Hola a todos, soy Saxor. Me conoceréis por mi fic las Crónicas de White Dream. Después de acabarlo y empezar uno colectivo volví a decidir escribir por mi parte algo mio y por primera vez escribir algo en fanficslandia. Mi fic que terminé gustó mucho en Cemzoo así que espero que este nuevo fic que he empezado de intriga, casos y misterio sea de vuestro agrado, aquí en fanficslandia, y disfrutéis acompañando a nuestro protagonista en esta oscura aventura. Y aquí comienza la historia... Persiguiendo un Fantasma Esta historia es una obra de ficción. Cualquier parecido entre organizaciones y sucesos no guardan relación con el mundo real. Día 0 – Bryan Welrich, El Genio Toda historia comienza cuando acaba otra, y así mismo empieza la sucesión de momentos nuevos o vividos que se convierten en una nueva vida e incluso en la más habitual rutina. ¿Pero alguna vez al empezar comenzasteis a perseguir a un fantasma? Ese fue mi cometido al comenzar mi nueva vida para volver a encontrarme con aquel que me dio la oportunidad de ser quien soy. Su nombre era Bryan Welrich y trabajaba en la comisaría de policía de Manhattan. Su puesto de trabajo era el de detective y se dedicaba a resolver pequeños y algún que otro mediano caso por la ciudad. Pero en poco tiempo se convirtió en alguien conocido por todos por resolver un gran caso de asesinato en una habitación totalmente cerrada. Tal era su fama que se dedicaba a ir de colegio en colegio a hacer conferencias a los estudiantes de hoy en día. Así fue como en una jornada en una conferencia de mi colegio le conocí. Yo tenía 17, me faltaba un año para acceder a la universidad, y nuestro tutor el Sr.Hum nos sorprendió diciendo que el famoso Welrich daría una conferencia en aquel momento. Toda la clase enloqueció al escuchar ese nombre, pero yo no le di la menor importancia. Igual de rápido que salieron de clase al escuchar a nuestro tutor, bajaron por las escaleras hacia la sala de actos de manera que cuando bajé yo parecía que el colegio andaba desierto al reinar el silencio. Al llegar a la sala de actos se encontraban todos mis compañeros de clase esperando a que hablara la persona que se encontraba frente al micrófono, mientras que el Sr.Hum llamaba mi atención por mi gran parsimonia. Parecía bastante enfadado ya que un simple estudiante como yo no mostraba interés alguno por alguien tan conocido en la sociedad actual. Aquel hombre venía a explicar como resolvió el caso, pero al fijarme más en él me quedé sorprendido. Ese que estaba delante del micrófono debía de ser un joven con una edad aproximada a la mía. Me pareció tal estupidez que fuera alguien como nosotros que me eché una cabezada en una de aquellas sillas incomodas que había en el salón de actos. El aburrimiento no es producto de algo que no te interese… Sino de algo que ya sabes… Al despertarme, pude observar como a mi alrededor no quedaba ningún compañero de clase. Sin embargo, delante de mí se encontraba un chico de mi edad que no tardó en hablar al ver que abría mis ojos. -Por fin despiertas. ¿Tan aburrida te parecía la conferencia?-escuché sin reconocer de quien podía ser aquella voz. Aquel chico tenía el cabello negro, sus ojos eran de un color como las castañas de otoño y lo extraño es que no vistiera el uniforme del colegio. ¿Un nuevo profesor? -Perdona, pero… ¿Quién eres?-pregunté en medio de tanta confusión en mi cabeza al estar recién despierto. -Soy Bryan Welrich. -¿El detective?-pregunté con cierta ironía. -¿Acaso esperabas que tuviera unos cincuenta años?-me dijo entre risas. -No, solo que no me imaginaba que aquel del que tanto se hablaba tuviera mi misma edad. -Pues si es cierto, aunque chico. ¿Por qué no prestabas atención? -No es por faltar el respeto Welrich, pero aparte de que lo haya leído en la prensa, me parece la mar de sencillo como para darle tanta importancia. -Si estas cosas te parecen sencillas te invito a que vengas conmigo y me ayudes a investigar. ¿Querrías? Yo pensaba que me estaría tomando el pelo, pero ¿Por qué no? Podría llegar a ser divertido. -De acuerdo Welrich, iré.-le afirmé a su pregunta. -Llámame Bryan, compañero.-me dijo extendiendo su mano. Le di la mano y ambos sonreímos como si hubiéramos hecho algo grandioso en nuestras vidas. Hay cosas que finalizan cuando se da la mano… En mi caso una amistad empezó con un apretón de manos… Después de aquel día seguí yendo al instituto y trabajé junto al famoso Bryan Welrich. El número de casos que se resolvían aumentaron respecto a años anteriores y por fin encontré dos cosas que no hacían de mi vida una rutina insufrible: algo que me entretenía y un buen amigo. Todo parecía que andaba sobre ruedas, iba a la universidad y seguía trabajando en la comisaría de Manhattan, pero pasaron los años y todo fue perfecto hasta aquel fatídico día en el que todo cambió. Era un día como cualquier otro, pero mi amigo Bryan no se presentó. Intenté localizarle, pero después de mis múltiples intentos de dar con alguien que había desaparecido de la noche a la mañana decidí buscarle por mi cuenta. Como consecuencia de aquello la ausencia en mi trabajo desde aquel día provocó mi despido. No podía creer que después de todos los casos resueltos por Bryan y yo nos dejaran tirados a la primera de cambio, pero así era la dura vida real. Intenté buscar empleo, pero más que encontrarlo el trabajo me encontró a mí. Fue en mi casa donde encontré en el buzón una carta en la cual me ofrecían un empleo y el nombre de la persona que lo firmaba me resultaba familiar. Se trataba de un antiguo jefe de la CIA que había montado su propio negocio y debió de saber de mí. ¿Pero quién le diría que me despidieron? La empresa se llamaba White Cloud. Mi trabajo era repartir o recoger los objetos que Mark, mi jefe, me mandaba. Había veces que me parecía que este trabajo era absurdo, pero en otras tantas sentía que me acercaba a Bryan. Normalmente, entregaba los objetos en pisos o casas y los objetos que tenía que recoger eran ediciones de coleccionista que se venderían al mayor postor. Pero tres años después que empezara a trabajar llegó un encargo de lo más extraño… Mark me pidió que fuera a un albergue que se encontraba en medio de la nada, pero cuando le pregunté el porqué no hubo respuesta. Allí empezaba mi nuevo camino… Y únicamente sería guiado por el destino… ************** Nos encontrábamos en invierno y quedaban pocos días para acabar el año, pero eso no cambiaba la situación. Soy dueño de un viejo albergue llamado Snow Storm y únicamente lográbamos llenar alguna que otra habitación durante esa época. ¿Qué a que se debía esa baja cantidad de clientes? Se debía a que cualquiera que pudiese permitírselo iría a uno mejor, pero esa no era mi mayor preocupación. Al estar en medio de la nada el albergue y teniendo en cuenta que los delitos habían aumentando en los últimos tres años. ¿Quién me podía asegurar que no pasaría nada un día de estos? Absolutamente nadie, ya que mi preocupación la puede tener cualquier dueño de una tienda o de un hotel que lea el periódico o vea los telediarios. Ninguno de ellos podía esta tranquilo por aquel entonces, pero había algo en que todos nos aferrábamos con el motivo de seguir hacia delante. Se dice que existe alguien en las sombras del mundo que es capaz de resolver cualquier caso por muy imposible que sea. Nadie sabe su identidad y nadie sabe como poder contactar con él, pero la señal de su existencia ha permitido que todavía el número de crímenes no se disparase más de lo existente en aquel entonces. Una existencia que se basa en nueve letras que se pueden leer en los periódicos o escuchar en los susurros de la gente. Él es conocido como Devarlock. Me encontraba en mi despacho viendo la televisión y llegó el momento del tiempo. Un hombre que debía de ser meteorólogo advertía de que empezaría a nevar por esta zona y no se sabría cuando dejaría de parar. Para mi suerte ese año tenía el albergue casi completo, solo me quedaba una habitación vacía. Era mi mejor temporada después de varios años, pero de repente escuché un sonido de lo más extraño que procedía del aparcamiento del albergue. Me habría quedado allí sentado como si no hubiese pasado nada, pero mis manos sudorosas delataban mi temor. Todo se quedó en silencio y pasaron por mi mente temibles pensamientos. No me podía quedar allí sin hacer nada ya que si le pasara algo al albergue que me dejó mi padre no me lo perdonaría en la vida. Salí corriendo de mi despacho, crucé la recepción y abrí la puerta principal lo más rápido que pude para observar que podía haber pasado. Era negra noche y solo pude ver gracias a la iluminación de aquellas pequeñas farolas que instalé hace un par de años. Pude ver que había un nuevo coche y me acerqué para preguntarle a su propietario, si todavía siguiera allí, que había ocurrido. Conforme me fui acercando, pude confirmar que el coche estaba inclinado. Seguramente tendría alguna rueda pinchada y el ruido que escuché antes provenía de la rueda de aquel coche, pero en cuanto llegué a la altura del coche vi como alguien salía por la puerta del conductor bien abrigado y con una capucha puesta. Al ver como vestía me dio miedo, y miles de pensamientos horrorosos pasaron por mi cabeza mientras apretaba los puños en un intento de conseguir valor. Así que decidí pensar que aquel vestuario se debía al gran frió que hacia y le hablé. -Hola. ¿Le ha ocurrido algo?-le pregunté. -Mientras estaba intentando aparcar he pinchado.-me respondió mientras se puso a observar la rueda pinchada. -Menudo problema, ya que estamos en medio de la nada y la grúa tardaría varios días. -Una pregunta. ¿Es este el albergue Snow Storm?-me preguntó por fin prestándome atención. -Sí, si que lo es. ¿Acaso lo conoce?-pregunté sorprendido ya que todo aquel que llegaba aquí era por casualidad. -La verdad es que no mucho, pero venía a hospedarme. -Entonces bienvenido.-le dije con una sonrisa. Después de nuestra conversación aquel hombre se dirigió al maletero y sacó de él una maleta de mano de un tamaño mediano. Seguidamente, se puso a mi altura y le hice una señal de que pasara hacia dentro del albergue. El entró y sucesivamente le seguí y cerré la puerta para que no entrara el frío del exterior. Me puse detrás del mostrador de recepción a buscar los papeles de reservas de habitaciones mientras que él se quedó observando la chimenea encendida que transmitía calor y un ambiente acogedor a la recepción. Finalmente, encontré los papeles y le avisé. -Ya puede venir a rellenar la reserva de habitación. -Ya voy. Se quitó la capucha y por fin pude ver su rostro. Era un chico de unos 25 años, mediría algo más que uno setenta, ojos verdosos y su pelo era rubio aunque no sabría si su peinado se podría describir como de punta o despeinado. Se acercó al mostrador, rellenó el papel y le di la llave de la habitación 214. -Buenas noches.-me dijo mientras abría la puerta que daría a las escaleras para subir a las habitaciones. -Buenas noches Sr.Evans.-dije después de observar el nombre en la ficha de la reserva de la habitación. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Albergue Snow StormReserva de habitaciones: Nombre: Aitor Evans Fecha de Nacimiento: 21/5/1993 Habitación recibida: 214 Fecha actual: 21/12/2018 Firma: EVANS------------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Por muy imposible que sea… Te encontraré Bryan… Espero que os haya gustado el Día 0, pero aún queda un apartado más que lo complementa:)
Datos sobre EvansEste apartado aparecerá al final de cada Día mostrando cosas interesantes sobre la historia. Así que ya que el Día 0 es el día en que Evans llega al albergue en los datos del Día 0 os explicara de que tratara este apartado. Y sin haceros perder la paciencia os dejo con alguien que os lo explicara detalladamente. Acerca de los datos Saludos a todos los lectores de esta historia. Mi nombre es Lia Thompson y seré la encargada de esta sección. Todas las notas y datos que se muestren en este apartado forman parte del material que he reunido durante años de investigación acerca de Aitor Evans. ¿Qué interés he tenido en investigarle? Era un amigo mío del colegio y por su personalidad diría que es alguien difícil de entender. Dicho esto investigué con el objetivo de que durante la historia podáis llegarle a entender mediante estas notas o datos, encaminados a adentrarse en la psique de nuestro sujeto en cuestión, que cubren a partir del momento en que Aitor Evans cursaba segundo de Bachillerato y empezó a trabajar en la comisaría de Manhattan. Aunque no se descarte que puedan aparecer cosas de su pasado, os aseguro que el contenido que será publicado es de un grandísimo valor para todo aquel que quiera ponerse en la piel de Evans, saber cómo piensa y quién es para los demás. Espero que os haya gustado el principio de este fic, y la extraña manera en la que se va a desarrollar. Se me ocurrió y me pareció bastante original. Gracias por su atención y hasta otra!
Visto lo visto, me quedé con ganas de más. Hay alguna cosa que, como ya te comenté por msn, se me hace difícil de entender, pero calculo por los datos extras que se irán explicando a medida que avance la historia. Asimismo, me causó curiosidad la forma de ser Aitor, un tanto peculiar, la de Bryan (¿cómo siendo tan joven aparentemente ya resolvía casos de esa magnitud desde el departamento de investigación policial? Parece el Detective Conan xD), y me temo que detrás del número 214 se esconde una historia de lo más interesante. ¿Perseguimos un fantasma? Bueno, creo que el camino acaba de comenzar. No diré nada más, que no quiero que luego me tires de las orejas xD!
Debo admitirlo, me sorprendiste. No me esperaba este tipo de trama; diferente a las Crónicas de White Dream. Me impresioné bastante. Has mejorado bastante desde la última vez que leí algo tuyo. La trama también me parece bastantante orginal. Fue incréible. Amé la forma en que narraste la historia; le da ese toque de misterio. Tu ortografía ha mejorado bastante, ¿cuánto tiempo ha pasado? No lo sé. Lo que sí sé, es que no me perdere ningún capítulo de esta historia intrigante. ¡Hasta la próxima, Saxy! Atte. Kárupin.
Vaya saxor!! no esperaba menos de ti!! XD me ha encantado!! lo narras muy bien! me has tenido ahi pegada a la pantalla leyendo toda intrigada XD estoy deseando que pongas conti!! tiene de pinta de ser una historia de lo mas entretenida. No me pienso perder ni un capitulo ^^ enorabuena, te quedó muy bien.
Lei tu historia! bueno, el dia 0 ^^ Sólo tengo una cosa que decir... WAOH! Realmente saxor, te has superado te ha quedado genia, me encanta de veras, no es por cumplir, de verdad me gusta! Que digO! ME ENCANTA! En serio en serio WoW Lo que me recordó un poco es a Hotel Dusk, so sé si sabes qué juego es! Y cuando vi el número de la habitación dije: ¡Casi! XD Casi la 215, habitación Deseo *w* Me encanta Hotel Dusk! Se nota eh? XD Pero sólo tiene un aire, lo demás es de tu estilo y te ha quedado genial, de verdad, te expresas estupendamente (ojala yo supieraaa Como te envidioo!!! (envidia de la buena, eh? =D ) de verdad me encantó! avisame para el siguiente oki?? Bueno, pues eso!! no te olvides de avisarme de la continuacioon eeh?? Que no se te pasee! =DDD Besos!! =D PD: Hotel Dusk, lo adoroo (L) *w* (XDD) jajajajajaja
lei tu historia!!!!!!!!!!!! W.W I N P R E S I O N A N T E O_o (ya resolvi el problema de los comentarios :p) me encanta!!!!!!!!!!!!!! sta genial no sabía q escribieras tan bien y toda la trama sta super currada ademas es una historia q por lo q pusiste por ahora es super original no lei na parecio antes :cool: si algun dia llego a escribir la decima parte como tu stare satisfecha me sentía como si estuviera leyendo un libro echo por un escritor escritor es buaaaa no tengo palabras me encanta!!!!!!!!!! :D spero la conti con impaciencia!!!! ya tienes una fiel seguidora d sta historia :)
soorpreesaa! como hace dias que dices que te comente la historia y aun no lo habia hecho, he decidido darte una sorpresa y registrarme para poder comentarte siempre por aqui en vez de por msn. :) Bueno decirte que la historia me encantoo! la trama es muy interesante y estoy deseando saber que pasa en la habitacion, porque seguro que pasara algo. :D Y la parte de Lia *_* estoy deseando leer mas y aciertas en la manera de escribiirloo. Me dejas con la intriga de saber que pasara en el proximo diia, me dejas una vez mas impaciente! Besoooos! :D
Poca cosa me queda por decirte de nuevo sobre esto ya, todo lo que queria decirte ya te lo he comentado antes. De todos modos vuelvo a repetir que has mejorado mucho en tu forma de escribir, claro que para eso te has esforzado y me has dejado que tiña de rojo tu vida XD. Esta historia promete mucho y adoro el tono misterioso que le has dado. Sigue así que ya ves que vas por buen camino, pero tampoco te confies, siempre se puede ir a más.
Me encanta cómo manejas el suspenso, pero me parece muy importante que en este tipo de historias se mantengan coherentes y uno se fije mucho en los detalles que pueden ser lo que ahorque la trama o la mantenga viva para el ojo crítico dle lector (que creeme, estará más atento que tú para detectar las pistas). Encontré esta incoherencia: Tres párrafos después: Si te referías a que usualmente no llenaban el hotel a diferencia de esta temporada del invierno del 2018, creo que sólo bastaría con especificarlo porque que esté lleno o vacío el hotel puede ser muy importante, sobre todo si ahí es donde ha comenzado la acción de la historia. Un placer leerte. Disfruto mucho de los textos detectivescos y de misterio y, así como Sandritah, también me pareció muy similar al inicio al Detective Conan (y por eso me quedé a seguir leyendo, he de admitir). ¡Saludos!
Por fin he podido leerlo >.< Me ha gustado mucho, y tengo curiosidad por que pasara en ese albergue. La sección de los datos extras me parece muy buena, porque ayuda a entender cosas de la historia. Y la historia en si me parece bastante buena e interesante, además de original. Tengo ganas de leer el sigueinte capítulo para ver qe pasa y como se desarrollan las cosas. Un saludooo :3
dioooooos :confused:, cada vez me sorprendres más, Saxor me encanta esta nueva idea que has tenido :D y es de intriga y misterio pero... ¿no habran cosas sadicas no ? eso da mucho miedo T____T bueno, espero que lo continues por que esta muy bien :) Saludos :D -MoreThanThis.
No está mal la historia... no está nada, nada pero que NADA mal. xD Bueno, tu historia se ve interesante e intrigante... ¿Qué pasará? chan, chan, chan... :P ¿Todos tus personajes se llaman Aitor? xD (Te debe de gustar el nombre!) :D Me gusta, me gusta... esperaré al próximo capitulo! ;)
*O* te dije que sonaba interesante y he acertado... Me encanta !! Sabes que estaré apoyandote escritor ;) Bueno, esperaré impaciente el siguiente apitulo de las aventuras del seño Evans ^^ un Beso.
Holaa~ Pues como ya t dije, nada más que el título atrae mi atención. Me gusta mucho la idea de la trama y como la vas llevando, la narración a mi parecer es muy muy muy buena. Es un tipo de tema que en general me engancha y tu historia me ha dejado con ganas de leer más, espero que subas pronto el próximo caps por k lo estare esperando con muchas ganas ^^ Enhorabuena por el fic ^^ Cuidate beshoos~
bueno lo q tengo que decir es que esta muy,pero muy genial tiene misterio que es lo que muchos fic no tienen pero los que lo tienen algunos son buenos y la mayoria son malos, pero este es muy bueno no pienso perderme ni un capitulo de este fic:D
Hola a todos. Después de pasar que si trimestrales en el instituto y pasar selectividad y saber que me han cogido en la Universidad que quería. Por fin, tengo aquí el capítulo 1 de este fic:) Espero que os guste después de tanto tiempo de espera. Día 1 –Rawl Blaze, Un Viejo Amigo Un leve sonido empezó a sonar y consiguió romper la armonía de mi sueño. Sentí la claridad, que debía de provocar la luz, en mis ojos y los abrí poco a poco todavía con ganas de poder haberlos mantenido un rato más como estaban. A pesar de que la luz les molestara me mostraron la habitación, la número 214, en la cual pasé la noche. La habitación no era especialmente grande, pero era persona era demasiado espaciosa ya que estaba preparada para alojar a un par.Eso se podría deducir por la gran cama de matrimonio sobre la que yacía tumbado, aunque para ser un albergue de mala muerte estaba bien amueblada y decorada. A mi izquierda había un armario empotrado cuya puerta de madera hacia función de corredera. En frente de mi podía observar una cómoda de tres cajones que tenía su superficie ocupada por un televisor y varios folletos, que anunciaban el albergue, y el espacio entre sus puntos de apoyo con el suelo estaba ocupado por una nevera pequeña como la que puede haber en cualquier hotel. A mi derecha podía ver una mesita de noche con una lamparilla, que proporcionaría la suficiente luz como para poder ver de noche. Al este de la habitación se encontraba una gran ventana centrada en la pared, la cual hacia huir las sombras al amanecer, y enfrente de ella una mesa redonda, donde reposaba cómodamente mi maletín, junto a una silla. Al oeste, detrás del espacio que ocupaba el armario empotrado, se encontraba el baño con todo lo necesario y a dos pasos de la puerta que limitaba el servicio se encontraba la puerta que daba acceso a la habitación. Y finalmente la cama donde me encontraba en estos instantes estaba centrada en la habitación y pegada a la pared que se encontraba al sur donde habían colgados dos marcos con fotografías: una era del actual albergue y la otra debería de ser de hace unos años. Estiré la mano perezosamente por tal de que la alarma del móvil, que se encontraba sobre la mesita de noche, me dejara por fin en paz. Una vez conseguí apagarla no tuve más remedio que levantarme ya siendo las nueve de la mañana. Al levantarme noté una sensación de frío que no había notado mientras estuve tapado con la colcha de la cama. Comprobé los dos radiadores, que se encontraban cada uno a cada extremo de la habitación, y ambos no desprendían ningún tipo de calor. Era bastante raro que estando en un albergue de montaña y con el frío que debía de hacer en el exterior la calefacción no estuviera puesta. Así que decidí que hablaría con alguien del hotel para buscarle una solución ya que alguna que otra noche sin calefacción podría coger desde un resfriado hasta una pulmonía. Fui hacia el lavabo y dejé que el agua fría que salía por aquel grifo me arrancara de los brazos de Morfeo una vez tomaba contacto con mi cara. Me vestí y mientras cerraba la puerta para salir de la habitación observaba como mi compañero de fatigas seguía reposando en aquella redonda mesa. Caminé por el pasillo y al llegar a las escaleras que me conducirían al vestíbulo, después de abrir su respectiva puerta, observé como las escaleras continuaban hacia arriba, pero ahora no era momento de andarse con estupideces ya que aparte de sentirme congelado mi estómago empezaba a recriminarme que necesitaba algo de materia. Al llegar al vestíbulo vi como en recepción estaba el tipo que anoche me entregó la llave y pensé que era la oportunidad de comentarle el tema de la calefacción y de preguntar donde se encontraba el lugar de desayuno de esta birria de albergue. Al acercarme sus ojos se posaron en mí y me dedicó una sonrisa. — Buenos días señor Evans. — Buenos días…— contesté sin saber como mencionar a aquel hombre moreno no más alto que yo. — Perdone mis modales. Es cierto que no me había presentado. Soy Alfredo Woodward y soy el dueño del Albergue — aclaró después de disculparse. — No se preocupe señor Woodward — le respondí para que no le diera más importancia de la que tenía ese asunto. —Por cierto. ¿Ha descansado bien? — me preguntó por saber el resultado de haberme asignado aquella habitación. — La verdad es que sí, pero al parecer la calefacción no funciona y no tardaré mucho en coger una pulmonía — le respondí descontento ya que me imaginaba como a los demás huéspedes les funcionaria a la perfección. — Creí que habían revisado todo el sistema de calefacción y que funcionaba correctamente — me dijo con tono de seguridad. — Sus creencias son incorrectas señor Woodward, puede comprobarlo usted mismo si es tan amable de acercarse a mi habitación — le di la duda a aquella imperfecta seguridad. — Perdone las molestias señor Evans. Mandaré a nuestro manitas para que lo solucione lo antes posible. Como compensación por las molestias el desayuno de hoy corre a cuenta de la casa — dijo sonriendo pero con la intención de que me callara y no llamase mucho la atención, pero mira al final no iba a salir tan mal parado. — Por cierto, ¿Donde se encuentra el lugar para desayunar? — le pregunté todavía perdido ya que apenas llevaba unas horas por aquí. — Es por la puerta que encontrará a mano derecha en el vestíbulo, la reconocerá por el tablón en que suele ponerse el menú con tiza. Una vez haya entrado continué por el pasillo todo recto y a mano izquierda habrá una puerta que le conducirá a la zona de restaurante — dijo indicándome con gestos aparte de sus indicaciones. Le di las gracias por haberse tomado tantas molestias, aunque para mi opinión no compensaba la falta de calefacción en mi habitación, y seguí sus indicaciones hasta topar con la puerta en la cual había un cartel donde señalaba que detrás de ella se encontraba el Restaurante. Al entrar, pude contemplar una amplia sala llena de mesas y sillas aparte de la típica barra sobre la cual se encontraba la caja registradora y al fondo de aquella sala un escenario de medio tamaño. Habían mesas de distintas formas, las que daban a las ventanas eran rectangulares y con un largo asiento que parecía bastante cómodo donde podrían sentarse dos personas a cada lado. El resto de ellas eran de forma redonda en las cuales alrededor de ellas había varias sillas que podían variar dependiendo del número de personas que se sentasen. Después, aquella barra hecha de madera sería el lugar perfecto para que los huéspedes tomaran un café. Y por último aquel escenario debía de ser para que grupos o algún músico deleitara con su música los oídos de aquellos que disfrutaban de una comida. Tras unos segundos contemplando aquella sala, me senté en la mesa más lejana a la entrada pegada a la que sería la última ventana desde la cual se podía divisar perfectamente las montañas nevadas. Me quedé observando aquel paisaje con tanta atención como si fuera la primera vez que viese aquel relieve pintado de blanco, pero aquella asombrosa concentración, que era como si esperara que algo sucediera allí fuera, se esfumó al escuchar unos pasos aproximarse y finalmente pararse a mi lado. Me giré con no mucho empeño ya que estaba disfrutando de aquel arte de la naturaleza como si se tratara de un cuadro pintado, ya que en la ciudad donde vivía lo único que uno podía encontrar eran rascacielos, pero al parecer valió la pena dejar de prestar atención. Al dejar de mirar aquel espléndido paisaje, encontré a una chica que me estaba observando de la cual debieron proceder los pasos que escuché hace segundos. Sería una chica de edad similar a la mía y no llegaría a tener la misma altura que yo. Su tez era casi tan pálida como la nieve y su largo cabello era parecido al cielo en negra noche mientras que sus ojos eran como el cielo azul en un día sin nubes. La verdad es que si en el exterior se supiera de su existencia a este albergue acudiría más gente, pero estoy seguro que trabajar en medio de la nada no permite que nadie sepa de ella ni de ningún empleado del hotel. Sin embargo, su voz fue la que me sacó de entre todos mis pensamientos y me devolvió a la realidad. — Buenos días, Evans — dijo con un tono algo frío. — Perdone. ¿Nos conocemos? — le pregunté extrañado de que supiera mi nombre además de que no me sonaba conocerla. Estoy seguro que la recordaría si así fuere. — No, no nos conocemos. Solo sé su nombre porqué el señor Woodward me lo ha dicho, ya que corría el desayuno a nuestra cuenta para un tal Evans que decía que era un chico joven. — Pues sí. Tengo el desayuno gratis gracias a los estropeados radiadores de mi habitación. El manitas no debió de hacer bien la revisión. Solo espero que los demás servicios del hotel valgan la pena — dije quejándome ya que supondría que aquello le llegaría de nuevo a Woodward. ¿Y quién sabe? No rechazaría otro desayuno o una comida gratis. — No se preocupe. De las comidas o desayunos de nuestro restaurante nunca se ha quejado nadie — dijo con una sonrisa. — Desde luego que de la camarera no se quejaría nadie… Espero no ser el primero — le contesté después del breve pensamiento. — ¿Qué desea tomar? — me preguntó sin dejar de sonreír y sin prestar atención a mi último comentario. — Una taza de chocolate caliente, por favor. — ¿Algo más? — Si desease otra taza ya se la pediría luego, gracias. Después de mi frase, la joven se dirigió hacia una de las maquinas de la barra. Sacó una taza y presionó uno de los botones para que cayera el chocolate en la taza que en un futuro próximo me serviría. Una vez la taza se llenó, la camarera me trajo la taza de chocolate sobre un pequeño plato debido a la alta temperatura que debía de tener aquel recipiente. — Aquí tiene su taza, que la disfrute. Si quiere algo más o necesita algo hágamelo saber — dijo amablemente. — Muchas gracias, señorita Efron. Al decir aquello la camarera, que se estaba alejando de donde estaba sentado, se volvió hacia a mí. — ¿Como sabe mi nombre? No creo que a usted se lo haya dicho Woodward— preguntó sorprendida y a la vez creo que se sintió molesta. Por no hablar que sus bonitos ojos azules quizás me hubiesen desintegrado si pudiesen. — Se le cayó la identificación del hotel cuando fue a por mi chocolate — le respondí entregándole la identificación que la reconocía como empleada del hotel donde ponía el nombre de May Efron. Al escucharme la tensión de la situación disminuyó y pasé de ser una amenaza a alguien con buena voluntad. — Muchas gracias. No sabría donde encontrarla si la perdiera. Es muy amable por su parte — dijo dedicándome su mejor sonrisa. Empecé a tomarme el chocolate lentamente mientras contemplaba de nuevo las vistas del exterior. Pero aquella vez era diferente. Mi cuerpo ya no sentía el frío de anoche debido al chocolate y también porque antes estaba solo allí y esta vez me sentía observado. En cuanto terminé de beber la taza. La verdad que resultó estar delicioso aquel chocolate. Me levanté de aquella mesa, en la cual intentaría sentarme siempre que pudiese, y fui hacia la puerta. Antes de pasarla del todo y salir de nuevo al pasillo por el que había llegado al restaurante, miré disimuladamente hacia tras y efectivamente mis suposiciones eran ciertas. La chica me estaba observando, pero realmente no me preocupaba y seguí caminando tranquilamente por el pasillo hasta llegar a la recepción. Alguien puede conocer el nombre de otro a través de un tercero, pero el tuteo del segundo sobre el primero solo es permitido en pocos casos… Y tengo la sensación de que aquella chica me conocía… Al salir del pasillo y llegar a recepción, encontré a Woodward detrás del mostrador. Estaba jugando a cartas él solo. Tal vez jugaría al solitario con una baraja de poker, pero cuando me acerqué a comprobarlo por simple curiosidad resultaba que tenía algo que decirme. — ¿Se ha enterado de la noticia señor Evans? — dijo sin dejar de prestar atención a su juego de cartas. — ¿Qué ha sucedido? — le pregunté sin saber a que se podía referir mientras observaba como él ponía y robaba cartas rápidamente. — He visto por la televisión como anunciaban que esta noche había habido un desprendimiento en la montaña y había bloqueado la única carretera de entrada y salida que llega al albergue. Así que ningún huésped lo podrá abandonar por su seguridad. Por suerte todas las habitaciones están llenas y con tantas personas por aquí no creo que tenga tiempo para el aburrimiento. — Pues para no tener tiempo bien que se distrae jugando a cartas. Pues no, no tenía ni idea. No soy mucho de ver la televisión— le reconocí. — Pues ya sabe. Deberá permanecer aquí hasta que se solucione el problema. Disculpe por las molestias de nuevo. Al enterarme de aquella noticia, cogí el teléfono móvil de uno de mis bolsillos y me dispuse a llamar a Mark. Él era mi jefe y debía de tenerle informado de todo lo que sucedía o más bien porque era Mark el que pagaba este alojamiento y no le haría mucha gracia tener que pagar más de lo que tenía previsto. Busqué su número en la agenda del móvil y pulsé el botón verde para realizar la llamada. Después de dos pitidos mi jefe cogió el teléfono. — Hola Aitor, ¿Qué tal estás? — dijo en plan del típico amigo que conoces de toda la vida. Era extraño encontrarle de tan buen humor. — Yo bien. El problema es la carretera que conduce hasta el albergue que esta bloqueada por un desprendimiento. Y como sabes, sin carretera de aquí ni uno sale — le informé. — No te preocupes. Por suerte pagué días de más. Disfruta los días como si fueran unas vacaciones, pero no olvides el encargo que te pedí — finalizó la frase con un tono bastante serio. Eso significaba que si no cumplía no serían estas las primeras vacaciones que tendría. Lo que no entendía a que venia que me diera vacaciones así de repente y aun menos que ya hubiese pagado por adelantado mi estancia en el albergue por más días. Algo no me olía bien, pero el móvil me sacó de mis pensamientos. — Por cierto Aitor, te mandé un paquete. ¿Lo has recibido? — No, la verdad es que no. Ahora preguntaré por él. Muchas gracias por todo Mark — dije y colgué el teléfono para después volver a dirigirme a Woodward. — ¿Ya ha hablado con su jefe? — dijo al escuchar mis pasos ya que sus ojos estaban ocupados con sus cartas. — Sí, y me ha mencionado que me mandó un paquete para mí. ¿Podría dármelo? — Sí que tenemos un paquete suyo. Pidaseló al botones que debe de estar en este momento en su habitación arreglando los radiadores. Él le dará su paquete. — Muchas gracias — dije por fin satisfecho del servicio. Tenía la intención de ir a pedirle el paquete al manitas, cuando antes de que pudiera salir de recepción escuché al propietario gritar “Terminé” y tras ello llamarme. — Sr.Evans no se vaya, por favor. Hoy es su día de suerte — dijo acercándose a mi con una carta en la mano que no podía ver. El resto yacían apiladas encima del mostrador de recepción. — ¿Me ha tocado la lotería? No creo porque no he comprado ningún número. ¿La comida de hoy también me va a salir gratis? — pregunté irónicamente. — No, algo mejor. Mire — me dijo y me enseñó la carta que llevaba en la mano. Se trataba de un as de corazones. — Yo solo veo un as de corazones. No veo nada por lo que alegrarme — le dije algo aburrido. — Significa que conocerá a alguien especial. Ya verá, no olvide esta carta — dijo todo convencido. — En realidad no creía nada de lo que me decía. ¿Alguien como yo conociendo a alguien especial para mí? Bobadas. Sí, no la olvidaré la carta. Un as de corazones — le dije para que se quedara contento y dejara la tontería de la carta. — Espero que sean felices — dijo mientras me daba la vuelta para subir las escaleras que daban a las habitaciones. — ¿Feliz yo? Este hombre no tiene ni idea de quien soy ni de mi pasado. Sí, ya le invitaré a la boda — dije irónicamente mientras desaparecía escaleras arriba. La estupidez que albergan los seres humanos es abismal… Lo sorprendente es como puede superarse a si misma en ciertos individuos… Seguidamente después de aquel inhabitual encuentro con Woodward, inusual por el tema que había fluido en nuestra conversa, y desaparecer escaleras arriba, encontré que la puerta de mi habitación estaba abierta. Al entrar a mi habitación pude comprobar como las palabras del dueño del hotel eran ciertas y el botones se encontraba delante de uno de los radiadores. Al escucharme cerrar la puerta, dejó un pequeño recipiente con agua, que debía haber salido del radiador en el momento de regularlos, en el suelo, se levantó debido a que se encontraba agachado para hacer su trabajo y se giró hacia mí. Debía de medir sobre metro ochenta, sus ojos eran del color de las castañas y su corto pelo era moreno. Existe mucha gente con una descripción similar, pero pude comprobar mediante su identificación que él no era alguien cualquiera. Era Rawl Blaze, un viejo amigo de mi propia clase cuando fuimos en su día al instituto. ************** Me encontraba arreglando los radiadores de la habitación 214 ya que no funcionaban cuando de repente escuché que la puerta la habían cerrado. Dejé el recipiente que contenía el agua, del radiador que se encontraba en frente, me levanté y me giré. Aquel debía de ser el inquilino de la habitación. Pero al verle me quedé un momento pensativo debido a que me sonaba aquel joven pero no sabía de que. Haber Rawl, piensa. ¿De qué te suena ese chaval? Pero antes que pudiese encontrar esa información en uno de los rincones de mi mente él mismo me la dio. — ¿Ya no te acuerdas de un viejo amigo, Rawl? — dijo sonriendo. — Claro que me acuerdo. ¿Me crees capaz de olvidar a un buen amigo como tú? — Te creo capaz de muchas cosas — dijo estallando a carcajadas. — ¿Cómo te va todo? ¿Ya te has echado novia? — después de esta segunda pregunta fui yo el que reí. — En lo primero bien, voy trabajando — dijo muy seguro. — ¿Y en lo segundo? — volví a preguntar aguantándome toda la risa que quería salir de dentro de mí. — Que pesados que estáis hoy con el tema eh… Por cierto, ¿Me podrías traer el paquete que me habían enviado? Sobre la pregunta no volvió a decir nada. No le gustaba hablar de esos temas. No entiendo el porqué, pero él era así. Y sobre el paquete le di una respuesta afirmativa a su pregunta y me dirigí a buscarlo. Salí de la habitación y fui al fondo del pasillo de la misma planta donde se encontraba el almacén a la izquierda. Abrí la puerta con una de mis llaves y busqué el paquete entre armarios y estanterías. La mayoría de cosas guardadas allí era del hotel, como el árbol de navidad que todavía no había puesto, pero finalmente lo encontré con una etiqueta que ponía: Para Evans. La cogí con ciertas dificultades. A saber que llevaría dentro en una caja tan grande. Y finalmente fui capaz de llevarla hasta su cuarto donde la dejé en medio. Al dejarla allí, él la cogió y la puso en un rincón para que no estorbara. De paso miró rápidamente el contenido, lo suficiente veloz como para que no pudiese ver que había dentro. Pero después de aquello, de que él comprobara lo que había en el envío, me dio las gracias. — De nada, es mi trabajo — le respondí. Él se dispuso a irse, pero de repente mi móvil sonó. — Es tu jefe, te preguntará si has terminado de arreglar los radiadores — me dijo Aitor y desapareció por la puerta. — Blaze, ¿Cómo va la reparación de los radiadores de la 214? — escuché después de darle al botón verde. — Va bien Sr.Woodward. Esta noche el cliente podrá utilizar la calefacción tranquilamente sin pasar frío — respondí y mi jefe me colgó. Dicen que en este mundo hay que tener amigos hasta en el infierno… ¿Pero como saber si alguien vive en una realidad distinta a la tuya? ************** Pasé la tarde dando vueltas al hotel. Era más grande de lo que creía. En la planta de recepción se encontraba la dicha y el restaurante. Una planta más arriba las habitaciones de los visitantes. Una planta más abajo solo pude conseguir ver una lavandería y más arriba de mí planta no llegué a estar ya que no se permitía el paso. Después de esa emocionante tarde cené y volví a mi habitación. Al entrar me dirigí hacia donde yacía mi compañero y le pasé la mano por encima en símbolo de cariño. Aquel maletín nunca me abandonaría, estaba seguro. Por lo visto la calefacción esta noche sí que funcionaria, comprobé al acercarme a uno de los radiadores. Justamente después me lancé sobre mi cama y pensé en el día de hoy para ponerlo todo en orden. Hoy me he encontrado con tres personas: La primera, Alfredo Woodward el dueño del albergue. Esta muy pendiente de los clientes. Igual que esta pendiente de hacer lo posible para que nadie se quejara de sus servicios. Cualquier dueño lo haría. La segunda, May Efron. Una chica joven que cuesta creer que esté en un albergue de mala muerte. Al tomarme mi chocolate me estaba observando y aún cuando salí del restaurante. La tercera, Rawl Blaze. Un buen amigo del instituto. He pasado con él muchas horas muertas en el patio haciendo nada o simplemente riéndonos de nuestras propias sombras. El incidente más remarcable del día fue el desprendimiento. Estamos todos sin poder irnos del albergue. Lo que me resulto extraño que Mark pagara días de más. Escuché de repente el sonido de un timbre. Me pasé las manos por los ojos y me incorporé. Resultaba que me había quedado dormido pensando, pero el fuerte sonido del timbre tocó por segunda vez despertándome del todo. Me levanté de la cama y cogí el móvil de la mesita de noche. Lo desbloqueé y pude ver que eran las 00:00. ¿Quién podría querer algo a estas horas? Comprobé que estuviese presentable ante una visita, estaba bien para ser visto ya que me había dormido con la ropa puesta, y me dirigí hacia la puerta de la habitación 214 mientras el timbre sonaba por tercera vez. La insistencia es una de las cualidades humanas… Pero si a las doce de la noche acababa el día preferiría que me dejaran finalizar el día en paz… ¿Que os ha parecido? Espero que os haya gustado:) Y como no, a continuación... Los Datos sobre Evans:D
Parte I – Los inicios de Aitor Evans Hola a todos. Soy Lia Thompson y vuelvo a estar con vosotros lectores después de tanto tiempo. Pero aquí comenzamos a entrar en materia así que empezaré por los inicios de Evans. Unos inicios que marcaron su forma de ser y que podréis reconocer en él. Aitor conoció a Bryan cuando tenía 17 años en la conferencia. Welrich a pesar de tener 17 años como él ya era un famoso detective, aunque siempre había el típico desprecio por ser joven o considerarle por eso principiante. En cierto modo al principio a los dos les consideraron principiantes y las investigaciones que tenían fueron de poca importancia ya que los casos importantes eran destinados a agentes más experimentados. Todavía recuerdo su primer caso importante. Se trataba de un homicidio relacionado con temas de drogas. Tuvo que examinar el lugar del crimen en busca de pruebas bajo la escrutadora mirada de su superior. Su jefe por aquel entonces, Alan Makray, expresó así su opinión sobre Evans: — No he conocido a ninguna persona tan persistente y escrupulosa en su trabajo. No habría sido extraño que en su primer caso importante se hubiese dejado algún detalle. Pero nada de nada, no fue así con él. Makray continuó con los rasgos: — Su mesa de trabajo era un desorden. Todo estaba por encima. Aunque Evans decía que él era ordenado dentro de su desorden. Que le costaría más encontrar algo que ha guardado en un cajón que algo que tiene sobre la mesa. En cambio, cuando llegaba al lugar del crimen se transformaba, no perdía detalle e incluso había momentos que estaba tan concentrado que ni parpadeaba. Eso resultaba gracioso. En aquel caso examinó minuciosamente la escena del crimen. Y encontró el arma homicida que se encontraba en un cajón con doble fondo. Cosa que había pasado inadvertida para los de la científica. Estaba bien escondida, pero Evans dio con ella. Aún así cuando me entregó el arma le grité diciendo que había tardado demasiado. Uno no se puede confiar siendo un novato así que es preferible no decirles cosas bonitas. Por mi reacción se quedó un poco sorprendido y le di un consejo. Le dije: “Siempre se encuentran pruebas que conducen al esclarecimiento de los hechos”. Ese consejo lo hizo formar parte de su personalidad y se convirtió en una actitud que no abandonaría jamás. Lo sé porque lo conozco, yo Lia. Y si tuviera que deciros algo sobre él sería: — Aitor siempre termina lo que empieza. No es de los que dejan las cosas a medias. Pone atención hasta en el último detalle. Ve cada situación como si de un puzzle se tratara y el busca las piezas con tal de hacerlas encajar en ese rompecabezas y encontrar la solución al problema. Es una forma interesante de ver las cosas, pero hay una cosa que no entiendo. A pesar de tener tanto talento para la investigación, Evans es totalmente incapaz de averiguar que esconde el corazón de una mujer. Hasta aquí los datos:D Hasta el próximo capítulo:D
Buenas Saxor, después de un laaaaargo tiempo x) has subido la continuación. He de felicitarte ya que tu trabajo es muy bueno, no tienes faltas de ortografía, pero si te recomiendo variar un poco el lenguaje. Hay muchas palabras que las repites a menudo, abusas un poco de ellas x) Como por ejemplo; aquel, aquella.. ya que, pero... además de eso te faltan comas, en algunos momentos me he perdido xD Pero solo es eso, nada que no se pueda mejorar y que además todos tenemos los mismos errores, te los acentúo porque yo misma los cometo a menudo x) Y eso... que ME ENCANTA tu historia y lo sabes ;P Esperaré el siguiente con ansia... pero porfavooor... no tardes una viiidaaa -.-" xDD que sabes que soy impacientee ¬¬ jum xD Un dulce saludo: Sksh.
Por fiiiin tenía ganas de leeeeeeer jaja y hola xDD Bueno, que decir, es genial, me gusta que empiecen a salir más personajes para que interactue con ellos. Siento curiosidad por saber por que la chica se había puesto taaan nerviosa y por que le habían reservado dias de mas... Y por quien ira a esas horas con tanta insistencia.... Creo que hay muchas cosas que aun nos vas a tener que hacer descubrir jaja te ha quedado genial espero la conti ^-^ Nos vemoooos :3