One-shot de Inuyasha - Perdida [One-Shot]

Perdida [One-Shot]

Konichiwua, este One-Shot será de Miroku y Sango que los tengo un poco abandonados *verguenza*, es una carta que le escribe Miroku a Sango y …

Perdida [One-Shot]

Estamos en el Sengoku, justo después de la muerte de Naraku... y de alguien más.

Sango estaba guardando las cosas de Miroku en un baúl de madera de color haya claro bastante grande, cuando entre las pertenencias del chico se encontró con un pergamino enrollado que decía: Para Sango.

Lo desenrolló, dándose cuenta de que era una carta para ella. Empezó a leerla con lágrimas en los ojos que, al caer, mojaron el pergamino e hicieron que la tinta se corriera. La carta decía lo siguiente:

Mí querida Sango:

Si estás leyendo esta carta significará que estoy muerto, pero no te preocupes por mí.

Sé que estaré bien allí donde vaya, aunque no todo haya salido como nosotros deseábamos, ¿verdad, linda? A veces el destino es cruel con nosotros y con los que queremos.

Querida Sanguito... Sé que no te gusta este apodo, pero a mí me encanta llamarte así y ver cómo te sonrojas por mi culpa. Eres tan hermosa...

Sé que no te lo crees, pero me has cambiado muchísimo y has logrado lo imposible: que me enamorara de una sola mujer.

Y te estarás preguntando: ¿de quién se ha enamorado este pervertido? Pues la respuesta la obtendrás al observar tu rostro en un espejo. Sí, de ti, solamente de ti. No pongas esa carita de sorprendida, que no es ninguna broma. Y ahora dirás: ¿cómo sabe la cara que estoy poniendo? Fácil. Te conozco muy bien, mi amada Sanguito. No habría imaginado nunca, ni en mis mejores sueños, que tendría la suerte de enamorarme de ti.

Si hubiera tenido ocasión te aseguro que me habría casado contigo y me habría quedado toda la vida junto a ti. Te amo, te amo muchísimo mi dulce Sanguito...
Sólo deseo que, aunque yo ya no esté aquí, vivas tu vida y seas feliz. Vuelve a enamorarte de alguien aunque me ames tanto como yo a ti. A veces hay cosas que nadie puede evitar, y yo sólo quería despedirme con esta carta y decirte: sé feliz.

Te ama,
Miroku.

P.D.: Siempre te protegeré.

Sango tenía los ojos cubiertos por su flequillo. Entonces, enrolló el pergamino y lo guardó dentro del baúl para luego cerrarlo. Se marchó de allí para dar un paseo por el bosque.
Kirara se iba a unir a su paseo, pero Sango le hizo un gesto con la mano para que la dejara sola. La gatita entendió lo que su ama le indicaba y se dirigió al poblado.

Sango iba llorando mientras recordaba por todo lo que habían pasado. Y la promesa de Miroku de casarse con ella... ¿Qué pasaba con esa promesa? No se había podido cumplir y eso le dolía en el alma. Sango sólo quería que Miroku volviera aunque quisiera tocarla como siempre hacía, pero al menos estaría vivo y lo tendría junto a ella.

-Eres un mentiroso –dijo gritando todo lo que sus pulmones le permitían.
–Me dijiste que nos casaríamos. ¿Qué era, una mentira? –gritó mientras lloraba.

Se dejó caer de rodillas en el suelo con el puño apretado, sangrando levemente.

-Tú también me has cambiado. Me has vuelto más fuerte, pero no puedo con esto. Sencillamente no puedo seguir siendo feliz sin ti... –dijo Sango llorando.

De repente apareció una luz cálida y lila frente a la desesperada muchacha que se le acercaba. Sango no se dio cuenta hasta que la tuvo delante, mirándola, sintiéndose culpable del sufrimiento de esa pobre chica.

-¿Quién eres? –preguntó Sango ya que no podía ver bien a causa de las lágrimas.

-Soy yo, amor –le dijo la voz dulcemente.

Sango subió el rostro y se secó las lágrimas con el dorso de la mano. En ese momento no podía creer lo que veía.

Miroku se encontraba delante de ella... ¿Estaba vivo? Sin pensarlo dos veces Sango se lanzó a sus brazos, lo cual fue una mala elección ya que acabó tirada en el suelo. Entonces volvió a llorar sin comprender qué pasaba.

-Sanguito, no puedes abrazarme porque estoy muerto –dijo sonriendo.

-Yo quería estar contigo... ¡Tú me mentiste! –le gritó la joven.

-Sanguito, no te mentí. Yo no quería que esto pasara, pero tienes que seguir adelante. Quiero verte feliz –respondió Miroku acercándose a ella.

-Yo nunca seré feliz si no estás conmigo –añadió Sango mirándole a los ojos. Él se acercaba hacia ella, pero Sango se giró para que no le viera las lágrimas, dándole la espalda.

-No creas que nunca he sabido lo que siento por ti, porque era consciente de mis sentimientos desde siempre.

Sólo era un cobarde que tenía miedo de tu rechazo, pero cuando me dijiste que sí te casarías conmigo, me hiciste el cobarde más feliz del mundo

–le dijo Miroku apoyando su rostro en el cuello de Sango.

-Miroku, no me hagas esto –dijo Sango sollozando.

-¿Hacerte el qué? –le preguntó él dudoso.

-Despedirte –añadió tristemente la joven.

-Sanguito, tengo que irme, pero antes quiero darte algo –respondió muy serio.

-¿El qué? –Sango lo miró intrigada.

-Esto –añadió, y le dio un beso que Sango, después de salir de su asombro, correspondió.

El beso se iba volviendo cada vez más leve, hasta que Sango vio como Miroku se volvía transparente. La luz que había visto al principio lo envolvió, y unas palabras quedaron en el viento... Las palabras de un monje enamorado.



FIN

Doy las gracias a Sandritah por ser mi beta;), espero que os haya gustado,chao chicas.

Besos.

 

Re: Perdida [One-Shot]

Konichiwua, ya decía yo que ese punto quedaba un poco raro:D, bueno no importa, y lo de Miroku pues no puse qu murió porque creí que era demasiado evidente que murió por la maldición y no hacía falta ponerlo, fallo mió:(, perdon la próxima vez lo pongo todito, bueno,chao.

Besos.

 

Re: Perdida [One-Shot]

Muchas gracias chicas me alegro mucho que os guste, ya pensaré algún otro fic de Sango y Miroku;)

Besos a todas.

P.D:Gracias me habeis alegrado el día:)

Y Feliz Navidad a todas:)