Perfecto [inuxkag]

Perfecto

El agua corría con rapidez y fluidez a lo largo de río que se mostraba frente a su cara el aroma a vegetación y la suave brisa del aire la deban un aire de tranquilidad, y el cielo completamente azul que se observaba acompañado de un cálido sol que templaba el ambiente a la perfección, hacía de ese momento uno sumamente sereno. Simplemente amaba los paisajes de esa época, eran como aquellos que veía en los libros o revistas de su época y para el ojo humano seria simplemente un sueño el poder llegar a apreciarlos; no importara el clima que residía, la vista siempre era de lo más hermoso que se pudiera imaginar. Sin duda agradecía el poder ser la privilegiada que se le permitió poder conocer esta época y poder observar con sus ojos cosas que nadie se imaginaria; y es que desde chica ella no se conformaba con una vida "normal" y eso lo sabía.

Miro hacia su derecha y observo el perfil, que a su consideración era el más perfecto y fino que hubiera podido observar, y es que si ella pensaba que el paisaje de la época era algo precioso, ese hombre le quitaba el titulo de belleza para quedarse con el primer lugar. Y no lo decía por el hecho de estar enamorada de él; no para nada, claro agregando algo de sarcasmo, lo decía porque simplemente lo encontraba sumamente bello.

Era una tentación para ella, y más cuando lo veía tan sereno estando acostado a su lado con una actitud de restando importancia y disfrutando el momento, y es que como lo quería, lo amaba.

Ella sabía que el fin estaba cerca, Naraku había al fin muerto y la perla estaba ya completa, lo único que faltaba era tomar la decisión para saber qué hacer con ella y después todo acabaría, si no es que ya había acabado; y ese era el motivo de que por fin pudieran pasar un momento tan tranquilo.

Pero había una duda que no le dejaba en paz a su ya martirizada cabeza, ¿Qué pasaría con ella después de todo esto? O más bien ¿qué pasaría con ella e Inuyasha? El ya sabía sobre sus sentimientos hacia él, ya que el día de la batalla con Naraku ella se los confeso por miedo a no volverlo a ver, y aunque le tenía la confianza no estaba de mas aclarárselo por si llegaba a pasar algo. Pero ella no sabía que sentía el por ella, y a este paso se quedaría calva de tanto pensarlo hasta que llegara el momento en el que él se decidiera a hablar.

Ya había escuchado que sus amigas daban el primer paso, y eso fue lo que ella hizo, aunque tenía sus dudas por qué no sabía cómo se manejaría aquí la situación, después de todo en su época eran cosas diferentes.

Y la duda era algo que no la dejaba en paz; es decir ¿cómo podía ese sin vergüenza estar tan tranquilo cuando ella estaba que explotaba como palomita de maíz en microondas por la duda? Era un tonto sin duda.

Estaba a punto de hacer algo para solucionarle, pero le daba miedo la reacción o la respuesta. Así que dentro de ella pensó: vamos Kagome no seas gallina ya te le declaraste esto no debe ser tan complicado como eso, eres fuerte, tú puedes; te has enfrentado a cosas peores.
Levanto la mirada al darse cuenta de que Inuyasha la veía con cara de pobre loca y sin más le pregunto.

—Inuyasha ¿Me quieres?
—No—fue la respuesta.
— ¿Piensas que soy linda?
—no.
— ¿Me tienes en tu corazón?
—no.
—si me fuera ¿Llorarías por mi?
—no.

Eso fue suficiente para ella, después de todo le amaba pero no podía soportar algo así. Así que sin más se dio la vuelta decidida a irse de allí, para regresar a su época y nunca volver, no tenía un motivo para regresar; cuando de pronto sintió que alguien la halaba del brazo y la jalaba para que cayera sentada en su regazo. Y cuál fue la sorpresa al percatarse que el culpable era su amado Inuyasha, y antes de que ella pudiera decir algo él le puso un dedo en los labios y hablo.

—no te quiero...TE AMO. No pienso que eres linda... Pienso que eres HERMOSA. No estás en mi corazón...eres MI CORAZON. No lloraría por ti... MORIRIA por ti. Kagome escúchalo muy bien eres mi vida y eres lo más valioso que tengo.

Esas palabras fueron suficientes para que la muchacha se soltara a llorar en sus brazos y le dijera lo mucho que lo amaba. El tomo su mentón y lo alzo para que lo viera a los ojos; y le beso como simple había querido hacerlo, saboreando sus labios y disfrutando como si fuera el manjar mas majestuoso que jamás hubiera probado; la beso con el ímpetu con el que un hombre en el desierto bebe un tarro con agua, con asías pero con lentitud, disfrutando. Porque después de todo la amaba más que nada.

Se separaron debido al aire y se quedaron viendo a los ojos; ahora ella sabía qué hacer, se quedaría con él, después de todo su lugar siempre estuvo y estará a su lado.

Amaba a Inuyasha tal cual era, a pesar de que no era un Romeo amante del romanticismo, lo amaba, era su Romeo diferente y poco romántico, pero a fin de cuentas suyo y le parecía que así tal cual era, para ella era totalmente perfecto.