Joseph Monroe Menos mal estábamos ya en la playa, el sonido del mar y las olas era tranquilizante, por lo que liberé la tensión suspirando de alivio Me senté en la arena durante un rato para ver el mar distante y el horizonte, no era lo que esperaba, esperaba un ambiente urbano o los ruidos de la ciudad, no era lo que esperaba, pero estaba satisfecho Por lo menos puedo calmarme y dejar de pensar en lo que pasa, el cambio de ambiente es bienvenido a fin de cuentas Si bien era el preocupante el estar en el medio de la nada sin ningún tipo de auxilio o método de comunicación con el exterior, solo era una isla tropical típica para vacacionar en temporada Nada puede salir mal aquí, el mar es cristalino y la arena blanca, aunque el sol es despiadado
Usami apareció súbitamente en la playa ante los estudiantes que se habían quedado ahí en lugar de ir a explorar. Tosió dos veces para aclarar su voz y acaparar la atención de los adolescentes, y finalmente habló con aquella voz dulce y animada que la caracterizaba. —¡Hola, clase! ¿Están todos presentes? Ah, veo que aún faltan un par en llegar, podemos esperarlos un poco más antes de que haga el gran anuncio escolar —dijo Usami con alegría, mirando a los presentes—. Ey, ¿qué les ha parecido la Isla Dangan? ¿Verdad que es un lugar muy bonito? ¡Todo un paraíso tropical, y sólo para nosotros! ¡No se podía pedir un mejor lugar para este viaje escolar lleno de esperanza! Contenido oculto GalladeLucario juanjomaster Bruno EVF EliLover Rojo FireRed Amane Lucas Diamond Fushimi Natsu Noir Demian Nekita Graecus Liza White Rein Hey Miguel ¡Estudiantes, reportarse en la playa! ¡Usami tiene un anuncio muy importante para ustedes! :D
Alethea Ethans Tras un camino no muy largo volviendo a la playa del principio, nos encontramos con la profesora y un par de alumnos que parecían no haberse alejado mucho de allí. ¿Cómo lo hacía para aparecer así como si nada? No podía haber grabado el vídeo delante de aquellos alumnos, ¿verdad? ¡A lo mejor lo tenía preparado de antes! Hum... cuantas incógnitas. Sea como fuere, tanto yo como los otros dos chicos nos acercamos al pequeño grupo, curiosos por la noticia que nos tenía que dar. Por mi parte, deje el bolso de playa en el suelo. Podría simplemente dejarlo ahí el resto del tiempo, estaba segura que nadie le haría nada. Eso sí, mi bolso personal no lo solté en ningún momento. Era lo más valioso para mí, pues guardaba en él todo lo que necesitaba. Era grande pero ligero, ideal y quedaba bien con mi ropa. —Supongo que tenemos que esperar al resto de alumnos... —murmuré, mirando a mi alrededor para comprobar que éramos los primeros en llegar. Por fortuna, escuché la última parte de lo que Usami tenía que decir. >>Es una bonita isla, aunque un poco solitaria, ¿no? Es extraño que no haya nadie más aparte de nosotros.
—Ah, ehm… ¡eso es porque la reserve sólo para nosotros! —exclamó Usami con entusiasmo, aunque parecía un poco nerviosa—. Sí, y como la Academia Pico de la Esperanza es muy prestigiosa, no se pudieron negar, así que… ¡mejor para nosotros! ¡Podemos disfrutar de la isla a pleno de esta manera! >> Me pregunto donde andarán los demás, y yo que dije que era urgente…
Allan "Crow" Jordan. Tras recibir el anuncio de Usami, me dirigí de nuevo hacia aquella playa, y allí vi que la conejita y algunos alumnos más estaban en pie, probablemente esperando a que dijese el importante comunicado. La verdad, estaba valorando no ir, porque, ¿qué me importa el anuncio que tuviese que hacer? Explorar e investigar aquel aeropuerto lucía algo mucho más interesante a mis ojos en esos momentos. Pero claro, tras meditarlo fríamente pensé que un maldito conejo de peluche que habla y afirma ser la profesora DEBE oculta algo raro, y probablemente sería útil conocer tanto como pudiésemos sobre ella y sobre nuestra situación. A mí esta isla... seguía sin darme buenas vibraciones.
Celia Ackerman La conversación con Nagito se volvió muy rara. Me preguntaba por algo extraño con el lobby... pf, ¿yo qué sabía? Había estado en muchos hoteles, pero este era completamente distinto. ¿Una sola cosa inusual? ¡No podría elegir! Permanecí pensativa todo el rato, puesto que aunque no quería pensar ni me importaba realmente qué fuera, debía dar una impresión delante de aquel muchacho. De momento, me interesaba llevarme bien con él. Karen estuvo mientras inspeccionando el lobby; yo esperaba que encontrara algo que pudiera romper esta conversación o en su lugar darme la respuesta. Pero no fue así. Acabó por acercarse a nosotros y responder por mí, la cual, para que engañarnos, resultó un alivio para mí. Era el mapa entonces, ¿eh? ¿La Isla de Dangan no era la Isla de Dangan? Usami parecía haberse equivocado, tendríamos que ir a hablar con ella. Justo cuando llegamos a aquella conclusión, los monitores se encendieron y apareció la coneja. Nos pidió que acudiéramos todos a la playa, puesto que tenía que hacer un anuncio importante. —¡Venga ya, ¿a la playa ahora?! Pero si ni me ha dado tiempo a comprar un bikini... ¡y menos a coger el móvi! Ugh, mal vamos, ¿eh? —me quejé en voz alta, por la poca planificación e Usanmi. >>Bueno, Karen, vámonos, a ver para qué nos quiere ahora... Kaf —resoplé—. Bueno, ya veremos si podemos pasarnos más tarde de nuevo.
Karen Foster —Pero si se trata de un anuncio tan importante, ¿por qué lo da en la playa? ¿No es...? —Extraño, eso es lo que quería decir. Porque sí, todo lo era: Nagito era extraño, nuestra profesora era extraña, toda la condenada isla y todo lo que tenía estaba envuelto en una nube de extrañeza que ya me estaba causando dolor de cabeza. Bufé—. Como sea, me pregunto con qué nos saldrán ahora. A mí también me hacía ilusión seguir recorriendo el hotel. Así que me puse a tomar más fotos de la playa, para distraerme de todo lo que me molestaba allí. Con un poco de suerte, Celia y yo podríamos retomar la sesión fotográfica.
—¡Ah, ya van llegando! —exclamó Usami, al ver que Crow, Hugo, Karen, Celia y Nagito iban apareciendo en la playa—. ¡Eso es fantástico! ¡Creo que ya es momento del anuncio escolar! >> ¿Qué tal les ha parecido la isla? Hermosa, ¿verdad? Pero claro, si queremos convivir aquí todos juntos en armonía debemos preservar la isla, y es por eso que debemos seguir una serie de reglas… y para que todos podáis leer y recordar esas reglas, ¡les traje este regalo! Usami dio una vueltita sobre sus talones y movió el bastón que portaba en su mano derecha. Como por arte de magia, una caja apareció frente a ella. Le hizo una seña a los estudiantes de que revisaran su contenido, y al hacerlo descubrieron lo que parecían ser unas tabletas personales, similar en tamaño a un iPad de los que estaban acostumbrados a ver en este mundo moderno, pero de color gris y un poco más compacto, podría caber en sus bolsillos… Usami les indicó que tomaran uno cada uno y así lo hicieron; había una para cada uno, y todos lo abrieron. —¡Este es su Manual Electrónico Estudiantil! —dijo Usami dulcemente—. Podrán ver que contiene dos funciones. La primera es su Perfil de Identificación; podrán ver su información personal ahí, tal como su nombre, su apellido, su género… en fin, lo básico que sabe la Academia sobre ustedes. Pero lo importante es su segunda función; el apartado que dice "Reglas". >> Allí pueden ver las cuatro reglas que nos importan para convivir en paz y armonía, como corresponde. ¡No olviden cumplirlas para una mejor vida en la isla! —Esto es… ciertamente curioso —comentó Nagito, examinando su manual electrónico—. Tenía varias preguntas que quería hacer sobre lo que vi en la isla, pero… esto es aún más curioso. >> ¿Alguien más ha notado la regla que parece un poco extraña? Contenido oculto Liza White GalladeLucario Nekita Graecus Noir Amane Demian Bruno EVF Fushimi Natsu EliLover Lucas Diamond Hey Miguel Rojo FireRed Rein juanjomaster Responder a la pregunta de Nagito señalando la regla escogida con negrita. Para ver el listado de reglas, revisar el otro tema ;)
Alethtea Ethans En poco tiempo, varios alumnos fueron llegando a la isla, haciendo que Usami decidiera finalmente darnos la noticia tan esperada. Cómo por arte de magia, una caja apareció delante de la coneja. Diría que me sorprendió pero después del tiempo que llevábamos en esa isla, ya nada me parecía tan extraño. A saber que mecanismos extraños o artilugios había para hacer posible todo eso. Nos acercamos hacia la caja para descubrir que dentro había una especia de iPod grisáceos que cada uno podía coger. Así lo hice. Cuando lo encendí y escuché la descripción de Usami, me di cuenta que nada tenía que ver con lo esperaba. Lo que había en la máquina eran nuestros perfiles y las reglas de convivencia. No parecían descabelladas, por ahora. Pero poco después escuché la voz de... ¿Nagito? diciendo que algo extraño había en las pocas reglas que se nos mostraba. Las volví a leer con el ceño fruncido, curiosa. —Hum... No sé si te refieres a esto... —empecé a decir, pensativa—. Pero al regla 3... dice que cuidemos la fauna de la isla y que arrojemos la basura en los cubos. Es raro, no parece que haya fauna aquí, ¿no? No sé... Contenido oculto Me arriesgo (?
—Hm… ¿en serio? A mí esa regla me pareció bastante lógica —dijo Nagito con serenidad—. Es decir, si nos están dando esta isla para nosotros solos, es normal que nos pidan que no ensuciemos y que cuidemos de la flora y fauna del lugar, ¿verdad? >> No, es otra cosa… ¿no hay otra regla que parece un poco extraña?
Ren Suzugamori Al final, sólo di vueltas por los alrededores hasta que todo el mundo volvió a la Playa; al parecer, la profesora los había llamado. ¿Cómo lo había hecho? No lo sabía, pero estaba ansioso por descubrirlo. Acto seguido, se nos entregó lo que la conejo profesora llamó como "Manual Electrónico Estudiantil", que contenía, no sólo nuestros datos personales, sino, como su nombre indicaba, un manual de reglas a seguir. Tras darle un vistazo, iba a guardarlo en mi bolsillo hasta que el chico que me había despertado en su momento, preguntó si no nos había parecido una regla; trataba de jugar a las adivinanzas, según parecía, porque no se había molestado en decir cuál era directamente, y por qué pensaba aquello. —Si tuviese que decir alguna —le respondí—, sería en todo caso la primera. La parte de " Por favor, intenten vivir de forma pacífica y relajada con sus compañeros." Da a entender que pasaremos mucho tiempo aquí... además, dice "extrema violencia", ¿Hace acaso distinción con la violencia regular?
Joseph Usaríamos un aparato electrónico para mantenernos al tanto del reglamento y como identificación personal Ufufufu, esto me gusta Como lo pedido por Usami, que al parecer era nuestra guía o profesora encargada, cosa de la que no estaba al tanto, pero era demasiado amable como para lo contrario. Isla Dangan... ¿Donde quedará? Es la primera vez que oigo sobre esta isla... No importaba, al menos, era un lugar organizado y con personal a cargo La tercera regla involucra la fauna local, pero mi pregunta es... ¿Que animales hay aquí? Espera... ¿Los hay?
—¡Exacto! —dijo Nagito con una sonrisa, ante lo que dijo Ren—. Esa primera regla es bastante extraña… intentar vivir de forma pacífica… eso debería darse por hecho, ¿verdad? >> ¿Por qué asume que habrá violencia? ¿Por qué detalla que no sea extrema? ¿Por qué esto, antes que cualquier otra cosa, es la primera regulación impuesta? ¿Qué dices al respecto, Usami? —Uh… ah… ehm… esto… Usami parecía encontrarse acorralada. Tartamudeaba, intentaba encontrar respuesta a lo que planteaban Ren y Nagito. No parecía capaz de hallar una respuesta concreta que satisfaciera a sus inquietudes. Y… y… Y entonces sucedió. El cielo sobre sus cabezas, que hasta entonces los había iluminado con un amigable y brillante sol, se tornó negro. Nubes negras cubrieron el cielo por completo, volviéndolo oscuro y tenebroso. Una leve brisa pasó por la playa, dando escalofríos a todos los presentes, un ominoso aviso de que algo se avecinaba… —¡Yahoo! ¡Hola, hola a todos! ¿Me habéis extrañado? ¡Apuesto a que sí! Y entonces, tan de la nada como había aparecido Usami, apareció otro animal de felpa similar. Esta vez se trataba de un oso con voz masculina. Era apenas un poco más alto que Usami, y todo su cuerpo parecía estar dividido en dos partes; el lado derecho era de color blanco, mientras que su lado izquierdo era completamente negro. El ojo derecho parecía ser un ojo normal, pero el izquierdo tenía una raya vertical que brillaba de rojo en lugar de un ojo normal. Su boca estaba curvada en una enorme sonrisa, pero no parecía gentil como la de Usami, sino que daba una impresión un tanto más… maléfica. Todos se impresionaron ante la aparición de aquel oso, pero nadie más que Usami; la auto-proclamada maestra de la clase soltó un gritito y miró al recién llegado con horror. —¡M… Monokuma! —chilló Usami—. ¿Qué haces? ¡Tú… tú no puedes estar aquí! —Y sin embargo, aquí estoy —dijo el tal Monokuma con un tono alegre y juguetón—. ¡Hola a todos, clase! Seguro que ya estaban aburridos de las estúpidas lecciones de esta boba de Usami… ¡así que aquí estoy! ¡Vamos a divertirnos mucho juntos! Upupupupu… Contenido oculto
Ziro Allen Después de esperar a que todos los estudiantes llegaran a la playa para atender el raro aviso de Usami, las cosas se volvieron un poco raras. Usami nos entregó una especie de ipad que sería nuestro "manual estudiantil", en este como tal y como lo había dicho se encontraban todos nuestros datos personales, cosa que en estos momentos no me tranquilizaba demasiado en estos momentos y además contaba con unas cuantas reglas extrañas que no tardaron en comentarse al aire. En especial la primera regla: "La extrema violencia está prohibida en esta isla. Por favor, intenten vivir de forma pacífica y relajada con sus compañeros." ¿Por qué habría necesidad de que alguno quisiera ejercer una extrema violencia? La respuesta a esa pregunta, parecía haber llegado envuelta en un aura negra que se llevó todo el sol que nos había brindado la playa hace un par de segundos, haciendo que casi de inmediato pegara un poco más la bolsa que traía del super mercado a mi cuerpo, ¿qué pasaba si quería quedarse con lo que iba a repartir? —¿Divertirnos? —me animé a preguntar un tanto preocupado, creo que ahora prefería que estuviera únicamente la coneja —¿A qué te refieres?
Adam Valenti Llegué entre los últimos alumnos a la playa de la isla luego de que nuestra tan particular profesora hiciese aquel llamado. Antes de partir me quedé parado a un lado de la entrada del Hotel Mirai, a la espera de que las personas que allí habían ingresado (entre ellas, Karen, la super-fotógrafa a la que ignoré al principio); al verlos cruzar, me pareció ver que en sus rostros predominaba algo parecido a la confusión. Incluso podría aventurar que estaban preocupados por algún descubrimiento que seguro hicieron dentro del edificio. De no ser por la presencia de ese otro chico, Nagito, habría pedido información al respecto. La profesora Usami nos hizo entrega de unas tabletas electrónicas, en donde figuraba información sobre nuestros perfiles personales y sobre las normas de convivencia. Me bastó con leer la primera regla para que mis sospechas se vieran confirmadas: estábamos en peligro. Si no, ¿qué explicaba que estuviera prohibida un tipo de violencia definida como “extrema”? ¿Esto quería decir que se permitían otros actos violentos que quedaban fuera de esa definición? ¿Golpear a alguien en la cara estaría permitido, pero no, por ejemplo, sacarle las tripas? —Hum… Nagito también lo había detectado. Seguramente a más de uno le estaría molestando que jugara a las adivinanzas pero, por suerte, alguien más apuntó este hecho a Usami. La conejilla se mostró particularmente nerviosa: Mas, antes de que pudiera darnos una explicación convincente, el cielo se oscureció, como si de repente hubieran apagado el sol. Con esta repentina tormenta, llegó otro ser igual de extraño que Usami. Se trataba de un oso pequeño, cuyo cuerpo quedaba dividido por una marcada diferencia de colores, además de que contaba con un maléfico ojo rojo. Uno de los presentes se había mostrado interesado por el concepto de “diversión” del recién llegado, pero había quedado claro que, por su forma de actuar, sería algo no muy agradable. Lo a que mí me gustaría saber es… —¿A qué te refieres con que no puede estar aquí? —pregunté, con voz tranquila pero firme, a la profesora Usami— ¿De dónde conoces a ese Monokuma?
Usami no contestó a la pregunta de Adam; su cuerpo entero temblaba, y se colocó sus manos sobre su cabeza, como intentando protegerse de algo. —Esto es malo… esto es muy malo… Monokuma, por su parte, no podía parecer más contento. No sabían si era el hecho de encontrarse allí, o el que Usami estuviera tan asustada, pero algo de ello lo parecía hacer bastante feliz. —¿Tú… vendrías a ser nuestro profesor, al igual que ella? —preguntó Nagito, dubitativo. —¡Que va! No me compares con ese conejito mediocre… ¡yo soy Monokuma, el director de la Academia Pico de la Esperanza! —exclamó el osito con orgullo—. Y estoy aquí para tomar control de esta clase, porque es evidente que ella no puede con ello… >> ¿Han estado explorando la isla? Entonces tal vez se hayan dado cuenta de ello. No hay personas, los aviones no sirven y no hay botes o embarcación alguna, tampoco hay teléfonos o líneas para comunicarse con el mundo… se encuentran en la Isla Jabberwock, una archipiélago paradisíaco en el medio del océano…¿acaso no se dan cuenta de eso? ¡Están atrapados aquí! ¡Para siempre! ¡No tienen forma de regresar! Upupupupu…. —¡De… detente, Monokuma! —chilló Usami. —¿Eh? ¿Sigues aquí? —dijo Monokuma con desinterés—. Tan sólo desaparece, nadie va a extrañarte. —Que… que cruel… —musitó ella. Luego alzó el bastón que llevaba con algo de duda—. Yo… ¡yo te detendré! —¡¿Cómo te atreves a rebelarte contra tu hermano mayor?! ¡Te enseñaré una lección! —¡Tú no eres mi hermano mayor! Al grito de eso, Monokuma se lanzó sobre Usami y comenzó una batalla entre ambos. Una nube de polvo y arena se levantó, bloqueando la visión de los estudiantes, que sólo podían oír la lucha entre ambos animales, en lo que probablemente calificaba como la pelea más extraña que habían visto jamás. Se escuchaban gritos de "¡calla y escucha a tu hermano mayor!" y "¡no eres mi hermano mayor!" con claridad. Finalmente, tras unos momentos, la arena de disipó y pudieron ver el resultado final… el bastón mágico de Usami se encontraba en el suelo, partido a la mitad, y Monokuma se alzaba victorioso sobre ella. Y Usami… Usami… su aspecto había cambiado radicalmente. Aparentemente, al derrotarla, Monokuma había cambiado su apariencia, pues ahora lucía mucho más similar a él. Tenía su cuerpo dividido en dos tonos de colores: su lado derecho era blanco, y su lado izquierdo era rosa. Parecía haber perdido uno de sus ojos negros en la pelea, pues este había sido reemplazado por uno rojo. Lucía derrotada y extremadamente triste, como si estuviese a punto de llorar. —¡Clase, conozcan a Monomi! —exclamó Monokuma, riendo cruelmente—. ¿Verdad que luce un poco mejor así? ¡Esto deberá enseñarle que las hermanas menores no deben rebelarse! —Tú… tú no eres mi hermano… Contenido oculto
Adam Valenti Usami no respondió a mi pregunta, tan centrada estaba su atención en el oso llamado Monokuma. Todavía no me había recuperado de la extrañeza que provocaba estar bajo la tutela de un conejo con poderes aparentemente mágicos, ahora habría que lidiar con otro ser similar a ella. ¿Los profesores de la Academia Pico de la Esperanza siempre habían sido estos entes? Desconocía por completo las características de esta renombrada institución, pues sólo conocí su existencia cuando fui invitado a formar parte de sus aulas. Pero no sería de extrañar que, de tanto dinero que tenían, invirtieran en cosas excéntricas como docentes animatrónicos. Y que uno de ellos se hubiese rebelado contra la forma en que lo programaron y adquirido un comportamiento hostil hacia los demás. Acto seguido, Monokuma ofreció algo de información bastante útil para entender nuestra situación: la ausencia de personas, medios de transporte y canales de comunicación y, he aquí lo más relevante, que estábamos destinados a permanecer en esta isla para siempre. Cuando ambos muñecos terminaron de pelear y nos presentaron la nueva forma de Usami (ahora Monomi) me quedé mirando fijamente a Monokuma. Mi ojo rojo hacia su ojo rojo. —¿Y cuál es el objetivo de confinarnos en este lugar? —le pregunté con tranquilidad. No me sentía impresionado. Cosas peores había visto en mi vida como para conmoverme con algo tan burdo como este secuestro.
—Vaya, ¿no estás impresionado, Adam? —dijo Monokuma con voz burlona, ante la tranquilidad que mostraba Adam—. ¿Acaso debo asesinar a Monomi para hacer una demostración? Diga que sí, por favor… Monomi no pareció darse cuenta de aquel comentario. Estaba muy ocupada arrodillada en la arena, recogiendo los pedazos de su destruido bastón mágico con lágrimas en los ojos. Monokuma la ignoró y se volteó hacia los estudiantes; extendió sus manos, como intentando abrazarlos a todos con ese gesto. —Este lugar es en realidad la Isla Jabberwock, y no están aquí en un viaje de excursión… están aquí en… ¡el viaje de asesinato escolar! —exclamó Monokuma con entusiasmo—. Será mejor que lo explique más detalladamente, o de lo contrario creerán que realmente es un viaje de diversión y experanza como intentaba convencerlos Monomi… >> ¡Están atrapados en esta isla! Como probablemente ya han podido comprobar, no hay ninguna forma de escapar; no hay avión, no hay botes, y créanme, nadie vendrá a salvarlos. Sólo hay una única manera de escapar de esta isla, y esa es… ¡asesinando a alguien! Quien asesine a alguien en esta isla y salga impune de ello, es decir, que los demás no lo descubran, podrá salir de aquí. >> Cuando se produzca un asesinato, habrá una clase de juicio para que todos trabajen juntos e intenten descubrir quien ha asesinado a uno de sus compañeros… pero, ¡cuidado! Al final deberán votar quién es el asesino, y si no aciertan en su votación… ¡todos serán ejecutados excepto el asesino, quien podrá escapar de la isla y volver a su hogar! Por otro lado, si logran descubrir la identidad del asesino en la votación, ¡sólo el asesino será ejecutado! >> Son reglas simples y bonitas, pero son importantes… si revisan sus manuales electrónicos, verán que han sido añadidas después de las aburridas reglas de mi hermanita… ¡ya me muero de impaciencia por saber quien es el primero que intente asesinar a alguien para escapar de esta isla! Upupupupu…
Evangeline Jones Durante el camino de vuelta hacia la playa, lugar donde la coneja nos había citado a todos los estudiantes, no pude evitar sacarme de la cabeza el uso que le había dado a aquel monitor que descansaba tan cerca de mí en el momento del aviso, en aquel particular rancho. Por primera vez había podido comprobar que esas pantallas, que suponía se encontraban repartidas en más de un lugar de esta isla, sí que estaban activas, y que de alguna u otra forma aquella coneja controlaba desde un lugar que desconocía, empleadas para poder contactarnos a todos. Sin embargo, aquel descubrimiento solo me hizo sentir aún más incómoda. ¿Eso significaba que estábamos siendo vigilados constantemente desde diferentes monitores, y que continuaría así durante toda nuestra estancia en esta isla? No obstante, todos aquellos pensamientos pasaron a un segundo plano cuando logré divisar al grupo, rodeando a Usami mientras la escuchaban con atención. No aceleré el paso en ningún momento, pues realmente prefería llegar tarde y evitar tener que escuchar uno de esos típicos discursos de profesor. Y menos en boca de un animal de felpa, quien daba de todo menos respeto. Pero a medida que me acercaba, algo comenzó a ir mal. El cielo se tornó oscuro de repente, como si hubiera sido provocado por algo o alguien, por muy inverosímil que sonase. Intrigada, me abrí paso entre el grupo luego de recibir un aparato electrónico al que en ese momento no presté demasiada atención, y lo último que logré alcanzar a ver fue el rostro consternado de la conejita, antes de que una nueva voz hiciese acto de presencia. Un repentino escalofrío recorrió mi espalda. Ahora eran dos los animales de felpa que se encontraban frente a nosotros, volviendo la situación más irreal por momentos. Este segundo animal era un oso no mucho más grande que Usami, con dos colores predominando en su cuerpo: el blanco y el negro. Su actitud burlona y confiada me infundó cierto recelo, sobre todo aquel ojo rojo, que brillaba con sagacidad. Como si escondiera todas las respuestas que estábamos buscando, inalcanzables por el momento. No aparté la mirada de Usami, sin embargo, analizando todos los cambios bruscos de humor que había comenzado a tener desde la aparición de aquel Monokuma. Al parecer, ellos dos ya se conocían. Pero... ¿por qué esa particular reacción? ¿Monokuma... era una amenaza para nuestra profesora? Segundos más tarde, las revelaciones comenzaron a bombardearnos a todos, seguidas una tras otra. Sin darnos tiempo a asimilar la anterior. Esto no era un viaje para reforzar los lazos entre los alumnos, si no un secuestro en toda regla. Habíamos sido confinados, efectivamente, en una isla desierta, sin posibilidad de comunicarnos con el exterior de ninguna forma. No hay manera posible de salir de aquí, no contamos con barcos, ni aviones, ni ninguna clase de transporte que pueda llevarnos a casa. Sin embargo, se nos daba la posibilidad de salir si a... asesinábamos... ¿a alguien? ¿Cometiendo el crimen perfecto? ¿Clases del juicio? ¿Ejecu... ción? Por unos instantes, sentí como palidecía de súbito. No podía tomar en serio las palabras que salían de un maldito oso de peluche parlante, y menos cuando eran palabras tan graves como esas. Pero dentro, muy dentro de mí... Sentí que todo aquello iba realmente en serio. Por primera vez, temí por mi vida. Pero aquel temor quedó bien oculto, y apreté los dientes enfurecida mientras veía como Usami sollozaba en el suelo, recogiendo los trozos de su varita rota por culpa de Monokuma. Comenzaba a crisparme verdaderamente los nervios aquella nueva presencia en la isla. —¿¡Acaso te estás burlando de nosotros!?—espeté con brusquedad, conteniéndome para evitar mandarle volando de una patada por donde había venido—. No sé qué eres ni de dónde has salido, pero si piensas que vamos a tomarnos en serio esa advertencia dicha por un muñeco de felpa como tú, la llevas clara —desvié entonces mi atención del oso, centrándome en Monomi, y alcé un poco la voz para que esta se percatara de mi llamada. Fruncí el ceño, esperando una respuesta. Un gesto. Cualquier cosa que aliviase la tensión del momento—. ¿No es así... profesora? ... ¿M-Monomi? Mis labios formaron una pequeña mueca al ver el rostro de la conejita, roto en lágrimas, sin decir palabra alguna. Como si no supiese llevar la situación. Como si no supiese qué iba a ser de nosotros ahora.
—¿Burlándome? ¡Claro que no! —exclamó Monokuma, y de pronto se volvió completamente serio—. Yo nunca bromeo cuando se trata de asesinato. >> Por otro lado, ¡tampoco los estoy obligando! Todo depende de ustedes realmente… también pueden intentar adaptarse a la isla y vivir aquí para siempre pacíficamente, pero… ¿estarán todos de acuerdo con eso? ¿O habrá alguno que preferiría regresar a su hogar, y haría lo que sea para hacerlo? ¿De verdad creen que todos prefieren convivir por siempre aquí? ¡Que desesperación! ¡Estoy que tiemblo de la emoción! Upupupupu…. Monokuma rió cruelmente, mientras tras él Monomi seguía lamentándose y llorando por su destrozado bastón mágico. Levantó la mirada al ver que Evangeline le dirigía la palabra, pero… cuando lo hizo, la chica pudo ver que la esperanza y alegría que la habían caracterizado hasta ahora se habían esfumado de su mirada. En su lugar, sólo pudo ver tristeza. —Monokuma… destruyó mi bastón mágico, si lo tuviera… si lo tuviera, podría derrotarlo pero… ahora no puedo hacer nada… —se lamentó Monomi con voz quebrada—. Lo… lo siento mucho, yo… esto no debía pasar… este tenía que ser un viaje alegre y divertido, lleno de esperanza… para que todos se hicieran amigos… no esto… lo siento mucho… —Ey, ey, ¿por qué esa cara larga, hermanita? —replicó Monokuma, burlón—. ¿Qué, se están aburriendo? ¡Sigamos con más explicaciones, para los que se distraen fácil! >> Las habitaciones del hotel, que Monomi mantuvo cerradas hasta ahora, las encontrarán ahora abiertas. En ellas encontrarán sus maletas con varios cambios de ropa para quienes lo necesiten, pero ni se gasten en buscar sus teléfonos celulares, computadoras, o algún medio de comunicación con el mundo exterior, porque por supuesto que ya han sido confiscados y destruidos. Además, el viejo edificio del hotel al que Monomi no quería que entraran también estará ahora abierto para explorar. >> Ah, además, hay nuevas reglas que encontrarán en sus manuales electrónicos… les sugiero mirarlas con atención; ¡quienes no cumplan las reglas serán disparados en la cabeza! Upupupupu… ¡nos veremos más tarde! ¡Espero que haya uno o dos asesinatos para la próxima vez que nos veamos! Upupupupu… Y dichas aquellas palabras, Monokuma se retiró. Monomi, aún lamentándose y musitando "lo siento mucho" por lo bajo, desapareció de vista también. Y allí quedaron los estudiantes, solos en aquella solitaria playa, con un cielo oscuro tormentoso sobre sus cabezas… ¿qué estaban pensando todos? ¿Podían confiar los unos en los otros? ¿O acaso alguien ya estaba pensando en como marcharse de allí siguiendo el proceso que planteó Monokuma? ¿Comenzaría una vida de desesperación o de esperanza en aquella isla? Contenido oculto ¡Comienzo de Vida Diaria! A partir de ahora, sois libres de rolear en cualquier área y relacionarse entre ustedes. También podéis investigar por ahí las áreas que han sido desbloqueadas, que incluyen el Edificio Viejo, las Habitaciones individuales (estos temas los abriré en breve), así como el granero del Rancho, la Máquina Expendedora del Supermercado, y el Depósito del Aeropuerto. También a partir de ahora, se pueden realizar asesinatos. Estad atentos; inevitablemente, un asesinato ocurrirá. Si un rolero desea cometer un asesinato, deberá contactarme a mi por Mensaje Privado/MP y escribirme "mi personaje cometerá un asesinato". Arreglaremos los detalles del asesinato por privado, y luego éste ocurrirá en el rol. El asesino podrá escoger a su víctima, sin embargo si no puede decidirse el que será asesinado será el rolero más inactivo de momento, ¡así que tened cuidado con eso! ¡Que comience el viaje de asesinato escolar! Upupupupu… Demian Hey Miguel Rein EliLover Liza White GalladeLucario Lucas Diamond Bruno EVF Amane Noir juanjomaster Rojo FireRed Graecus Fushimi Natsu Nekita
