Pequeñas confusiones.

Hi! Aquí yo otra vez contándole mis desvarios sobre One Piece. Esta vez le traigo una historia más divertida, no me pregunten como termine escribiendo un Luffy x Nami ni yo tengo idea, definitivamente no es una pareja de mi agrado; pero me pareció una situación muy divertida así que no pude evitarlo.

*********:estos son cambios de narrador.
xxxxxxxxx:estos son cambios de escena.

Después de reencontrarnos tras dos largos años, finalmente salimos otra vez en busca de aventuras.

Habíamos encontrado una isla vacacional y decidimos desembarcar para ir a explorar. El alcalde de la isla, un ex pirata, nos había dicho que aparte de nosotros solo había cinco barcos más -por supuesto todos pertenecían a piratas- y que pondría a una persona a cuidar el nuestro para que todos pudiéramos salir a disfrutar de la isla a cambio que un pequeño precio. Luego de pensarlo un momento, y para sorpresa de todos, decidí aceptar (no sin antes dejarle en claro al alcalde lo que le iba a suceder si faltaba algo del barco).

Todos estaban entusiasmados por ver la isla, yo decidí alcanzarlos después ya que quería darme un baño tranquilo antes de salir y aprovechar el no tener que estar preocupándome de que ciertos pervertidos me espíen. Preparé la ropa que me pondría al salir y entré al baño.


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Luego de decidir el lugar en el que iban a encontrarse más tarde con Nami, todos bajaron del barco y comenzaron a caminar hacia la isla.
– Creo que nos falta alguien importante. –dijo Robin mirando los miembros de la tripulación.
– Cuando Nami-san no está a mi lado es como si estuviera solo en el mundo. –dijo Sanji dramatizando como siempre.
– No se refiere a eso, maldito cocinero pervertido. –lo regañó Zoro.
– ¿Qué dijiste, maldito marimo? –respondió Sanji, iniciando así una de sus típicas peleas.
– Ya cálmense ustedes dos. –dijo Chopper en un intento por separarlos.
– ¿Dónde está Luffy? –preguntó Franky.
– Él siempre es el que más se entusiasma al llegar a una isla. –dijo Brook como pensando en voz alta.
– Dijo que tenía algo que hacer. –interrumpió Usopp.
– De seguro ese "algo" es arrasar con la nevera. –dijo Zoro.
– Tendré que comprar más comida. –dijo Sanji con un suspiro.
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En el Sunny Go, Luffy, caminaba lentamente por todo el barco con un aura un poco melancólica. Se paseo por todos los rincones del barco, entrando en todas y cada una de las habitaciones hasta que encontró una con la luz encendida. Posó la mano sobre la manija de la puerta para abrirla, pero tras pensar un segundo a quien pertenecía la habitación decidió tocar primero.

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Al salir de bañarme me puse un pantalón corto celeste y la parte superior de un bikini Cri mint que me había traído de la isla Gyojin; me estaba peinando cuando escuché ruidos de pasos afuera de mi cuarto.

Instintivamente tomé el perfecto clima tacto dispuesta a pelear contra cualquiera que se atreviera a tocar mis tesoros, pero en lugar de ello golpearon la puerta.
– ¿Nami? ¿Sigues aquí? –era la voz de Luffy, me sorprendió mucho el que no se haya ido con los demás.
– Si, pasa. –abrió la puerta y paso cerrándola detrás suyo. Al parecer las clases de modales que le di por la fuerza habían servido para algo. –Creí que te habías ido con los demás.
– Tenía cosas que hacer. –respondió él. Baje la mirada hacia su pecho, estaba todo vendado, mal vendado, y a juzgar por las manchas en los vendajes se había puesto un ungüento debajo, de seguro le dolía la cicatriz.
– Espero que no te hayas comido todas las reservas de comida que teníamos.
– No es eso, es solo que extrañaba a Sunny, en esos dos años pensaba mucho en todos ustedes. –me sorprendió. Su voz sonaba muy madura, tanto que no sabía cómo responderle.
– No sabía que tuvieras sentimientos tan profundos. –dije bromeando. Él me miro a los ojos y, ¿qué fue eso? Por un segundo hubiera jurado que tenía una mirada como, como…de hombre. No pude evitarlo y me sonrojé levemente. En ese momento y sin que me diera cuenta, Luffy se había acercado demasiado a mí, en especial su cara y ¡por Dios, él me besó!
No, eso no puede haber sucedido, de seguro se tropezó o es una travesura suya, no puede estar besándome, eso es algo que haría un hombre y él no es un hombre, ¡es Luffy!

Estaba tan confundida que no podía reaccionar, demasiadas cosas pasaban por mi cabeza y no podía resistirme. Me tomó suavemente por los hombros profundizando aun más el beso. No podía creer lo que estaba sucediendo y ¿Por qué Luffy besaba tan bien? ¡¿Dios, qué estoy pensando en un momento como este?!
Nunca hubiera imaginado que Luffy supiera besar y mucho menos tan bien. De repente sentí algo suave en mi espalda… ¿suave? ¿Acaso no es…la colcha de mi cama? ¿En qué momento me llevó hacia mi cama sin que me diera cuenta? ¿Y por qué hacia la cama? ¿¡Qué está sucediendo!?
Luffy continuaba besándome y yo no podía resistirme, sus manos pasaron de mis brazos a mi pecho y bajaron por mi cintura y luego fueron a mi espalda lentamente, de repente sentí el bikini más suelto ¡por Dios, Luffy me estaba desatando el bikini! ¡¿Pero qué demonios estuvo haciendo estos dos años en la Isla de las Mujeres?!
Con Luffy encima de mí no podía reaccionar ni oponer resistencia alguna, y entonces por suerte alguien tocó la puerta.

– Nami-san. ¿Ya estas lista? –era Sanji. Si llegaba a verme… sin dudarlo y casi por instinto tomé a Luffy por el chaleco e impulsándome con las piernas lo arroje sobre mí tirándolo detrás de la cama. Me levante a toda prisa atándome el bikini y abrí la puerta.
– Si, ya estoy lista. –lo tome por el brazo y me lo lleve lo más rápido posible de ahí.
– ¿Nami-san, estas bien? Tienes toda la cara roja. –me dijo con tono preocupado.
– Si, es por el vapor del baño. –le contesté con una sonrisa un tanto forzada y me acomode el cabello disimuladamente.

Durante todo el resto del día estuve pensando en lo que había sucedido. ¿Cómo podría volver a darle la cara? Es mi capitán ¿Qué le diría a Sanji y al resto de la tripulación? ¿Y si a ese idiota se le ocurría decir algo frente a los demás, o intentarlo otra vez ya que no lo logró a la primera? ¿Cómo se llamarían nuestros hijos? ¡¿Quéé?!
Cuando anocheció y regresamos al barco mi corazón latía cada vez más rápido. Sanji había traído comida y comenzó a llamar a Luffy.

– ¡Luffy! ¡Ven, traje comida! Mmm... Qué extraño, no vino al primer llamado. –dijo algo preocupado.
– Tal vez está en la isla. –dijo Zoro.
– O se fue a cazar algún insecto extraño. –dijo Usopp. Algo preocupados comenzamos a buscarlo por todo el barco.
– ¿Y si se molestó por lo que pasó y se fue? ¿Y si le sucedió algo malo? ¿Por qué estoy preocupándome por él? Después de lo que me hizo debería estar pidiéndome perdón de rodillas ¡De rodillas!
– ¿Nami-san, qué estás haciendo? –me pregunto Sanji tomándome por el hombro. Creo que lo dije todo en voz alta. Al menos estaba alejada del grupo así que no me escucharon.

Continuamos buscando a Luffy unos cuantos minutos más hasta que lo encontramos profundamente dormido en el acuario con un pedazo de carne en su mano. Preocupados al notar el vendaje en su pecho los muchachos lo llevaron a la enfermería donde Chopper lo recostó sobre una camilla para examinarlo. ¿Y si es mi culpa, si cuando lo arrojé detrás de la cama se golpeó la cabeza? No, no pudo haber sido tan grave, Luffy es de goma. Cuando Chopper le retiro el vendaje, removió un poco de la crema que Luffy tenía en el pecho y tras examinarla estuvo listo para dar su diagnostico.

– Al parecer mezclo varias cremas medicinales y eso le causó efectos secundarios.
– ¿Es por eso que está dormido? –preguntó Usopp.
– Sí, pero no creo que haya sido solo eso, de seguro también tuvo un comportamiento errático y anormal, tal vez hasta violento. Tenemos suerte de que no hubiera nadie en el barco en ese momento, de otra manera nadie sabe lo que hubiera sucedido.
– Eso se gana ese idiota por mezclar las medicinas sin saber que hacían. –dijo Sanji soltando una bocanada de humo. En ese momento Luffy abrió los ojos.
– ¡Luffy, por fin despiertas! –dijo Chopper alegre.
– ¡Carne!
– ¿Eh?
– ¡Carne! –volvió a gritar y de repente saltó hacia Chopper comenzando a morderle la cabeza.
– ¡Suéltame idiota, no soy un pedazo de carne! –decía este mientras lo golpeaba en la cabeza.
– ¡Luffy, suéltalo! –gritaban Sanji y Zoro mientras que trataban de deshacer su agarre. Estuvieron así un tiempo hasta que Zoro le dio un puñetazo en la cabeza tirándolo al suelo.
– ¿Qué estás haciendo, Zoro? –dijo Luffy mientras se refregaba el chichón que le había dejado el golpe.
– ¡Idiota, no trates de comerte a la gente! –le respondió este enfadado. Él miro a Chopper que estaba llorando mientras se agarraba la cabeza siendo consolado por Robin.
– Perdón, perdón es que creí que era un pedazo de carne. –dijo mirando a Chopper y riendo como de costumbre.
– ¿Qué estabas haciendo dormido en el acuario?
– Etto…no lo recuerdo. –dijo riendo nuevamente. Sanji y Zoro continuaron regañándolo un poco más y después de unas cuantas quejas de parte de Luffy, Sanji se fue a preparar la cena siendo seguido por los demás.

Él no recordaba nada, me siento tan tonta. Solo eran los efectos secundarios de todas las medicinas que había mezclado…, aunque tratándose de Luffy es la explicación más razonable que se me ocurre. Supongo que es lo mejor, y yo preocupándome tanto...
De repente sentí que alguien me observaba, una mirada en mi espalda que me provocaba escalofríos. Me voltee rápidamente, Luffy estaba sentado en la camilla mirando al suelo mientras se refregaba la cabeza.
¿Acaso…?




Ese Luffy y sus travesuras ¿Acaso se está haciendo el inocente después de lo que le hizo a su navegante? ¿Lo intentara otra vez o continuara pretendiendo que perdió la memoria? ¿Lograra por fin comer a Chopper? :D