One-shot Plastilina [Gakkou Roleplay]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Insane, 2 Marzo 2024.

  1.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

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    Escritora
    Título:
    Plastilina [Gakkou Roleplay]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1671
    N/A: Si Zireael lo permite podría tomarse como Canon para algún momento futuro que no sabría cuándo sería. Adicional, disculpas anticipadas por cualquier clase de OcC. Adicional de lo adicional, este fic me surgió de la nada, empecé a escribirlo y no pude parar hasta terminarlo, hace tiempo no me pasaba, así que me siento satisfecha.
    Personaje: Orn Paimon, Ilana Rockefeller, mención a Suiren Craig.
    Palabras: 1583



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    Plastilina
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    Con las vacaciones de verano había llegado mi hermana de vacaciones, por lo que había recibido de su parte un mensaje en whatsapp diciéndome que llevaría a papá de paseo -o más bien, él la llevaría a ella-. Pero en su cabeza parecía sonar mejor de reverso, y como fuese, el día ya lo tenía agendado para que Rockefeller arrimara e hiciéramos el trabajo de arte. El cómo habíamos quedado juntos en ello fue tan ridículo como el que Craig se cambiara de dúo, el por qué nunca me lo dijo, tan solo lo hizo y no me importó mucho porque la rubia no parecía ser ninguna vaga.

    Descendí por las escaleras con el libro en la izquierda al limitarnos a hacer un ensayo, escuché el timbre en lo que me desplazaba en medio de la sala, llegando al comedor para dejar ahí el texto y luego dirigirme a la puerta principal. Giré la perilla de la puerta, abrí la madera y denoté del otro lado las hebras doradas que resaltaban por la luz del sol; traía puesto un vestido blanco de verano, con pequeños dibujos de girasoles; era de tirantes, medianamente ceñido en su tronco pero descendiendo con un vuelo ligero hasta la mitad de sus rodillas.

    Muy pueblerino de su parte, o veraniego, daba igual.

    —Buenas tardes Pai.

    —Sigue —la invité a pasar como si nada, notando que primero echaba un vistazo con algo de duda—. No hay nadie, no te preocupes —lo segundo lo dije suponiendo que le daba vergüenza entrar sin saludar a cualquiera que pudiese toparse dentro de casa.

    Ella tan solo asintió y caminó dentro murmurando un permiso. Noté que sus orbes pasearon por la arquitectura del lugar; ridículamente la casa de mi padre en Japón tenía muchos detalles en madera de cedro pese a conservar la estructura lujosa de ciudad. Cerré la puerta para caminar tras ella, señalándole el comedor como lugar central en donde pasaríamos la tarde estudiando, y en lo que ella llegaba hasta el, dejando sobre el cristal el bolso que traía entre sus manos yo me metí a la cocina. Iba a llevarle un vaso de agua fría pero noté sobre el granito un postre con una nota.

    Sujeté la tarjeta que reposaba al costado del platillo que ya traía sus pequeñas cucharas; la nota era de mi padre: "Lo preparé deprisa. Saludame a tu amiga, en la noche me cuentas como les fue :)

    Posdata: el tuyo es el de la izquierda, no tiene azucar, lo prometo
    ."

    Eran dos muffin de lo que parecía ser café, la diferencia era que el de la izquierda no traía la parte superior de chocolate mientras que el de la derecha sí. Dejé la nota en donde la encontré y estiré la mano hasta los dos vasos de cristal, serví de igual manera el agua fría que estaba en la nevera, los coloqué sobre una charola con el plato que dejó mi padre y regresé sobre mis pasos al comedor.

    —Creí que no te gustaban los postres.

    —No me gustan.

    —¿Pero eso no es un postre...?

    —Los que prepara mi padre no son dulces. Bueno, los que me prepara a mí.

    Ella ya estaba sentada, había sacado lo que parecía ser su cuaderno de apuntes, un bolígrafo, un lápiz y un borrador. Sentí que apretó los labios como quien trata de no reírse por la dualidad de los postres y yo, pero ignoré el hecho como siempre. Dejé la bandeja sobre el cristal de la mesa, ella sujetó los dos vasos de agua y acomodó uno cerca a ella, y otro cerca al asiendo del lado, hizo lo mismo con los muffins pero los cuarzos rosas parecieron dudar a lo que me buscaron de nuevo.

    —El de cubierta de chocolate es el tuyo.

    —Gracias.

    Deslicé el asiento para tomar mi lugar, abriendo el libro de la historia de un pianista en lo que Rockefeller parecía recordar algo. Rebuscó de nuevo en su bolso y extendió una cajita sellada que dejaba ver la plastilina. Arqueé la ceja al no tener contacto con esos materiales como desde el kinder.

    —¿Y eso es para?

    Me sonrió con la gracilidad usual.

    —Mi madre me la obsequió recién —tanteó el terreno como acostumbraba a hacer con mis límites y yo simplemente seguí sin enterarme de ello—. Dijo algo de concentración y motricidad fina, así que creo y ayuda a concentrarse antes de alguna tarea.

    —¿Y qué quieres que haga con eso?

    Soltó el aire por la nariz, destapando el empaque para dejar el cartón a un lado y colocar el material sobre su cuaderno, evitando que se manchara el fino cristal de la mesa. Descendí las pupilas negras hasta sus dedos, con los cuales empezó a acomodar en igualdad de colores y cantidad las barras, ascendiendo nuevamente hasta sus orbes rosas en lo que pestañeaba con cierta duda.

    —La idea es que hagamos figuritas antes de iniciar. ¿Has visto los vídeos que han subido recién a Tiktok?

    —No tengo Tiktok, Rockefeller.

    Alzó las cejas ligeramente, ajeno a que ella pensaba que me hacía llamar de ciudad y parecía ésta ser más cercana a esas redes sociales que mantenía en auge, que yo. Me daba bastante igual, así que solté el aire por la nariz recostando el codo en la superficie, y el mentón sobre el puño cerrado, mirándola.

    —Explica —demandé con el tono indiferente de siempre.

    Ilana desbloqueó su móvil, mostró la imagen de una serpiente medianamente caricaturesca, mencionó que la idea era hacerla en plastilina. No sabía de qué nos sería útil, pero... se veía extrañamente entusiasmada con esta estupidez, por lo que luego de unos minutos de silencio en donde ella pareció ponerse algo ansiosa al creerse rechazada estiré la mano hasta su móvil, deslicé la imagen de google y pasé en varias ocasiones hasta dar con un antílope.

    —La serpiente sería ridículamente sencilla —estipulé, concediéndole el capricho con un animal distinto.

    Sus facciones se suavizaron en lo que el aire que entraba a su cuerpo se regulaba en calma. Tomé mi parte de materiales y con simpleza me puse en la nueva tarea que consideraba medio tonta, pero el tonto era yo accediendo a todo lo que esta niñita iba pidiendo, como fuese, eché los pensamientos al cajón de costumbre, turnando la vista entre la imagen y mi figura. Inicialmente le di forma a la cabeza, luego al cuerpo, después a los cuernos y por último a los detalles del rostro. Coloqué entonces mi antílope finalizado sobre sus hojas en lo que ella pestañeaba con algo de sorpresa.

    Pareció comparar lo que llevaba y el mío, casi que hizo un puchero lo que me causó su debida cuota de gracia.

    —A ver, ahora elijo yo —demandó insatisfecha con la deformidad que había conseguido hacer. Escogió entonces un mapache.

    Tomé agua y le di algo de ventaja, unos diez minutos más o menos, sujetando luego la plastilina para hacer mi animal, terminando nuevamente antes que ella, con detalles y todo. Me miró como si dudara de que yo los estuviese haciendo pese a estar a su lado, por lo que estiré la sonrisa ladina al notar que su mapache parecía más un perro, y eso, siendo algo piadoso.

    —Con un oso —ordenó de nuevo.

    El resultado se repitió con el tercer animal, como era de esperar, siendo el mío mucho más apegado a la realidad que el suyo.

    —¿Cómo es que puedes hacerlo tan bien?

    Eché la espalda en el respaldar, notando como ella giraba el cuello para seguirme en lo que miraba con sospecha, esperando respuesta.

    —Es casi igual que hacer figuras con fondant, Rockefeller.

    Pareció sentirse algo tonta al rostro cogerle un poco de color, como si su mente hubiese en automático asociado cosas que ya habíamos hablado de que me dedicaba a la cocina, mi padre tenía un restaurante, y demás detalles.

    —Retomemos —murmuré, con respecto al libro que había escogido. Ella asintió al notar que ya había permitido mucho por hoy, dejando las figuras a su costado.

    .
    .
    .

    A eso de las cinco y media terminamos, entre que comimos lo que dejó mi padre, la esuché hablar otra parte de la tarde, y con el trabajo finalizado la acompañé hasta la puerta. Mencionó que de regreso también utilizaría el metro, cosa que conocía de lejos al moverme de por sí en carro.

    —Ah, olvidé las figuritas —mencionó, regresándose sobre sus pasos para luego volver a la entrada—. Dale las gracias a tu padre por el postre, me gustó mucho —su sonrisa se acentuó con la fracilidad acostumbrada—, y gracias a ti también, nos vemos la próxima semana en clase.

    En cuanto se dió vuelta, esperé a que desapareciera de mi rango de visión para cerrar la puerta, enterrando la derecha en el bolsillo del pantalón para regresar al comedor y recoger las cosas. Cerré primero el libro, guardé mis implementos de estudio, y al mover la bandeja noté que había dejado el antílope que parecía más una oveja, y en su lugar se había llevado el mío. Inconscientemente una sonrisa sin cinismo me danzó apenas en los labios. Sujeté la figurilla de plastilina en lo que la puerta principal se abría, mi padre saludó desde atrás, me guardé la figura en el bolsillo y seguí recogiendo la charola con los platos y vasos sin contenido.

    —¿Cómo estuvo la sesión de estudio? Tu hermana se distrajo con la mascota del vecino, no demorará en entrar.

    —No estuvo mal, supongo.
     
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  2.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Mejor tarde que nunca dicen (??)

    Empecemos con que Clocks es una de mis canciones favoritas en todo el mundo y le guardo muchísimo cariño desde que estoy pequeña, tengo recuerdos bastante lejanos de oírla en el auto cuando iba de vacaciones con mis padres, también durante mi adolescencia y todavía hay varios recuerdos de cuando ya tenía más de 18-20 años, sé que al menos la oigo en un viaje una vez al año desde que tengo memoria. Nunca le he prestado especial atención a la letra ni nada, pero por melodía me transporta en el tiempo y la adoro profundamente, así que eso, me hizo muy feliz verla acá siendo que yo no la he usado ni nada.

    Ya con el fic, dios es que JASHJA por qué Pai accede a todas las pendejadas de Ilana con esta cara de que se la suda el mundo entero, no puedo más. Que las figuritas, que dejarla entrar en su espacio personal, que invitaciones a almorzar, que bailar en el pasillo y vete a saber qué más. Es gracioso de ver, la verdad, porque la niña también se aprovecha de eso sin más.

    Bueno van las quotes que son poquitas
    Sui sigue patrocinando momentos entre este par y a mí me da muchísima risa que Pai necesite un por qué cuando lo tiene en las narices

    Ilana y la maderaaaa *c infarta diez veces* Bueno creo que igual esto se vio en la interacción del día anterior, si no tengo la percepción del tiempo tan alterada, por la colonia del niño. Puedes sacar a la chica del bosque, pero no al bosque de la chica (?) aunque las colonias tienen pues el aroma de la madera ya cortada y tal, más potenciado también, pues al final la laza a lo mismo y la calma creo. Aplica algo parecido a los detalles en cedro de la casa de Pai, i just know

    Igual desearía que los arbolitos siguieran en el bosque, pero pues así son las cosas

    El menos mimado be like

    Ila: Viste lo que se hizo viral en tiktok? :D
    Pai: no tengo tiktok
    La niña así de: quién era la que vivía donde nacían árboles en media calle entonces

    Para ir cerrando, el detalle de que ella se llevara el bichito de plastilina que hizo él *llora en cuarenta idiomas* me la veo poniéndolo en el librero de su cuarto JAJAJAJ me pareció muy propio de ella, por la forma en que suele solo tentar los límites de lo que hace o no alrededor de Pai. La dinámica que tienen me resulta curiosa, porque aunque Ila es como muy sensible y aún así no se ofende por su indiferencia, no acabo de entender el motivo aunque sea mi hija (?)

    Y bueno eso sería todo uwu fue muy bonito de leer, así que gracias por escribirlo
     
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