Patio trasero

Solté una risa nasal breve entonces, notando las gotas de agua. Apoyé el codo izquierdo en mi rodilla y mi mentón en el dorso de la mano. La niña tenía razón, no podía ser un cabrón tramposo cuando no había ni necesidad de serlo.

—Lo cambio entonces —redireccioné—. Supongo que a esta fiesta no llegaste sola.

La escuché entonces, dedicándole una sonrisa ligeramente filosa.

—Asumiré que te refieres a que antes de llegar a esta país estuve en dicho continente, pero si hablas de mis raíces... Estarías equivocada —saqué entonces el móvil, denotando el mensaje de mi hermano el cual respondí sin afán, abriendo Google para buscar un generador de dados en caso de haber empatado.

>>Y bien, ¿lo consideras un empate?

 

Antes de atender al niño escuché las palabras de Izayoi. Ehhh~, ¿ahora agarrabas confianza, bonita? Y tan asustada que te veías entre Ankoku y Sallow~ Como fuera; la sonrisa que le brindé fue amplia y filosa, con mis ojos rasgándose con cierto placer culposo, de un sentimiento raro que me nacía del pecho. ¿Soberbia? No alcanzaba a serlo por mi parte, supongo, pero creo que algo de orgullo me nacía bajarle esos humos y confianzas a las personas.

Y sonaba tan horrible desde adentro.​

¿Cuántas de mis acciones serían realmente así?
​

—Deseo que mantengas tu fortaleza durante toda la partida, querida~ —hablé con el tono grave normal, con cierta suavidad sobria, sin quitarle la vista de encima a pesar de llevar máscaras. No demoré entonces de darme la vuelta y explicarle a Horiazana el juego, el crío ya estaba al lado de la mesita y todo, por lo que no pude evitar cubrir mi sonrisa con cierta suavidad y ternura en cuanto me encaminé donde él.

Me recordaba un poco a los viejos tiempos.



¡Vaya, la verdad es que ambos se veían bastante amables! No tenía idea de qué pintaban por acá, pero sí que parecían dispuestos a divertirse, ¡y eso era genial! A pesar de que el de cabellos azules me pareció un raro por la forma en que se dirigió a Izayoi, y en un momento casi logra que me subieran las defensas, logré distraerme al dirigirme a la mesa. Conmigo fue bastante amable y hasta nos reímos un par de veces de manera amena, aparte e que sonreía bastante en cuanto yo lo hacía, ¡era hasta adorable! Jeje, de alguna manera cool. Aparte, todo el asunto me hizo dejar de lado el mal trago con el chico pelirrojo, al menos de momento.

La miré con ligera sorpresa, de esas que me hacían clavar la vista atento y alzar un poco las cejas, pero en general no perturbaba nada de mi expresión.
—Con dar lo mejor de nosotros basta, ¿no? —respondió con calma él, brindándole una de esas sonrisas que, desde mi punto de vista, le sentaban bastante maduras. Como... ¡un hombre de negocios! Su máscara también como que aparentaba eso, ¿no?

Te muestran un lado, mientras ocultan recelosos el otro, ¿cierto? Que horror~ Entorné la mirada, divertido, observando su accionar; le brindó suerte a su compañera con esa calma extraña que se cargaba. En eso, me espabilé y con una sorpresa más marcada busqué la mirada de mi compañera. En cuanto la vi le brindé una sonrisa confiada, determinado, con cierto fulgor en mis ojos.

No los veía, pero no hacía falta un espejo para sentirlo~
—¡Ánimos senpai, tú puede! —exclamé tras sentarme sobre la mesa con cuidado, tras un salto preciso, reclinándome tras apoyar el peso en una mano, mientras alzaba mi puño derecho hacia el cielo. Había terminado por cerrar los ojos, como siempre me pasaba al final, sonriendo extenso y mostrando los dientes y todo.

Tras eso me apoyé con ambas manos, sin quitar la vista de encima a los acontencimientos.

 

Catherine Whitman

—Eso no podías saberlo pero quizás era obvio, no creo que muchos hubieran llegado solos o solas aqui a la fiesta... —Suspiró dramáticamente al saber que en efecto el chico había atinado a todas y cada una de sus suposiciones, inclusive le había dado una extra por el "regaño" que le había dado, y ella bueno, se había equivocado.

Aunque no sentía que fuera una mala suposición, sentía que había una gran cantidad de estudiantes que venían de esos lares así que, lo veía como un 50/50 de probabilidad.

—Pudiera ser mala y considerarlo un empate pero no lo haré~ —Aseguró que su vestido no se fuera a deslizar dentro del jacuzzi y con cuidado deslizó sus manos hacia los cordones de su máscara para deshacer el nudo y retirarse la máscara momentáneamente con una sonrisa —. Catherine Whitman, un gusto~

Y dejando la mascara a su lado, le extendió su mano para que fuera el "saludo oficial", ya luego se la colocaría de vuelta.

 

—Nunca pensé que pudieras ser un poco mala, si te soy sincero —comenté burlón ante su sinceridad, más que entretenido al haber ganado—. Supongo que gané, como siempre —murmuré más por tontear que por otro cosa.

Y entonces parpadeé con parsimonía, sin perder de vista el movimiento de sus manos al ir tras el nudo del antifaz, posando mis pupilas ámbar sobre las grisáceas, detallando su rostro y finalizando en su sonrisa al verla estirar la mano, escuchando su nombre, con una sonrisa torcida en mis labios.

—Lindo rostro, Catherine —estiré mi izquierda entonces para estrechar su mano con suavidad, formalizando la presentación—. Y lindo nombre también.

Volví mi mano sobre el tumbón.

—¿Te apetece volver dentro? Vi un juego en el comedor similar por no decir igual al que están jugando los desconocidos aquí presentes cuando salimos del salón. Si me ganas en una partida quizá me presente también, Cathy~

 

Catherine Whitman

—¿Me veo muy inocente como para tener ese lado malicioso? —Preguntó genuinamente curiosa, ladeando su cabeza ligeramente hacia un lado y luego se alzó de hombros —, supongo que no tengo necesidad de serlo, demasiado esfuerzo idear todo un malévolo plan o cosas así.

Además, ya tenía muchas cosas siendo amable, ¿no? ¿Para qué ir por otra cosa si ya tenía algo que le funcionaba?

Un pequeño sonrojo asomó en su rostro y una vez que el saludo terminó, volvió a colocarse su máscara, asintiendo con suavidad antes de sacar sus pies del agua.

—Muchas gracias, supongo que ese es mi combo —Guiñó riendo levemente, le parecía divertido hablar de ella misma de esa forma—, puedes decirme Cathy si te gusta más. Supongo que puedo, así comprobaré si realmente ganas todo.

Buscó sus tacones y se los colocó con bastante facilidad, ofreciéndole luego su mano para que la guiara.

 

—Izayoi Sakuya, encantado de conocerle, señorita.

Aquella dulce jovencita que acompañaba a Yashihiro se presentó, Liza... Todo un placer.

Al parecer el grupo estaba más que listo para armar un buen desmadre con el beer pong, emborracharse no era la mejor idea que se le había ocurrido por los momentos, pero de todos modos, asistir a la fiesta siendo nueva en la palestra tampoco lo fue.

Esbozó una sonrisa de cualidades felinas, si alguien disfrutaba de un buen reto, era aquella señorita presente, la sonrisa pasó de desafío a una de aceptación alegre del mismo.

Tienes más coraje del que aparentas, señorito, provocarme de esas maneras tan imprudentes tiene sus consecuencias~

—Es una oferta que no puedo rechazar, Nakawaga-san~

Mientras no terminara comiendo pasto como buenos herbívoros, o deleitándose con la suculenta e insalubre agua de la piscina, estábamos bien, la presencia del alcohol podía ser buenos augurios para una noche divertida o uno de los jinetes del apocalipsis, dependiendo de la óptica con que se mire.

En este caso era más la segunda, jóvenes hormonados sin ningún tipo de supervisión con acceso irrestricto a alcohol y otras sustancias de dudosa procedencia, pues... Mientras no metieran alucinógenos de puta madre para viajar por el universo mientras la humanidad apenas aprende a hacer cohetes que no revientan en millones de pedazos (y dólares) estaba bien.

>>Acepto el reto de este sucio y diabólico juego, je.

 

Contenido oculto: Talk is overrated

Solté una risa monosílaba, suave y apenas audible. Vaya, ¿y hasta dónde le apetecía llegar? No había ni por qué preguntárselo, yo no lo hacía, tan solo actuaba... como creía conveniente, asegurándome de evitar aquellas acciones que, ya estimaba, traerían un desenlace nada gratificante.

—Je —solté ante el comentario de Izayoi-san— ¿Sucio y diabólico? —hablé ameno, con la voz grave natural—, te escuchas atemorizada, senpai~ —solté risueño sin perder el tono monocorde, para luego no demorar en posicionarme dónde me correspondía.

¡Era momento de lanzar! A ver quién tenía más maña en el asunto... Vaya, al final del día sí que resultaría en ser competitivo. Quién lo diría...

Oh... ¿Estaría Amery-senpai por acá? Podría intentar enviarle un mensaje y tal... a ver sí... lograba disculparme o algo... Diablos, que vergüenza.

...Tch, no logré atinarle a ninguna, mi rostro no demoró en reflejar mi emoción; ceño fruncido y leve mueca de labios, mientras me sobaba los cabellos tras la nuca, vaya suerte, ni logré interceptar a Izayoi-san.
—¿Uh? —miré con extrañeza al crío, quién se reía como... algún tipo de zorro, mientras se posicionaba para lanzar.

Antes de hacerlo me brindó una sonrisa ladina, demasiado confiado y pecando de presumido. Yo solo respondí entrecerrando un poco el ojo, extrañado y puede que hasta incomodo.

Tomé mi distancia, acercándome un poco a las chicas, sin perder de vista las acciones del crío...
—Jejeje —solté grave, ampliando mi sonrisa, filoso a ojos entornados.

Parece que alguien no había tenido tanto suerte~


—Tch —solté al fallar por segunda vez, con clara molestia. Entonces la risa del tipo llegó a mis oídos, con un puchero volteé a verle, enfadado y con los mofletes inflados. Le saqué la lengua, cerrando los ojos e inclinando un poco la espalda y todo.

—Izayoi-senpai te gana —fue lo único que comenté, poniendo las manos sobre la cadera y haciéndome a un costado, para que las chicas se posicionaran con tranquilidad y comodidad.

El peli azul tan solo me devolvió una sonrisa amplia a labios cerrados, ojos socarrones, encogiéndose de hombros. Tras eso miró a la castaña y yo le imité.
—Buena suerte, linda —comentó él, yo miré le miré de reojo. Ahí estaba, su sonrisa amplia y ojos tranquilos.

Rodé mis propios ojos, sacando un sonido frustrado, quejica.
—Que asco —terminé por musitar bastante molesto. Luego de eso clavé mi vista en Izayoi-onee-chan— ¡Buena suerte, senpai! —exclamé con seriedad, poniéndome las manos al costado de mi boca.

De inmediato sonreí amplio, ojos cerrados y mostrando mis dientes bien cerrados, mientras le levantaba mi pulgar derecho, en signo de aprobación e intento de ánimo.

¡Era solo el inicio, aún teníamos muchas chances de ganar!

Contenido oculto: Equipos y puntos

Liza y Yashihiro
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6

Sakuya y Vite
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6


Orden de tirada:
1. Liza
2. Sakuya
3. Yashihiro
4. Vite

Contenido oculto: Nota

Okey, el de Liza y Yashi está en rojo, porque Liza acertó y, sí no me equivoco, Sakuya no alcanzó a interceptar la pelotita.

Como aún no sabemos sí Yashi interceptó o no la pelotita de Sakuya, la dejo en verde. Sí la intercepta, le saco el color, y sí no la intercepta y por ende, Sakuya acierta, la cambio a rojo.

Sí no sé entendió o yo no entendí, pos me etiquetan en algún mensaje de perfil y nos aclaramos las dudas jsjsjsj

Edit: Okey, ninguno de mis personajes acertó XD Así que nos quedamos con los puntos que anotaron Liza y Sakuya uwu

 

¡Eh, había encestado! Me sonreí, orgullosa, guiñándole un ojo a Yashi ante sus buenos deseos. Sakuya pareció correr mi misma suerte, encestando en uno de nuestros vasos, y tocó quitarlo del medio. Nobleza obliga, ¿no?

—Se ve que las señoritas inician con suerte —comenté al aire, divertida con el panorama. Ninguno de nuestros compañeros encestó pero aquello solo acababa de empezar—. Veamos si podemos seguir marcando puntos.

Me tomé un instante para apuntar, centrándome por completo en el juego. Había que ver, podía ser realmente competitiva con cualquier estupidez cuando me lo proponía.

Contenido oculto: Equipos y puntos

Liza y Yashihiro
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6

Sakuya y Vite
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6


Orden de tirada:
1. Liza
2. Sakuya
3. Yashihiro
4. Vite

 

¡Lo lograste! Había empezado la partida con buen pie, y la señorita White había corrido con la misma suerte, ¿Ser chica cuenta como imán de buenas vibras? ¿De las malas también? Da igual, el lado bueno es que está a buen resguardo del elixir del diablo por ahora, pero la tentación de pegarse unos buenos tragos y alocarse quedaba presente, a ver niña, es un peligro, jamás de los jamases has agarrado ni una cerveza, no es buena idea ir de agarrafarolas.

Era hora de poner a ese par de mocosos a morder el polvo... ¿O tal vez no?

Contenido oculto

Pido mis perdones por andar dándole tantas largas al asunto ;-;

 

White-san acertó sin aparente problema tras que yo y el crío demostráramos nuestra mala puntería. Cerré los ojos para acentuar mi sonrisa hacia ella, no la borré en cuanto mi atención se centró en Izayoi-senpai... Oh, no acertó. Como fuera, me encogí de brazos para luego tomar la pelotita. El crío se veía algo preocupado por la situación, aun y con eso le brindó una sonrisa a su compañera junto a un "No pasa nada" por haber fallado.

Y nada, que lancé la pelotita y... La cara de decepción no tardó, el mismísimo aburrimiento baño mi rostro: Había pasado de largo.

El próximo en lanzar fue el azabache, que a pesar de que intentaba mantener sus emociones más neutrales, se notaba su alegría cuando uno no acertaba, o la decepción cuando fallaba. Ahora mismo, estaba más bien concentrado.

Contenido oculto: Puntos

Liza y Yashihiro
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6

Sakuya y Vite
Vaso 1
Vaso 2
Vaso 3
Vaso 4
Vaso 5
Vaso 6


Orden de tirada:
1. Liza
2. Sakuya
3. Yashihiro
4. Vite
Me falta editar con los tiros de los chicos (?)