Pie de limón Para la actividad ¡Vamos a pensar! Pie de limón Dejó las manos caer con pesadez sobre la masa blanquecina, suspirando abatida después de tanto forcejear para obtener aquella textura tan suave. Se frotó la frente sin pensar en que la dejaría manchada de harina, como ya estaba la mayoría de su delantal y los mechones de cabello que se rehusaban a quedarse tras sus orejas, por lo que debía acomodarlos una y otra vez. Su rostro cansado era el vivo reflejo de todo el esfuerzo que había puesto en la preparación de ese pie, no se rendiría hasta que le resultara al igual que los de su madre. Moldeó la masa con cuidado en el recipiente de teflón, con un tenedor la agujereó sin piedad, como si la amenazara a cocerse como debía e inflarse según el esquema mental que recordaba. El calor del horno albergó al molde ennegrecido, acariciando tenuemente su contenido. La joven volvió a apartar sus enharinados cabellos para proseguir con la preparación de la crema. La leche condensada y las yemas de dos huevos aguardaban impacientes en un recipiente a que la chica terminara de exprimir el jugo de un par de limones bien amarillos. Tanto, que le recordaban al sol. Aunque tal vez aquel astro resplandeciente y despiadado era más anaranjado que amarillo, pensó con una mueca de hastío. No le gustaba el sol, tan brillante, tan caluroso…, tan inalcanzable. Le parecía que aquella estrella gigante se reía de las personas, tan pequeñas, insignificantes, aspirando metas imposibles como taparlo con un dedo. Un olor a quemado llegó hasta su nariz, produciendo que su boca se tensara en un rictus frustrado. Lentamente se dio vuelta hacia el horno para abrir la puertecilla con las lágrimas resbalando por sus ojos. Con un enorme guante sacó el molde con la masa ennegrecida como el envase que la contenía. ¡Maldición, maldición, maldición! Exclamó, tirando su fallido intento de cocina hacia el lavaplatos, donde muchos otros moldes se hallaban cargados de una mezcla de harina a medio cocinar o demasiado cocida. Puros fracasos, ni un puto pie se dignaba a tomar forma. Miró los limones que aún descansaban sobre la mesa, cerca del exprimidor. Le parecía que se reían de ella como diminutos soles arrogantes; casi podía asegurar oír sus vocecitas ácidas burlarse agriamente de su meta absurda de lograr cocinar bien. Algo para ella casi tan inalcanzable como mirar el sol. Tema: Tratar de mirar al sol. Cantidad de palabras: 393 + título
Re: Pie de limón Mmmm la historia está buena y me recuerda a una compañera que no cocina bien, deja quemar hasta un huevo xD Me gusta como escribes y como narras, las descripciones son perfectas, me imagino todo muy bien. Al principio creí que la ultima frase estaba deslocada, como que sobraba, pero después de reerlo me retracte x'D Escribes muy bien y me encanta que lo hagas ;) Espero otro escrito tuyo pronto.
Re: Pie de limón Me fui por otros lares al leer el título. Original tu manera de desarrollar el tema, con un pie de limón y una chica sin aprender de cocina (Me recordó a Akane xD) Y se me antojó una rebanada…