Exterior Patio norte

Emily Hodges

Volví a mirarlo con curiosidad por su respuesta y bueno, mi reacción fue ya la obvia, ¿verdad? ¡Pero es que! Me llevé algo de comida a la boca mientras miraba hacia cualquier otro lado, sonrojada.

—P-prefiero pasar... —farfullé, antes de seguir comiendo.

S-solo tenía su número para ir a ver el templo, ¿por qué tenía que decirlo cómo si fuese para otra cosa? ¿¡Qué insinuaba!? Hmpf.

Mi hilo de pensamiento, por suerte, fue interrumpido por el salto de Anna y la miré, con los palillos en la boca, ladeando la cabeza. ¿Un club de almuerzo? Reí ligeramente cuando por fin acabó de hablar y acepté sin dudar su meñique.

Ah, era obvio qué nosotros no éramos el problema de esa propuesta pero no iba a no seguirle el juego. De todas formas, hasta Altan pareció aceptar. Realmente interesante, si me preguntan.

Observé entonces a la pareja que se acercó, quedándome ciertamente algo embobada con la chica. Tenía un pelo precioso~ Para cuando me di cuenta de lo maleducada que estaba siendo, ya mi rostro se había vuelto a sonrojar.

Para colmo, logré escuchar que el chico estaba interesado en el club de baile y juraría que mi cabeza estaba empezando a echar humor de pura vergüenza.

¿Podía tener un momento de paz en esa Academia?

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Hold her kohaku no sabes donde te estás metiendo que a esta pendeja se le cruzan los cables y te come (?)

ALSO INSANE PLS WHY YOU HAD TO WRITE THAT EN CONCRETO

 

Sonrió animada, casi como un cachorrito alegre, en cuanto Altan aceptó su meñique. ¡Ya era un hecho! Emi también había aceptado y, cuando se estiró hacia Kohaku, el muchacho no dudó en hacer lo mismo. De repente tuvo unas ganas enormes de marcarle a Jez y contarle todo lo que estaba pasando, pero su hilo de pensamientos se interrumpió con la llegada de dos personas que no conocía de nada.

Le llevó la módica suma de medio segundo incorporarse como un trampolín al oír no sólo que la estaban buscando, sino que era por su anuncio del club.

—¡La misma! En carne y hueso~ —dijo, animada, y juntó las manos frente a su pecho—. ¡No me esperaba para nada que un chico estuviera interesado en el club! Me pone muy contenta~ ¡Es un gusto, Daute! Yo soy Anna aunque, bueno, eso ya lo sabes.

Soltó una risa fresca, entrelazando las manos ahora tras su espalda, y vio a la chica pelirroja que lo acompañaba.

—¿A ti también te interesa, de casualidad~?

Sasha se sorprendió un poco por la pregunta tan directa; no había advertido la mirada de Emily y aún se sentía un poquito incómoda por estar irrumpiendo así nada más. No se veían molestos, de cualquier forma.

Le sonrió a Anna sin despegar los labios.

—No, sweetie, lo siento. —Relajó un poco su expresión y le indicó con la barbilla—. Me gusta tu cabello~ ¿Es permanente?

Anna pasó los dedos por su propia coleta, dibujando un péndulo con su cabello.

—Gracias, gracias~ Nop, lo refuerzo de tanto en tanto. ¡He pensado en ponerme otro color!

Pero, al final del día, siempre insisto con el rosa, ¿verdad?

El color que eligió Kakeru.

—Uhm, morado te quedaría bien —anotó Sasha.

Anna asintió, contenta, y acordó con ella. Luego se volvió hacia Daute una vez más.

—Qué nombre tan curioso~ ¿De dónde eres?

Ah, ahí iban, las confianzas que sólo Dios sabía de dónde sacaba.

 

Si era posible, sus ojos chispearon con aún más fuerza en cuanto escuchó que el muchacho era colombiano. ¡Pero bueno!

—¡Me muero! —exclamó, riendo, y luego agregó en español—: Ahora es más que un gusto, Daute, ¡un gustazo! Yo soy de Argentina, nací allá y me vine más o menos a los trece años. Hace mil, pero mal, que no hablo en español con alguien fuera de mi casa, ¡no lo puedo creer!

Se veían tan lindos con Sasha, ¿serían novios? No le pareció del todo prudente preguntar, así que se mantuvo en la línea de la conversación. Su último comentario le arrancó otra risa corta y se inclinó ligeramente hacia ellos, cruzando los brazos bajo el pecho. Siguió con el japonés porque tampoco quería dejar a todos los demás en ascuas.

—Oh~ Confías en tus habilidades, ya veo. —Entornó la mirada casi con malicia competitiva y le guiñó un ojo, justo como él había hecho—. ¿Te gustaría mostrarme~?

 

Había guiado a la chica genuinamente contenta, sobre todo ahora que Jez no estaría durante unos días la hacía sentir bien saber que al menos Kobayashi había aceptado su invitación a almorzar. Al pasar cerca del lugar donde estaba el pequeño grupo saludó a Altan con un movimiento de mano, que el otro apenas pudo regresar, aún hecho un desastre mental.

—¡Hiradaira-san, hola! —saludó a la chica de la coleta alzando la voz, pero no se detuvo al ver que ya eran bastantes y tampoco sabía si su kohai estaría a gusto con tanta gente.

Vio a Kobayashi señalar un espacio bajo el cerezo y esta vez fue ella la que se dejó guiar por la muchacha. Se sentó a su lado, en el espacio que la chica procuró dejarle, antes de sacar su propio almuerzo.

—¿A que sí~? —reforzó con voz suave—. Es fácil uno de mis lugares de la escuela, dejando de lado el dojo quizás.

Abrió su almuerzo, bastante sencillo a decir verdad pero jamás iba a quejarse de algo que le preparara su hermanastro, que siempre había sido tan bueno con ella.

>>—¿Qué tal va tu segundo día, kohai-chan?

De repente pareció recordar algo, sacó el móvil y tipeó un mensaje rápido.

Eh, Amery, estoy almorzando en el patio norte con la kohai de ayer. Digo, por si te interesa o algo así.

Acto seguido regresó el objeto al bolsillo de la falda, para seguir comiendo y prestarle atención a la chica junto a ella.

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me descojono, qué es esto, tsundere Laila? *le pega a todos sus pendejos por ser así* Also Liza White solo for the funz, puedes dejar al niño cuidando a Violet de la loca pORQUE TODAVÍA TENGO MIEDO.
Aquí asumiendo que se compartieron números en algún momento del backstory (??

el resto del spoiler es pa Mori (???) solo porque soy pelotuda y olvidé citar el post de Nagi en el pasillo, so que también respondí allá jsjs just in case

Al final había volcado su atención en tomarse lo que le quedaba del jugo que le quedaba a Anna cuando vio pasar a Meyer y medio pudo regresarle el saludo. Lo había olvidado, que esa chica también quedaba un poco a la deriva sin la presencia de Jez y eso lo hizo recordar, por fin, que tampoco se había molestado en decirles a las chicas del club de lectura.

Ah, bueno ya qué.

Sweetie.

La palabra llamó su atención, solo por el mero hecho de ser inglés, y le dirigió una mirada breve a Pierce. Después de todo tenía nombre extranjero también, lo que ya no parecía ser raro en esa escuela.
Como fuese pronto fue el chico quien lo hizo ajustar el oído en su dirección, ¿de Colombia? Anna, ni lenta ni perezosa, empezó a hablar en español y entonces le perdió el hilo, si acaso atajó por puro descarte de dónde era.

Argentina.

Una parte de sí agradeció que Hiradaira switcheara a japonés de nuevo, por piedad a los presentes, porque iba a estresarse si seguía sin poder seguirle el hilo a aquella conversación aunque no fuese ni con él.

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hold my relleno

 

Se volvió un instante al oír su apellido a la lejanía. Alzó el brazo, emocionada, y saludó a Laila en cuanto distinguió su cabello lila tan bonito.

—¡Buen día, Meyer! —exclamó, para luego enfocar su atención en Daute una vez más; había pasado de la alegría a la socarronería en medio segundo—. ¿Ah~? Pero bueno, estoy adentro, chico.

Estuvo por jalarlo del brazo, pero se contuvo ya que Sasha sí parecía ser su novia y... bueno, no quería ser una entrometida.

—Aún no tenemos lugar de reunión, ¡de hecho sigo convocando gente! Así que no, no somos muy exigentes~ De cualquier forma...

Se paró bien firme, sobre ambos pies, y le sonrió con la barbilla en alto. Era un tanuki y todo, ¡pero estaban poniendo en juego su orgullo artístico!

—Venga, ahora me muero de ganas de ver lo que tienes. ¿Te parece y vamos a otro lado? Dar un espectáculo aquí sería algo raro y... —Fingió preocupación, cubriéndose la boca con una mano—. Mira si te dejo en ridículo frente a tanta gente~

Sasha no intervino ni se tensó, realmente. Se notaba a leguas que la chiquilla iba a broma y, de todos modos, conocía a Daute. Él era el primero capaz de avivar la mecha si hacía falta y Anna parecía ser de las que se subían rápido a cualquier tren. La de la coleta rosa soltó una risa animada de inmediato y relajó la postura.

—¿Vamos al gimnasio? O al salón de actos, también.

Menuda dupla, eh.

 

—¡Pues bien! Venga, no se diga más.

De repente se giró hacia los chicos que aún seguían sentados en el banco, y los apuntó de lleno con el dedo.

—Ustedes y la señorita Pierce van a ser los jueces. —Pestañeó, como si apenas hubiera notado que, probablemente, estuviera siendo bien exigente, y se rascó las raíces del cabello junto a una risa algo avergonzada—. Claro, claro, si ustedes quieren.

—No tengo problema de ver a Dauti bailando —comentó Sasha, quien había entrelazado los dedos de la mano que Daute mantenía floja sobre su hombro.

—Cuéntame adentro, enana —apoyó Ishikawa, incorporándose con algo de pereza—. ¿Cómo desaprovechar la oportunidad de votar contra ti?

—Ja, ja —ironizó Anna—. Muy divertido.

Luego le sonrió a Daute y ejecutó una delicada reverencia, pausada y perfectamente equilibrada. Era una tromba de energía pero también poseía gran dominio sobre su cuerpo.

—Te sigo, Daute~ —indicó en español, y luego volvió al japonés—. Mira, te dejaré elegir la canción y todo.

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Insane ya postea si quieres directamente en el salón de actos <3

 

Emily Hodges

Observé con algo de sorpresa como Anna empezaba a hablar en otro idioma con aquel chico, reconociendo que era español gracias a algunas palabras que pude relacionar con alguna serie que me había visto durante el verano. Ah, que envidia, poder hablar con fluidez más de un idioma~

Seguí comiendo, algo más tranquila, mientras los escuchaba hablar de una competición. Estaba segura que ambos tenían una capacidad muy buena y que sería algo digno de ver. Sin embargo...

—Yo mejor me quedo aquí~ Pasadlo bien, luego nos vemos~

Me despedí con la mano del grupo, sonriendo, y en cuanto se internaron en el interior de la Academia, dejé caer la cabeza hacia atrás en el respaldo del banco, con un suspiro.

Traer a gente que queríamos para almorzar con nosotros, ¿eh? Era más fácil decirlo que hacerlo, supongo.

 

Estaba esperando la respuesta de la chica cuando notó al albino salir del edificio, cargando algo consigo y tuvo que tragar grueso porque bueno, había enviado el mensaje sí. ¡Pero no esperaba que se apareciera! Sobre todo después de lo de ayer.
De alguna manera genuinamente le sorprendía que el incordio de Eris no se le hubiese lanzado encima hoy también.

—Buenos dí- —El comentario del albino le arrojó la sangre al rostro y se llevó un bocado de comida a la boca, con el ceño fruncido—. Ya.

Miró la caja que el muchacho dejó entonces frente a ella y aunque tenía toda la pinta de estar enfurruñada o pretender estarlo prácticamente se fue de cabeza. Dejó su bento a un lado, aunque no se lo había terminado, y sacó uno de los dorayakis. El fingido fastidio se le pasó de inmediato, como si fuese una chiquilla, y se zampó el dulce en unos cuantos bocados.
Soltó una risa con cierta malicia en ella antes de hablar.

—Si querías disculparte solo tenías que decirlo.

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me descojono i swear

De nuevo el switcheo, el cambio de idioma, la sensación de perder el hilo y recuperarlo. ¿Cuánto tiempo llevaba sin hablar en inglés con alguien que no fuese su padre y su madre? Además, Janet Fiore tenía un carácter de todos los demonios cuando se le antojaba y lo reñía de lo lindo en italiano cuando se clavaba alguna de sus estupideces de forma repetida, pero en general era siempre japonés e inglés.

Una parte de sí quería ir con Anna y los demás, pero otra parte sentía que desencajaba más que pez fuera del agua y es que ciertamente así era. En la enfermería se había dejado hacer por Anna a medias, pero era un poste realmente, y tampoco había encontrado mucho interés en la danza hasta que la desquiciada de Anna se dejó llevar por una brisa que no estaba allí, esparciendo colores.

Los dejó ir entonces, así como había hecho Hodges, sin mayor preocupación porque con todo había visto que la chica podía bailar sin sufrir ninguna crisis.
Cuando vio a Emily echar la cabeza en el espaldar del banco él se levantó, manos en los bolsillos como siempre.

—El almuerzo que preparaste estaba rico, Hodges —dijo sin voltearse a mirarla—. Gracias por dárselo a Anna.

¿De qué mierda iba a eso?

De repente cayó en cuenta de algo, la chica había estado por mencionar a Kurosawa frente a Hiradaira y se había cortado, ¿no? Tenía que estar en el club de cocina y bueno, había estado también en la azotea. De todas maneras le era indiferente de dónde la conociera.

>>No juzgues demasiado fuerte a Shiori por lo que hizo en la mañana... Ya debes haberlo notado, es una chica un poco extraña y Usui desconectó los cables que la mantenían siempre centrada y contenida, así que es posible que se comporte algo erráticamente durante un tiempo. Aún así es probable que hubiese reaccionado de la misma manera si alguien te hacía algo a ti o la amiga suya de primero, quisiera decir que lo habría hecho por mí también pero no soy imbécil, no estoy ni de cerca en ese nivel de importancia. Fue una reacción exagerada, claro, no la estoy justificando pero creo que puedes entender el punto.

No le dio demasiado tiempo para responder, quizás porque no le interesaba recibir una respuesta para empezar, y echó a andar sin saber muy bien a dónde realmente.

 

Emily Hodges

Era verdaderamente estúpida porque por un segundo prácticamente había olvidado que Altan seguía en el banco. Me di cuenta cuando lo sentí levantarse y me incorporé rápidamente, avergonzada.

Lo cierto es que me tomó por sorpresa que me hablase así que lo único que pude hacer fue callarme y escucharlo. Y la sorpresa solo acrecentó más con cada palabra que decía.

¿Shiori lo hubiese hecho por mi también? Sentí un pinchazo de culpa repentina, como si tuviese el mal presentimiento de que aquello era totalmente cierto y que si no lo había hecho ya, lo haría en algún momento cercano. Por mí o quizás no, pero desde luego sería la causa principal del problema.

De todas formas, no estaba molesta con ella realmente, así como tampoco lo estaba con Anna. Ni siquiera estaba realmente molesta con Aika por haberme retenido. Lo único que sentía era frustración conmigo misma, por no entender y por no ser capaz de hacer nada más que observar desde una distancia prudencial.

¿Qué clase de amiga era si no podía ayudar a la gente que quería?

Lo que es aun peor, ¿qué clase de amiga era si lo único que hacía era meter en problemas a los demás?

No fui capaz de decirle nada al chico pues prácticamente salió corriendo y... bueno, podía comprenderlo. A pesar de todo, una ligera sonrisa se me formó mientras lo veía alejarse.

Había halagado mi comida, ¿verdad? Y... me había dado un especie de consejo. Era obvio que todo eso era por el efecto que Anna había creado en él pero no dejaba de emocionarme saber que podía hablarme sin parecer molesto. Y que fuese lo que fuese que tuviese en mi contra, parecía haber desaparecido.

Quedándome con aquella sensación de leve calidez, seguí comiendo. Ah, a veces agradecía un poco de silencio~

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Hold my relleno~

 

Emily Hodges

Realmente se sentía bien, disfrutar del almuerzo en el patio durante la primavera. La lluvia del día anterior había hecho que las plantas se viesen mucho más vivas y poder ver los pétalos de cerezo cayendo mientras comía era un privilegio que no todos los alumnos podían tener.

La brisa cálida y las conversaciones lejanas de los alumnos resultaban bastante relajantes a su manera.

Casi estaba terminando mi almuerzo, habiendo aprovechado la soledad para comer con algo de lentitud, cuando escuché la voz de Liza. Levanté el rostro con algo de sorpresa, sin saber muy bien como reaccionar de primeras.

Pero, lo cierto es que al ver lo nerviosa que aparentemente estaba no pude hacer otra cosa más que sonreír con amabilidad, asintiendo con la cabeza ligeramente. Me moví, además, un poco hacia el otro lado en el banco para ofrecerle más espacio para sentarse y la miré, con cierta expectación en los ojos.

—Claro, adelante~

 

Al final había dejado la cafetería con pasado tranquilos. No le había afectado realmente saberse causante del colapso nervioso de la chica porque bueno, ¿cómo iba a saberlo? No lo había hecho a posta y, al darse cuenta, se había retirado para que pudiera calmarse aunque eso implicaba bueno, que quedaba solo de nuevo.

Sus piernas lo dirigieron casi por inercia al patio mientras balanceaba el bento envuelto como un péndulo, apenas salir detectó una cabellera conocida y prácticamente se precipitó sobre ella.

—¡Izu-chan! —dijo pasándola el brazo libre sobre los hombros, sin caer siquiera en que la chica había tenido la atención en otra cosa. Al menos notó que había otro muchacho con ella, no podía ser tan despistado, ¿o sí? Le sonrió a Dante—. Hola.

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más shitty posts. Con Laila respondo luego owo