Playa del sur

Liza White

Me encantaba caminar descalza sobre la arena de la playa, relajaba mucho sentirla bajo tus pies con cada pisada, pero aquello también tenía su peligro en realidad. La playa contaba con demasiados conchas esparcidas entre la arena, a veces ocultas, y no era mi intención clavármelas por error.

Menos mal que un Dwebble muy asustadizo se removió debajo de la arena al sentir mis pasos, y pude vislumbrarle segundos antes de haberle pisado.

Uf, por qué poco...

 

Lucas Diamond

Tras unos minutos caminando llegué a la playa. Liza estaba cerca del agua, buscando a aquellos pokémon, mientras su equipo jugaba entre las olas. Recordé cuando empezamos a viajar juntos, la de "sustos" que me dio por sorpresa, así que esta vez era mi turno.

Con sigilo me acerqué hacia ella, intentando que no se girase. Parecía completamente inmersa en su búsqueda. ¿Qué podía hacer, hm...?

¡Claro, eso era! Me coloqué justo detrás de ella y le tapé los ojos.

—¡K'wakira, lakoti-w! —dije entonces. ¿Qué había dicho? Ni idea, pero parecía udiense. Sin embargo, justo cuando dije eso no pude evitarlo y me empecé a reír. Era demasiado poco creíble.

>>Vale, vale... No ha salido cómo esperaba, pero da igual. ¡Hola de nuevo! ¿Buscas Pyukumukus tú también, verdad? Yo me apunto, a Effy aún le queda un rato. ¡Venga, el que encuentre más hace primero el reto del paso! ¿Qué te parece la idea?

Tras la propuesta acerca de la improvisada competición, nos pusimos a buscar aquellos ejemplares tan peculiares.

>>¡Oh, por cierto! Enhorabuena, ya tienes un Brionne.

 

Liza White

—Espera, eso es... ¡Es un Pyukumuku!

En efecto, cuando quise darme cuenta, una manchita oscura se movía muy lentamente cerca de la orilla. Corrí hacia él y comprobé que así era: se trataba de uno de esos pokémon tan peculiares. Lo tomé entre mis brazos con cuidado, pues no quería enfadarle más de lo que ya estaba por moverle de lugar, y lo deposité de nuevo en el agua. Este pareció mirarme de mala gana, pero pronto se marchó como si nada.

Vaya, qué desagradecido...

Contenido oculto

¡1 Pyukumuku listo! :D

 

Liza White

Una vez me alejé de la zona, tocaba de nuevo hacer ronda. ¿Sería mejor hacerlo cerca de la orilla?

—Listo, uno menos. Uhm, ¿cuántos habrá por aq...? ¡Kyah!

De repente, y sin percatarme de su acercamiento, alguien me tapó los ojos, y pareció hablarme en ese extraño dialecto Udiense. Me sentí confusa, pues en teoria el aparato del profesor aún seguía en uso. ¿Entonces por qué no pude entender...? ¿Quién estaba ahí?

Pero aquella persona empezó a reír, y una vez su agarre disminuyó me di la vuelta con extrema curiosidad. Umiko y Kiba parecieron dejar de jugar, y se acercaron al escuchar mi grito, pero ambos parecieron tranquilizarse al reconocer la figura del entrenador que habían visto en otra ocasión: ¡era Lucas!

—¡Me has asustado! ¿Qué clase de saludo es ese? —me quejé, inflando mis mejillas, y le propiné un golpecito en la cabeza con suavidad. Aún así no pude evitar sonreír en cuestión de segundos: después de todo, me lo tenía merecido. ¿Había sido una clase de venganza?—. Así es, ya veo que tú también cogiste el trabajo. Me parece buena idea, ¡yo ya tengo un punto en mi contador, buena suerte!

>>¡Y enhorabuena a ti tambien; Dartrix se ve muy bien entrenado!

 

Lucas Diamond

¡Ahí va, Liza ya había encontrado a un Pyukumuku! Eso desde luego era un gran ventaja, tendría que darme prisa como fuera. ¡Ahora mismo iba a encontrar yo a uno!

Me entretuve entonces escarbando en la arena, paseando por la playa, moviendo pequeñas rocas... Todo lo que fuera necesario con tal de encontrar a aquellos bichillos. Y-y no tenía nada que ver con la apuesta, es solo... que me preocupaba mucho por los Pyukumuku, ¿vale?

—Scraggy, Datrix, ¿me ayudáis también? Vamos a buscar a esos pokémon.

Contenido oculto

GalladeLucario no tengo pensado enfrentarme a ningún pokémon, btw, salvo a Scraggy. Si aparece uno ponme la ficha de combate xD Necesito algo más de agilidad para Datrix, nada más.

 

Liza White

Era gracioso ver como lo que antes era una búsqueda tranquila se había convertido en una especie de "competición". Aunque en realidad, todos saliamos ganando con ello: incluso los Pyukumuku, aunque ellos no lo quieran, claro.

Así pues me alejé de la zona de búsqueda de Lucas y me encargué de revisar las cercanías a la orilla, donde suponía que eran mayormente arrastradas aquellas desafortunadas criaturas.

 

Lucas Diamond

Pronto, caminando, me había alejado de Liza más de lo que había imaginado. ¿Cómo sabríamos cuándo habríamos llegado al recuento final? Hm... era difícil determinarlo. Supongo que cuando Effy apareciese por la playa sería un buen criterio.

Datrix volaba junto a mí, inspeccionando todo el lugar con su potente visión. Si es cierte que le gustaba más la noche que el día, pero tampoco parecía disgustado. Scraggy, por otro lado, había desistido y estaba surfeando en la playa, acompañado de un par de Pichu. Aún estábamos empezando el viaje así que le dejé divertirse, ya habría que trabajar duro más adelante.

—¿Ves algo, Datrix?

 

Lucas Diamond

Un simple Kabuto fue lo único que Datrix encontró. No nos servía en estas circunstancias, buscábamos otro pokémon. Sin embargo... Kabuto parecía huir. ¿De qué huía, había hecho algo malo? Hm, seguro que si lo perseguíamos llegaríamos hasta su base secreta donde secuestraba a los Pyukumuku salvaje por su diversión. ¡Sí, debía ser eso! ¡Mira qué cara de maloso tiene!

... bueno, colorín colorado este cuento se ha acabado. A seguir buscando.

 

Liza White

Parecía ser que por esta zona no había demasiado movimiento. Incluso podía decirse que lo único que me encontraba ahora eran Hippopotas dormitando a pierna suelta.

—Vamos, Pyukumuku... ¿Dónde os habéis metido?

 

Liza White

Y antes lo digo, antes pasa. Frente a mis pies se encontraba un pobre Pyukumuku tendido sobre la arena, completamente seco y con mal aspecto. Pobrecillo, ¿acaso no se dan cuenta de lo perjudicial que era para ellos estar tan alejados del agua?

Repetí el proceso y lo deposité una vez más en el agua, donde debía estar. No veía a Lucas por esta parte, así que no pude avisarle de mi logro. Quizás él ya habría encontrado otro, quién sabe. ¡No podía confiarme ahora!

 

Lucas Diamond

El búho entonces me señaló hacia una dirección. Miré, sorprendido, y encontré un Pyukumuku. Y a Liza. ¡Vaya, había conseguido otro! Qué mala pata, esto no iba bien. Hm... bueno, en el peor de los casos solo sería esperar un poco para hacer mi prueba, ¿no?

—A todo esto... ¿dónde está Scraggy? —le pregunté a Datrix—. Oh, mira, allí. Vaya, se ha alejado mucho. Acerquémonos nosotros, no quiero que se pierda...

Nos dirigimos entonces cerca de su sitio para no perderle el rastro. Era la desventaja de no poder usar pokéball, pero era divertido viajar con tus pokémon. Ayudaba a estrechar el vínculo.

 

Lucas Diamond

Cerca de donde estaba el surfero apareció un Pyukumuku, medio enterrado en la arena. Pobre... a ese ritmo se iba a secar. Lo cogí como pude intentando no pincharme y lo devolví al agua, algo alejado de donde se encontraba surfeando el tipo agua. No quería que ninguno de los dos se hiciese daño.

Espera... ¡oye, acababa de encontrar un Pyukumuku! ¡Já, eso sí que era suerte! Ya estaba más cerca de pillar a Liza, quien... Oh, según Datrix acababa de encontrar otro... Muy bien, qué buena racha. ¿Tendría acaso un detector de Pyukumukus?

—No nos vamos a rendir, ¿verdad? Venga, sigamos buscando

 

Liza White

Dispuesta a cambiar de zona, otro Pyukumuku más me tomó desprevenida. Vaya, sí que abundaban por aquí. Era una suerte poder encontrarles cuanto antes, así que aproveché la ocasión y lo llevé a la orilla junto al resto de su especie.

Umiko y Kiba corrieron hacia mi en ese instante, al parecer agotados después dd tanto jugar, y decidieron ayudarme a buscar por la zona. Después de todo, seis ojos eran mejor que dos, ¿no?

 

Liza White

Mientras ambos pokémon parecían haber visto algo cerca de donde se encontraban, me giré hacia donde Dartrix se encontraba, hallando así a Lucas junto a él. Y justo cuando lo vi estaba llevando a uno de los Pyukumukus al mar, ¡había tenido suerte! Ahora era nuestro turno de seguir buscando.

—¡Ey, chicos! ¿Habéis encontrado algo por ahí?

 

Liza White

Al parecer, ambos se habían quedado observando a un Scarggy surfeando en el mar, inmersos en el gran control que el pokemon tenia sobre la tabla. Era alucinante como un pokémon podía contar con esa habilidad tan peculiar, desde luego las criaturas de Udan no dejarían de sorprenderme.

—¿Acaso vosotros también queréis aprender a surfear? —inquirí, dándoles un empujoncito hacia donde el Scraggy se encontraba ahora, enseñando a unos Pichus a sostenerse sobre la tabla. Uno de los Pichus no aguantó más de dos segundos y acabó cayéndose de cabeza, cosa que a Kiba no pareció agradarle demasiado, y se escondió detrás de mí ante la risa de Umiko. Pobre, era normal su temor al agua.

 

Lucas Diamond

Más Scraggy se habían unido al mío, enseñando a surfear a los Pichu. Ahora el mar de Udan parecía una auténtica escuela, llena de profesores (en realidad solo eran dos) y de alumnos, los Pichu. No eran muy hábiles, pero al menos le ponían muchas ganas.

—Oye Datrix, ¿crees que Scraggy podría enseñarme a surfear así? Me da curiosidad saber qué se siente cabalgando las olas. ¡Debe ser divertido! Hasta que te caigas, claro...

—Da-Datrix

—Tienes razón, mejor seguir buscando Pyukumuku. —¿Había dicho eso? ¿Por qué narices Abeto no inventaba un traductor para pokémon?

 

Lucas Diamond

Más y más Kabuto era lo único que había en esa playa. Bueno, y Pichu y Scraggy. Y Rockruff, Brionne y Datrix. Está bien, había más especies de las previstas en aquí... ¡pero no Pyukumuku! Aunque es cierto que si los devolvimos al agua, cada vez habría menos. ¡Y eso significaba quedábamos haciendo bien nuestro trabajo!

Me di otro paseo más, esta vez alejado de la orilla. Si había de esta especie por allí tendría mayores problemas. A fin de cuentas ese era nuestro trabajo, salvarles de secarse.

—Datrix, no le quites el ojo a Scraggy, no quiero que se pierda.

 

Lucas Diamond

¡¿Otro Kabuto?! Empezaba a pensar que se trataba del mismo, que quería que le noticearamos. "¡Lucas-senpai, notice me!" Sería gracioso, ¿verdad? O tal vez quería combatir contra nosotros... pero parecía demasiado asustadizo para eso.

Pues ya está, era lo que yo decía. Debía ser que nos admiraba y quería que lo noticearamos. Y no es como si se tratase de una plaga de Kabuto, ni una simple coincidencia, ni nada por el estilo. Se trataba de un bicho muy tímido.

—Hola, chiquitín —dije acercándome a verle. Me agaché a su lado y traté de acariciarle, pero tan pronto como moví mi mano, salió huyendo.

>>Pf, no es como si me importase ni nada por el estilo, baka.

 

Lucas Diamond

—¿Tú has visto, Datrix? Anda que... Ni dos palabras ha tardado en huir. Esta bien, supongo que me dedicaré en exclusiva a buscar los Pyukumuku.

Miré a mi alrededor buscando algún rastro de vida. Comenzó a chispear de repente, así que supuse que se trataba de algún Hippopotas, que estaría durmiendo. Hmmm... Tenía un presentimiento, si constinuábamos por el este encontraríamos nuestro segundo Pyukumuku. Quizás...

—¿Ves algo? ¿No? Vaya...

 

Liza White

¡Bien, de vuelta al trabajo! No podía pasar el rato observando a los Scraggy surfear, quién sabe cuántos Pyukumuku aprovechan esos minutos de distracción para regresar a la orilla. No debía permitirlo, entonces todo el trabajo no habria valido de nada.

—Veamos... ¿Dónde os habéis metido, Pyukumukus?