One-shot de Inuyasha - Pequeña pero ayuda

¡Hola!.Después de un tiempo vengo con un one-shot, pero no uno cualquiera sino uno de Kagome/Inuyasha para mi bella, estupenda, lindísima y compresiva con esta historia por horrores ortográficos (O cualquier tipo de falta) para mi bella y hermosa ¡Sandritah!¡Por su cumpleaños!... Espero que te guste ;)

Autor/a: Eyerlin :3
Título: Pequeña pero ayuda.
Tipo: One-shot Original.
Advertencias: Ninguna.
Género: Romance.
Sumario: Mis tontos celos y esa roca.

Pequeña pero ayuda​

Caminaba hacia la nada, sola en la ausencia y el desvelo de la noche con gran pesadumbre y coraje envuelto como un manto en mi corazón. La alegría y el gozo de estar junto a él se esfumo, todos mis deseos y anhelos de compartir una bella velada solo para los dos quedó en las penumbras del olvido.

— ¡Te odio!— grito a la nada encolerizada.

Veo una pequeña roca en el suelo, la satisfacción de quitarme aquella carga de encima era muy tentadora y que más desquite que patear una roca inofensiva. Sonrío con malevolencia al imaginar el rostro de ese ignorante en la roca.

Elevo mi pierna derecha y la dejo caer, al momento que lo hago siento la roca tocar mi zapatilla para así después salir volando a unos dos metros de distancia. Siento un pequeño alivio al descargar un minúsculo tormento de mi ser.

Vuelvo al mismo método cometido desde un principio pero ahora con más fuerza, veo la roca volar con alejamiento –más que el primero- y dista más que los metros anteriores para así volver a sacarme otro pequeño disgusto de encima. Repito constantemente el procedimiento…1…2…3, 4, 5…6, 7, 8, 9, 10.

Ya con quietud y serenidad, sin fijarme de lo que podría ver al frente doy mi última patada a la roca, que con un sin fin de patadas que le había otorgado aun seguía firme y con ese brillo.

— ¡Ouch!—.

Levanto mí mirada con terror al escuchar aquel quejido. —Salgo de una para entrar en otra, esto no puede ser— pienso viendo al hombre con la cabeza gacha y arrodillado en el piso con sus dos manos posadas en su parte intima— Sí definitivamente, este no es mi día— concluyo corriendo hacia aquel hombre.

— ¿Estas bien?— le pregunto con impaciencia y temor.

—K-k-k…— trata de articular el hombre estando en la misma posición.

— ¿Sí?— pregunto acercándome más al él.

— ¡K-Kagome! ¿Q-qué rayos crees que haces?— me grita con indignación para mi gran sorpresa. Sus ojos brunos se mostraban cristalinos y su rostro expresaba un casto dolor.

— ¿Inuyasha?— balbuceo aun sorprendida. — ¿Q-qué haces aquí?— pregunto sin entender su presencia en ese lugar. — Se suponía que estaría con ella— supongo con placidez al verlo allí presente.

— ¿Cómo que qué hago aquí? ¡Te vengo a buscar mujer!— me responde levantándose con dificultad e implacables muecas de dolor.

Me sorprendo de sobremanera. — P-pero tú te ibas con ella para…—

— ¿Una conferencia? Sí, pero no fui porque tenía o tengo una cita con “mí esposa”— me dice resaltando las últimas palabras.

Trago fuerte, mis mejillas empiezan a arder como el fuego y empiezo y morder mi labio inferior.

— ¿Qué llegaste a pensar?— pregunta al ver mi estado inquieto.

— B-bueno y-yo-o —balbuceo para después empezar a reír como una loca. — Eto, no es nada, n-no es nada— le digo moviendo mis manos con exageración de un lado a otro.

Él solo me ve con una ceja en alto ya sabiendo lo mala que soy en las mentiras, más notoria no podía ser ¿cierto? .Suspiro con pésames, bajo mi mirada y la poso en un punto determinado, en una linda y ya pateada roca.

— Hunm, ¿Kagome?— dice al verme acercarme a la roca, me inclino y la tomo con delicadeza.

Vuelvo al mismo sitio pero sin apartar la mirada de la roca. Suspiro.

— Bien. Lo que pasa es que hable con tu secretaria— escucho un pequeño bramido de parte de este—, me dijo que tú no podías estar libre esta noche y que…—

— Kagome— me interrumpe con una voz fuerte. Yo solo apreté con fuerza la roca— Cuantas veces te tengo que decir que hables conmigo no con mi secretaria, eres mi esposa y por lo tanto tienes todo el derecho de hacerlo— me aclara tratando de no exaltarse.

— Y-yo…Perdón— hablo con voz apagada. Agarro con mis dos manos la pequeña roca y empiezo apretarla con fuerza. Siempre sucedía lo mismo, él como el inocente y yo como la bruja mala, aunque no lo niego que de esta si cometí un error por los celos, pero ¿Cómo no hacerlo? Tiene a Kikyo, su primer amor, su primera novia y ahora su secretaria.

Aun permanecía en el mismo lugar sin ninguna palabra por articularle…

— Te amo—.

Mi corazón empieza a latir a mil por hora, mi mirada perdida en la nada, esas palabras que el solo me dice me dejan en suspenso, y como a una mariposa volar entre los campos florales. Me atrae hacia él con más fuerza. No me había percatado de que estaba entre sus brazos como una muñequita de trapo.

— Deja de pensar en ella, ahora solo eres tú para mí. Ella quedo en el pasado, ahora el presente y el futuro eres tú— me susurraba en el oído con delicadeza.

Suelto la roca y lo abrazo con fuerzas mientras dejaba fluir un mar de lágrimas. Él podría ser inmaduro en ocasiones pero siempre para estas cosas él es el más maduro de entre lo dos.

— Perdón— me disculpo, aparto mi cabeza de su hombro y lo veo. — Lo que pasa es que se me olvida que ahora eres mió— le digo con pena al olvidar que ese hombre que está al frente es mi esposo.

— Sí, y acuérdate que tú eres mía también— me dice con una sonrisa macabra. — Por cuanto me dejaste plantado recibirás tú castigo esta noche— trago fuerte y un fuerte rubor sobresalta en mis mejillas, cosa que el capta al instante y me ve de una forma… Sádica. ¡Odio que haga eso!

— ¡Inuyasha deja de verme así!— gruño y lo golpeo con fuerza a lo que el me responde con un quejido.

— ¡Ah! Pero eres mi esposa tengo todo el derecho de hacerlo— me replica con su puño en alto y una vena palpitando en su cien. Yo miro para otro lado como una niña pequeña y le saco la lengua con infantilismo.

Lo amo y nada ni nadie me lo quitara… Tengo que dejar estos celos. Vuelvo mi mirada hacia la pequeña roca y una sonrisa se posa en mis labios. — Puede que sea pequeña y muchos pensaran que no sirve en esa forma, pero, me ayudo mucho en estos momentos... Una roca de mar— pienso sorprendida al verla con determinación.— Es muy impresionante verla por estos lados ya que solo se consiguen entre los ríos o las playas...Hunm,bueno— pienso ya si darle mucha importancia, tomo la roca, me la guardo en el bolsillo y me voy con mi esposo a mi hermosa velada nocturna. Me pregunto: ¿Cuál será el castigo de Inuyasha?

Fin.

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*-* Espero que te guste mi amora .


La roca de la que hablo es una llamada como “gema”:3. Una pequeña aclaración ;)

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