Poison (SasuSaku)

Under the water [The pretty reckless]
Las dos nuevas semanas pasaron rápidamente. Con Sasuke cerca de mí todo era mejor y más rápido. Laura, desde el día de la discusión en el baile, no había vuelto a decirme nada y supongo que a él tampoco. Sasuke y yo estábamos juntos y eso era lo que contaba. No quería nada más… No necesitaba una etiqueta ni una fecha. Solo quería estar con él y ya está…

Jueves. El mejor día de la semana. El que te indica que solo falta un día para que sea fin de semana y ser libre de esas paredes.

Cuando fue la hora del recreo me reuní con Sasuke en el patio de atrás. Donde siempre íbamos y… como no. Laura tardaba mucho en hacer su aparición.

–Hola, Sakura.

–Hola ¿Qué quieres?

–Nada, solo te recuerdo que estas con algo que me pertenece.

–¿Algo? Las personas no son objetos y, aun menos, son propiedad de nadie.

–Da igual. Es mío. Vete.

–No.

Me mantuve firme. Nunca me había sentido amenazada con Laura pero… ese día fue el peor de todos. Tenía motivos para decir que era de su propiedad.

En ese momento llegaron sus chicas-secuaces para hacerle algún tipo de apoyo y… Sasuke no decía nada. En el fondo le entendía pero no quería entenderle. Quería reprocharle todo pero no podía… Le quiero demasiado como para hacerle eso.

–No me digas que te has enamorado de este.

–Tiene nombre.

–Ais… Sakura sakura sakura… Nunca aprenderás que con mis hombres no se juega –dijo la palabra jugar en un tono extraño– No es por hacerte daño pero… me siento obligada a decirte que Sasuke solo estaba contigo porque yo quería. Solo te ha ayudado porque yo quise… –dijo mientras se acercaba a Sasuke y este bajaba la mirada –Solo fuiste objeto de risa para nosotras y, sobretodo, para él… Gracias por hacerle divertir y enseñarme nuevas maneras de hacerlo con él. Me ha gustado la idea del juego.

–Sasuke… dime que no es verdad.

Pero él no dijo nada.

–Ya veo…

–Vamos, Sakura, llora… no pasa nada por mostrar debilidad.

–¿Sabes Laura? No soy como tú. Sé que la intención de todo esto es que pierda los papeles y te pegue una bofetada y vayas de víctima –en ese momento me levante y me plante delante de ella, que seguía agarrada a Sasuke y este la cogía de la cintura. Dios… vaya imagen más retorcida –No te voy a dar la satisfacción de verme llorar pero sí que voy a darte una satisfacción que recaerá en tu conciencia para siempre.

–Lárgate. Me estorbas…

Sonreí. Nunca me alegre tanto de que esa chica me dijera lo que tenía que hacer.

–Adiós, Sasuke.

Él me miro extrañado pero yo ya sabía a qué me refería. Mi mente era más retorcida… Haría que Laura se sintiera culpable por el resto de su vida.

Cogí la mochila y me fui a casa de los Uchiha. En un taxi que le pedí que fuera por la calle más rápida. No quería encontrarme a nadie en aquella casa… Pero era un error. A esa hora estaban todos: Fugaku, Mikoto y María. Cuando entre se extrañaron de mi presencia y, al parecer, estaban reunidos con una mujer. Era alta, rubia, de ojos marrones y… parecía divertida aunque ese adjetivo era el menos conveniente en mi estado.

–Hola Sakura ¿Qué haces aquí? –me pregunto Mikoto preocupándose y viniendo a recibirme.

–Hola. Es que no me he encontraba bien y he venido hacia aquí.

–¿Qué te duele?

–Un poco el estomago.

–Bueno… siéntate aquí a ver si se te pasa –me dijo mientras me sentaba a su lado en el salón y podía ver más de cerca a la señora.

–Sakura esta es tu nueva tutora legal. Se llama Tsunade.

–Encantada –me saludo la mujer con un apretón de manos.

–Lo mismo digo.

–Siento ser tan directa Sakura pero… ya he hablado con los Uchiha y sería conveniente que te trasladaras a mi casa hoy mismo. Ya sabes la polémica que ha salido porque estés viviendo aquí.

–Comprendo… –decirle adiós a todos iba a ser más duro de lo que me imaginaba. Hasta me costaría decírselo a Fugaku.

–Te ayudare con la maleta –me dijo Mikoto. Sabía que a mi esos gestos no me gustaban pero… ¿Qué más da? Deje que hiciera lo que quisiera y subió conmigo a guardar todo que, en realidad, no era casi nada ya que los muebles de mi habitación ya habían sido trasladados a la casa de Tsunade.

–Bueno… señores Uchiha, muchas gracias por todo –les dije antes de marcharme pero, sorprendentemente Mikoto y María me dieron un abrazo seguido por una caricia de Fugaku en mi cabeza. Era muy difícil decir adiós a gente que te ha ayudado sin darse cuenta de que todo había sido una farsa por parte de una niñata caprichosa y egoísta…

En el trayecto de casa de los Uchiha a casa de Tsunade no hablamos nada, básicamente, porque me había quedado dormida.

La casa no era como la de los Uchiha pero bastaba para dos personas o como mucho tres.

–Espero que te guste. No es muy grande pero es acogedora.

–Me han dicho que eres directora de una discográfica ¿Por qué tienes esta casa pudiéndote permitir algo mejor?

–No me gustan las mansiones. Veo las paredes muy grandes y a mi muy pequeña y me acabo sintiendo como en un zoológico. No sé si me explico.

–Más o menos. A mí me pasaba algo parecido en casa de los Uchiha a veces… – Sobre todo en la habitación de Fugaku y Mikoto donde una noche Sasuke y yo estuvimos juntos… Otra punzada más no por favor… –Tsunade, me quiero dar un baño ¿Dónde está la bañera? –ella no dijo nada y se dispuso a enseñarme el camino. Lo siento por esa mujer lo que voy a hacer pero… no tengo otra.

–Estate el tiempo que necesites. No tengo prisa por volver al trabajo ya que hoy he pedido el día de libre.

–Gracias –le sonreí falsamente y cerré la puerta antes de que saliera.

Llene la bañera hasta arriba y le metí un poco de sales de baño para que oliera mejor. Algo irónico ¿no? Había un espejo en el cual se podía ver toda mi silueta pero… me daba tanto asco en ese momento que decidí ignorar ese cristal. Me metí en la bañera y espere el tiempo que hiciera falta.

Desde que bese a Sasuke… todo fue bien pero, se nota que algo era bueno cuando acaba. Cuando acaba tu existencia en el momento en que te enteras de que todo era una farsa… que todo lo que recibiste de esa persona fueron mentiras ¿Qué más puedo pedir? El chico del que estaba enamorada se fija en mi amiga. Mis padres mueren. Mis amigas hacen su propia vida de la cual parece que no forme ya parte. Cuando parece que voy a intentar salir del agujero y se ve un poco una luz… me doy cuenta de que solo era un espejismo en medio del desierto. Que solo fue una ilusión dentro de la oscuridad… Sasuke me hizo recordar lo que era ser feliz pero también lo maldito que es ese segundo de tu vida en que todo cambia.

No lo pude evitar… me empecé a sumergir en el agua de la bañera y, mientras derramaba la única lágrima derramada por Sasuke, note como el agua empezaba a entrar en mis pulmones y mi visión se nublaba… Sentía ganas de dormir y que el aire me faltaba. El pecho me ardía pero el dolor físico no se podía comparar al mental. Sin duda cerré los ojos y espere que fuera para siempre. En ese momento… pude ver a mis padres. A mama y a papa… me sonreían y me daban los dos la mano pero, cuando se las iba a coger y poder estar con ellos, la imagen se difumino…

–¿Sakura? –oía en la lejanía. Alguien me llamaba.

Oh no… Seguía en mi realidad.

–¿Sakura? ¿Me oyes?

Casi no podía ver y no sabía si podía hablar. Lo intente.

–¿Quién…? –sentía el liquido del agua salir por mi garganta y, como esta, ardía después pero no un ardor como Jack producía.

–Soy Tsunade –me encontré en el baño, desnuda, mojada y boca arriba.

–Mierda…

–No te voy a dar el sermón ahora. Esperare a que te recuperes un poco ¿Puedes levantarte? –me pregunto ella colocando mi brazo en sus hombros y ayudándome a recomponerme.

Me ayudo a colocarme el albornoz y subimos a mi habitación. Una vez delante del tocador me empezó a peinar sin decirme nada. Decidí hablarle yo. Era lo mínimo que podía hacer.

–Tsunade yo… –no sé que me paso que no pude pronunciar nada más. Empecé a llorar de nuevo y ella se sobresalto un poco pero me agarro como pudo y me coloco en la cama con ella. Tsunade me abrazo y dejo que soltara todo lo que me había quedado reprimido desde que empezó a pasar todo. Las alegrías, las penas. Los buenos recuerdos, los malos. Las agradables sensaciones, las horribles sensaciones. Todo. Y ella… se quedo allí. Abrazándome cada vez más fuerte para que me quitara todo de encima. Igual… que hizo Sasuke el día que mis padres murieron.


Tsunade no se había despegado de mí ni un momento pero tampoco me hablo. Solo… me ayudo a vestirme, a despejarme un poco y a recomponerme del rato que había estado llorando.

–He preparado unas tazas de café. Tenemos mucho de qué hablar, Sakura –me dijo mientras miraba la hora y aún veía que era temprano.

–Lo siento. No quería causarte problemas –dije mientras bajaba la mirada y ella me agarraba de la mano y me llevaba al sofá a sentarme junto a ella.

–Lo sé pero… para entenderte mejor necesito que me cuentes todo. Hasta el más mínimo detalle que pueda haberte hecho algo de dolor.

–Esto es algo embarazoso… –dije tomando un trago.

–No tiene por qué. Confía en mí… A diferencia de Mikoto yo no soy la madre del chico que te gusta –la mire sorprendida –Sí… mientras llorabas pronunciabas a veces su nombre en voz baja –me sonroje un poco sintiéndome avergonzada.

–La verdad… es que todo empezó antes de conocer a Sasuke.

Le explique todo: la fiesta de verano, Ezio, Laura, como conocí a Sasuke, la muerte de mis padres y la ayuda que él me dio. Todo. Le explique todo lo que había pasado en mi vida en apenas unos meses y ella entendió porque hiciese lo que hice aunque, obviamente, no lo compartía. Por último, le explique que todo lo que había pasado con Sasuke había sido una farsa que Laura había provocado sabiendo que lo tiene a su merced. Ella se sorprendió y me abrazo. Sonreí… Por un momento sentí que estaba de nuevo en casa y que me madre me estaba ayudando y apoyando en todo.

–Gracias…

–No te preocupes –se alejo de mi y fue a llevar las dos tazas a la cocina –Por cierto, mañana llamaré al colegio que no iras fingiendo decir que estas enferma. No creo que estés preparada para ver a los dos juntos después de lo que ha pasado.

–Gracias, Tsunade.

Ella me sonrió. Me entendía… Me había escuchado sin reprocharme nada y, mejor aún, no me había echado la bronca ni reprochado lo que había hecho que era lo que más me daba miedo.

Dormí con Tsunade aquella noche. Sentía… como si mi madre hubiera llegado del mundo de los muertos y me estuviera consolando como ella mejor sabia. Me sentía protegida y segura de nuevo… Demasiadas cosas tenía que agradecerle a esa mujer.


Me desperté sola en la cama. Lógico… no estaba en casa de Sasuke, ni en su cama y… menos entre sus brazos como cada mañana después de amarnos por la noche… Un amor falso. En ese momento recordé a mi madre… siempre me recordaba que debía tener cuidado de que persona me fijaba. Que esa persona podía cambiar mi estado anímico en apenas segundos si se lo proponía. Qué razón tenía…

Me levante y fui hacia la cocina a desayunar cuando encontré a Tsunade en el salón hablando por teléfono y con muchas hojas de papel encima de la mesa. Tenía mucho trabajo por hacer y estaba aquí cuidando de una niñata con tendencias suicidas… Pude ver como había dos bandejas en la mesa pequeña enfrente de la televisión y me dirigí hacia allí esperando a que Tsunade acabara de hablar y viniera conmigo. En cuanto me vio sentada colgó sin más y vino a desayunar. Dios… que atenta es esta mujer aunque no es justo que éste pasando por este estrés por mi culpa.

–Tsunade… si quieres irte a la oficina a trabajar a mi no me importa.

–No te voy a dejar sola y lo sabes –dijo mientras recogía las dos bandejas y empezaba a lavar todo. Obviamente le ayude.

Estábamos Tsunade y yo en su estudio privado y… aquello era el paraíso. Dios, sin duda había encontrado mi sitio. Tenía varias guitarras colgadas en la pared, dos bajos, una batería, un piano eléctrico y una mesa de sonido en una sala aparte. Todo insonorizado… Ya he descubierto el sitio favorito de la casa en común con Tsunade.

–¿Te gusta?

–Sí… me gusta mucho –dije entrando con cuidado. Esa sala me infundía mucho respeto. Era como si no mereciera estar allí. Tsunade me cogió de la mano y me invito a pasar. Me enseño alguno de sus trabajos y lo empezó a modificar viendo errores. Me sentía encajada por fin. Que había encontrado mi sitio y… me sentía algo mejor. El timbre sonó.

–Tranquila, voy yo. Sigue trabajando –le dije mientras me quitaba los cascos y ella seguía con los arreglos.

Fui a la entrada viendo que no tenía mis mejores vestimentas. Una camiseta larga y ancha de mi padre del grupo Deep Purple que había recogido. Descalza y con una coleta. Sin maquillar ni nada… Eso sí, la cara bien lavada.

Abrí la puerta… y mi mundo se volvió a desplomar. Sasuke…

–¿Qué narices haces a… –me abrazo. Cerré los puños fuertemente evitando mi impulso de corresponder y echarme a llorar de nuevo.

–Mis padres me han contado lo de la bañera… Tsunade se lo explico anoche para que me alejara de ti y se han enterado de lo que ha pasado. Lo siento mucho, Sakura –me dijo él sin soltarme. No quería perdonarle… Aunque estuviera enamorada de él no podía. Una cosa era aceptar lo que él sentía por Laura y saber que si ella le ofrece algo mejor sé que se ira y otra muy distinta es que para conseguirlo me tenga que hacer daño como lo ha hecho.

–¿No dices nada?

–Vete.

No quería decir nada más. Él se alejo de mí y vio que en mi cara no se movía ningún musculo. Tenía la expresión de rabia e ira que luego cambio a pena.

–¿Sabes? Me das pena. Al principio de toda esta historia entre tú y yo pensaba que éramos iguales porque a mí me pasaba lo mismo que a ti con Laura pero hay una diferencia entre tú y yo… Por Ezio jamás se me hubiera ocurrido hacerte ni una pizca de daño en cambio, tu eres capaz de todo por ella ¿Crees que eso demuestra que la quieres más? Todo lo contrario. Demuestra que ella para ti no es tan importante como lo soy yo para ti –él se sorprendió. Suspire un momento y continué –Si la quisieras tanto, desde que todo acabo entre ella y tu, la hubieras ido a buscar cómo has hecho conmigo al ver que había recibido un mínimo de daño.

Él no dijo nada simplemente… cerro los puños y los ojos con fuerza esperando alguna palabra más por mi parte pero no recibió ninguna. Me quede inmóvil no por miedo o por desafío sino… porque sabía que él quería decir algo más aunque tardara en reaccionar un poco.

–Sakura… No sé qué es lo que siento por ti. Sé que es más fuerte que siento por Laura pero ella aún me importa demasiado como para despegarme. Solo te pido que esperes a que me aclare y entonc… –no le deje terminar.

–No. No voy a esperarte ni un segundo más, Sasuke. No voy a conformarme con ser la chica que te hizo olvidar a Laura porque no es así… Tú no la olvidaras por mí, la olvidaras cuando tú de verdad quieras hacerlo. Además ¿No crees que es algo injusto que me estés pidiendo tiempo tú que has hecho que caiga en el ridículo una vez más? No puedo confiar en tu palabra, Sasuke.

Él me intento agarrar pero fui más rápida que él y me aleje. Tsunade apareció.

–Sasuke, largo –dijo ella mientras me cogía de los hombros desde detrás como mostrándome apoyo. Ella le miro con cara desafiante. Él imito su gesto.

–Tsunade, tengo que hablar con ella.

–Sasuke, precisamente ahora no querías hablar además, como bien ha dicho Sakura, ahora mismo tu palabra no vale nada. Esa tal Laura te tiene como su marioneta para hacer daño y tú caes siempre en la trampa. Lo quieres ver así pero no puedes y eso te atormenta pero tampoco puedes evitar querer a Sakura, que es quien estaba con Laura en su momento de verdadera felicidad. Sakura fue la mejor amiga de Laura que la hacia sonreír de verdad, la parte que te enamoro de ella fue por Sakura y por eso recurres a ella, la razón de mostrar una sonrisa verdadera a la chica que quieres. Deja en paz a Sakura si no quieres que llame otra vez a tus padres ¿Entendido? –él, sorprendido y confundido, se puso el casco y se fue con su moto de allí a mucha velocidad. Pensé en salir corriendo hacia la carretera a ver si le había pasado algo pero, en vez de eso, baje la mirada hacia el suelo e hice un gran suspiro.

–Gracias de nuevo, Tsunade. Al final te vas a convertir en mi ángel de la guarda.

–Lo sé ¿Te apetece improvisar con la base que he hecho antes?

–Me encantaría.

Y así fue. Cerramos la puerta de la calle y nos dirigimos hacia el estudio de música. Ella puso la base y… yo empecé a meter letra y una melodía simple de voz. Sin darme cuenta había hecho una gran canción, la cual había gustado mucho a Tsunade que me miraba con los ojos iluminados ¿Había salido bien esa improvisación?

–Sakura, quedas contratada en mi empresa como nueva cantante.



Hola holaaaa =)!
¿Qué os ha parecido ;)?
Sé que me ha quedado muy cruel
pero... la vida no es como nosotros
a veces queremos, pero siempre
hay alguien ahí capaz de ayudarnos
¿verdad =)?
pd.: el link de la canción es este lo he
metido casi al acabar el capitulo ^^

Saludooooooos,

-MoreThanThis.

 

Bad romance [Glee versión]
Habían pasado unos días desde… el intento de acabar con mi existencia. Tsunade y las chicas habían sido muy atentas conmigo y nunca me dejaban sola, no por el miedo de que pudiera volver a caer en la idea de morir, que también era un opción, sino porque me querían y querían estar conmigo ¡Las adoro!

Aunque suene extraño y después de todo lo que ha pasado, me sienta mejor la compañía de las chicas y Tsunade que solo la compañía de Sasuke aunque… creo que solo lo digo para poder sentirme algo mejor.

No. No le he vuelto a ver desde que vino a buscarme a casa y me mantuve firme a no querer perdonarle.

Tsunade, viendo todo lo que había pasado, me cambio de colegio al de Ino e Hinata. Era algo más estricto pero no me importa. Lo último que supe de Sasuke es que estaba saliendo con Laura.

¿Algo bueno en la situación actual? He conseguido mi sueño. Sé que no os he hablado de él durante el transcurso de la historia pero entenderéis que no era posible con tanto lio. He conseguido ser cantante de una compañía discográfica ¡Mi sueño hecho realidad! Y todo… gracias a Tsunade.

Estábamos en una reunión donde, por lo que me conto Tsunade, se decidiríamos las partes de la canción donde las nuevas estrellas nos daríamos a conocer públicamente. En aquella sala habíamos unas seis personas. El chico de la actuación aún no llegaba… ¡Sera impuntual!
Las chicas ya nos habíamos conocido. Eran Tenten, Temari, Konan y yo las chicas a conjunto con un chico. Creí entender que la canción iría sobre cuatro chicas que se pelean por un chico.

–Me pone de los nervios la impuntualidad –dijo Tsunade.

–Bueno, empecemos la reunión y luego le comunicáis todo al chico –dijo la ayudante de
Tsunade, Shizune. Todas suspiramos fastidiadas pero nos recompusimos en la mesa para atender.

–Haremos nuestra versión de la canción de Bad romance que hace tiempo versiono Glee ¿Qué os parece? –nos pregunto Tsunade ojeando sus papeles.

–¿Y si no es nuestro estilo? –pregunto Konan preocupada. Lógico, no se puede dar a
entender un estilo de música si luego es totalmente lo contrario.

–Avisaremos de que es una canción de iniciación, como un proyecto para haceros conocer y no tiene porque llegar a oídos del público, solo al mundo musical.

–¿Qué me he perdido? –entro el chico.

–Ya era hora –dijo Temari y nos giramos todas para mirarle pero… ojala nunca me hubiera girado. Nunca creeríais quien era… Quien había vuelto a aparecer…

–¿Sakura?

–¿Ezio?

–¿Os conocéis? –me pregunto Konan.

–Sí. Nuestros padres eran amigos.

–Ezio, siéntate que llegas tarde –le ordeno Tsunade viendo que las chicas pudieran preguntar algo sobre mi vida estropeada.

–Estábamos explicando lo que haremos para daros a conocer más hacia un público del mismo oficio. Cantaréis la canción de Bad romance versionada por Glee. Obviamente harás la voz de Kurt y las chicas ya tenemos más o menos designados vuestros puestos. Shizune, repárteles sus partes –y esta nos entrego unos papeles.

Me toco la parte difícil, parte que cantaba el personaje de Santana ¡Gracias destino! A Konan le toco la parte de Tina, a Temari la de Mercedes y a Tenten la de Quinn.


No quise quejarme ya que había visto lo liada que había estado Tsunade para repartirnos los papeles y organizarlo todo.

–Bueno. Aquí acaba la reunión y, pasado mañana, es la presentación en la fiesta que hemos organizado. Espero que trabajéis duro entre hoy y mañana.

–¡No dará tiempo!

–Tenéis que poder, Tenten.

Y todo seguido las dos mujeres se marcharon. Solo quedábamos los aspirantes a la canción.

–Fantástico ¿Qué os parece si vamos a la sala de grabaciones a ensayar? –propuso Temari.
Nadie dijo nada, simplemente salimos de la sala y nos dirigimos hacia allí. Antes de poder entrar en la sala Ezio me cogió de la mano y espero a que todas entraran para hablarme.

–¿Qué quieres?

–Hola a ti también.

Dios… esa expresión como hacia Sasuke no. Otra vez no…

–¿Qué quieres, Ezio?

–Sakura… sé que te he podido llegar a hacer daño y hace tiempo que he querido pedirte disculpas pero Laura me decía cosas extrañas de ti para que no me acercara e intentara arreglar las cosas.

–Ya veo… ¿Y tú te dejas influenciar por lo que te diga una chica que no conoces de nada comparado conmigo? Gran idea, Ezio. Sigue así y te comerás el mundo –le dije siendo irónica.

–Tienes todo el derecho a estar enfadada. Solo… quiero pedirte disculpas por todo. Lo siento mucho, de verdad.

–Sé que sabias lo de mis padres –él solo se quedo callado y espero a que prosiguiera –¿Sabes lo mucho que me hubiera gustado un simple mensaje de texto por tu parte? Pero como no… a todos os hipnotiza… –dije refiriéndome a Laura y a su fantástico don para quitarme las únicas razones de mi existencia.

–¿A todos? ¿A qué te refieres?

–Da igual… –dije apartando la mirada y apretando con fuerza los puños y los dientes de la rabia. Él me paso su brazo alrededor de mis hombros y me dio un beso en la cabeza. Sin duda, me sorprendí mucho.

–Sakura, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que quieras. Sé que es difícil confiar en mí después de todo lo que ha pasado pero… estoy aquí ¿no? Estoy intentando arreglar las cosas. Creo que eso es un punto a favor hacia la confianza… –dijo él cogiéndome de la manos para que me relajara y haciendo que le mirara.

–Supongo que sí… –hice un gran suspiro. Mi odio hacia Ezio se había quedado en casi nada. Supongo que hablar con él de lo que había pasado me sentaría mejor –Primero vamos a ensayar y luego te explico todo.

Él me sonrió y sí, seguía teniendo esa sonrisa bonita aunque ya no la veía de la misma manera.

Los cinco nos pasamos el día entero ensayando y… la verdad es que ni yo misma me creía que llegara a hacer tales virguerías con mi garganta. Creía que era una voz bastante normal y neutral pero la verdad es que no lo era para nada. Sentía que había encontrado algo por lo cual servía de utilidad mi existencia. Algo extraño pero… reconfortante.

–Señoras, señores… vengo a presentarles las próximas estrellas que vivirán su sueño de vivir de lo que les gusta. La música… dejadme presentarlos: Ezio, Konan, Temari, Tenten y Sakura. Al final de la canción veremos a que candidata a elegido el chico para el dueto que harán dentro de un mes… –conforme nos fue llamando fuimos subiendo al escenario. Cada unos fue vestido como quiso y, personalmente, con una camiseta blanca de tirantes con algo de escote, unos pantalones de cuero negros, unas Converse negras y con el interior del ojo negro con un toque rojo en los labios. Ezio… fue algo extraño. Según los productores las chicas teníamos que ir a por Ezio, es decir, como que estábamos enamoradas las cuatro de él. No me equivocaba ante mi afirmación. Cada vez que alguna cantaba tenía que ir a por él. Tenten llevaba un vestido marrón chocolate con escote por toda la espalda y unas bailarinas negras, con sus típicos moñitos como de china que le quedaban muy graciosos. Temari llevaba una falda de vuelo azul y una camiseta blanca y unos zapatos de tacón muy originales de color blancos. Konan iba más sencilla, unos jeans tejanos, una camisa de chico y descalza ¡Me encanta su estilo! Ezio, al ser el deseado y representando como al mal-amor, iba con un pantalón negro con cadenas, unas botas militares y un chaleco. Nada más… ¡Estaba muy sexy!

Ezio empezó la canción y… no sé. Las chicas se centraron en hacerlo todo perfecto mientras que yo me centre en pasármelo bien y demostrar mi talento. Quizás… me emocione demasiado y todo…

Cuando baje del escenario la familia Uchiha vino a darme le enhorabuena. Familia Uchiha, es decir, Sasuke… un momento ¡¿Sasuke?! ¡¿Qué narices hace aquí?!

–Hola Sakura, lo has hecho muy bien –me saludo Mikoto abrazándome. Le correspondí al abrazo sin pensármelo dos veces.

–Gracias, aunque casi la fastidio en la nota final.

–No te preocupes. Ha salido perfecto –dijo mientras cogía del brazo a Fugaku y agregaba –Vamos a por bebidas ¿Queréis algo?

–No, gracias –le dije yo sonriéndoles. Obviamente… estaba actuando. No quería quedarme a solas con Sasuke y parecía que lo habían planeado todo.

–Hola –me saludo Sasuke. No le dije nada –¿Vas a seguir sin hablarme? –seguí sin decirle nada pero mirándole a los ojos –Solo quiero decirte algo, Sakura… –me cruce de brazos y espere a que continuara –Solo quería decirte que ya he entendido lo que pasa por mi mente… –se acerco un par de pasos a mí los cuales yo imite para alejarme, de tal manera, que teníamos la misma distancia todo el rato –He comprendido que lo que sentía por Laura al principio fue especial pero que paso a ser como una costumbre, un capricho de querer tenerla siempre pero… una vez me explicaste que el querer a alguien de verdad no es querer que este contigo sino que a pesar de que estéis lejos uno estaría feliz si la otra persona lo es y… creo que eso es lo que me pasa contigo –¿Qué…? En ese momento los ojos se me abrieron de par en par pero no dije nada –Intuyo que los sentimientos hacia Ezio han vuelto pero también sé que no me has olvidado y que sientes algo parecido a lo que siento yo sino… me estarías hablando.

–No tengo nada que decir y menos a ti.

–¿Pasa algo? –en ese momento llego Ezio con una botella de agua.

–No, Sasuke ya se iba.

No dijo nada y se fue hacia la salida.

–¿No crees que has sido un poco dura con el chico?

–Este es el causante de mi intento de suicidio aunque claro… él no lo sabe. Sería demasiado patético –le dije mientras los dos nos dirigíamos hacia el vestuario. Ni si quiera se lo pude decir mirándole a la cara de tanta vergüenza que me daba reconocer que intente acabar con mi existencia por ese ser…

–Sakura, no te martirices más. No pienses. Solo vive el presente y que has conseguido tu sueño –dijo sonriéndome y tirándome mi mochila.

–Tienes razón. Gracias.

Las cosas no estaban bien… Estaba feliz por lo que me había dicho Sasuke y sabia como era y lo mucho que le habrá costado decir aquellas palabras pero… el intento de Sasuke ya había sido echado ahora la que le faltaba decidir era a mi si yo quería que Sasuke volviera a mi vida o no.

Es algo extraño todo… Cuando estaba mal por Ezio apareció Sasuke y cuando estoy mal por Sasuke aparece Ezio ¡Gracias una vez más destino!

Llegué a casa cansada pues había ido desde la discográfica a casa andando. Sí… había pasado de llamar casa-de-Tsunade a mi casa en muy poco tiempo aunque creo que así será mejor para adaptarme más rápido al cambio de mi vida.

Cuando llegué las chicas estaban en el salón comiendo palomitas y bebiendo coca-cola. Mierda… la fiesta de pijamas semanal.

–¡Sakura! –me saludaron Ino e Hinata.

–Hola… –les dije cansada.

–¿Qué te pasa?

–He venido desde la discográfica andando –le dije tirándome en el sofá –¿Y Tsunade?

–Ya sabes… horas “extras” –dijo Ino señalando las comillas. Cuando nos referíamos a horas “extras” era cuando Tsunade iba a ver a su novio o algo así, Jiraya.

–Sasuke se me ha declarado.

Lo solté sin más. Ellas dos alucinaron, apagaron la tele y me miraron como pidiendo más información. Suspiré y eche la cabeza hacia atrás.

–Dice que está enamorado y… no sé qué hacer –ellas me miraron con el ceño fruncido –¡Me ha hecho mucho daño! Y vosotras lo sabéis…

–Ya lo sabemos, Sakura y… mi consejo es que vivas el presente. No pienses en nada y vive tu sueño; que ya te tocaba algo bueno… –me dijo Hinata abrazándome.

–Sakura… –empezó a decir Ino suspirando –No te niego que lo hayas pasado mal, que se ha pasado, que ha sido un inútil contigo, que se ha portado mal, etc. pero… cuando él te beso los dos acordasteis que no tendríais nada porque aun sentíais cosas por los otros. Ya sé que si hubiese pasado al revés a ti jamás se te hubiera pasado por la cabeza traicionar a Sasuke pero… Ezio no es como Laura. Ezio nunca te trataría como lo hace Laura con Sasuke.

–¿Vosotras que…

–Naruto los vio juntos. Es… su perrito faldero y aquellos días en que Sasuke estuvo contigo se le veía feliz y completo mientras que ahora es como si fuera un muñeco de trapo.
No dije nada. No quería decir nada, es mas… no quería que Ino continuara.

–Sakura, no digo que le perdones solo… que lo entiendas.

–Chicas… le entiendo tanto que hasta me traiciono a mi misma por defenderle. No quiero volver a pensar en nada más… No quiero reconocer que Sasuke me llego a gustar. Aun no puedo…

–¿Qué os parece si vemos un poco la tele? Dicen que hay un nuevo reality show –dijo Ino cambiando de tema y guiñándome el ojo. Sin duda… cada día las adoro más.

 

Lo siento.... TT muchos los sientoooooooooos!