Long-fic Pokémon Mundo Misterioso: Tales of Hunters

J.Nathan Spears : Sí...dominación mundial, claro[?????]

Bueno, hoy es viernes así que significa nuevo capítulo, espero que les guste y a ver que es lo que le espera a Firo y Cia.

Capítulo 10: Pokémon Dominante

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La oscura caverna poco a poco se iba haciendo más intimidante y los únicos brillos que habían eran de la cola del Charmeleon y de la varilla de la Braixen que iluminaban un pequeño sector de un cálido anaranjado.

Frente a los ígneos se encontraba olfateando el camino un Pokémon mamífero de aspecto similar a una hiena de pelaje gris y una melena negra al igual que sus patas, nariz y unas marcas parecidas a colmillos bajo sus ojos, ojos blanquecinos que mostraban una situación de ceguera en estos.

― ¿Estás seguro de que tu Mightyena podra ayudarnos? ―Preguntó Nari con cierta curiosidad

―Claro que sí, Vakuum será ciego pero tiene el mejor olfato de todos, igual que su audición

―Tengo en mi memoria el olor de todos los miembros del Flare Heart, es más, llevamos quizás cinco minutos caminando pero me bastaron unos cuarenta segundos para saber que Nari es una Braixen de alrededor la misma edad que Firo

Las palabras del Mightyena bastaron para que la vulpina se pusiera roja al saber que prácticamente su intimidad podía ser revelada solamente por como huele.

―Debemos encontrar a ese Grovyle rápido, si lo trajeron acá no es por algo bueno―Comentó el rojizo

―Llevamos caminando alrededor de quince minutos, esta cueva es eterna―Dijo la zorra ígnea

De pronto el Mightyena detuvo su caminata y alejó su nariz de suelo, moviendo sus orejas como si de un radar se tratase.

― ¿Ocurre algo? ―Preguntó el Charmeleon

―Escuché algo, se acerca a gran velocidad ¡Desde el piso!

Un temblor aniquiló todo el silencio del lugar. Desde el suelo como la hiena lo había dicho algo salió, una gran pared de piedra en conjunto de diversos pilares que separaron al varano de la vulpina y el siniestro.

Rápidamente el ígneo comenzó a golpear la sólida roca incendiando sus puños o inundando sus garras de energía dracónica pero ningún golpe daba siquiera una grieta en esta.

― ¡Nari! ¡Vakuum!

― ¡Firo! ¡Estamos bien! ―Exclamó la amarilla desde el otro lado de la pared

― ¡El terreno cambio con ese temblor pero detecté algo del olor de Leif con el movimiento!

―Nosotros iremos a por Leif, tu trata de buscar algún camino para unirtenos

Nuevamente el silencio se apoderó del lugar, el rojizo no respondía lo que preocupó a los dos mamíferos.

― ¿Firo? ―Preguntó la vulpina

― Creo que me tardare un poco, me acabo de encontrar con algo interesante―Dijo la voz del Charmeleon quien se notaba preocupado a través de la roca

― ¿Q-Qué ocurre? ―Preguntaba Nari apoyándose sobre la piedra

― Hay un Pokémon en ese lugar, no lo detecté, su olor es similar al de la cueva, se camufló demasiado bien

― ¿Un Pokémon? ¡¿No serán esos rufianes?!

―No lo se, pero si lo son, Firo tiene su Pokeball con él, debemos apresurarnos y encontrar a Leif ¿Quien sabe que le pueden estar haciendo?

Apurando la marcha ambos mamíferos fueron por el camino recién creado dejando atrás al reptil quien por su lado se encontraba algo desconcertado al ver a un gigantesco pachycephalosaurus frente a él.

Se notaba furioso, se notaba agresivo y sobre todo se notaba lastimado. Firo no sabía que hacer, el presunto responsable de haberlos separado se encontraba en frente y no podía decir si era un enemigo o un simple Pokémon salvaje, lo único que sabía es que cualquier movimiento irresponsable podía ser el último.

Sin aviso el Rampardos se abalanzó sobre el Charmeleon usando su cabeza como un ariete. Con dificultad el rojo logró esquivar el golpe, uno tan destructivo que hizo añicos la pared de piedra como si de un vaso de vidrio se tratase.

Tras el golpe, el tipo fuego trató de aprovechar para escapar pero un rugido del tipo roca provocó que una nueva pared se creará, una que parecía mucho más gruesa que la anterior.

― ¿Pero qué demonios? Creo que voy a tener que sacar a algún Pokémon, Taro sería buena opción, quizás Vydra o Jadar―Se decía Firo a sí mismo mientras sacaba su Pokeball

Antes de que pudiera hacer algo Firo tuvo que esquivar cuatro disparos de energía de color violácea provenientes del cuerpo del dinosaurio los cuales hicieron que el varano soltara la esfera la cual por error liberó a uno de los miembros del Flare Heart.

El Pokémon materializado para la mala fortuna del Charmeleon no eran nadie más que Itachi, el Zangoose que tanto lo detestaba y que era capaz de tirar el orgullo de su especie a la basura para no contentar a su cazador.

―De todos… ¡Tenías que ser tú! ―Reclamó el reptil rojo

―No creas que me agrada ver tu horrible cara ya dos veces en un día

―Bien, no importa, de todas formas ahora tenemos que salir de aquí

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Nari iba junto a Vakuum corriendo por los pasadizos de la caverna. El olfato de la hiena logró llegar hasta una cámara del lugar donde ambos mamíferos gracias al brillo emitido por la vara de la vulpina, lograron dar con un muy mal herido Leif quien se encontraba amarrado y con diversos golpes en su cuerpo.

― ¡Leif! ―Exclamó la ígnea amarilla mientras corría hacia el lastimado

―...no se acer...no se...―Murmuraba el geco quien apenas podía levantar unos milímetros su cabeza

Un crujido alertó al Mightyena quien se pusó en posición defensiva al instante mientras el Grovyle trataba nuevamente de escupir palabras a un volumen entendible.

― ¡NO SE ACERQUEN! ―Gritó Leif soltando algunos escupitajos de sangre con su oración

― ¡Nari cuida...―Trató de alertar Vakuum antes de ser interrumpido por un fuerte crujido en la tierra

Del piso salió violentamente el Emboar quien agarró del cuello a la hiena y como si de una pelota se tratase, lo arrojó estampando su cuerpo en una pared y dejándolo al instante fuera de combate.

― ¡Vakuum! ―Exclamó la Braixen

― N-Nari… ¿D-Donde está Firo? ―Preguntó el verde quien lucía muy desgastado después de ese vozarrón

―Ya viene, pero ¿Quién diablos es él?

―Este tipo es peligroso, d-déjame aquí y corre, llévate a Vakuum

―Venimos por tí, ni creas que te dejare ¡Ve Qiang! ―Exclamó la vulpina dejando por un momento al geco para lanzar su esfera

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Con furia el pachycephalosaurus atacaba, usaba los disparos de energía arcaica para atacar desde lejos y cabezazos al momento que los dos Pokémon rivales se le acercaban.

A pesar de no querer pelear “por su cazador”, Itachi lamentablemente sabía que si Firo era derrotado, la tendría muy difícil para él sólo escapar, por lo que tenía que cooperar con el odiado Charmeleon para poder ganar.

―Es demasiado fuerte y además es un Pokémon silvestre...este es un problema serio―Comentaba el huron sin moverse ni un solo centímetro para no permitir otro ataque

―Menos mal alguien se dio cuenta ¡Espera! Tenía que ser aquel Pokémon que me hace la vida imposible

―Entonces guardame en esa prisión que tienes y llama al idiota de ese Garchomp

―Lo haría, con gusto lo haría ¡Si ese Rampardos no estuviera con la Pokeball entre sus piernas!

― ¡Entonces deja de llorar y pelea! ¡Bola sombra!

Acumulando energía espectral en una compacta esfera, el Zangoose la disparó de su boca como si fuera una bala la cual impactó en la cara del rocoso provocando una explosión que lo hizo retroceder unos cuantos centímetros.

Aprovechando que el rival había quedado sin visión por unos momentos, el reptil rojo se inundó en llamas para golpear repetidamente con embestidas ígneas antes de ser contraatacado por un fuerte golpe de la cola del pachycephalosaurus.

―Maldición, es demasiado fuerte, no vamos a salir de aquí nunca―Se quejaba el rojizo

Con un fuerte rugido, el Rampardos cargó en contra de Itachi iluminando su yelmo con un intenso color ámbar que daba la apariencia de que se tratase de un meteorito. Sin poder responder, el impacto terminó en todo el pecho del hurón quien terminó estampado en una de las paredes la cual al instante se agrietó de el suelo al techo.

― ¡Itachi!

―N-No te hagas el preocupado...primero hay, hay q-que derrotarlo―Decía el tipo normal con dificultad mientras escupía algo de sangre

―Debo apurarme, tengo que encontrar a Nari y a Leif…―Se decía para sí mismo el lagarto

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Volando producto de un golpe se encontraba Kiriha, quien al ser sacado de batalla de manera brusca, se llevó consigo algunas estalagmitas antes de caer al suelo. Por su lado, Qiang forcejeaba ocupando ambos brazos y toda su fuerza bruta contra el Emboar quien si bien ponía algo de músculo, no se le notaba realmente comprometido con el empuje.

Soltandose rápidamente del panda, el jabalí aprovechó la oportunidad conectando dos palmeadas en el pecho del úrsido dejándolo sin respiración alguna, indefenso y derrotado por un puñetazo en la garganta que lo elevó casi su altura en el aire para caer al igual que su compañero simio.

― ¡Qiang! ¡Kiriha! ―Exclamó la sorprendida vulpina

―Niña, debo admitir que fue inteligente enviar un Pokémon de fuerza bruta y uno de golpes rápidos en contra mía, lamentablemente eran muy débiles―Comentó el porcino mientras se acomodaba su hombro derecho con un leve masaje

― ¡¿Q-Quién demonios eres?!

―Verdad que solo me presenté con tu amigo. Me llamo Barukan, soy un simple bandido que está en búsqueda del tesoro de esta cueva

― ¿T-Tesoro?

―Por cierto te escuché decir que otro Pokémon venía y a momentos escucho temblores, creo que tu otro acompañante se encontró con el Pokémon dominante de este lugar

― ¿Pokémon dominante? ¿De qué me estás hablando? ―Preguntaba la Braixen colocándose en posición de ataque por cualquier movimiento sospechoso

―Es simple,un Pokémon más grande de lo normal y mucho más fuerte que se encarga de proteger lo que se encuentra en este lugar, lamentablemente en estos momentos se encuentra totalmente lastimado y fuera de control por lo que dudo que tu amigo vuelva con vida―Dijo el Emboar con una maliciosa sonrisa en su cara

―No es cierto―Respondió el geco con la mirada hacia abajo―Firo volverá, solo me llevó unos días para ver lo testarudo, lo terco, idiota pero sobre todo imparable que es―Decía el lastimado Grovyle quien desafiante miraba al gran ígneo

―Así que sigues consciente, vaya que eres duro de noquear, ahora si tanto confían en su amigo veamos como los encontrara a ustedes dos ¡Machada! ―Anunció el tipo lucha mientras se cargaba contra la amarilla

― ¡Psicorrayo! ―Gritó Nari

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De un mar de llamas salía el Rampardos furioso, con un estruendoso rugido disipó las llamas para luego dar un gran pisotón el cual generó que diversas rocas afiladas comenzarán a salir del suelo bloqueando los movimientos del Charmeleon y del Zangoose.

―Voy a atacar una vez más, creo que ya descubrí cual es su punto débil―Comentó Itachi quien se puso en posición ofensiva apenas terminó su oración

―Detente, creo que ya peleamos mucho―Ordenó Firo quien presentaba diversos golpes y cortes en su cuerpo además de un notorio cansancio

― ¿Qué tontería estás diciendo ahora?

―No me había dado cuenta, pero este Rampardos ya venía lastimado de una batalla, probablemente está cuidando algo o a sus crías, si vamos a pelear no pelearemos para derrotarlo, lo haremos para calmarlo

―Así que la fórmula cambia a agotar sus energías

―Cambia a agotarlo y por sobre todo, que no nos toque

―Debo admitir que a veces tienen sentido tus palabras, pero no creas que esto significa que me caes bien―Comentó Itachi dibujando una pequeña sonrisa en su rostro sin mirar a su cazador

―Lo mismo digo―Dijo Firo haciendo lo mismo que su Pokémon

Lanzando otro rugido, uno que sonó muchísimo más bestial que el anterior, el dinosaurio nuevamente se iluminó de color ámbar especialmente su cráneo, impulsandose como un fugaz cometa en dirección a los dos Pokémon rivales, quienes poniéndose en posición defensiva esperaban el inminente impacto del rocoso.

― ¡Garra brutal! ―Vociferó el hurón

― ¡Puño fuego! ―Exclamó el varano

Como si de unos kamikazes se tratase, ambos miembros del Flare Heart saltaron hacia el pachycephalosaurus. El tipo normal iluminando sus garras con un aura blanquecina que tiraba alguna estática y el tipo fuego incendiando su puño con un fuego de grandes temperaturas. La colisión de los tres ataques se dio provocando una fuerte explosión que retumbó la cueva desde todos sus puntos con un desenlace que hasta podría acabar mal para el cazador.

 

J.Nathan Spears : Lo tomaré en cuenta, de hecho lo tomé en cuenta para revisar este capítulo xD, por otro lado, el Mightyena es de Firo, no de Nari, de hecho ella se sorprende al inicio del capítulo porque Vakum es ciego y bueno, en esta historia va a haber de todo en cuanto a los Pokés, los que tienen más protagonismo dentro de la franquicia, los que son a veces echados a un lado etc.

Capítulo 11: Tabla Pétrea

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Una explosión sacudió aquella cámara. Disparados, el Rampardos, el Zangoose y el Charmeleon se separaron para recuperar nuevamente el aliento, se les notaba agotados, heridos y adoloridos, especialmente el tipo roca quien ya había tenido una pelea anteriormente la cual lamentablemente había perdido.

― ¿Qué es lo que protege? ―Preguntó Firo con signos de confusión

―Dudo que sean sus crías, si así lo fuera no habríamos tenido oportunidad alguna de siquiera darle un pequeño golpe

―Entonces debe ser una especie de tesoro. Maldición, ese es trabajo de un explorador, no de un cazador

Analizando el lugar y aprovechando que el prehistórico ser tampoco se recuperaba, el hurón comenzó a ver si eso que tanto protegía el rival se encontraba en el terreno. No veía nada fuera de lo común salvo por cierto objeto que se encontraba justamente a espaldas del dinosaurio.

Como si de un niño asustado se tratase, en medio de la sólida pared estaba tiritando una extraña placa de color arena que al parecer reaccionaba ante los estímulos de los presentes y era la que de alguna u otra forma ordenaba al Rampardos a actuar salvajemente.

―Mira fijamente esa cosa, debe ser lo que esa bestia está cuidando―Dijo el tipo normal

― ¿Pero porque la cuida? ¿De que la está intentando proteger?

―Creo que encontraremos la respuesta si logro sacar esa tabla de ahí ¡Haz algo útil y cúbreme! ―Ordenó Itachi antes de ponerse a correr en dirección a la agrietada pared

― ¡Itachi espera!

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El Emboar esquivaba con gran agilidad los disparos que la Braixen le mandaba desde su varilla. A pesar de su voluminoso cuerpo, ningún rayo le había alcanzado y sus poderosos y violentos golpes obligaban a la amarilla a tomar mucha distancia.

“¿Este tipo no se cansa? Si sigo atacando sin golpear pronto mis energías se irán y aprovechara de pulverizarme de un solo golpe” ―Pensaba Nari ya algo agotada por el combate

―Veo que tienes una buena velocidad, aunque veamos si puedes esquivar esto, ¡Sofoco! ―Anuncio el porcino con una tremenda violencia

Lanzando un increíble rugido que parecía provenir de un monstruo, Barukan comenzó a incendiarse a sí mismo con llamas que albergaban una espeluznante temperatura. Ya totalmente envuelto en el fuego, lo lanzó como un continuo disparo que derretía un poco la roca del suelo quedando un surco rojo en el piso.

Nari saltó hacia el lado derecho esquivando por poco el potente rayo calórico, estaba confiada pues el poderoso ataque fuego no la alcanzó, lamentablemente esa confianza acabó a los segundos pues se dio cuenta que aquella técnica no iba para ella, si no hacia Leif quien por la batalla aún se encontraba herido y amarrado.

Rápidamente la Braixen corrió para interceptar el ataque, lanzando psicorrayos desde su vara los cuales no lograban disipar el sofoco por lo que tuvo que utilizar su última opción. Envolviendo su cuerpo en llamas las cuales iniciaron desde sus patas, la vulpina aumentó su velocidad logrando colocarse entre el potente disparo y el geco, tomando de lleno todo el calor y fuego enviado por el brutal Emboar.

― ¡N-Nari! ―Exclamó el Grovyle al ver como la ígnea caía derrotada en el suelo

―Solo está debilitada, al ser del tipo fuego ese ataque no la iba a matar, niña tonta, si no se interponía pudo haber aprovechado para atacarme mientras no podía moverme―Comentaba el jabalí sin prestar mucha atención a la zorra de fuego

―N-No creas q-que me v-vencistes, y-yo aún, aún puedo luchar―Murmuraba Nari quien con dificultad se trataba de poner de pie

―Vamos, tus Pokémon no me hicieron nada, tu menos, ¿como crees que me vencerás en ese estado ?, hazme un favor y ¡quedate inconsciente en el suelo! ―Gritó el tipo lucha dándole una patada en el rostro a la ígnea

Barukan quedó un poco sorprendido al sentir un pinchazo en su pierna, giró su cabeza y vio como desesperada, la Braixen mordía y arañaba esta como si de un Pokémon silvestre se tratase.

―Vamos, ten un poco de dignidad contigo misma, ¡No ves que es inútil!―Vociferó el jabalí mientras agitaba su pierna y golpeaba con uno de sus puños la cabeza de la vulpina

La rabia e impotencia se habían apoderado de Nari, y aún con un corte que tenía su cabeza, ella no soltaba la pierna de Barukan y hasta trataba de presionar más fuerte para lograr hacer algo más de daño.

―N-Nari…―Balbuceaba el lastimado geco

―No creas que tengo algo en contra de ustedes, solo que no quiero que nadie se entere que estuve aquí, ¡Así que muere! ―Cargando todo su puño, Barukan lo dirigió hacia la Braixen quien solo pudo cerrar los ojos esperando el golpe

Antes que el puño alcanzara la cabeza de la amarilla, el derrumbe de una de las paredes anunció la llegada del gran Rampardos quien como una bala impactó al enorme porcino estampando su cuerpo en otra de las paredes de la cámara de piedra.

Con un gran rugido de victoria, el pachycephalosaurus cubrió con su cuerpo a la molida ígnea quien asustada al verlo solo trató de tomar su varilla con desesperación.

―No te preocupes, no muerde pero si no eres buena con él quizás te muestre los dientes―Dijo la animada voz del Charmeleon

Detrás de la espalda del tipo roca alzaron su cabeza Firo e Itachi quienes se les notaba venían de una gran batalla. El varano saltó del gran reptil para ayudar a levantar a la vulpina quien cambio su cara de miedo por una de alegría y casi instantáneamente por una de enojo.

― ¡Eres un tonto! ¡Te esperé todo este tiempo y por poco me matan!―Reclamaba Nari mientras le daba débiles golpes al Charmeleon―Pero me alegro que estés bien―Dijo con un tono de satisfacción y alegría

―Oigan, s-si la parejita ya se reencontró ¡Podrian sacarme de aquí! ―Vociferó el Grovyle quien a pesar de su molestia también se encontraba contento por ver a su cazador en el lugar

―Por cierto, creo que Rampardos ya nos dejó libres, ¿Que haremos con esto?―Preguntó el Zangoose mientras mostraba la extraña tabla hacia sus compañeros

― ¿Qué es eso? ―Preguntó la amarilla

―Una extraña tabla que estaba temblando en nuestro combate con Rampardos, Itachi trató de tomarla y cuando la alcanzó esta sola se salió de su puesto calmando así al grandulón de ahí

―E-Eso es la t-tabla pétrea, el tesoro de este lugar, por lo que vine a este basurero ¡Ustedes denme eso o lo mato en este momento! ―Amenazó un enfurecido Barukan cuyos ojos parecían ser los de un demonio más que los de un Pokémon

Sacando su cuerpo del muro de roca, el Emboar lanzó un bramido espeluznante para luego ir a por el grupo de Pokémon. El Rampardos rápidamente lo bloqueo con su cuerpo, ejerciendo una batalla de empuje de la cual lamentablemente comenzó a perder a los pocos segundos retrocediendo y rompiedo el suelo gracias a la presión que se le ejercía en sus piernas.

― ¡Sal de mi camino basura dominante! ¡No me ganaste en tu primera batalla y no lo harás ahora!

―Nari, saca a Leif y a Vakuum, con Itachi ayudaremos a Rampardos a vencer a ese sujeto

― ¡¿Estas loco?! ¡Con suerte pudieron hacerle algo de daño cuando aparecieron, están lastimados y además…

― ¡NARI! ¡Lárgate ahora! ¡Si peleas con ese corte en tu cabeza todo será peor! Llévate a mis Pokémon, yo voy a estar bien―Exclamó un enfurecido Firo quién ni por un segundo fijó su mirada en la Braixen

La canida se notaba sorprendida, los ojos del varano estaban llenos de furia, quizás por como el Emboar había lastimado a sus Pokémon, no, esos ojos de ira ella los había visto antes y sabía que si seguía así las cosas no terminarían para nada bien.

―Por favor cuidate―Pidió Nari antes de ir en búsqueda del geco

― ¡No lo creas mocosa! ¡Tú terminas acá! ―Exclamó Barukan quien violentamente empujó al dinosaurio hacia atrás para mandar su puño sobre la ígnea

― ¡Tus oponentes somos nosotros maldito cerdo! ―Con su puño cargado de fuego, Firo interceptó el golpe del jabalí aún sabiendo que perdería en cuanto a fuerza

―Vaya, así que un héroe―Bufó el molesto jabalí

―No es un héroe, es solo un idiota con problemas de ira ¡Garra brutal! ―Dijo Itachi mientras una desafiante sonrisa se dibujaba en su rostro

Con la punta de sus garras cargadas de energía, el Zangoose dio un fuerte golpe ocupando su brazo derecho, provocando un corte serio en la mejilla del porcino quien cayó al suelo después del ataque.

Antes de que pudiera levantarse, Barukan recibió otro violento cabezazo a la altura del tórax de parte del Rampardos, esto provocó que escupiera algo de sangre, seguido de eso, nuevamente un puñetazo y un arañazo de parte del varano y el hurón lograron que retrocediera y empezará a optar por una situación más defensiva.

―No puede ser, ¡Soy el gran Barukan! ¡La bestia ardiente! ¡Es imposible que un grupo de cazadores, sus Pokémon y un Rampardos de segunda me puedan detener!

Ante la violenta reacción del jabalí, la misteriosa tabla nuevamente comenzó a temblar, pero esta vez no con señales de terror, si no como si quisiera defender a sus poseedores provocando un fuerte sismo que comenzó a agrietar toda la cueva.

Pared tras pared iban cayendo, revelando el exterior, ya era de tarde y nadie se había percatado. El dinosaurio de azulado cráneo cubrió a sus antiguos oponentes y al igual que la Braixen quien junto a su Tauros recién liberado se llevaban a los heridos, salieron por una de las rupturas.

El Emboar gritaba furioso, trataba de escapar y cada paso que daba era una afilada roca que le impedía salir. Solo podía ver la cara de aquellos que lo arrinconaron y le resultaba ver enfermante el rostro del Charmeleon y el Zangoose quienes más relajados solo se despedían de este mostrandole la tabla como signo de burla. La caverna poco a poco se desmoronaba y una gran avalancha de rocas terminaron por sepultar a Barukan quien en su rabia y odio, poco a poco iba desapareciendo.

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Las heridas de Leif eran curadas por Ziel quien ya había hecho un exhaustivo trabajo con Cinna y algo menor con Vakuum, igual Nari y Firo recibieron un tratamiento mientras Itachi orgulloso como él mismo, se resignó a ser curado y volvió a la Pokeball a aislarse de los demás.

―Con esto deberías estar bien para mañana, los golpes que recibiste eran serios y no descartaria alguna fractura. Firo, es mejor que Leif pase mañana dentro de la Pokeball y cuando digo dentro significa que nada de peleas―Dijo la Gardevoir como si de un médico con licencia se tratase

―Sí como sea―Dijo el Charmeleon acompañado de un bostezo

― ¡Y me vas a traer lo que pida que estoy muy lastimado! ―Ordenó el geco quien ya estaba vendado en algunas partes

― ¡Callate o de verdad te voy a fracturar!

― ¡¿Que dijiste lagartija?!

― ¡¿A quién llamas lagartija! ¡Lagartija!

― ¡Callense los dos! ―Ordenó la psíquica quien con un rápido movimiento psíquico vendó las bocas de los reptiles

Con un suspiro la Braixen veía como ambos escamosos aún peleaban a pesar de no poder hablar, recordó cómo trató de vencer a Barukan incluso mordiendo y no podía evitar pensar que pasaría si Firo no hubiera llegado.

Por otro lado estaba el Rampardos quien fijó miraba hacia una montaña lejana ahora que su antiguo hogar había desaparecido junto con el peor atacante. Después de un rato sin despegar la mirada, giró su cabeza para acercarse hasta los cazadores para agradecerles con un leve gesto y retirarse corriendo a toda marcha desapareciendo entre el camino.

― No se llevó la tabla―Comentó Nari confundida

―Quizás pensó que su trabajo había terminado y decidió pasar la antorcha―Dijo Ziel mientras nuevamente disipaba con sus poderes una posible pelea de sus compañeros―Aunque a quienes se las pasó no sean los más indicados―Comentó girando su vista con una leve gota de sudor recorriendo su cabeza

Ambas femeninas se miraron y comenzaron a soltar una leve risa indicando que la tormenta había terminado, mientras los dos reptiles luchaban por soltarse de las vendas que los tenían aprisionados a más no poder.

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Entre los escombros de la cueva, ahora cubiertos por los anaranjados rayos del Sol, diversos Pokémon, miembros de la banda del Emboar sacaban roca tras roca buscando aunque fuera el cadáver de su líder. Llevaban alrededor de una hora haciendo eso y no querían que llegara la noche, hasta que de repente una roca salió volando revelando un puño que fue a los pocos segundos seguidos por el surgir de Barukan entre el desastre.

Su rostro furioso y las diversas heridas en su cuerpo mostraban que había perdido la batalla y eso lo tenía totalmente iracundo. Un valiente pero aterrado Scrafty se acercó a él pasándole la esfera de vidrio que usaba como comunicador, la tomó sin ver al atemorizado reptil y trató de entrar en contacto

―Acies al habla ¿Cuales son los resultados de la misión? ―Preguntó la misteriosa voz

―Aquí Barukan, informó que perdí la tabla pétrea así que no molestes, cambio y fuera―Ultimó el jabalí quien haciendo uso de su fuerza reventó la bola de cristal en miles de pedazos

― ¡J-Jefe! ¡¿No se lastimó?! ―Preguntaron varios de los Pokémon que lo acompañaban

―Juro que la próxima vez que vea a esos mocosos, ¡Los destruiré! Nadie, pero absolutamente nadie me humilla ―Vociferó Barukan mientras lanzaba amenazadoras llamas desde su cuello y boca

En un acantilado cercano, viendo la reacción del Emboar, se encontraba Kaeru junto con su equipo, todos expectantes a lo que el tipo fuego haría en ese minuto.

― ¿Será un cazador? ―Preguntó Kibo―Quizás sea fuerte aunque al parecer acaba de perder un combate

―Si es así, aprovechemos, se ve debilitado―Dijo un ansioso Bestoj quien ya mostraba los colmillos

―No, no luce como un cazador, pero contra sea lo que o con quien haya peleado de seguro era un oponente temible, bien equipo, en marcha, el torneo es dentro de poco y tenemos que hacernos más fuertes, especialmente si queremos derrotar a los doce ―Ordenó Kaeru empezando a caminar en el acto mientras daba la espalda a aquella cueva derrumbada.

 

Capítulo 12: Un nuevo rival

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― ¡IDIOTA! ¡¿Por qué de todos los cazadores que tiene Nova tenias que ser tú?! ―Vociferó un enfadado Houndoom

― ¡Oiga jefe! ¡Le juro que solo fue un malentendido! ―Se defendía Firo quien temeroso ante la actitud del doberman, se había colocado detrás de la Braixen

Ambos cazadores habían llegado la noche anterior a un pueblo algo concurrido hospedandose en el hospital para una revisión después del combate. Ya a la mañana siguiente decidieron ir a la comisaría encontrándose con una para nada grata sorpresa para el cazador del Flare Heart.

Quien le reclamaba era Hund, un Houndoom conocido como “El comandante demoníaco” dentro de la policía de Nova. Era un Pokémon muy apegado a las reglas y con un temperamento algo fuerte pero que en el fondo tenía su corazón y que lamentablemente ya le había visto la cara más de una vez a aquel Charmeleon.

―Vienes a mi comisaría, me dices que provocaron un derrumbe en una cueva cercana ¡Y más encima me dices que es un malentendido!

―Ahora que lo pone con esas palabras, pues parece que hize algo malo

― ¡Hiciste algo terrible otra vez! Aún no entiendo cómo es que no te he metido tras las rejas

― ¿Qué fue lo que hiciste todo este tiempo?―Preguntó Nari quien vio molesta de reojo a su amigo

―S-Solo fue una pequeña fogata

― ¿Lo del incendio que me contaste o el de mi bosque?―Preguntó Leif quien ya se había recuperado de todas sus heridas en casi su totalidad

― ¿Hiciste otro incendio? ¡¿Hiciste otro incendio?! ―Gruñó el Doberman totalmente iracundo

― ¡No, no, digo, yo, no! ¡Ayudenme ustedes dos, no se queden mirando!

―Lo que mi amigo quiere decir, es que no fue nuestra culpa el derrumbe. Habían secuestrado a este Grovyle y nos enfrentamos a un Emboar que se hizo llamar Barukan―Explicó la vulpina tratando de calmar al infernal

― Espera ¿D-Dijiste Barukan? ¡Barukan la bestia ígnea! ―Interrogaba Hund cambiando totalmente su cara de molestia por una de preocupación

―Sí, así se hizo llamar―Comentó el geco respondiendo las incógnitas del doberman

―Niños, se metieron en un grave lío. Barukan es de los criminales más buscados de Nova, es tan fuerte y peligroso que hasta su cabeza ya tiene precio alto en el bajo mundo―Explicó el Houndoom

―Q-Quiere decir ¿Q-Que nos enfrentamos a un peligroso criminal?―Preguntó el Grovyle quien temblaba al recordar la cara de su oponente

―Voy a necesitar que ustedes dos se queden para poder confirmar los hechos, de ser así, enviaré algunos escuadrones para que investiguen el lugar―Solicitó el perro al geco y la vulpina

― ¿Qué hay de mí? Yo también luché contra ese cerdo―Comentó Firo

―Por mi piérdete, lo que menos quiero es tenerte nuevamente en el interrogatorio ladrando y gruñendo porque sí

―Tch, está bien, Leif, Nari nos vemos luego, eso va para tí tambien viejo―Dijo el Charmeleon antes de retirarse

― ¡Que no me llames viejo!

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El pueblo tenía como nombre pueblo Concha debido a su cercanía con el mar y con ciudad Espuma. Era un lugar tranquilo donde diversos Pokémon rondaban y se quedaban más que nada para descansar y continuar su camino al día siguiente.

Paseando por una gran calle, Firo ya se notaba más tranquilo con respecto al día anterior, pero no le dejaba de entrar curiosidad de por qué aquel gran Rampardos les dejo la tabla y por qué Barukan estaba tras de ella.

Su recorrido lo había llevado hasta la plaza central del pueblo, un agradable lugar lleno de árboles y una pileta que en ocasiones anteriores a lo más era visitado por los residentes y algunos turistas pero en aquel momento se encontraba repleta de cazadores.

Con curiosidad fue a ver que pasaba, pocas veces había visto tantos Pokémon en el mismo lugar y esperaba ver si alguno quería un buen combate. Sorpresivo fue cuando vio que otros cazadores portaban placas con números aleatorios entre ellos por lo que aprovechó para acercarse y ver de qué se trataba todo el asunto.

―Disculpa ¿Que ocurre? ―Preguntó el varano confundido pero emocionado

―Vaya, debes ser nuevo por estos lares, verás, hoy es el torneo de captura del pueblo, a cada cazador que se registre le pasaran un número y tendrá todo el lugar para esconderse y capturar los números de otros cazadores. Es un evento que se hace a puertas del torneo de ciudad Espuma por lo que resulta como un buen calentamiento antes de―Explicó un amigable Camerupt lugareño

― ¡Quiero participar! ―Exclamó el reptil quien deseoso buscaba donde podía inscribirse

―Eh, sí, en los mesone de ahí puedes registrarte, pero sólo puedes usar un máximo de dos Poké...―Trató de decir el camello antes de ser interrumpido por la abismal velocidad que el Charmeleon ejecutó

Con rapidez se acercó al mesón, un mueble blanco atendido por unos tres Porygon quienes registraban a los cazadores que participaban. Veloz como un cohete, Firo de pronto vio una mancha azul a su costado antes de recibir un impacto de esta que sacó a ambos volando hacia el suelo.

― ¡Oye idiota ten más cuidado! ―Reclamó el ígneo quien rápidamente se puso de pie

― ¡Inútil! ¡No ves que algunos tenemos prisa! ―Exclamó un Lucario con quien Firo había chocado

Apenas se vieron las caras, ambos Pokémon se quedaron unos segundos viéndose como tontos el uno al otro hasta que al mismo tiempo se sorprendieron e indicaron al otro como si de un fantasma se tratase.

―E-Eres, no puede ser, eres―Balbuceaba al chacal

―E-El del otro día, eres con quien choqué el otro día

― ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Me estas siguiendo?!

― ¡Eso mismo debería decir yo!

― ¡No perseguiría a un Charmeleon común! Menos si ya tengo un Charizard en mi equipo

― ¡¿Charmeleon común?! No me hagas reir metro veinte

― ¡¿Como me llamaste?! ¡Metro diez! ―Reclamó el tipo acero quien chocó su cabeza con la del tipo fuego

―Si tanto quieres pelea arreglemos esto participando, perro pulgoso―Insultó Firo mientras ejercía presión con su cabeza

―Por mí está bien, lagartija

Rápidamente ambos Pokémon se registraron obteniendo los números 34 y 35. Separándose pero nunca quitándose la vista entre ellos, cada uno terminó así en un punto diferente del pueblo.

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Firo estaba oculto en un callejón, acompañado de Ziel y Taro, la Gardevoir ocupaba sus poderes para ver si había algún oponente cerca mientras que el dragón estaba para hacer lo que mejor sabía, atacar a lo bruto y sin piedad.

La alarma de inicio fue dada por tres simpáticos Whismur, quienes en mitad de la plaza gritaron hacia el cielo avisando así que la competencia había dado inicio.

No pasó ni un segundo para que se escucharan diversas peleas en el pueblo, el público veía curioso como diversos cazadores salían de los más sorprendentes escondites para sacar a otros de competencia. Las reglas eran simples, si perdías tu número estabas fuera, sin importar cuantos tuvieras en mano.

El Charmeleon aún no había salido a atacar, estaba esperando alguna señal de la femenina quien con su mano izquierda extendida y sus ojos brillando en un intenso carmesí, analizaba las cercanías.

―Creo que no hay nada, pero la táctica de quedarse escondido hasta el final…―Comentó Ziel mirando de reojo con cierta cara de decepción a su cazador

― ¿Qué? No voy a arriesgarme a que me quiten mi número antes de siquiera haberme movido

―Por tierra tampoco viene nada―Dijo Taro quien por su cuenta estaba detectando vibraciones en el suelo

De la nada un sonido cortante se aproximó desde el cielo tomando por sorpresa a los tres miembros del Flare Heart. Un potente sablazo de aire golpeó a Firo separándolo del Garchomp y la Gardevoir, el culpable, un Noctowl que iba bajando con otras dos aves dispuestos a atacar.

― ¡Creo que nos encontraron! ―Dijo el varano con una mueca desafiante en su rostro

― ¿Un Noctowl? con razón mis poderes no lo detectaron

―Eso significa que tu cerebro no está en forma, por eso no me gusta pensar mucho ¡Y prefiero atacar directamente! ―Exclamó el dragón abalanzándose sobre las aves

― ¡Como que mi cerebro no está en forma! ¡Tú! ¡Dragón ruidoso!

― ¡Si tienen tiempo para pelear entonces aprendan a ocuparlo en derrotar a este trío! ―Reclamó el ígneo

― ¡Tajo aéreo! ―Exclamó el búho

Agitando sus alas, el ave rapaz creó una fina cuchilla de viento en dirección al lagarto rojo mientras las otras dos aves, un Swellow y un Staravia esquivaban velozmente los zarpazos que el Garchomp propinaba.

La filosa corriente dio en su blanco desatando una oleada de viento brusca sorprendiendo a los dos compañeros de Firo quienes rápidamente cambiaron sus caras de preocupación por unas de victoria.

El Noctowl quien orgulloso iba por la placa del varano pronto se vio engullido en llamas que lo obligaron a alejarse unos cuantos metros. Llamando a sus colegas para que crearán un viento fuerte con sus aleteos, lo que parecía una solución se convirtió en problema al avivar más el fuego.

Con tremendo fogón que había, las aves solo podían preguntarse qué pasaba hasta que del mar ígneo salió él con su puño totalmente incendiado propinandole un fuerte golpe al búho además de arrebatarle la placa que tenía en su pecho dejándolo así fuera de combate.

―Primera regla para pelear contra un tipo fuego, no le tires viento, solo avivas las llamas―Explicó Firo a su derrotado oponente―Bueno, ya vencimos a uno—Dijo el reptil rojo mirando a sus dos compañeros con una sonrisa

―No hicimos nada―Dijeron Taro y Ziel al unísono

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Los combates del pueblo eran cada vez menos pero mucho más animados. El Flare Heart había derrotado a varios oponentes, cada uno más fuerte que el otro y después de lo del Noctowl habían decidido por no esconderse.

La plaza del lugar se había convertido en el campo de batalla principal, varios Pokémon colisionaban entre sí para ganar y los que perdían si bien la frustración les llegaba en el instante, a los pocos segundos se levantaban y disfrutaban de más combates.

Entre los contrincantes más duros estaba el Camerupt quien ya llevaba varios cazadores derrotados y a pesar de ser un Pokémon gentil y amable, en batalla era alguien de temer.

― ¡Erupción! ―Vociferó el camello

De sus volcanes salió una gran cantidad de lava en forma de chorro acompañada de rocas incandescentes que alejaban a posibles amenazas. El Camerupt conocido como Butros “El explosivo” era un cazador veterano que sabía cuando atacar y cuándo defenderse.

Relajado al vencer a varios cazadores, Butros no se percató que quedaba uno cerca, y en un solo segundo tanto él como sus acompañantes, un Rhyhorn y un Flareon se veían en el aire boca abajo sin explicación alguna.

Mientras estaba flotando, se pudo percatar como el viento y las llamas daban paso a un Charizard y un Gallade que los habían atacado de repente. Intentando ponerse nuevamente en el suelo con una posición normal, mientras giraba pudo sentir como un poderoso golpe en su costado derecho lo estampaba en el suelo, un golpe tan poderoso que se lograba ver una especie de energía azul saliendo de la zona de impacto.

― ¿No hay algún oponente decente en este lugar? ―Preguntó el gran reptil

―No deberías ser tan atrevido Urien, recuerda que aún quedan oponentes―Respondió el paladín quien denostaba un grado de educación mayor que el de su compañero

―Altair, deja de regañar a Urien por todo, total mientras el Soul Symphony esté acá nadie podrá vencernos. Además a partir de este momento conocerán el nombre de Hinto Soren―Dijo el Lucario desafiante quien se encontraba sentado encima del camello con la placa de este en sus manos

 

J.Nathan Spears : Se llama Vakum, si mal no recuerdo en todo le puse Vakum, quizás si hay un error sería Vaakum xD y bueno, sí, después de escribir la pelea (o paliza) que tuvo Nari con Barukan me di cuenta de la similitud entre el Sakura vs los tres del sonido, y también sí, me basé en esa prueba del cazador para este mini-torneo xD.

PD: No odie, ame, Hinto y Urien son del bien[????]

Plushy Berry : Me encanta que la gente reaccione con ese Blown Mind xD. Gracias por el consejo, trataré de no ser tan pesado y más dinámico con las descripciones, estoy trabajando en ello puesto que en una pelea a tiempo real no se puede dar para pensar mucho y sobre Firo, lo estoy tratando de hacer lo menos "héroe ideal" posible, quiero que si tiene que ser egoísta y arrogante lo sea y salga natural, si tiene que ser bueno, que sea natural, si tiene que ser un flojo o un oponente totalmente agresivo que así sea.


Capítulo 13: El que viene del norte

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―A partir de este momento conocerán el nombre de Hinto Soren ―Decía el chacal azul victorioso ante sus oponentes

― ¿Crees que aún quedan otros cazadores? ―Preguntaba el Gallade conocido como Altair quien revisaba de un lado a otro las cercanías

―Si los hay dudo que se acerquen, deben de haber visto lo fuerte que somos ―Comentó un orgulloso Charizard

― ¡Quedan solo seis participantes! ―Anuncio un Loudred a toda potencia con su ronca voz

―Soul Symphony, marchando ―Ordenó el Lucario partiendo a toda velocidad en busca de una nueva presa

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Con menos participantes, la competencia se iba poniendo cada vez más dura. Algunos cazadores se aliaron para acabar con posibles rivales repartiéndose a estos mientras que otros se las daban de lobos solitarios y ni siquiera pretendían contar con sus Pokémon.

Uno de estos era un feroz Drapion que tenía acorralados a Firo y Ziel mientras Taro se encargaba de unos molestos Victreebel y Haunter.

― ¡Maldición! ¡No puedo ocupar mi terremoto con estos sujetos!

― Y mis poderes psíquicos no le hacen efecto a este Drapion

― Creo que es hora de rendirse, este torneo no es competencia para niños ―Decía el escorpión mientras reía

―Sí como digas, lamento decirte que ¡Puño fuego!

Con ferocidad, el Charmeleon impactó en el pecho del siniestro obligándole a retroceder, esto fue aprovechado por la psíquica quien generó una esfera mágica la cual arrojó al arácnido el cual salió volando en dirección al dragón.

Taro al percatarse del Drapion, dejó a sus dos oponentes para propinarle un fuerte corte al artrópodo, derrotandolo y cortando en dos la placa de su número, perdiendo así aquel cazador.

― ¡Quedan cinco participantes! ―Gritó el sonoro

―Debemos seguir, no vayamos a encontrarnos con que se aliaron ―Sugirió Ziel

―Entonces ¡En marcha! ―Ordenó Firo quien se ponía por delante de sus Pokémon

Después de unos minutos recorriendo el pueblo, el Charmeleon y su equipo se detuvieron a descansar en la verde plaza. Los cazadores vencidos poco a poco se retiraban del lugar y aquellos que no lo hacían, se quedaban como meros espectadores.

Como un centinela, el varano y sus acompañantes miraban por todo el lugar para ver si había algún oponente. Por el evento ocurrido con el Noctowl, la Gardevoir había potenciado sus poderes psíquicos para que incluso otros psíquico fuera detectado fácilmente, mientras que Taro nuevamente había entrado en contacto con la tierra por cualquier eventualidad.

No pasó más de un minuto cuando violentamente el Charmeleon miró hacia arriba como si hubiera detectado algo, en ese momento la tipo hada solo empujó a su cazador con una leve onda pues algo se acercaba peligrosamente.

En picada había caído encima del Flare Heart el Charizard de Hinto mientras el Gallade, veloz como un halcón, apareció de la nada aunque sus cuchillas fueron bloqueadas por los poderes de la femenina.

― ¿C-Cómo supieron que estábamos aquí? ―Preguntó Ziel con esfuerzo

―De la misma forma que ustedes, ocupando mi poder psíquico ―Respondió Altair

―Así que un Charmeleon, veamos si contigo puedo recordar viejas glorias

―Así que un Charizard, veamos si tú duras más que ese molesto Salamence del otro día―Comentó el Garchomp quien desafiante, dirigió su mirada al lagarto volador

―Tranquilo Urien, encargate del Garchomp, yo voy por el cazador ―Dijo el Lucario quien aparecía calmado entre sus Pokémon

―Vaya, así que el cazador decidió aparecer, esperaba alguien más intimidante y no a un perro pulgoso ―Decía Firo con tonos molestos

―Y yo esperaba encontrarme con un verdadero cazador y no con una lagartija

― ¡¿A quién llamas lagartija?! ―Vociferó el molesto varano quien de un saltó fue hacia el chacal

Con su puño incendiado, el Charmeleon dirigió el golpe directo al rostro del Lucario, la explosión no se hizo esperar pero para su sorpresa el golpe había sido rápidamente eludido.

Como un fantasma, el tipo lucha se colocó en la espalda del ígneo, acumulando energía en su palma derecha para luego impactar con esta el lomo de su oponente mandandolo algunos metros lejos.

―Creo que no me he presentado, soy Hinto, Hinto Soren del Soul Symphony y pronto seré el más grande de todos los cazadores

Sin prestar atención a su rival, el Lucario pronto se vio envuelto en una bocanada de fuego incandescente, el Charizard quien se estaba ocupando del Garchomp trató de ayudarle pero pronto se vio bloqueado por diversas rocas filosas que salieron del piso.

―Oye, aún no comenzamos ―Dijo Taro desafiante

De entre las llamas salía el varano quien se masajeaba un poco la espalda por el golpe sufrido, luego de eso se dirigió al chacal con una sonrisa desafiante inyectado sus penetrantes ojos de reptil en el tipo acero.

― ¿El más grande cazador? Deberás entonces enfrentarte a Firo Volcano del Flare Heart si es que quieres ese título

Dispersando el fuego con grandes y violentos movimientos impregnados con una misteriosa energía azulina, el Lucario le devolvió la mirada al Charmeleon colocando su cuerpo en una posición ofensiva digna de un luchador de artes marciales.

―De donde vengo si muerdes a alguien ten por seguro que te devolverán el mordisco, no esperé que en otras partes también fuera así, entonces ¿Por qué no dejamos de conversar y hacemos esto interesante? ¡Ataque óseo! ―Anunció el azul

― ¡Cuchillada! ―Vociferó el gran lagarto anaranjado

― ¡Psicocorte! ―Exclamó el paladín

Con tres golpes cortantes los miembros del Soul Symphony elevaron a los del Flare Heart, una sonrisa de victoria se dibujó en el trío esperando posiblemente que la etiqueta que llevaba el cazador rival hubiera sido tajeada.

Sin esperar ni un solo segundo, el Flare Heart envió el contragolpe, el cual fue rápidamente bloqueado por sus rivales ocupando las mismas técnicas con las que habían atacado en un principio.

―Vaya, no creí que una princesita fuera a ser tan dura de derrotar ―Comentó Altair

― ¿Es eso o que acaso tus espadas ya están oxidadas? ―Dijo Ziel con un tono despectivo

― ¡Cuchillada! ―Vociferó Urien

― ¡Garra dragón! ―Exclamó Taro

Ambos enormes reptiles chocaron sus ataques comenzando un forcejeo para ver quien se rendía primero, a veces el Charizard retrocedía y otras era el Garchomp quien comenzaba a ceder pero siempre se reponían mirándose el uno al otro.

Los puños de Firo no alcanzaban a dar en el cuerpo de Hinto, este los esquivaba fácilmente a pesar de que el Charmeleon diera una combinación de golpes consentidos y otros erráticos. Los ojos de chacal brillaban con un tono celeste mientras sus apéndices se elevaban un poco, sus manos se juntaron y lanzaron una esfera de energía que impactó al ígneo alejándose del cánido.

―N-Nunca había peleado contra un Lucario

―Y ahora se te quitaran las ganas de volver a pelear con otro, mientras tenga al aura de mi lado nada me va a derrotar

― ¿Aura? Creo que he escuchado de eso

―El aura es la energía que rodea a cada ser viviente en este mundo, como Lucario puedo sentirla y ocupar esta para mis ataques, ahora conocerás el estilo del norte de Nova, ¡El estilo abrumador!

Una oleada de energía invadió el cuerpo del varano, no podía moverse pues sentía como un por extraño que parezca “ardiente” viento le quemaba en el interior y lo paralizaba. Esto fue de provecho para el tipo lucha quien con movimientos rápidos comenzó a golpear al ígneo en reiteradas ocasiones.

― ¡Quedan solo tres participantes! ―Anunció el Loudred

―El estilo abrumador es como su nombre lo indica, una oleada de aura que paraliza el cuerpo de aquellos que no pueden controlarla, ahora ¡Palmeo! ―Anuncio Hinto en pleno aire con Firo a escasos centímetros de él

Antes de que pudiera efectuar el golpe con su palma, el Lucario fue impactado por el cuerpo de su Gallade quien había sido arrojado por una combinación de “Psíquico” y “Fuerza lunar” de la Gardevoir.

―L-Lo siento, bajé mi guardia, pensé que iba a usar su Fuerza Lunar a quemarropa y me engañó usando sus poderes psíquicos, por lo que veo es más una bárbara que una princesa―Comentó el paladín quien se levantaba con dificultad con una nerviosa sonrisa en su rostro

El Garchomp no se hizo esperar para notar la molestia que le habían provocado los dichos del psíquico perdiendo la concentración y siendo arrojado como una bola de papel por una llave efectuada por el gran lagarto estrellándose contra un árbol cercano.

―No deberías mirar a otro lado en una batalla, eso es una regla básica ―Comentó Urien

― ¡Gracias Ziel! ahora ¡Nitrocarga! ―Exclamó Firo

Incendiándose completamente, el Charmeleon arrebató por sobre el Lucario quien se puso por delante de su compañero generando de las púas de sus manos, tres garras metálicas con las cuales fue a por el que estaba en llamas.

Colisionando ambos ataques luego de unos pocos esquives de parte de ambos, el chacal quien no borró sus “Garra metal” trató de arañar al lagarto rojo el cual nuevamente con los puños en llamas bloqueaba las punzadas y trataba de dar un golpe directo. Ambos con el ceño fruncido y una gran sonrisa en sus rostros demostraban lo mucho que estaban disfrutando la pelea.

―Creo que me equivoqué con llamarte lagartija, no sabes desde cuando esperaba un oponente y una batalla como ahora ―Decía Hinto quien estre golpear y esquivar, alguno que otro puño daba o le llegaba

―Lo mismo digo, el ultimo oponente que tuve resultó ser un maldito idiota con el ego arriba ―Comentó Firo con una clara alusión al Frogadier al cual imaginaba como un dibujo mal hecho con una gorra de “Soy un tarado”

Ambos oponentes se separaron, se miraron el uno al otro mientras recuperaban el aliento, lanzaron un grito anunciando su último ataque y fueron a por el otro con total fiereza.

― ¡IDIOTA! ―Gritaron dos voces totalmente reconocibles para el Charmeleon

De la nada, dos fuertes patadas impactaron en el rostro del ígneo, mandandolo a volar hacia una roca cayendo totalmente derrotado y con su placa destruida, los culpables eran el Grovyle y la Braixen quienes no lucían de muy buenas, el Lucario por su parte solo podía quedarse parado impresionado para darse cuenta que el veloz movimiento de la vulpina también había destruido su etiqueta.

― ¡¿Donde te habías metido?! ―Preguntó molesta la amarilla

― ¡Te estuvimos buscando por horas! ¡Lagartija estupida!

― ¿Q-Que acaba de pasar? ―Se preguntaba Hinto aún en shock por lo ocurrido

― ¡Tenemos un ganador! ―Anunció a viva voz el sonoro dando por terminada así la competencia

― ¿Q-Qué? ¡¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?! ¡Arruinaron mi batalla! ―Ladró el varano enfurecido ― ¿No se suponía que estaban en la comisaría con ese viejo Houndoom?

―Estuvimos quince minutos, cuando salimos no te encontramos ―Respondió un molesto Leif

―Y cuando nos enteramos que estaba este torneo dijimos “Firo está aquí”. Es increíble que tuve que llegar poco menos que a la final para encontrarte

― ¿No me digas que?... ¡Espera, estás haciendo trampa! ¡No puedes ocupar el Pokémon de otro cazador!

― ¡¿Quien dijo que ocupe a Leif?! Kiriha y Qiang hicieron todo el trabajo, para eso tengo mi equipo

La discusión siguió con el Charmeleon buscando el por qué culpar a sus compañeros ganándose así una buena reprimenda de parte de la zorra amarilla y más de algún golpe de parte del arborícola, así pasaron las horas, el torneo había llegado a su fin y la noche había bajado y en las afueras del pueblo se encontraba el Soul Symphony, el Flare Heart y el Glorious Shine conversando.

―Disculpa por haberte arruinado también el torneo, solo que el tonto este siempre hace las cosas solo ―Dijo Nari con cierto tono de amabilidad y redención que solo hizo enojar más a Firo

―No importa, este torneo solo era de práctica, ahora me dirijo a ciudad Espuma para ganar el verdadero torneo ―Dijo Hinto quien ya tenía su bolsa de viaje en el hombro

―Para la próxima espero nuestra batalla pueda concluir de buena manera ―Comentó Urien

―Solo espero te hagas más fuerte, de verdad espero tener otro combate ―Respondió Taro con una muesca de confianza

Antes de despedirse, el Lucario se acercó al Charmeleon con una cara burlona y una sonrisa de oreja a oreja.

―Oye, tu novia si que se preocupa por tí ―Comentó el chacal pegandole leves codazos al reptil

― ¡Que no es mi novia! ―Vociferó el lagarto soltando algunas llamaradas de su boca

―Bien, no molesto más, ustedes también van a ciudad Espuma ¿Cierto?

―Así es ―Dijo la Braixen

―Entonces los veré allá, Firo, espero que sí podamos tener un fin para nuestro combate y ver quién es más fuerte, te esperare así que ni se te ocurra perder contra alguien más ―Dijo Hinto extendiendo su brazo en señal de amistad

―No voy a perder, ni contra tí ni contra nadie, eso tenlo por seguro ―Respondió el Charmeleon con un apretón de manos

Tan rápido como el viento que lo vio nacer, el Lucario se perdió en el camino nocturno, lo único que indicaba que seguía ahí era la cálida luz que emitía el Charizard del equipo. Su nombre, Hinto Soren, el nuevo rival al que Firo tendría que superar en más de una vez para alcanzar su meta.

 

J.Nathan Spears: Revisé y es "Centinela" puesto que me refería a los vigilantes de algún lugar o fortaleza, lo revisé en diccionarios para asegurarme xD Y bueno, la relación entre Nari y Firo es de mucha confianza por eso generalmente se tratan así, total como dije en la primera aparición de esta, son amigos de la infancia, dudo que fuera normal que se trataran con mucha formalidad si en la vida real con quien uno más discute es con sus mejores amigos y son los que más reaccionan por lo cotidiano de uno xD

Bueno, voy a actualizar el primer post porque...EMPIEZA NUEVO ARCO, ya dejamos por fín atrás el arco introductorio y ahora empieza el segundo que va a estar un poco más crudo que el anterior (Y no, no me refiero a tripas y ojos por todos lados, me refiero a que se tocara aunque sea muy a la ligera, temas un poco más turbios)


Capítulo 14: La entusiasta cazadora

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Cerca de una costa, un barco se inundaba en llamas, los pocos tripulantes que traía saltaban hacia el agua desesperados para no ser consumidos mientras diversos bandidos asaltaban al siniestrado robando diversos barriles llenos de mercancía de diferentes tipos.

― ¿Esta tabla no tiene más que ofrecer? ―Preguntó un Golisopod quien buscaba en todos los rincones del barco algo más que robar

―No esperes mucho, solo llevaba insumos básicos, los grandes barcos vendrán la próxima semana ―Comentó un Dragalge que continuamente lanzaba desechos para incendiar aún más las cosas

Mientras los dos vándalos conversaban, la nave que había atrapado al barco comenzaba a disparar algunos cañonazos leves en señal de retirada, lo que obligó a ambos Pokémon a volver a esta la cual se retiró al lugar rápidamente.

No pasaron más de cincuenta minutos para que diversos navíos con logos que demostraban eran de la policía, llegaran a revisar lo que había ocurrido y sobre todo tratar de apagar la extensa columna de humo que se había generado por el incendio.

― ¡Ayuda! ¡Nos atacaron piratas! ―Gritaba uno de los tantos Pokémon que como podían se mantenían a flote

―¡No se preocupen! ¡Los ayudaremos! ¡Rápido los salvavidas! ―Ordenó un Marshtomp

Mientras los oficiales corrían con los flotadores y similares, entre todos caminaba tranquilo una especie de pato azul de apariencia anfibia y una vistosa gema roja en su frente. Este analizaba la situación y al percatarse de la destruida nave, sacó de una pequeña bolsa de cuero un cigarrillo y procedió a prenderlo.

― Señor Itik, todos los tripulantes del barco ya están siendo rescatados ―Explicó el pez lodo con una pose militar

―...Esto es obra de Kapten...contactame a Hund o a Vontses, tengan seguro que ese pirata va a volver a hacer de las suyas pronto y debemos estar atentos―Dando media vuelta, el Golduck se retiró soltando a la vez el humo de tabaco de su boca

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El día estaba agradable, el brillante Sol golpeaba de forma gentil en los paisajes y una fresca brisa marina demostraba que ya se estaba en una de las tantas zonas costeras de la región, el imponente océano se dejaba mostrar a través de las colinas y los diversos riachuelos iban en dirección a este como si estuviera llamando al agua que portaban.

Como era costumbre, el Charmeleon había salido temprano con su equipo y con su acompañante, la Braixen del Glorious Shine, ambos conversaban de sus experiencias en los últimos años mientras un molesto Grovyle era arrastrado por su cazador debido al hecho de no haber querido despertarse en la mañana.

― Pensar que queda una semana para el torneo ―Comentó la vulpina

―Debo estar fuerte, no solo vas a estar tú, va a estar Hinto y lo más seguro que Kaeru ―Dijo el varano apretando fuertemente su puño izquierdo

― ¿Kaeru? ―Preguntó Nari confundida

― ¿Aún sigues molesto por eso? En vez de estar diciendo “Debo ser” tienes que entrenar, lo más seguro es que ese tipo se está haciendo más fuerte ahora ―Comentó el geco con aires de reprimenda

― ¡Menos mal despertaste! ―Gruño el ígneo ―Tch, Kaeru es el cazador que me derrotó antes de que nos reencontraramos, es realmente fuerte y rápido, ni siquiera mi nitrocarga pudo hacerle algo

―Ya veo… pero ten por seguro que para la próxima lo vencerás ―Con una alegre sonrisa, la Braixen dio unas palmaditas en la espalda a su amigo

Mientras seguían caminando, un fuerte estruendo se escuchó en el bosque acompañado de un grito femenino. El trío de Pokémon decidió ir hacia donde había sido emitido el alarido con la preocupación a flor de piel pués nuevos ruidos pesados se hacían cada vez más presentes.

Llegando hasta el punto de origen, sorpresivo fue para Firo y Leif ver que los para nada agradablemente reconocibles Bestoj y Kibo se encontraba peleando contra dos Pokémon, uno de ellos era un Venusaur que trataba a toda costa de alejar al violento dragón mientras que la segunda era una Lopunny la cual peleaba contra el Zoroark.

― ¡Aléjense de aquí o me veré obligada a ocupar mi fuerza! ―Amenazó la liebre

― ¡¿Quien diablos son ustedes?! ―Preguntó el gran tipo planta

― ¡Vamos! ¡Solo queremos un poco de pelea! ―Respondió el Salamence quien con sus garras empujaba bruscamente a su rival

― ¡Alejense de ella ahora! ―Vociferó el Charmeleon quien de un brinco entró en acción

Acompañado de Nari y Leif, Firo exhaló un torrente de llamas que terminó por separar a los miembros del Shadow Abyss, el dragón solo se limitó a mirarle con rabia mientras el zorro lucía calmado como siempre.

― ¡¿Qué hacen ustedes aquí?! ―Preguntó Bestoj iracundo

― ¡Eso mismo deberíamos preguntarles! ―Exclamó el Grovyle

― Si lo que quieres es un combate, un combate ten…

― ¡Bestoj! Ya basta ―Calló el Zoroark a su compañero ―Nos vamos, disculpenos, solo queríamos estirar un poco los músculos

― ¡Pero!

― ¡Dije nos vamos! Kaeru no toleraría que cometieras otras estupidez

― ¿Dónde está él? Tengo asuntos pendientes―Preguntó el Charmeleon

―...Le voy a decir de tu parte ese mensaje, en estos momentos debe estar entrenando al nuevo miembro y no quiero estar entre esos dos

Ambos Pokémon se marcharon dando un aire de incomodidad en el rojo reptil, unos cuantos segundos de tensión se vivieron hasta que fueron interrumpidos por un fuerte golpe que arrojó a Firo al suelo.

La sorpresiva caída se debió a causa de una agradecida Lopunny la cual provocó que el geco se riera por la situación y en cierta medida la Braixen presentaba un para nada disimulado signo de molestia.

― ¡Muchas gracias! ¡No me imaginé que habría un héroe por aquí! ―Comentaba la agradecida Pokémon con un fuerte y asfixiante abrazo

― ¡N-No respiro!

― ¡Suelta tus manos de él! ¡¿Ni siquiera te conocemos?! ―Exclamó una enfurecida Nari quien ocupaba su vara como palanca para separar a los otros dos

Con rapidez, la liebre se separó de un ya sin aire reptil para colocarse en forma de presentación al igual que su acompañante, el monstruo de planta.

―Disculpen mi falta de educación, soy Airyne, Airyne Guinivere, cazadora del “Moonlight Spirit” y él es mi compañero Paam ―Dijo la Lopunny con una reverencia

― ¿Guinivere? ¿Donde habré escuchado ese apellido? ―Preguntó Firo quien se levantaba del suelo ya con aire en sus pulmones

―Quizás hayan escuchado sobre mi hermano mayor, Rez Guinivere, el cazador que está a un paso de vencer a los doce reyes

―Ya veo, por cierto no me he presentado, soy Firo Volcano, mucho gusto, y este de acá es Leif, mi más reciente captura ―Presentó el rojizo lagarto con entusiasmo

―...Nari Bengala...

― ¿Y qué querían esos dos con ustedes? ―Esta vez quien preguntó fue Leif

―No lo se, solo se aparecieron, el Zoroark en ningún momento quiso atacar pero el Salamence directamente se fue a por Paam

―Nunca había enfrentado un Pokémon tan fuerte y tenebroso como ese dragón

―La verdad, a diferencia de mi hermano no soy una buena cazadora, se podría decir que soy novata todavía ―Dijo Airyne con una mueca de sonrisa en su rostro

―Novata y confianzuda ―Murmuró la vulpina ladeando su cabeza hacia el otro lado

―Si quieren como agradecimiento por haberme ayudado podría prepararles algo para comer ¿Que dicen?

― ¡Comida! ―Gritaron ambos reptiles a la vez

― No, gracias ―Volvió a susurrar la ígnea

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Con el imponente Sol pegando de lleno en una tranquila costa, la banda de piratas se encontraba descansando, luchando entre sí y comiendo para reponer energías y asaltar otra pobre y desafortunada embarcación.

Mientras todos reían y contaban las ganancias, el Golisopod quien parecía ser quien mandaba hasta ese momento, fue brutalmente impactado por una esfera de vidrio la cual estalló en mil pedazos al entrar en contacto con el rostro del crustáceo.

― ¡Rutger! ―Vociferó el dragón venenoso sorprendido por la fuerza del golpe

― ¡¿Q-Quién fue?! ¡Lo voy a matar ahora mismo! ―Amenazó el bicho levantándose rápidamente del suelo

―Entonces ven y sácame el corazón si es que es puedes ―Dijo una brusca y carrasposa voz

De entre el agua salió un Pokémon de ruda apariencia, parecía tener múltiples brazos, más solo dos funcionales, también tenía una cantidad enorme de ojos ya fuera en sus palmas como en sus hombros y una curiosa cabeza con forma de mano.

― ¡K-Kapten! ―Exclamó el Golisopod totalmente asustando cayendo sentado sobre la arena

― ¡¿Como me has llamado bocafloja?! ―Preguntó el iracundo Barbaracle

Con un sagaz movimiento, el percebe sacó de una funda que llevaba en su cintura una larga y afilada espina de acero la cual enterró en la arena a escasos milímetros de la entrepierna del caído quien solo pudo soltar un grito de ahogo al ver el peligro al que se expuso.

― D-Disculpe c-capitán Kapten, y-yo, no, n-no fue mi intención molestarle

―Capitán ¿Que lo trae por aquí? Pensé que se dirigía ya a ciudad Espuma ―Preguntó el Dragalge aún asombrado

―Recibí una noticia, nos vamos a tener que hacer cargo del desastre de Barukan

― ¿Barukan? ¿Qué pasó con ese ladrón de montaña? ―Preguntó un Krokorok que se encontraba por el lugar

―Tal parece fue derrotado y no obtuvo la tabla pétrea, por lo que me avisó, la tienen unos niños cazadores que vendrían en dirección a ciudad Espuma

― ¿Unos niños? Ya sabía que ese jabalí no era la gran cosa ―Comentó Rutger

―No me quiso dar más detalles por lo que tienen como orden asaltar a todos los cazadores jóvenes que encuentren, quiero esa tabla en mis manos ahora

― ¡Sí capitán! ―Afirmó la tripulación marchándose en duplas y grupos por todas direcciones

―Vaya, tus hombres si que son obedientes ―Comentó una tranquila y siniestra voz

― ¿Qué haces aquí? Yo no voy a fracasar como ese cerdo ―Dijo Kapten mirando de reojo hacia una gran roca cercana

Detrás de la gigantesca piedra salió un enigmático Pokémon cuya identidad era ocultada por una espesa y negra túnica la cual sólo dejaba ver dos profundos y aterradores ojos.

― ¿Por qué te ocultas? ―Preguntó el percebe

―Simple, de nuevo me están dando cacería

―A ambos

―Recuerda que tu cabeza y las de toda tu tripulación recién pagán la mitad de la mía

―Como olvidarlo, si eres aquel que incluso en el mundo más bajo temen, el hombre que no conoce el miedo, el terror y la desesperación, un acólito de la muerte, el así llamado “La espada del diablo”, Acies Strahl

―Vaya introducción que me has hecho

―Te vuelvo a preguntar ¿Por qué estás aquí?

―Solo reúno información, quiero ver que otras piezas andan cerca y por sobre todo, si hay alguna amenaza con la que acabar pronto ―Dijo el misterioso volteandose un poco en dirección al pirata

El silencio pronto se apoderó del lugar, el capitán estoico fue a recoger su arma para guardarla sin sacarle la vista al encapuchado quien de un momento a otro comenzó a alejarse.

―Solo tengo una ultima cosa que decir, recuerda que nos están persiguiendo, no cometas una tontería que nos delate o te mato―Comentó Acies antes de retirarse finalmente

 

Capítulo 15: Los piratas del tajo

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― ¡Y luego saqué a mi Garchomp quien de un solo terremoto despachó a ese Magmortar! ―Comentaba el aguerrido Charmeleon con una pose de victoria sobre una cómoda mesa de madera de camping

Como agradecimiento por haberlos salvado, la cazadora del Moonlight Spirit, Airyne, les había invitado a comer siendo gratamente aceptado por los miembros del Flare Heart y con una total molestia y disgusto por parte de la líder del Glorious Shine.

― ¡Vaya! Debí haberme imaginado que eras muy fuerte

―Pues claro, voy a ser el futuro mejor cazador de todos, superaré a quien se ponga adelante

―Oye señor don futuro mejor cazador, estás arriba de la ensalada ―Reclamó Leif

Pocos segundos bastaron para que Firo se diera cuenta que su pie estaba encima de una fuente llena de bayas ahora aplastadas. La textura del jugo de estas le dieron una sensación de asco tratando de sacarse la mugre con rapidez sobre la mesa.

― ¿Saben? Me gustaría ver quien es más fuerte, si tu o mi hermano mayor, hace años no lo veo y me gustaría volver a encontrarme con él ―Comentó la Lopunny con cierto aire de nostalgia

―Permiso me retiro ―Dijo Nari con un tono pesado y cortante

Dejando la mesa, la Braixen se alejó seria del lugar, todos los presentes confundidos vieron el plato de la amarilla para darse cuenta que no había comido nada, quedando aún con más incógnitas que antes.

― ¿Que le pasara? ―Preguntó el varano desconcertado

―Le debe doler el estomago ―Respondió el Grovyle mandando una gran cantidad de fruta al interior de su organismo

―Creo que iré a ver, dudo que sea un simple dolor ―Dijo la liebre levantándose y retirándose

―Nunca voy a entender a las chicas ―Comentó el ígneo

― ¿Hay que entenderlas?

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Apoyada sobre un árbol, Nari veía hacia la nada con un propio problema que ni ella misma podía descifrar, algo que la había provocado rechazo a la nueva cazadora o más bien dicho, a la actitud que había tenido con el Charmeleon.

― ¿Por qué? ¿Por qué me molestó tanto?, no debería, total, es solo Firo―Se decía la vulpina mientras soltaba alguna risa tratando de negar lo que ella creía estaba pensando

― ¿Se puede? ―Preguntó la Lopunny quien aparecía entre los matorrales

Con tranquilidad Airyne se sentó al lado de la Braixen quien solo se limitaba a observar con desazón

―Disculpa si te hice sentir incomoda, que tonta eres Airyne, conoces nuevos Pokémon y lo único que haces es fastidiar

Las palabras de la tipo normal calaron en la ígnea sintiéndose algo culpable por la actitud absolutamente defensiva que había tomado en las horas anteriores, soltando un pequeño suspiro decidió sentarse al lado de la marrón.

―No, fue mi culpa, me porté demasiado grosera, no se el porqué, estoy segura que no soy ese tipo de Pokémon

― ¿Te gusta ese Charmeleon? ―Preguntó Airyne con total naturalidad

Sin decir ni una sola respuesta, Nari se quedó en total silencio tiñendo su cara en un profundo rojo mientras sus ojos se abrían tomando formas de plato y el nerviosismo comenzaba a hacerse presente en su existencia.

― ¡¿Qué?! ¡Para nada! ¡S-Solo somos amigos de la infancia! ¡No! ¡Jamás podría gustarme Firo! es un bruto que solo piensa en pelear, lo ha sido desde que era un Charmander

―A mi no me puedes engañar, aprendí a detectar fácilmente las mentiras cuando era pequeña, mi hermano mayor se la pasaba engañando a mis padres cuando volvía totalmente herido y lleno de golpes en su rostro

― ¿Tu hermano?

―Rez, en estos momentos es el cazador número catorce, siempre fue el tipo de Pokémon que le gustaba pelear contra oponentes fuertes, una vez llegó a casa con los dos ojos hinchados, no pudo ver por una semana

―Firo es similar, cuando éramos niños se metió con un Feraligatr silvestre, si no hubiera sido porque su padre estaba cerca lo más seguro es que ni estaríamos vivos, disculpa otra vez por haber sido tan grosera

—No te preocupes, es normal, si quieres a partir de ahora podemos ser amigas

Ambas Pokémon se miraron para luego echarse a reír recordando su niñez, en ese preciso instante una explosión las alertó puesto que venía aproximadamente de donde se encontraban comiendo por lo que rápidamente se pusieron en marcha para ver qué había ocurrido.

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En el lugar donde habían parado a descansar, Firo y Leif se encontraban luchando encarnizadamente contra un Golisopod, un Dragalge y un Krokorok. Este último se encontraba con un mazo artesanal que consistía en una gruesa gravelerroca atada a un clavo plata altamente oxidado.

― ¿Quien diablos son ustedes? ―Preguntó el varano con sus puños incendiados

―Me llamo Rutger y ellos son mis camaradas Rotten y Wurta, ahora dennos sus pertenencias o sufran ante los piratas del tajo

―Estas loco, como si fuera a darle mis cosas a un camarón superdesarrollado ―Comentó el flamígero

―Entonces ¡Golpe roca! ―Exclamó el isópodo

Levantando su gran brazo derecho, el crustáceo mandó un fuerte golpe directo al reptil rojo el cual cruzando sus brazos trató de frenar el puñetazo. No podía engañarse, si no fuera por sus entrenados brazos probablemente ese ataque lo hubiera atravesado como si de una gelatina se tratase, aún así pudo sentir cómo todo su esqueleto retumbó por el impacto.

Por su parte Leif esquivaba los disparos de mugre del dragón y los fuertes golpes que quebraban el suelo dados por el cocodrilo quien de vez en cuando tenía que alejarse de los cortantes ataques del geco.

―Son muy fuertes, ¿Que crees que debamos hacer? ―Preguntó el arboricola quien conectaba espalda con espalda con su cazador

―Piratas del tajo… deben ser amigos de ese tipo llamado Barukan ―Murmuró el rojizo

―No nos compares con ese ladrón de montaña y su tanda de inútiles, nosotros reinamos en el mar de manos de nuestro capitán Kapten, mi nombre es Rotten, encargado de deshacerse de los nefastos que no quieran colaborar ―Dijo el Dragalge quien comenzaba a arrastrarse hacia los dos lagartos

―Y estamos buscando a tres tipejos que vencieron a ese cerdo y por lo que sabemos obtuvieron cierto objeto ―Comentó Wurta quien nuevamente se puso a girar su mazo

Por su mente pasó instantáneamente la tabla pétrea, Firo la tenía en su bolso y esos sujetos la estaban buscando. Una gota de sudor atravesó su cabeza para caer luego al suelo, como buen tipo fuego que era, ese sudor estaba a una elevada temperatura impactando con el piso y evaporándose al instante.

Sin tener un segundo de descanso, el trío atacante saltó sobre los miembros del Flare Heart con unos amenazantes rostros, el Rutger tenía todo su brazo derecho inundado en agua, Rotten expulsaba veneno de todos sus poros y Wurta había endurecido más su mazo con arena de su propio bucle arena.

― ¡No tienen escapatoria! ¡Dennos sus pertenencias o mueran! ―Vociferó el tipo bicho

De la nada una lluvia de estrellas y una corriente ígnea colisionaron con los atacantes quienes cayendo al suelo retrocedieron para luego fijar su vista al oeste de donde se encontraban.

En aquella dirección se encontraban Nari y Airyne quienes habían sido las que efectuaron aquellos ataques, una había sacado su varita y la otra tenía ambas manos iluminadas con energía la cual pronto se dispersó.

―Son solo unas mocosas ―Dijo el tipo veneno

― ¿Quienes son ustedes? ―Preguntó la vulpina con molestia

―Solo somos unos simples piratas, no les haremos daño si ustedes no se interponen ―Explicó el pútrido dragón con un maléfico rostro

A modo de intimidación, los otros dos criminales se colocaron en frente de las femeninas mostrando todo su arsenal poniéndolas nerviosas y tragando algo de saliva mientras trataban de poner nuevamente una pose de combate.

―N-Ni crean que vamos a correr tan fácil, después de todo somos cazadoras ―Respondió la Lopunny con algo de temor en sus palabras

―Ya veo, entonces…¡Espero que puedan resistir bien el veneno! ¡Bomba lodo! ―Exclamó el venenoso

― ¡Oh no! ¡Puño fuego! ―Gritó Firo acompañado de un enorme salto

Antes de poder efectuar su ataque, el tóxico dragón se giró sorprendido al ver el furioso puño del varano directo a su cara, el isópodo por su parte, se interpuso entre el golpe y el golpeado, cayendo al suelo con su vientre cubierto en llamas pero poniéndose rápidamente de pie.

―Golpeas bien, si no fueras tipo fuego ten por seguro que serías buen material para nuestra tripulación ―Comentó el crustáceo

―Gracias pero no gracias

―Que mal, pero bueno, así es la vida, ¡Hidroariete! ―Exclamó Rutger

Ante el inminente ataque del tipo agua, los tres cazadores se pusieron en posición, Firo incendiando nuevamente sus puños mientras Nari comenzaba a canalizar energía psíquica en su rama y Airyne haciendo gala de su fuerza, se abalanzaba sobre el crustáceo para prácticamente derribarlo de una patada.

Rotten procedió a la ofensiva mientras levantaba a Rutger, lanzando una lluvia de bolas de lodo ponzoñoso desde su boca obligando a los cuatro Pokémon a esquivar e interceptar cada uno de los ataques. El Krokorok aprovechó para escabullirse entre la batalla y comenzar a robar los bolsos mientras nadie se daba cuenta, revisó primero el bolso de la Braixen, luego el de la Lopunny y finalmente el del Charmeleon para notar estupefacto que ahí se encontraba el tan codiciado objeto.

― Así que esta es la famosa tabla, a Kapten le va a encantar esto ―Dijo el cocodrilo para sí mismo mientras sus ojos brillaban ante el artefacto

― ¡Oye suelta mis cosas! ―Vociferó el ígneo enfurecido antes de tener que esquivar o más bien dicho ser rescatado de un ataque de agua

― ¡Idiota! ¡Tienes que estar más atento! ―Reclamó el geco

― ¡Rutger! ¡Rotten! ¡Encontré la tabla!

― ¡Entonces larguémonos de aquí, ya perdimos mucho tiempo! ―Reclamó el bicho

Los tres Pokémon echaron carrera para retirarse, el Krokorok con el bolso del Flare Heart puesto era quien iba más adelantado, por su lado, los cazadores y el Grovyle comenzaron a seguirles como una jauría de perros hambrientos por lo que rápidamente lograron alcanzarlos.

―Debemos apurar la marcha ¡Kapten nos matara si perdemos esta cosa! ―Comentó el Dragalge

―Quiero probar algo, si las leyendas son ciertas entonces debería ser capaz de controlar mis ataques rocosos incluso mejor que mi tierra, ¡Rutger! ¡Rotten! adelantense ―Dijo Wurta retrocediendo un poco y mirando desafiante a los perseguidores

Con una sonrisa de confianza y una mirada engañadora, el Krokorok empaló sus garras en la tierra, sentía un poder extraño mientras que la tabla dentro del bolso comenzaba a temblar. Wurta sentía la energía de los minerales corriendo por su cuerpo por lo que gritando “Tumba rocas” sacó ambas manos del piso y arrojó una gran bola de piedra tan grande que podía aplastar fácilmente a los cuatro Pokémon.

― ¡Es demasiado grande! ¡¿Como la detendremos?! ―Preguntó Nari con preocupación

― ¡Recurrente! ―Gritó Leif

Como si de una ametralladora se tratase, el tipo planta comenzó a escupir una enorme cantidad de semillas las cuales impactaron furiosamente al sólido macizo aunque nada, ninguna lograba hacer alguna grieta.

Sin previo aviso, la Braixen lanzó unas misteriosas esferas de energía psíquica las cuales comenzaron a estallar en la roca quien ya comenzaba a presentar pequeñas pero comprometedoras grietas.

―...Ahora… ¡HOJA AGUDA! ―Vociferó un enérgico Grovyle

De un salto, el geco llegó hasta la altura de la piedra y ocupando sus hojas como cuchillas la partió por la mitad, dos mitades que en pocos segundos y gracias a las grietas anteriormente hechas, explotaron en cientos de fragmentos de diversos tamaños, desde guijarros hasta escombros de similar tamaño del Charmeleon.

― ¡No puede ser! ¡Se supone que mi Tumba rocas había sido potenciada! ―Reclamó el reptil arenero

― ¡Haber si te potencia esto! ¡Puño hielo! ―Comentó Airyne quien como un ninja apareció detrás del cocodrilo

Un fuerte puñetazo congelante impactó el rostro de Wurta quien por debilidad cayó derrotado y con su cara completamente llena de hielo.

Los otros dos piratas furiosos trataron de contraatacar, pero al ver a los cuatro Pokémon con la misma o mayor ira en sus ojos solo se dignaron a tomar a su derrotado compañero y retirarse.

―No crean que será la última vez que nos verán, para la próxima conocerán el verdadero poder de los piratas del tajo ―Ultimó el Dragalge antes de marcharse.

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Nuevamente era de tarde, la batalla había terminado hace su buen par de horas y después de descansar, los tres cazadores ya solo querían seguir sus caminos, los Murkrow salían a graznar por el anaranjado cielo y el grupo se encontraba en un camino bifurcado.

―Bueno, aquí nos separamos, gracias por su ayuda chicos ―Dijo la agradecida Lopunny dando un leve giro de cabeza

―Gracias a tí ―Dijo Firo

―Bien, creo que nos veremos pronto, ciudad Espuma queda cerca y ya va a comenzar un nuevo torneo, por cierto se me olvidaba algo ―Rápidamente la liebre se acercó a los oídos de la vulpina con una cara algo traviesa ―No temas porque te lo vaya a quitar, es muy menor para mí

Ante las palabras de la tipo normal, la ígnea no tardó en nuevamente ponerse roja y alejarse de esta quien con una pequeña risa se despidió y siguió su viaje.

― ¿Qué fue lo que te dijo? ―Preguntó el confundido Charmeleon

―N-Nada, n-no me dijo nada ¡Mira, ya se está haciendo de noche! ¡Debemos buscar un lugar donde dormir! ―Recalcó la amarilla marchando estáticamente por el segundo camino

―Nunca voy a entender a las chicas ―Se dijo un ya rendido varano

― ¿Hay que entenderlas? ―Preguntó un también resignado Grovyle

Los tres Pokémon siguieron su marcha por el camino, la ciudad estaba cerca y el torneo ya comenzaba a avivar las llamas de la lucha en los corazones de varios cazadores.

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Mientras tanto en lo que parecía ser una especie de campamento ya totalmente oscurecido por la noche, Kibo y Bestoj llegaban con algunos víveres para su equipo, sorpresa fue la que se llevaron al ver la mitad de su refugio completamente destruido.

― ¿Qué ocurrió aquí? ―Preguntó el Zoroark

―Se tardaron ¿Qué fue lo que les ocurrió a ustedes? ―Dijo una molesta Lurantis por ser la que tenía que recoger todo lo roto en el suelo

―Ran, tuvimos algunos percances, especialmente por culpa de este idiota, ¿Pero qué pasó acá? ―Volvió a preguntar el zorro

―Comenzaron una pelea y no me esperaron, son unos malagradecidos conmigo—Gruñó el Salamence

― ¿Y tener que recoger más desastres de los que hay? No gracias ―Comentó la mantis antes de retirarse

―Lo que pasó es que unos sujetos se las dieron de listos ―Dijo Kaeru quien apareció de la nada detrás de sus Pokémon

― K-Kaeru ―Dijeron tanto el siniestro como el dragón al mismo tiempo

―Unos piratas nos atacaron y bueno…

―No me digas que se encontraron con Jabal. Bueno, te tengo que contar que también nos encontramos con alguien ―Dijo el zorro con una sonrisa en su rostro

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Golpes se escuchaban en el interior de un barco, los tres atacados eran Rutger, Rotten y Wurta quienes recibian una tunda de manos de su capitán, una golpiza tan salvaje que había agrietado partes de la armadura del Golisopod y había pulverizado el mazo del Krokorok

―De todos, ¡De todos! Ustedes se encuentran con la tabla pétrea ¡Y la pierden así como así!

―Mi capitán, perdonenos, nos confiamos y... ―Trató de explicar el Dragalge antes de ser interrumpido por la espina acero del Barbaracle

― ¡Pero nada! Mañana mismo vamos a recuperar esa tabla y acabaremos con esos cazadores ―Ultimó Kapten quien enterró su arma en el suelo del navío y con una cara de pocos amigos se retiró del lugar

 

J.Nathan Spears : Sí, no quise realzar mucho a simples esbirros la verdad, obviamente no dejarlos en ridiculo y ser una tanda de idiotas, pero tampoco que fueran el verdadero gran peligro, lo de Rutger, es un Golisopod, es tipo bicho/agua xDU, de ese trío ninguno era tipo roca (Krookodile, Golisopod y Dragalge) y ni tenía idea de que un personaje en FF se llamaba así, no juego mucho esa franquicia

Capítulo 16: Bienvenidos a su fin

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Era ya un tranquilo mediodía, los Yanma y Hoppip se encontraban entre los vastos jardines amarillos y de entre las flores simpáticos Flabébé se dejaban ver revoloteando junto con los Floette.

Caminando por un agradable camino, el trío de Pokémon conformado por el Flare Heart y el Glorious Shine se acercaba más y más a su destino, ciudad Espuma. Llegando a un pequeño risco observaron lo que más deseaban ver, la costa.

― ¡Miren! ¡Ya logro ver el mar! ―Exclamó una feliz Nari

―Así que este es el famoso mar, sep, es mucho más grande que una laguna―Comentó Leif sorprendido por el tamaño que poseía el lugar

― ¿No conoces el mar? ―Preguntó una incrédula Braixen

―Viví por quince años en un bosque hasta que un idiota pirómano llegó―Dijo el geco indicando con uno de sus dedos al Charmeleon―Escuché alguno que otro relato pero jamás se me pasó por la cabeza que conocería un lugar como esté

― ¡¿A quién llamas pirómano?! ―Reclamó Firo quien para nada convincente tenía ya sus puños en llamas

Dos gotas de sudor recorrieron las cabezas de los otros dos Pokémon, sin decir nada siguieron su camino sin percatarse salvo Nari quien dio un rápido vistazo, que en el agua había un barco de tamaño medio con una curiosa estatua de madera con la figura de cierta deidad acuática como mascarón de proa.

Seguían su recorrido bajando por una ladera hasta que llegaron a una zona plana y lo bastante grande como para descansar, habían caminado desde las ocho de la mañana y por la posición del Sol ya debían ser algo más de la una de la tarde.

Antes de poder tirarse a descansar, algo desconcertó al Charmeleon quien rápidamente empujó a la vulpina solo para darse cuenta que era rescatada de un ataque tipo agua que iba dirigida a su existencia, o quizás como mensaje para el reptil.

―No sabía que ahora te las dabas de héroe, veo que haber “atacado” a tu novia fue acertado―Dijo Kaeru con una maliciosa sonrisa en su rostro mientras descansaba sentado en un árbol

― ¡Que no somos novios! ―Reclamó la amarilla ante el para ella desconocido Pokémon

―Kaeru―Gruñó el varano entre dientes

―Kibo me lo contó todo, me estabas buscando, pues aquí me tienes

Rápidamente el Frogadier saltó de su rama para caer cual felino sobre el suelo, no podía quitar su vista del Charmeleon, así como este no podía quitarla de sus amarillos ojos, Kaeru sabía perfectamente que Firo quería una revancha y no aceptaría un “No” por respuesta.

― ¿Este es el famoso Kaeru? ―Preguntó una sorprendida Nari

―Las cosas no se van a poner agradables―Murmuró Leif―¡Firo! ¡Creo que es mejor retirarnos!

― ¡No!, ¡No me voy sin antes acabar con este tipo!

― ¿Por qué tanto rencor? Te gané justamente esa vez

―Una batalla aquí y ahora

―Ya me lo esperaba, se acerca el torneo y creo que sera bueno estirar los huesos

Colocándose frente a frente el uno del otro, con una diferencia de seis metros aproximadamente, decidieron ocupar las mismas reglas de su primer combate por lo que velozmente ambos Pokémon sacaron su Pokéball de sus respectivos bolsos.

― ¡Ve Rendor! ―Exclamó el anfibio

― ¡Vydra sal ahora! ―Vociferó el reptil por su lado

Arrojando ambos sus esferas, de estas salieron dos enormes Pokémon. Del lado de Kaeru era un gigantesco reptil amamíferado, cuya piel violeta parecía una armadura pero lo más notorio era el enorme cuerno que sobresalía de su frente y sus grandes orejas como platos.

Y de parte del Flare Heart, una especie de híbrido entre una nutria y un león marino, de color azul y con diferentes conchas en su cuerpo a modo de armadura acompañadas de una espesa barba blanca, aquel Pokémon identificado como Samurott lucía tranquilo y por si fuera poco, sentado en una posición de meditación.

―Un Samurott, primero un Garchomp y ahora un Samurott, esto se pone interesante―Comentó el joven tipo agua con algo de confianza en su voz

―Vydra debe ser lejos el mejor guerrero, Taro es mi más grande luchador pero no es del tipo calmado―Explicó Firo

― ¿Y entonces como lo tienes tú? ―Preguntó el Grovyle por detrás de su cazador

― ¡Callate!

―Tiempo que no tenía un combate, creo que es momento de desempolvar mis espadas―Dijo el marino quien lentamente abría sus ojos

―Veamos que tienes nutria ¡Rayo! ―Rugió el tóxico reptil

Desde todo su cuerno, el Nidoking liberó una descarga eléctrica de color amarillo la cual centelleante fue dirigida hacia Vydra quien sin perder la compostura desenvainó su espada derecha y con un sagaz bloqueo disipó el ataque relampagueante.

― ¡Imposible! ―Reclamó el enorme animal morado

―Concéntrate Rendor, no quiero otro fracaso―Obligó el Frogadier con un tono de molestia en su voz

―De acuerdo ¡Puya nociva! ―Gruñó el Nidoking mientras infectaba su brazo derecho en veneno

Con furia, el morado animal se abalanzó sobre el mamífero marino con un brazo que comenzaba a sudar una cantidad enorme de veneno, no estaba a más de dos metros de su oponente cuando dirigió el tóxico directo hacia la cara de este quien calmo como siempre solo soltó un suspiro.

Menos de un segundo, en menos de un segundo el Nidoking se encontraba en el aire con sus ojos en blanco mientras el Samurott misteriosamente se encontraba ahora detrás de él en el suelo y con su espada izquierda en la mano, el único sonido que había fue un cortante silbido que emanaba desde el tórax del veneno hasta la hoja del sable. Rendor se mantuvo por unos segundo en el aire hasta caer totalmente derrotado.

―N-No p-puede ser, un solo golpe y lo venció, primero Taro y ahora Vydra ¿En serio Firo tiene compañeros tan fuertes? ―Se preguntaba un atónito Leif ante el poder de su compañero tipo agua

―Tch, regresa―Gruñó el anfibio mientras devolvía a su Pokémon―No te confíes, la vez anterior fue lo mismo

― ¡Bien hecho Vydra! ¡Eres el mejor! ―Felicitaba un entusiasmado Firo

―No te confíes Firo, sus ataques eran más rápidos que los de un Nidoking promedio, me costó leerlos―Comentó el león marino antes de volver a su esfera

―Es tu turno, ¡Ve Daemon! ―Vociferó Kaeru lanzando con todas sus fuerza la Pokéball al aire

De la esfera salió un rayo rojo que comenzó a materializar a una enorme e intimidante criatura, su apariencia era la de un dragón azul con pelaje negro y diversas marcas y pelo alborotado de color morado aunque lo más impresionante de aquel ser no era nada ni nada menos que las tres cabezas que poseía, dos de una forma simple, casi como si fueran marionetas mientras que la central demostraba toda una ira bestial contenida.

― ¡E-Eso es un Hydreigon! ¡¿C-Como posee uno de los Pokémon más brutales de los que se tiene conocimiento?! ―Exclamó la sorprendida Nari

―Escuché alguna vez sobre ellos, si un Gyarados puede quemar ciudades enteras con su rabia, Hydreigon no deja ni las cenizas―Comentó Leif con un nerviosismo presente ante la criatura

―Así es, Daemon es uno de mis mejores Pokémon y no se contiene contra nadie

―Entonces no me queda otra opción―Murmuró el Charmeleon apretando su puño lo más fuerte que pudo―Leif te toca

― ¡¿Qué?! ¡Esa cosa puede matarme si quiere! ¡No señor! ¡Ni lo creas!

―No te preocupes, por regla los equipos no pueden matarse entre ellos

― ¡Eso no soluciona mi problema!

―Tal parece que tu Pokémon no quiere luchar, en ese caso creo que debemos dar la batalla por finalizada―Dijo el Frogadier alzando un poco la voz mientras cruzaba sus brazos

― ¡Espera! ―Firo se colocó al lado del geco para darle un fuerte golpe en la cabeza― ¡No seas un nuevo Itachi! ¡Ya con un solo problema estoy bien!

―Está bien, está bien, no tienes porque molestarte

Rápidamente el tipo planta se colocó en frente de su siniestro rival, estaba asustado, no podía negarlo, y esas tres cabezas que parecían tener un hambre insaciable no ayudaban a relajarse.

Mientra seguía inundado en sus pensamientos, Leif no se percató que el Hydreigon de un segundo a otro comenzó su marcha, no se dio cuenta cuando ya las tres cabezas de afilados dientes se encontraban a escasos centímetros de él y cada vez más cerca.

Con un ágil movimiento, el geco esquivó el ataque conocido como triturar para luego tomar la ofensiva con sus hojas las cuales empleando como sables, golpeó dos veces al dragón infernal con algo de seguridad de haberle hecho algún daño.

Como si un mosquito lo hubiera picado, Daemon no mostró signos de algún golpe o algún quejido por los cortes, es más, apenas retrocedió más que nada por los impactos y seguido de eso enviar una bola de energía dracónica desde su cabeza derecha la cual impactó en el joven reptil mandandolo a volar unos metros.

― ¡Maldición! Eso fue furia dragón, ¿Como no lo ví venir? ―Se reclamó Leif a sí mismo levantándose con algunos rasguños de la tierra

Nuevamente antes de que pudiera reaccionar, la luz del Sol fue tapada por el gran cuerpo del siniestro dragón quien con un gancho de su cabeza derecha y luego un uppercut de su cabeza izquierda levantaron al tipo planta el cual solo pudo toser un poco de sangre mezclado con saliva para nuevamente caer.

― ¡Firo! ¡Le está dando una paliza! ¡Haz algo!

Los ojos del Charmeleon no lo podían creer, prácticamente obligó a su más reciente captura a irse contra un monstruo y ahora estaba luchando por su vida perdiendo considerablemente.

― ¡Se supone que no se pueden matar en las batallas! ―Reclamó la Braixen con furiosos ojos dirigidos al Frogadier

―Una cosa es que no se maten, otra muy diferente es que peleen como si se fueran a matar, después de todo Daemon es un Hydreigon, no le puedo negar sus instintos más primigenios

― maldición, Maldición, ¡Maldición! ―Gritó el varano frustrado―Leif, regresa, yo me rin…

― ¡Ni se te ocurra decir eso!

Sorprendido, el Charmeleon giró su cabeza para solo ver como, mal herido, lleno de tierra y con un corte en su frente que le teñía de rojo toda la cara, el Grovyle aún seguía de pie, a duras penas pero de pie.

―Tu mismo lo dijiste, no quieres otro Itachi, así que cállate y observa ¡Dragoaliento!

Expulsando una ráfaga de lo que parecía fuego violáceo, pronto el siniestro se vio envuelto en llamas que además poseía una molesta estática, rugiendo de dolor por las quemaduras y los chispazos cuando el ataque cesó se le vió totalmente paralizado, apenas podía cerrar los ojos con esfuerzo.

― ¡No puede ser! ―Exclamó el sorprendido Kaeru

― ¡Hoja aguda!

― ¡Daemon reacciona!

Una de las cabezas, la derecha, comenzó con leves movimientos mientras poco a poco iba sacando sus colmillos los cuales al igual que la izquierda escondían con diferencia de la central, Leif por su parte iba a toda velocidad con sus hojas-espada para vencer de un corte al animal. Cinco metros, cuatro metros, tres, dos, uno, como si de un duelo de samurais se tratase, ambos oponentes estaban detrás del otro, no se movían, duraron unos cuantos segundos así hasta que el geco cayó vencido, la causa, un mordisco en su hombro que le había agotado todas sus energías.

Con una sonrisa en su rostro, el Frogadier ya se disponía a guardar a su victorioso dragón, pero este también se derrumbó, un corte en todo su vientre lo había derrotado.

Ambos cazadores mirándose el uno al otro cuáles perros rabiosos, guardaron a sus Pokémon, el del Flare Heart agradeciendo a su compañero por la batalla mientras que el del Shadow Abyss prefirió mantenerse mudo, ambos sabían que lo que decidiría el final de todo sería ese último encuentro.

Dando pasos férreos, sin quitarse la mirada ni un solo momento, estaban ahí, Firo frente a Kaeru, Kaeru frente a Firo, la tensión podía sentirse, uno había sido humillado la vez anterior y el otro estaba siendo humillado en esta ocasión.

De un momento a otro pasaron de la calma, de la estaticidad a intercambiar golpes, el Charmeleon había encendido su puño izquierdo mientras el Frogadier había mandado una patada cortante. Se separaron por unos instantes antes de comenzar nuevamente con la ofensiva.

― ¡Viento hielo! ―Exclamó el anfibio a la vez que daba un gran brinco

De su boca el tipo agua expulsó una gran cantidad de niebla helada la cual fue en dirección al tipo fuego con resultados, todo el campo se cubrió con la espesa niebla al punto de que la vulpina tuvo que ocupar su varita para despejar el hielo y que no le alcanzara.

Viendo que el ataque fue exitoso, el acuático logró llegar a tierra nuevamente, solo para darse cuenta que el varano inundado en llamas había dispersado su congelante técnica.

―Ocupar nitrocarga para contrarrestar el viento hielo, debí suponerlo

―No creas que soy el mismo de la batalla pasada

―Lo mismo digo

Nuevamente ambos cazadores fueron al encuentro del otro, estaban a punto de chocar cuando misteriosamente se encontraban en el aire con serios cortes en sus abdómenes, caras y espaldas, el culpable, un Barbaracle que había aparecido de la nada junto con los molestos piratas del día anterior.

― ¿Q-Qué hacen ustedes aquí? ―Preguntó Nari con temor

―Niña, duerme―Gruñó el bivalvo sin prestarle mucha atención

La Braixen no se había dado cuenta, el rápido ataque del peligroso Pokémon le había dado a ella también y tenía un profundo corte en su estómago. A medida que comenzaba a sentir el ardor de la herida ella comenzó a perder el conocimiento al igual que los otros dos Pokémon que estaban en el lugar.

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Poco a poco la conciencia iba volviendo, extrañamente el suelo se sentía muy inestable, pareciera como si se estuviera flotando, Firo abría los ojos lentamente pues todo el cuerpo le dolía especialmente en la cabeza, cuando por fin logró estar en sí se llevó la sorpresa de estar amarrado en lo que pareciera ser un poste.

― ¿D-Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ―Preguntaba el varano en voz baja

―Menos mal despertaste, ya pensaba que te habías muerto―Dijo la reconocible voz de Kaeru

Otra nueva sorpresa se llevó el ígneo al ver que su rival, igual de herido que él, también se encontraba amarrado, de la misma forma, la cazadora del Glorious Shine quien igual había recuperado el conocimiento, lucía preocupada por quienes se encontraba frente al trío.

Frente a los tres Pokémon se encontraban los llamados “Piratas del tajo” divididos en dos grupos que formaban un medio círculo en lo que pronto se dieron cuenta era un barco, el Golisopod y un Pelipper escucharon una voz y pronto abrieron la formación revelando al atacante principal, un gran Barbaracle que en su cintura portaba un largo clavo plata y que intimidante se acercaba a los atrapados.

―Buenos días jóvenes durmientes―Dijo el bivalvo con claro tono de insulto―Mi nombre es Kapten, capitán Borek Kapten pero ustedes me pueden llamar capitán Kapten

― ¡¿Por qué nos trajó aquí?! ―Preguntó una molesta Nari causando una falsa sorpresa en los piratas

―Vaya, pero si tenemos una pequeña zorrita valiente―Comentó el tipo roca mientras se acercaba a la cazadora

― ¡No la toques! ―Exclamó el Charmeleon antes de verse callado por un destructivo corte que el capitán dio al poste donde estaban

― ¡No voy a tolerar que se hagan los valientes en mi barco! ¡Una más y sus cabezas rodaran! ¡ME ESCUCHARON!

El silencio no se hizo esperar, los tres cazadores habían quedado totalmente intimidados y sumisos antes la muestra de fuerza, violencia y crueldad que había mostrado el Barbaracle.

―Disculpen mi descortés comportamiento, los trajimos aquí porque poseían cierto objeto que me interesa así que no me queda decir más que, bienvenidos a su fin―Dijo Kapten con total tranquilidad para terminar con una infame mirada asesina

 

JoJoBaoh : Gracias por tu comentario y tus consejos, sí, el fic va a ser algo largo, pero por eso trato de tener una gran distancia entre los capítulos publicados y los escritos, el tema del chiste, las palabras y los acentos los voy a tener más en cuenta, voy a poner más ojo en eso cuando escriba y además en los capítulos ya escritos por si necesitan un retoque o algo similar.

En lo que me basé del webcomic fue netamente en la idea de "Digimon capturado Digimon" o en este caso "Pokémon capturando Pokémon" ya todo el resto es totalmente diferente.

Nuevamente gracias, me agrada mucho cuando me hacen ver los errores porque así puedo mejorar lo que quiero entregar

J.Nathan Spears : No hay problema, pasa con muchos Pokémon, hay gente que piensa que Gliscor es veneno o bicho, hay gente que piensa que Charizard es dragón, que Flygon tiene mega[?????] y el tema de Leif, bueno, piensa que recién están cumpliendo una semana con Firo, si bien ya aceptó su nueva vida y la amistad con su cazador ya está con el pie derecho, aún no se logra acostumbrar, por eso no conoce todos los Pokémon de Firo, ya que pasa más tiempo afuera de la ball además de obviamente si te tiran un Hydreigon, que más encima te dicen ahí mismo es de los Pokémon más brutales que existen... xD

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Bueno, el sgte. capítulo va a ser un poco más turbio, puede tener contenido NO APTO para público sensible, puede contener insinuaciones, violencia semi-extrema y menciones a drogas y similares

Pero, además de eso los dejo con un pequeño regalo, voy a tratar de cada capítulo subir una pequeña ficha de personaje, decidí hacerlo netamente escrito pero pensé que iba a ser muy soso, así que agarré lápiz y papel y en vez de hacer al Pokémon...como Poké, la ficha va a tener un gijinka de este, y como no podía ser menos, tenía que empezar con el protagonista principal xD :

Contenido oculto: FIRO

Ahora sí que sí, el capítulo:

Capítulo 17: El peor día

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Un pequeño pero intimidante barco navegaba sobre las olas del mar, su apariencia era de madera y poseía tres velas blanca, arriba de la central una ondeante bandera negra la cual lucía un tajo en el medio, surcando y rompiendo olas, con la deidad conocida como Tapu Fini como mascarón de proa, indicaba que una infame banda de piratas andaba al acecho.

Riendo como hienas, amenazando y sembrando el terror y miedo en tres jóvenes Pokémon recién raptados, varios rufianes esperaban con cautela las órdenes de su capitán, un espeluznante Barbaracle quien poco a poco se acercaba a la cautiva Braixen.

― ¿Cuantos tienes? ―Preguntó el bivalvo poniendo a la altura de su capturada

― ¿P-Por qué quiere saber eso? ―Dijo la asustada vulpina

―Por tu apariencia debes tener alrededor de quince, ¿Ya te has estrenado?―Preguntó nuevamente Kapten llevando notoriamente el tema a la inocencia de la capturada

La pregunta tomó desprevenida a Nari, quien enrojecida comenzó a negar cualquier cosa que en su mente pudiera ser tomada en contra, Firo por su lado escupía una lluvia de insultos y arranques de fuerza en un afán de soltarse de sus amarres y plantarle un fuerte puñetazo en la cara al Barbaracle.

― ¡Tal parece que aún es una niña! ¡Creo que servirá para esas noches solitarias capitán!―Comentó el Krokorok de la banda con una cara lujuriosa al igual que varios de sus compañeros

― ¡No! ―Soltó el tipo roca sorprendiendo a sus secuaces― ¡Nadie tocará a esta jovencita mientras esté yo a cargo

La sorpresiva reacción del pirata hizo sentirse más aliviados a los dos tipo fuego, especialmente a Nari quien ya tenía miedo de que alguno de los rufianes intentara pasarse de listo con ella, lamentablemente la tranquilidad se fue abajo cuando el Barbaracle volvió a enterrar su clavo plata en el poste a escasos centímetros de ella.

―Esta niña se venderá bien en el mercado negro, no quiero que arruinen la mercancía con sus asquerosas manos

― ¿-V-Venderme?

―Sí, verás, si son vírgenes el precio hasta cuadruplica a una usada, y si están en la primavera de su juventud las monedas y billetes son muchas más, así que anda haciendote la idea de que pronto tendrás que decirle a algún Pokémon mayor “Maestro” o algo por el estilo―Explicó Kapten con una maligna cara en su rostro para luego terminar con una carcajada

― ¡Malditos! ¡Le tocan un pelo a Nari yo...―Trató de reclamar el Charmeleon

― “Y yo” ¿Qué? ―Preguntó el pirata mostrando sus afiladas garras en símbolo de amenaza―Laut, revisen sus bolsos, uno de ellos debe traer la tabla pétrea

― ¡Sí mi capitán! ―Asistió un Pelipper que raudo y veloz se dirigió al interior del navío

―Los demás prepárense y avisen a los otros barcos, ya tenemos lo que queríamos, ahora rumbo a las cercanías de ciudad Espuma

― ¡Sí mi capitán! ―Afirmaron los piratas antes de dispersarse

Poco rato pasó para que el Barbaracle también se retirara del lugar, lo más seguro que a sus aposentos tratando de estar lo más repuesto en la llegada a su lugar de contrabando. Aún cuando se había marchado ya, la intranquilidad en los corazones de los tres cautivos no desaparecía.

El vaivén del barco ya comenzaba a causar estragos en el cuerpo de Firo, él no era muy bueno en el mar por eso no lo frecuentaba, y el mecer de las olas lo que terminó provocando fuera que el reptil para impresión y preocupación de sus compañeros, terminara vomitando sobre la cubierta.

―Odio los barcos―Dijo el ígneo con la mirada desorbitada a causa de los mareos

―Podrías aguantar un poco más, no es agradable tener que oler eso de tan cerca―Gruñó Kaeru

― ¡Pues disculpame! ¡Si no te diste cuenta, no estamos en el lugar más agradable del mundo, grandísimo idiota!

― ¡¿A quién llamas grandísimo idiota?! ¡Fracasado!

― ¡¿Fracasado?! ¡Creo que se me están antojando unas ancas de rana bien asadas!

― ¡Ten cuidado! ¡No te vayas a morir si te apago esa estúpida llama!

― ¡YA BASTA! ―Vociferó Nari con todas sus fuerzas― ¡No puedo creer que estemos atrapados y lo único que hacen en pelear como si fueran niños pequeños! ¡Tratemos de salir de aquí y luego arreglan sus diferencias!

―Los únicos atrapados aquí son ustedes, unas amarras no me van a detener―Con gala de destreza, habilidad y agilidad, el Frogadier procedió a deshacerse de sus ataduras para luego quedar en libertad―Lamentablemente no los puedo dejar aquí así que iré a por mis cosas y los soltaré

―No creo que Kaeru sea tan malo, al menos está dispuesto a ayudarnos―Comentó la vulpina mirando a su amigo con una sonrisa

―Ay sí, Kaeru, el más grande de todos los santos, espero no lo arruine―Gruñó el lagarto con desprecio

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Ciudad Espuma era una de las grande ciudades de Nova, era la segunda ciudad costera más importante y una de las que albergaba mayor número de turistas al año y en especial este, pues dentro de pocos días se celebraría uno de los grandes torneos que se tienen en temporada y obviamente todos los cazadores querían asistir a él.

Dentro de la oficina de policías que tenía la ciudad se encontraba un Houndoom royendo un hueso sacandole la mayor cantidad de carne que podía en la ya escasa que poseía, a su lado un Golduck quien soltaba una cantidad considerable de humo gracias al cigarrillo que tenía en su pico.

―Sabes que detesto el olor a humo de esas cosas, me quitan el apetito

―Es gracioso que te moleste el humo, ustedes los Houndoom son especialistas en expulsar humos nocivos

― ¿Y se puede saber a qué viniste Itik?

―Tenemos serios problemas, ya me comuniqué con el jefe Cadogan para que vaya preparando una celda

― ¿A qué te refieres? ¿Capturaron a algún problemático?

―No, el problema es que hay dos problemáticos, antes de ayer nos encontramos con unos navegantes que fueron atacados por Kapten y su banda pero lo peor fue que hay rumores sobre Acies

Al escuchar ese nombre, Hund no pudo evitar soltar el hueso que llevaba en la boca, el Houndoom quien era conocido como el demoníaco comandante sabía que si el Pokémon conocido como Acies estaba en las cercanías no significaban cosas buenas.

― ¿Estás seguro? Itik no bromees con eso, no con un torneo a menos de una semana

―Además algunos de mis hombres dicen haber visto a Arvid merodeando también

―Primero Barukan, luego Kapten, Acies y Arvid, debemos desplegar fuerzas―Gruñía el can una y otra vez

―Debemos llamar a esos dos, se supone vienen ahora por el torneo ¿O me equivoco?

―Creo será lo mejor, no podemos desaprovechar esta oportunidad para capturar a todos esos rufianes

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Como un ninja, el Frogadier se escabullía entre las habitaciones del barco, sorpresivo fue ver que no era el único navío, sino que habían otros tres más, entre ellos lo que parecía un buque de guerra acompañándolos. No perdió mucho tiempo observando por lo que entró a uno de los cuartos con esperanza de encontrar sus cosas.

En un mesón, con dos de los bolsos totalmente revueltos y el otro en revisión, el Pelipper de la banda rastreaba lo que quería con entusiasmo, botando la Pokéball y la Pokédex de Firo al suelo, sin darse cuenta, el ave fue brutalmente impactado por una esfera de agua que si bien no le hizo mucho daño, lo dejó algo aturdido para luego ser congelado por un viento helado proveniente del anfibio.

―Bien, aquí están mis cosas―Comentó el tipo agua tomando su bolso con total confianza―Liberare a Bestoj y Jabal para…

―No en mi turno―Susurró la aterrorizante voz del Barbaracle poniendo en alerta a la rana

Un furioso golpe salido de la nada en el rostro mandó a volar a Kaeru despojandolo además de sus cosas, el impacto del golpe fue tal que cruzó la pared de madera llegando a la cubierta exterior con un ojo entintado y la espalda lastimada.

― ¡Kaeru! ―Gritaron los dos tipo fuego sorprendidos por el golpe

Del agujero en la pared salió Kapten quien tronando sus dedos, rápidamente se acercó al tipo agua quien nuevamente recibió un golpe que lo elevó unos cuantos metros en el aire mientras un poco de sangre salía de su boca.

―Creo que con eso aprenderás―Dijo el bivalvo con burla antes de darle la espalda a su oponente

Mientras los piratas comenzaban a aparecer desde los otros navíos y habitaciones, con bravura el capitán dio la orden de llevarse a la Braixen a una celda. Esto no solo provocó miedo en la vulpina, sino una ira y furia incontenible en el varano quien para callarlo fue brutalmente golpeado por el Golisopod y el Krokorok tanto en su cara como en su vientre.

― ¡Firo! ―Exclamó Nari con lágrimas en su rostro― ¡Sueltenme!

―Sí cómo no―Dijo el Dragalge sin soltar a su cautiva

Una esfera de agua impactó en la espalda de Kapten, no fue con mucha fuerza pero se sorprendió un poco por el ataque, dio una media vuelta para ver al responsable y notó como a duras penas Kaeru se levantaba herido y lastimado.

―L-Lo que quiso decir Firo es que si le tocan un pelo a esa Braixen… ¡Los mató! ―Vociferó el Frogadier totalmente iracundo

―Ya veo, pues ¡Ven por mi primero! ―Rugió el Barbaracle

Tomando el consejo, el anfibio corrió con todas sus fuerzas a por el bivalvo abrumando a su rival con su velocidad para luego conectar una patada en el rostro seguida de un puñetazo que si bien le provocaron algo de daño, no fue lo suficiente para acabar con el pirata.

―K-Kaeru―Murmuró el herido Charmeleon

Lanzando sus ataques con todo su potencial, el cazador del Shadow Abyss trataba a toda costa con acabar con su oponente, lamentablemente el esfuerzo parecía en vano pues un golpe que Kaeru le daba a Kapten eran diez que el pirata le daba al cazador.

Uno tras otro, el Frogadier caía y dejaba abolladuras en la cubierta del navío, uno tras otro, golpe que el Barbaracle daba, teñía el transporte de rojo, uno tras otro Kaeru sentía que su fin llegaba, uno tras otro fracasaba algún golpe para recibir otro de lleno en su cuerpo.

Con demasiada dificultad el anfibio se puso de pie, inhaló una gran cantidad de aire tratando de expeler su técnica de viento hielo, lamentablemente apenas algo de frío aliento salió, sintió como su cabeza era tomada y violentamente impactada en el suelo de madera provocando un agujero de considerable tamaño.

― ¡Kaeru! ―Gritaron los dos tipo fuego sorprendidos por la brutalidad del ataque

Sujetando con fuerza al Frogadier, Kapten levantó a Kaeru quien tenía todo su rostro, su bufanda de espuma y sus ojos teñidos del líquido carmesí, la impotencia se reflejaba en él y aunque tratara, no podía siquiera mover un músculo.

―Esto te pasa por querer ser un héroe, por querer ser más listo que yo, mira a tus amigos, la chica mañana no va a ser más que mercadería y ustedes dos lo más probable es que no estén en este mundo―Dijo el bivalvo apretando más y más la cabeza de la rana― ¡Encierren a la Braixen! ¡Amarren nuevamente a esta basura! Y al Charmeleon…

Botando a Kaeru cual bola de papel, Kapten se acercó al Firo para agarrar su cabeza con ambas manos y conectarle un rodillazo en toda la boca hiriendo esta con el impacto y obligando al varano a soltar un fuerte quejido de dolor.

―No creas que no me dí cuenta que ensuciaste mi barco, eso es para que aprendan que nadie vomita en mi “Grand Fini”

― ¡Firo! ¡Firo reacciona! ―Exclamó Nari totalmente preocupada

―N-Nari―Balbuceó el reptil ígneo antes de perder el conocimiento

Infernales horas pasaron, la noche en el mar había llegado y en vez de parecer amigable y bella, la Luna parecía traicionera y culpadora, su blanco brillo reflejaba a los dos heridos y hambrientos cazadores mientras que algunos rayos se colaban por una rejilla para llegar a duras penas hasta la celda de la cazadora quien solo podía encogerse en un frío rincón para tratar de pasar la oscura noche.

En el comedor principal los violentos piratas se encontraban ebrios, cantando como si no hubiera un mañana y comiendo como bestias, algunos golpeandose y celebrando mientras que el principal, Kapten, en una especie de trono y rodeado de botellas de ron vacías, se encontraba tomando otra botella mientras en su cintura, junto a su “espada” se encontraba la tabla pétrea tomada como el mayor botín del día.

Paró de tomar, se secó la boca y lanzó con todas sus fuerzas esa última botella para luego levantarse de su asiento.

― ¡Caballeros! ¡Tenemos por fín lo que buscábamos! ¡Celebremos esto con una noche de borrachera y mañana además de vender a esa zorra! ¡LANZAREMOS A ESE PAR DE CAZADORES INÚTILES A QUE SE LOS COMAN LOS SHARPEDO! ―Exclamó el capitán en un mar de risas de alcohol

Todos los rufianes celebraron los dichos de su capitán con gritos de euforia, por orden del bivalvo, el Pelipper ya descongelado salió del barco para avisar a los miembros de los otros navíos, la peor noche del peor días de la vida de los tres cazadores parecía estar sentenciando sus vidas.

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La noche en ciudad Espuma era diferente al día, mientras en el día los turistas disfrutaban del cálido Sol y de las maravillosas playas, en la noche la vida nocturna era activa, diversos restoranes, hoteles y clubes daban a los viajeros la oportunidad de divertirse antes de que el astro rey se anunciara.

La oficina de policías también se encontraba activa, pero no por diversión, sino por los avistamiento de cuatro de los más peligrosos criminales de la región, en su oficina personal, una sala de tamaño razonable y de escasa iluminación, Hund se encontraba junto con dos Pokémon más quienes sentados y callados escuchaban al doberman lo que este les decía.

―Como verán necesitamos de su ayuda, se que tienen sus agendas ocupadas pero esto es un problema mayor

― ¿Y por quien vamos primero? ―Preguntó una robusta y confianzuda voz proveniente del Pokémon más macizo de la habitación

―Itik logró localizar a Kapten, el líder de los piratas del tajo en las cercanías de ciudad Espuma, creemos que puede estar en un contrabando de esclavos o de droga además de preparar alguno de los múltiples atracos que genera en las costas

―Ya veo, solo espero que pueda ante un tsunami―Comentó el robusto con una leve carcajada

El otro Pokémon se levantó de su silla y se colocó en la salida de la habitación sin decir ni una sola palabra.

― ¿Qué ocurre? ―Preguntó el confiado de maciza apariencia

―Nada, solo voy a preparar los músculos, mañana saldremos temprano―Dijo el delgado Pokémon con una sonrisa en su rostro