controlar aquel hielo que, poco a poco, comenzó a cubrir su cuerpo, dejándolo inmovilizado casi por completo excepto por la cabeza.


    —Veo que no tienes una máscara de hielo por nada —respondió sin inmutarse, aunque el frío comenzaba a lastimarlo.


    —Y tú sigues con ese carácter fuerte —dijo el enmascarado—, creo que debería hacer ahora lo que no logré hacer hace años… debería unirte a mi equipo.


    Rainbow se rió con insolencia de eso.


    —No, gracias, el frío no me gusta mucho —contestó desafiante.


    Pero el hielo comenzó a crecer cada vez más, hasta que le cubrió casi toda la cabeza y sólo su cara permanecía libre. Mas aún así, continuaba sin mostrar signos de miedo.


    —Creo que tienes razón —contestó el enmascarado con voz malévola—, no me convienes después de todo, ya estás demasiado grande…


    Al oír eso, Rainbow volvió a reír en voz baja. Aunque incapaz de poder abrir sus pokéballs, no cejó un momento ante aquella amenaza.


    —Es una lástima, me hubiera gustado combatir más contra ti —continuó el enmascarado—, precisamente envié a Will y a Karen a la liga para probarte, me decepciona que en lugar de ponerte a luchar sólo te pongas a hablar.


    El hielo comenzó a cubrir cada vez más su rostro, poco a poco, ante su mirada impasible y altanera.


    —Antes de un buen combate, siempre sienta bien una buena charla —dijo antes de que el hielo terminara de cubrir su nariz y boca.


    De ese modo, Rainbow quedó encerrado en aquella tumba helada, con su rostro sin mostrar el más mínimo miedo, sino que incluso se veía más seguro que nunca.


    —Eso le enseñará a ese niño —dijo Karen.


    —¡Bien hecho, jefe! —exclamó Chermaine— Ese chico hablaba mucho de querer enfrentarse contra usted, pero al fin y al cabo no fue rival.


    Sin embargo, el enmascarado observó algo que le inquietó mucho. Observando de cerca su cinturón de X donde guardaba a sus pokémon, a través del hielo, vio con sorpresa que sus pokémon parecían estar flotando en un líquido dentro de sus pokéballs, sin ahogarse.


    Continuará...
     
  3.  
    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

    Virgo
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    Capítulo 59: Vs. Mask of ice.

    “yo nunca pierdo, es la única constante en mi vida, así que acostúmbrate a ella”

    Rainbow





    Atrapado en aquella tumba helada, el joven entrenador sonreía con soberbia, a pesar de que sus el tiempo que le quedaba con vida se agotaba. El enmascarado observó cómo los pokémon de su cinturón flotaban en sus pokéballs en un líquido, sin que esto les hiciera daño alguno. Uno de esos pokémon, Ledian, de repente se apresuró a golpear su pokéball desde adentro, y al hacerlo, el agua del interior comenzó a salir, pero antes de que se dieran cuenta, se sintió una leve explosión justamente ante el pecho helado del entrenador, sin que aparentemente nada la provocara.


    Por reflejo, el enmascarado se alejó unos pasos, ya que logró sentir un humo caliente que rápidamente se enfrió por el clima que les rodeaba. Una nube de vapor envolvió por unos segundos el cuerpo de Rainbow, y un momento después, salió volando hacia el cielo sujetando a Ledian de los pies, un poco mojado por aquella pequeña explosión de agua caliente contenida en la pokéball, lo suficientemente fuerte como para derretir el hielo que lo rodeaba, pero suficientemente débil para no provocarle mucho daño. Sacudiéndose el agua descongelada del cabello, miró hacia abajo a su oponente con sagacidad. El sol salió entonces entre las nubes, cesando de nevar, y calentando levemente la cumbre de la montaña.


    —¿Esa fue el agua termal del monte? —exclamó Chermaine sorprendida.


    —Inmediatamente supe que esa agua en algún momento me sería útil —contestó Rainbow mientras con una mano sujetaba malvadamente las pokéballs de Sudowoodo y Donphan—, ¿no quieren calentarse un poco?


    Diciendo eso, arrojó ambas pokéballs hacia ellos, y al impactar contra el suelo, los pokémon salieron liberando otras explosiones de agua caliente con ellos, pero de mucha más intensidad. Mask of ice salió disparado unos pocos metros hacia atrás por la energía de las explosiones, quedando cara a cara con los dos pokémon de Rainbow.


    —Parece que de nuevo te he subestimado —dijo el enmascarado con maldad—, mira que lograr que tus pokémon de algún modo pudieran permanecer todo ese tiempo sumergidos en el agua.


    —Te lo voy a poner fácil, Mask of ice —contestó Rainbow descendiendo un poco—, todos los trucos que puedas hacer con hielo no te servirán de nada, pero ya que les prometí a mis pokémon una batalla memorable como despedida, me sentiré muy decepcionado si te rindes como otros —afirmó mirando maliciosamente a Will y Karen, los cuales le devolvieron un gesto de desprecio.


    Por un momento el enmascarado no dijo nada, sino que se rió levemente, escuchándose su risa como un eco helado y algo robótico.


    —Obviamente no me voy a rendir, Rainbow —contestó—, pero antes de mostrarte de lo que soy capaz, quiero hacerte una pregunta… ¿sabes quién está bajo esta máscara acaso?


    Rainbow sonrió suspicazmente al oír esa pregunta.


    —Tardé un poco en descubrirlo, debo admitir —contestó—, y de nuevo no m di cuenta sino hasta que mi amiga me informó sobre las plumas de los pokémon legendarios, y más aún, cuando escuché el nombre del recluta que te traicionó… el reporte de Aurora decía que el líder del grupo era un jefe misterioso, al que nunca le había visto la cara, y sólo se identificaba con el nombre de Mask of ice. Entonces sólo era cuestión de unir las piezas, ¿quién era tan bueno en lo que al hielo se refiere, y que supiera tanto sobre Lugia y Ho-oh… a tal grado de poder hacer esculturas perfectamente bien detalladas de ellos en hielo? —preguntó mirándolo acusadoramente—… Claro, en el momento en el que estuve frente a ti aquella vez, obviamente sospeché, pero incluso yo lo vi poco probable, después de todo, ¿quién iba a desconfiar de un adorable viejito en silla de ruedas que esculpe bellas esculturas?


    En ese momento, en el interior de Mask of ice se escuchó un sonido, y la capa negra comenzó a abrirse desde adentro, haciendo notar que no se trataba más que de un gigante artilugio robótico que parecía hecho de hielo, y apareció entonces, con una mirada malvada y amenazante, el que una vez fue el sabio líder del gimnasio de ciudad Caoba, Pryce, acompañado de un Swinub en su regazo, situados ambos en la cima del muñeco de hielo de manera que eran prácticamente la cabeza del mismo.


    —Bien hecho, Rainbow, aunque te tardaste bastante —dijo aplaudiendo lentamente—, esperaba que te dieras cuenta cuando fuiste a mi gimnasio.


    —En realidad me di cuenta cuando leí que tu seudónimo era Mask of ice —contestó Rainbow—, deberías escoger un nombre que no te delate tanto, así como esculpir esculturas que tampoco lo hagan.


    —Y creo que tienes razón —dijo Pryce con malicia—, es más, ¿por qué no te muestro ahora mismo mis nuevas esculturas?


    Diciendo eso, hizo un extraño movimiento con su bastón en la base de su disfraz, como si se tratara de un código Morse. Rainbow reconoció eso de cuando luchó contra él en el gimnasio, y de inmediato, cientos de enormes figuras humanoides de hielo comenzaron a aparecer por todas partes, rodeando una gran extensión de la cumbre del monte, la mirada malvada de sus rostros asemejaba a la de su creador. Estos muñecos helados rodearon a los pokémon de Rainbow, y un momento después, observó con preocupación que toda la cima del monte estaba cubierta por esos seres bajo sus pies, dispuestos a atacar en cualquier momento.


    —¿Qué te parecen, Rainbow? —preguntó Pryce— ¿Te gustan mis nuevos soldados de hielo? Los he preparado específicamente para ti.


    Rainbow miró consternado a esos energúmenos de hielo, pero no se dejó intimidar en absoluto.


    —Gran cosa, Pryce, como sabes que no puedes derrotarme en una batalla pokémon, mejor creas juguetitos que hagan el trabajo sucio —respondió riendo con soberbia.


    —Voy a hacer que lamentes haberte metido conmigo, ¡atrápenlo ahora! —exclamó Pryce con voz potente.


    De repente, cientos de esos muñecos de hielo saltaron hacia Rainbow, extendiendo sus frías manos hacia él. Ledian comenzó a volar eludiéndolos rápidamente para que no atraparan a su entrenador, el cual sintió varias veces el helado roce de esos seres con su cuerpo. En tierra, Sodowoodo y Donphan también fueron atacados, pero se defendieron de ellos con sus diversos ataques potenciados por su entrenamiento, destruyendo a decenas de ellos en pedazos.


    Viendo Rainbow que no podía estar sólo esquivándolos por siempre, liberó también a Steelix, cuya explosión de agua caliente de su pokéball derritió a otros de esos seres en el proceso, y con su enorme cuerpo y continuos ataques de metal en poco tiempo quedaron casi completamente destruidos. Para ese punto los cuatro esbirros de Pryce se habían ocultado detrás de una zona apartada y rocosa de la cima, observando con preocupación a ese pokémon gigante despedazar a los muñecos de hielo de su jefe, sin embargo éste no parecía preocupado en absoluto.


    —Eso fue más fácil de lo que creí —dijo Rainbow alegremente—, ¿en serio creías que unos muñequitos de hielo iban a ser rival para mis pokémon definitivos?


    Mientras descendía muy confiadamente, Steelix se plantó imponentemente ante Pryce, ensombreciéndolo y privándolo de los pocos rayos del sol que había.


    Poco a poco, el sol de nuevo fue ocultado por una gruesa nube negra, bajando la temperatura, y un momento después los fríos copos de nieve volvieron a caer con lentitud sobre todos.


    —Tal vez no deberías subestimarme tanto —se jactó Pryce—, tú mismo lo has dicho, soy un maestro en cuanto al hielo se refiere, así que no creas que será tan fácil derrotarme.


    Diciendo eso, la capa negra y la máscara volvieron a cubrirlo por completo, y valientemente encaró al pokémon gigante que se hallaba ante él. Un relámpago iluminó entonces el cielo por un momento breve, iluminando el intrigado rostro de Rainbow y la macabra máscara de Pryce. Entonces, alrededor de todo el monte, los copos de nieve y el hielo comenzaron a juntarse en el aire y el suelo poco a poco, para tomar de nuevo la forma humanoide de esos muñecos que acababan de ser destruidos, y antes de que se diera cuenta ya estaban rodeados de nuevo por cientos y cientos de esos seres malévolos. El frío también comenzaba a hacerle un efecto negativo a Rainbow, que comenzó a toser levemente, pero sin bajar la guardia ante ellos.


    —¡Atrápenlo! —ordenó Pryce en una voz aún más potente que la vez anterior.


    Los seres de hielo se abalanzaron sobre el entrenador, pero fueron inmediatamente detenidos por los duros cuerpos de sus pokémon y destruidos casi al instante, mas estos sin tardar comenzaron a regenerarse con la misma nieve y el hielo del suelo, y aún por cada fragmento de ellos que se rompía surgía otro de esos muñecos, de manera que eran cada vez más numerosos.


    Sin pensarlo, Rainbow se volvió a sujetar de los pies de Ledian, y comenzaron a eludir la lluvia incesante de seres helados, los cuales desarrollaron unas alas de hielo con las que empezaron a perseguirlos en el aire. Ledyan comenzó a partirlos en pedazos usando Tijera X entre otros ataques, pero del mismo modo, cada vez surgían más y más. Ocurriéndosele al entrenador una idea, ordenó a Ledian volar hasta muy cerca de las nubes destellantes, mientras su mano se preparaba para sujetar la pokéball de Ampharos, mas antes de poder subir mucho, uno de los seres de hielo sujetó una de sus piernas, haciéndolo soltar a Ledian y comenzando a caer con violencia hacia el suelo.


    En su caída, varios de los muñecos intentaron atraparlo, por lo que, como si fuera instinto, Rainbow apretó el botón que se encontraba en el centro de su cinturón X. Varias explosiones intensificadas iluminaron la cima del monte Plateado, y decenas de los muñecos de hielo fueron inmediatamente evaporados. Del vapor que surgió de esa nube condensada de agua caliente con el frío clima apareció el resto del equipo de Rainbow, saliendo volando éste sobre su Ampharos hacia arriba.


    El resto de sus pokémon se encargó de mantener a raya a los cientos de muñecos que se generaban cada vez más. Viendo Pryce que se terminaba el espacio en la cima, liberó a su Delibird y se emprendió el vuelo persiguiendo a Rainbow.


    —¿Qué crees que vas a hacer allá arriba? —preguntó mientras volaba.


    Rainbow no respondió, sólo siguió volando hacia las nubes más elevadas que se ceñían sobre la montaña, usando la cola de Ampharos como pararrayos para hacer el viaje más seguro.


    Aún en la cima de la montaña, Will, Karen, Keane y Chermaine, habían decidido que era muy peligroso permanecer en ese lugar, así que se habían refugiado dentro de la cueva Plateada, pensando que estarían seguros de la brutal batalla que tenían los pokémon de Rainbow contra esos miles de muñecos de hielo.


    Sin importar qué ataques usaran, por más potenciado o eficaz contra el hielo, los seres helados siempre seguían multiplicándose cada vez más y más. Si bien los pokémon de Rainbow no recibían demasiado daño, a la larga podría llegar a cansarlos si no recibían energía de su entrenador. Noctowl, Ledian, Delibird y Crobat se aseguraban con mucho trabajo de que los esperpentos no volaran hasta donde se dirigía su entrenador, usando para eso, combinaciones de ataques lo suficientemente débiles como para que no se partieran en pedazos, pero quedaran inmovilizados o se retrasaran, en el suelo, Tyranitar, Steelix y Ursaring, ayudados por Xatu, usaban poderes psíquicos para mantener inmóviles a la mayor cantidad posible de muñecos, para así no romperlos y generar más. El resto intentaba evaporarlos con ataques de fuego, pero esto hacía que del vapor que surgía de ellos aparecieran más, por lo que no era una buena idea, sin embargo, tenían órdenes de su entrenador de permanecer así hasta que les indicara qué hacer.



    Mientras todo eso sucedía, Rainbow logró sobrepasar en Ampharos las gruesas nubes, encontrándose de nuevo con un radiante sol mientras a sus pies las negras nubes seguían relampagueando sin cesar. De esas nubes oscuras surgió Mask of ice en su Delibird.


    Pryce observó que Rainbow tosía cada vez con más fuerza, intentando cubrir su boca para no sonar tan mal.


    —Así que eso es lo que te pasaba, ¿eh? —observó Pryce— El intenso frío está comenzando a mermar tu salud.


    Rainbow tosió fuertemente, pero sin borrar la mirada confiada de su rostro.


    —Esto en realidad no es nada —contestó con arrogancia—, puedo soportar esto y más…


    —Me alegra que lo digas —respondió Pryce malvadamente—, porque si creías que de este modo te alejarías de mis soldados de hielo, estás muy equivocado.


    Entonces, como si sus palabras tuvieran algún poder, del helado cúmulo de nubes que se encontraba bajo sus pies, unos enormes brazos de hielo comenzaron a salir, y de una simple señal del bastón del viejo se dirigieron hacia Rainbow. Ampharos comenzó a destruirlos uno a uno con Mega puño, mezclado al mismo tiempo con Puño trueno, pero sin importar cuantos destruyera, estos siempre se regeneraban.


    Rainbow le ordenó atacar al enmascarado, descargando Ampharos un potente Rayo que salió asimismo de las nubes, pero Pryce se protegió con una fuerte barrera de hielo que impidió que le hicieran daño. Siguió Ampharos atacando con más ataques eléctricos potenciados por el Viridian mind de su entrenador, por lo que Pryce se vio obligado a cubrirse con más barreras de hielo conforme éstas se cuartearan, asegurándose de no entrar en contacto con ella para no electrocutarse.


    Concentrando toda su energía en potenciar el ataque de su pokémon, lograron finalmente despedazar el durísimo escudo de hielo, pero antes de que pudieran atacar a Pryce, éste hizo aparecer un brazo de hielo gigante por detrás de ellos, los cuales, en su concentración por aumentar mucho su ataque eléctrico, no prestaron atención y fueron emboscados por sorpresa.


    El brazo golpeó a Ampharos tan fuerte en la cabeza que le hizo caer al vacío, pero antes de que Rainbow pudiera caer, la misma mano de hielo lo sujetó con firmeza, pudiendo únicamente ver cómo Ampharos desaparecía tras las oscuras nubes.


    —¿En serio creías que iba a ser tan fácil? —se mofó Pryce acercándosele lentamente en su Delibird— Vamos, ¿por qué no llamas a tus demás pokémon?


    Diciendo eso, el brazo de hielo comenzó a cubrir a Rainbow como hacía un rato, haciéndolo toser violentamente por la humedad.


    —Te esforzaste mucho en potenciar el ataque eléctrico de tu Ampharos, ¿verdad? —preguntó el enmascarado.


    Rainbow lo encaró con desprecio al oírlo, pero su incesante tos le impidió decir nada. Pryce de nuevo volvió a retirar su capa y su máscara, observándolo con una malvada mirada de victoria.


    —Cuando envié a Will y a Karen a la liga pokémon, lo hice con el propósito de conocerte un poco mejor —continuó—, sabía que para derrotarte necesitaba saber un poco más de qué eras capaz que sólo lo que mostraste cuando te enfrentaste a mí en mi gimnasio, pero no creí que me lo pusieras todo tan fácil. Tú sólito potenciaste el ataque especial de tu Ampharos, al punto en el que tenías que quitarle los puntos de experiencia de otro lugar, digamos, del ataque, la defensa y la evasión… y al principio resultó, debo admitirlo, destruir una barrera de hielo con electricidad no es nada fácil, pero luego eso mismo jugó en tu contra, ¿o no?


    Rainbow lo miró a los ojos con furia, sin querer demostrar signo alguno de debilidad ante él.


    —Bueno, ya no tiene caso —dijo Pryce mientras el hielo terminaba de cubrir todo su cuerpo—, no voy a esperar a que tus pokémon vengan a ayudarte.


    —No, Pryce, yo nunca pierdo, es la única constante en mi vida, así que acostúmbrate a ella, soy el entrenador definitivo —dijo con arrogancia antes de que el hielo cubriera de nuevo todo su rostro.



    Mientras tanto, en la cima del monte plateado, los pokémon de Rainbow no sentían sus órdenes por el Viridian mind, pero teniendo confianza en el plan de su entrenador, permanecieron en ese lugar. Un momento después, observaron el cuerpo de Ampharos caer vertiginosamente desde el cielo, siendo rescatada en el aire por Hitmontop de un salto en el aire, pudiendo soportarla con su gran fuerza. Regresando en sí casi de inmediato, Ampharos buscó a Feraligatr, Typhlosion y Meganium, los cuales se acercaron a ella y la tocaron con cuidado. En ese momento, vieron en la memoria de Ampharos un plan de emergencia que su entrenador había grabado en su mente en el momento en el que los brazos de hielo surgieron de entre las nubes, temiendo que algo pudiera salir mal, siendo ésta un nuevo uso del Viridian mind de su entrenador.


    Teniéndolo todo claro, los tres pokémon iniciales salieron disparados volando hacia el cielo, intentando ubicar la posición exacta de su entrenador mientras aún le quedara algo de vida.


    Continuará...
     
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    MrJake

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    Hola soy GL y te apuesto un kiwi (?) a que el próximo capítulo lo empezarás diciendo “…Continuando” (sí, ando mucho por Youtube últimamente, demasiado xD)
    Bueno, lo del agua termal se veía venir, desde luego Rainbow no iba a desaprovechar tal descubrimiento. Y concuerdo con él, ese seudónimo no es muy “discreto” que digamos, canta a voces la identidad de Mask of Ice…
    En fin, ando deseando ver ese plan de Rainbow, sin duda no va a perder, eso ya se sabe, pero, ¿qué estratagema tendrá ahora pensada? ¿No irá Ampharos a Mega Evolucionar xD? (Por un momento creí que lo haría, no sé, allá arriba en las nubes, se me hizo la situación perfecta).
    Bueno, faltas no me fijé en ninguna falta; lo único, juraría que “Ledyan” se escribe con “i” (Ledian)
    Nada más que añadir, sigue escribiendo, que yo seguiré leyendo. GL.
     
  5.  
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    Capítulo 60: Rompiendo el hielo.




    “se necesita una pokéball especial, hecha de un corazón de oro y un alma de plata”



    Rainbow




    Sonriendo de emoción, Pryce observó el arrogante rostro de Rainbow tras el hielo, el cual segundo a segundo le arrebataba la vida al no poder respirar.


    Atrapado en aquella tumba helada, Rainbow sólo podía esperar que Ampharos estuviera bien para alertar a los otros a tiempo. Quizás en aquel momento se arrepintió del plan tan arriesgado que se le ocurrió en lugar de recurrir a sus compañeros de un modo más eficaz, pero lo hecho hecho estaba.


    Feraligatr, Typhlosion y Meganium llegaron pronto a las nubes de la tormenta, sin que ésta pareciera dar muestras de amainar ni un poco. Los seres helados voladores intentaron detener su camino sin mucho éxito, a pesar de que a esa altura y temperatura, se seguían formando espontáneamente de la nueve que caía. Una enorme y gruesa barrera de hielo se extendía justamente debajo de las nubes más altas, impidiendo el paso por kilómetros a la redonda. De dicho hielo surgía aquella mano helada que estaba a punto de ahogar a Rainbow.


    Intentaron derretir el grueso hielo con potentes ataques de fuego, mas esta barrera volvía a solidificarse con mucha más rapidez, y desafortunadamente la energía que usaban para poder volar no les dejaba mucho para poder intentar romperla físicamente, al menos no sin la energía de su entrenador. Sin perder la calma, viendo que no había tiempo para simplemente rodear toda la barrera de hielo por arriba, concentraron sus mentes lo más que pudieron para sentir la presencia de su entrenador por encima de la barrera, sin descuidarse de los muñecos de hielo que no los dejaban en paz y casi no los dejaban concentrarse, haciéndoles perder el tiempo.


    En la cima de la montaña, los pokémon de Rainbow se preocupaban porque no sentían nada. Arriba, muy alto en el cielo, ni siquiera podían distinguir a sus compañeros que acababan de subir. Tenían órdenes expresas de su entrenador de permanecer ahí, y por un momento confiaron en que la presencia de los tres starters arriba iba a ser suficiente, pero los segundos fueron pasando, y nada importante acontecía. A pesar de que tenían órdenes, todos resolvieron que no era lógico seguirlas obedeciendo si su entrenador no estaba bien. Salieron volando entonces todos hacia el cielo a toda velocidad, y al llegar, Stelix y Tyranitar intentaron despedazar el hielo, lográndolo en gran medida, abriendo un enorme hueco en el hielo, pero éste se solidificó el doble de fuerte casi de inmediato, intentaron incrementar su fuerza, pero sin su entrenador cerca de ellos para potenciarlos con su Viridian mind no podían hacer más.


    Rainbow luchó desesperadamente por mantener la consciencia después de estar casi un minuto sin oxígeno, eso sumado a la temperatura extrema que soportaba hacía su situación un infierno de hielo. Pryce sólo se limitó a esperar lo inevitable, confiando que su barrera de hielo que se extendía por kilómetros bajo ellos impidiera el paso de los pokémon.


    Algo agotados, los diecisiete pokémon vieron que no tenían más opción que aplicar un movimiento arriesgado que podría acabar con sus energías, pero recordando que Rainbow estaba en peligro, se miraron unos a otros con valor, y descendieron algunos cientos de metros para después encarar la fortaleza de hielo.


    Concentrándose profundamente, se envolvieron en una especie de humo rojizo, apretándose entre ellos lo más que pudieran, y un momento después, salieron disparados hacia la barrera en una combinación colectiva de Velocidad extrema y Golpe cuerpo, el cual estaba potenciado por la habilidad Mar llamas que forzaron salir de su interior. En el momento en que impactaron contra el hielo, aplicaron al mismo tiempo Explosión.


    Un estruendo ensordecedor sacudió todo el hielo, sorprendiendo a Pryce en su muñeco y casi haciéndole perder el equilibrio. Un segundo después los diecisiete pokémon aparecieron justo detrás de él en el momento en el que la barrera de hielo se desintegraba en finos pedazos de hielo, como un cristal ante una explosión. Al romperse el hielo, la mano que ahogaba a Rainbow también se rompió, y Delibird, sin perder tiempo, recogió el cuerpo casi sin consciencia de Rainbow.


    Pryce se quedó mudo ante aquel espectáculo de pokémon volando y mirándolo con desprecio, pero de todas formas no tuvo la oportunidad de hacer nada, pues inmediatamente Feraligatr, Typhlosion y Meganium le atacaron con los tres ataques definitivos: Hidrocañón, Anillo ígneo, y Planta feroz, despedazando completamente su muñeco de hielo, así como su silla de ruedas. Si Pryce no murió por el ataque se debió a que su entrenador les había enseñado a controlar su poder, con tal de no matar a nadie, ni siquiera a alguien como él. Es por esa razón que, mientras Pryce caía, Crobat lo sujetó para que bajara despacio hasta el suelo, para luego regresar de inmediato con los demás arriba de las nubes. Los muñecos de hielo no dejaron de desistir en su lucha, y por instinto se dirigieron casi todos hacia el cielo para seguir contra Rainbow.


    Rainbow recuperó un poco la conciencia entonces, y observó con orgullo a sus pokémon volando con él en el cielo, los cuales estaban ya muy cansados y a penas se podían mantener volando.


    —Ya casi termina todo —dijo en voz baja semi incorporándose—, sólo necesitan un poco más…


    Concentrando su mente, llenó a sus pokémon de la energía que necesitaban para el último movimiento.


    —Las cosas tal vez no salieron con respecto a lo planeado —continuó con seriedad—, pero ya no importa… ¡Vamos, amigos, sólo un ataque más, por Lucy, gracias a quién pueden hacer uno de los más grandes prodigios de la historia del entrenamiento pokémon!


    Exclamado eso, todos los pokémon de Rainbow se convirtieron en tipo fuego, con una potencia tal que adquirieron un color algo anaranjado, pero ninguno sufría ni se volvieron locos, sino que se sintieron completamente natural, como si se tratara de su estado normal.


    Abajo, en la cima del monte, Pryce observó cómo el cielo negro y tormentoso de repente abrió paso a un enorme resplandor cegador, pero no era el sol, y los cientos de seres helados que se acercaban a él inmediatamente se evaporaban para siempre.


    —¡Jefe! ¿Se encuentra bien? —exclamó Keane aproximándose a él junto a los demás.


    Pero ninguno fue capaz de decir nada o alzar la vista ante aquel resplandor tan caliente que surgía desde el cielo. Pryce intentó hacer que su Swinub generara algo de hielo, pero éste inmediatamente se evaporaba, y el calor también les hizo algunas quemaduras en su piel. Observaron atónitos que toda la nieve del monte iba derritiéndose poco a poco, resbalándose el agua por las laderas de la montaña hasta hacer contacto con los manantiales, los cuales al contacto lanzaron un leve vapor.


    Unos segundos después la cegadora luz se detuvo, retrocediendo en sí misma, hasta que salió un resplandeciente cielo azul completamente despejado. Rainbow y los demás descendieron entonces lentamente, con un aire triunfal y engreído, posándose amenazantemente ante todos ellos. Sin poder levantarse debido a su incapacidad, Pryce no pudo sino mirarlo con desprecio.


    —¡Ja! Ya gané —exclamó Rainbow sonriendo con irreverencia.





    La cima del monte Plateado ahora estaba libre completamente de nieve, dejando ver la tierra y rocas que ésta hasta hace poco cubría majestuosamente, pero el ambiente seguía siendo algo frío por la altura, aunque podía disfrutarse del sol que ya no estaba obstruido por ninguna nube.


    —Bien jugado, Pryce, fue una buena batalla —continuó Rainbow más relajado.


    —Miserable —contestó Pryce—, debí haber acabado contigo más rápido.


    —Debiste, pero no lo hiciste —se mofó Rainbow—, debo admitir que me confié por un momento, mi plan original era que mis pokémon permanecieran aquí para efectuar el ataque en cuanto te hubiera derribado de tu Delibird en el cielo, lo de subir fue porque planeaba que usaran un Infierno en colectivo para derretir toda la nieve de un jalón, y con ella a todos tus amiguitos de hielo para siempre pero debo admitir que no preví la barrera de hielo o que me atraparas con lo de Ampharos —dijo con seriedad—, qué lástima, me hubiera encantado haber efectuado ese plan, pero por suerte mis pokémon son más lógicos que meramente obedientes.


    —Entonces, ¿qué fue ese resplandor? —preguntó Karen consternada.


    —Ese fue, aunque no lo crean, un Destello intensificado por la luz solar y el tipo fuego de mis compañeros —contestó con orgullo—, lo llamo Destello solar… sé que no es un nombre muy original… pero bueno, es tan quemante que si lo hubiera hecho aquí mismo todos ustedes se habían desintegrado por el calor, por eso mejor lo hice desde el cielo a mucha distancia sólo para derretir la nieve… ahora que lo pienso, si hubiera salido el plan de usar Infierno habrías salido con quemaduras muy graves… parece ser que, irónicamente, te salvaste el pellejo con todo esto que terminó pasando.


    —Espera un momento —interrumpió Chermaine—, ¿cómo es que tú sobreviviste a eso sin quemarte?


    Rainbow puso cara de fastidio.


    —Porque soy la hostia —exclamó presumido—, bueno, eso y porque Delibird me cubrió con una capa de hielo denso durante ese momento… pero eso es otra historia.


    Diciendo eso, apretó el botón del centro de su cinturón, con lo cual todos sus pokémon regresaron a sus pokéballs, excepto Ledian, cuya pokéball se había roto cuando se liberó de ella la primera vez.


    —¿A dónde crees que vas? —exclamó Will— Todavía no terminamos contigo.


    De inmediato, los cuatro entrenadores lo encararon con sus pokéballs.


    —No vamos a permitir que te burles de nuestro jefe así como así —dijo Chermaine.


    Al escuchar eso, Rainbow se volteó y les sonrió amigablemente.


    —¿Saben una cosa? Gracias a su terquedad he recordado que tengo algo más que decir —dijo abriendo su mochila y sacando el documento de Aurora— A parte de todo lo que les dije antes, también su recluta habló sobre otra cosa más, tal vez la más inquietante de todas… durante mucho tiempo me pregunté por qué habías tratado de secuestrarme cuando era un niño, pero gracias a Aurora, ahora lo sé.


    Permaneció en silencio por un momento, como si su espíritu de algún modo descansara en paz por algo. Pryce intentó levantarse lo más que pudo, aún sin poder creer que había perdido.


    —Hace tiempo oí de uno de tus reclutas decir: “entre más chicos, es más fácil”, o algo así —prosiguió tranquilamente—, al principio creí que únicamente se referían a pokémon, pero no, en realidad te estabas refiriendo a humanos, humanos secuestrados desde niños para poder controlarlos mejor… un grupo de niños secuestrados para ser tus esbirros.


    Los cuatro entrenadores no bajaron la guardia, pero comenzaron a sentirse mucho más incómodos por eso.


    —Ese soldado habló sobre todos los niños que secuestraste, aquellos que tengo ahora frente a mí, y cuya mente destruiste para que sólo te sirvieran a ti —dijo mirándolos con desapruebo—, pero no sólo ellos, sino también de otros dos niños que secuestraste y escaparon, uno de ellos coincidentemente cerca de ciudad Verde, cerca de donde estuviste a punto de atraparme… la vida da giros extraños, me salvé yo, pero por eso, otro niño fue secuestrado…


    —¡No quieras hacernos perder el tiempo! —exclamó Keane liberando a Magcargo.


    Los demás también liberaron a sus pokémon con seguridad.


    —Una de las cosas más curiosas que veo de todo esto, es que a pesar de que en un principio ya poseías las plumas de las aves legendarias, esos dos niños pudieran huir con ellas —continuó sin inmutarse en lo más mínimo—, si te lo preguntas, sí, también eso lo dijo ese soldado…


    —¿Qué no estás prestando atención? —exclamó Keane enojado.


    —Me parecen unos niños muy valientes por poder lograr escapar de ti con aquellos objetos que tanto querías, y por cuya culpa ahora tienes que volver a encontrarlos, qué ironía —continuó hablando sonriendo levemente—, me gustaría conocer a esos niños… aunque me pregunto si ya lo habré hecho… ¡no! Todos los que he conocido son unos perdedores… aunque hace unos días leí sobre dos que lograron…


    —¡Se acabó, no seguirás ignorándonos! —exclamó Chermaine.


    —¡Ataquen! —ordenaron todos al unísono.


    Sin preocuparse por nada, Rainbow liberó rápidamente a Delibird y a Ampharos, efectuando en un santiamén, aquella combinación de Trueno, Zumbido y Ventisca que no pudo ser utilizada en la liga pokémon, cayendo todos ellos sin consciencia inevitablemente.


    Pryce no recibió ese ataque, así que Rainbow se acercó a él con un tono amenazante, dándole algo de miedo, pero éste sólo le sonrió amigablemente.


    —Por cierto, Pryce, una cosita más —dijo—, en que estuve revisando sobre la leyenda del guardián del Encinar me enteré de la función de aquel altar en el centro, ya sabes, ese que necesita las plumas de las aves legendarias y todo eso que buscabas —entonces le mostró en la cara aquella imagen que había estado viendo antes con tanta atención, en la que aparecía el altar junto a un extraño pokémon verde—, la leyenda dice que el altar es un portal para invocar a Celebi, el viajero del tiempo… supongo que es a él a quien quieres atrapar, ¿verdad?


    Pryce le desvió la mirada con rabia.


    —Sí, es verdad —contestó.


    —Bueno, ya no importa lo que quieras ahora —dijo retirándole el documento de enfrente—, de todos modos no podrás atrapar a Celebi aunque lo invoques.


    —¿Qué dices? —exclamó Pryce— ¿Ni siquiera con las plumas?


    —Pero claro que no —se rió Rainbow—, parece que todos tus planes son en vano después de todo —se alejó entonces unos pasos, observando la despejada cima que, poco a poco, comenzaba a llenarse de nieve de nuevo—, para poder atrapar el tiempo, según lo que leí, se necesita una pokéball especial, hecha de un corazón de oro y un alma de plata… —comentó casi sin pensar.


    —¿Qué dijiste? —preguntó Pryce sospechando.


    —¿Ah? Nada, que ya me tengo que ir —reaccionó Rainbow regresando a Ampharos y a Delibird—, espero que no te sientas mal por eso de haber destruido tu base, pero no te preocupes, se puede reconstruir —dijo caminando hacia la orilla—, aunque no lamento que todos tus soldados te abandonaran excepto esos cuatro, pero quién sabe, a lo mejor algún día reclutas más soldados… ¿pero qué estoy diciendo?


    —Ah sí, la base que destruiste —interrumpió Pryce intentando incorporarse con un gesto malvado—, ahí mataste a mi mejor general…


    Rainbow lo miró a ver estupefacto.


    —Yo nunca he matado a nadie —se defendió.


    —El tipo cayó en una zona que potenciaba la electricidad hasta mil veces más allá del límite de lo mortal —continuó Pryce—, nadie podría sobrevivir a eso.


    Rainbow se quedó mudo, recordó brevemente lo que había pasado ese día, pero en el estupor de la situación no pensó que algo como eso había ocurrido.


    —Es una lástima —continuó Pryce—, planeaba usar las ondas de radio para poder controlar a las aves legendarias, y al mismo tiempo para poder controlar a otros pokémon, ah, sí, y también acelerar su evolución.


    Rainbow miró a Pryce con furia al recordar todo eso, pero le pareció más horrible que, habiendo mencionado que alguien había muerto, su experimento con las ondas de radio fueran más importantes. Volvió a tomar la pokéball de Ampharos lentamente.


    —Pensándolo bien, Pryce —dijo en voz baja amenazándolo con la pokéball—… tal vez no merezcas otra oportunidad…


    Entonces, ante la mirada aterrada de él, Rainbow liberó a Ampharos y lo puso a dormir con un Impactrueno, el cual hubiera potenciado hasta matarlo de no ser porque algo le hizo detenerse en cuanto quedó inconsciente. Luego de eso, miró los cuerpos de todos aquellos criminales que en algún momento habían sido un peligro para toda la región, y se sintió satisfecho con lo que había hecho, aunque en su mente, sin saber porqué, se sintió extraño por saber que había matado a alguien sin siquiera darse cuenta de ello. Pero por el momento, decidió no preocuparse por eso.



    Sujetado de las piernas de Ledian, Rainbow se alejó del monte Plateado alegremente.


    —¿Qué les pareció, chicos? —preguntó entusiasmado— ¿No les dije que iba a ser una pelea increíble?


    Sus pokémon asintieron contentos, en especial los más veteranos, los cuales por fin habían tenido una batalla tan buena como la de sus compañeros en Kanto contra los dragones. Pero un momento después, Rainbow comenzó a sentirse mareado y con mucha fiebre, y no era para menos, había estado pasando mucho de calor a frío durante toda la batalla, y tal combinación no podía ser buena para su salud.


    —¡Ay, no! No de nuevo —exclamó tosiendo.


    Quedó sumergido en la inconsciencia en ese momento a causa de la fiebre, y habría caído al suelo si no fuera porque Ledian lo atrapó en el aire.



    Continuará...
     
  6.  
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    Capítulo 61: Hacia una nueva aventura.



    “aún queda mucha aventura por delante”


    Rainbow




    Imágenes de su pasado invadieron su mente durante el tiempo en que permaneció en su letargo provocado por la enfermedad. Sumido en la inconsciencia, el soberbio entrenador se enfrentó con un hecho inevitable que tendría que realizarse en poco tiempo: separarse de nuevo de sus compañeros. En sus sueños se remontó de nuevo al monte Plateado, en el que extrañamente se encontraba exhausto y sucio por el largo camino hasta la cima, y al llegar ahí se vio a sí mismo en la cima de aquella pequeña plataforma de tierra, creídamente mirándolo como si él se tratara de cualquier otro entrenador. Sin mediar palabra alguna, su otro yo liberó a quince pokémon, sus mismos quince pokémon que había entrenado en Kanto, y sin pensarlo, él liberó a los diecisiete de Johto, comenzando una confusa batalla entre ambos, contra sí mismo, donde surrealistas imágenes de sus pokémon combatiendo se fundieron como en un incesante tornado de ataques en donde ninguno parecía ganar, pero resultó al final que ambos bandos cayeron derrotados por su mutua fuerza, mas él no podía moverse, sino sólo mirar cómo ese alter ego suyo sonreía con malicia para luego evaporarse del lugar sin decir nada.


    En ese momento abrió los ojos con lentitud, sintiendo primeramente la cálida sensación de unas suaves sábanas, y una cómoda almohada sobre su cabeza. Al incorporarse lentamente sobre la cama, Ledian se acercó a él con suavidad, diciéndole que se hallaban en la casa del profesor Elm. De inmediato, Rainbow buscó su mochila y sacó de ahí las pokéballs de Togepi y Sneasel, los cuales había guardado ahí para protegerlos mejor de la batalla al no haber sido todavía entrenados. Suspirando de alivio de que ambos estuvieran bien, Rainbow salió de la habitación.


    —Qué bueno que despertaste, Rainbow —le dijo éste animosamente cuando hubo salido de la habitación—, me preocupé cuando tu Ledian te trajo inconsciente, ¿ya te sientes mejor?


    El joven entrenador se sentó en una silla llevándose las manos a la cabeza, aún tenía algo de dolor en la garganta y en la cabeza, pero en realidad eso no le era importante.


    —De cualquier modo pensaba venir por aquí —contestó con seriedad—, mi trabajo en Johto hecho está, necesito hablar con el profesor Oak.


    —Ya veo, pero… ¿no crees que deberías descansar un poco antes? —preguntó Elm.


    —No lo creo, debo irme lo más pronto posible —contestó Rainbow poniéndose de pie—, además del profesor Oak, también quisiera hablar con otra persona, tal vez haya oído de él, se llama Bill.


    Un rato después, la comunicación se logró, viéndose Rainbow bastante apurado por terminar todo de una vez, aunque Elm no opuso resistencia, se contrarío bastante con su comportamiento.


    —¡Hola, Rainbow! —exclamó Bill del otro lado de la línea.


    —Hola, Bill —contestó Rainbow desganado—, ¿cómo va tu P.C? ¿Ya es funcional en toda la región de Jotho?


    —Me temo que hubo unos problemas —respondió Bill con algo de pena—, en un momento logré aplicarla, pero entonces me di cuenta de varios fallos que se originaron aquí mismo en Kanto… hablando de eso, es una historia curiosa —se puso a hablar con algo de ánimo—, hace unos días tuve un accidente con la máquina y quedé convertido en un Rattata, un Fearow estuvo a punto de comerme pero me salvó un chico llamado Red…


    —Al grano, pero favor Bill —interrumpió Rainbow apurado.


    —…Bueno, el punto es que no vas a poder almacenar pokémon desde cualquier P.C de Johto —contestó—, pero no te preocupes, he estado trabajando en este aparato que te voy a enviar…


    Dicho eso, envió vía P.C. un pequeño aparato, el cual tenía una sección circular en la que podía caber una pokéball, y del otro lado salía un cable. Elm se acercó a examinarlo.


    —¿Qué se supone que es esto? —preguntó con interés.


    —Es el prototipo de un transportador portátil —contestó orgulloso Bill—, está hecho para conectarse a la pokédex, y de ese modo podrás enviar pokémon al laboratorio pokémon más cercano… sin embargo, es un poco lento todavía, necesitaríamos unirlo a otro dispositivo para hacerlo más eficaz, pero todavía no sé…


    —Supongo que eso será suficiente —interrumpió Rainbow—, ¿el laboratorio del profesor Elm puede almacenar pokémon vía P.C?


    —Sí que se puede —contestó Elm—, desde que esto se inventó, los laboratorios tienen un espacio especial en el cual se puede almacenar de manera casi independiente del sistema general, con gusto guardaré a tus pokémon si eso es lo que quieres.


    Rainbow bajó la mirada, pero no dijo nada.


    —Gracias, Bill, eso es todo —se despidió.


    —Espera un momento, ¿ese es mi Eevee? —exclamó Bill al ver a Umbreon en su cinturón.


    Casi sin pensar, Rainbow liberó al flamante pokémon negro, y éste reconoció al que había sido su dueño hace tiempo.


    —¡Se ve estupendo! —exclamó Bill contento— Haz hecho un buen trabajo con él, sabía que iba a cuidar bien de él cuando te lo di en ciudad Azulona, gracias, Rainbow.


    —Gracias a ti, Bill —contestó intentando aparentar indiferencia.


    Después de despedirse formalmente, Rainbow quizás se arrepintió un poco de haber sido tan apresurado con él, después de todo, gracias a ese invento iba a ser capaz de seguir su viaje como lo había planeado, aunque esto también le hizo sentirse algo nostálgico por alguna razón.


    —Cuánto tiempo, Rainbow —saludó el profesor Oak—, ¿cómo vas con la pokédex?


    El entrenador sacó el aparato y lo enseñó a la pantalla.


    —Nunca lo he descuidado, aunque no me sirva de mucho —contestó encogiéndose de hombros—, pero una cosa, ¿nos vemos después de bastante tiempo y lo primero que me pregunta es sobre la pokédex?


    —¿No querías hablar conmigo para asegurarte de que no olvidara hacerte influencia en Hoenn? —replicó Oak— Si es por eso no te preocupes, ya le avisé a mi colega, el profesor Birch, que vive en Villa raíz, la envié otro prototipo de la pokedex como acordamos.


    Rainbow desvió la mirada y sonrió.


    —Ya sabe cómo soy —contestó con cinismo—, necesito asegurarme de que todo salga bien… pero cierto, ¿cómo van los nuevos pokedex holders? —preguntó fingiendo desinterés— Leí que Red y Green habían ganado la medalla de Borck… gran cosa —añadió sarcástico.


    —Pues parecen ir progresando poco a poco —contestó Oak—, hemos estado teniendo algunos problemas, ¿te enteraste de que el Team Rocket resurgió?


    Rainbow divagó por un instante.


    —Escuché rumores, sí —contestó—, pero no se preocupen, estoy seguro de que se las arreglarán sin mí.


    El profesor lo miró con algo de preocupación.


    —En caso de que las cosas se pongan complicadas… ¿podemos contar con tu ayuda? —preguntó con seriedad.


    Rainbow lo miró de reojo, manteniendo una distancia emocional.


    —Mi historia en Kanto ha terminado —contestó con calma—, y también en Johto. Todo lo que suceda a partir de ahora es otra historia, en la cual no me quiero meter.


    —Veo que tu egoísmo aún lo tienes —observó Oak un poco molesto—, si quieres poner a valer tu supuesto estatus de entrenador definitivo debes saber que tienes una responsabilidad con todos.


    Rainbow lo miró con severidad.


    —Es precisamente por eso que renuncio al título de campeón cuando lo gano —contestó irritado—, tengo aún mucho camino que recorrer, y no quiero estar interrumpiéndolo porque no pueden defenderse de unos criminales de pacotilla, si eso es lo que le preocupa sólo confíe un poco en los otros pokedex holders.


    —¿Cómo tuve confianza contigo? —preguntó Oak seriamente.


    Rainbow abrió la boca pero las palabras no salieron fácilmente.


    —Eso es diferente —contestó con dificultad.


    —¿Por qué? Déjame adivinar, porque eres el entrenador definitivo —dijo Oak sin dejarse ganar.


    —Sí, es correcto —contestó Rainbow dudando un poco de sus palabras, con un tono bastante cínico—, soy alguien por quien vale la pena apostar para el futuro…—dijo tratando de refugiarse en las palabras del presidente de la asociación pokémon.


    Hubo un momento de silencio incómodo. Elm observó toda esa discusión distante, pero con atención.


    —En ese caso, esperemos que tu futuro sea mejor de lo que eres ahora —dijo finalmente Oak—, tienes un buen talento, te admiro en verdad, Rainbow, te deseo suerte, y que las experiencias que tengas eventualmente de hagan de verdad digno de lo que ambicionas. Pero recuerda, ser el mejor tiene consecuencias que muy pocos consideran, y hasta ahora eres el primero que tiene verdaderas oportunidades de lograrlo, te recomiendo que pienses en eso con más seriedad.


    El entrenador reprimió un enojo latente en sí, mas no dijo nada más, no porque no tuviera la valentía, sino que simplemente no salían las palabras de su boca.


    —Hasta luego, Rainbow —se despidió Oak—, como prometí, no diré sobre tu existencia a los demás pokedex holders, pero espero que algún día tú lo hagas.



    Terminando la llamada, Rainbow estaba listo para irse de inmediato, casi como si olvidara lo que acababa de hablar con Oak. Fuera del laboratorio del profesor Elm, observó el cielo unos minutos, mientras Elm lo observaba con calma.


    —Estaré al pendiente de cuando me envíes a tus pokémon —le dijo intentando sonar amigable—, me parece bien que quieras estar un tiempo más con ellos antes de que te embarques en ciudad Olivo…


    —Perdóneme, profesor —dijo de repente en voz baja.


    Elm se sorprendió por eso.


    —¿Y eso por qué? —preguntó.


    Rainbow lo miró con un poco de lástima.


    —Lo traté con bastante dureza, y nunca llegamos a congeniar como lo hice con el profesor Oak —contestó—, sin importar la imagen que se haya generado de mí, me ayudó casi sin protestar ni nada, a pesar de que le oculté cosas…


    —No tienes de qué preocuparte —dijo Elm amigablemente—, cuando escuché de ti la primera vez me sorprendí bastante, hasta llegué a sentirme algo honrado ya que nunca antes mi maestro había hablado tan bien de un entrenador como tú, y la verdad, aunque algunas veces me parecía desquiciante cómo me eludías, y tu cinismo también, eventualmente llegué a la conclusión de que eso no era tan importante.


    —¿Por qué lo dice? —preguntó Rainbow sorprendido.


    Elm se acercó junto a él, y también observó el cielo con solemnidad.


    —El anciano de ciudad Caoba, cuya hija y nieta salvaste, es amigo mío —respondió para sorpresa de Rainbow—, me dijo de cómo un entrenador rudo y engreído había arriesgado su vida por salvarlas aunque no las conocía en nada, a pesar de su temperamento grosero… yo puedo ser muy torpe y descuidado en muchas cosas, pero hasta yo sé ver ahí a alguien que vale la pena apoyar —añadió sonriéndole.


    Otro silencio incómodo apareció, Rainbow pensó un poco todo eso que le habían dicho ambos profesores, todo eso sumado a las experiencias que ya había tenido antes, y dentro de él surgió una incómoda duda acerca de sí mismo. Pero como era su costumbre, decidió que ese no era el mejor momento para ponerse a pensar en todo eso, después de todo, le quedaba poco tiempo con sus compañeros antes de tener que irse, y debía pasarlo con ellos, esos problemas tendrían que esperar.


    —En ese caso, hasta la vista, profesor Elm —se despidió mientras liberaba a Xatu.


    En seguida se montó sobre él, y le lanzó una última sonrisa maliciosa al profesor.


    —Hasta la vista —se despidió éste devolviéndole la sonrisa.




    Según había averiguado Rainbow, el siguiente barco de ciudad Olivo a ciudad Portual, en Hoenn, salía dentro de tres días, por lo que pasó esos tres días en compañía de sus amigos, con un aire de nostalgia y tristeza flotando en el ambiente. Eso ya había ocurrido con sus pokémon de Kanto, e internamente se había prometido que no se sentiría tan emocional en esa ocasión, pero era algo muy difícil de evitar.


    Esos días se divirtieron como nunca, jugaron unos juegos de entrenamiento definitivo, como quién soportaba más tiempo teniendo más de dos tipos elementales al mismo tiempo, o quién resistía más Hiperrayos. Por las noches se ponían a recordar con nostalgia aquellos momentos que más habían significado para todos durante la aventura.


    —Recuerdo cuando era una Ledyba de carácter muy débil —recordó Ledian—, pero mírenme ahora, tanto frío en aquella montaña y ni siquiera me sentí ni un poco mal —presumió.


    —No presumas tanto —interrumpió Hitmontop—, yo desde mi nacimiento fui genial.


    —Pero nosotros tuvimos que esperar mucho más —dijo Umbreon—, y creo que la espera valió la pena.


    —¿Recuerdan cuando les mencioné por primera vez del método de Lucy? —preguntó Rainbow nostálgico.


    —Yo creí que estabas loco si pensabas que podías cambiar nuestros tipos a voluntad—respondió Delibird.


    —Pero valió la pena al final —mencionó Stelix.


    —Eso lo dices porque Typhlosion no dejaba de quemarte —continuó Umbreon sonriéndole.


    —¡Es verdad! —respondió Stelix levantando su enorme cuerpo encarando a dicho pokémon— Mira que ya puedo lanzarte una Hidrobomba —exclamó al tiempo en que efectuaba dicho movimiento.


    Haciéndose todos los demás a un lado, Typhlosion recibió el ataque, pero habiendo cambiado a tipo planta no le hizo daño, y le sonrió desafiantemente.


    —A ver qué te parece esto —le replicó lanzándole una Llamarada.


    Mas el pokémon de metal se cambió el tipo a agua, salvándose del ataque. Al ver esa situación que para otra persona habría sido muy surrealista, se rieron en voz baja.


    —Se me ocurre otro juego —mencionó Rainbow poniéndose de pie—, suena genial, acérquense…


    El juego consistía en que todos los pokémon debían permanecer en tipo normal menos uno, éste iba a atacar a todos los demás, persiguiéndolos, con ataques de ese tipo, al pokémon que lograra atinarle tendría que cambiar de tipo y ser el siguiente en perseguir a los demás, y cada uno que recibiera el ataque se cambiaba de tipo y se convertía en el nuevo perseguidor. Permanecieron inmersos en el divertido juego hasta entrada la noche, sintiéndose Rainbow de nuevo como el niño que nunca pudo disfrutar de algo así antes. Y Togepi y Sneasel, no veían el momento para también unirse al juego algún día.



    Al día siguiente, temprano en la mañana, Rainbow se dirigió a comprar el boleto en el muelle de Olivo para ciudad Portual. Faltaban solamente unas horas para que el barco zarpara, pero los pasajeros ya iban abordándolo poco a poco. Una vez adentro del barco, y habiendo ubicado su camarote, Rainbow se dirigió hacia la cubierta principal con sus pokémon en su cinturón, el momento había llegado, y el joven entrenador definitivo apenas podía contener las lágrimas.


    La primera alarma que anunciaba la partida había sonado, por lo que Rainbow procedió a transportar a sus pokémon usando el aparato de Bill. Saco primero la pokéball de Crobat, el pokémon que había capturado en Kanto y que había sido casi su mano derecha en Johto para entrenar a los nuevos, colocó la ball sobre la pequeña base circular, y despidiéndose de él con una última sonrisa arrogante lo transportó, desapareciendo delante de él con lentitud. Siguió así con todos sus pokémon, hablándoles por medio del Viridian Mind, y siempre con una sonrisa. Pasaron todos poco a poco, y los vio a todos desvanecerse en el aire directamente hacia el laboratorio de Elm, donde confiaba que los guardaría hasta su regreso, que para ellos sería como si el tiempo no pasara. Finalmente llegó el turno de Togepi y Sneasel, los dos pokémon que tenía reservado para Sinnoh, y los tres sintieron una profunda lástima de no poder ir con él en la siguiente región.


    —No se preocupen, amigos —les tranquilizó su entrenador—, les prometo que llegará su turno, y cuando sea, ustedes serán mis ayudantes… todos sus demás compañeros les tendrán más respeto también, se los prometo.


    Algo más calmados, Rainbow transportó a Sneasel calmadamente, y por último procedió a despedirse de Togepi. Mientras lo veía desvanecerse lentamente en el aire, Rainbow sintió una profunda tristeza por dentro, a pesar de que el pokémon le sonreía dándole ánimos desde adentro de la ball, y cuando por fin hubo desaparecido, Rainbow no pudo evitar llorar profundamente, ahogando el sonido con sus manos, ya que sentía que de ese modo se separaba un poco más de Aurora, la chica que había tenido a ese pokémon en sus brazos antes de nacer, y por consiguiente era también una parte de ella.



    La segunda alarma había sonado, los pasajeros aún seguían instalándose en sus camarotes, pero el tiempo para que el barco estuviera listo se acortaba. Intentando calmarse, Rainbow se había apoyado en el barandal de estribor de la popa, bajo la cual se encontraba el muelle de concreto, y se quedó observando a la gente de abajo por un rato. Al no poder dejar su mente por completo tranquila, intentó calmarse cerrando los ojos.


    —¡Rainbow! —gritó una jovial voz conocida.


    Sorprendido por aquella voz, Rainbow bajó la mirada hacia el muelle, a unos cinco metros de altura, y sonrió de alegría al ver que ahí su querida Aurora lo saludaba jovialmente.


    —O debería decir… Ruinboy —añadió coquetamente.


    —¿Cómo me encontraste? —fue la única pregunta que logró salir de él.


    —El profesor Oak me dijo que partías de ciudad Olivo —contestó alegremente—, así que supe que debías de tomar este barco.


    Ambos estaban felices de poder verse el uno al otro, pero aquella distancia de cinco metros de altura parecía distanciarlos tanto, ya que estaban inconscientemente acostumbrados a recibirse con un abrazo, pero ese abrazo quedó reprimido en ese momento, provocando un enorme sentimiento de vacío que se les hizo insoportable a los dos. Sin embargo, ninguno de los dos hizo nada para remediar eso, ni Rainbow descendió, ni Aurora subió con su Fearow, sino que ambos reprimieron sus sentimientos mucho más fuertemente que de costumbre, pese al dolor que les provocaba.


    —Sólo vine a desearte suerte —continuó Aurora jovialmente.


    —¿Crees que iras a Hoenn algún día? —preguntó Rainbow fingiendo desinterés.


    —Tal vez, pero por el momento tengo muchos asuntos aquí en Johto —contestó Aurora—… ¡Ah! Por cierto, quiero darte algo…


    Dicho eso, sacó de su mochila una pequeña radio, y con fuerza se la lanzó al chico, quien la atrapó en el aire.


    —¿Una radio, para qué? —preguntó extrañado.


    —De esa manera podrás escuchar noticias de todo el mundo —contestó Aurora—, supuse que te sería útil.


    Rainbow miró el regalo feliz, y lo guardó en su mochila.


    —Muchas gracias, Aurora —contestó amablemente.


    Un silencio incómodo surgió entre los dos por un momento, y sólo se miraron con una sonrisa. En ese momento, la tercera alarma sonó, y por el altavoz indicaron que el barco estaba a punto de zarpar.


    —Pues ya nos veremos entonces —dijo Rainbow al fin.


    —Sí… nos vemos, entrenador definitivo —respondió la chica manteniendo su sonrisa infantil.


    Unos momentos después el barco comenzó a moverse lentamente, y entonces comenzó a alejarse, separando cada vez más al chico en el barco y a la chica en el muelle. Rainbow se movió por el barandal para poder verla un poco más, y conforme más avanzaba el barco, más la tristeza les invadía. Aurora recorrió el muelle mientras el barco seguía, y con pequeñas lágrimas esforzándose por contener continuó hasta que se le acabó el muelle y comenzó el mar. En ese momento el barco salió del puerto, y Rainbow se situó al final de la popa, sin dejar de sonreírle a Aurora conteniendo las lágrimas.


    —¡Adiós, Aurora! —se despidió gritando alegremente con la mano, aunque en su interior estaba a punto de llorar.


    —¡Adiós, Rainbow! —se despidió ella del mismo modo.


    Y la distancia entre ellos crecía y crecía. A pesar de que ya se habían separado varias veces, en esa ocasión sabían que de haber un reencuentro éste tomaría un tiempo mucho más largo para que se diera, pero ellos también sabían que más que una distancia física, se trataba del surgimiento de una distancia emocional, la cual ellos mismos habían favorecido con sus decisiones, y en el fondo se lamentaban que todo tuviera que resultar así, pero convenciéndose también de que era lo mejor para los dos, y que si podían soportar eso otra vez, todo iría mejor en el futuro.


    Aurora observó el barco alejarse cada vez más y más, hasta que no pudo ver más a Rainbow en la popa. Bajando la mirada con tristeza, dejó caer unas lágrimas al mar que se extendía a sus pies sobre el muelle.


    —Rainbow, te amo —dijo en voz baja, intentando sonar lo menos cursi posible.




    El entrenador definitivo también observó el puerto que se alejaba mucho tiempo, hasta que prácticamente la tierra fue tragada por el mar en el horizonte. Permaneció en ese lugar horas después de eso, razonándolo todo e intentando calmarse. Los pensamientos se juntaron como un torbellino en su mente, desde el sueño que tuvo ese día al despertar, a lo que había hablado con los profesores, la despedida con sus amigos, y encima de todo la despedida de Aurora. Rainbow no sabía cómo manejar tantas cosas al mismo tiempo.


    —Tengo que controlarme —se dijo a sí mismo mientras se quitaba la gorra de la cabeza al sentir que le apretaba—, esto no es nada del otro mundo… todo es cuestión de tiempo, volveremos a encontrarnos y todo será como antes… ¿qué opinan? —preguntó.


    Mas entonces vio que su cinturón de X estaba vacío, en donde hasta hace unas horas había muchas pokéballs ahora sólo había espacios vacíos, pequeñas bases circulares en cuyo nicho se colocaban las balls era lo único que quedaba. En ese momento Rainbow se dio cuenta de que era la primera vez en mucho tiempo que se encontraba sólo. Desde que había recibido su primer pokémon en pueblo paleta siempre había tenido compañía a su lado, y aunque sabía que no iba a estar sólo por mucho tiempo, no pudo evitar que la soledad lo invadiera en aquel momento.


    Nerviosamente pasó la mano por los espacios anteriormente ocupados por sus compañeros en su cinturón, y luchó por no sentirse sólo en el mundo, sobre todo después de haberse alejado voluntariamente de todos los que quería.


    Caída la noche, la luna y las estrellas iluminaron todo el océano, el mar destellaba los reflejos de la luna acompañado del suave compás de las olas movidas por el viento en un hermoso espectáculo de tranquilidad natural, la mayoría de los pasajeros ya se había retirado a dormir, y la cubierta estaba vacía. Pero Rainbow seguía en el mismo lugar, pesadamente recostado sobre el barandal con los brazos colgando, casi a punto de dormirse a causa de la agitación que estaba inundando su mente, sintiendo como el mar mecía arrulladoramente el barco, y el viento fresco agitaba su largo cabello negro, que suavemente caía sobre su rostro.


    En ese momento un ligero resplandor lo sobresaltó, y al darse cuenta, frente a él, volando sobre el mar, estaba un pequeño pokémon de color verde y aspecto dulce. Por un momento se sorprendió, pero luego, Rainbow sonrió amigablemente.


    —¡Celebi! —exclamó contento— Cuándo tiempo ha pasado… hace tiempo fui a verte a tu santuario en el Encinar… ¿por qué no apareciste? —preguntó fingiendo reprocharlo.


    El pokémon le contestó que había estado ocupado en otro tiempo, donde era más necesaria su presencia. Luego de unos minutos, Celebi se despidió de él, y desapareció tras otro breve resplandor de luz, viajando en el tiempo a una época desconocida.


    La visita de ese pokémon animó un poco a Rainbow mientras duró, pero de nuevo estaba sólo como antes, sintiendo el vacío de su cinturón como un vacío en su corazón.


    —Todo saldrá bien, después de todo… aún queda mucha aventura por delante —dijo tratando de ocultar su tristeza.


    Fin de Johto.


    Continuará... en Hoenn.


    Muchísimas gracias por leer este humilde fic, espero que me hagan el honor de seguirme acompañando en esta aventura.

    Nota importante: Necesito que me respondan una pregunta, ¿Debo seguir poniendo citas al comienzo de cada capítulo? Estoy pensando que debería dejar de hacerlo, pero quisiera su opinión.
     
  7.  
    MrJake

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    Por mí sigue poniendo esas citas, es bastante curioso y a mí me gusta.

    Bueno, otra región se acaba. Debo decir que, en los videojuegos, Johto es la región que menos me gusta, pero tú has conseguido que realmente me encariñe con estas tierras. Y ahora comenzará Hoenn… Zafiro fue el primer juego de pokémon que jugué; sé que esta región me va a encantar, pero bueno, está claro que no decepcionarás; nunca lo haces, y Rainbow tampoco.

    Realmente he de reconocer que dudaba que la batalla contra Mask of Ice fuese tan épica como aquella con el alto mando de Kanto. Pero también he de reconocer que me equivocaba, ¡guao! Menuda batalla, fue espectacular.

    En fin, que no tengo mucho más que decir. Que estoy encantado de haberte seguido por estas dos regiones, que espero que las aventuras de Aurora por Johto sean tan buenas como las de Kanto, y que ¡ando deseando que empiece Hoenn! Ya te dije que tengo una idea de qué pokémon atrapará… y me muero por saber si acierto.

    Así pues… nos vemos en un universo paralelo (EPIC PLAGIO xD)

    Un saludo, GL.
     
  8.  
    Lelouch

    Lelouch Rey del colmillo

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    Hola, bueno, llevo siguiendo a Rainbow desde el capítulo diez más o menos, pero no soy mucho de los que comentan ya que por lo general no tengo mucho tiempo, pero desde que quitaron los me gusta he intentado comentar más.

    Este capítulo ha sido bastante emocionante, además de mostrar que siempre es triste despedirte de tus amigos y seres queridos con los que tienes un lazo importante, aunque lo que siempre me ha parecido algo exagerado son las reacciones de Rainbow, que si bien conoce a Aurora desde hace tiempo la verdad siempre me parece que su llanto es algo...forzado, pues para mi es una reacción demasiado fuerte, la tristeza esta bien, pero no se, que últimamente termine siempre llorando no me termina de agradar, aunque claro esta es solo mi opinión, pero creo que todavía puedes mejorar un poco en ese aspecto, por lo demás, impecable.

    Y a lo que respecta a las citas, yo no tengo problema con ellas siempre y cuando sean como las primeras de Kanto, estás últimas de Jotho, simples y que encajan en cualquier contexto, además de contener un mensaje, si bien no muy profundo, si uno que te hace preguntarte en que parte del escrito lo dice, además de ser algo filosoficas; a dferencia de algunas que escribiste a mediados de Kanto o Jotho, que, a falta de un comparativo más preciso era como si pusieras: "creo que tomaré un baño" Rainbow. Ya te digo, cosas como "No necesito cambiar", "Rendirse es jugar sucio en la vida", "No lo niego, soy arrogante, presumido e insoportable, pero soy el entrenador definitivo", entre otras más te hacen preguntarte a que se debe, ¿porque lo dijo?, y la intriga se mantiene expectante hasta que se es revelado en el capitulo, a diferencia de otras citas, a las que no les hayo mucho sentido o a las que considero poco relevantes.
    Igual espero con ansias Hoen, pues igual que GL mi primer PK fue zafiro, aunque a mi si me gusta jugar la versión Gold.

    Saludos.
     
  9.  
    xpokemaster

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    Bueno primero no sabía que esperar a la liga cuando luego lo vi y me sentí bastante tonto de no pensarlo, aunque la verdad no me puse tanto tiempo a pensarlo jajaja. Estuvieron bien las peleas de la liga algo más apegadas pero uno sabía que Rainbow iba a ganar al no darlo todo, cambiar los stats no fue sorpresivo por que ya se esperaba ello por lo que se pudo hacer en Kanto. Sin embargo apenas era el preludio de un Fortissimo, excelente pelea (aunque muy OP todo el momento) dada por Rainbow y Mask of Ice; cabe agregar que, como siempre, le añades más cosas a la niñez de Rainbow lo cual lo hace ver un poco raro sin embargo es más que aceptable debido a que no se ha contado todo y ello. Al final se sabía más que nunca que se les iba a cambiar el tipo e iban a utilizar algo de fuego para terminarlo todo. Al fin se pudo mejorar la técnica definitiva que llevó al sacrificio de una persona. Me pregunto que deparará en la conciencia de Rainbow con el asesinato de alguien, me pregunto que otros recursos que nunca se vieron en el manga y utilizaron en los videojuegos aparecerán en la saga de Rainbow, eso de las combinaciones me suena de algo mmmm, bueno a parte Rainbow va siguiendo su camino, todo bien como se esperaba, solo una línea continua. Aurora me empieza a parecer cada vez más un Rainbow con peluca de mujer y ya, cada vez tiene menos personalidad propia al compararla todo el tiempo con Rainbow, sus momentos son raros y toscos en muchos casos pero bueno son niños y normalmente tienen la personalidad de lo que más cerca está, espero que al estar lejos se arregle esto. Como los momentos que llora Rainbow siempre son... peculiares, podría mejor explotarse este hecho en lugar de tratar de corregirse, sí que se usen para ver como no puede desarrollar bien su tristeza, sus emociones, como se va distanciando de la realidad de otros por la suya dando lugar al autismo y al asperger. Lo cual queda con su creciente doble personalidad con la que tuvo malos sueños en este último capítulo. Espero la saga de Hoenn y que salga mucho mejor, están bien las zonas de historia que no se esperaba tanto, sin embargo se necesita algo un poco principal, llegamos a ver ello en Kanto pero en Johto quedaron algo raras algunas partes.
    Las citas, síguelas, algunas sí dan intriga y son buenas, tampoco es la gran cosa ver una mala.
     
  10.  
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    Bueno primero no sabía que esperar a la liga cuando luego lo vi y me sentí bastante tonto de no pensarlo, aunque la verdad no me puse tanto tiempo a pensarlo jajaja. Estuvieron bien las peleas de la liga algo más apegadas pero uno sabía que Rainbow iba a ganar al no darlo todo, cambiar los stats no fue sorpresivo por que ya se esperaba ello por lo que se pudo hacer en Kanto. Sin embargo apenas era el preludio de un Fortissimo, excelente pelea (aunque muy OP todo el momento) dada por Rainbow y Mask of Ice; cabe agregar que, como siempre, le añades más cosas a la niñez de Rainbow lo cual lo hace ver un poco raro sin embargo es más que aceptable debido a que no se ha contado todo y ello. Al final se sabía más que nunca que se les iba a cambiar el tipo e iban a utilizar algo de fuego para terminarlo todo. Al fin se pudo mejorar la técnica definitiva que llevó al sacrificio de una persona. Me pregunto que deparará en la conciencia de Rainbow con el asesinato de alguien, me pregunto que otros recursos que nunca se vieron en el manga y utilizaron en los videojuegos aparecerán en la saga de Rainbow, eso de las combinaciones me suena de algo mmmm, bueno a parte Rainbow va siguiendo su camino, todo bien como se esperaba, solo una línea continua. Aurora me empieza a parecer cada vez más un Rainbow con peluca de mujer y ya, cada vez tiene menos personalidad propia al compararla todo el tiempo con Rainbow, sus momentos son raros y toscos en muchos casos pero bueno son niños y normalmente tienen la personalidad de lo que más cerca está, espero que al estar lejos se arregle esto. Como los momentos que llora Rainbow siempre son... peculiares, podría mejor explotarse este hecho en lugar de tratar de corregirse, sí que se usen para ver como no puede desarrollar bien su tristeza, sus emociones, como se va distanciando de la realidad de otros por la suya dando lugar al autismo y al asperger. Lo cual queda con su creciente doble personalidad con la que tuvo malos sueños en este último capítulo. Espero la saga de Hoenn y que salga mucho mejor, están bien las zonas de historia que no se esperaba tanto, sin embargo se necesita algo un poco principal, llegamos a ver ello en Kanto pero en Johto quedaron algo raras algunas partes.
    Las citas, síguelas, algunas sí dan intriga y son buenas, tampoco es la gran cosa ver una mala.
     
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    xpokemaster

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    Bueno primero no sabía que esperar a la liga cuando luego lo vi y me sentí bastante tonto de no pensarlo, aunque la verdad no me puse tanto tiempo a pensarlo jajaja. Estuvieron bien las peleas de la liga algo más apegadas pero uno sabía que Rainbow iba a ganar al no darlo todo, cambiar los stats no fue sorpresivo por que ya se esperaba ello por lo que se pudo hacer en Kanto. Sin embargo apenas era el preludio de un Fortissimo, excelente pelea (aunque muy OP todo el momento) dada por Rainbow y Mask of Ice; cabe agregar que, como siempre, le añades más cosas a la niñez de Rainbow lo cual lo hace ver un poco raro sin embargo es más que aceptable debido a que no se ha contado todo y ello. Al final se sabía más que nunca que se les iba a cambiar el tipo e iban a utilizar algo de fuego para terminarlo todo. Al fin se pudo mejorar la técnica definitiva que llevó al sacrificio de una persona. Me pregunto que deparará en la conciencia de Rainbow con el asesinato de alguien, me pregunto que otros recursos que nunca se vieron en el manga y utilizaron en los videojuegos aparecerán en la saga de Rainbow, eso de las combinaciones me suena de algo mmmm, bueno a parte Rainbow va siguiendo su camino, todo bien como se esperaba, solo una línea continua. Aurora me empieza a parecer cada vez más un Rainbow con peluca de mujer y ya, cada vez tiene menos personalidad propia al compararla todo el tiempo con Rainbow, sus momentos son raros y toscos en muchos casos pero bueno son niños y normalmente tienen la personalidad de lo que más cerca está, espero que al estar lejos se arregle esto. Como los momentos que llora Rainbow siempre son... peculiares, podría mejor explotarse este hecho en lugar de tratar de corregirse, sí que se usen para ver como no puede desarrollar bien su tristeza, sus emociones, como se va distanciando de la realidad de otros por la suya dando lugar al autismo y al asperger. Lo cual queda con su creciente doble personalidad con la que tuvo malos sueños en este último capítulo. Espero la saga de Hoenn y que salga mucho mejor, están bien las zonas de historia que no se esperaba tanto, sin embargo se necesita algo un poco principal, llegamos a ver ello en Kanto pero en Johto quedaron algo raras algunas partes.
    Las citas, síguelas, algunas sí dan intriga y son buenas, tampoco es la gran cosa ver una mala.
     
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