PERDER AL AMOR DE TU VIDA *~* One-Shot *~* Se veía a una hermosa peliazabache guardando sus pertenencias en su casillero cuando se acerca su amiga a preguntarle… -Kagome que nos toca ahora? -Música.- respondió la chica sin ánimos.-Arg como odio al sensei. -Vamos Kagome es súper buena onda. -Claro como tú no eres el centro de sus bromas. *~*~* En clases *~*~* -LLEGO SU AMADO SENSEI!.- Entraba un peliplata de ojos dorados que era el ex integrante de una conocida banda gritando eufóricamente. -INUYASHA!.- respondió todo el curso a coro a excepción de Kagome. Kagome solo estaba cabeza gacha sumida en el mundo de la lectura, cuando esta se ve interrumpida porque alguien le quito su libro. -Veo que alguien no aprende estamos en música Kagome…. -Pero su clase no me gusta Inuyasha-sensei, usted es inmaduro. -Vamos, no seas aguafiestas solo dime Inuyasha son solo 3 años. -Está bien Inuyasha. Inuyasha rápidamente corre hacia el piano y se para encima del objeto. -EXAMEN SORPRESA!, vamos no se desanimen solo será reconocer. Inuyasha primero tomo un violin y empezo a tocar, hasta que… -Las 4 estaciones de Vivaldi.- Reconoce ágilmente Koga. -Bien!, ahora con esta…- Toco el piano hasta que otro alumno lo interrumpió. -OST de Fairy Tail.- Ayame, una amante del anime Y así la clase siguió hasta el final. -Inuyasha, necesito mi libro. -Si lo quieres tendrás que quedarte… -Esta bien. -Kagome e escuchado que tienes una melodiosa voz y abra una guerra de canto y quiero que representes al colegio, aprovecharemos de ensayar ahora. -Pero yo ni siquiera e aceptado… -Pero si no lo haces reprobaras, nunca participas en clases así que es tu salvación, partiremos por esta.- Le entrega una partitura y el la acompañaba tocando el piano. Kagome comenzó a cantar “Almost Lover”, una melodiosa canción, mientras que de reojo miraba a un Inuyasha concentrado en el piano. La canción la ensayaron una y otra vez hasta que ya se hizo tarde. -Kagome quieres que te lleve a casa? -No gracias, debo ir a la casa de una amiga. -Esta bien, mañana ve a mi casa a las 12 del día. *~*~* En casa de Sango *~*~* -Sango!, tenías razón me e enamorado del sensei -Te lo dije, Kagome quieres quedarte a dormir? -Pero y tus padres? -No están y Miroku llega mañana anda de viaje por el equipo de básquet. -Así que invitas a Miroku cuando tus padres no están….. Sango se sonrojo de forma exagerada.- Y-yo n-no…….- Y luego conversaron hasta que el sueño las venció. *~*~* Al otro día Kagome iba caminando un poco perdida, no podía encontrar la casa de su sensei, hasta que llega al frente de una mansión de 6 pisos y que a la entrada decía “Taisho” adornada con unas letras musicales. Camino hacia la gran puerta, toco y espero. Cuando le abrieron, inevitablemente sintió que algo se rompía en su interior. Debían tener más o menos la misma edad. La chica tenía un largo y revoltoso cabello color azabache y ojos color rubí. Ella realmente pensó que Inuyasha vivía solo. La miró durante unos instantes, los cabellos revoltosos azabaches eran a primera vista cortos, pero en realidad el corte que llevaba era decapado y podía ver algunos mechones rebeldes caer sobre sus hombros, los ojos claros como el color del rubí, piel blanca y delicada semejante a la porcelana, tenían una estatura similar, delgada y de pecho prominente, y aun así más pequeño que el de ella, vestía un mini short y camiseta de tirantes lavanda adornada con estrellas, además de un colgante de latón con un dije de lo que parecían ser alas pertenecientes a un ángel. Estaba claro que vivía allí, usaba un pijama. Su gesto sonriente le hacía parecer un ángel que recién acababa de hacer alguna travesura. ¿Cómo era que no lo había pensado? ¡Era obvio que tendría que estar casado! ¡O que al menos tendría una novia! Se sentía tan estúpida, tan desilusionada… -¡Kya! ¡Eres adorable!-Le dijo la mujer de repente. Kagome enarcó una ceja. ¿Por qué la elogiaba? La tomó con violencia de la muñeca y la metió en la casa. -¿Qué edad tienes? ¿Estudias en Sengoku? ¡Yo quiero ir! ¡Me inscribiré para el siguiente semestre! ¿Crees que seamos compañeras? ¿Eres la alumna que el idiota invitó? Era claramente una mujer muy efusiva y confiada, Kagome pensó que podría haberle caído bien de no ser porque era la pareja de Inuyasha. -Lo siento.-Se disculpó la peliazabache.-Es sólo que…Nos mudamos hace poco y no conozco a mucha gente de por aquí, los vecinos se molestan porque cierta persona…-Dijo señalando con la cabeza a sobre las escaleras de mármol.-Se la vive tocando música a todo volumen y no nos visitan más que para quejarse. -No te preocupes.-Le dijo Kagome forzando una sonrisa.-Tengo 17 años, si, estudio en Sengoku, me gustaría que fuéramos compañeras, y. ¿Cuál idiota? -Pues el idiota que aún no baja.-Señaló con una venita brincando de su sien, la peliazabache se puso al pie de la escalera.-¡Oye! ¡¿Que no piensas bajar nunca?! ¡Fuiste tú quien la invitó!-No obtuvo respuesta.-¡Muévete! -¡Cómo molestas!-Se escuchó venir de la escalera.-¡Es muy temprano para tus tonterías! Sonaron unos pasos bajando por los escalones de mármol. -¿Qué quieres a esta hora?.-Se escuchó la voz que se acercaba. -Lo que faltaba.-Dijo la peliazabache tocándose la frente en una señal de fastidio. -¿Ahora qué?-Preguntó Inuyasha quien ya se le asomaban los pies desnudos que bajaban por la escalera. Kagome se escandalizo y cubrió sus ojos después de un momento de shock, dejando una pequeña rendija para observar, por curiosidad, claro está. Inuyasha había bajado la escalera en pijama que consistía solo en un pantalón azul marino, dejando en descubierto su bien formado cuerpo. -¡Vístete idiota! ¡Hay visitas! -¿Visitas?-Preguntó Inuyasha miró a Kagome detenidamente. Miró el reloj de la pared y se dio una fuerte palmada en la frente. -¡Ya pasan de las 12! ¡Yo creí que eran las 8! -¡Eso pasa cuando duermes como oso hibernando! ¡Deja de dar espectáculo y lárgate a vestir! No se escuchó la respuesta de Inuyasha, sólo unos pasos apresurados que subían la escalera. Kagome apenas escuchaba las palabras de la albina, la escena de Inuyasha en pijama se repetía en su cabeza una y otra vez, sin que lo pudiera controlar. ¿Quién pensaría que el profesor tendría un cuerpo tan bien formado? -Etto…-Volvió a hablar la chica, esta vez con un tono de suspicacia en la voz.-Yo también voy a cambiarme. Por cierto, me llamo Kagura. Sin poder evitar la curiosidad, la rubia caminó hacia la sala, había 3 sillones de piel negra en ese gigantesco salón hexagonal, en el centro, una mesita redonda hecha de cristal, frente a esta, pegada a la pared y sobre una chimenea apagada, había una televisión de plasma de tamaño considerable rodeada con 2 bocinas delgadas y alargadas, bajo esto, 3 consolas de videojuegos de marca Wii, PS3 y Xbox 360 y un reproductor DVD Blu-ray. Kagome observo unas fotografías que había en una vitrina. *Inuyasha en lo que parecía ser su primer concierto antes de salir. Un adolescente peliplata sosteniendo un trofeo de futbol con la cara y las rodillas manchadas de pasto y lodo. Una foto del joven con traje y corbata de sonrisa seria…con una bandana en la cabeza y donde debajo se leía: Real Conservatorio Superior de Música de Madrid graduado de honor académico: Inuyasha Taisho. Generación 2004-2011. No, no era mentira, Inuyasha había sido un músico famoso, y por lo visto, seguía recibiendo regalías. -No siempre se vio así.-Escuchó una voz femenina a su espalda.-Antes de que yo llegara este lugar era un desastre, si lo dejo solo, no limpia nada. Ahora la peliazabache vestía una minifalda de mezclilla sobre mayas negras con estampado de estrellas plateadas, una blusa blanca suelta y una chamarra de cuero marrón, no llevaba zapatos para no dañar la alfombra. -En la escuela siempre lustra y ordena los instrumentos.-Dijo Kagome en respuesta al argumento de la ojirubí -¡Ah claro! ¡Lo único que cuida es su preciada música! ¡No había peor tortura para el que cuando le quitaban los audífonos cuando era pequeño. Kagome se sorprendió. -¿Lo conoces desde pequeño? -Sí, nos conocemos desde pequeños, a propósito aun no me has dicho tu nombre. -Kagome, Kagome Higurashi. La peliazabache la miro con estupor. -Kago…. -¡Mierda!-Se escuchó detrás de ellas, seguido por el estruendo de algo rodar por las largas escaleras en forma de caracol. -¿Cuántas veces te he dicho que bajes los escalones uno a la vez?-Le reprochó con fastidio al levantarlo por la oreja. -¡Ayayayayayay!-Se quejó Inuyasha retirando la mano de la albina de su oreja y frunciendo el ceño.-Así es más rápido. Buscó a Kagome con la mirada, la encontró detrás de Kagura y sacó una enorme sonrisa. -¿Lista Kagome?-Le preguntó animoso.-¡Sígueme! ¡El estudio está arriba! -¡Claro!-Respondió con entusiasmo. El estudio estaba en el último piso, al parecer dentro de un cristal gigante, si entraba toda la luz del día, en el centro de la habitación había un piano de cola blanco rodeado de diversos instrumentos, las paredes se adornaban con cuadros, posters y afiches de diferentes artistas y bandas. -¿Ves lo que digo?-Se escuchó la voz de Kagura.-Sólo es realmente cuidadoso cuando se trata de su música, casi nunca me deja entrar aquí y cierra con llave.-Miró a Inuyasha con malicia.-Yo insisto en que tiene revistas porno escondidas y no quiere que las encuentre. -¡No es cierto!-Fue la respuesta de Inuyasha, que incluía además, un sonrojo, un pataleo y un puchero infantil. -¿No es adorable?-Le preguntó a Kagome. -¿Por qué diablos no me dejas en paz? ¡Me haces perder respeto! Kagura solo soltó una carcajada.-Como si alguien te respetara. Kagome los miró atónita, no era una muy buena relación la que tenían esos 2 , ya habían peleado varias veces desde el momento en que llegó. Inuyasha se sentó en el piano, Kagome por su parte conocía esa melodía, como era que sabía su gusto? “Bound to you” La canción comenzó bien, y Kagome sentía de nuevo la comodidad de estar junto a Inuyasha. Como si fueran ellos dos solos en el mundo. Pero no lo eran. Y se dio cuenta de eso cuando Kagura se sentó al lado de Inuyasha y apoyó su mejilla en el hombro. Una sensación extraña se apoderó de Kagome sin que lo pudiera controlar y afectó a su canto, Inuyasha abrió los ojos al notar el desafinar de Lucy y la miró con estupor y dejo de tocar. -Empecemos de nuevo. -Cuanto ensayaron ayer?.- pregunto Kagura -Como 4 horas.- respondió Inuyasha. Kagura le dio un golpe en la nuca con la palma abierta. -¡Sobre esforzaste su voz! ¡Idiota inconsciente! -¡Yo no forcé su voz! ¿O si?-Preguntó a Kagome con mirada suplicante. -¡Claro que lo hiciste idiota!- Kagura le dio otro golpe que lo mandó de boca al teclado, provocando un sonido desagradable. -¡YA DEJA DE GOLPEARME! ¡MALDICIÓN! Kagome le sacó la lengua y a Inuyasha se le hinchó una vena en la sien. -¡Ya estoy… -¡Por favor! ¡No peleen por mi culpa!-Rogó Kagome. Kagura la miró sonriente.-No te preocupes. Siempre peleamos. -¡Pero eso no está bien!-Afirmó la chica.-¡Las parejas no deben pelear tanto! ¿Qué pasa si algún día tienen hijos y los ven pelear? ¿Qué ejemplo es ese? Kagura e Inuyasha miraron a Lucy como si le hiciera falta un tornillo. -¿Pa-pareja?-Articuló Kagura con dificultad y un gesto enfermizo.-Inuyasha y yo. ¿Pareja? Ambos se giraron al lado contrario del piano e hicieron el ademán exagerado de vomitar, Kagura se levantó con violencia del banquillo y miró a Kagome con gesto de incredulidad. -¿Insinúas que yo podría enamorarme de un bicho sin cerebro como este? -¿O que a mi podría interesarme está mujer fastidiosa? La cara de Kagome daba entender que no comprendía para nada la situación. -¡Él es mi cuñado! -¿Ya estás más animada Kagome?-Preguntó Inuyasha con ilusión.-¿Quieres intentarlo otra vez? -¡Si!-Afirmo sin esforzarse por disimular. -¡Bien! ¡Aquí vamos de nuevo! Inuyasha dejo de toar y miro a Kagome con una gran sonrisa.- Cada vez mejoras mas.. -Chicos la comida esta lista. Los 3 bajaron al comedor y Kagura le sirvió a Kagome un plato de espagueti con un filete al horno al igual que ella y a Inuyasha el triple de la porción. Kagome comenzó a comer hasta que escuchó sonidos extraños a su alrededor y miró a Inuyasha que sorbía la pasta con desesperación y devoraba la carne casi sin masticar. A Kagome le resbaló una gota de sudor por la nuca. -¿Siempre come así?-Le susurró a Kagura -No, se está mesurando, probablemente por ti, normalmente en este momento ya habría terminado.-Fue la respuesta de la chica. Luego de comer Inuyasha fue al estudio a buscar un Cd mientras Kagura y Kagome conversaban en la sala, hasta que Shippo un pequeño zorrito se subió a las piernas de Kagome. -Que lindo!.- exclamo Kagome haciéndole cariño al animal. Se escucharon los pasos de Inuyasha, llego al salón y… -¿Qué haces?-Le preguntó con cara de pocos amigos… -Solo acaricio a Shi… -Kagome, no te habla a ti.- Susurro Kagura.- Le habla al zorro. -¡Traidor!-Exclamó este señalando el regazo de Kagome. En respuesta el zorro se apretujo contra el pecho de Kagome, quien lo abrazó encantada despertando la furia de Inuyasha, este con ojos malignos tomo el teléfono y hablo.- -¿Hola, doctor Buredo? Inuyasha Taisho…Me gustaría hacer una cita mañana para Shippo… Estamos considerando lo de la castración…-El zorrito arqueó el lomo asustado y saltó del regazo de Kagome al sofá, Inuyasha sonrió con satisfacción.-Olvídelo doctor…Creo que será para después. **** Ese mismo día Inuyasha se enteró que Kagome vivía sola, y para poder “ensayar” se mudó con ella sin antes el permiso de Naomi que acepto encantada. El amor de Kagome hacia Inuyasha creo, y este se dio cuenta de los sentimientos hacia él….Hasta que en una noche de confesión Kagome le entrego todo, su cuerpo y alma, los dos estaban enamorados. Yacían en la cama cansados cuando Kagome intento besar a Inuyasha el cual rechazo, se paró rápidamente de la cama cogió sus ropas que estaban en el suelo se encamino a la salida sin antes decir -Lo siento Kagome, esto no debió haber sido. Pasó 1 semana y ni rastro de Inuyasha, había renunciado a su trabajo, desapareció como si se lo hubiera tragado la tierra. Kagome hablo con Kagura la cual le dijo que no podía decirle sobre Inuyasha pero después de tantas insistencias por parte de la chica, accedió y le dijo que Inuyasha se encontraba en el hospital, grave, con cáncer. Kagome se devasto al oírlo, su Inuyasha cuando lo vio estaba su cabeza cubierta por un gorro, su larga cabellera ya no estaba. Kagome cuidaba de él, se sacaban fotos y una por parte de Inuyasha salieron solo los ojos de ellos, pero aun así les encanto, Kagome por petición de Inuyasha fue a imprimir esas fotos, sin antes dejar a Inuyasha en manos de una enfermera para que fuera a su revisión. *~* En la sala de Inuyasha *~* -Doctor, Doctor perdemos al paciente.- Informaba una enfermera que andaba de allá para acá, en la sala se encontraban Kagura y el el hermano de Inuyasha Sesshomaru. El doctor aplico oxígeno a Inuyasha. *~* Kagome tenía un mal presentimiento así que llamo a Inuyasha y la que contesto fue Kagura, un video llamado mostrándole como Inuyasha luchaba por su vida, corrió como nunca lo había hecho en su vida. *~* -Kagome tienes que venir luego por favor.- Kagura se ganó al lado de Inuyasha y le mostro a Kagome y en reacción Inuyasha abrió los ojos. -Inuyasha, Inuyasha puedes oírme?.- Hablaba Kagome un tanto agitada por el otro lado del teléfono..- Espérame, pronto estaré ahí, eres fuerte, no te rindas, porque tomaste tantas fotos mías!?, desde ahora nos tomaremos fotos juntos. -Kagome… -Qué?, que dijiste? -Kagome, sonríe. Acto seguido Kagome sonrió hacia la pantalla, Inuyasha sonrió.- Pronto llegare.- Kagome empezó a correr de nueva cuenta. Inuyasha cerró sus ojos para siempre y cayó una lágrima. FIN