Mimi Honda Toboe parecía recuperar poco a poco las energías y se mostraba motivado, atento a la batalla que estaba llevando a cabo. A pesar del daño que había recibido no vaciló y solo respondió a su rival con un ladrido. Yo también me sentía motivada, como si aquella pequeña batalla alejase el mar humor que había arrastrado conmigo desde el incidente con el Tauros. —De nuevo, ¡vamos con Mordisco! ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 40/90 Fuerza: 107 (2) (+10) Resistencia: 80 Agilidad: 1/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
Yungoos fue herido, ay. Otro mordisco. Pero no pudo, porque el mordisco del Rockruff le hizo retroceder. YUNGOOS: Normal (Potencia) Personalidad: Desconfiado Vigilante: hace daño x2 a un rival que acabe de entrar al campo relevando a un compañero Salud: 3/80 Fuerza: 100 Resistencia: 60 Agilidad: 0/1 (45 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (25 Potencia, Normal (Base 20, +5 STAB)) -Malicioso (-10 Resistencia rival) -Ataque Arena (Baja la prioridad del rival) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro)
Mimi Honda —Toboe, acabemos con él. —¡Ruff, ruff! Y entonces comandé usar un nuevo mordisco. ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 40/90 Fuerza: 107 (2) (+10) Resistencia: 80 Agilidad: 1/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
Mimi Honda Y de esa forma, aquel extraño pokémon se debilitó. Toboe se acercó a mí corriendo y yo lo acaricié con ánimos. Había hecho un buen trabajo. ¡Lo habíamos hecho juntos, de verdad que me emocionaba! Mi Rockruff no paraba de agitar la cola y lamerme las mejillas. —Ahora debemos seguir buscando esos bichos viscosos—le dije con una sonrisa desencantada, incorporándome—. Pero podremos con ello. Vamos Toboe, debemos encontrar más que la última vez. No quiero volver a pasar una humillación como esa.
Un Yungoos pidió Noir, ¡oído cocina! YUNGOOS: Normal (Potencia) Personalidad: Desconfiado Vigilante: hace daño x2 a un rival que acabe de entrar al campo relevando a un compañero Salud: 80/80 Fuerza: 100 Resistencia: 60 Agilidad: 1/1 (45 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (25 Potencia, Normal (Base 20, +5 STAB)) -Malicioso (-10 Resistencia rival) -Ataque Arena (Baja la prioridad del rival) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro)
Mimi Honda Pero de nuevo una de esas... cosas volvió a enfrentarnos. ¿Esta playa estaba infestada de ellos o algo así? ¿Por qué no estaba infestada de Pyukumuku? ¿Era mucho pedir? Toboe lo encaró ladrando. Yo solo sonreí, confiada. —Muy bien entonces, tú serás el siguiente—declaré con fiereza—.¡Vamos con aullido! ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 90/90 Fuerza: 109 (4) (+10) Resistencia: 80 Agilidad: 2/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
Yungoos trató de gruñir también, pero no le salió. Resignado, trató de morder a Rockruff. YUNGOOS: Normal (Potencia) Personalidad: Desconfiado Vigilante: hace daño x2 a un rival que acabe de entrar al campo relevando a un compañero Salud: 80/80 Fuerza: 100 Resistencia: 60 Agilidad: 1/1 (45 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (25 Potencia, Normal (Base 20, +5 STAB)) -Malicioso (-10 Resistencia rival) -Ataque Arena (Baja la prioridad del rival) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro)
Mimi Honda —¡Elude eso Toboe! ¡Lánzale un Mordisco! ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 90/90 Fuerza: 109 (4) (+10) Resistencia: 80 Agilidad: 1/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
Yungoos repitió el mordisco. YUNGOOS: Normal (Potencia) Personalidad: Desconfiado Vigilante: hace daño x2 a un rival que acabe de entrar al campo relevando a un compañero Salud: 80/80 Fuerza: 100 Resistencia: 60 Agilidad: 0/1 (45 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (25 Potencia, Normal (Base 20, +5 STAB)) -Malicioso (-10 Resistencia rival) -Ataque Arena (Baja la prioridad del rival) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro)
Mimi Honda Los colmillos de aquel pokémon se cerraron con fuerza en el aire cuando Toboe volvió a eludir. Peleaban correteando en círculos, lanzándose ataques como si estuvieran jugando... pero sabía de sobra que aquella cosa iba en serio. —Mordisco una vez más. ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 90/90 Fuerza: 119 (4) (+20) Resistencia: 80 Agilidad: 0/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
¡Ay ay ay! Eso era muy doloroso. Pero podía aguantarlo... Usaría otro mordisco. YUNGOOS: Normal (Potencia) Personalidad: Desconfiado Vigilante: hace daño x2 a un rival que acabe de entrar al campo relevando a un compañero Salud: 1/80 Fuerza: 100 Resistencia: 60 Agilidad: 0/1 (45 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (25 Potencia, Normal (Base 20, +5 STAB)) -Malicioso (-10 Resistencia rival) -Ataque Arena (Baja la prioridad del rival) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro)
Mimi Honda El mordisco de mi Rockruff hizo retroceder al rival. Era momento de acabar con él. —¡Toboe!—llamé y corté el aire con un movimiento de mi brazo—. ¡Acaba con él ahora! Y el tipo roca se lanzó hacia delante, ladrando con ánimos. Su cuerpo chocó con fuerza contra el del rival derribándolo sobre la arena blanca de la playa. Era su ataque placaje. ROCKRUFF: Roca (Equilibrado) Vista Lince: la prioridad de este pokémon no bajará. Salud: 90/90 Fuerza: 119 (4) (+20) Resistencia: 80 Agilidad: 0/2 (60 de Velocidad) Movimientos: -Placaje (20 Potencia, Normal) -Mordisco (30 Potencia, Siniestro) -Aullido (+10 fuerza propia) -Malicioso (-10 resistencia rival)
Mimi Honda Y acabamos así con otra... cosa. Ojalá poder usar a Dex aquí para que me diese una descripción del panorama. Todo era más complicado sin esa dichosa pokédex. Decidimos ponernos de nuevo a buscar Pyukumuku. No me iba a quedar hasta la caída del sol, debía disculparme con Mukka. Debía pedirle perdón por haber sido una estúpida bocazas. Lo necesitaba en mi equipo, lo quería allí. Era mi pokémon. Pero primero debía encontrarlo... Alcé la vista al claro cielo del mediodía. ¿Dónde se habría metido ese gato terco? Contenido oculto Lucho, ponme solo las fichas si aparece Yungoos, de los demás no plz (?)
Mimi Honda ... ¿Dónde se habían metido los malditos Pyukumuku? ¿Cómo Alpha pudo devolver seis al mar? ¿Es que acaso ya había devuelto a todos los que decidieron incursionar a la orilla? ¿No había más de esas cosas viscosas y frías en la playa? —No entiendo nada. "¡Esa playa esta llena de Pyukumuku!"—bufé—. ¡Y un cuerno de Tauros maldito isleño chivato! Y refunfuñando entre dientes, maldiciendo la estampa del mercader, seguí buscando.
Mimi Honda Ugh. Era... frustrante. Y el sol pegaba con muchísima fuerza. ¿Cuantos grados había? ¿Treinta, treinta y dos y medio? Incluso con la ropa tan corta y el sombrero sentía calor. Si tan solo... pudiese bañarme en esas aguas tan claras... Pero no tenía ropa adecuada para un baño. No tenía ni bikini ni bañador. Aunque imaginaba que dada la época desfasada y neolítica en la que vivían los Udienses un bikini se vería anacrónico... entonces... ¿¡los Udienses se bañaban desnudos!? Enrojecí. ... ¿Por qué rayos estaba pensando en eso?
Mimi Honda ... Tenía un poco de hambre. Después de todo lo poco que había comido había sido un cupcake y media taza de té. ¿Qué podía comer aquí? ¿Qué comían los Udienses? En el mercado pude ver algunas frutas que no había visto nunca. Pero la gran mayoría de cosas en esta isla me eran desconocidas. En cierta forma era emocionante... ¿verdad? Como empezar desde cero. Como volver atrás, a mis inicios. A cuando era una entrenadora novata con un equipo débil, que no oponía demasiada resistencia en batalla. Si este era una especie de segundo comienzo no pensaba cometer los mismos errores. Por eso me prepararía a consciencia para superar el Desafío de las Marcas.
Mimi Honda Me resigné a la media hora de búsqueda infructuosa. Y me dediqué simplemente a pasear por la orilla del mar acompañada de Toboe. De vez en cuando me traía algún palito o piedra para que se la lanzase... y yo accedía con cierta condescendencia a jugar con él; Lanzar, recoger y lanzar nuevamente. —¡Ruff, ruff! Bueno, era algo. De alguna forma debía ocupar mi mente. Pero mientras Toboe iba y venía tenía tiempo de sobra para sumirme en aquel momento. En la fresca brisa marina que mecía mi cabello y en el murmullo de las olas, que traía aguas turquesas y cristalinas a mis pies. Una paz que apenas si era perturbada por el graznido de algún ave autóctona. La brisa en los árboles, las blancas dunas de fina arena... Ah~ Podía imaginar que eran unas vacaciones en un resort paradisíaco de cinco estrellas. Suspiré. —Si no lo piensas puede ser casi terapeútico. Este silencio...—cerré los ojos. Era muy relajante.
Mimi Honda —¡Ve a por él Toboe! Lancé el palito una vez más. Él corrió sobre la arena y de un ágil salto atrapó el palo entre sus dientes. Me pregunté si estaba creciendo muy rápido. Me emocionaba ver su evolución, verlo fortalecerse, pero en el fondo me daba cierta lástima. ¡Era tan mono así como estaba ahora...! En ese momento mis ojos captaron algo raro arrastrándose con parsimonia fuera del agua. Sus espinas rosa fucsia resaltaban demasiado en la arena blanca como para pasarlas por alto. Ahí estaba esa cosa. Ese condenado Pyukumuku escurridizo. Fruncí el ceño deteniéndome a su lado. Aquella criatura se movía con lentitud... con una lentitud pasmosa. Pero seguía luchando por escapar del agua. —¿Tanto así deseas morir? Tsk. Volví a tomarlo entre mis manos con cuidado y lo dejé con suavidad en el agua. Se hundió sin oponer resistencia. Toboe ladró, agitando la cola con fervor. Yo me volví hacia él y le sonreí ampliamente, triunfante. Me sentía feliz y aliviada. Al fin, después de tanto... había logrado encontrar uno. Había salvado otra vida. Me sacudí las manos. —¡Mimiko uno, Pyukumuku cero! ¡Tehee~! Incluso alcé los dedos corazón e índice en señal de victoria.